—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

viernes, 27 de enero de 2012

57.-Los reyes de España.-Genealogía ( Tercera parte): Dinastías Italianas (III) a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto  Hernández Jara; Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; 



Escudo del rey de España con la corona real,y los
 collares del Toisón de Oro y el de la Orden de Carlos III
Aldo Ahumada Chu Han




 Armas  de Carlos III de España, con collar de la Orden del Toisón y Collar Gran Cruz de la Orden de Carlos III:

Partido de uno y cortado de dos: I: En campo de oro, cuatro palos de gules, que es de Aragón moderno, partido de Sicilia que trae, jefe y punta de oro y cuatro bastones de gules, flancos de plata y un águila de sable, coronada, de oro, picada y membrada de gules. II: En campo de gules, una faja, de plata, partido de Borgoña moderna que trae, de azur, sembrado de flores de lis de oro y bordura componada de plata y gules. III: En campo de oro, seis flores de lis de azur, una, dos, dos, una, que es de los Farnesio o ducado de Parma. IV: En campo de oro, cinco roeles o bolas de gules que es de los Médicis, y un tortillo de azur en jefe, cargado de tres flores de lis de oro de oro, que es del ducado de Toscana. V: Bandado de oro y azur con la bordura de gules, que es de Borgoña antigua. VI: En campo de sable, un león de oro, coronado de lo mismo, lampasado y armado de gules, que es de Flandes. Entado en punta, de oro y un león de sable, armado y lampasado de gules, que es de Flandes, partido del Tirol que carga, en plata una águila de gules, coronada, picada y membrada de oro, cargado el pecho de un creciente trebolado de lo mismo.
Sobre el todo, escudete cuartelado en cruz: 1º y 4º de gules y un castillo de oro, almenado de tres almenas, mazonado de sable y aclarado de azur, que es de Castilla; 2º y 3º de plata y un león de gules, coronado de oro, lampasado y armado de lo mismo que es de León, entado en punta de Granada, que trae de plata, una granada al natural, rajada de gules, tallada y hojada de dos hojas de sinople.
Sobre el todo del todo, escudete oval de azur con tres flores de lis de oro y bordura de gules, que es de la Casa de Borbón-Anjou.


La Familia real de España, esta relacionada con varias familias reales italianas: FARNESIO;  MÉDICI; ESTE; SABOYA; PALEÓLOGO-MONTFERRATO;





CASA DE FARNESIO.
Aldo  Ahumada Chu Han 


La Casa de Farnesio (en italiano: Farnese) fue una influyente familia italiana de la aristocracia que ostentó el ducado de Parma entre 1545 y 1731. Sus importantes miembros incluyeron al Papa Pablo III y los Duques de Parma.
El encumbramiento de los Farnesio y su enlace con las más ilustres familias romanas tuvo lugar en tiempos de Ranuccio Farnese, el Viejo, protegido del papa Eugenio IV. Ranuccio casó a su hijo Gabrielle Francesco con Isabella Orsini, y a su hijo Pier Luigi, continuador de la estirpe, con Giovanella Caetani. De ese matrimonio nacieron el que sería Papa Pablo III y Julia Farnesio.
Entre los siglos XVI y XVII los Farnesio se distinguieron por su protección a las artes, a ellos se debe la construcción del Palacio Farnesio en Roma, la Villa Farnesio en Caprarola, la Iglesia del Gesù en Roma y el Palacio del la Pilotta en Parma, actualmente Galería Nacional de Parma.
El último Farnesio soberano de Parma fue Antonio Farnesio (1679- 1731); al morir sin sucesión directa, el ducado pasó al hijo de su sobrina Isabel Farnesio y del monarca español Felipe V, el entonces infante Carlos de Borbón y que posteriormente se convertiría en rey de España.

Farmesio

Pedro Luis Farnesio (en italiano: Pier Luigi Farnese) (19 de noviembre de 1503 - 10 de septiembre de 1547) fue el primer duque de Parma, desde 1545 hasta 1547.

Octavio Farnesio (Valentano, 9 de octubre de 1524 - 18 de septiembre de 1586) fue segundo Duque de Parma y Plasencia de 1556 a 1586 y el tercer Duque de Castro.

Alejandro Farnesio (italiano: Alessandro Farnese) (Roma, 27 de agosto de 1545–Arrás, 3 de diciembre de 1592), III duque de Parma, Plasencia y de Castro, hijo de Octavio Farnesio y Margarita de Parma, hija ilegítima de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, sobrino de Felipe II y de Juan de Austria. Desarrolló una importante labor militar y diplomática al servicio de la corona española. Luchó en la batalla de Lepanto contra los turcos y en los Países Bajos contra los rebeldes holandeses, así como en Francia en las guerras de religión del lado católico contra el protestante.

Ranuccio I Farnesio (28 de marzo de 1569-5 de marzo de 1622) fue el IV duque de Parma y Piacenza desde 1592 hasta su muerte. Era hijo de Alejandro Farnesio y María de Portugal.

Eduardo I Farnesio (en italiano: Odoardo I Farnese) (Parma, 28 de abril de 1612 – Plasencia, 11 de septiembre de 1646) fue el tercer duque de Parma y Plasencia y el séptimo duque de Castro.

Renato II Farnesio (en italiano: Ranuccio II Farnese) (Parma, 17 de septiembre de 1630 – Parma, 11 de diciembre de 1694), fue el sexto duque de Parma y Plasencia y séptimo duque de Castro.

Eduardo II Farnesio (en italiano:Odoardo Farnese) (Colorno, 12 de agosto de 1666 – 6 de septiembre de 1693), heredero del ducado de Parma y Plasencia. Era hijo del duque Renato II Farnesio y de Isabel de Este, su segunda esposa, quien murió a los 9 días de dar a luz al príncipe Eduardo.

Isabel Farnesio (Parma, 25 de octubre de 1692- Aranjuez, 10 de julio de 1766), fue una aristócrata italiana, reina consorte de España como segunda esposa del rey Felipe V y madre de Carlos III.






                                                             CASA DE MÉDICI.

Aldo  Ahumada Chu Han 


Los Médici (pron. esp. médichi) fueron una poderosa e influyente familia del Renacimiento en Florencia entre cuyos miembros se destacaron cuatro papas: León X, Clemente VII, Pío IV y León XI; dos reinas de Francia: Catalina de Médici y María de Médici; y numerosos dirigentes florentinos, miembros de las casas reales de Francia e Inglaterra, que sobresalieron por ser mecenas, patrocinando a artistas y científicos de su época.
La familia es de orígenes modestos —la raíz del apellido es incierta, reflejando posiblemente la profesión de médico—, y el poderío inicial de la familia surgió de la banca. La Banca Médici fue uno de los bancos más prósperos y respetados en Europa. Con esta base, adquirieron poder político inicialmente en Florencia, donde aparecieron ocupando el cargo de confaloniero o jefe de la ciudad desde el siglo XIV (Salvestro di Médici fue confaloniero en 1378). Su poder e influencia se extendió luego en toda Italia y el resto del continente europeo.
Juan de Médici, primer banquero de la familia, comenzó la influencia del linaje sobre el gobierno florentino, pero los Médici se convirtieron en cabeza oficiosa de la república en 1434, cuando su hijo mayor Cosme de Médici tomó entre sus títulos el de Pater Patriae y el de «Gran Maestro». La rama principal de la familia —formada por sus descendientes— rigió los destinos de Florencia hasta el asesinato de Alejandro de Médici, primer duque de Florencia, en 1537.
El poder pasó luego a la rama menor de los Médici, o sea a los descendientes de Lorenzo el Viejo, hijo menor de Juan de Médici, comenzando con su tataranieto, Cosme I de Médici, II duque de Florencia (1537-1569) y I Gran Duque de Toscana (1569–1574). En el duque Cosme I se unen las dos ramas familiares, ya que es hijo de Juan de las Bandas Negras, de la rama Popolana, y de María Salviati, nieta de Lorenzo de Médici.
La escalada de los Médici al poder fue relatada en detalle en la crónica de Benedetto Dei.

Festina lente (latín, «Apresúrate lentamente»).
Lema de la Casa de Médici


Aldo  Ahumada Chu Han 


Juan de Médici o Giovanni di Bicci de' Medici (en italiano) (Florencia, 1360 - 20 de febrero de 1429) fue un banquero de la Edad Media, fundador de la poderosa familia Médici de Florencia, padre de Cosme de Médici (Pater Patriae) y bisabuelo de Lorenzo de Médici (El magnífico).

Lorenzo de Juan de Médici conocido como Lorenzo el Viejo, (Florencia, c.1395 - Florencia, 1440), banquero italiano de la familia Médici, hermano menor de Cosme el Viejo y cabeza de la rama Popolano de la familia, que se hiciera más adelante conocida por su descendiente Cosme I de Médici, tras la extinción del ramo principal.

Pierfrancesco de Lorenzo de Médici, conocido como El Viejo, (Florencia, 1430 - 19 de julio de 1476), banquero italiano de la familia Médici.

Giovanni di Pierfrancesco di Medici, apodado "il Popolano", "El Populista", (Florencia, 21 de octubre de 1467 — Bagno di Romagna, 14 de septiembre de 1498) fue un miembro de la rama llamada "de los populistas" de la influyente familia florentina Médici, hijo de Pierfrancesco el Viejo y hermano menor de Lorenzo di Pierfrancesco de Médici.

Juan de Médici o Giovanni de Médici (en italiano) o Giovanni de las Bandas Negras o Giovanni dalle Bande Nere (en italiano) (1498-1526) fue un célebre condotiero italiano del Renacimiento.

Cosme I de Médici (Florencia, 12 de junio de 1519 – Villa di Castello, 21 de abril de 1574), II Duque de Florencia (1537-1569) y I Gran Duque de Toscana (1569-1574), durante los últimos años del Renacimiento.

Fernando I de Médici, (Florencia, 30 de julio de 1549 - id., 17 de febrero de 1609), Tercer Gran Duque de Toscana entre 1587 y 1609. Quinto hijo del Duque Cosme I de Médici y de Leonor Álvarez de Toledo, fue ordenado cardenal en 1562, con catorce años de edad.

Cosme (Cosimo) II de Médici (12 de mayo de 1590 – 28 de febrero de 1621) gobernó como IV gran duque de Toscana desde 1609 hasta 1621.

Margarita de Médici (Florencia, 31 de mayo de 1612 – Parma, 6 de febrero de 1679) fue una noble italiana, duquesa consorte de Parma y Piacenza y esposa de Odoardo I Farnesio. Fue regente de Piacenza en 1635 y regente de todo el ducado en 1646, a la muerte de su marido.

Ranuccio II Farnesio (en italiano: Ranuccio II Farnese) (Parma, 17 de septiembre de 1630 – Parma, 11 de diciembre de 1694), fue el sexto duque de Parma y Plasencia y séptimo duque de Castro.

Eduardo II Farnesio (en italiano:Odoardo Farnese) (Colorno, 12 de agosto de 1666 – 6 de septiembre de 1693), heredero del ducado de Parma y Plasencia.

Isabel Farnesio (Parma, 25 de octubre de 1692- Aranjuez, 10 de julio de 1766), fue una aristócrata italiana, reina consorte de España como segunda esposa del rey Felipe V y madre de Carlos III.




Casa de ESTE.
Aldo  Ahumada Chu Han 


La Casa de Este fue una familia noble italiana, soberanos del Ducado de Ferrara (1240-1597) y del Ducado de Módena (1288-1860) e importantes mecenas de las artes durante el Renacimiento. De probable origen lombardo, tomaron su nombre de la ciudad de Este; donde se asentaron.

Aldo  Ahumada Chu Han 


Oberto I Obizzo (también Otbert) (muerto el 15 de octubre de 975) fue un conde palatino italiano que fue conde de Milán desde 951.

Otbert (Latin Otbertus, Italian Oberto; died after 1014)  Marques de Milan

Alberto Azzo I (muerto en 1029) fue conde de Milán entre 1013 y 1029. Era hijo de Oberto II y Railend, viuda de Sigfredo, conde de Seprio.

Alberto Azzo II (997–1097), fue conde de Milán y Liguria, conde de Gavello y Padua, Rovigo, Lunigiana, Monfelice, y Montagrana, siendo por ello uno de los hombres más poderosos del Sacro Imperio Romano Germánico.

Azzo V d'Este (1125 – 1193) noble italiano

Azzo V d'Este (1125 – 1193) noble italiano

Azzo VI de Este (1170 – noviembre de 1212) fue señor de Ferrara, hijo de Azzo V d'Este.​

Azzo VII d'Este, (1205 cerca – 16 o 17 febrero 1264)

Rinaldo I d'Este (Ferrara, 1230 – 1251) un noble italiano

Obizzo II d'Este (1247 aprox. – 13 de febrero de 1293) fue un político marqués de Ferrara y de la Marca anconitana.

Aldobrandino II d'Este (... - Bolonia , 26 de julio de 1326 ) fue Señor de Ferrara de 1317 a 1326 .

Obizzo III d'Este, (14 de julio de 1294 - 20 de marzo de 1352) fue marqués de Ferrara, Italia desde 1317 hasta su muerte en 1352.

Alberto V de Este, (27 de febrero de 1347 - 30 de julio de 1393) fue señor de Ferrara y Módena desde 1388 hasta su muerte. Compartió el señorío de la Casa de Este con su hermano Nicolás por decisión de este desde 1361, convirtiéndose en único gobernante desde la muerte de su hermano en 1388.

Nicolás III de Este, ( 9 de noviembre de 1383 en Ferrara - 26 de diciembre de 1441) fue Marqués de Ferrara, Módena, Parma y Reggio desde 1393 hasta el día de su muerte en 1441. Hijo ilegítimo de Alberto de Este y de Isotta Albaresani, heredó el gobierno de la ciudad de su padre en 1397. Fue nombrado capitán general de los ejércitos papales por el papa Bonifacio IX cuando tenía veinte años.

Hércules I de Este (Ferrara, 26 de octubre de 1431 – Ferrara, 15 de junio de 1505) fue duque de Ferrara de 1471 a 1505. Era miembro de la Casa de Este y apodado «El diamante» o «Viento del Norte».

Alfonso I de Este (Ferrara, 21 de julio de 1476 – ibídem, 31 de octubre de 1534) fue un noble italiano, duque de Ferrara, de Módena y de Reggio, que intervino en las Guerras Italianas firmando la Liga de Cambrai.

Alfonso de Este (Ferrara, 10 de marzo de 1527 - Ferrara, 01 de noviembre de 1587) fue un noble de Ferrara.

César de Este (Ferrara, 08 de octubre 1562 - Módena, 11 de diciembre 1628) fue duque de Módena y Reggio desde 1597 hasta su muerte.

Alfonso III de Este (Ferrara, 22 de octubre de 1591 - Castelnuovo di Garfagnana, 26 de mayo de 1644) fue duque de Módena y Reggio desde 1628 a 1629.

Francisco I de Este (Módena, 6 de septiembre de 1610 - Santhià, 14 de octubre de 1658) fue el hijo mayor de Alfonso III de Este, duque de Módena y Reggio, e Isabel de Saboya. Sucedió a su padre en los derechos al ducado el 25 de julio de 1629 y fue duque de Módena y Reggio desde 1629 hasta su muerte.

Isabel de Este (Módena, 3 de octubre de 1635 – Colorno, 21 de agosto de 16661​) fue duquesa de Parma, como la segunda esposa del duque Ranuccio II Farnesio. Fue la abuela paterna de Isabel Farnesio.

Eduardo II Farnesio (Colorno, 12 de agosto de 1666 – 6 de septiembre de 1693), heredero del ducado de Parma y Plasencia.

Isabel Farnesio (Parma, 25 de octubre de 1692- Aranjuez, 10 de julio de 1766), fue una aristócrata italiana, reina consorte de España como segunda esposa del rey Felipe V y madre de Carlos III.




VALOIS.

Enrique II de Francia (Saint-Germain-en-Laye, 31 de marzo de 1519 – París, 10 de julio de 1559), cuarto hijo de Francisco I y de Claudia de Francia, fue reconocido duque de Bretaña en 1536 (sin coronación), coronado rey de Francia en 1547 en Reims.

Isabel de Valois, Isabel de Francia o Isabel de la Paz
 (en francés, Élisabeth de France; Fontainebleau, Francia; 13 de abril de 1546 - Aranjuez, España; 3 de octubre de 1568), fue la tercera esposa del rey Felipe II de España —fruto del Tratado de Cateau-Cambresis que estableció la paz entre España y Francia— y reina consorte de España.


Isabel de Valois. Fontainebleau (Francia), 2.IV.1546 – Aranjuez (Madrid), 3.X.1568. Reina de España, tercera esposa de Felipe II.

Hija mayor de Enrique II de Francia (1519-1559) y de Catalina de Médicis (1519-1598), sus respectivos abuelos fueron Francisco I de Francia y Lorenzo II, duque de Urbino. Su madre, estéril durante diez años y abocada a soportar un “triángulo conyugal” por la presencia impuesta por Enrique II en la Corte de la duquesa de Valentinois, Diana de Poitiers, demostró una fecundidad impredecible tras el alumbramiento de su primogénito Francisco el 19 de enero de 1544.

Después de él nacieron Isabel y ocho hermanos más: Claudia (12 de noviembre de 1547, esposa del duque de Lorena); Luis (3 de febrero de 1549); Carlos Maximiliano (27 de junio de 1550); futuro Carlos IX de Francia; Eduardo Alejandro, en 1551, que adoptó al reinar el nombre de Enrique III; Margarita (14 de mayo de 1553), primera esposa de Enrique de Navarra, y Hércules (18 de marzo de 1555), que más tarde cambiaría su nombre por el de Francisco. Finalmente, Catalina dio a luz dos niñas gemelas (24 de junio de 1556) llamadas Juana y Victoria, que murieron a los pocos días.

El padrino de Isabel lo eligió expresamente su abuelo Francisco I y fue Enrique VIII de Inglaterra, que actuó por poderes a través de un embajador extraordinario, un acto representativo que sancionaba el cese del estado de guerra que ambos Monarcas mantenían.

Recién bautizada, Isabel fue traslada por su madre a Blois junto a su hermano Francisco, para que ambos fueran educados juntos. La responsabilidad del cuidado de los infantes en los primeros años recayó en Madame d’Humières, mujer de confianza de Diana de Poitiers, la amante de Enrique II, que ostentaba el título oficial de “Aya de los Hijos de Francia”. Entre los maestros italianos que instruyeron a los infantes se encontraban Pietro Danes y el milanés Virgilio Bracesco, que más tarde viajaría con la propia Isabel a la Corte española como maestro de danza. Cuando Isabel contaba tan sólo dos años, su padre ascendió al trono (25 de julio de 1547), y en el momento que alcanzó la edad suficiente para tener presencia oficial, la favorita y no su madre la introdujo en las costumbres y protocolo de la Corte. El primer prometido de Isabel fue el rey de Inglaterra Eduardo VI, pero falleció en 1553.
Tras la victoria de Felipe II sobre el ejército francés en San Quintín (10 de agosto de 1557), ambos contendientes comenzaron a contemplar la negociación de una paz que no fuera humillante para Francia y que alejara la presión financiera que tendría que seguir soportando el monarca español si continuaba la guerra. Una paz que, como en otras ocasiones, debía cerrarse con el broche de oro de un matrimonio dinástico.
Se valoró entonces la posibilidad de que el hijo de Felipe II, don Carlos, se convirtiera en el esposo de Isabel, aunque, finalmente, al quedar viudo el Rey Prudente por la muerte de María Tudor el 17 de noviembre de 1558, la paz de Catêau-Cambresis (3 de abril de 1559) incluyó entre sus cláusulas la celebración del matrimonio entre Felipe II y la adolescente segundogénita del rey de Francia, conocida desde entonces como “Isabel de la Paz”.

La boda se celebró por poderes el 28 de junio de 1559 en la catedral de Notre Dame de París. Tal y como imponía el protocolo, Felipe II no viajó a Francia, aunque se encontraba muy cerca, en Bruselas.
Le representó en la ceremonia, como alter ego, el duque de Alba, que estuvo acompañado del príncipe de Orange y del conde de Egmont. Entre la variedad de fiestas preparadas en París con motivo del acontecimiento, se pergeñó —dos días después de la boda— un torneo que debía celebrarse en la rue Saint-Antoine, la calle más espaciosa de la ciudad cerca del palacio de Tournelles. Allí se produjo un luctuoso episodio de graves consecuencias políticas para Francia, ya que en una justa entre Enrique II y Gabriel de Lorges, conde de Montgomery, capitán de la guardia escocesa, la lanza de éste se partió y se introdujo en el ojo del Rey, lo que le provocó la muerte, que se haría oficial diez días después.
Las exequias por el fallecimiento del soberano francés y la proclamación del heredero retrasaron la partida de Isabel de Valois a España. Finalmente, en noviembre de 1559 emprendió viaje hacia la Península.

El 6 de enero de 1560 llegó el séquito de Isabel a Roncesvalles donde la esperaban el obispo de Burgos, Francisco de Mendoza e Íñigo López de Mendoza, IV duque del Infantado, marqués de Santillana y señor de Hita y Buitrago. Desde allí continuaron hasta Pamplona, cuyo Cabildo preparó un recibimiento que incluyó danzas, desfiles y corridas de toros, que la Reina veía por primera vez. El día 14, ya en Tudela, se organizó una naumaquia en el Ebro y, a partir de entonces, pusieron rumbo a Guadalajara, donde Felipe II, veinte años mayor que ella, la esperaba alojado en el palacio del duque del Infantado. La comitiva llegó a la capital alcarreña el 28 de enero. El 2 de febrero se celebró la misa de velaciones, con la renovación de los esponsales, y al día siguiente recorrieron Alcalá de Henares. Tras dos jornadas más de viaje, la reina Isabel hizo su Real Entrada en Madrid, que todavía no era sede estable de la Corte. En el arco efímero que se había levantado para la ocasión podía apreciarse una pintura en la que se reflejaban las imágenes de ambos esposos recibiéndose y abrazándose bajo los siguientes motes: “Venga y sea muy bienvenida la que la paz vino a dar, qual se pudo desviar” o ”Venga y sea muy bien llegada la que del mundo destierra con su venida la guerra”.
En los lemas de aquel arco quedaba reflejada la principal función de Isabel en las relaciones hispano-francesas.
Como “prenda de paz”, su papel consistía en facilitar y reforzar las relaciones amistosas entre ambas naciones, en un momento en que los choques políticos entre Felipe II y Catalina de Médicis, comenzaron a ser particularmente graves por la creciente influencia de los hugonotes en el gobierno de la regente, que negociaba con los calvinistas y toleraba su presencia, presionada por la búsqueda de fórmulas de convivencia en una Francia gravemente desestabilizada a causa de los enfrentamientos político-religiosos, que amenazaban con extenderse peligrosamente a los Países Bajos.

Toledo, que fue Corte hasta mayo de 1561, era el destino final de los esposos. La Real Entrada que hicieron en la ciudad costó 12.000 ducados, el doble de lo que había supuesto la de Madrid, y de nuevo las alusiones a la Paz de Catêau-Cambresis ocuparon la ciudad. Tres arcos efímeros la aludían insistentemente; en el segundo, aparecía Vulcano apagando la fragua donde antaño había fabricado las armas para combatir al rey francés, mientras construía una nueva en la que forjaría otras que servirían para hacer frente a los “enemigos de la religión”. Esta alegoría, que no representaba directamente a la nueva Reina, era, sin embargo, premonitoria de la situación en la que frecuentemente se encontró la Soberana. Isabel de Valois se sintió “entre dos fuegos”: sometida al apremio que ejercía sobre ella su madre y a la obligación de obediencia debida a su esposo. Quizá por esta razón, tendió en algunos momentos a evadirse de las responsabilidades políticas que sobre ella recaían y alentó la celebración de representaciones teatrales o fiestas cortesanas que sirvieran para distraerla, a la par que elevaron los gastos de su Real Casa. Quizá por ello se ha exagerado su imagen de joven indolente y superficial, entregada a los placeres cortesanos. Sin embargo, su labor de intermediación entre Felipe II y Catalina de Médicis no fue inútil, pues a menudo amortiguó los choques entre ambos reinterpretando de forma positiva posturas políticas inadmisibles y reduciendo las mutuas fricciones, hostilidades y sospechas.
Una de las actuaciones más relevantes de Isabel en el plano político fue la Conferencia de Bayona de 1565, las famosas “Vistas” que tuvieron lugar entre el 15 de junio y el 2 de julio de ese año. Catalina, que había propiciado en Francia un primer “Edicto de Tolerancia” con los protestantes en 1561, intentó celebrar, a partir de 1563, un encuentro al más alto nivel con Felipe II para explicar su postura “negociadora” al rey católico. El monarca español se mostró reticente, pero al final, en 1565, se avino a celebrarlo camuflado en un encuentro familiar entre madre e hija cerca de la frontera. Felipe II envió con la Reina al duque de Alba, en detrimento del príncipe de Éboli, Ruy Gómez de Silva, que era el candidato de Catalina y al que la regente consideraba un político más flexible que Alba. Sin embargo, el Rey prefirió estar representado por alguien que compartiera totalmente su postura y que se mostrara inasequible ante la regente, en la demanda de una política religiosa firme que olvidara las concesiones otorgadas a los protestantes. Cuando quedaba poco tiempo para finalizar las jornadas, que habían transcurrido entre suntuosas fiestas y singulares divertimentos, pero sin ningún fruto político, Alba pidió la intercesión de Isabel para hacer llegar su mensaje a Catalina. Ésta aceptó recibir a Alba, pero insistió en que la Reina estuviese presente en la reunión, creyendo que así moderaría las críticas del duque. Sin embargo, Isabel —que el 26 de julio había recibido en aquella ciudad la Rosa de Oro de manos del Nuncio como reconocimiento a su virtud y a su apoyo a la Iglesia Católica— sorprendió a su madre interviniendo en el debate y pidiéndole, desde el respeto, que cambiase su actitud y apoyase abiertamente la causa “correcta”, apartándose de cualquier alianza con los hugonotes. Aquel impecable papel como representante de la Monarquía española, no impidió, sin embargo, que tuviera siempre presente su “sentimiento francés”, que afloró de modo vehemente, por ejemplo, al saber la noticia del ajusticiamiento por orden del adelantado Pedro Menéndez de Avilés —al finalizar el verano de 1565—, de ciento treinta hugonotes acusados de piratas en La Florida.

Pero, además de ejercer una función político-diplomática, Isabel de Valois también debía cumplir con el encargo dinástico de proporcionar descendencia a su esposo. Sin embargo, su extrema juventud no permitió que se consumara el matrimonio hasta un año después de la boda, ya que, cuando llegó a España, todavía no había tenido su primera menstruación. Ésta se produjo el 11 de agosto de 1561, cuando contaba quince años y cuatro meses, y fue un acontecimiento gozoso en Madrid, donde ya se había instalado la Corte de Felipe II y desde donde las damas francesas de la Reina dieron la noticia a Catalina de Médicis. Este hecho fortaleció la relación afectiva entre los esposos, pero aún antes de que la convivencia de Felipe II con Isabel fuera plena, éste actuó con ella impecablemente desde el comienzo del matrimonio. Le permitió que mantuviera una gran casa, muy cara por el gran número de servidores, y en la que permanecieron algunos franceses que habían viajado con la Reina. También supo mostrarle en público todo el respeto y afecto que merecía, algo a lo que Isabel no estaba acostumbrada, dada la relación pública que su padre Enrique II había mantenido con su amante ante la reina Catalina. Era un “amor” que Isabel comunicaba con entusiasmo en las cartas que intercambiaba con su madre. Este cariño público se demostró más aún cuando en 1561 la Reina cayó enferma de viruela y, más adelante, cuando en la primavera de 1564 quedó embarazada, si bien esta primera concepción no llegó a término y fue el desencadenante de una grave crisis de salud que hizo temer por su vida en algunos momentos. En ese difícil trance, Felipe II procuró ir a verla a diario y, más tarde, durante su recuperación, la distraía de varios modos, por ejemplo, organizando visitas a sus colecciones de cuadros, mapas y estampas y permitiendo y asistiendo a veces a la diversión favorita de la Reina, el teatro. Las cuentas de su Real Casa dan testimonio de que entre julio de 1561 y julio de 1568 se representaron en sus aposentos particulares un mínimo de cuarenta y una comedias, que corrieron a cargo de varios representantes de prestigio en la época, entre los que se encontraba el propio Lope de Rueda.
El siguiente embarazo se anunció a principios de 1566 con grandes festejos. La Reina había multiplicado sus devociones a san Eugenio Mártir por expreso deseo de Felipe II, que negoció la traslación a través de su embajador francés de Álava. Los restos viajaron desde la basílica de Saint Denis en París hasta Toledo (15 de noviembre de 1565), ciudad que entonces se creía había sido evangelizada por el santo en el siglo i.
Durante este segundo embarazo, Felipe II visitó a su esposa a diario y, cuando se acercaban los meses finales de gestación, decidió que se desplazara a Valsaín, en Segovia, por considerarlo un lugar más saludable.

Allí le hacía compañía varias veces al día y estuvo junto a ella en el momento del parto, acaecido el 12 de agosto y en el que dio a luz a la infanta Isabel Clara Eugenia. Un nombre elegido en honor a su madre (Isabel), en recuerdo del día que nació (santa Clara) y en agradecimiento al santo que creía había intercedido para que se produjera el nacimiento (san Eugenio). El embajador francés dio cuenta a Catalina de que el Rey “[...] se portó muy bien, como el mejor y más cariñoso marido que se pudiera desear, puesto que en la noche del parto estuvo cogiéndole todo el tiempo la mano, y dándole valor lo mejor que podía y sabía”. Las atenciones que Felipe II había prodigado a su esposa en aquel trance demostraban delicadeza y ternura, razón por la que Geofrey Parker afirma que Isabel le había aportado una calidad afectiva superior a la que hasta entonces había sentido por ninguna de sus otras dos esposas.
A principios de febrero de 1567, Isabel volvió a quedar en cinta de otra niña, Catalina Micaela, que nació el 6 de octubre. En alabanza de la recién nacida, un joven Miguel de Cervantes, de tan sólo veinte años, compuso algunos de los versos que adornaron las arquitecturas efímeras erigidas para la ocasión en Madrid.
Aunque el Rey mostró oficialmente su felicidad por el nuevo alumbramiento, se comentó mucho el hecho de que, en contraste con las fiestas públicas que celebraron el embarazo y que presenció, se alejara ahora de la Corte para disfrutar de unos días de tranquilidad.
De nuevo en mayo de 1568, la Reina esperaba otra hija, pero en septiembre sufrió una enfermedad renal que empeoró su estado general y a comienzos de octubre se confirmó que su salud atravesaba un trance muy grave. Felipe II pasó todo el tiempo de agonía junto a ella. La última vez que la vio fue en la madrugada del 3 de octubre, mientras ambos oían juntos su última misa. Unas horas más tarde, a las diez y media la reina dio a luz una niña que falleció al tiempo que ella: a mediodía.
Tras las exequias, el Monarca se instaló en el monasterio de San Jerónimo de Madrid durante más de dos semanas, negándose a tratar asuntos de Estado, y, cuando salió de allí, fue para marchar a El Escorial y sumirse en una nueva reclusión, que sólo poco a poco fue superando.
Isabel de Valois había sido educada para ejercer correctamente el oficio de reina. Su madre decía de ella en 1560 que “tenía buen carácter y era capaz de hacer las cosas bien si se aplicaba a ellas”. Con apenas veintitrés años lo demostró en la redacción de su propio testamento, en el cual daba licencia a Felipe II para determinar el lugar de su entierro:
 “Porque como le fuy obediente en la vida assy lo quiero ser en la muerte”.

Bibl.: El recibimiento que la Universidad de Alcalá de Henares hizo a los Reyes nuestros señores, quando vinieron de Guadalajara tres días después de su felicísimo casamiento, Alcalá de Henares, Juan de Brocar, 1560; A. Gómez de Castro, Recebimiento que la Imperial ciudad de Toledo hizo a la Magestad de la Reyna nuestra Señora doña Ysabel, hija del Rey Henrico II de Francia, Toledo, Juan de Ayala, 1561; E. Flórez, Memorias de las Reynas Católicas, vol. II, Madrid, Antonio Marín, 1761, págs. 882 y ss.; L. Paris, Négociations, lettres et pièces diverses relatives au règne de François II tirées du portefeuille de Sébastien de l’Aubespine évêque de Limoges, Paris, Imprimerie Royale, 1841; C. de Medicis, Lettres de Catherine de Medicis, publiées par M. le Cte. Hector de la Ferrière, t. I, Paris, Imprimerie Nationale, 1880; L’A Douais (ed.), Dépéchés de M. de Fourquevaux, ambasador du roi Charles IX en Espagne 1565-1572, Paris, Ernest Leroux, 1896, 2 vols.; E. Cabié, Ambassade en Espagne de Jean Ebrard, seigneur de Saint-Sulpice de 1562 à 1565 et mision de ce diplomate dans le même pays en 1566, Albi, 1903; A. González Amezúa y Mayo, Isabel de Valois. Reina de España (1546-1568), Madrid, Dirección General de Relaciones Culturales, 1949; J. Orieaux, Catherine de Médicis, Paris, Flammarion, 1986; A. Martínez Llamas, Isabel de Valois, reina de España, Madrid, Temas de Hoy, 1996; A. Pérez de Tudela Gabaldón, “La entrada en Madrid de la reina Isabel de Valois en 1560”, en Torre de los Lujanes, n.º 35 (1998), págs. 141-166; M. García Barranco, “La Casa de la Reina en tiempos de Isabel de Valois”, en Crónica Nova, n.º 29 (2002), págs. 85-107; M. J. Rodríguez Salgado, “Una perfecta princesa. Casa y vida de la reina Isabel de Valois (1559-1568)”, en Cuadernos de Historia Moderna, 2 (2003), págs. 71-98; G. Parker, Felipe II, Madrid, Alianza Editorial, 2008.


Catalina Micaela de Austria (Madrid, 10 de octubre de 1567 - Turín, 6 de noviembre de 1597), infanta de España y duquesa de Saboya. Hija del rey  Felipe II de España y Isabel de Micaela de Austria.

Catalina Micaela. Madrid, 10.X.1567 – Turín (Italia), 7.XII.1597. Infanta de España y duquesa de Saboya.


Segunda hija de Felipe II y de su tercera esposa, Isabel de Valois, hija de Enrique II de Francia (1519- 1559) y de Catalina de Médicis (1519-1589). Al igual que su hermana, la infanta Isabel Clara Eugenia, recibió una esmerada educación junto a su aya María Enríquez, duquesa de Alba, su tía Juana de Austria que residía en el convento de las Descalzas Reales de Madrid, y por Ana de Austria, cuarta esposa del Rey.
Posteriormente, recibió las enseñanzas impartidas en la academia o liceo, cuya creación fue aprobada por Felipe II, junto a otras niñas y jóvenes de familias de la nobleza como los Altamira, Infantado o Medina-Sidonia. A partir de 1580, Felipe II dedicó parte de su tiempo a la atención de sus hijas.
Recibió, como su hermana, una buena formación en Matemáticas, Filosofía, Historia y Literatura, siendo también instruida en el baile. Según nota del embajador veneciano Mateo Zane (1584), la infanta no era tan bella “y graciosa como su hermana, pero sí más alegre y jovial” y, al parecer, “de aspecto latino, tenía la color tostada de las mediterráneas, el encanto y el misterio florentino, la exquisitez francesa y ese algo indefinible que penetra hasta lo íntimo” (Formica, págs. 10-11).
Con diecisiete años, y por razones de estado, Catalina Micaela contrajo matrimonio con Carlos Manuel de Saboya (Rivoli, 1562-Piamonte, 1630), hijo de Manuel Filiberto (1528-1580), primo de Felipe II, y Margarita de Francia, duquesa de Berry (1523- 1574).

Con la anexión de Portugal en 1584 y con la situación bastante controlada de los Países Bajos, Felipe II se percató de que los territorios bajo soberanía de Saboya, eran una perfecta vía de comunicación entre los territorios hispánicos del norte de Europa y los del sur. Por su parte, Carlos Manuel de Saboya vio en España el aliado ideal para sus aspiraciones expansionistas.
En un primer momento, Felipe II pensó en la infanta Isabel Clara Eugenia, pero ante la negativa de ésta —“¡Jamás me casaré con un jorobado!”—, propuso en matrimonio a su hija menor, la infanta Catalina Micaela.
La boda tuvo lugar en Zaragoza, iniciándose el viaje el 19 de enero de 1585, donde llegó la comitiva española el 24 de febrero. Días más tarde, el 10 de marzo, llegó Carlos Manuel, cuya comitiva estaba presidida por el correo mayor Juan de Tassis, y se procedió a la ceremonia privada presidida por el cardenal Granvela y al día siguiente, en el templo metropolitano, tuvo lugar el acto público de la bendición de los esposos. Se impuso el collar de la Orden del Toisón al duque de Saboya, confiriéndole la más alta distinción de la nobleza europea cuya cabeza ostentaba la Casa de Austria. El 2 de abril se inició el viaje a Barcelona y el 13 de junio partieron rumbo a sus estados italianos.

Se embarcaron en la flota de Giovanni Andrea Doria, sobrino del gran almirante Andrea Doria, y llegaron a Niza y el 10 de agosto, día de san Lorenzo, fecha en la que se conmemoraba la victoria de las tropas de Felipe II al mando de Manuel Filiberto de Saboya, padre de Carlos Manuel, en la batalla de San Quintín, hicieron su entrada en Turín.
Carlos Manuel compartió con Catalina Micaela las cuestiones del gobierno, la hizo participar en los consejos y, en ausencia del duque, la infanta atendió los negocios de estado con prudencia, dando prueba, según testimonio de Francisco Vendriamin, embajador de Venecia, de su mucho saber.
De su matrimonio con Carlos Manuel nacieron Filippo Emanuele (1586-1605), Vittorio Amadeo, duque de Saboya (1587-1637), Filiberto Emanuele (1588-1624), Margherita, duquesa de Mantua (1589-1655), Isabella (1591-1626), Mauricio (1593- 1658), Maria Apollonia (1594-1656), Francesca Caterina (1595-1640), Tommaso Francesco, príncipe de Carignan (1596-1656) y Giovanna (1597). Murió el 7 de diciembre de 1597.
Fuentes y bibl.: A. Corazzino, Sposalizio di Carlo Emanuele, Duca di Savoia, con Caterina d’Austria, Infanta di Spagna e andata del Re a Zaragoza, 10 de marzo de 1585 (Biblioteca Nazionale Centrale) (ed. de Cesare Malfati, Barcelona, 1968); Anónimo, Relatione de gli apparati, et feste fatte nell’arrivo del Sereniss. Sig. Duca di Savoia con la Sereniss. Infante Sua Consorte in Niza, nel passagio del suo stato, et finalnente nella entrata di Turino, Torino, appresso l’hrede del Beuilacqua, 1585; H. Cock, Relación del viaje hecho por Felipe II en 1585 a Zaragoza, Barcelona y Valencia, Madrid, Imprenta Estereotipia y Galvª de Aribau y Cía. (sucesores de Rivadeneyra), 1876; E. Spivakousky, Epistolario familiar: cartas a su hija, la Infanta doña Catalina (1585-1596), Madrid, Espasa Calpe, 1975; M. Formica, La infanta Catalina Micaela en la corte alegre de Turín (conferencia pronunciada el día 16 de abril de 1975), Madrid, Fundación Universitaria Española, 1976; F. Bouza Álvarez, Cartas de Felipe II a sus hijas. Madrid, Turner, 1988.

Isabel de Saboya (Turin, 2 marzo 1591 – Modena, 22 agosto 1626) casada con Alfonso III de Este, duque de Módena.

Francisco I de Este (Módena, 6 de septiembre de 1610 - Santhià, 14 de octubre de 1658) fue el hijo mayor de Alfonso III de Este, duque de Módena y Reggio, e Isabel de Saboya.

Isabel de Este (Módena, 3 de octubre de 1635 – Colorno, 21 de agosto de 16661​) fue duquesa de Parma, como la segunda esposa del duque Ranuccio II Farnesio. Fue la abuela paterna de Isabel Farnesio.

Eduardo II Farnesio (Colorno, 12 de agosto de 1666 – 6 de septiembre de 1693), heredero del ducado de Parma y Plasencia.

Isabel Farnesio (Parma, 25 de octubre de 1692- Aranjuez, 10 de julio de 1766), fue una aristócrata italiana, reina consorte de España como segunda esposa del rey Felipe V y madre de Carlos III
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SABOYA.

 


Humberto I (c. 980-c. 1042/1048) llamado Mano Blanca (en italiano: Umberto Biancamano; en francés: Humbert aux Mains Blanches) para designar su generosidad. Fue el primer Conde de Saboya a partir de 1032, cuando el condado de Vienne, que había sido vendido recientemente a la archidiócesis de Vienne, fue dividido entre el condado de Albon y el de Maurienne

Otón I (Oddone, en italiano) (1010 o 1020 – 1057) fue conde de Saboya, conde de Aosta y Maurienne a partir de 1051 (o de 1056) hasta su muerte.

Amadeo II de Saboya (c.1046 - 26 de enero de 1080) era conde de Saboya, conde de Aosta y Maurienne de 1078 a 1080.

Humberto II, apodado el Gordo o el reforzado (Carignano, 1065 - Moûtiers, 14 de octubre 1103), fue el sexto conde de Saboya, conde de Aosta y Maurienne, a partir de 1080 hasta su muerte en 1103. Hijo de Amadeo II de Saboya y Juana de Ginebra

Amadeo III de Saboya (Carignano, Piamonte 1095 - Nicosia, abril de 1148) fue conde de Saboya y de Maurienne desde 1103 hasta su muerte. También es conocido como El Cruzado

Humberto III (4 de agosto de 1135-4 de marzo de 1189), apodado el Santo, Conde de Saboya desde 1148 hasta 1189.

Tomás I o Tommaso I (1176 - 1 de marzo de 1233)​ Conde de Saboya desde 1189 hasta 1233

Tomás II (1199, Montmélian1​-1259, Chambéry​) Conde de Piamonte desde 1233 hasta su muerte, Conde de Flandes jure uxoris (por derecho de su esposa) desde 1237 hasta 1244, y regente del Conde de Saboya desde 1253 hasta su muerte, mientras que su sobrino Bonifacio I de Saboya luchaba en el exterior.

Amadeo V (Le Bourget-du-Lac, 4 de septiembre de 1249 – Aviñón, 16 de octubre de 1323), llamado el Grande por su sabiduría y su éxito como gobernante, fue conde de Saboya desde 1285 hasta 1323

Aimón de Saboya (Chambéry 15 de diciembre de 1291 - † Montmélian 22 de junio de 1343), llamado el Pacífico, Conde de Saboya (1329-1343). Su padre era Amadeo V de Saboya, y era el hermano menor del conde Eduardo de Saboya.

Amadeo VI llamado el Conde Verde ( Chambéry, Saboya, Francia, 4 de enero de 1334 – Campobasso, Italia, 1 de marzo de 1383), conde de Saboya desde 1343 hasta 1383 que extendió considerablemente el territorio y poder de Saboya.

Amadeo VII (1360-1 de noviembre de 1391), llamado el Conde Rojo fue conde de Saboya desde 1383 hasta 1391. Era hijo de Amadeo VI de Saboya y Bona de Borbón.

Amadeo VIII de Saboya o Amadeo de Saboya y Berri (4 de septiembre de 1383 - 7 de enero de 1451) fue un noble italiano que tuvo los siguientes títulos: Conde de Saboya (1391-1416); Conde de Aosta y Maurienne (1391-1439); Duque de Saboya (1416-1440); Príncipe del Piamonte (1418-1439); Papa (Félix V) Antipapa (1439-1449); Obispo de Ginebra y Lausana

Luis (Ludovico o Lodovico en italiano) (21 de febrero de 1413 - 29 de enero de 1465) fue Duque de Saboya desde el año 1440 hasta su muerte. Era hijo de Amadeo VIII de Saboya y de María de Borgoña.

Felipe II (5 de febrero de 1438 - 7 de noviembre de 1497), llamado el sin tierras fue Duque de Saboya durante un corto período desde 1496 hasta 1497.

Carlos III de Saboya (Chazey, 10 de octubre de 1486 - Vercelli, 17 de agosto de 1553), a menudo llamado Carlos el Bueno, fue Duque de Saboya desde 1504 hasta 1553, aunque la mayor parte del ducado estuvo ocupado por Francia entre 1536 y su muerte.

Manuel Filiberto de Saboya (Chambéry, 8 de julio de 1528 - Turín, 30 de agosto de 1580) fue Duque de Saboya desde 1553 hasta 1580. Fue apodado Cabeza de Hierro (Testa di ferro en italiano).

Carlos Manuel I ( 12 de enero de 1562 - 26 de julio de 1630), llamado el Grande, y el Jorobado, fue Duque de Saboya desde 1580 hasta 1630. También fue apodado Bioca d' feu («Cabeza de fuego») por sus marcadas actitudes militares.

Isabel de Saboya (Turin, 2 marzo 1591 – Modena, 22 agosto 1626) casada con Alfonso III de Este, duque de Módena.

Francisco I de Este (Módena, 6 de septiembre de 1610 - Santhià, 14 de octubre de 1658) fue el hijo mayor de Alfonso III de Este, duque de Módena y Reggio, e Isabel de Saboya.

Isabel de Este (Módena, 3 de octubre de 1635 – Colorno, 21 de agosto de 1666​) fue duquesa de Parma, como la segunda esposa del duque Ranuccio II Farnesio. Fue la abuela paterna de Isabel Farnesio.

Eduardo II Farnesio (Colorno, 12 de agosto de 1666 – 6 de septiembre de 1693), heredero del ducado de Parma y Plasencia.

Isabel Farnesio (Parma, 25 de octubre de 1692- Aranjuez, 10 de julio de 1766), fue una aristócrata italiana, reina consorte de España como segunda esposa del rey Felipe V y madre de Carlos III.



La familia PALEÓLOGO-MONTFERRATO.


(en griego: Παλαιολογος, plural. Παλαιολογοι) fue la última dinastía reinante en el Imperio bizantino. Tras la Cuarta Cruzada, varios miembros de la familia huyeron a Nicea donde se hicieron con un imperio en el exilio en dicha ciudad. Miguel VIII Paleólogo se convirtió en emperador en 1259 y reconquistó Constantinopla en 1261. 
Los descendientes de Miguel VIII reinaron hasta la caída de Constantinopla en 1453, la dinastía más longeva en la historia bizantina. Debido a sus enlaces matrimoniales con familias de Occidente, los Paleólogo fueron la primera familia imperial bizantina en utilizar escudo de armas al modo occidental: usaron tanto el águila imperial bicéfala en sable sobre campo de oro, como un campo de gules con una cruz con cuatro betas en oro en los cuarteles.
En origen, se trataba de una familia de la nobleza media de Macedonia de antigua estirpe (Jorge Paleólogo era amigo de Alejo I Comneno), pero sus generaciones más antiguas son desconocidas. El primero en casarse con alguna familia imperial fue un Alejo Paleólogo, cuya esposa fue una nieta de Zoe Ducas, hija menor de Constantino X, y de Adriano Comneno, hermano menor del emperador Alejo I. Otro Alejo Paleólogo se casó con Irene Angelina, hija mayor de Alejo III Ángelo y Eufrosine Camatera. La hija de Alejo e Irene, Teodora Ángelo Paleólogo se casó con su primo Andrónico Paleólogo, que descendía de Zoe. Esta pareja sería el origen de la dinastía imperial, pues su hijo fue el emperador Miguel VIII. Pero, según otra tradición, eran italianos, procedentes de la ciudad de Viterbo. Paleólogos, de hecho, es el lema de Viterbo (vetus verbum). Así es como se explica su nombre.




Alejo Ducas Paleólogo (en griego: Ἀλέξιος Παλαιολόγος; [1140]-antes de 1203) fue un noble y megaduque bizantino. A través de su hijo, se convirtió en uno de los progenitores de la dinastía de los Paleólogos.
Los orígenes de Alejo son desconocidos. Era un miembro de una familia rica y primo de otro Alejo Paleólogo (miembro de una rama diferente de la familia de los Paleólogos), quien era yerno del emperador bizantino Alejo III Ángelo.
Alejo se casó con Irene Comnena, la hija del sebasto Juan Cantacuceno y María Comnena.​ Alejo e Irene fueron los padres de Andrónico, quien fue el padre de Miguel VIII Paleólogo, emperador bizantino. Alejo también tuvo otro hijo llamado Miguel, quien se casó con un miembro de la familia Raúl.

Andrónico Ducas Comneno Paleólogo (en griego: Ανδρόνικος Δούκας Κομνηνός Παλαιολόγος, romanizado: Andronikos Doukas Komnēnós Palaiologos; 1190-Tesalónica, 1248/1252) fue megadoméstico (comandante en jefe) y gobernador de la posesiones europeas del Imperio de Nicea y padre del futuro emperador bizantino Miguel VIII Paleólogo, el fundador de la dinastía de los Paleólogos.

Miguel VIII Paleólogo (en griego: Μιχαήλ Η΄ Παλαιολόγος, trans. Mikhaēl VIII Palaiologos; 1223-Pachomion, 11 de diciembre de 1282) reinó como emperador bizantino desde 1259 hasta 1282. 

Andrónico II Paleólogo (25 de marzo de 1259 - 13 de febrero de 1332), emperador bizantino, fue el hijo mayor de Miguel VIII Paleólogo, a quien sucedió en 1282, y de su esposa Teodora Ducaina Vatatzina, sobrina-nieta paterna de Juan III Ducas Vatatzés.

 Palaiologos-Montferrat


Teodoro I Paleólogo (Constantinopla, c. 1290 - Trino, 24 de abril de 1338) fue un príncipe bizantino y marqués de Montferrato desde 1306 hasta su muerte.

Yolanda Paleóloga o Violante (Moncalvo, junio de 1318 - Chambery, 24 de diciembre de 1342) fue la hija de Teodoro I de Montferrato y Argentina Spínola, una dama genovesa, hija de Opicino Spínola. Recibió el nombre de Yolanda de su abuela paterna, Irene de Monferrato.

Amadeo VI llamado el Conde Verde ( Chambéry, Saboya, Francia, 4 de enero de 1334 – Campobasso, Italia, 1 de marzo de 1383), conde de Saboya desde 1343 hasta 1383 que extendió considerablemente el territorio y poder de Saboya.

Amadeo VII (1360-1 de noviembre de 1391), llamado el Conde Rojo fue conde de Saboya desde 1383 hasta 1391. Era hijo de Amadeo VI de Saboya y Bona de Borbón.

Amadeo VIII de Saboya o Amadeo de Saboya y Berri (4 de septiembre de 1383 - 7 de enero de 1451) fue un noble italiano que tuvo los siguientes títulos: Conde de Saboya (1391-1416); Conde de Aosta y Maurienne (1391-1439); Duque de Saboya (1416-1440); Príncipe del Piamonte (1418-1439); Papa (Félix V) Antipapa (1439-1449); Obispo de Ginebra y Lausana

Luis (Ludovico o Lodovico en italiano) (21 de febrero de 1413 - 29 de enero de 1465) fue Duque de Saboya desde el año 1440 hasta su muerte. Era hijo de Amadeo VIII de Saboya y de María de Borgoña.

Felipe II (5 de febrero de 1438 - 7 de noviembre de 1497), llamado el sin tierras fue Duque de Saboya durante un corto período desde 1496 hasta 1497.

Carlos III de Saboya (Chazey, 10 de octubre de 1486 - Vercelli, 17 de agosto de 1553), a menudo llamado Carlos el Bueno, fue Duque de Saboya desde 1504 hasta 1553, aunque la mayor parte del ducado estuvo ocupado por Francia entre 1536 y su muerte.

Manuel Filiberto de Saboya (Chambéry, 8 de julio de 1528 - Turín, 30 de agosto de 1580) fue Duque de Saboya desde 1553 hasta 1580. Fue apodado Cabeza de Hierro (Testa di ferro en italiano).

Carlos Manuel I ( 12 de enero de 1562 - 26 de julio de 1630), llamado el Grande, y el Jorobado, fue Duque de Saboya desde 1580 hasta 1630. También fue apodado Bioca d' feu («Cabeza de fuego») por sus marcadas actitudes militares.

Isabel de Saboya (Turin, 2 marzo 1591 – Modena, 22 agosto 1626) casada con Alfonso III de Este, duque de Módena.

Francisco I de Este (Módena, 6 de septiembre de 1610 - Santhià, 14 de octubre de 1658) fue el hijo mayor de Alfonso III de Este, duque de Módena y Reggio, e Isabel de Saboya.

Isabel de Este (Módena, 3 de octubre de 1635 – Colorno, 21 de agosto de 1666​) fue duquesa de Parma, como la segunda esposa del duque Ranuccio II Farnesio. Fue la abuela paterna de Isabel Farnesio.

Eduardo II Farnesio (Colorno, 12 de agosto de 1666 – 6 de septiembre de 1693), heredero del ducado de Parma y Plasencia.

Isabel Farnesio (Parma, 25 de octubre de 1692- Aranjuez, 10 de julio de 1766), fue una aristócrata italiana, reina consorte de España como segunda esposa del rey Felipe V y madre de Carlos III.

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