—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

jueves, 21 de diciembre de 2017

410.-El Palacio Apostólico (Papal).-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 


El Palacio Apostólico (Papal)



palacio
Oficialmente conocido como el Palacio de Sixto V, esta residencia del siglo XVI alberga al Papa, a la oficina y biblioteca del Vaticano, así como a la Capilla Sixtina. La estructura en expansión también muestra lo que parece ser un caso de superación entre los Papas cuando se trata de diseño de interiores. Las habitaciones Raphael, decoradas por el entonces joven artista de Urbino para el papa Julio II, debían eclipsar las residencias profusamente decoradas de su predecesor y rival, el papa Alejandro VI (cuyo apartamento Borgia contiene hermosos frescos pintados por Pinturicchio). El papa Francisco, el “Papa de la gente”, fue noticia cuando anunció que abandonaría una habitación en el palacio y, en cambio, viviría en las casas de huéspedes papales. 
El palacio está cerca de los Jardines del Vaticano, 58 acres de caminos sinuosos, fuentes antiguas y robles majestuosos.

palacio

El Palacio Apostólico, también llamado el Palacio Papal o el Palacio del Vaticano, es la residencia oficial del papa en la Ciudad del Vaticano.
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El Palacio es un complejo de edificios, comprendiendo los Apartamentos Papales, las oficinas de gobierno de la Iglesia católica, un puñado de capillas, los Museos Vaticanos y la Biblioteca Vaticana. En total existen aproximadamente 1000 habitaciones, incluyendo la célebre Capilla Sixtina con los frescos de Miguel Ángel (restaurados entre 1980-1990), los Apartamentos Borgia y las Estancias de Rafael.
El actual papa Francisco no reside aquí, sino en la Casa de Santa Marta,1​ para buscar una "forma simple de vivir y la convivencia con otros sacerdotes". Pero el Palacio Apostólico sigue siendo utilizado para audiencias y para el rezo del Ángelus.

La Sala Regia​ es una sala estatal en el Palacio Apostólico, en la Ciudad del Vaticano.


Aunque no se presenta como tal, este espacio amplia es realmente una antesala a la Capilla Sixtina, que alcanza a la Scala Regia. A la izquierda de la entrada antiguamente se encontraba el «trono papal», que ahora está en el lado opuesto a la puerta que conduce a la Capilla Paulina.
La sala se inició bajo el pontificado de Pablo III por Antonio da Sangallo el Joven y se terminó en 1573. La bóveda de cañón es adornada por las impresionantes decoraciones de yeso de Perino del Vaga. Los adornos de estuco sobre las puertas son de Daniele da Volterra.
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Las paredes fueron decoradas por Livio Agresti, Giorgio Vasari y Taddeo Zuccari. Los frescos representan trascendentales puntos de inflexión en la historia de la Iglesia, incluyendo el regreso del papa Gregorio XI de Aviñón a Roma, la batalla de Lepanto, el levantamiento de la prohibición de Enrique IV, la reconciliación del papa Alejandro III con Federico Barbarroja y Pedro II de Aragón ofreciendo el Reino al papa Inocencio III.
La sala fue originalmente utilizada para la recepción de príncipes y embajadores reales, de ahí su nombre. Hoy los Consistorios se llevan a cabo en el lugar, y se permiten recitales de música de vez en cuando en presencia del papa; durante el cónclave se utiliza como un espacio para el recorrido de los cardenales.



Estructura del Palacio Apostólico.

Dispuesto en torno al Patio de Sixto V, el Palacio Apostólico es una serie de edificios autónomos que constan de una estructura exterior muy identificable.

Capilla Sixtina.

La Capilla Sixtina es la más conocida de las capillas del Palacio y lleva el nombre de Sixto IV. La Capilla es conocida por ser el lugar donde se reúne el Colegio de Cardenales para la elección de cada nuevo Papa. Aquí, los cardenales eligen al sucesor del primer Papa, San Pedro, quien está enterrado en las criptas cercanas a la Iglesia de San Pedro. La Capilla es famosa por sus frescos realizados por diferentes artistas del Renacimiento.

Estancias de Rafael.

Las Estancias de Rafael son un conjunto de salas de recepción en el Palacio Apostólico, que ahora forma parte de los Museos Vaticanos, en la Ciudad del Vaticano. Estas salas son populares por sus frescos, realizados por un equipo de artistas que fueron guiados por Rafael.  Comúnmente conocidas como las Stanze, situadas sobre los Apartamentos Borgia de Alejandro, las Habitaciones de Rafael eran los apartamentos destinados al Papa Julio II. Éste decidió redecorar el interior de las habitaciones por completo, posiblemente para eclipsar la decoración de su predecesor.

Apartamentos Borgia

Los Apartamentos Borgia consisten en un conjunto de habitaciones que eran para uso personal del Papa Alejandro VI. Los apartamentos fueron decorados suntuosamente con frescos y utilizaron temas icónicos de las enciclopedias medievales para añadir significado y celebrar los orígenes divinos de los Borgia. 
Las habitaciones forman parte de la Biblioteca y los Museos Vaticanos. En la actualidad, estas salas se utilizan para la Colección Vaticana de Arte Religioso Moderno, creada por el Papa Pablo VI en 1973.

Sala Clementina

La Sala Clementina, fue creada en el siglo XVI en honor al tercer Papa, Clemente I, por el Papa Clemente VIII. Al igual que los otros apartamentos, la Sala Clementina también consta de numerosas y grandes colecciones de valiosas piezas y frescos, que hacen de la Sala una estructura famosa en sí misma.  El Papa la utiliza como sala de recepción y, a veces, como sede de diversas ceremonias y rituales. Este lugar es también utilizado como sala funeraria donde reposa el cuerpo del Papa para ser visitado en privado por los funcionarios del Vaticano hasta que es trasladado a la Basílica de San Pedro o a la Basílica de San Juan.




El patio de San Dámaso, un lugar con historia en el Palacio Apostólico.

El patio de San Dámaso en junio de 2019


El patio de san Dámaso fue construido bajo el pontificado de Nicolás V, Papa de 1447 a 1455. Como parte de la vasta construcción del Palacio Apostólico, que quería que fuera el más grande del mundo. Nicolás V dio al espacio el nombre de Damasco I, el 37º Pontífice Romano, que reinó de 366 a 384, y sigue siendo conocido por haber desarrollado el culto a los santos mártires y la unidad del cristianismo en Italia. Su memoria litúrgica está fijada para el 11 de diciembre.

Como Patio de Honor del Palacio Apostólico, esta zona es el lugar donde se da la bienvenida a los visitantes oficiales del Papa, incluidos los Jefes de Estado y de Gobierno, pero también a los embajadores y obispos en la visita ad limina. No es el Papa mismo quien los recibe cuando bajan del coche, sino normalmente el Prefecto de la Casa Pontificia o, más raramente, un funcionario de la Curia directamente interesado en el encuentro: por ejemplo, el 23 de mayo de 2016, el Cardenal Jean-Louis Tauran (1943-2018), entonces Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, fue invitado a recibir al Gran Imán de Al-Azhar y a conducirlo hasta el Papa.

Normalmente, el Papa Francisco celebra la mayoría de sus audiencias oficiales por la mañana en el Palacio Apostólico, y dedica la tarde a su trabajo personal y a sus conversaciones privadas en la Casa de Santa Marta. Sus visitantes no pasan por el patio de San Dámaso en estos casos de entrevistas no protocolarias.
En la historia, este espacio al aire libre también fue utilizado por los Papas para recibir y bendecir grupos. Este fue el caso varias veces con Pío XII. Por ejemplo, el 28 de junio de 1946, bendijo a los participantes en la vuelta de Italia, y en 1956 hubo una celebración por el 80 cumpleaños del Papa. Bajo el pontificado de Juan Pablo II, el Papa saludó a los peregrinos allí, especialmente en 1983, en el Año Santo de la Redención. Sin embargo, es más frecuente que las audiencias de grupo tengan lugar dentro del Palacio Apostólico.
El patio de san Dámaso es también el lugar donde los nuevos guardias suizos prestan juramento cada 6 de mayo, si el tiempo lo permite. Esta ceremonia ha tenido lugar en la Sala Pablo-VI cuando han ocurrido fuertes lluvias.




Los bisnietos de la Guerra Civil ahora son escritores (y están contando nuestra historia como nunca)





David Uclés, Carmen Clara Balmaseda y Laura Andreu, nacidos en los 90, reivindican la memoria histórica desde nuevas perspectivas.

Patricia Labrador
 |   | 19/04/2024

Han escrito novelas históricas sobre la Guerra Civil española y sus consecuencias, han conciliado -como han podido- su faceta de escritor con su vida, y han demostrado que nuestra historia reciente puede y debe inspirar a las generaciones más jóvenes.
Revisitamos con David Uclés (Jaén, 1990), Carmen Clara Balmaseda (Badajoz, 1995) y Laura Andreu (Torrevieja, 1997) algunos los algunos lugares clave para entender por qué les ha cautivado este episodio histórico.

Guerra Civil y realismo mágico

Podríamos afirmar sin rubor que se ha publicado quizá demasiado sobre la Guerra Civil. Hasta Isaac Rosa tituló una de sus obras como ¡Otra maldita novela sobre la Guerra Civil!. Pero Uclés ha conseguido darle una inesperada vuelta a la tuerca. Ha regalado al relato de sus antepasados un halo de realismo mágico que hace que la historia sea novedosa y potente en lo narrativo.
David Uclés: "Yo soy bisnieto de la guerra, puedo acercarme al conflicto desde un estilo creativo más libre"
Su novela se centra en los estragos de la guerra que se llevó por delante, como un cruento tsunami, linajes enteros, como el de Odisto, el protagonista. El resultado es La península de las casas vacías (Siruela, 2024), título que describe con destreza y lirismo el panorama de hambre, destrucción y desolación que aborda su libro.

Nos citamos con el autor en el lugar de la madrileña Plaza Mayor, donde se tomó la mítica foto del 'No pasarán' en plena guerra y con la ciudad asediada. Noventa años después toca hablar de la gesta de este joven escritor que celebró hasta en cinco ocasiones haber terminado el manuscrito. Un texto que le llevó quince años terminar.

 "Yo soy bisnieto de la guerra, entonces creo que mi generación puede acercarse al conflicto desde un estilo creativo más libre sin esa mochila que pesa, sin esa ley del silencio que se instauró, apunta.
 "Creo que es positivo porque se ha narrado desde una óptica muy polarizada o con mucho miedo".

Homosexualidad, culpa y remordimientos.

De miedo y represalias tienen mucho que decir los protagonistas de Donde se queman los hombres (AdN, 2024). La obra de Carmen Clara Balmaseda aborda la investigación que Miguel Expósito inicia sobre el asesinato de su hermano. Casi en clave de thriller, le permite reconstruir la vida de su familiar: los problemas que tuvo que enfrentar a causa de su homosexualidad, sus andanzas en el mundo militar y su huida de su pueblo natal.
"Quería escribir una novela sobre la culpa y los remordimientos. Pensé que la guerra podía ser un buen punto de partida, los protagonistas son soldados legionarios que lucharon en la denominada 'Matanza de Badajoz' a las órdenes del general franquista Juan Yagüe ", relata la autora.

Carmen Clara Balmaseda: "Quería escribir una novela sobre la culpa y los remordimientos, y la guerra era un buen punto de partida"
El título de la novela, Donde se queman los hombres, lo encontró cuando en el proceso de documentación se topó con la historia del poeta judío-alemán Heinrich Heine. En 1820 pronunció unas palabras que resultaron proféticas en la posterior Alemania nazi: "Allá donde ardan los libros, se quemará también a los hombres".
Nos hemos citado en la Real Casa de Correos de Madrid. El edificio que tiene el reloj más famoso de España, que es testigo del cambio de año, fue también un signo de la tortura y represión franquista más reaccionaria hasta bien entrados los ochenta. Todavía se pueden ver a ras de suelo los barrotes de los calabozos donde se encarcelaba a gays y lesbianas, perseguidos por la 'Ley de vagos y maleantes'.

"No necesariamente hay que irse a la homosexualidad, todos tenemos secretos que queremos esconder, todos tenemos miedo al qué dirán, a decepcionar a nuestros seres queridos", afirma Balmaseda, reconociendo sentirse identificada con su protagonista, Gonzalo:

  "Yo estaba escribiendo sobre cómo se mete en el ejército porque es lo que sus padres esperan de él, sobre cómo se tiene que casar porque es el hijo de un teniente coronel de la Guardia Civil. Claro, Gonzalo no puede ser homosexual. Y pensé que su historia es la de todos; porque todos, en algún momento, no nos hemos atrevido a ser nosotros mismos por miedo a decepcionar a los demás".

La guerra en femenino

Si hay un homosexual que retrata la Guerra Civil con nombre y apellidos ese es Federico García Lorca. Es uno de los personajes de Mi Bárbara (Contraluz, 2024), la novela de Laura Andreu. " Lorca es una presencia constante en la novela, es un personaje central, un amigo cercano de la protagonista, y la novela es también una forma de retratarlo a él como persona más allá del personaje histórico", revela la autora.

Laura Andreu: "La novela está contada desde la perspectiva de una mujer y reivindica su voz en el conflicto"
Quedamos con ella en la sede del Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona, cuyo patio de inspiración andaluza evoca esa Andalucía marcada por el caciquismo y los negocios sucios de las boyantes industrias azucareras que dibuja su novela.
La novela transcurre en la Granada anterior y posterior a la Guerra, y la protagonista es una médica huérfana que no quiso el conflicto. "Está contada desde la perspectiva de una mujer y reivindica esa voz de las mujeres que no subvirtieron sus roles de género", apunta Andreu. "Es una novela antibélica, habla de la guerra pero desde una perspectiva profundamente critica con el suceso en sí". Con su ficción construye un emotivo homenaje a las víctimas, sin importar el bando al que pertenecieran.

Jóvenes y memoria histórica

Los tres coinciden en radiografiar a las nuevas generaciones como aletargados por las pantallas. Carmen Clara Balmaseda es profesora de instituto y lo ve en sus alumnos. "Estamos ahora en la época de la inmediatez, y lo que un alumno no pueda ver en un video de un minuto de TikTok tiende a cansarles y pierden el interés en ello", asegura. "Pregunté el otro día en clase que si sabían lo que era la Guerra Civil y me dijeron que lo de Hitler".

Carmen Clara Balmaseda: "Pregunté el otro día en clase que si sabían lo que era la Guerra Civil y me dijeron que lo de Hitler"
También Laura Andreu señala esa desafección por la historia que percibe en los más jóvenes. "Les diría que es importante prestar atención a lo que nos rodea, lo que sucede, aunque parezca que nos queda lejos tiene su reflejo en la sociedad de hoy", asegura. Y eso, a juicio de la profesora y escritora Carmen Clara Balmaseda quizá nos aleja de un temido escenario guerra civilista casi un siglo después. "Quizá estamos más tranquilos viendo el Instagram, quejándonos por Twitter, que iniciando una guerra civil de verdad".
David Uclés se muestra algo más pesimista: "Vamos un poco hacia el precipicio otra vez". Y señala los coqueteos que observa entre los más jóvenes y los partidos de extrema derecha. "La Guerra Civil no se puede dar en dos páginas de los libros de texto. Con una educación fuerte los jóvenes serían más conscientes de lo que ocurrió. El otro día me encontré con un grupo de 50 personas menores de edad cantando el 'Cara al sol", cuenta con gesto de preocupación.
Los tres autores han vivido en primera persona un proceso de documentación que ha pasado por desplazarse a los lugares donde ocurrieron los hechos históricos, buscando el testimonio de quienes lo vivieron o escucharon a sus padres hablar de los estragos del conflicto. "He intentado dar mucha voz a las mujeres que sufrieron la guerra, no solo intelectuales sino también a esas madres de familias que fueron quienes levantaron luego el país porque los hombres habían muerto en la guerra", señala Uclés.
En el caso de Carmen Clara Balmaseda, reconoce que para ahondar en acontecimientos traumáticos como la matanza de Badajoz tuvo que acudir a las crónicas de periodistas portugueses. "No hubo consenso entre historiadores sobre lo que ocurrió", reconoce. Y coinciden en que han observado incomodidad en algunas personas a la hora de abordar la guerra desde la perspectiva más humana. "Tenemos que asumir con mayor naturalidad ese pasado tan traumático que tenemos", proclama Laura Andreu.

Y a eso se dedican las tres obras, a construir desde esta joven generación de escritores con futuro literario un homenaje al pasado y una llamada urgente a la memoria colectiva. Porque como dijo Almudena Grandes: 
"Es un error pensar que la memoria tiene que ver solo con el pasado. Tiene que ver con el presente y con el futuro; si no sabemos de dónde venimos no podremos saber quiénes no queremos ser".

martes, 19 de diciembre de 2017

409.-Archibasílica de San Juan de Letrán.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 


Aldo Ahumada Chu Han


La Archibasílica Papal del Santísimo Salvador del Mundo, y de los Santos Juan Bautista y Juan Evangelista en Letrán, más conocida como Archibasílica de San Juan de Letrán es la catedral de la diócesis de Roma, donde se encuentra la sede episcopal del obispo de Roma (el papa). Está dedicada a Cristo Salvador, sin embargo es más conocida con el nombre de San Juan, por estar dedicada a los dos santos principales que llevan este nombre.
Junto al palacio anexo y algunos otros edificios cercanos, goza del estatus de extraterritorialidad dentro del Estado italiano, por lo que es propiedad de la Santa Sede. La basílica es una de las iglesias que se deben visitar en el peregrinaje de las siete iglesias de Roma para alcanzar la indulgencia plenaria en Año Santo.
En 1980 fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad en Europa por la Unesco, con el número de identificación 91-002.​ Desde el mismo año, además, se puede acceder a través de la estación del metro de Roma San Giovanni.

Descripción
Aldo Ahumada Chu Han
 El nombre oficial es Archibasilica Sanctissimi Salvatoris, es la más antigua y la de rango más alto entre las cuatro basílicas mayores o papales de Roma, y tiene el título honorífico de «Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput» (madre y cabeza de todas las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra), por ser la sede episcopal del primado de todos los obispos, el papa. Fue consagrada por el papa San Silvestre en el año 324.
Las otras tres basílicas mayores, todas caracterizadas por tener una puerta santa y un altar papal, son:

  • La Basílica de San Pedro del Vaticano
  • La Basílica de San Pablo Extramuros
  • La Basílica de Santa María la Mayor

La Archibasílica surge en el siglo III en tierras de los Lateranos, noble familia romana caída en desgracia bajo Nerón, cuya propiedad pasó por tanto al dominio imperial. El palacio pasó a manos de Constantino I cuando se casó con su segunda mujer, Fausta, hermana de Majencio, y era conocido con el nombre de Domus Faustae. Por tanto, Constantino era su propietario cuando ganó la batalla del Puente Milvio (contra Majencio), en el 312.
Aldo Ahumada Chu Han

La tradición cristiana indica que los terrenos y la residencia de los Lateranos fueron donados al obispo de Roma (la fecha de la donación no es segura pero debería ser durante el pontificado del papa Melquíades), en señal de gratitud del emperador a Cristo, que apareciéndosele durante el sueño, le había hecho vencer en la batalla del Puente Milvio.
El baptisterio de esta basílica es un edificio independiente de planta octogonal, y tiene la forma típica de los baptisterios de los primeros siglos, cuando el bautismo se hacía por inmersión. Por tanto, cuenta con una piscina en la cual el neófito se sumergía para salir por el lado opuesto.
Anexo a la archibasílica hay un claustro con jardines y arquerías, y un palacio (el Palacio de Letrán), propiedad del papa. Antiguamente, todo este complejo lateranense fue la sede del gobierno eclesiástico, hasta el tiempo en que la corte pontificia se mudó a Aviñón (Francia), periodo conocido como Cautiverio de Babilonia. Al regresar los papas a Roma, se establecieron en la colina vaticana, donde actualmente está la Santa Sede.
Cerca de esta basílica está el edificio que alberga la Escalera Santa, cuyos escalones, traídos de Tierra Santa, son según la tradición los mismos que subió Cristo en el palacio de Pilato. No se permite subirlos de pie. Los devotos los suben de rodillas.
La actual basílica es de estilo barroco, fruto de una radical transformación de Francesco Borromini en el siglo XVII; de época anterior se conservan los magníficos mosaicos del ábside, el ciborio gótico y el pavimento de estilo cosmatesco. En lo alto de la fachada se encuentran estatuas de Cristo, los santos Juanes (el Evangelista y el Bautista) y los Apóstoles. La fachada fue reformada en el siglo XVIII, siguiendo el estilo de la de San Pedro, por el arquitecto Alessandro Galilei.
Ya en el interior, destacan las monumentales estatuas de los doce apóstoles de la nave central. Bajo el altar mayor está enterrado el papa Martín V, bajo cuyo pontificado se abrió por primera vez la Puerta Santa en esta basílica. El ara de este altar es una losa que, según la tradición, es la misma que usaban san Pedro y los primeros papas al celebrar la misa. Sobre el altar hay un baldaquino con un relicario en el que se conservan las cabezas de san Pedro y san Pablo. En el fondo del ábside está la cátedra, el trono episcopal del obispo de Roma, hecho de mármol y mosaicos.
El papa suele celebrar ciertas ceremonias litúrgicas en este lugar (por ejemplo, la misa de la Cena del Jueves Santo, y la misa de la fiesta del Corpus Christi; esta última tiene lugar en el atrio, a partir del cual parte la procesión eucarística).
El canónigo de honor de San Juan de Letrán es el presidente de la República Francesa, según una tradición que se remonta al siglo XVII, cuando el jefe del Estado era un rey. Nicolas Sarkozy tomó posesión del cargo en una ceremonia el 20 de diciembre de 2007.
En el calendario católico, el día 9 de noviembre se celebra la fiesta de la dedicación de esta basílica mayor.

jueves, 7 de diciembre de 2017

408.-Las secretarías de estado y del despacho.-a

Luis  Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio  Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez;Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig; Paula Flores Vargas; maría Veronica Rossi Valenzuela; Aldo ahumada Chu Han; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán


Rey Felipe V

Reforma borbónica en el siglo XVIII:

Con el cambio dinástico, el Despacho con el nuevo rey Felipe V se amplió por disposición de su abuelo el rey Luis XIV de Francia con un Consejo de Despacho de personajes escogidos, que al principio eran Manuel Arias y Porres, que era presidente del Consejo de Castilla, y el cardenal Portocarrero. 
De este modo el rey de Francia evitaba una excesiva influencia del secretario de Despacho sobre el monarca español y a la misma vez el rey de Francia podría controlar y fiscalizar el gobierno de la monarquía española. Inicialmente, para guardar las apariencias el embajador francés Henri Harcourt despachaba con el cardenal Portocarrero aparte. 
Este Consejo de Despacho controló el despacho a boca con el monarca. En 1704, tras la pérdida de Gibraltar, el Consejo de Despacho fue reformado y ampliado con Manuel Arias, José de Solís y Valderrábano, nuevo presidente del Consejo de Castilla, Juan Domingo de Haro, presidente del Consejo de Flandes, Antonio de Toledo y Salazar, presidente del Consejo de Italia y el embajador de Francia Antonio Carlos de Gramont, además del rey y del secretario de Despacho Antonio Ubilla. 
A finales de enero de 1705 Pedro Fernández del Campo fue designado como nuevo secretario de Despacho, y dado que para este recién llegado era imposible desempeñar eficientemente todo el trabajo burocrático, el rey estableció en el Real Decreto de de 11 de julio de 1705 la división de la secretaría en dos oficinas distintas en función de las exigencias de gobierno para ganar la Guerra de Sucesión: los asuntos de Guerra y Hacienda recayeron en José de Grimaldo, mientras que «todo lo demás de cualquier materia que sea» (primordialmente justicia y asuntos eclesiásticos) se mantuvo en Pedro Fernández del Campo.  No obstante, el Consejo de Despacho en ningún caso puede considerarse antecesor del Consejo de Ministros, puesto que era un organismo asesor en el que no había reparto de competencias entre sus miembros y que fue disuelto en 1715. 

El año 1714 se produjo la muerte de la reina María Luisa Gabriela de Saboya en febrero y la vuelta de Jean Orry a España a final de abril, lo que trajo unos cambios administrativos: El secretario de Despacho Pedro Fernández del Campo fue sustituido por Manuel Vadillo y el Real Decreto de 30 de noviembre de 1714 implantó el sistema ministerial francés, estableciendo cuatro secretarías de Despacho:

Despacho de Estado y negociación de ministros y negocios extranjeros, encargada de los asuntos extranjeros, para José Grimaldo;
Despacho de Negocios eclesiásticos, justicia y jurisdicción, encargada de los asuntos eclesiásticos, de la manutención de las regalías de la Corona, del régimen de las universidades, y de la justicia y jurisdicción de Consejos y tribunales, especialmente en los nombramientos, para Manuel Vadillo;
Despacho de Guerra, encargada de los asuntos militares, para Miguel Fernández Durán;
Despacho de Marina e Indias, encargada del ámbito naval y a América, para Bernardo Tinajero de la Escalera.
Jean Orry, artífice de la reforma se quedó a cargo de una Veeduría General para los asuntos de Hacienda que supervisaba toda la administración controlando los gastos, y además, la Veeduría disponía de un intendente general que le asistía para facilitar los dictámenes al resto de Secretarios, y que fue Lorenzo de Armengual. 
El Decreto de 1714 también establecía un Consejo de Gabinete, en el que se integraran los secretarios, aunque no se conoce si formaba un Consejo separado o se integraban en el Consejo de Despacho preexistente; no obstante, la vida de este Consejo finalizó con la caída de Orry a comienzos de 1715,de modo que Giulio Alberoni cortaba el despacho de los secretarios con el rey y así controlaba a los restantes secretarios.

Los nuevos secretarios de Despacho acumularon las atribuciones de los secretarios de Estado (del Consejo de Estado) del siglo XVI como enlaces entre los Consejos y el rey, a las de los secretarios del Despacho Universal del siglo XVII como canalizadores de las comunicaciones del monarca, de este modo, agregaron el prestigio del título de secretario de Estado a cualquier secretario que accediera al Despacho con el monarca, convirtiéndose en las primeras figuras de la Administración al controlar el conjunto del aparato administrativo. Es a partir del Real Decreto de 30 de noviembre de 1714 cuando se va a institucionalizar la figura de secretario de Estado y del Despacho, titulación genérica del ministro a la que se añadía el departamento específico sobre el que se ejercía el despacho. 
De este modo, el ministro de Guerra era el Secretario de Estado y del Despacho de Guerra, o el ministro de Estado era el Secretario de Estado y del Despacho de Guerra, también llamado Secretario del Despacho de Estado, y desde 1734, como Primer Secretario de Estado, pues de hecho, el Secretario del Despacho de Estado el que va a destacar sobre todos los demás al pasar por sus manos los asuntos de más alto rango60 Los secretarios de Estado y del Despacho fueron el germen de los ministros, encargados de un departamento específico y con una burocracia profesional a su disposición, con su quehacer pasaron de burócratas a personajes políticos. Los Secretarios de Estado y del Despacho tenían acceso privilegiado al monarca teniendo despacho «a boca» con él, lo que significaba, resolver y decidir con el rey, así como poner por escrito esas resoluciones verbales para darles curso.60 61 El despacho con el rey se hacía regular y directamente con el monarca y de forma reservada, y además los secretarios asumieron las atribuciones de los antiguos Consejos, así como el control de su personal.62 63 sin menoscabar las competencias específicas del Consejo de Castilla en lo relativo a tribunales de Justicia y Gobierno interior, como en la colaboración con el rey el el proceso legislativo (siendo el único Consejo con función legislativa).64 65

El 7 de febrero de 1715 Orry fue destituido y el 28 de abril de 1715 se produjo otra nueva reforma en el las Secretarías del Despacho: se suprimió la Veeduría General, que se integró en la Intendencia General converida en una Secretaría de Hacienda u oficina del Intendente General, en la que se mantuvo a Lorenzo de Armengual; también se suprimió a la Secretaría de Marina e Indias y sus asuntos se repartieron entre las tres Secretarías de Guerra, Estado y Justicia.55 66 Con el cardenal Giulio Alberoni fue el nuevo hombre influyente en la Corte surge el Real Decreto de 2 de abril de 1717 que produjo otra nueva reorganización del Despacho Universal, el cual fue dividido entre:

Estado y Negocios Extranjeros (con Grimaldo)
Guerra, Marina y Justicia, de España e Indias (con José Rodrigo y Villalpando)
Gobierno Político y Hacienda de España e Indias (con Manuel Fernández Durán).
Tras la caída de Alberoni en diciembre de 1719, se produjo otra nueva reorganización el 1 de diciembre de 1720, con las secretarías de:
Estado, con José Grimaldo;
Guerra, Marina e Indias (excepto lo eclesiástico), con Miguel Fernández Durán
Hacienda, con Juan de Dios del Río González
Justicia y Gobierno político (con lo eclesiastico de Indias), con José Rodrigo
Con la caída de Fernández Durán se produjo una nueva reorganización al dividirse su Secretaría en dos: por un lado Guerra, y por otro la de Marina e Indias; quedando la organización en las cinco secretarías de Despacho especializadas y diferenciadas hasta el siglo XIX, aunque se diera el caso que la misma persona ocupara simultáneamente dos o más secretarías, como en el caso de José Patiño Rosales, José del Campillo y Cossío, Zenón de Somodevilla, o Leopoldo de Gregorio.

No fue hasta el reinado de Fernando VI cuando se produjo la distribución de competencias entras cinco secretarías («Estado», «Gracia y Justicia», «Marina e Indias», «Hacienda» y «Guerra»): la de Estado por el Real Decreto de 15 de mayo de 1754 y las restantes por el Real Decreto de 26 de agosto de 1754. 
Únicamente entre el Real Decreto de 8 de julio de 1787 y el de 25 de abril de 1790 se fijó en siete el número de las Secretarías: «Estado», «Gracia y Justicia de España», «Marina», «Guerra», «Hacienda», «Gracia y Justicia de Indias» y «Comercio y Navegación de Indias», que volvió a ser de cinco en 1790 estimando crear secciones de Indias en las otras secretarías para que trataran de forma indiferenciada tanto asuntos de España como de Inidas: «Gracia y Justicia de Indias» se asimiló a la de España, «Comercio y Navegación de Indias» se repartió entre Guerra, Hacienda y Marina.
Las cinco secretarías de Estado y del Despacho se mantuvieron durante el resto del absolutismo monárquico. Únicamente al final del reinado de Fernando VII se incorporó el secretaria de Fomento General del Reino. La creación de este ministerio surge de una necesidad, que expresada por Sáinz de Andino, era «por objeto directo la conservación del orden, la seguridad común del Estado, el buen régimen de las cosas de aprovechamiento común y el juego de la acción del Gobierno en todo cuanto dice orden al fomento y prosperidad común de los pueblos»
El establecimiento de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento General del Reino por el real decreto de 5 de noviembre de 1832, redujo el Despacho de Estado a las relaciones exteriores, mientras que al nuevo ministerio le quedaba atribuido el gobierno interior, en el que se incluía la instrucción pública, la imprenta y periódicos, bien sean del Gobierno o de particulares, o las Reales Academias y Reales Archivos.

El gobierno absoluto del monarca se vio interrumpido con la implantación del Estatuto de Bayona y la Constitución de 1812, que modificaron la estructura ministerial; el artículo 27 de la Constitución de Bayona de 1808 establecía nueve ministerios: un Ministerio de Justicia, otro de Negocios Eclesiásticos, otro de Negocios Extranjeros, otro del Interior, otro de Hacienda, otro de Guerra, otro de Marina, otro de Indias y otro de Policía General; y el artículo 222 de la Constitución de 1812 estableció siete secretarios del despacho: para el despacho de Estado, el despacho de la Gobernación del Reino para la Península e Islas adyacentes, el despacho de la Gobernación del Reino para Ultramar, el despacho de Gracia y Justicia, el despacho de Hacienda, el despacho de Guerra, y el despacho de Marina.
Durante el reinado de Carlos III se introdujo la novedad del despacho colectivo con la creación por real decreto de 8 de julio de 1787 de la Junta Suprema de Estado, reunión institucionalizada de todos los secretarios para deliberar sobre los asuntos que superaban el ámbito de cada secretaría. Fue disuelta por decreto de 28 de febrero de 1792 tras la caída del Conde de Floridablanca. No sería hasta el real decreto de 19 de noviembre de 1823, cuando se constituyó definitivamente por el Consejo de Ministros o gabinete, presidido por un presidente del Consejo (o jefe de gobierno).

martes, 5 de diciembre de 2017

407.-El asunto de los venenos en la Corte de Luis XIV de Francia.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 





El asunto de los venenos (affaire des poisons) fue un escándalo ocurrido durante el reinado de Luis XIV. Entre 1677 y 1682, varios adivinos y miembros de la aristocracia fueron acusados de envenenamiento y brujería, provocando el asunto de los venenos la ejecución de treinta y seis personas y siendo cerrada la investigación por orden del rey en 1680.

Origen

El origen del caso tuvo lugar en 1675 tras el juicio de la marquesa de Brinvilliers, quien fue acusada de haber conspirado junto a su amante, el capitán del ejército Godin de Sainte-Croix, para envenenar a su padre, Antonine Dreux d'Aubray en 1666, y a dos de sus hermanos, Antoine d'Aubray y François d'Aubray en 1670, con el objetivo de obtener su parte de la herencia. La marquesa huyó tras ser acusada, siendo posteriormente arrestada en un convento próximo a Liège. Tras confesar después de haber sido sometida al tormento del agua, fue condenada a muerte. Su cómplice, Sainte-Croix, no llegó a ser acusado debido a su muerte por causas naturales en 1672.
El juicio contra Madame de Brinvilliers atrajo la atención sobre otras muertes misteriosas. Personalidades influyentes, incluyendo Luis XIV, empezaron a temer ser envenenados.

Investigación

El asunto de los venenos estalló en febrero de 1677 tras el arresto de Magdelaine de La Grange bajo acusación de falsificación y asesinato. La Grange apeló a François Michel Le Tellier, marqués de Louvois, afirmando poseer información sobre otros crímenes de gran importancia. Louvois informó al rey, quien a su vez informó a Gabriel Nicolas de la Reynie, jefe de la policía de París. La subsecuente investigación sobre envenenamiento condujo posteriormente a acusaciones de brujería y asesinato.
Las autoridades interrogaron a varios adivinos y alquimistas sospechosos de vender veneno, algunos de los cuales confesaron bajo tortura, proporcionando listas de clientes, los cuales supuestamente habrían adquirido veneno para matar a sus cónyuges y a sus rivales en la corte real.
El caso más famoso fue el de Catherine Monvoisin, conocida como La Voisin, quien fue arrestada en 1679 tras ser acusada por la envenenadora Marie Bosse. La Voisin implicó a su vez a varios miembros destacados de la corte, entre los que se encontraban Olimpia Mancini, condesa de Soissons; su hermana, la duquesa de Bouillon; François Henri de Montmorency, duque de Luxemburgo; y la más conocida de todos ellos, Madame de Montespan, amante oficial de Luis XIV.
Interrogada en estado de ebriedad, La Voisin declaró que Montespan había adquirido afrodisíacos y participado en misas negras con el fin de seguir contando con el favor del rey frente a otras rivales, si bien, también se afirma que La Voisin nunca llegó a nombrar a Montespan en sus declaraciones, siendo la relación entre ambas dada a conocer después de la muerte de La Voisin.
También se vio envuelto en el escándalo Eustache Dauger de Cavoye, miembro de una prominente familia de la nobleza. Cavoye fue desheredado por su familia tras haber celebrado Viernes Santo con una misa negra. En consecuencia, Cavoye abrió un lucrativo negocio de venta de veneno y afrodisíacos, desapareciendo misteriosamente tras el cierre de la investigación del asunto de los venenos por orden de Luis XIV, llegando a sospecharse que Cavoye pudo haber sido el hombre de la máscara de hierro, si bien actualmente se sabe que en realidad fue encerrado en 1679 en la prisión de Saint-Lazare por orden de su familia.

Fin del caso

La Voisin fue condenada a muerte por brujería y envenenamiento, siendo ejecutada en la hoguera el 22 de febrero de 1680. François Henri de Montmorency fue encarcelado el mismo año, siendo liberado poco después, convirtiéndose posteriormente en capitán de la guardia.
De la Reynie estableció de nuevo la Cámara Ardiente con el fin de juzgar casos de envenenamiento y brujería. Finalmente, treinta y cuatro personas fueron condenadas a muerte, dos murieron mientras eran sometidas a tortura y varios miembros de la corte fueron condenados al exilio. La cámara fue abolida en 1682 debido a la negativa del rey a seguir otorgando publicidad al escándalo.

Hechos posteriores

El efecto más importante que tuvo el asunto de los venenos fue la expulsión de Francia de Olimpia Mancini, condesa de Soissons, permaneciendo su hijo, Eugenio de Saboya, en el país, si bien no pudo lograr sus objetivos profesionales como consecuencia de la caída en desgracia de su madre, prohibiéndosele desempeñar una carrera militar. Tras abandonar el país, y debido al resentimiento que sentía hacia Luis XIV, entró al servicio de los Habsburgo, enemigos de Francia. Con el tiempo, acabaría convirtiéndose en uno de los más destacados generales de su época, siendo uno de los causantes del fracaso de Luis XIV en su lucha por obtener la hegemonía de Europa.

Condenados en el asunto de los venenos.

El asunto de los venenos implicó a 442 sospechosos, de los cuales se dio orden de arresto a 367, siendo finalmente detenidos 218. De entre los condenados, 34 fueron ejecutados, 5 fueron condenados a galeras y 23 exiliados, exceptuándose quienes se suicidaron o murieron bajo tortura.
Algunos de los acusados no llegaron a ser juzgados, siendo condenados a cadena perpetua mediante una lettre de cachet. De entre éstos, 6 mujeres fueron encerradas en el Château de Villefranche; 18 hombres en el Château de Salces; 12 mujeres en Belle-Île-en-Mer; 10 hombres en el Château de Besançon; 14 mujeres en St Andre de Salins; y 5 mujeres en Fort de Bains.



 Lista de clientes.

  1. Benigne, marquesa de Alluye, clienta de La Voisin; huyó del país para evitar ser juzgada, permitiéndosele regresar posteriormente.
  2. Pierre Bonnard, secretario del duque de Luxemburgo, cliente de Lesage; condenado a galeras en mayo de 1680.
  3. Marie Brissart, clienta de La Voisin y Lesage; multada y exiliada.
  4. Marie de Broglio, marquesa de Canilhac, clienta de La Voisin; no llegó a ser juzgada.
  5. Anne Carada, clienta de Deschault y Debray; ejecutada el  25 de junio de 1681.
  6. Jean Bartholominat, La Chaboissiere, valet de Louis de Vanens; ejecutado el 16 de julio de 1682 (último ejecutado en el asunto de los venenos).
  7. Louis de Guilhem de Castelnau, marqués de Cessac, cliente de Lesage; huyó del país para evitar ser juzgado, regresando en 1691.
  8. Madame Cottard, clienta de Lesage; amonestada y multada.
  9. Madame Desmaretz, clienta de Lesage; multada.
  10. Françoise de Dreux, clienta de La Voisin; desterrada de la capital.
  11. Madeleine de la Ferte, clienta de La Voisin; absuelta.
  12. Antoine de Pas, marqués de Feuquieres, cliente de La Voisin; no llegó a ser juzgado.
  13. Madame Ferry, clienta de La Voisin; ejecutada en mayo de 1679.
  14. Marguerite Leferon, clienta de La Voisin; multada y desterrada de la capital.
  15. Madame Lescalopier, clienta de Poligny y Sandosme; huyó del país para evitar ser juzgada.
  16. Jean Maillard, cliente de Moreau; ejecutado en febrero de 1682.
  17. Olimpia Mancini, condesa de Soissons, clienta de La Voisin; expulsada del país.
  18. María Ana Mancini, duquesa de Bouillon, clienta de La Voisin; desterrada a las provincias.
  19. François Henri de Montmorency-Bouteville, duque de Luxemburgo, cliente de La Voisin; absuelto.
  20. Madame de Montespan, clienta de La Voisin; no llegó a ser juzgada.
  21. Madame Philbert (esposa de Philippe Rebille Philbert), clienta de La Voisin; ejecutada en la horca tras haberle sido amputada la mano derecha.
  22. Jaqqueline du Roure, vizcondesa de Polignac, clienta de la Voisin y Lesage; huyó del país para evitar ser juzgada. Regresó en 1686, siendo desterrada de la capital.
  23. Marguerite de Poulaillon, clienta de Marie Bosse; encerrada en un asilo.
  24. Claude Marie du Roure, cliente de La Voisin y Lesage; absuelto en marzo de 1680, pero desterrado de la capital.
  25. Marie Louise Charlotte, princesa de Tingry, clienta de La Voisin; absuelta.
  26. Marie Vertemart, clienta de La Voisin; encerrada en un asilo.
  27. Antoinette, duquesa de Vivonne, clienta de La Voisin y Filastre; no llegó a ser juzgada.




Listas de criminales.
Impresión de un retrato de Catherine Monvoisin sostenido
 por un diablo alado (siglo XVII).

  1. Roger de Bachimont, alquimista, asociado de Louis de Vanens; cadena perpetua mediante lettre de cachet en St Andre de Salins.
  2. Marie de Bachimont, alquimista, asociada de Louis de Vanens y esposa de Roger de Bachimont; cadena perpetua mediante lettre de cachet en St Andre de Salins.
  3. Mathurin Barenton, envenenador; ejecutado en septiembre de 1681.
  4. La Belliére, adivina; cadena perpetua mediante lettre de cachet.
  5. François Belot, asociado de La Voisin; ejecutado en junio de 1679.
  6. Martine Bergerot, adivina.
  7. Betrand, envenenador, asociado de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en el Château de Salces.
  8. Denis Poculot, Sieur de Blessis, alquimista, amante de La Voisin; condenado a galeras.
  9. Marie Bosse, adivina y envenenadora; ejecutada en la hoguera el 8 de mayo de 1679.
  10. Marie Bouffet, practicante de abortos, asociada de Marguerite Joly; ejecutada en la horca en diciembre de 1681.
  11. Pierre Cadelan, asociado de Vanens; cadena perpetua mediante lettre de cachet.
  12. Jeanne Chanfrain, amante de Guibourg.
  13. Magdelaine Chapelain, adivina y asociada de Filastre; cadena perpetua mediante lettre de cachet en Belle-Île-en-Mer.
  14. Anne Cheron, vendedora y proveedora de objetos para rituales mágicos; ejecutada en junio de 1679.
  15. Jacques Cotton, organizador de misas negras, asociado de La Voisin; ejecutado en la hoguera en 1680.
  16. P. Dalmas, asociado de La Chaboissiere; enviado a un asilo.
  17. Giles Davot, organizador de misas negras, asociado de La Voisin; ejecutado en 1681.
  18. Étienne Debray, asociado de Deschault; ejecutado en septiembre de 1681.
  19. Marguerite Delaporte, envenenadora, asociada de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en Belle-Île-en-Mer.
  20. Jacques Deschault, pastor y mago; ejecutado en 1681.
  21. Louison Desloges, asociado de Marguerite Joly; ejecutado en la horca en diciembre de 1681.
  22. La Dodée, envenenadora; se suicidó en prisión.
  23. Louise Duscoulcye, amante de Dalmas, envenenadora.
  24. Françoise Filastre, envenenadora; ejecutada en la hoguera en 1680.
  25. Louis Galet, envenenador; cadena perpetua mediante lettre de cachet en el Château de Besançon.
  26. Madame Guesdon, envenenadora; cadena perpetua mediante lettre de cachet.
  27. Étienne Guibourg, organizador de misas negras, asociado de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en el Château de Besançon.
  28. Marguerite Joly, adivina y envenenadora; ejecutada en la hoguera en diciembre de 1681.
  29. Latour, albañil y asociado de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en el Château de Salces.
  30. Catherine Lepère, practicante de abortos; ejecutada en agosto de 1679.
  31. Adam Lesage, mago y organizador de misas negras, asociado de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en el Château de Besançon.
  32. Catherine Leroy, asociada de La Voisin y La Chaboissiere; cadena perpetua mediante lettre de cachet en Belle-Île-en-Mer.
  33. Jeanne Leroux, asociado de La Voisin; ejecutado en abril de 1680.
  34. Margot, criada de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en St Andre de Salins.
  35. François Mariotte, abate, asociado de La Voisin y Lesage; murió en prisión en 1682.
  36. Anne Meline, envenenadora, asociada de Marguerite Joly; ejecutada en la horca en diciembre de 1681.
  37. François Boucher, astrólogo; cadena perpetua mediante lettre de cachet en el Château de Salces.
  38. Marguerite Monvoisin, hija de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en Belle-Île-en-Mer.
  39. Christophe Moreau, pastor, mago y envenenador; ejecutado en septiembre de 1681.
  40. Romani, envenenador, asociado de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en el Château de Besançon.
  41. La Pelletière, adivina, proveedora de niños para las misas negras, asociada de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en Belle-Île-en-Mer.
  42. Maitre Pierre, envenenador; cadena perpetua mediante lettre de cachet.
  43. Anne Poligny, envenenadora; ejecutada en julio de 1681.
  44. La Poignard, colaboradora en la organización de misas negras; cadena perpetua mediante lettre de cachet.
  45. La Poulain, asociada de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet en Belle-Île-en-Mer.
  46. Catherine Trianon, envenenadora, asociada de La Voisin; se suicidó en prisión en 1681.
  47. La Salomond, envenenadora; cadena perpetua mediante lettre de cachet.
  48. Denise Sandosme, envenenadora; ejecutada en la horca en julio de 1681.
  49. Louis de Vanens, alquimista; cadena perpetua mediante lettre de cachet en St Andre de Salins.
  50. Vautier, envenenador y asociado de La Voisin; cadena perpetua mediante lettre de cachet.
  51. Marie Vigoreaux, asociada de Marie Bosse; muerta mientras era sometida a tortura en mayo de 1679.
  52. La Voisin, adivina y envenenadora; ejecutada en la hoguera el 22 de febrero de 1680.



LA BRUJA, CATHERINE DESHAYES (1640-1680)

Muchas han sido las mujeres que a lo largo de la historia han sido condenadas por brujas. Desde un inofensivo elixir de amor hasta una peligrosa y macabra magia negra, algunas de estas mujeres se movieron en terrenos pantanosos. En la esplendorosa Francia del Rey Sol, se vivió uno de los episodios más oscuros de la historia de la brujería, no en vano, dicho lamentable capítulo fue definido como el “Asunto de los venenos”. Más de 300 personas, muchas de ellas de alta alcurnia, demasiado cercanas al rey, fueron inculpadas, por cómplices, hacedores o impulsores de las más terribles actividades brujeriles. Una mujer, impasible, imperturbable, fue detenida a las puertas de una iglesia. Conocida como la Voisin, fue quemada vida por sus reiteradas actividades lucrativas relacionadas con embrujos, elixires, ritos de magia negra, abortos, asesinatos y envenenamientos. 

Embrujos contra todo.

De Catherine Deshayes, nacida en Francia en 1640, poco o nada se sabe sobre sus orígenes. La historia la encuentra casada con un joyero llamado Antoine Monvoisin, con el que tuvo al menos una hija, Marie-Marguerite Monvoisin, quien tendría también un papel destacado en el asunto de los venenos.
Parece ser que Catherine inició sus actividades como curandera tras la ruina de la joyería de su marido. Sostuvo la economía familiar con la lectura del futuro a partir de los rasgos faciales y de las manos. Pero la fama de Catherine se fue extendiendo a medida que sus sortilegios y embrujos parecían surtir el efecto deseado. Sus conocimientos de medicina y de hierbas y ungüentos la hicieron famosa hasta el punto de que un reguero de mujeres y hombres acudían diariamente en petición de ayuda. 
Sus métodos pronto derivaron en extrañas fórmulas que hacían desaparecer en incomprensibles circunstancias a aquellos que amargaban la vida de sus desesperadas clientas, porque ellas, las mujeres de la alta nobleza, se convirtieron en las más asiduas visitantes del extraño hogar de la Voisin.

El asunto de los venenos

Pero Catherine no era un caso aislado en la Francia del siglo XVII. Las misteriosas muertes por envenenamiento o intoxicación que se sucedían en París en aquellos tiempos hicieron sospechar a la policía de que aquello no podía ser obra de una sola persona ni fruto de la casualidad. El 8 de marzo de 1679, Luis XIV ordenaba la creación de una corte especial conocida como al Chambre Ardente y dirigida por el teniente Nicolas de La Reyne, que intentara dilucidar aquellos supuestos y extraños crímenes. 
Tras unas cuantas detenciones, le tocó el turno a La Voisin. En 1679, tras asistir a la misa del domingo, Catherine fue detenida. La Reyne sospechó de ella al encontrar en su casa de la rue Beauregard un pabellón con las paredes tapizadas de negro y un altar decorado con una cruz y velas negras.
La detención de Catherine, junto con Marie Bosse y Adam Coeuret, daría un giro a la investigación. Acusándose unos a otros, “confesaron haber hecho abortar a un número elevadísimo de mujeres, haber envenenado por encargo a diversas personas, haber practicado magia negra y haber organizado ritos satánicos y misas sacrílegas en el curso de las cuales se sacrificaba recién nacidos”.
Durante el proceso de Catherine, nombres cercados a la corte del rey provocaron aún más problemas a los investigadores. Uno de esos nombres era el de la favorita del rey, Madame de Montespan, quien, según La Voisin, había sido cómplice de sus actividades demoníacas en más de una ocasión.
El final de Catherine estaba claro. Fue condenada a ser quedada viva. El 22 de febrero de 1680, el castigo se cumplió en la plaza de la Grève a manos de un verdugo que muchos afirmaron que había sido su propio amante 
La muerte de la Voisin desató de repente la lengua de los demás acusados. Muchos de ellos volvieron a nombrar a la favorita real. Luis XIV intentó sin éxito quemar todas las pruebas inculpatorias contra su favorita. Cuando en 1682 se disolvía la Cámara Ardiente, habían sido encarceladas o ejecutadas todas aquellas personas que mencionaron en algún momento del proceso el nombre de Athenaïs de Montespan. 
Catherine Deshayes fue uno de los más de 300 nombres incluidos en el vergonzoso asunto de los venenos, aunque fue quizás el nombre más conocido, no en vano “quedó su legendario recuerdo como reina de las brujas” 


lunes, 4 de diciembre de 2017

406.-El Palacio de España de Roma.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 

Aldo Ahumada Chu Han

El Palacio de España de Roma o Palacio Monaldeschi es un palacio barroco que alberga la sede de la Embajada de España ante la Santa Sede desde 1647. No alberga, por contra, la Embajada de España ante Italia, ya que esta se encuentra en la primera planta del Palacio Borghese de Roma.

Orígenes de la Embajada.

La embajada de España ante la Santa Sede es la misión diplomática permanente más antigua del mundo. Fue creada en 1480 por el rey Fernando el Católico siendo su primer embajador Gonzalo de Beteta, caballero de la Orden de Santiago. Entre los resultados políticos de esta actividad diplomática destacan el apoyo papal a la Reconquista de Granada, el reparto del Nuevo Mundo entre España y Portugal a través de la “Bula Inter Caetera” en 1493, la Liga Santa para la lucha contra el Turco que culmina en la victoria de Lepanto en 1571, etc.

El palacio Monaldeschi: sede de la Embajada de España.

Aldo Ahumada Chu Han


Los embajadores españoles habían alquilado el palacio Monaldeschi durante más de una década. En 1647, el nuevo embajador, Íñigo Vélez de Guevara, conde de Oñate, hizo una oferta por el palacio, propiedad de los Monaldeschi, una vieja familia noble romana que lo sacó a subasta pública, a través de un agente italiano, Bernardino Barber, y consiguió después el permiso de compra de la Congregación de Barones del estado pontificio, que tenía la potestad para aprobar la venta de palacios importantes. Barber lo compró por 22.000 escudos romanos e inmediatamente fue traspasado al conde de Oñate. Poco después, se compraron otras cuatro casas junto al palacio para ampliar el edificio, y en 1654 el rey Felipe IV envió 19.000 ducados para su mantenimiento y reparación.
Situado en la famosa Piazza di Spagna, en pleno centro histórico de Roma, plaza que de hecho toma su nombre del palacio. La superficie de terreno que ocupa el palacio es de 3589 m² con 11 000 m² de construcción entre plantas y terrazas constituyendo una de las más bellas y ricas obras arquitectónicas de la época.
Aldo Ahumada Chu Han
 Borromini diseñó la ampliación del palacio y trazó la escalera principal de la embajada y el vestíbulo. El arquitecto Antonio Del Grande (1625 – 1671) fue el continuador de las obras. Entre 1827 y 1834 se introdujeron decoraciones de estilo neoclásico y pompeyano y desapareció del salón de baile un pequeño teatro de madera donde Vittorio Alfieri estrenó su Antígona el 20 de noviembre de 1782.
Durante los siglos XVII y XVIII el palacio fue el centro de un mundo fastuoso y alegre de fiestas que animaban también la Plaza de España, escenario de los acontecimientos más brillantes de su tiempo, en los que se mezclaban con el pueblo de Roma artistas y personajes famosos.
La embajada alberga una colección de tapices gobelinos del siglo XVII que pertenecieron a la familia Borbón-Orleans procedentes del Palacio Galliera de Bolonia, con motivos romanos y bíblicos. Las paredes del comedor de gala se adornan con tres espléndidos tapices de lana y seda del siglo XVIII, originarios del Palacio Real de Madrid, que representan escenas de la vida de Telémaco, según cartones dibujados por Rubens
Los salones cuentan con la presencia de cuadros del Museo del Prado de ilustres autores como Federico Madrazo, Vicente López, Nattier, Mengs, Mario dei Fiori. Entre las esculturas destacan dos bustos de Gian Lorenzo Bernini de 1619, "El alma beata" y "El alma condenada".
El 8 de septiembre de 1857, el papa Pío IX inauguró la columna de la Inmaculada Concepción que preside la Plaza de España en recuerdo de la definición del dogma de la Inmaculada del que España fue tenaz defensora durante siglos.