—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

sábado, 28 de diciembre de 2013

234.-Patricio de Azcárate Argumento de Eutifrón VII a


Luis Alberto Bustamante Robin; José Guillermo González Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Álvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Verónica Barrientos Meléndez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andrés Oyarce Reyes; Franco González Fortunatti; 



Manuscrito en latín de la República de Platón, 1401.
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy



La naturaleza de la santidad, o usando el lenguaje de Platón, lo santo, ocupa el fondo del diálogo; y un supuesto encuentro del adivino Eutifrón con Sócrates es lo que da origen a la cuestión. Eutifrón pretende realizar un acto santo, reclamado por la justicia, pidiendo, con ocasión de la muerte de un esclavo, una condena contra su padre. Al que piensa que obra santamente, tiene cualquiera derecho a exigir de él, que diga en qué consiste la santidad. Esto es lo que hace Sócrates, que representa en este caso la conciencia moral y la razón. ¿La santidad consiste, por ejemplo, en tomar por modelos a Saturno y a Júpiter, los más grandes de los dioses, que, según las leyendas, se erigieron uno y otro en jueces de su propio padre? Pero un ejemplo no puede ocupar el lugar de una definición; porque designar una acción santa no es precisar el carácter esencial y universal de la santidad. Es imprescindible que Eutifrón generalice su pensamiento y dé la siguiente definición: La santidad es lo que agrada a los dioses, y la impiedad es lo que les desagrada. – Pero los dioses no están acordes entre sí, como que están divididos. Lo que agrada a los unos puede desagradar a los otros, y en este concepto el mismo hombre y la misma acción serán santas e impías, todo a la vez. La santidad absoluta es, por consiguiente, incompatible con la pluralidad de los dioses. Esta consecuencia ruinosa, impuesta por la lógica, sale del fondo mismo de la teología politeísta. ¿Y qué argumentos pueden oponerse [6] a esta consecuencia? ¿Será gratuita y contradictoria esta afirmación, de que los dioses están siempre de acuerdo sobre la santidad de una acción? Admitamos por un momento la nueva definición que de aquí se deduce. La santidad es lo que agrada a todos los dioses, y la impiedad lo que a todos desagrada. Ahora se trata de indagar si lo que es santo es amado por los dioses porque es santo; o si es santo porque es amado por los dioses; lo que equivale a averiguar si la santidad por su esencia y su fuerza propias tiene derecho al amor de los dioses; si se impone a su amor por ser superior a él, distinto e independiente de él; o bien si el amor de los dioses a un objeto cualquiera es el que convierte este objeto en una cosa santa. Podrá responderse que lo santo no puede menos de ser amado por los dioses. ¿Pero qué se sigue de aquí? Esta conclusión decisiva: de que lo santo es amado por los dioses por lo mismo que es santo, o en otros términos, que es amable en sí y por sí. – Desde este acto la segunda definición no es más sostenible que la primera; porque decir que la santidad es lo que es amado por los dioses, es admitir la sinonimia de dos términos de hecho distintos; es asociar dos ideas en el fondo muy diferentes. En efecto, lo que es santo, siendo amable en sí, amado por sí, no tiene ninguna relación con lo que es amado, y que sólo es amable en tanto que es amado. Lo primero subsiste independientemente del amor que exige; lo segundo sólo existe por el capricho del amor. La última consecuencia de este razonamiento es, que no está en poder de los dioses constituir a su placer ni lo santo ni lo impío.

Por consiguiente, el ser amado por los dioses no es más que una de las propiedades de la santidad, pero no es su esencia. Pero entonces, ¿qué es la santidad en sí, y por qué la aman los dioses? Esto es lo que estamos ahora en el caso de averiguar. Para ello recurramos a una tercera [7] definición. Lo santo es lo justo; y para dar la prueba, examinemos la naturaleza de la relación que liga la santidad a la justicia. ¿Cuál de las dos comprende la otra? ¿Lo justo es una parte de lo santo, o lo santo es una parte de lo justo? Si es cierto decir que las acciones santas son siempre justas, mientras que no todas las acciones justas son necesariamente santas, no puede menos de admitirse que la justicia es más extensa por esencia que la santidad. La santidad es sólo esta parte de la justicia que se refiere a los cuidados y atenciones que el hombre debe a los dioses: verdadera sirviente de los dioses, la santidad les honra con el doble ministerio de la oración y de los sacrificios. Pero orar es pedir, y sacrificar es dar; de donde se sigue que los hombres, al parecer, ejercen con los dioses una especie de cambio, un tráfico. ¡La santidad un tráfico! Así lo exige una lógica rigurosa; y además es este un tráfico del que no resulta ninguna ventaja a los dioses, puesto que el hombre puede ganar, efecto de la divina benevolencia, y en cambio sólo puede ofrecer a los dioses un sacrificio absolutamente estéril para la divinidad. ¿Se dirá que el culto es agradable a los dioses? Sin duda. Pero como el culto no es otra cosa que la santidad, se vuelve por un círculo inevitable a la definición ya refutada: La santidad es lo que agrada a los dioses. Este tercer esfuerzo no tiene mejor resultado que los precedentes: la discusión no adelanta, y Sócrates suplica al adivino que la lleve a su término; pero éste lo esquiva y la corta en tal estado.

Tal es el curso que ha llevado este diálogo, rico en su brevedad. Se ha echado en cara a Platón la forma negativa y la falta de conclusión del Eutifrón. La única respuesta que debe darse a lo primero es que hay cierta singularidad en convertir en cargo contra Platón una de las necesidades de la polémica, cuyo deber es ciertamente presentar, pelear y destruir el error bajo todas sus [8] formas, antes de establecer la verdad. La ruina de los sistemas rivales, ¿no es el más sólido fundamento de toda filosofía dogmática? Además, demostrar la falsedad de ciertos principios, ¿no es dar una mayor claridad a los principios verdaderos? – En segundo lugar, sostener que este diálogo no concluye, es negarse voluntariamente, a mi parecer, a sacar las consecuencias de las premisas sentadas en el curso de la discusión. ¿No puede concluirse de tales premisas, por lo menos implícitamente, el haber demostrado la impotencia moral del politeísmo, lo ridículo y lo peligroso de sus tradiciones fabulosas, la vanidad y esterilidad de su culto, la incapacidad radical de sus ministros para comprender y definir la santidad, el haber puesto, en fin, en plena evidencia este verdadero y sólido principio, conquista del espiritualismo naciente, de que la santidad absoluta en sí, superior a la voluntad de los hombres, lo mismo que a lo arbitrario de los dioses del paganismo, es eterna e inmutable como Dios mismo, Dios único, su principio y su fin? Este es el primer esfuerzo de las doctrinas nuevas, que después de haber arruinado la degradante influencia de las supersticiones mitológicas ciegamente aceptadas, debían despertar, en las conciencias, el sentimiento de la libertad y de la dignidad del hombre, y, en su razón, la idea verdadera de Dios y la de una religión digna de él.



{Obras completas de Platón, por Patricio de Azcárate,
tomo primero, Madrid 1871, páginas 5-8.}


puerta al infierno



Elecciones de Gobernadores Regionales.





Los gobernadores regionales durarán cuatro años en su labor y pueden ser reelectos solo una vez. En el caso de que en una región ninguno de los candidatos obtenga el 40% de los votos válidamente emitidos, se procederá a una segunda vuelta entre las dos primeras mayorías el cuarto domingo siguiente al de la primera vuelta;



Elecciones de gobernadores regionales de Chile de 2021



Las elecciones de gobernadores regionales de Chile de 2021 se realizaron el 15 y 16 de mayo de 2021.
Al no haber alcanzado el mínimo exigido en la ley, el cual era un 40 % de los votos, se realizó balotaje en todas las regiones del país,​ excepto en Valparaíso, Aysén y Magallanes, el día 13 de junio de 2021.
Estos comicios serán las primeras elecciones de gobernadores regionales realizadas en la historia del país, y se realizarán paralelamente a las elecciones municipales.​ 



Primera vuelta
 

Rodrigo Mundaca Cabrera; Independiente (Izquierda); 298.363 votos; 43,71 %; Gobernador de Región de Valparaíso.

Andrea Macías Palma;PS;18.283 votos ; 48,72 %; gobernador de la región de Aisén.

Jorge Flies Añón; Independiente (Radical); 24.748 votos; 42,12 % gobernador de Magallanes. 



    Segunda vuelta

Jorge Díaz Ibarra;PDC ;20.385 votos; 57,66 %;Gobernador de Región de Arica.

José Miguel Carvajal Gallardo;Comunes.;19.629 votos.;57,02 %;Gobernador regional de Tarapacá. 

Ricardo Díaz Cortés;Independiente (Izquierda). 41.863 votos ;72,03 % Gobernador regional de de Antofagasta.

Krist Naranjo Peñaloza; Ecologistas; 65.550 votos; 61,96 %; Gobernadora regional de Coquimbo.

Claudio Orrego Larraín;PDC;785.023 votos.;52,71 %;Gobernador regional de Santiago.

Pablo Silva Amaya;PS;67.576 votos; 57,66 %; Gobernador regional de O"Higgins.

Cristina Bravo Castro;PDC;68.261 votos;  57,32 %; Gobernadora regional del Maule.

Óscar Crisóstomo Llanos; PS;36.426 votos ;52,97 %; Gobernador regional de Ñuble.

Rodrigo Díaz Worner; Independiente (EX PDC);127.692 votos; 71,36 %; Gobernador regional de Bio-Bio.

Luciano Rivas Stepke Independiente  (Derecha) 70.804 votos;   58,21%; Gobernador regional de Araucanía.

Luis Cuvertino Gómez;PS;43.370 votos; 59,18 %; Gobernador regional de Los Ríos;

Patricio Vallespín López;PDC;57.821 votos; 62.40 %; Gobernador regional de Los Lagos.



Elecciones de gobernadores regionales de Chile de 2024



Las elecciones regionales de Chile de 2024 se realizarán el 26 y 27 de octubre de 2024, en conjunto con las elecciones de alcaldes y concejales. En esta ocasión serán elegidos, mediante votación directa, los 16 gobernadores regionales y los 302 miembros de los dieciséis consejos regionales existentes en el país.
Será la primera oportunidad en que los consejeros regionales serán elegidos en conjunto con los alcaldes, concejales y gobernadores regionales; anteriormente los consejeros regionales eran elegidos en conjunto con las elecciones presidencial y parlamentarias. 
Al no haber alcanzado el mínimo exigido en la ley, el cual era un 40 % de los votos, se realizó balotaje en todas las regiones del país,​ excepto en las regiones de Tarapacá: de Ñuble; de Los Ríos; de Aysén; y Magallanes; el día 24 de noviembre de 2024.


 
                                                    Primera vuelta

José Carvajal; Comunes (Izquierda);  46% ; Gobernador de Región de Tarapacá: 

Óscar Crisóstomo; PS ; 41%;Gobernador de Región del Ñuble;

Luis Cuvertino; PS;40%; Gobernador de Región de Los Ríos;

Marcelo Santana; UDI; 54%; Gobernador de Región de Aysén; 

Jorge Flies; Independiente (Radical);40.82%; Gobernador de Región de Magallanes;



                                               
Las regiones que tendrán segunda vuelta para elegir a sus gobernadores son:

;Gobernador de Región de Arica;

;Gobernador de Región de Antofagasta,

;Gobernador de Región de Atacama;

,Gobernador de Región de Coquimbo;

;Gobernador de Región de Valparaíso;

;Gobernador de Región Metropolitana;

;Gobernador de Región de O’Higgins;

;Gobernador de Región de Maule;

;Gobernador de Región del Biobío;

;Gobernador de Región de La Araucanía;

;Gobernador de Región de Los Lagos;


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