—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

viernes, 28 de septiembre de 2018

467.-Sheriff del Condado; Áreas Urbanas: Suburbios y Exurbios a

Luis  Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio  Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez;Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig; Paula Flores Vargas; María Veronica Rossi Valenzuela; Aldo Ahumada Chu Han; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán


Sheriff 



Sheriff es el nombre dado a una autoridad policial,política y de justicia pública en vigor en varios países anglosajones (Reino Unido, Estados Unidos, Canadá) y a la persona que tiene esta función. 


Estados Unidos


sheriff.

placa

sheriff (RAE)
Voz ingl.

1. m. En los Estados Unidos de América y en ciertas regiones o condados británicos, representante de la justicia, que se encarga de hacer cumplir la ley.


En la mayoría de estados de los Estados Unidos, cada condado (county) tiene un sheriff, responsable normalmente de las funciones policiales. En algunos condados el departamento del sheriff es la primera agencia policial; en otros hay policía municipal en cada municipio. En algunos estados, como Connecticut, la palabra «marshal» (con el mismo origen que el castellano "mariscal") se utiliza en lugar de «sheriff». 
Aldo Ahumada Chu Han

La aparición de este funcionario en los relatos (cuentos y novelas) ambientados en el Oeste estadounidense de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX lo hizo una figura reconocida en el imaginario popular de Occidente, imagen que se difundió mucho más a partir de los medios masivos (radio, cine y televisión).

Hawái

Hawái es el único estado en que no hay policía municipal; los sheriffs de los cuatro condados de Hawái son el único nivel de policía. Aunque si existe la policía de Honolulu pero el sheriff tiene más responsabilidades.

Delaware

Los sheriffs en Delaware no tienen funciones policiales; sólo ejercen de fuerza de seguridad de los tribunales.

Los condado.

Un condado de los Estados Unidos es una subdivisión administrativa o política de un estado que consta de una región geográfica con límites específicos y, por lo general, algún nivel de autoridad gubernamental.
El término «condado» (county) se utiliza en 48 de los 50 estados estadounidenses; Luisiana utiliza el término «parish» (parroquia) y Alaska «borough».
La Oficina del Censo de los Estados Unidos relaciona un total de 3243 condados (entre las que se incluye Washington D. C.) o unidades administrativas equivalentes a condado, un promedio de 62 condados por estado. El estado con menos condados es Delaware (3), y el estado con más condados es Texas (254).
En muchos estados del noreste y del medio oeste, los condados se subdividen en municipios civiles (civil township, o towns en el caso de Nueva Inglaterra, Nueva York y Wisconsin). Los municipios civiles tienen un grado de autonomía que varía de unos estados a otros y pueden contener otras municipalidades autogobernadas independientes. La sede de la administración y los tribunales de un condado se denomina «sede de condado».
El poder del gobierno del condado varía mucho de un estado a otro, como la relación entre condados y gobiernos municipales incorporados.​ La distribución del poder entre el gobierno estatal, los gobiernos de los condados y los gobiernos municipales se definen en la Constitución de cada estado. Connecticut, Massachusetts y Rhode Island han abolido por entero o en parte los gobiernos de los condados, aunque sus antiguos límites geográficos se siguen utilizando como distritos administrativos a nivel estatal.

Superficie

Según el censo de los Estados Unidos de 2000 la superficie media de la zona terrestre de los 3098 condados estadounidenses era de 1611 km², que son tan solo dos terceras partes del área media de la zona terrestre de un condado ceremonial inglés, un poco más de un cuarto del área terrestre media de un departamento francés o, únicamente, la novena parte de la superficie de una provincia española.
Sin embargo, esta cifra no muestra las diferencias entre los propios condados de Estados Unidos; los condados occidentales tienen una superficie media mucho más grande que los orientales. Por ejemplo, la superficie media de los condados de Georgia es de 888 km², mientras que en Utah son 6286 km².
El mayor equivalente a condado por superficie total es el área censal Yukón-Koyukuk, con 382 912 km², y el mayor condado es el de San Bernardino (California), con 52 072 km² (mayor incluso que 9 estados) y que incluye el desierto de Mojave.
El menor equivalente a condado es la ciudad independiente de Falls Church (Virginia), de 5,7 km², y el condado de menor tamaño es el condado de Kalawao (Hawái), con 34 km². El menor condado autogobernado es Arlington (Virginia), con 72 km².

Población

En el censo estadounidense de 2000, solo el 16,7 % de condados o equivalentes tenía más de 100 000 habitantes. Esto refleja la naturaleza esencialmente rural de los condados estadounidenses, cuya red fue diseñada en el siglo xix, en un país todavía en gran parte rural y solo ligeramente afectado por la urbanización. Actualmente la gran mayoría de la población de Estados Unidos se concentra en un número relativamente pequeño de condados.
El condado —o equivalente— más populoso es el condado de Los Ángeles (California) con 10 226 506 habitantes en 2005. Hay 14 condados con más de 2 millones de habitantes, otros 27 con más de 1 millón de habitantes, otros 93 con más de 500.000 habitantes, otros 186 con más de 100 000 habitantes, y otros 658 con más de 50.000 habitantes.
El condado o equivalente menos poblado es Loving (Texas) con 82 habitantes en 2010. Hay 35 condados con menos de 1000 habitantes, otros 268 con menos de 5000 habitantes, y otros 399 con menos de 10 000 habitantes. Finalmente, los 1462 condados restantes tienen entre 10 000 y 50 000 habitantes.
El condado —o equivalente— con mayor densidad de población es el condado de Nueva York (coextensivo con el borough de Manhattan que consiste principalmente en la isla de Manhattan) con 25.845 habitantes por kilómetro cuadrado en el año 2000, y el condado menos densamente poblado es el borough de Lake and Peninsula (Alaska), con 0,0296 hab./km² en 2000. El equivalente a condado menos densamente poblado es el área censal de Yukón–Koyukuk, Alaska, con 0,0173 hab./km² en 2000.

Historia.

Los condados estaban entre las primeras formas de administración municipal establecidas por las Trece Colonias originales. La Commonwealth de Massachusetts fue la primera colonia en establecer condados, en 1643.

Gobierno

Los condados tienen funciones gubernamentales importantes en todos los estados excepto Rhode Island y Connecticut. El estado de Massachusetts ha eliminado la mayoría de las funciones del gobierno de ocho de sus catorce condados.
Por lo general los condados son gobernados por un órgano electo: consejo de supervisores, comisión de condado, consejo de condado o legislatura de condado. En algunos condados hay un alcalde (mayor) de condado o un presidente (executive) de condado. El puesto de alcalde es sobre todo ceremonial en algunos estados, mientras que en otros el alcalde tiene más poder que los comisarios o supervisores.
En muchos estados el consejo responsable de un condado está dotado de poderes que trascienden las tres ramas tradicionales de gobierno. Tiene el poder legislativo de decretar ordenanzas para el condado; tiene el poder ejecutivo de supervisar las operaciones ejecutivas del gobierno del condado; y tiene el poder cuasi judicial en cuanto a ciertos asuntos limitados (como la audiencia de recursos de la comisión de planificación, si existe).
En cuanto a las operaciones cotidianas del gobierno de condado, a veces son supervisadas por un gerente de condado o un jefe administrativo, que informa al consejo, al alcalde o a ambos.
En algunos estados, el condado técnicamente tiene a un ejecutivo plural donde algunos funcionarios importantes son elegidos por separado del consejo de comisarios o supervisores (lo que implica que no pueden ser despedidos por el consejo). Esto puede crear tensiones si dichos funcionarios discrepan sobre cómo realizar mejor sus funciones respectivas.





Ámbito de poder.


El Sheriff del Condado de Los Ángeles.


El poder de los gobiernos de los condados varía mucho de un estado a otro, así como la relación entre condados y ciudades incorporadas. El gobierno del condado por lo general reside en una municipalidad llamada sede de condado. Sin embargo, algunos condados pueden tener sedes múltiples o ninguna.

Competencias mínimas

En Nueva Inglaterra, los condados funcionan como máximo como distritos judiciales de los tribunales o como departamentos del sheriff (actualmente en Connecticut solo como distritos judiciales y en Rhode Island han perdido ambas funciones) y la mayor parte de poder del gobierno por debajo del nivel estatal está en manos de ciudades y pueblos. En varios de los condados escasamente poblados de Maine, las pequeñas ciudades dependen del condado para la aplicación de la ley, y en Nuevo Hampshire algunos programas sociales se administran a nivel estatal. En algunos estados de Nueva Inglaterra, como Connecticut, partes de Massachusetts y Rhode Island, los condados son solo designaciones geográficas y no tienen ningún poder gubernamental y todo el gobierno se desarrolla a nivel estatal o municipal. 
En Connecticut, se han establecido 15 consejos regionales para llenar parcialmente el vacío dejado cuando el estado eliminó ocho gobiernos de condado en 1960. Los consejos regionales de Connecticut no se conforman con los antiguos límites del condado, sino que se forman por ciudades que comparten la misma región geográfica y tienen datos demográficos similares. La autoridad de los consejos regionales es mucho más limitada comparada con un gobierno de condado: los consejos regionales no tienen ninguna autoridad fiscal o autoridad para emitir permisos; los poderes mencionados se delegan en los gobiernos de las ciudades. Los consejos regionales tienen sin embargo autoridad sobre infraestructuras y planificación del uso de la tierra, distribución de fondos estatales y federales de proyectos de infraestructuras, planes de emergencia y aplicación limitada de las funciones legislativas.

Competencias medias

Fuera de Nueva Inglaterra, los condados proveen habitualmente, como mínimo, juzgados, servicios públicos, bibliotecas, hospitales, servicios de salud pública, parques, carreteras, aplicación de la ley y cárceles. Hay por lo general un registrador civil del condado, notario o escribano (el título varía) que recoge las estadísticas vitales (como nacimientos y defunciones), convoca elecciones (a veces en coordinación con una oficina de elecciones o una comisión), y prepara o procesa certificados de nacimientos, muertes, matrimonios, y disoluciones (decretos de divorcio). Los condados generalmente se encargan de los registros de bienes inmuebles. Otros funcionarios importantes del condado incluyen al forense, tesorero, perito, auditor y al fiscal del distrito.
En muchos estados el sheriff del condado es el jefe de las fuerzas encargadas de la aplicación de la ley en el condado.
En la mayor parte de los estados del oeste, el condado controla todas las áreas no incorporadas dentro de sus límites. En estados con un gobierno municipal, las áreas no incorporadas son controladas por el municipio. Los residentes de las áreas no incorporadas que están insatisfechos con decisiones de asignación de recursos a nivel del municipio o a nivel del condado pueden solicitar una votación para incorporarse como una ciudad o pueblo.
Unos pocos condados proporcionan transporte público propio, por lo general en forma de un simple sistema de autobuses. Sin embargo, en la mayor parte de los condados, el transporte público es proporcionado por un distrito especial limítrofe con el condado, una autoridad de tránsito regional multicondado o una agencia estatal.

Competencias amplias

Los condados más poblados proporcionan muchos servicios, como aeropuertos, centros de convenciones o exposiciones, museos, playas, puertos, zoológicos, hospitales, bibliotecas jurídicas y alojamientos públicos. Proporcionan servicios como juzgados, fuerzas del orden, atención familiar e infantil, servicios a la tercera edad, servicios de salud mental, servicios de bienestar, servicios de ayuda a veteranos de guerra, control de animales, supervisión de libertad condicional, preservación histórica, regulación de la seguridad alimentaria servicios de control ambiental. 
Tienen a muchos funcionarios adicionales, como defensores públicos, comisarios de artes, comisarios de derechos humanos y comisarios de planificación. Finalmente, también puede haber un cuerpo de bomberos del condado (distintos de los cuerpos de bomberos administrados por ciudades individuales, distritos especiales o el gobierno estatal).

Maryland, en particular, inviste a sus condados de amplios poderes, incluso las responsabilidades educativas (que en la mayor parte de estados están a cargo de distritos escolares específicos de cada ciudad, o áreas de distrito escolar que son comunes en estados como Illinois, Misuri y California).



Prensa.
EEUU

Algunos pueblos de EEUU están disolviendo su policía; citan problemas de contratación.

POR TRISHA AHMED Y JIM SALTER
ASSOCIATED PRESS
SEP. 7, 2023 

GOODHUE, Minnesota, EE.UU. —  Cuando el jefe de policía de la localidad estadounidense de Goodhue enfrentó dificultades este verano para cubrir las vacantes en su pequeño departamento, le advirtió al concejo municipal del poblado que nunca encontrarían nuevos agentes policiales a menos que mejoraran los salarios y las prestaciones.
Como nada cambió, el jefe Josh Smith renunció. Y también lo hicieron los pocos agentes que quedaban, lo que llevó a ese pueblo de 1.300 residentes de Minnesota a cerrar su fuerza policial a finales de agosto.
Estados Unidos enfrenta una escasez de agentes de policía que muchos en las fuerzas del orden atribuyen al doble golpe a la moral de 2020: la pandemia de COVID-19 y las críticas a la policía, que se desbordaron tras el asesinato del afroestadounidense George Floyd a manos de un oficial de policía. Desde Minnesota hasta Maine, y de Ohio a Texas, los pequeños poblados que no pueden cubrir vacantes están eliminando sus departamentos de policía y cediéndole ese trabajo al jefe policial de su condado, a un pueblo vecino o a la policía estatal.

La tendencia no es del todo nueva.

Al menos 521 pueblos y ciudades de Estados Unidos con poblaciones de 1.000 a 200.000 habitantes disolvieron sus departamentos de policía entre 1972 y 2017, según un artículo de 2022 de Richard T. Boylan, profesor de economía de la Universidad Rice, el cual fue revisado por otros expertos.
En los últimos dos años, al menos 12 localidades pequeñas han disuelto sus departamentos.
Ahora el condado Goodhue tiene un contrato para realizar tareas policiales en el pueblo de Goodhue, a pesar de que el jefe policial Marty Kelly intenta cubrir cuatro vacantes en su propio departamento. Dijo que tiene unos 10 solicitantes para esos puestos de trabajo. En comparación, una vacante en 2019 atrajo a 35 interesados, agregó.
Kelly sabe que, para lograr tener a todo su personal, tendrá que contratar nuevos policías que ahora trabajan para otras ciudades o condados, lo que creará vacantes en esos sitios, que a su vez enfrentarán dificultades para cubrirlas.

“Da miedo”, dijo Kelly. “Le quitamos a uno para darle al otro. Y no somos los únicos”.

El meollo del problema es el éxodo de personal de las fuerzas del orden. Las renuncias de agentes policiales aumentaron un 47% el año pasado en comparación con 2019 —el año anterior a la pandemia y al asesinato de Floyd—, y las jubilaciones se incrementaron un 19%. Eso es según una encuesta de casi 200 agencias policiales realizada por el Foro Ejecutivo de Investigación Policial (PERF, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro con sede en Washington, DC. 
Aunque la encuesta sólo representa a agencias afiliadas al PERF —una fracción de las más de 18.000 agencias policiales de todo el país, y no es representativa de todos los departamentos—, es una de las pocas iniciativas que examina la contratación y retención de policías y los compara con la época previa al asesinato de Floyd.

Para complicar aún más el éxodo de agentes veteranos, los jóvenes están cada vez menos dispuestos a cubrir los meses de entrenamiento necesario para convertirse en policías, explicó Chuck Wexler, director ejecutivo del PERF.

Menos personas se postulan para ser oficiales de policía, y más agentes se jubilan o renuncian a un ritmo tremendo”, dijo Wexler. “Hay escasez de policías en todo el país”.
Agencias policiales de todos los tamaños enfrentan dificultades para cubrir las vacantes. Pero el problema es especialmente grave en las comunidades más pequeñas, que no pueden igualar los salarios e incentivos que ofrecen las poblaciones más grandes.
Morris, otra ciudad de Minnesota, disolvió su departamento de policía el año pasado tras la continua salida de sus agentes. En ese momento, en la localidad de 5.100 habitantes sólo había dos policías. En Maine, el pueblo de Limestone disolvió su departamento de policía en marzo. El poblado vecino de Van Buren hizo lo mismo dos años antes.
En general, las tasas de criminalidad se mantuvieron sin cambios en las ciudades que disolvieron sus departamentos, encontró el estudio de la Universidad Rice. Los gobernantes de varias de esas ciudades dijeron que estaban contentos con el cambio.
El concejo municipal de Washburn, Illinois, disolvió su departamento en 2021 y dejó que el condado asumiera las funciones policiales para sus 1.100 residentes.
“Realmente no se nota gran diferencia”, declaró el alcalde Steve Forney. “El departamento policial del condado es muy receptivo. Me gusta. Siempre estuve entre quienes dudaban mucho en ir en esta dirección, pero siento que está funcionando para nosotros”.

Lott, Texas, un pueblo de unos 700 residentes, disolvió su departamento el año pasado. La alcaldesa Sue Tacker dijo que la localidad estaba en quiebra y no podía permitirse pagar a dos policías y otros dos empleados.
Ahora que los agentes del condado patrullan Lott, la tasa de criminalidad permanece baja y los tiempos de respuesta han sido buenos, explicó. Ella cree que los residentes están de acuerdo con el cambio.
“No he tenido ninguna queja”, agregó Tacker.
Goodhue ocupa aproximadamente 2,6 kilómetros cuadrados (una milla cuadrada) de terreno a 105 kilómetros (65 millas) al sur de Minneapolis. Se compone de casas acomodadas ordenadamente y algunos comercios pequeños —una panadería, una florería, una cafetería, un supermercado, un taxidermista—, la mayoría de ellos en tiendas con fachadas de ladrillo en el pequeño centro de la ciudad.
Durante años, el poblado padeció dificultades para reclutar y retener policías. El concejo municipal había aumentado el salario en un 5% este año y le dio a Smith un aumento de 13.000 dólares.
No fue suficiente. Smith le dijo al concejo en una reunión el 26 de julio que era prácticamente imposible atraer solicitantes para un trabajo cuyo salario inicial era de 22 dólares la hora. Eso es aproximadamente 10 dólares por hora menos de lo que ganan los policías del condado Goodhue.
Hay cero incentivos para venir a un pueblo pequeño”, dijo Smith en la reunión.
Dos semanas después, Smith notificó su dimisión. A los pocos días, el policía de tiempo completo y los cinco empleados de tiempo parcial restantes también renunciaron. El poblado acordó pagar al condado alrededor de 44.000 dólares por servicios policiales hasta que concluya el año. Las autoridades de Goodhue decidirán más adelante si extienden el contrato hasta 2024.
Ron Goebel, residente de Goodhue y contador jubilado, dijo que cree que el departamento policial del condado hará un buen trabajo, y espera que los habitantes del pueblo también ayuden.

“La gente puede cuidarse entre sí un poco”, prosiguió Goebel, y señaló que él mismo vigila si hay vehículos extraños en su vecindario. “Conocemos bastante bien a nuestros vecinos”.
Sin embargo, Goebel teme que la pérdida del departamento de policía sea otro reto para Goodhue y pueblos similares de todo el país.
“A medida que pierdes tus escuelas, pierdes tus negocios y pierdes tu fuerza policial, ¿Cuánto tiempo más puede el pueblo ser viable como pueblo?”, preguntó.



Una aglomeración urbana. 




Una aglomeración urbana es la región urbanizada que se extiende sin solución de continuidad a lo largo de varias circunscripciones administrativas; normalmente comprende una ciudad central y pueblos o ciudades satélite a los que ésta ha absorbido en su crecimiento. 
Los aglomerados tienden a constituirse alrededor de los grandes centros administrativos.
Con la denominación de región urbana se designa a la aglomeración urbana en la que varias ciudades cumplen funciones de orden similar, o bien cumplen funciones diferentes pero de rango similar.

Características.

En una aglomeración se pueden diferenciar claramente las dos grandes partes que componen su estructura urbana:

Las actividades terciarias de la ciudad (comerciales, financieras, administrativas y culturales) y la mayor fuente de empleo. Presenta un carácter organizado y posee la mayoría de los servicios de infraestructura y equipamiento urbano. Desde esta parten generalmente en forma radial las distintas vías de transporte que la comunican con los suburbios.
  • Los suburbios, estructurados a lo largo de las vías de transporte y rodeando a la ciudad central en forma de anillos concéntricos. Se definen por contar con densidades menores que los de la ciudad central, falta de continuidad y a veces apariencia caótica del tejido urbano, y una progresiva fusión con ámbitos subrurales a medida que se aleja del centro.
  •  Predominan las áreas residenciales, por los que se los suele definir como ciudades dormitorio. En los centros de las ciudades absorbidas por la ciudad central, se pueden encontrar también actividades comerciales y administrativas, pero que no superan en importancia al núcleo de esta.
  • Sobre las vías de comunicación, principalmente a lo largo de las autopistas, se ubican los grandes equipamientos urbanos que por razones funcionales o de espacio no se hallan en la ciudad central.



Una ciudad. 



Una ciudad es un asentamiento de población humana con atribuciones y funciones políticas, administrativas, económicas y religiosas, a diferencia de los núcleos rurales que carecen de ellas, total o parcialmente. Esto tiene su reflejo material en la presencia de edificios específicos y en su configuración urbanística.​

Una ciudad es un espacio urbano con alta densidad de población, en la que predomina el comercio, la industria y los servicios. Se diferencia de otras entidades urbanas por diversos criterios, entre los que se incluyen población, densidad poblacional o estatuto legal, aunque su distinción varía entre países.
La población de una ciudad puede variar entre unas pocas centenas de habitantes hasta decenas de millones de habitantes.
 Las ciudades son las áreas más densamente pobladas del mundo, por ejemplo São Paulo con sus cerca de 20 millones de habitantes​ tiene una densidad poblacional aproximadamente 7160 hab/km², mientras que todo Brasil cuenta con poco más de 22 hab./km². 

El término ciudad suele utilizarse para designar una determinada entidad político-administrativa urbanizada.​ Sin embargo, la palabra también se usa para describir un área de urbanización contigua (que puede abarcar diversas entidades administrativas).



Por ejemplo, la ciudad de Londres propiamente dicha tiene aproximadamente 8 millones de habitantes. No obstante, cuando alguien se refiere a la ciudad de Londres, suele referirse a su área metropolitana, es decir, al conjunto de su área urbanizada, la cual tiene aproximadamente 15 millones de habitantes. 

Otro claro ejemplo es la ciudad mexicana de Guadalajara, que tiene un área metropolitana formada por 10 municipios, y cuyos puntos están distribuidos por toda el área metropolitana, a la cual popularmente se le conoce como Guadalajara. La Ciudad de México y su zona metropolitana con más de 20 millones de habitantes es otro ejemplo.
 También podría usarse como ejemplo la confusión que se crea cuando se habla del Área Metropolitana de Buenos Aires, ya que el Gran Buenos Aires junto con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son confundidos como una sola ciudad, “Buenos Aires”, pero los alrededores de la capital Argentina (muchas veces denominado "Gran Buenos Aires") es política y administrativamente parte de la Provincia de Buenos Aires, separado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que funciona como una provincia y además es la capital de la República Argentina. Ambas son gobernadas por distintas instituciones, además la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene capacidades de autogobierno prácticamente idénticas a las de una provincia Argentina. 
Tokio, muchas veces descrita incorrectamente como una ciudad, es en realidad una provincia de Japón, formada por 23 barrios diferentes. Santiago de Chile es una ciudad conformada por 40 municipios, a todo el conjunto en general se lo conoce cómo Gran Santiago.
 



Una ciudad dormitorio es una ciudad cuyos residentes normalmente trabajan en otra, aunque vivan y coman en ella. El nombre también sugiere que estas comunidades tienen poca actividad económica propia más allá de establecimientos pequeños para sus habitantes.

Las ciudades dormitorio por lo general son parte del área metropolitana de una ciudad. La diferencia entre una ciudad dormitorio y un suburbio no es siempre clara. Por lo general, se considera que un suburbio se desarrolla en las áreas adyacentes a los principales centros de empleo, mientras que una ciudad dormitorio crece originalmente en una zona rural o semirural. Esta distinción se pierde cuando el crecimiento urbano une a las dos comunidades.

El problema de la descongestión de las grandes ciudades es solucionado mediante la creación de estas ciudades dormitorio, o también llamadas ciudades satélite. Esto anuncia la transición de la sociedad industrial a la postindustrial, orientada al ocio y al consumo. Por otra parte, esto propicia una dependencia excesiva del coche y del transporte público, ya que las principales fuentes de trabajo y de ocio están deslocalizadas. Las personas que viven en ciudades dormitorio requieren desplazarse tanto para trabajar como para obtener bienes y servicios.



Ciudad satélite es una ciudad cuyo rango inferior dentro de una aglomeración urbana la hace depender de una ciudad principal, a cuya área de influencia pertenece. Sus habitantes satisfacen en ellas sus necesidades primarias, mientras que las de un determinado nivel han de satisfacerlas en la ciudad central. Por ejemplo: habría servicios sanitarios de primer y segundo nivel, pero no servicios muy especializados; habría comercios de determinado nivel, pero para otros, habría que desplazarse a los comercios más especializados de una gran ciudad.
Cuando las funciones que cumple una ciudad satélite son de orden muy inferior incluso a lo que le correspondería por su población se habla de ciudad dormitorio (en un caso límite, sólo se satisface la función residencial, desplazándose sus habitantes a otros lugares incluso para el trabajo diario, compras u ocio).
Es el caso de ciudades de crecimiento muy rápido y deficientemente planificado, como fue el caso de las del Área metropolitana de Madrid y Barcelona en los años 1960 y 1970.
La teoría de los lugares centrales predice que el lugar que ocupa un núcleo de población en el espacio geográfico determina sus funciones urbanas y tamaño, de un modo comparable a cómo la ley de gravitación universal explica la posición de los planetas y satélites en el sistema solar; de ahí la analogía del nombre.



Suburbio. 



suburbio. 
Del lat. suburbium. (RAE

1. m. Barrio o núcleo de población situado en las afueras de una ciudad y que, generalmente, constituye una zona deprimida.

Suburbio es un término propio de la geografía urbana, procedente del latín suburbium, para designar a las zonas residenciales de la periferia urbana o extrarradio; mientras que propiamente en lengua española el concepto designa a los barrios bajos, pobres, marginados o degradados de esas zonas periféricas alejadas del centro de la ciudad.

Las características de las zonas suburbanas, en el sentido que se le da en el urbanismo estadounidense, están determinadas por el componente social de su población: gente joven de clase trabajadora, que se establecen en multinúcleos menores dispersos cercanos a la ciudad y comunicados con buenos sistemas de carreteras hacia las periferias. 
El modelo de convivencia de la vida social es por amistades en espacios públicos, escuelas, plazas, fiestas, etc., que da uniformidad a los servicios e instituciones y a una calidad de vida de habitabilidad superior a la ciudad: espacios verdes, paisaje abierto, etc., pero trasladando los mismos problemas si no se cuida la planificación y se evitan los factores que han hecho declinar a las ciudades, algunas veces por cuestiones sociales con relación a instituciones educativas, sanitarias y de ocio, entre otras.
Estos ciudadanos buscan la libertad personal como autonomía, mayores espacios entre las unidades familiares, sobre todo en América del Norte, que convierte las carreteras vecinales en calles orientadas hacia autopistas regionales y en mayor o menor grado es el modelo en Europa. 
Estas conurbaciones alcanzan su identidad como ciudades de un nuevo tipo: viviendas dispersas que disponen de centros comerciales, educativos, sanitarios y tecnológicos, que sirven a cada una de las porciones o núcleos de la nueva área metropolitana, magnificando en el mismo sentido la función clásica de la ciudad principal con el clásico cometido de centro administrativo y de servicios con menos habitantes fijos que han sido desplazados a los suburbios de viviendas más económicas o a los núcleos de expansión a una distancia razonable del lugar de trabajo.



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Del tirador a la ciudad
Coordinado por ANATXU ZABALBEASCOA
DEL TIRADOR A LA CIUDAD

De sueño americano a pesadilla mundial.

La muestra ’Suburbia’ recorre casi siete décadas del sueño de tener una casa con jardín a la pesadilla de ver desaparecer el paisaje y los ideales que lo propiciaron
'Chandler, Arizona de Mowing the Lawn portfolio', (2006) de Greg Stimac del Museum of Contemporary Photography, Columbia College Chicago



09 ABR 2024 -

La modernidad era americana. Tener una casa con jardín y, atención, sin vallar. A un lado, la vivienda tenía un garaje que servía para aparcar el coche o para convertirlo en taller de bricolaje, el hobby del marido que, lata de cerveza en mano, mantenía un césped de no más de un centímetro.
El lugar de la mujer era el interior. La cocina americana que, al no estar separada del salón, la conectaba con el resto de la familia. Y le permitía el pluriempleo: vigilar a los niños mientras apretaba botones para limpiar o preparar la cena (abriendo latas y calentando lo que había comprado en el supermercado en el microondas). Los niños podían hacer deporte —¿qué casa no tenía una canasta de baloncesto en un rincón de la fachada?— y empezar a ganarse un dinerito temprano repartiendo, en bicicleta, el periódico de la tarde enrollado. El porche era el territorio del perro, que dormitaba, de las mujeres que, sobradas de tiempo gracias a la ayuda de los electrodomésticos, podían pintarse las uñas o reunirse con sus amigas, mientras sus maridos veían el partido de beisbol en el televisor, el único en el interior de la vivienda que había sustituido a la chimenea. Nos hemos hartado de ver ese paisaje en las películas y de imaginarlo en las novelas. ¿Qué ha ocurrido con tanta armonía?

Las ciudades han crecido históricamente, tanto por el éxito como por, ay, el fracaso. Las personas llegamos a ellas para transformar nuestra vida —trabajando, estudiando o en busca de oportunidades— y nos encontramos con que, hoy, casi más difícil que encontrar trabajo es hallar dónde poder pagar un piso/habitación para dormir.
La falta de espacio en el centro urbano, o su congestión, su contaminación o su venta al mejor postor, hizo crecer las ciudades norteamericanas. Pero también una planificación urbanística que ponía el negocio de la venta de inmuebles y coches (el refugio y el transporte de las personas) por encima de cualquier otra prioridad. Así, la vida en los suburbios americanos era, comparada con la vida en los suburbios europeos, un escenario libre de conflictos, el espacio para la familia ideal.
Las viviendas se publicitaban como el sueño americano para vivir en contacto con la naturaleza, no se decía que lejos del centro urbano. Básicamente prefabricadas, se podían levantar rápidamente, ampliar con el tiempo y hasta singularizar eligiendo el color de la madera de la fachada.

A trabajar se podía ir en coche, hasta la estación, y de ahí coger un tren. En un país sin sistema de sanidad pública, ni acceso casi gratuito a una educación superior, los chavales tenían transporte gratuito —en un school bus amarillo que no ha alterado su estética— hasta la escuela secundaria y/o el instituto. Pero… en cuanto cumplían 16 años se sacaban el carnet de conducir y compraban un coche de segunda mano. Para entonces, habían dejado de repartir diarios y trabajando unas horas en el McDonalds local podían pagarse la gasolina. Así de barata era la lógica del coche. Tanto que en muchos barrios ni se construían cines: se llegaba hasta la pantalla sin salir del coche. Aquello era el modelo americano. El Estado pagó —con los impuestos de todos— por la construcción y el mantenimiento de las carreteras. Descuidó, en muchos casos, la red ferroviaria menos rentable. ¿Qué pasó entonces si todo parecía perfecto?
La exposición del CCCB (Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona) Suburbia. La construcción del sueño americano lo cuenta. Hasta el 8 de septiembre puede uno trasladarse en el tiempo y, gracias al trabajo de su comisario Philipp Engel, contagiarse de tanta esperanza y felicidad. También decepcionarse al darse cuenta de que la felicidad es siempre algo temporal.

Sucedieron varias cosas. En primer lugar, esos nuevos suburbios verdes y alegres eran también guetos. La diversidad urbana, la variedad étnica o social, rara vez podía compartir un mismo tipo de vivienda. Las casas eran todas espaciosas, fomentando indirectamente el consumo. Pero además, llegado un punto, lo de dejar la puerta abierta dejó de funcionar. Con la llegada del miedo, buena parte de la población más acostumbrada al hágalo usted mismo que a confiar en las instituciones públicas, adquirió armas de fuego. El verde bucólico se llenó de rifles y de coches.
La vida en el suburbio se hacía entorno al centro comercial, que mantenía una temperatura constante hiciera fuera 40 o menos diez grados. Hoy, cientos de esos centros comerciales han desaparecido. La muestra expone ese paisaje desolador. De la misma manera que en Europa vemos desaparecer el pequeño comercio por la llegada de Amazon —o vemos las tiendas del barrio reconvertirse en centros de recogida— en Estados Unidos la compra por correo arruinó su principal lugar de ocio.
Hay mucho más, y Engel —que estudió literatura comparada— tiene una mirada capaz de explicar la arquitectura y el urbanismo más allá de los edificios y las calles. Ese es el valor de esta exposición. El papel de la mujer, que sólo iba a tener que apretar botones en aquellas cocinas mecanizadas, cambió con su incorporación masiva al mercado laboral. Y, con esa independencia económica, con su capacidad para tomar decisiones propias. Los niños comenzaron a desaparecer con el descenso de la natalidad. Llegaron, además, otras razas, otras culturas, otras maneras de relacionarse con la calle. Y con la soledad. Los periódicos dejaron de imprimirse, y de leerse. Los coches, que ofrecían tanta libertad, pasaron a ahogar los suburbios. En el tren hacia la ciudad ya no se lee el diario de la tarde, se mira lo que el algoritmo quiere que nos distraiga.

El geógrafo Francesc Muñoz retrata en esta exposición lo que ocurrió en Cataluña: la época del adosado. Y sus consecuencias para las ciudades. Hoy, cuando entendemos que tener un coche es un lujo y no un derecho, cuando no lo vemos como el futuro, sino casi como una rémora del pasado, y cuando hemos recuperado calles para caminar, nuestra vida, nuestras finanzas y nuestros cuerpos están cambiando.
Lo único que parece permanecer en la ciudad, y en los suburbios que la rodean, es su inagotable capacidad de transformación. También la prioridad de comercializar con los sueños. Convertidos nosotros mismos en turistas por todo el mundo: hemos asistido a la invasión del turismo que nos ha dejado con escasas posibilidades de vivir en la ciudad. E incluso en los suburbios más cercanos. Ahora Amazón presume de salvar la vida en los pueblos gracias a sus repartos. Suceda lo que suceda, tenemos material para nuevas películas y novelas: la realidad seguirá superando a la ficción.



CENTRO DE CULTURA CONTEMPORÁNEA DE BARCELONA
‘Suburbia’, el sueño americano entre la fascinación y el delirio.



El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona recorre la historia y el impacto en el imaginario artístico y cultural de los suburbios de clase media norteamericana.

El suburbio estadounidense como espacio físico y mental, a medio camino entre la ciudad y el campo, y en el que viven la mitad de los norteamericanos. Casa, jardín y dos coches. Y como fenómeno aspiracional, contradictorio y máquina de producir actitudes, hábitos, valores e imágenes. El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) recorre en una exposición la historia y el impacto en el imaginario artístico y cultural de los suburbios de clase media entre finales del siglo XIX y la actualidad. La muestra que se inaugura este martes y se podrá ver hasta septiembre, recorre en paralelo la historia de los suburbios y la producción cultural que han generado en cada época.
 Es una ambiciosa producción propia del CCCB, una idea del comisario, el periodista Philipp Engel, dirigida por Jordi Costa y un extenso equipo que ha trabajado durante dos años. La exposición toma el nombre de Suburbia, el libro en el que Bill Owens fotografió esta realidad fascinante que nos vendieron como símbolo del sueño americano pero tiene claroscuros y por momentos se convierte en una pesadilla o un delirio. La muestra también tiene una potente lectura en clave de género o racial.

La exposición relata que los primeros suburbios fueron creados para clases altas gracias al ferrocarril (¡el primer suburbio fue Brooklyn!, recuerda el comisario), crecieron gracias a la extensión de los tranvías (impresionante el plano de tranvías de la ciudad de Los Ángeles antes de que los coches la llenaran de asfalto) y estalló en los años 50 del siglo pasado gracias al santificado coche. En este caso el Ford T, lo que vendría a ser nuestro Seat 600. El boom lo protagonizaron en parte familias de soldados que regresaban de la Segunda Guerra Mundial a unas ciudades donde no tenían espacio.
 De “la utopía burguesa” a la “democratización” gracias a casas prefabricadas, pero también “la pesadilla” en la que se convirtió para muchas mujeres (las Reinas del Hogar se las llamaba), o las paranoias y temores que provocó la idea de inseguridad en estos barrios, donde hay familias armadas hasta los dientes gracias a la Segunda Enmienda de la Constitución. Además de la “disturbia”, como se diagnosticó la ansiedad de habitar el suburbio. O “el color del paraíso”, que cuenta episodios de rechazo a las primeras familias no blancas que se mudaron a los suburbios. Las palabras entre comillas son títulos de espacios de la exposición.

Ya al final, “el infierno de las MacMansions”, el delirio de millonarios que se construyen mansiones que tienen todo menos contención y equilibrio. Casas de 1.500 metros cuadrados y hasta tres millones de dólares de propietarios que prescinden de arquitectos y donde las cocinas parecen de programas de televisión o hay salones que parecen la recepción de un hotel. Lo cuenta bien la inventora del concepto, periodista y crítica de arquitectura Kate Wagner, que ha estado en la inauguración y cuya obra se puede ver su web. La exposición termina con imágenes de malls (gigantescos centros comerciales) abandonados, porque sus clientes compran ahora por Amazon. Y un impresionante pasillo de imágenes aéreas de suburbios de Benjamin Grant que permiten hacerse a la idea de la bestial dimensión y extensión de este modelo urbanístico. También de las iglesias (mega-church, precisan los pies de foto) que albergan.
La muestra reúne muchísimo material. Desde cuadros del siglo XIX, hasta esculturas recientes que evocan el colapso del modelo, pasando por los cuadros del sevillano Alberto Ortega, que pinta al óleo escenas nocturnas de suburbios. Hay series de televisión de los años 50 hasta la actualidad. Publicidad institucional que llamaba a abandonar el alquiler al grito de “el dinero de tu alquiler pagará una casa”, o anuncios de cortacéspedes de 1890.
 Un Ford T de verdad. Lavadoras, batidoras, neveras y tostadoras vintage. Y manuales como The American Womens Home, de 1869. Multitud de libros y revistas (un ejemplar de Life, por ejemplo, con una portada que explica cómo actuar ante un ataque nuclear). Una entrevista a Todd Solondz, que ha hecho del suburbio escenario de las películas en las que desnuda la sociedad americana. Una ilustración de Norman Rockwell que muestra la llegada de afroamericanos a los suburbios en 1967.
La directora del CCCB, Judit Carrera, ha celebrado que, en su 30 aniversario, el centro cultural “vuelva a poner la ciudad en el debate cultural, justo cuando más lo necesita” y ha alertado de que “la ciudad dispersa resuena en Europa”, donde el 73% de los ciudadanos viven en zonas urbanas y el resto en barrios periféricos. 
Carrera ve en la exposición “un espejo para pensar la ciudad que tenemos y queremos, recordatorio de que la forma de las ciudades tiene consecuencias políticas y sociales” y ha señalado que hasta septiembre habrá una extensa programación, con voces norteamericanas, unas jornadas sobre el fenómeno en Cataluña y un ciclo de cine que se proyectará en agosto.
 El director del proyecto, Jordi Costa, ha afirmado que el fenómeno Suburbia “nos interpela a todos, aunque parezca lejano, como espacio mental y en las ficciones, espacio de vida” y que “en pandemia la idea de reconectar con la naturaleza volvió a mostrar estos espacios como deseables”. 
Al borde de las lágrimas, el comisario Philipp Engels ha dicho que se “quedaría a vivir” en la exposición.

Después de la parte de Suburbia que reflexiona sobre los barrios periféricos de Estados Unidos, en una colaboración con el geógrafo Francesc Muñoz, se analizan también el fenómeno de los suburbios en Cataluña. Desde las casas unifamiliares cerca de Barcelona para pasar el fin de semana, hasta los adosados los retos que plantea la dispersión.




Inner suburb.

Suburbio interior es un término que se utiliza para una variedad de comunidades suburbanas que generalmente están muy próximas al centro de una gran ciudad. Su densidad urbana es menor que el interior de la ciudad o el distrito central de negocios.

En los países de la Commonwealth (especialmente Australia y Nueva Zelanda), los suburbios interiores son la parte de la zona urbana que constituye la zona de transición, ubicadas fuera del distrito central de negocios, así como de la zona de clase (tradicional) de trabajo. Los suburbios de las grandes ciudades son las más antiguas y con frecuencia las más densas áreas residenciales de la ciudad. Ellos tienden a parecer con un alto nivel de desarrollo de uso mixto. Tradicionalmente, los suburbios interiores han sido el hogar de la clase obrera, pero como los trabajos de manufactura han emigrado a la periferia de las ciudades, muchos suburbios se han convertido en aburguesados.

En los Estados Unidos, en los suburbios interiores (a veces conocido como suburbios "de primer anillo") son las comunidades más antiguas, más pobladas de una zona metropolitana que experimentó la expansión urbana antes del baby boom tras la Segunda Guerra Mundial, por lo tanto son anteriores significativamente los de su exterior contrapartes suburbanos o extraurbanas.



Exurbio.

Comunidad pequeña, generalmente próspera, situada más allá de los suburbios de una ciudad.


Un exurbio (o alternativamente: área exurbana ) es un área fuera del área suburbana interior típicamente más densa, en el borde de un área metropolitana,que tiene alguna conexión económica y de transporte con el área metropolitana, baja densidad de vivienda y crecimiento. Conforma una interfaz entre paisajes urbanos y rurales que mantienen un carácter urbano limitado por su interacción funcional, económica y social con el centro urbano , debido a su carácter residencial dominante. 
 Los exurbios consisten en "aglomeraciones de viviendas y empleos fuera de los límites municipales de una ciudad principal"  y más allá de los suburbios circundantes.

Definiciones.
 
La palabra exurb (un acrónimo de extra (exterior) y urbano ) fue acuñada por Auguste Comte Spectorsky , en su libro de 1955 The Exurbanites, para describir el anillo de comunidades prósperas más allá de los suburbios , que son ciudades de cercanías para un área urbana. 

En otros usos, el término se ha ampliado para incluir distritos extraurbanos populares que, no obstante, pueden tener transporte deficiente y economías subdesarrolladas debido a la distancia del centro urbano .





QUÉ SON LOS EXURBIOS Y CÓMO ESTÁN CAMBIANDO EL URBANISMO MODERNO.

FRIDAY, MARCH 01, 2024

Autora | Raquel C. Pico  

La dicotomía entre lo rural y lo urbano es uno de los puntos clave que se usan para hablar de cómo vive la población en el mundo moderno. Las ciudades y sus aglomeraciones son grandes polos de atracción y han ido captando —llevan haciéndolo siglos ya— a quienes viven en el campo. En este arranque del siglo XXI, las estadísticas indican que cada vez serán más quienes vivan en las ciudades y que esto abrirá nuevos problemas que tendrá que responder el urbanismo moderno. Sin embargo, no todos son blancos y negros. También existen grises y es ahí donde se posicionan los exurbios.

QUÉ SON LOS EXURBIOS

La pregunta de qué son los exurbs y qué papel están asumiendo en la demografía no es exactamente nueva. Los medios estadounidenses —país desde el que ha llegado el término a otras latitudes— llevan analizándolo años, especialmente tras la pandemia de covid-19 y su impacto en los patrones urbanísticos. En 2021, la National Association of Home Builders (NAHB) estadounidense hablaba de que la construcción en zonas exurbanas había crecido en un 20%, el doble que en áreas metropolitanas. De hecho, algunos municipios rurales estaban viviendo un crecimiento exponencial de población.

Los exurbs —convertidos en castellano en exurbios— son difíciles de definir, como recuerdan en Business Insider, pero muestran ciertos patrones que los diferencian del mundo rural y de los suburbios. Frente a estos últimos, que existen en continuidad con la ciudad, los exurbios son zonas exentas, asentadas en el mundo rural. Están a una distancia próxima de sus ciudades de referencia, aunque la densidad de población es más baja en que esos entornos urbanos. Una parte importante de sus habitantes va y viene de forma regular a la ciudad por cuestiones laborales.
Esto no es, en realidad, tan sorprendente en Europa. En algunas regiones del continente, no resulta tan raro vivir en el campo y trabajar en la ciudad y que los límites de la ciudad y el mundo rural se hayan vuelto más difusos. Por eso, se habla de entornos rururbanos, en los que el campo se convierte en el espacio de residencia de los trabajadores urbanos o, incluso, en el lugar al que se llevan servicios y actividades que antes estaban en las ciudades y sus suburbios.

LA ERA DORADA DEL EXURBIO.

Aunque ya se pueden encontrar análisis mediáticos estadounidenses sobre el potencial crecimiento de los exurbios antes de la crisis económica de 2008, lo cierto es que ha sido el contexto creado por la pandemia el que ha impulsado el boom del exurbio en ese país. Las explicaciones que analistas e investigadores han encontrado a esta realidad podrían ayudar a predecir —o incluso entender— que ocurra un proceso paralelo en otras áreas geográficas.
Los exurbs se han beneficiado de dos realidades clave. La primera es la economía inmobiliaria: comprar en estas zonas rurales es más barato que en las urbanas y da acceso a más espacio. La segunda está conectada con elementos menos tangibles. Al estar suficientemente cerca de las ciudades, se puede seguir teniendo acceso a sus servicios (como el ocio) y manteniendo una relación laboral con ellas. Incluso, el teletrabajo posibilita mantener el puesto de empleo, pero en remoto y desde el campo.

LOS RETOS DEL CRECIMIENTO RURURBANO

Aun así, el interés por los exurbs no está exento de problemas, que tendrán que ser afrontados por el urbanismo si la tendencia se consolida y se convierte en una de las dominantes en los próximos años. En primer lugar, estos movimientos de población podrían apuntalar la gentrificación rural, un proceso que ya existe y que, como en los entornos urbanos, impacta en la población existente en las áreas afectadas.
En segundo lugar, las zonas rurales que se ponen de moda en este tipo de procesos se deben enfrentar a un crecimiento rápido de la población para el que no necesariamente tienen capacidad e infraestructuras de servicios suficientes. Fue algo que ya se vivió durante la pandemia del coronavirus, cuando algunas zonas denunciaban una saturación de sus servicios médicos conectada con los movimientos de población.
Igualmente, esta falta de servicios tiene un efecto dominó para el resto de la zona. Por ejemplo, el salto a los exurbios implica habitualmente la compra de un segundo coche, puesto que las redes de transporte público rurales no suelen ser eficientes (una cuestión, por otra parte, que los habitantes del rural denuncian desde hace mucho tiempo). 
Esto genera contaminación y satura, potencialmente, los accesos urbanos en la ciudad de referencia.
Finalmente, tampoco se debería caer en la trampa de ver los exurbs como una solución mágica a cuestiones como la pérdida de población de ciertas zonas rurales. Dado que se buscan áreas cercanas a los entornos urbanos, esta no será la llave que permita frenar la despoblación en aquellas zonas más aisladas o alejadas de las ciudades.


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Los Angeles.







Muestra áreas urbanas dentro del área estadística combinada de Los Ángeles-Long Beach. Los condados del área estadística metropolitana de Los Ángeles-Long Beach-Anahaim se muestran en color crema más claro, y los condados del área estadística combinada, pero no de MSA, se muestran en amarillo más oscuro. Se han eliminado partes del extremo oriental de los condados de Riverside y San Bernardino. Creado utilizando productos geográficos de dominio público de la Oficina del Censo de Estados Unidos.


El Gran Los Ángeles es el área metropolitana más poblada del estado estadounidense de California , y abarca cinco condados del sur de California que se extienden desde el condado de Ventura en el oeste hasta el condado de San Bernardino y el condado de Riverside en el este, con el condado de Los Ángeles en el centro y Orange. Condado al sureste. 
El área estadística combinada (CSA) de Los Ángeles-Anaheim-Riverside cubre 87.940 km2 , lo que la convierte en la región metropolitana más grande de los Estados Unidos por superficie terrestre. 
El área urbana contigua es de 5.910 km 2,  mientras que el resto se compone principalmente de zonas montañosas y desérticas. Con una población de 18,3 millones en 2023,  es la segunda área metropolitana más grande del país, detrás de Nueva York , así como una de las megaciudades más grandes del mundo . 

Hay tres áreas urbanas contiguas en el Gran Los Ángeles: Inland Empire , que puede definirse en términos generales como los condados de Riverside y San Bernardino; el área metropolitana de Ventura/Oxnard (condado de Ventura); y el área metropolitana de Los Ángeles (también conocida como Los Ángeles Metropolitana o Metro LA ) que consta únicamente de los condados de Los Ángeles y Orange. 

La Oficina del Censo designa a esta última como el área estadística metropolitana (MSA) de Los Ángeles-Long Beach-Anaheim, la cuarta área metropolitana más grande del hemisferio occidental y la segunda área metropolitana más grande de los Estados Unidos, con una población de 13 millones a partir de el censo estadounidense de 2020. 

Tiene una superficie total de 12.561 km 2

Aunque San Diego-Tijuana limita con el área metropolitana de Los Ángeles en San Clemente y Temecula , no forma parte de ella ya que las dos áreas urbanas no son geográficamente contiguas debido a la presencia de Camp Pendleton . Sin embargo, ambos forman parte de la Megalópolis del Sur de California que se extiende hasta Tijuana, Baja California , México. 
A lo largo del siglo XX, el Gran Los Ángeles fue una de las regiones de más rápido crecimiento en Estados Unidos, pero el crecimiento se ha desacelerado desde 2000.



Espacio urbano.

La reputación de la extensión urbana en el área de Los Ángeles es más histórica que actual. La ciudad de Los Ángeles comenzó a crecer al mismo tiempo que la compañía de ferrocarriles Pacific Electric Railway. La misma se extendía desde el centro de Los Ángeles a toda el área de la ciudad y a Pasadena. Pero con la popularidad de los automóviles y la caída de las compañías de ferrocarril los pueblos de fuera de la ciudad comenzaron a crecer más, ganando en extensión.
 Con esta descentralización, la ciudad de Los Ángeles es menos urbana comparada a otras ciudades estadounidenses. Se debe tener en cuenta las montañas de Santa Mónica que cruzan la ciudad. Por ese lado, el área del oeste de Los Ángeles es una de las zonas de mayor densidad de población en todo Estados Unidos.
Area (km2)Population
 (2023)

Los Angeles–Long Beach–Anaheim, CA
(MSA)
12,58013,200,998
Riverside–San Bernardino–Ontario, CA
 (MSA)
70,6104,599,839
Oxnard–Thousand Oaks–Ventura, CA
(MSA)
4,7702,744,843
Los Angeles–Long Beach, CA CSA87,96020,644,680

Con el crecimiento del área urbana de Los Ángeles, nuevas casas e industrias prefieren las regiones del condado de Riverside y la ciudad de Irvine. La población y precios de viviendas en estas áreas del Inland Empire y otras han subido bastante en las últimas décadas. Al mismo tiempo, la Autoridad de Transportes de Los Ángeles promueve la construcción de viviendas de alto nivel de densidad. 
En los suburbios de la región la población ha aumentado, dando como resultado una alta densidad de 2,730/km² de acuerdo al censo del año 2000. Pero el esparcimiento de Los Ángeles llegó a su límite geográfico alrededor del año 2000, y tuvo que extenderse salvando cerros completos.


Historical population
Greater Los Angeles CSA
(Five-county area)
CensusPop.Note
1900250,187
1910648,316159.1%
19201,150,25277.4%
19302,597,066125.8%
19403,252,72025.2%
19504,934,24651.7%
19607,751,61657.1%
19709,981,94228.8%
198011,497,48615.2%
199014,531,52926.4%
200016,373,64512.7%
201017,877,0069.2%
202018,644,6804.3%
2023 (est.)18,316,743−1.8%
U.S. Census Bureau

Los vendedores de viviendas se concentran así en las áreas centrales de la ciudad de Los Ángeles. Por ejemplo, en el centro de Los Ángeles se han edificado varios rascacielos (muchos de ellos residenciales), las oficinas libres comienzan a escasear y los alquileres siguen subiendo. La gente y el alcalde Antonio Villaraigosa entienden que las claves para el futuro del área y la ciudad son el transporte público y de alta densidad. 
El Gran Los Ángeles es el área metropolitana más grande de América por kilómetro cuadrado, más grande que la Ciudad de México (en el valle de México) y dos veces más grande que Nueva York. Se estima que el Gran Los Ángeles sobrepasará al área metropolitana de Nueva York en población. 
En 2010 la población de Nueva York era de 22.2 millones mientras que la de Los Ángeles ascendía a 20.5 millones de habitantes.



CALIFORNIA.

Las grandes caídas de población en Los Ángeles y San Francisco transforman las zonas urbanas de California.

Ethan Roman y su padre, Eliazar Cabrera, cargan cajas en un camión U-Haul mientras
 se preparan para mudarse de Los Ángeles.


Los Ángeles perdió más residentes que cualquier otro condado del país durante el primer año de la pandemia de COVID-19, según los nuevos datos del censo.

Por Hayley Smith y Sarah Parvini
Mar. 29, 2022 

Los Ángeles y San Francisco experimentaron considerables descensos de población durante el primer año de la pandemia del COVID-19, según muestran los nuevos datos del censo, lo que subraya cómo la crisis de la vivienda en California y otras fuerzas demográficas están remodelando dos de sus mayores ciudades.
En términos de cifras totales, el condado de Los Ángeles perdió unos 160.000 residentes, más que cualquier otro condado del país. Pero el condado de Los Ángeles tiene unos 10 millones de habitantes, por lo que la pérdida per cápita fue de algo más del 1%, frente al 6,7% de San Francisco y el 6,9% de Nueva York.
“Estamos en esta nueva era demográfica para California de crecimiento muy lento o incluso negativo”, dijo Hans Johnson, demógrafo del Instituto de Políticas Públicas de California. “Y esto tiene numerosas implicaciones: desde cómo vivimos nuestras vidas hasta qué escuelas se tendrán que cerrar, y el tipo de infraestructura de transporte y vivienda que necesitaremos."

Los datos, publicados el jueves por la Oficina del Censo de Estados Unidos, muestran que California en su conjunto vio una pérdida neta de casi 262.000 residentes entre el 1 de julio de 2020 y el 1 de julio de 2021, con la mayor parte de las pérdidas procedentes del condado de Los Ángeles: 159.621 personas. La segunda mayor pérdida a nivel de condado en la nación fue la de Nueva York, que se redujo en unos 111.000 residentes.
Los hallazgos pintan una imagen de un estado en cambio, con factores como el aumento de los precios de la vivienda, la disminución de las tasas de natalidad y más opciones de trabajo desde el hogar que contribuyen a una mayor movilidad de la población.

“Esta pérdida que experimentan tanto California como el condado de Los Ángeles son una especie de tormenta perfecta desde el punto de vista demográfico, y todos los componentes que conducen al cambio de la población tienden a la baja tanto para el estado como para Los Ángeles”, dijo Johnson.
Casi toda la pérdida de población del estado fue impulsada por la migración interna, lo que significa que la mayoría de las personas que se están yendo están eligiendo irse - a menudo en busca de una vivienda más asequible y oportunidades de trabajo.
Jena Lords dijo que ella y su marido hablaron de dejar Bakersfield durante varios años porque no estaban contentos con la dirección que estaba tomando el estado. El año pasado se mudaron a Idaho.
“La razón principal era el derecho a la 2ª Enmienda”, dijo Lords, de 39 años. “También está el alto coste de la vida, las tasas de los impuestos y las regulaciones”.
Tanto Lords como su marido trabajaban en la industria de las armas de fuego, dijo. Para ellos, era como si “el gobernador no quisiera que pudiéramos defendernos”.
La pandemia proporcionó una rara oportunidad para que la pareja se mudara: Lords había estado trabajando a distancia como coordinadora de departamento en Cal State Bakersfield y su marido dejó su trabajo en noviembre de 2020. La primavera pasada, ella aceptó un puesto como asistente administrativa en la Universidad Estatal de Idaho.
Ella y su marido vivieron en su vehículo de recreo durante 10 meses antes de cerrar la compra de una casa de 140.000 dólares situada en medio acre de terreno en Pocatello, a una hora al sur de Idaho Falls, hace dos meses.
“Lo más difícil fue dejar a nuestros amigos y a nuestra familia, y la playa, por supuesto”, dijo Lords. “Es increíble la diferencia de cultura. Es una verdadera sensación de pueblo”.

California en general perdió alrededor de 367.000 personas, un número mayor que la pérdida neta, que incluye las ganancias de los nacimientos y otras fuentes. Los Ángeles perdió cerca de 180.000 personas debido a la migración interna
Las cifras del censo subrayan las pérdidas de población que ha sufrido el estado en los últimos años. El estado perdió un escaño en el Congreso por primera vez en la historia debido al escaso crecimiento de la población.
La zona de la bahía, donde los costes de la vivienda se han disparado durante mucho tiempo, se ha visto especialmente afectada. San Francisco perdió unos 54.000 residentes y el condado de Santa Clara -sede de Silicon Valley- 45.000 personas.
Sin embargo, las zonas más asequibles del sur de California, como los condados de Riverside y San Bernardino, experimentaron un crecimiento durante este periodo, incluyendo a personas procedentes de otras zonas. Según los datos, Riverside fue el tercer condado con mayor aumento de población del país, con unos 36.000 nuevos residentes, sólo por detrás del condado de Maricopa (Arizona) y el de Collin (Texas).

California fue también una de las minorías que registró un “aumento natural” de la población, es decir, más nacimientos que muertes durante ese periodo de un año, según los datos. Más del 73% de los condados estadounidenses experimentaron un descenso natural en 2021.
Sin embargo, el aumento natural también se está desacelerando tanto a nivel nacional como dentro de California. El estado reportó 91,996 nacimientos más que muertes desde julio de 2020 hasta 2021, según los datos del censo, pero ese número fue de alrededor de 262,000 en 2015.
Y si bien el estado vio una ganancia neta en la migración internacional -alrededor de 14,300 personas se mudaron a California desde el extranjero-, el número también es significativamente menor de lo que fue en los últimos años. Hace unos diez años, el condado de Los Ángeles recibió cerca de 50.000 personas a través de la inmigración internacional. Este año, el condado sólo informó de unas 4.000.

“Todos esos factores están operando juntos ahora de una manera que nunca hemos visto antes”, dijo Johnson, el demógrafo. “Hemos tenido periodos de gran emigración interna, pero no al mismo tiempo que hemos visto este gran descenso de la inmigración extranjera y una ralentización del crecimiento natural. Así que cuando se suman todas esas cosas, eso se traduce en pérdidas de población tanto para el estado como para Los Ángeles que son muy, muy inusuales demográficamente”.
Aunque la pandemia de COVID-19 probablemente haya influido en la disminución de la inmigración, el número de inmigrantes internacionales lleva varios años disminuyendo de forma constante, dijo Paul Ong, director del Centro para el Conocimiento de los Barrios de la UCLA.
“Es una combinación de esas cosas, pero ciertamente estaba ocurriendo antes de la pandemia”, dijo Ong. 
“En cierto modo, es parte de lo que vemos históricamente en cuanto a los inmigrantes: que se asientan y se agrupan en algunas zonas y ciudades, pero con el tiempo se alejan. Y cuando se alejan, patrocinan a nuevos parientes que llegan más lejos del núcleo original”.

La disminución de la población puede tener un efecto negativo en la economía local y puede significar menos trabajadores cualificados, dijo Ong.
Para algunos, la decisión de abandonar California surgió de la creciente frustración y del deseo de cambio.
Empecé a ver que la población de personas sin hogar aumentaba y no se hacía nada al respecto”, dijo el ex residente del sur de California Alfredo Malatesta, que emigró a Los Ángeles desde Perú cuando era niño. “Empezaba a recordarme el lugar del que me fui muchos años antes”.

Él y su esposa, Erin, se mudaron de Santa Clarita a Tennessee en 2017, y se han aficionado a la vida rural en las afueras de Nashville.
“Sientes que todo el mundo quiere joderte de alguna manera en una ciudad como Los Ángeles. Y por la cantidad de impuestos que pagaba para vivir allá, la infraestructura se está cayendo a pedazos... todo es como si constantemente te estuvieran jodiendo”, dijo Malatesta, de 43 años.
Después de sentarse a planificar el futuro, la pareja decidió que querían distanciarse de la “fatiga” que sentían en Los Ángeles y emprender una vida más sencilla.

“Me decía a mí mismo que mi mujer y yo no podemos vivir felices aquí, y que el sistema es contraproducente y poco eficiente. Cada vez es más difícil llevar un negocio cuando estas tensiones te presionan”, dijo. “Parece que Los Ángeles ya no tiene una identidad”.