—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

miércoles, 9 de julio de 2014

270.-La diosa de la justicia.-a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda ; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas ; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán

 Temis.

 

Pintura de Themis con escamas y espada de Marcello Bacciarelli



Temis, la del "buen consejo", era la encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres. Cuando se le hace caso omiso, Némesis ( La diosa de la justicia retributiva, la venganza y la fortuna)  castigaba a los que no obedecían, a aquellas personas que tenían derecho a mandarlas y, sobre todo, a los hijos desobedientes a sus padres.)trae el justo y colérico castigo. 
En la mitología griega, Temis (en idioma griego Θεμις Themis, que significa "ley de la naturaleza" más que "autoridad humana") es mencionada por Hesíodo entre los seis hermanos y las seis hermanas hijos de Gea y Urano.
 Entre estos Titanes del mito primordial, pocos fueron venerados en santuarios específicos en la época clásica, y Temis era tan antigua que los seguidores de Zeus afirmaban que fue con él con quien tuvo a las tres Parcas.
 Un fragmento de Píndaro, sin embargo, cuenta que las Moiras ya estuvieron presentes en las nupcias de Zeus y Temis, y que de hecho brotaron con Temis de los manantiales del Océano que circundaba el mundo, y le acompañaron por el brillante camino solar a ver a Zeus en el Olimpo. Con Zeus concibió a las Horas, Eunomia, Dice y Eirene. Temis estuvo presente en Delos como testigo del nacimiento de Apolo.
Temis no era colérica: ella, "la de preciosas mejillas", fue la primera en ofrecer a Hera una copa cuando volvió al Olimpo afligida por las amenazas de Zeus. Temis presidía la correcta relación entre hombre y mujer, la base de la familia legítima y ordenada, y la familia era el pilar del dimos. Los jueces eran a menudo llamados themistopoloi, "sirvientes de Temis". Tal era la base del orden en el Olimpo también. Hera se dirigía a ella como ‘Señora Temis’.
 La diosa representada como una mujer impasible, con los ojos vendados y llevando una balanza y una espada. Se trata de una representación simbólica de la justicia:
- La balanza simboliza la consideración objetiva de los argumentos de las partes enfrentadas.

- La venda en los ojos es símbolo de la imparcialidad al resolver.
- La espada indica su capacidad de coerción para imponer las decisiones que adopta.


Némesis.

  
 
Aldo Ahumada Chu Han


En la mitología griega, Némesis (llamada Ramnusia, la "diosa de Ramnonte" en su santuario de esta ciudad) es la diosa de la justicia retributiva, la venganza y la fortuna. Castigaba a los que no obedecían a aquellas personas que tenían derecho a mandarlas y, sobre todo, a los hijos desobedientes a sus padres. 
Recibía los votos y juramentos secretos de su amor y vengaba a los amantes infelices o desgraciados por el perjurio o infidelidad de su amante. Némesis ha sido descrita como la hija de Océano (por Pausanias) o Zeus. Por su parte, Hesíodo la cree hija de la oscuridad y la noche (Érebo y Nix) mientras que el dramaturgo Eurípides afirmaba que su padre era él mismo.
Es una deidad primordial, por lo que no está sometida a los dictámenes de los dioses olímpicos. Castiga sobre todo la desmesura. Sus sanciones tienen usualmente la intención de dejar claro a los hombres que, debido a su condición humana, no pueden ser excesivamente afortunados ni deben trastocar con sus actos, ya sean buenos o malos, el equilibrio universal. Un claro ejemplo lo encontramos en Creso, que al ser demasiado dichoso fue arrastrado por Némesis a una expedición contra Ciro que provocó su ruina.
También se considera que era la diosa griega que medía la felicidad y la desdicha de los mortales, a quienes solía ocasionar crueles pérdidas cuando habían sido favorecidos en demasía por la Fortuna. Con este carácter nos la presentan los primeros escritores griegos, y más tarde fue considerada como las Furias, es decir, como la diosa que castigaba los crímenes.
 El poder irresistible de Némesis está expresado por su asociación con Adrastea, divinidad asiática que se confundió con ella, hasta ser este nombre uno de sus epítetos. Némesis es uno de los atributos del dios supremo, y era, en unión de Adrastea, el instrumento de la cólera divina.
Se la representa con una corona y a veces con un velo que le cubre la cabeza; suele llevar una rama de manzano en una mano y una rueda en la otra. La cabeza de Némesis se ve coronada en los monumentos griegos y algunas veces sale de ella un asta de ciervo para indicar la prontitud con que da a cada uno lo que le corresponde. Los etruscos le ponían una diadema de piedras preciosas. 
La flor del narciso adornaba también su corona como símbolo de un joven orgulloso enamorado de su propia hermosura. Solían representarla los artistas de la antigüedad con alas para expresar la prontitud con que atendía todas sus funciones y armada de antorchas, espadas y serpientes como instrumentos de su venganza.



El Justicia de Aragón.

  

Armas de Aragón

(en aragonés, O Chustizia d'Aragón;​ en catalán, El Justícia d'Aragó.)



Aldo Ahumada Chu Han

Historia


Es en 1115 cuando aparece por primera vez la denominación de Justicia del Rey, referido a Pedro Giménez, en un privilegio concedido por Alfonso I El Batallador a los pobladores de Zaragoza.
Dicho cargo, que debió corresponder al de un asesor de la curia real, paso a convertirse en una institución propia del Reino en las Cortes de Aragón celebradas en Ejea en 1265, estableciéndose ya como un juez medio que dirime los conflictos entre el Rey y la nobleza.
En 1283 el Privilegio General de Aragón confirma este carácter mediador, ampliando su jurisdicción a los pleitos y causas entre los propios nobles.
A lo largo del siglo XIV, el prestigio y la presencia institucional del Justicia se ve incrementada: no solamente es el intérprete del ordenamiento foral, sino que su presencia en las Cortes, presidiéndolas en ausencia del Rey, refuerza su posición entre las instituciones del Reino.
Ante el Justicia, los reyes deben jurar el cumplimiento de fueros y observancias bajo la conocida formula: 
“Nos, que somos tanto como vos y todos juntos valemos más que vos, os hacemos rey de Aragón, si juráis los fueros y si no, no.”
En el ejercicio de su función jurisdiccional destaca en los casos relacionados con los derechos y libertades, a través de los procesos forales de firma de derecho y de manifestación
Mediante la firma de derecho, un demandado garantizaba su sumisión a la sentencia sin tener que prestar fianza, tratando así de evitar que los mismos pudieran verse privados de la posesión de sus bienes durante el proceso.
Con el Proceso de Manifestación, los aragoneses solicitaban la intervención del Justicia para evitar una detención arbitraria o un proceso no ajustado a derecho, con violencia o tormento. Para ello el detenido quedaba bajo el amparo del Justicia en la llamada Cárcel de los Manifestados donde permanecía hasta recibir sentencia, sin que ninguna autoridad pudiera tener acceso al mismo.
La importancia política del Justicia ni hizo sino aumentar por sucesivas resoluciones de las Cortes. No podía ser arrestado, detenido ni molestado por el Rey ni ninguna otra autoridad.
Desde 1442 se considera cargo vitalicio, sin posibilidad de destitución y adquieren mucha relevancia los Lugartenientes, de tal forma que se pasa de una magistratura personal, la del Justicia, al Justiciazgo como institución.

corona de Aragón.

Mientras tanto, contribuyendo a reforzar el carisma de la Institución, desde el siglo XIII al XVI, va tomando cuerpo la leyenda de los Fueros de Sobrarbe, que a través de distintos cronistas y juristas pretende dar fundamento histórico a las peculiaridades forales aragonesas, exaltando el origen y dignidad del Justicia que se quiere anterior al Rey.
La leyenda recogida por Zurita y posteriormente por Blancas sitúa uno de los Fueros de Sobrarbe en estos términos:
 “Para que no sufran daño nuestras libertades velará un juez medio, al cual será lícito apelar del rey si dañase a alguien y rechazar las injurias si tal vez las infiriese a la república”
Con todo ello, vino a considerarse la institución del Justicia como la mejor garantía de los derechos de los aragoneses y como modelo en la defensa de las libertades frente a la arbitrariedad del poder.
Las tensiones surgidas ante los incumplimientos y omisiones del poder real frente a los fueros, y la tarea de protección de estos encomendada al Justicia hace que se generen tensiones entre este y los reyes cuyo cenit se alcanza en 1591.
Las revueltas ciudadanas conocidas como las Alteraciones de Aragón acabaron con la decapitación del Justicia Juan de Lanuza V el Mozo por enfrentarse a la voluntad del rey Felipe II de España, que había entrado en el Reino de Aragón con ejércitos para reducir las revueltas que se estaban produciendo, debido al intento del Tribunal de la Inquisición de aprehender y procesar a Antonio Pérez, natural de Guadalajara pero de familia aragonesa, acogido a la jurisdicción del Justicia Mayor mediante el derecho de Manifestación.
En las Cortes de Tarazona de 1592 se establecieron importantes restricciones a la figura del Justicia, que pasa a ser nombrado por el Rey, y a las atribuciones de la Diputación del Reino.
Felipe V, que había jurado en 1701 los Fueros ante el Justicia Pedro Valero suprimió definitivamente la figura del Justicia, así como el resto de las instituciones aragonesas y los Fueros de Aragón por medio de los Decretos de Nueva Planta.



Aldo Ahumada Chu Han

Lanuza y Espés, Juan de. Juan de Lanuza IV o el Viejo. ?, p. s. XVI – Zaragoza, 22.IX.1591. Justicia de Aragón.
Hijo del justicia Juan de Lanuza y Torrellas y de su segunda esposa Beatriz de Espés, sucedió en el cargo de justicia a su hermano Ferrer de Lanuza y Espés tras su muerte en 1554. Desde 1439 los Lanuza venían ocupando de hecho tal cargo y esta situación no cambió hasta la intervención militar de Felipe II a finales del siglo XVI.
Aldo Ahumada Chu Han
El Justiciazgo de Lanuza el Viejo, llamado así para distinguirlo de su hijo, el malogrado Lanuza el Mozo, ejecutado en 1591, coincidió con los últimos años del reinado de Carlos V y con el de Felipe II. Fue una época en la que Aragón, territorio poco poblado y con una economía atrasada, soportó numerosas calamidades, la mayoría de ellas acumuladas desde comienzos de aquella centuria y relacionadas entre sí. Este proceso se fue agravando a partir de 1585 y tuvo un dramático desenlace seis años más tarde. Lanuza IV es un personaje todavía mal conocido, aunque fundamental para comprender las revueltas de Aragón de 1591.
No es posible calificar su conducta como claramente defensora de los intereses del reino. En este sentido, fueron más reivindicativas las Cortes y, sobre todo, la Diputación. La mayoría de los aragoneses sufría un régimen señorial severo y hubo vasallos que se sublevaron ante tal situación. Los Reyes y la Inquisición intervinieron en estas pugnas con el objetivo a afianzar el absolutismo.
Monumento de Justicia mayor de Aragón.

Hubo luchas antiseñoriales en Ariza, Ayerbe y Monclús. El señor de Ariza acusó a varios familiares del Santo Oficio de liderar las revueltas en sus dominios, ya que se sentían protegidos por los privilegios inquisitoriales. En 1585 Felipe II consiguió, después de un largo proceso, que los vasallos del señorío último de Monclús pasasen a ser súbditos de realengo.
De un modo análogo, la Monarquía intentó incorporar, desde 1554, el condado de Ribagorza, sumido en rebeliones, a la jurisdicción real. Además, en la segunda mitad del siglo XVI se temía que los hugonotes de Bearn (Francia), lanzasen expediciones contra el reino, apoyados por los moriscos aragoneses e incluso por los turcos. En 1578 fueron ejecutadas varias personas acusadas de participar en una conspiración de moriscos y hugonotes. En 1587 volvió a estallar en Ribagorza un nuevo conflicto armado. La situación llegó a ser caótica: los montañeses perpetraron una matanza de moriscos y el virrey y la Inquisición llegaron a emplear bandoleros en su lucha contra el bando nobiliario. Por último, en 1591 el condado fue incorporado definitivamente a la Corona gracias a un acuerdo. Pese a su aparente carácter localizado, este conflicto generó profundas divisiones en todo el reino. Lanuza el Viejo intervino tardíamente, como jefe militar, con objetivos poco claros y seguramente en favor de los deseos del Rey.
Teruel y Albarracín se regían por una foralidad especial (la de Extremadura), y velando por sus privilegios se opusieron a la instalación del Santo Oficio en 1485. También se resistieron en varias ocasiones a los oficiales reales de Fernando II y Carlos V. La situación empeoró durante el reinado de Felipe II, quien envió varios agentes a aquellos municipios. Estos últimos obtuvieron varias firmas del justicia, que les amparaba frente a las pretensiones reales. De 1560 en adelante cada vez hubo más disputas en torno a dichas ciudades.
La Diputación apoyó a ambas comunidades. Estos problemas también fueron trasladados a la Real Audiencia. En 1572 Felipe II y el Consejo de Aragón ordenaron la ocupación militar de Teruel y Albarracín.
El tribunal del Santo Oficio de Valencia era el competente en el Bajo Aragón, lo cual generaba más crispación. En este ambiente, surgió un grave conflicto jurisdiccional, el caso de Antonio Gamir, entre el justicia y dicho tribunal inquisitorial. Los lugartenientes del Justicia fueron excomulgados. La Diputación recurrió a la Santa Sede para que anulara las censuras, pero la causa fue devuelta al Consejo de la Suprema Inquisición. La Corte del justicia se vio obligada a ceder, Gamir renunció a la manifestación y fue entregado a los inquisidores. Años más tarde, el caso de Antonio Pérez causaría una ruptura con el Santo Oficio.
Las disposiciones que adoptó el Justiciazgo en los casos citados fueron, en conjunto, favorables a los intereses de Teruel, Albarracín y de las personas perseguidas por los oficiales reales o inquisitoriales. Disgustado por estas actuaciones, Felipe II presionaba en 1585 a Lanuza el Viejo para que cambiara de posición.
También recriminó al virrey, el arzobispo de Zaragoza, el apoyo prestado a aquellas ciudades. La llegada de Antonio Pérez a Aragón hizo que los hechos se sucedieran con rapidez. Muerto aquel justicia, su hijo y sucesor, Lanuza el Mozo, hizo un llamamiento al reino para hacer frente al ejército castellano. Recibió el apoyo de Teruel y Albarracín, que fueron ocupadas con facilidad. El “Perdón Real” otorgado por Felipe II en 1592 exceptuó precisamente los sucesos acaecidos en estos dos lugares. El Consejo de Aragón actuó con severidad y dictó al menos veinte sentencias de muerte. Finalmente, estas dos localidades renunciaron en 1598 a su foralidad concejil y adoptaron los Fueros de Aragón.
El Tribunal inquisitorial de Zaragoza fue el más sanguinario de todos los de la Corona de Aragón entre 1540 y 1619. Relajó en persona a doscientos cincuenta reos, una cifra superior a los noventa y cuatro de Valencia y cincuenta y tres de Barcelona. Las víctimas más numerosas fueron moriscos. Los miembros de esta comunidad sufrían el desprecio del resto de la población y soportaban unas pesadas cargas señoriales.
Pero recibieron el apoyo interesado de los señores de vasallos frente al Santo Oficio. Esta institución intentaba evitar, desde 1561, que los moriscos llevasen armas de fuego. Los aristócratas se acogieron al privilegio de manifestación de la Corte del Justicia para eludir a los inquisidores o para proteger a sus vasallos.
Así, tras condenar a dos nobles, en 1562 el Tribunal zaragozano informaba a la Suprema que no habría “aquí adelante quien se atreva en causas del Santo Oficio a hablar de manifestación”. Sin embargo, la disputa aún duró unos años debido a la oposición nobiliaria y, por tanto, los moriscos del reino de Valencia fueron desarmados en 1563 y los aragoneses en 1575.
Las Cortes de 1585 mostraron el malestar creado por la Inquisición en las relaciones entre Felipe II y el reino. Aquélla tenía unas competencias cada vez mayores, pues, además de juzgar delitos ajenos a la fe (como la sodomía), que no fueron perseguidos por otros tribunales inquisitoriales de distrito, persiguió también a los contrabandistas de caballos que actuaban en la frontera con Francia, cuando este país fue sacudido por las guerras de religión. Por otra parte, en aquellas Cortes se declaró que era incompatible desempeñar al mismo tiempo un cargo inquisitorial con otro de las instituciones del reino. Esta medida explica, sin duda, el desinterés que mostraron los aragoneses durante tanto tiempo ante los oficios de fiscal o inquisidor. En la represión de la revuelta de 1591 la Inquisición tuvo un notable protagonismo.
En tiempos de Felipe II se agravó el llamado “Pleito del Virrey Extranjero”, una disputa que se remontaba al reinado de Fernando el Católico. Las autoridades aragonesas exigían que quien ostentase este cargo fuese natural del reino, a lo que se opusieron los Reyes. De hecho, hubo varios castellanos que fueron virreyes de Aragón, lo que provocó protestas y algún incidente grave: el príncipe de Melito, nombrado virrey en 1554, ordenó ejecutar a dos contrabandistas de caballos que habían obtenido la manifestación del justicia. Esta institución y los diputados se quejaron, alegando que se había cometido un contrafuero, y el conde tuvo que marcharse de Aragón. Felipe II envió en 1588 al marqués de Almenara a Zaragoza para ocupar dicho cargo. En esta ocasión se acudió a la Corte del justicia, quien refrendó tal nombramiento. El marqués de Almenara fue una de las primeras víctimas de los tumultos de Zaragoza de 1591. En la década de los ochenta la situación fue empeorando.
El bandolerismo era endémico y también había enfrentamientos entre ciudades y señores. Zaragoza abusaba de su predominio en materias tales como la ganadería, extendida por todo el reino y amparada por el poderoso justicia de Ganaderos, y, en especial, por el Privilegio de los Veinte, una prerrogativa que podía conllevar condenas a muerte y que a veces se utilizó de un modo arbitrario. Contribuyó a deteriorar la convivencia de la capital con muchos otros municipios aragoneses. Muchos consideraban que violaba las libertades contenidas en los Fueros de Aragón.
La administración judicial tenía numerosas deficiencias y así lo reconocieron las Cortes de Monzón en 1585. Se abusaba de los procesos forales de firma y manifestación (en especial de este último), otorgados por el justicia para obstaculizar la acción de otras jurisdicciones. En tiempos de Lanuza el Viejo hubo algunas reformas que conviene reseñar. Las Cortes de 1563 dispusieron que las provisiones de la Real Audiencia tuvieran carácter vinculante para todos los jueces del reino.
Además, fue reestructurada y si su relación con la Corte del justicia parecía ambigua, aquélla tuvo más poder, sobre todo en los procesos penales. En 1585 también se reformó el Tribunal de los Judicantes, aunque no se conoce, por ahora, el resultado práctico de tal innovación. Se había creado en 1461 y estaba formado por legos en Derecho que podían juzgar al justicia. No obstante, en 1467 se disminuyó su poder.
La historia del Tribunal de los Judicantes aún está por hacer. Fue exaltado por Jerónimo Blancas, el mitificador por excelencia de las instituciones forales aragonesas, tuvo cierto protagonismo durante los sucesos de 1591 y fue reformado por Felipe II en 1592.
En 1585 se creó el justicia de las Montañas para mejorar el orden público y perseguir, en particular, el bandolerismo. Su jurisdicción, extendida por las zonas de realengo del norte del reino, donde más delincuencia de ese tipo había, limitó las competencias del justicia de Aragón. Se estableció que en los casos de duda el justicia de las Montañas debía consultar a la Real Audiencia. Aquel año también se aprobó un fuero que permitía a los nobles ejecutar a cualquier vasallo que se alzase contra ellos. El virrey también desempeñaba el cargo de “Capitán de Guerra”, dotado, por tanto, de unos poderes muy amplios en situaciones bélicas y en numerosas ocasiones intentó controlar el comercio con Francia.
Para conciliar las posturas enfrentadas en 1528 se aprobó un fuero que regulaba sus prerrogativas. Pese a ello, el llamado “Pleito del Capitán de Guerra” se agravó en la segunda mitad del siglo XVI y, con frecuencia, la Corte del justicia se opuso a las pretensiones del virrey. A finales del siglo XVI también hubo un acercamiento entre la Monarquía y las oligarquías aragonesas en ciertos aspectos. Así, las Cortes de Monzón de 1585 aprobaron el fuero “Que los aragoneses gocen de lo que los castellanos en Indias”. En adelante, aquéllos mostraron cada vez más interés por acceder en puestos de la Administración situados fuera del reino.
Antonio Pérez, secretario de Estado de Felipe II, cayó en desgracia al verse envuelto en la muerte de Juan de Escobedo. Fue encerrado y sufrió un largo y complicado proceso. Consiguió huir y se refugió en Aragón. Antes de que los agentes reales le capturasen, consiguió acogerse al privilegio de la manifestación.
Para evitar que Pérez fuese juzgado por el justicia o huyese, fue reclamado por la Inquisición, bajo una acusación endeble de herejía. Lanuza el Viejo, quien se sentía presionado, entregó al reo y a su criado a la Inquisición, a la vez que pedía ayuda a la Diputación. Estalló entonces un motín, en mayo de 1591, en el que participaron nobles, artesanos y labradores de Zaragoza.
El marqués de Almenara (a quien Lanuza IV intentó proteger) fue herido en los tumultos, falleciendo unos días más tarde, y los sublevados llegaron a reclamar la muerte de los lugartenientes del justicia. Los inquisidores, atemorizados, entregaron a los dos reos a la Corte del justicia, ingresando en la cárcel de los manifestados. Se había creado un ambiente muy foralista y contrario a la Inquisición, vista más que nunca como un instrumento de la autoridad del Rey.
Además, por entonces aumentó el grado de confrontación entre Felipe II y el Consejo de Aragón, de un lado, y la Diputación de Cataluña (junto al Consejo de Ciento de Barcelona) y la del reino de Valencia, de otro. La gravedad de los sucesos aragoneses motivó que los conflictos con los otros dos territorios fueran postergados.
Felipe II ordenó que un poderoso Ejército se concentrara en Ágreda (Soria), con el pretexto de estar preparados para apoyar a los católicos franceses. El Consejo de Aragón ordenó la devolución de Antonio Pérez a la Inquisición y, en junio de 1591, ésta publicó un edicto en el que se recordaba las penas a quienes obstaculizaban las actuaciones del Santo Oficio.
Esta medida, lejos de calmar los ánimos, los radicalizó. Los inquisidores solicitaron ser trasladados a Castilla y tanto en la Diputación como en la Corte del justicia se imponían las opiniones más radicales. El 22 de septiembre de 1591 fallecía Juan de Lanuza y Espés. Le sucedió su hijo, Juan Lanuza V o el Mozo. Declaró que la entrada del Ejército Real era contraria al Derecho aragonés e intentó organizar una resistencia armada, pero fue capturado por las tropas de Alonso de Vargas y decapitado en Zaragoza. Antonio Pérez, en cambio, consiguió llegar a Francia y contribuyó a forjar la leyenda negra antiespañola.
Aldo Ahumada Chu Han
Bibl.: B. Leonardo de Argensola, Alteraciones populares en Zaragoza, 1591 (ed. de G. Colás, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1996); V. Blasco de Lanuza, Historias eclesiásticas y seculares de Aragón en que se continuan los Anales de Zurita, y tiempos de Carlos V, con Historias eclesiásticas antiguas y modernas que hasta ahora no han visto luz ni estampa, Zaragoza, Juan de Lanaja, 1622 (ed. facs. de G. Redondo, E. Jarque y J. A. Salas, Zaragoza, Cortes de Aragón, 1998); J. Martín de Mezquita, Lucidario de todos los señores justicias de Aragón, 1624 (ed. con pról. de G. Redondo y E. Sarasa, Zaragoza, 2002); G. Martel, Formas de celebrar Cortes en Aragón, escrita [...], Zaragoza, 1641 (ed. facs. de G. Redondo y E. Sarasa, Zaragoza, Cortes de Aragón, 1984); L. 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Francia deniega la extradición a Italia de diez antiguos miembros de las Brigadas Rojas.


 

Panfleto del grupo terrorista de extrema izquierda Brigadas Rojas.Panfleto del grupo terrorista de extrema izquierda Brigadas Rojas.

Las víctimas y sus familiares lamentan la «falta total de arrepentimiento» de los diez ciudadanos implicados en atentados terroristas de los llamados años de plomo

28 mar 2023 

Las víctimas y sus familiares lamentaron este martes la «falta total de arrepentimiento» de los diez ciudadanos que reclama Italia por su implicación en atentados terroristas de los llamados años de plomo (1970-1985) atribuidos a grupos de extrema izquierda como las Brigadas Rojas o Lucha Continua y cuya extradición fue denegada por Francia.

«Nunca ha habido una palabra de arrepentimiento, solidaridad o reparación por parte de ninguno de ellos», aseguró Mario Calabresi, exdirector de los diarios La Repubblica y La Stampa e hijo del comisario Luigi Calabresi, asesinado en 1972 por miembros de Lucha Continua, según recoge Efe.

La Justicia francesa cerró definitivamente la puerta este martes a la extradición después de que el Tribunal Supremo francés rechazara el recurso que había presentado la Fiscalía contra una primera decisión en junio del 2022, que ya había negado la entrega a Italia de estos ocho hombres y dos mujeres que llevan viviendo en Francia entre 25 y 40 años.

«Era una ilusión esperar algo diferente y ver a estas personas ir a la cárcel después de décadas ya no tiene sentido, pero hay un detalle molesto e hipócrita», afirmó Calabresi, al destacar que Supremo francés escribe que «la extradición habría causado un daño desproporcionado a su derecho a la vida privada y familiar», pero no menciona «el daño desproporcionado que han hecho al matar a esposos y padres», según los medios locales.

Para Alberto di Cataldo, hijo de un mariscal asesinado en Milán por las Brigadas Rojas en 1978, después de «más de 47 años» desde los atentados, «hay que razonar en términos de devolver un poco de verdad sobre los acontecimientos: el verdadero juego no es la extradición, sino medir si estas diez personas contribuirán a entender lo que sucedió en aquellos años».
Mucho más duro fue Roberto della Rocca, uno de los supervivientes de los atentados de las Brigadas Rojas, que aseguró que la decisión era «una vergüenza» e hizo un llamamiento al ministro italiano de Justicia, Carlo Nordio, para que «intervenga» ante «una ofensa para Italia y los italianos».

«Y le pregunto a Francia: ¿y si hubiera sucedido lo mismo a la inversa con las víctimas del Bataclan?», inquirió.

Nordio, que fue fiscal durante los «dramáticos» años de plomo en varios casos de terrorismo, envió su «primer pensamiento» a «todas las víctimas de esa etapa sangrienta y sus familias, que han estado esperando durante años, junto con todo el país, una respuesta de la Justicia francesa» y aseguró que «toma nota» de la decisión.

El Supremo francés confirmó las dos razones principales que habían dado los jueces en apelación: que muchos de ellos habían sido sentenciados en rebeldía y si volvían a Italia irían directamente a la cárcel, ya que la legislación de ese país no ofrece la posibilidad de un nuevo proceso y que todos ellos en Francia, «tienen una situación familiar estable, se han insertado profesional y socialmente y han roto con Italia».  

Lista de beneficiados.

Marina Petrella


En la lista de los beneficiados por este dictamen están Luigi Bergamin, Enzo Calvitti, Giovanni Alimonti, Roberta Cappelli, Marina Petrella y Sergio Tornaghi, antiguos miembros de las Brigadas Rojas, así como Giorgio Pietrostefani y Narciso Manenti, de los Núcleos Armados.
Todos ellos se acogieron tras llegar a Francia a la llamada doctrina Mitterrand -así llamada por el que fue presidente de Francia entre 1981 y 1995, el socialista François Mitterrand-, que establecía que los antiguos activistas italianos de extrema izquierda podrían seguir en su país si renunciaban a las acciones violentas y no tenían en sus antecedentes delitos de sangre.
Su presencia en Francia, sin tener que rendir cuentas a la Justicia por su pasado, ha sido durante muchos años fuente de conflicto entre los dos países. Italia había reprochado que se diera cobijo a personas implicadas en las oleadas de atentados terroristas de los años 1970-1980.
Las cosas parecieron cambiar después de que en el 2021 el actual presidente francés, Emmanuel Macron, decidió poner fin a esa doctrina Mitterrand y, atendiendo a las solicitudes de Roma cuando era jefe de Gobierno Mario Draghi, activó la tramitación de las demandas de extradición italianas, que sin embargo ahora han terminado su recorrido judicial sin éxito.


Mairín Reyes, la mujer que vacía las casas que los migrantes venezolanos dejan atrás.

Mairín Reyes creó una compañía llamada Soluciono por ti, para ayudar a migrantes venezolanos a desalojar sus viviendas.


2 abril 2024

Mairín Reyes abre lugares, saca cosas, toma fotos, hace inventarios, desenreda cables, protege vasos, embalsama barbies en cajas de cartón, apila peluches en bolsas negras, desmonta hogares: es una oficiante de la memoria en Venezuela.
La migración venezolana, formada por más de siete millones de personas, según Naciones Unidas, es el contexto en el que ha crecido Soluciono por ti, el negocio que Mairín Reyes lidera y que la ha llevado a casas y apartamentos de migrantes para vaciarlas y ordenarles los recuerdos.
"Lo recurrente en la mayoría de clientes que he atendido es que están fuera del país y dejaron la puerta cerrada pensando que iban a volver y no volvieron. De algo tan doloroso como la migración, yo encontré una oportunidad. 'Organización del hogar', lo llamo yo”, dice Reyes, una caraqueña huracanada con porte de Condoleezza Rice, la exsecretaria de Estado durante el gobierno del expresidente estadounidense George W. Bush.

Mairín y su sobrino categorizan y cuentan peluches para luego ser vendidos, desechados o donados

Son millones los hogares venezolanos deshabitados, cerrados, con los intestinos secos y drenados antes de una colonoscopia. "Una casa muerta, entre mil casas muertas", escribió el autor venezolano Miguel Otero Silva en su novela atemporal "Casas Muertas".
"A mí entrar a cada casa me da muchísima tristeza", dice Reyes. "Más allá de las razones que llevan a cada quien a migrar, porque siempre hay una razón de peso, siempre me impacta ver tantas cosas dejadas. Me imagino a la familia riéndose en esa sala, siendo felices. Ves que las cosas se adquirieron con cariño. Lo que encuentras es lo que te habla de la gente: hay testimonios del amor que ahí hubo".
Ese testimonio del amor que se fue es lo que el urbanista Lorenzo González Casas llama “osteoporosis urbana”. González la define así “por analogía con la afección orgánica en la cual la estructura ósea mantiene su forma, pero pierde sustancia y se va desmoronando”.
En 2020 escribió sobre esta consecuencia de la emergencia humanitaria compleja que se vive en Venezuela:
"La diáspora venezolana ha conducido a un gradual vaciamiento de las ciudades y el abandono de una significativa inversión inmobiliaria"
González Casas calcula que en Venezuela hay más de un millón de viviendas desocupadas u ocupadas por debajo de su capacidad, lo que calcula que significan US$50.000 millones "osteoporóticos".
Mairín a menudo consigue estas gavetas y suele vender las monedas por el valor del níquel.

“Guárdalo, rómpelo, bótalo” 
¿Qué saben de nosotros nuestras cosas?

Está el abrigo verde con que un hombre

salía los domingos neblinosos,

y está la colección de Chateaubriand,

y está el menorá en la biblioteca.

Poema “Las Cosas” del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez.

Los muebles sudan en soledad. Ese olor a secreción de muebles es lo primero que distingue a una casa deshabitada cuando abres la puerta.
"Al entrar, me he conseguido de todo: ropas de bebé de hijos que hoy tienen 45 años, peluches, palos de golf, la casa de la Barbie con las barbies, decenas de vajillas, útiles escolares de hace décadas, libros de todo tipo y gustos, bibliotecas de piso a techo. ¡Dios mío, cómo uno acumula cosas!", dice Reyes.
"En todas las casas encuentras la evidencia de las devaluaciones que ha tenido el bolívar: cajas de billetes y gavetas de monedas que te ratifican que cada día tenemos menos ingresos".
A través de videollamadas Reyes va mostrando a sus clientes cosas que saben secretos sobre ellos. Algunas son piezas de aparente valor que han dejado atrás. A veces, al ver a través de la cámara algo con mucha carga emocional, el cliente se conmueve, llora, rememora, explica el origen de la pieza, evoca sus mejores momentos y, después, dice:

“Bótalo”.
Las fotos de los migrantes quedan en álbumes en sus casas.

"En 2021, cuando comencé a levantar el inventario de mi primera clienta, que es una buena amiga mía con la que trabajé años atrás, me di cuenta de que lo había dejado todo. Y empecé a mandarle fotos por WhatsApp: ‘¿Qué hago con esto?’, le iba preguntando. ‘Guárdalo, rómpelo, bótalo’”, me respondía dependiendo de la pieza".
"Quizá por la cercanía que tenía con ella, lloraba cada vez que veía sus fotos. Pero he seguido llorando con otros clientes: no concibo cómo puedes meter la vida en tres maletas. Es imposible no conectarte con todo lo que la gente vivió en este país”, reconoce Reyes.
La verdadera fortuna para la mayoría de los clientes de Soluciono por ti son las fotografías: los álbumes y las que guardan sueltas por ahí. “Eso sí lo quiero”, le dicen a Reyes cuando se las muestra.

"Hay cosas que la gente no recuerda tener. Me han aparecido prendas que los clientes ni recordaban que tenían, como una sortija de zafiros, por ejemplo. Para hacer este trabajo se tiene que crear un nexo de confianza absoluta con tus clientes: yo soy sus ojos, a todo le tomo fotografías y lo subo a un inventario en Excel. Esto es un trabajo de discreción porque llega un momento en el que te conviertes en su guardadora de tesoros".
Servir y solucionar.

Mairín Reyes nació en el Hospital Universitario de Caracas. Estudió Técnico Universitario en Administración Turística y Hotelera, pero nunca lo ejerció. Su primer trabajo formal, en Ediciones Cobo, la enmarcó en un lugar del que jamás se sale y del que ella no salió: los libros, que antes archivaba y ahora también.

"Aparte de que el trabajo en sí era muy interesante, era auxiliar de biblioteca, estaba en contacto con libros y diapositivas para clasificar. Y terminé haciendo correcciones de pruebas y de redacción", recuerda.

Reyes definió su vocación por el servicio al cliente en CANTV Net, la compañía telefónica estatal del país, cuando era una empresa privada que comenzaba a ofrecer Internet por toda Venezuela a finales de los años 90.
"Viajamos por el país montando oficinas comerciales. Yo estaba en el área de mercados masivos. Dimos charlas y cursos de para qué servía Internet para poder venderla. Era una época que hablaba del desarrollo pujante de Venezuela".

Reyes estuvo hasta 2004 en CANTV y continuó con un negocio propio que ya funcionaba en paralelo: una peluquería.

"A mí me encanta trabajar. Es mi estado natural. No concibo la vida sin estar produciendo algo, haciendo algo. De CANTV aprendí la importancia del cliente y de prestar un servicio desde la satisfacción. Eso lo tengo internalizado".

El apartamento vacío de un migrante que contrató a Mairín, el 18 de marzo de 2022 en Caracas.

En la intimidad de las casas que buscan su destino, Reyes ha encontrado otras vertientes del servicio al cliente.
"Tengo unos clientes con los que hice un gran vínculo porque tenían sótanos con archivadores llenos de papeles. El señor era profesor de la Universidad Central de Venezuela y había trabajado en el Metro de Caracas: guardaba hasta los recibos de los cajeros electrónicos. El trabajo de organización de su hogar lo hicimos juntos, porque ellos aún no se habían ido del país. Aprendí a entender lo duro que era para él lo que estaba haciendo porque la mayoría de la gente no se plantea irse, sino piensa que aquí, donde están sus cosas, se va a morir".
Con ellos estuvo cinco meses, vaciando tres propiedades y tres sótanos. Y de allí surgió otra vertiente de Soluciono por ti:

"La cantidad de enseres que ellos tenían me llevó a tener un espacio para custodia y exhibición de lo que aún queda por vender de nuestros clientes. Tengo un local alquilado de 300 metros con vitrina para exhibir y vender objetos a los que nuestros clientes quieran sacar algún provecho. Muchos donan las cosas que dejan en sus hogares, pero otros deciden buscar alguna ganancia. La idea es que pueda generar algún ingreso que pague los servicios de trasteo o limpieza".


Carros abandonados en un vecindario clase media en Caracas, el 27 de abril de 2022.

Con rifle o con china.

En uno de los apartamentos donde trabaja Reyes quedan, en el papel tapiz, las marcas de los cuadros. Son líneas amarillo óxido donde antes hubo lienzos de alguna naturaleza muerta o un Trómpiz, ese pintor fetiche de la clase media venezolana de los años 80.

En su poema “Mudanza”, Fabio Morabito escribió:

He aprendido a respetar las huellas

de los viejos inquilinos:

un clavo, una moldura,

una pequeña ménsula,

que dejo en su lugar

aunque me estorben.
Saber irse y saber quedarse son habilidades adquiridas. Con una energía de productora de campo, Reyes acompaña a los migrantes en ese proceso, incluso más allá de desmontar sus cuadros.
“Soluciono por ti es un paraguas. En el camino han surgido otras necesidades de los clientes, como la venta del propio inmueble. Tengo una alianza con una realtor [agente inmobiliaria] y para ella mis servicios son un valor agregado de su catálogo".
Mairín tiene su propio duelo migratorio. Su único hijo vive afuera y ella no conoce a su único nieto.

"Solo un pequeño porcentaje de venezolanos está en condiciones de mitigar las huellas de la pérdida a través de viajes y conexiones cibernéticas; para la gran mayoría, la emigración de un ser querido constituye la expectativa de una separación indefinida e incluso definitiva", escribió la autora venezolana Ana Teresa Torres en junio de 2023.

“Los viejos nos estamos quedando aquí. Quiero abrazar a mi nieto”, dice Reyes.

Pero rápido se recompone y regresa a la casilla de la solución.

"Dentro de todo lo que se vive aquí, me siento bendecida: tengo a mis vecinas para tomar vino y café y tengo mi jardín. Yo creo que siempre hay que tratar de sacar lo mejor de lo que haya", dice.
"Mi papá, que era un optimista, siempre decía: ‘Si no se caza con rifle, se caza con china’. Uno de mis objetivos es ser una persona útil y autosuficiente para mi propia vida. No todo el mundo tiene este tipo de oportunidades, pero yo las encontré".