—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

martes, 21 de agosto de 2012

137.-Antepasados del rey de España: Margarita de Francia.-a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; -Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas ; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala; Marcelo Yañez Garin; ; Maria Francisca Palacio Hermosilla; 

 Margarita de Francia

  
Aldo  Ahumada Chu Han 

(Saint-Germain-en-Laye, 5 de junio de 1523 - Turín, 15 de septiembre de 1574) fue hija de Francisco I, rey de Francia y de su primera esposa Claudia.

Duquesa de Berry desde 1550, contrajo matrimonio en 1559 con Manuel Filiberto de Saboya, duque de Saboya y príncipe de Piamonte. De esta unión nació un único hijo: Carlos Manuel I (1562 - 1630).

Biografía

Margarita creció bajo la influencia de su tía y madrina Margarita, reina de Navarra,​ y trabó amistad con Catalina de Médicis, su cuñada. La influencia del entorno humanista de la corte de su padre le hizo interesarse por la reforma protestante, si bien nunca llegó a profesarla.
Siempre fue una aliada de su hermano Carlos en la rivalidad que enfrentó a este con el delfín y hermano mayor de ambos, el futuro rey Enrique II de Francia.​
Margarita, desde su nacimiento fue la hija predilecta del monarca francés, el cual en repetidas ocasiones dio muestras del gran cariño que sintió por ella y le concedió todos sus caprichos. Se puede afirmar que todos los hijos de Francisco I fueron educados por los mejores preceptores e intelectuales de Francia, destacando especialmente la labor de Lefevre d´Etaples, que fue el encargado de vigilar los notables progresos que hacía Margarita en este sentido, la cual logró tras años de aprendizaje, dominar a la perfección el manejo del latín, del griego y del italiano.

Amigo y protector de los poetas de la época de La Pléiade 

En la corte de Francia, Margarita frecuentaba un círculo formado por mujeres cultas: su tía y madrina ,Margarita de Angulema, futura reina de Navarra, su hermana Magdalena, futura reina de Escocia, Eleonora de Habsburgo , segunda esposa de su padre Francisco I, Catalina de Medici, esposa de su hermano Enrique II. Estas damas están, como ella, entrenadas en las lenguas clásicas, latín y griego. Margarita, además de un excelente dominio de su lengua materna, tiene un buen conocimiento del italiano. A la manera renacentista, estas damas, rodeadas de sus damas de honor, declaman versos en francés y latín inspirados en los poetas de la corte, acompañándolos a veces con música del compositor Antoine de Bertrand .

Entre los poetas de su época, quien encabezaría el movimiento de reforma literaria del Renacimiento fue el helenista Jean Dorat , profesor de griego en el Collège de Coqueret , luego en el College of Royal Readers . Fundará con sus alumnos la Brigada de poetas que estará en el origen de La Pléiade . Entre sus fundadores destacan Pierre de Ronsard , Joachim du Bellay , Jean-Antoine de Baïf , Pontus de Thiard , Guillaume des Autels , Étienne Jodelle , Rémy Belleau y Jacques Peletier du Mans .

Margarita asumió, con la mayor convicción, la defensa de esta nueva escuela, frente a las críticas de los mayores, y en particular de Mellin de Saint-Gelais. Fue bien apoyada a este respecto por su fiel consejero, Michel de L'Hospital , futuro canciller del reino de Francia, él mismo aficionado a la poesía latina. A partir de ahora, la corte de Francia, como esta princesa entusiasta, apoyará las innovaciones de los poetas franceses.

Planes de matrimonio.

A pesar de los numerosos proyectos de matrimonio de que fue objeto desde su más tierna edad, Margarita se casó a la edad de 36 años con Manuel Filiberto de Saboya.
En la Paz de Cambrai, en 1529, cuando solo contaba seis años de edad, Margarita fue prometida a Maximiliano de Habsburgo, aunque el matrimonio no llegó a celebrarse. A finales de 1538, cuando Margarita tenía quince años y en el marco del entendimiento que prosiguió a la tregua de Niza, su padre Francisco I y el emperador Carlos V acordaron casarla con el hijo de este, el futuro Felipe II de España, de once años en aquel entonces. Este compromiso no llegó a realizarse.
Tras la muerte de su padre en 1547, el nuevo rey de Francia, su hermano Enrique II nombró a Margarita el 29 de abril de 1550, suo iure, duquesa de Berry.
El proyecto de matrimonio con Manuel Filiberto de Saboya fue una de las cláusulas de la Paz de Cateau-Cambrésis, firmada el 3 de abril de 1559 entre Francia y España. El tratado supuso para los franceses la devolución del Piamonte y del ducado de Saboya, que habían ocupado durante los últimos veinticinco años, al aliado de Felipe II, Manuel Filiberto. Ambos territorios pasaron a formar parte de la dote de Margarita.
La boda se celebró el 10 de julio de 1559 en medio de trágicas circunstancias. El 30 de junio, solo tres días después de que se hubiera firmado el contrato de matrimonio, Enrique II fue gravemente herido durante un torneo en las celebraciones que tuvieron lugar tras la boda de su hija mayor, Isabel, con el recientemente viudo Felipe II de España. La lanza que empuñaba su rival, el conde de Montgomery, golpeó su casco a la altura de la visera y se hizo añicos. Las astillas de madera penetraron a través de su ojo derecho y alcanzaron su cerebro.​ En el umbral de la muerte, pero aún consciente, el rey ordenó que el matrimonio de su hermana se celebrará inmediatamente, por temor a que el duque de Saboya, aprovechándose de su fallecimiento, renunciara a la alianza recién firmada. Enrique II murió al día siguiente.
Margarita de Francia salió de la corte al final del año y se unió a su esposo con quien tuvo un hijo, Carlos Manuel I (1562-1630). Ella jugó el rol de intermediaria entre Catalina de Médicis y el duque de Saboya, y se unió a las negociaciones para el retorno de los últimas plazas en poder de los franceses en Italia.

La Reforma protestante

Marguerite de France tenía la reputación de acudir en ayuda de los seguidores de la religión reformada en la corte de Francia. Al llegar a Saboya y luego al Piamonte, acogió amablemente a los hugonotes que habían tenido que abandonar su país. Entre ellos, ayuda en secreto a su antigua dama de honor, Jacqueline de Montbel d'Entremont , viuda del almirante de Coligny , asesinado el 24 de agosto de 1572en París, durante la matanza de San Bartolomé. Marguerite acoge en la corte de Turín a Jacques Grévin, escritor hugonote de gran reputación, que se convertirá en su médico personal.
El embajador veneciano, de paso por Turín, se compromete a realizar una investigación para determinar si la duquesa se ha convertido al protestantismo. Debe concluir que ella no ha abjurado de la religión católica: es verdaderamente católica y oye misa todas las mañanas. Y añade: 
"Sin embargo, su excesiva protección (fuor di modo) hacia los hugonotes no es dudosa y, como no puede explicarse por la conformidad de las opiniones, esta manera de actuar debe atribuirse o a una rara bondad de alma, a una piedad singular hacia todos, oa algún designio secreto que no es fácil desentrañar . »

Durante la Revuelta de los protestantes valdenses, cediendo a las demandas de la duquesa, el duque Emmanuel- Filiberto accede a tratar con los rebeldes. El Tratado de Cavour del 5 de junio de 1561 ahora permite la libertad de culto en los tres valles.

Duquesa consorte.

Actuó como intermediaria entre su cuñada, la regente del Reino de Francia, Catalina de Médicis , y su marido, el duque de Saboya. Además, participó en las negociaciones relativas a la restitución de los últimos bastiones ocupados por los franceses en Italia.
Margarita solicitó encarecidamente el tratado de 2 de noviembre de 1562, que devolvía bajo el dominio del duque de Saboya las ciudades de Turín , Chivas , Chieri y Savillan que ocupaban los franceses, al amparo de una de las cláusulas de la Paz de Cateau-Cambrésis de 1559.
También participó en la preparación del tratado que se firmará el 14 de diciembre de 1574, por el que los franceses evacuaron la fortaleza de Pignerol , Savillan y el valle de Pérouse ( Ménabréa . Montmélian y los Alpes). Habiendo desempeñado con éxito el papel que se le asignó en la reconciliación entre las casas de Francia y Saboya, Marguerite murió el15 de septiembre de 1574 a la edad de 51 años.
Emmanuel- Filiberto construyó una tumba para él en la Abadía de Hautecombe, necrópolis de la familia Saboya. En 1836, el rey de Piamonte-Cerdeña Charles-Albert trasladó los restos de la duquesa, cuya tumba había sido destruida durante la Revolución Francesa, a la Sacra di San Michele.

Bibliografía

Margarita de Francia aparece en la novela de Madame de La Fayette (1634-1693): La Princesa de Cléves:
Esta princesa era una gran estima por el crédito que ella tenía en el rey, su hermano y estos créditos fue tan grande que el rey firmó la paz, estaba dispuesto a conceder el Piamonte en su matrimonio con el duque de Saboya. A pesar de que había deseado toda su vida casarse, ella nunca quiso casarse con un rey, y se había negado por esta razón al rey de Navarra, cuando aún era duque de Vendome, y siempre había deseado al Señor de Saboya, que había conservado el gusto por él, desde que lo vio en Niza en la entrevista entre el rey Francisco I y el Papa Pablo III.




  
Jacques Lefèvre d'Étaples, conocido también como Jacobus Faber Stapulensis (Étaples, Pas-de-Calais, 1450 - Nérac, 1537), fue un humanista, teólogo y filósofo francés del Renacimiento.

Verdadero padre del humanismo francés y uno de los intelectuales más destacados del Renacimiento, la labor de este hombre fue decisiva para el asentamiento definitivo del humanismo en Francia.
Después de estudiar en París, viajó a Italia y a su regreso enseñó filosofía en el colegio del cardenal Lemoine. Durante esta época se dedicó a traducir las obras de Aristóteles, pues, a su criterio, las versiones existentes estaban mediadas por la mentalidad de los traductores latinos y bizantinos. Influenciado por estas mismas ideas, publicó las obras Paráfrasis sobre la Física e Introducción a la Metafísica.
Mantuvo contacto con humanistas italianos como Ermolao Barbaro, Pico della Mirandola y Marsilio Ficino y, aunque no fue un gran crítico textual, se le reconoce por su labor pedagógica. Se interesó en establecer un programa educativo para formar humanistas.
A partir de 1508 abandonó la docencia y se dedicó a releer textos fundamentales desde las nuevas perspectivas que había creado el humanismo. Se interesó por la Biblia y, en especial, por las Epístolas de san Pablo, de las cuales publicó una serie de comentarios en 1512. En 1521 fue llamado por Guillaume de Briçonnet, obispo de Meaux, quien había sido alumno suyo, con el fin de que lo ayudara a emprender una reforma diocesana. Durante este tiempo trabajó en su traducción de la Biblia y redactó un comentario de los cuatro Evangelios, que luego le originó acusaciones de herejía. En 1523, un comité de teólogos detectó “errores doctrinales” en su exégesis de los Evangelios. Lefèvre tuvo que huir a Estrasburgo en el verano de 1525, cuando el Parlamento de París lo pretendió juzgar.
Debe recordarse que en ese momento estaba en plena efervescencia la Reforma protestante. Lefèvre, sin embargo, a pesar de criticar duramente algunos aspectos del catolicismo (como el celibato de los sacerdotes y la administración de los sacramentos) se mantuvo siempre en el seno de la Iglesia, aunque huyendo.
Posteriormente, en 1526, entró al servicio del rey Francisco I. Fue bibliotecario de la real colección y tutor de sus hijos. Durante esta época finalizó y publicó su traducción del Nuevo Testamento al francés, la primera que se hizo de este texto en dicha lengua. Finalmente se retiró a Nérac junto a Margarita de Angulema, la hermana del rey, quien lo amparó hasta su muerte.

 
Jacques Grévin ( c . 1539 - 5 de noviembre de 1570) fue un dramaturgo francés. Grévin nació en Clermont, Oise alrededor de 1539, y estudió medicina en la Universidad de París . Se convirtió en discípulo de Ronsard y formó parte del grupo de dramaturgos que buscaban introducir el teatro clásico en Francia. Como señala Sainte-Beuve , las comedias de Grévin muestran una afinidad considerable con las farsas y las comedias que las precedieron. Su primera obra, La Maubertine , se perdió y formó la base de una nueva comedia, La Trésorière , representada por primera vez en el colegio de Beauvais en 1558, aunque originalmente había sido compuesta por deseo de Enrique II.para celebrar el matrimonio de Claude, duquesa de Lorena.
Se comprometió con la escritora Nicole Estienne y la celebró en su colección L'Olimpe . El compromiso se rompió por razones desconocidas.
En 1560 siguió la tragedia de Jules César , imitada del latín de Muret , y una comedia, Les Ébahis , la más importante pero también la más indecente de sus obras. Grévin también fue autor de algunas obras médicas y de poemas misceláneos, que fueron elogiados por Ronsard hasta que los amigos se separaron por diferencias religiosas. Grévin se convirtió en 1561 en médico y consejero de Margarita de Saboya y murió en su corte en Turín en 1570.
Le Théâtre de Jacques Grévin se imprimió en 1562, y en el Ancien Théâtre français , vol. IV. (1855–1856). Véase L Pinvert, Jacques Grévin (1899).


La Pléyade

 
La Pléyade (que en un primer momento recibió el nombre de «la Brigada») es un grupo de siete poetas franceses del siglo xvi reunidos alrededor de Pierre de Ronsard y Joachim du Bellay.

Orígenes del grupo

Tras la desaparición de Clément Marot, la gran figura de la poesía francesa en el siglo xvi muchos fueron los que trataron de imitar al gran maestro, formando lo que se llamó la Escuela Marótica, epígonos carentes de originalidad entre los que destacó la figura de Mellin de Saint-Gelais. Esta escuela sería el blanco de los ataques de los renovadores de La Pléyade.
Sin embargo, y antes de que este grupo brillara en el firmamento poético francés, el eje se desplazó a la ciudad de Lyon, en donde surgió un interesantísimo grupo de poetas, agrupados en lo que se ha dado en llamar la Escuela Lionesa. Una de las características de este grupo es que había poetas varones (Maurice Scève) y mujeres (Pernette Du Guillet, Louise Labé).
A partir de 1547 y a lo largo al menos de cinco años, una serie de jóvenes admiradores de la cultura greco-latina acudieron a los cursos del célebre humanista Dorat, en el colegio de Coqueret, en París. Entre ellos estaban Ronsard, Du Bellay y Baïf. Estudiaban a los grandes maestros clásicos bajo el reciente prisma del humanismo. A petición de Francisco I, trabajaron también por la estandarización y el enriquecimiento de la lengua francesa, añadiendo cultismos y neologismos que sirvieran para enriquecerla.

La Defensa e ilustración de la lengua francesa
La Defensa e ilustración de la lengua francesa se publicó, con la firma de Joachim Du Bellay en 1549. Se trata de un manifiesto que de algún modo resume la doctrina del grupo:

1. Defender la dignidad de la lengua francesa como lengua culta de igual rango que el latín contra los que no la consideran como tal.
2. Renovar las letras francesas mediante la imitación de los clásicos grecolatinos y los poetas del Renacimiento italiano Petrarca, Dante, Dolce stil nuovo.
3. Enriquecer o ilustrar la lengua francesa ilustrándola mediante la introducción de vocablos extraídos de los dialectos franceses y de cultismos provenientes de las lenguas clásicas.
4. Aumentar el repertorio de géneros y formas poéticas de la métrica francesa introduciendo estrofas nuevas grecolatinas e italianas (sonetos, odas, elegías, himnos, églogas...)
5. Aportar nuevos recursos literarios y retóricos, como el encabalgamiento o enjambement.
6. Renegar de la literatura francesa medieval y sus géneros y volver a los géneros poéticos de la Antigüedad.
7. Rechazar el marotismo.

El grupo niega la poesía como ejercicio de ingenio: la misión del poeta es servir a la belleza y hacer que la genialidad francesa se manifieste. Cómo para hacer prosperar sus teorías era necesario ser más beligerantes al principio, adoptaron el nombre de La brigada. Sin embargo, más adelante se transformaron en La Pléyade y, aunque con bajas y altas más adelante, fueron (como las estrellas de la constelación) siete:

Joachim Du Bellay
Pierre de Ronsard
Antoine de Baïf
Rémy Belleau
Étienne Jodelle
Pontus de Tyard
Jean Dorat

También se consideran miembros del grupo en algún momento Guillaume des Autels, Jacques Pelletier du Mans y Jean de la Péruse.
Defienden a la vez la imitación de los autores grecolatinos y el valor cultural de la lengua francesa. Propugnan el alejandrino y el soneto como formas poéticas mayores.
El nombre de la colección La Pléiade editada por Gallimard está inspirada en este grupo de poetas, que impulsaron enormemente el uso del francés considerado anteriormente como un dialecto entre otros (por ejemplo el Gascón, o el Bretón). Antes de las reformas impuestas por el rey Francisco I en la Ordenanza de Villers-Cotterêts, el idioma oficial (es decir el idioma utilizado en tratados jurídicos, en literatura y otras disciplinas) era el latín.

136.-Antepasados del rey de España: Manuel Filiberto de Saboya.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Hernandez Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;  

Aldo  Ahumada Chu Han 

Manuel Filiberto de Saboya   (Chambéry, 8 de julio de 1528 - Turín, 30 de agosto de 1580) fue Duque de Saboya desde 1553 hasta 1580. Fue apodado Cabeza de Hierro (Testa di ferro en italiano).

El nombramiento de Manuel Filiberto de Saboya como comandante del ejército imperial inauguraba una tradición de generales italianos al servicio de la Casa de Habsburgo que contaría con generales como Alejandro Farnesio, Ambrosio Spínola o Raimondo Montecuccoli.


Biografía

Orígenes y formación

Manuel Filiberto de Saboya nació el 8 de julio de 1528 en Chambéry, sus padres eran Carlos III de Saboya y Beatriz de Portugal, hermana de la emperatriz Isabel de Portugal, mujer de Carlos V de quien era sobrino y primo de Felipe II de España y de Enrique II de Francia.
Hasta la edad de siete años Manuel Filiberto, como hijo menor, fue destinado a la carrera eclesiástica y sus padres pidieron que se le concediese el beneficio de la abadía de Altacomba al Papa Clemente VII quien en 1530 había prometido para el niño el título de cardenal.
La educación del joven Manuel Filiberto fue confiada en 1532 al sacerdote Claude Louis Allardet, aunque su madre se involucró especialmente en su educación.
En diciembre de 1535 su hermano mayor, Ludovico de Saboya, falleció en Madrid, aún en su niñez, lo que convirtió a Manuel Filiberto en heredero al trono ducal. En este momento su educación cambió para adaptarla a su nueva condición. Sus principales educadores fueron Giambattista Provana di Leynì, quien más tarde sería obispo de Niza, Giacomo Bosio y los nobles saboyanos Louis de Châtillon, señor de Musinens y Châteland y Aimose de Genève, señor de Lullin, quienes se ocuparon de la instrucción militar.
La desgracia familiar fue acompañada por la invasión del ducado de Saboya por las tropas francesas en marzo de 1536. Francisco I de Francia había exigido a Carlos III el paso libre de su ejército para atacar el Milanesado. La negación del paso propició que los franceses ocuparan el 11 de febrero Saboya. Tomando Chambéry el día 29 mientras los suizos ocupaban Vallese y Vaud. Los franceses toman también Susa y Turín que es ocupado el 3 de abril​. Mientras que Carlos III se refugia en Vercelli con su mujer y con Manuel Filiberto. La ocupación de Pinerolo y Cavour, Busca, Cherasco y Caraglio hizo que a finales de 1536 el Duque de Saboya apenas tuviera dominios en su poder.​

En 1538 muere su madre Beatriz de Portugal por complicaciones en un embarazo. En junio de 1538 se firmó una tregua de diez años en Niza entre Francia, la IMonarquía católica y el Ducado de Saboya por el que se conservaban la posesiones adquiridas por los contendientes por lo que Saboya solo conserva unos pocos territorios como Vercelli, Ivrea, Biella, Asti, Cuneo y Fossano.
Entre 1538 y 1542 las lecciones de humanidades se alternan con los ejercicios físicos y caballerescos. En 1542 tuvo que recoger la herencia materna por lo que se convirtió en gobernador de Asti y del Marquesado de Ceva y se familiarizó con los problemas relativos a la administración y fiscalidad.
En 1542 los franceses reabrieron la contienda y la ciudad de Cuneo fue asediada y Niza tomada y saqueada por una flota franco-turca. Las victorias obtenidas por las tropas de Carlos V en Flandes sirvieron de contrapeso a los triunfos franceses en Piamonte por lo que la Paz de Crépy (1544) sancionó la vuelta a las fronteras firmadas en la tregua de Niza.
En 1545 Carlos III envía a Manuel Filiberto junto a Carlos V de manera permanente.

Manuel Filiberto de Saboya al servicio de Carlos V

Manuel Filiberto abandonó Vercelli el 27 de mayo de 1545  en dirección a Alemania pero tuvo que detenerse en Innsbruck​ por causas de unas fiebres. Finalmente se reuniría con el Emperador en Worms el 23 de julio de 1.545 desde entonces actuaría como portavoz de su padre ante el Emperador recordándole los compromisos acordados con su padre pero este le hizo ver la imposibilidad de ayudarle en ese momento.
Desde su llegada a Alemania tuvo que verse, Manuel Filiberto, envuelto en problemas económicos, problema que no se solucionaría hasta años más tarde.
En junio de 1546 acompañó a Carlos V a la Dieta de Ratisbona, último intento de llegar a un acuerdo entre católicos y protestantes.
Poco después, por su disposición a servirle, Carlos V le concede la orden del Toison de Oro ​ y es nombrado comandante de la guardia imperial y de la caballería flamenca.
Con este cargo participó en la Guerra de Esmalcalda donde entre finales de agosto y principios de septiembre en la batalla de Ingolstadt donde a pesar del fuerte bombardeo que arreciaba sobre su posición no abandonó su puesto al lado del Emperador. Durante la batalla Carlos V invitó a Manuel Filiberto a ponerse bajo cubierto pero este contestó:

“Yo prefiero, sire, permanecer aquí con mi escuadrón y vivir y morir con vuestra majestad, que de ocurrirle algún percance no quisiera seguir yo vivo”.

Tras esta batalla los esmalcaldos se retiraros pero no estaban aún derrotados. Carlos V pasó a la ofensiva y tras reforzar su ejército con tropas de los Países Bajos se aseguró el control de Alemania meridional tras lo que se trasladó a Sajonia, corazón de la Liga de Esmalcalda. La campaña terminó en abril de 1547 con la victoria imperial en la batalla de Mühlberg en la que Manuel Filiberto estuvo al mando de la retaguardia del ejército imperial.
Aunque Manuel Filiberto había participado en la Guerra de Esmalcalda con mandos secundarios había tenido la oportunidad de adquirir valiosas experiencias militares ya que esta guerra había constituido uno de los primeros ejemplos de guerra que enfrentaba a ejércitos de grandes proporciones por lo que pudo aprender mucho sobre logística y aprovisionamiento. La guerra también supuso un laboratorio de pruebas para el uso de la artillería.
Terminada la guerra Manuel Filiberto permaneció entre 1547 y 1548 residiendo primero en Ulm y después en Augusta.
En agosto de 1549 Carlos V ordenó a Manuel Filiberto acompañar a Felipe II en un viaje por Zelanda, Holanda y Frisia, viéndose elevado poco después al primer plano de la corte imperial por la amistad que surgió entre él y el príncipe español.
En 1551 acompañó a Felipe a España donde llegó a Barcelona el 15 de junio. El estallido de la guerra en Piamonte interrumpió su estancia por España e hizo que regresara a Saboya no sin antes descubrir una estratagema francesa de una flota mandada por Piero Strozzi para atacar la ciudad​. Ferrante I Gonzaga, comandante de las tropas españolas le puso al mando de la caballería en el enfrentamiento contra las tropas francesas comandadas por Charles Cossé, conde de Brissac. Participó activamente en el asedio del castillo de Bra en marzo de 1552 pero la campaña fue favorable en su conjunto para los franceses9​.

En otoño de 1552 se integró en el ejército que Carlos V reunió para atacar Metz y que fue puesto bajo el mando de Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel. Manuel Filiberto recibió el mando de la caballería flamenca. La resistencia de la ciudad fue más tenaz de lo previsto y lo avanzado de la estación hizo que el asedio de la ciudad se tuviera que levantar.
A pesar del fracaso, el asedio de Metz, significo un importante aprendizaje para Manuel Filiberto ya que le permitió profundizar en el arte militar y las técnicas de asedio. Además había podido servir bajo las órdenes del Duque de Alba que era un distinguido militar de indudables cualidades.
En los primeros meses de 1553 se iniciaron negociaciones de paz pero no llegaron a ninguna parte y Carlos V preparó un nuevo ejército pero decidió sustituir al Duque de Alba. El elegido fue el conde de Roeulx, Adriano de Croy sin embargo duró poco en el cargo ya que mientras el ejército español tomaba la ciudad de Therouane, el conde de Roeulx murió repentinamente el 20 de junio de 1553.
El 27 de junio de 1553​ nombró a Manuel Filiberto de Saboya comandante supremo del ejército haciéndose cargo del ejército bajo las murallas de la ciudad de Hesdin.

Manuel Filiberto de Saboya como Comandante Supremo del ejército Imperial

La elección de Manuel Filiberto como comandante del ejército imperial respondía a una calculada estrategia política. Carlos V colocaba en un importante puesto a un general joven y estimado que se encontraba alejado de las luchas de las diversas facciones que dominaban la corte imperial. El Emperador, dada la edad de Manuel Filiberto (25 años), decidió colocar a su lado como consejeros a dos expertos capitanes: Antonio Doria y Giovanni Battista Castaldo.
Manuel Filiberto se pone a la cabeza de un ejército de 15.000 infantes y 7.000 jinetes, lo que le parecía insuficiente para hacer frente al ejército que estaba reuniendo Enrique II de Francia.
La ciudad de Hesdin fue tomada tras un intenso bombardeo de ocho días. Tras la rendición las tropas imperiales se entregaron al pillaje, lo que desagrado enormemente a Manuel Filiberto.
Arrasada Hesdin, Manuel Filiberto se mantuvo en territorio francés y se dirigió hacia la ciudad de Doullens. La caballería flamenca que avanzaba en la vanguardia para tantear las fuerzas francesas fue derrotada y obligó a Manuel Filiberto a retirarse para recomponer sus tropas. Manuel Filiberto dirigió su ejército hacía Miraumont (Picardía).
El ejército francés bajo el mando de Enrique II acampó frente al ejército imperial y durante días ambos ejércitos permanecieron frente a frente, pero sin llegar al encuentro campal. La llegada del otoño impidió la continuación de las operaciones y ambos ejércitos fueron licenciados.
El 17 de agosto de 1553​ Carlos III falleció en Vercelli y el 15 de julio de 1554,​ un año después del fallecimiento de su padre, Carlos V le confirió la investidura de los Estados de su padre.
La campaña de 1554 comenzó con una penetración del ejército francés en territorio flamenco en la que tomaron las ciudades de Mariemont y Binche. Manuel Filiberto expulsó al ejército francés de suelo flamenco pero la campaña no contó con más beneficios. Si desde el punto de vista militar la campaña no tuvo buenos resultados, Manuel Filiberto, encontró reforzada su autoridad y prestigio personal ya que había podido imponer una férrea disciplina y había podido expulsar a un ejército superior en número.

Manuel Filiberto de Saboya al servicio de Felipe II de España

En 1555 Carlos V abdicó y Manuel Filiberto de Saboya se mantuvo al servicio de su hijo Felipe II de España quien nombró a Manuel Filiberto Gobernador de los Países Bajos. Durante un tiempo, Manuel Filiberto tuvo que dedicar más tiempo a la administración de Países Bajos que a los asuntos de la guerra. Fue por aquellos días pretendiente (en vano) de la mano de la futura reina de Inglaterra Isabel I, durante el reinado de la hermana de ésta, María Tudor
A principios de 1557 los enfrentamientos entre España y Francia se recrudecieron y los franceses intentaron un golpe de mano contra Douai y conquistaron Lens.

La batalla de San Quintín
.
El ejército preparado por Felipe II alcanzaba más de 50.000 hombres. A finales de julio va descendiendo lentamente desde Bruselas hacia Francia, dejando a su espalda Waterloo y avanzando por el valle del Sambre hasta Namur, continuando por el valle del Mosa hasta Dinant hacia el bosque de las Ardenas. De repente realiza una maniobra y, marchando rápidamente, atraviesa el río Oise y el Sambre y se presenta en San Quintín, poniéndola bajo asedio. En la ciudad se encontraba el Almirante Gaspar de Coligny con una importante guarnición.
Divide sus fuerzas y hace esparcir la voz de que divide a su ejército, enviando la mitad al ejército de Felipe II, cuando en realidad lo que hace es esconder a estas tropas tras unas colinas.
El 10 de agosto de 1557llegan a San Quintín tropas francesas bajo el mando de Anne de Montmorency. Su intención es entrar en la ciudad y hace avanzar a los zapadores para que levanten un puente sobre el Mosa que les permita entrar en la ciudad.
El ejército imperial, escondido tras las colinas, se lanza contra el ejército francés que inicia una retirada desordenada. En este momento, el duque vio a los franceses en movimiento y dubitativos, por lo que decidió atacarlos con todas sus fuerzas, sin esperar la llegada de Felipe II. Desordenados por el asalto de la caballería flamenca, los franceses intentaron formar cuadros de infantería pero fueron batidos por el fuego de la artillería.
Las bajas del ejército francés en la batalla de San Quintín fueron de 5.000 muertos y 6.000 prisioneros (entre ellos Anne de Montmorency)​. Para el ejército español las bajas fueron solo de unos pocos centenares de hombres.
La campaña de 1558 fue de baja intensidad y el 3 de abril de 155915​ se firmó la Paz de Cateau-Cambrésis. En virtud de este tratado Manuel Filiberto recuperaba sus dominios con la condición de que Francia conservara cinco ciudades (Turín, Pinerolo, Chieri, Chivasso y Villanova d'Asti). Los españoles como contrapartida habían decidido conservar dos (Vercelli y Asti). Manuel Filiberto además debía casarse con Margarita de Francia, duquesa de Berry, hermana de Enrique II de Francia.

Manuel Filiberto como Duque de Saboya.

Manuel Filiberto entró en París el 21 de junio de 1559 para contraer matrimonio con Margarita. La acogida de Enrique fue cordial y se fijó la fecha de la boda para el día 10 de julio en la Catedral de Notre-Dame, al tiempo que daban comienzo las fiestas para celebrarlo. Se organizaron varios torneos y en unos de ellos el rey Enrique II fue herido en la cabeza con una herida mortal. Mientras el rey agonizaba, Manuel Filiberto y Margarita celebraban su matrimonio el día 10.Más tarde, el mismo día fallecería Enrique II de Francia.
Tras volver a Flandes para entregar a Margarita Farnesio el gobierno de los Países Bajos, Manuel Filiberto abandonó Flandes y llegó a sus dominios (Niza) el 3 de noviembre de 1559.

Política interior

Manuel Filiberto de Saboya realizó una serie de reformas internas que convirtieron sus dominios, que anteriormente conservaban las formas de un estado medieval, en el que la autoridad del príncipe se veía muy limitada por el clero, la nobleza y las comunidades ciudadanas, en un estado moderno introduciendo un absolutismo que panegiristas e historiadores han considerado precursor del absolutismo ilustrado 
Uno de los primeros actos de Manuel Filiberto fue la restauración de los tribunales de justicia y creó la figura de un funcionario llamado “prefecto” dotado de competencias tanto civiles como criminales.
Dividió sus dominios en siete provincias (Aosta, Ivrea, Vercelli, Piamonte, provincia del Po, Asti y Niza) a la cabeza de cada una se puso a un prefecta.
Otra de sus primeras acciones fue reorganizar el Senado piamontés al que le atribuyó las competencias de juzgar las apelaciones, causas particulares y privilegiadas y se le reconoció como la máxima autoridad judicial inapelable, solo recurrible ante la voluntad ducal.
Las dos instituciones más importantes de la antigua estructura estatal saboyana habían sido la Asamblea de los Estados y el Consejo de Estado. Manuel Filiberto actuó de distinta forma con ambas instituciones para asentar su poder.
La Asamblea de Estados, pareció en primer momento, se aceptada y en 1560, Manuel Filiberto, convocó a los tres Estados para la concesión de unos tributos. Sin embargo Manuel Filiberto, desde el principio se reunió con los Estados por separado y manteniendo relaciones directas con los sectores más poderosos de cada ciudad. Después de esa fecha no volvió a convocar la Asamblea de Estados.
El Consejo de Estado, institución que participaba en el gobierno con el duque, fue una institución que entre 1559 y 1562 tuvo una cierta importancia política aunque pronto se vio su escaso poder efectivo y el carácter honorífico más que político de la institución. Después de 1562 sufrió, el Consejo de Estado, una transformación en sus funciones que lo convirtieron en una institución exclusivamente judicial que debía examinar las súplicas y peticiones de gracia de los súbditos saboyanos.
Otras medidas tomadas por Manuel Filiberto fueron el traslado de la capital del ducado desde Chambéry a Turín y la sustitución del latín como lengua oficial de su administración por el italiano.

Política exterior

Una vez que Manuel Filiberto de Saboya recuperó sus dominios se convirtió en un firme defensor de la neutralidad, aunque siempre se inclinó hacía España, viéndose implicado en casi todas las crisis políticas europeas entre 1560 y 1580.
Hacía 1560 la situación política parecía favorable a la formación de un bloque católico que uniese a Francia, dominada por el partido católico, España y el Papa Pío IV. Su finalidad sería la destrucción de Ginebra y el elegido para llevar a cabo la misión sería Manuel Filiberto de Saboya, sin embargo, el recelo entre los estados y la muerte de Francisco II de Francia que acarreó el compromiso entre católicos y hugonotes en Francia dio al traste con esta posibilidad.
Ese mismo año llegó a un acuerdo con los cantones suizos católicos por lo que se renovaba la antigua alianza que los vinculaba a Saboya, comprometiéndose ambas partes a ayudarse en caso de agresión.
En marzo de 1562, tras la matanza de hugonotes en Vassy, dieron comienzo las Guerras de Religión en Francia y Manuel Filiberto aprovechó la debilidad francesa para recuperar sus dominios que aún permanecían en manos francesas. Manuel Filiberto no dudó de ofrecer ayuda militar y económica a Catalina de Médicis ​y consiguió un primer éxito en los acuerdos de Blois por los que Francia devolvía cuatro plazas (entre las que se encontraba Turín) pero aún conservaban Pinerlo y Savigliano. Manuel Filiberto aceptó dicho compromiso.
Este acuerdo se vio en la corte española como un acercamiento hacia Francia por lo que Felipe II se negó a devolver Asti y Santhia que solo serán devueltas doce años después.
En 1563 se iniciaron conversaciones con Berna para la devolución de varias plazas ocupadas por la ciudad suiza. Sin embargo las negociaciones no llegaron a buen puerto y ambos contendientes se prepararon para el conflicto armada. Sin embargo varios cantones suizos se presentaron como mediadores entre el duque y los berneses y entre mayo y octubre de 1564 se llegaron a varios acuerdos por los que se dejaba en suspenso la cuestión de Ginebra y se devolvía a Saboya las ciudades de Genevois, Chablais y Gex. Por su parte Manuel Filiberto se comprometía a mantener la tolerancia religiosa de estos territorios.

Una vez resueltos los problemas suizos, Manuel Filiberto de Saboya, intentó asumir la función de garante en la península itálica de la unión de los príncipes bajo la supremacía española, un papel que si bien favorecía los intereses españoles no dejaba de mostrar su aspiración de superioridad sobre el resto de príncipes italianos. Incluso intentó organizar una liga católica para luchar contra los protestantes, con la ayuda del Papa, que tuvo escasos resultados.
En 1565 Manuel Filiberto de Saboya intentó hacerse con el poder en Monferrato, que estaba bajo el poder de la familia Gonzaga, fomentando una revuelta pero España no podía aceptar alteraciones en Italia y apoyó a Guglielmo Gonzaga.
Manuel Filiberto respondió acercándose Maximiliano II de Habsburgo y aunque su reivindicaciones sobre Monferrato no fueron escuchadas ganó gran prestigio al realizar un envío de un pequeño cuerpo del ejército a Hungría para luchar contra los turcos en 1566. 
Las relaciones con España mejoraron a raíz del comienzo de la Guerra de Flandes en 1568, ya que la Monarquía católica necesitaba Saboya como punto de conexión de los tercios estacionados en Italia y el Camino Español. Incluso se llegó a especular que Felipe II pondría a Manuel Filiberto a la cabeza del ejército español para aplacar la insurrección, pero la corte española desconfiaba de la actitud que Manuel Filiberto había tomado respecto a la política exterior de Saboya, ya que se había convertido cada vez en más independiente.
En 1570 la presión turca en el Mediterráneo hizo posible el contacto entre España, la Serenísima República de Venecia y el Papado, quienes decidieron formar una Liga Santa. El Papa Pío V se mostraba ilusionado con el proyecto e impulsó el proyecto de que Manuel Filiberto asumiera el mando de las tropas de tierra y el duque de Saboya pidió a Felipe II que le dejara dirigir la empresa, sin embargo, Felipe II denegó la propuesta.​ Sin embargo el Ducado de Saboya participó en la batalla de Lepanto con el envió de tres galeras (llamadas “Capitana”, “Margherita” y “Piamontesa”) bajo el mando de Andrea Provenza di Leyni, las cuales lucharon bajo el mando de los venecianos.
El duque Manuel Filiberto de Saboya participó en la matanza de San Bartolomé, en 1572, dando apoyo a los partidarios de la conjura, protegiendo a Alberto de Gondi, cardenal de Retz, uno de los artífices de la masacre.
En 1574 logró de Enrique III de Francia la devolución de las ciudades de Pinerolo y Savigliano.
Su última acción en política exterior fue la ocupación en marzo de 1580 del ducado de Saluzzo.
Manuel Filiberto de Saboya comenzó a sufrir en la segunda mitad de la década de los 70 crisis nefríticas manifestándose con fiebres, estreñimiento y hemorragias nasales. Todo se complicó con una cirrosis hepática producida por el exceso de alcohol.
Manuel Filiberto falleció en Turín el 30 de agosto de 1580. Había heredado un estado ocupado por los franceses y dejaba a su muerte un estado fuerte y bien organizado.

Matrimonio e hijos

Por la Paz de Cateau-Cambrésis Manuel Filiberto, contrajo matrimonio con Margarita de Francia, duquesa de Berry (1523-1574), hermana del Rey Enrique II en julio de 1559.
El matrimonio fue feliz en los primeros años de matrimonio sin embargo tras el nacimiento de su único hijo, Carlos Manuel I de Saboya, las relaciones entre los cónyuges se fueron enfriando y Manuel Filiberto mantuvo relaciones con otras mujeres causando grandes celos en su esposa.
Manuel Filiberto de Saboya tuvo como amante a Laura Cravola, dama de Vercelli de la que nacieron en 1556 María de Saboya quien se caso en 1570 con Filippo d'Este, marqués de San Marino​ y Francisca de Saboya quien se casó con Gabriel Vial, procurador del Rey de Francia y uno de los más antiguos miembros de la familia Vial. 
De Lucrecia Proba, noble turinesa, tuvo a Amadeo, quien más tarde se convirtió en Marqués de San Ramberto.
De una hija de Martino Doria tuvo otro hijo llamado Filippo y de Beatrice Langosco, hija del gran canciller Tommaso nacieron dos hijas y un varón.


miércoles, 15 de agosto de 2012

135.-Antepasados del rey de España:Jacobo I de Inglaterra e Irlanda y VI de Escocia.-a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; -Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas ; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala; Marcelo Yañez Garin; 

Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra en 1621, pintado por Daniël Mijtens.


Jacobo Carlos Estuardo​ (en inglés James VI of Scotland and I of England; Edimburgo, 19 de junio de 1566 – Theobalds House, 27 de marzo de 1625) fue rey de Escocia como Jacobo VI desde el 24 de julio de 1567 hasta su muerte, y rey de Inglaterra e Irlanda como Jacobo I desde el 24 de marzo de 1603 hasta su muerte.

Los reinos de Escocia e Inglaterra, eran Estados soberanos, separados en ese momento, que contaban con sus propios parlamentos, poder judicial y conjunto de leyes; y que pasaron a ser gobernados por un mismo soberano, Jacobo, en virtud de una unión personal.
Hijo de María I de Escocia, fue proclamado rey con un año de edad. Una serie de regentes gobernaron en su nombre y lucharon por el poder durante su minoría de edad, hasta que ésta terminó oficialmente en 1578. Sin embargo, no obtuvo el control verdadero del aparato del Estado hasta 1581. En 1603 sucedió en el trono de Inglaterra e Irlanda a la última Tudor, Isabel I, quien murió sin descendencia.​ Rigió conjuntamente Inglaterra, Escocia e Irlanda por espacio de 22 años, hasta su muerte a los 58 años.
Aunque gobernó con acierto en Escocia, se encontró con dificultades grandes en Inglaterra, incluyendo el célebre Complot de la Pólvora de 1605 y conflictos sucesivos con el Parlamento, que le era hostil, especialmente en lo referente al aumento de impuestos. De acuerdo a una tradición historiográfica iniciada a mediados del siglo XVII, la política absolutista de Jacobo, su irresponsabilidad financiera y los favores otorgados a favoritos impopulares sentaron las bases de la Guerra Civil Inglesa, durante la cual su hijo y sucesor, Carlos I, fue ejecutado. Sin embargo, la situación política de Inglaterra y de Escocia fue relativamente estable durante la vida del monarca, y los historiadores contemporáneos consideran a Jacobo como un soberano inteligente y reflexivo.Durante su reinado prolongado se mantuvo la paz con España, reanudando las hostilidades su hijo y sucesor Carlos.

Rey renacentista.

Durante su reinado continuó la "Era Dorada" del drama y la literatura isabelinos, con grandes escritores como William Shakespeare, John Donne, Ben Jonson o Francis Bacon, a los que el rey patrocinó, contribuyendo al florecimiento cultural.​ Apasionado por la teología, ordenó la traducción de la Biblia que lleva su nombre, la King James, y es la oficial de la Iglesia Anglicana. Probablemente jamás hubo tal concentración de talento literario bajo el patronazgo de la Corona inglesa. 
El propio Jacobo era un erudito de considerable talento, autor de poesías, traducciones y un tratado sobre poesía, así como obras condenando la brujería y el tabaco (Daemonologie [1597]​ y A Counterblaste to Tobacco [1604]), meditaciones y comentarios sobre las Sagradas Escrituras, obras de teoría política (The True Law of Free Monarchies [1598] y Basilikon Doron [1599]) y, por supuesto, discursos para el Parlamento. Sir Anthony Weldon afirmó que Jacobo había sido llamado "el bobo más sabio de la Cristiandad", y desde entonces se ha asociado el epíteto a este monarca.

Política

Su política se centró en tres cuestiones fundamentales: la lucha contra los católicos, el freno a los presbiterianos, que pretendían limitar la autoridad real, y la obtención del reconocimiento oficial de sus derechos sucesorios sobre el trono de Inglaterra. Sucedió a Isabel I en el trono inglés en 1603. Debido a su escasa popularidad entre sus nuevos súbditos y a su desconocimiento de las costumbres de Inglaterra, su reinado suscitó notables controversias.
En el plano religioso siguió las directrices anglicanas de sus predecesores, si bien sus persecuciones a los católicos y a los puritanos no fueron tan despiadadas como lo habían sido anteriormente. En materia financiera, el deseo del monarca de incrementar sus rentas lo llevó a un enfrentamiento con la Cámara de los Comunes, que a cambio de mayores impuestos reclamaba ciertas concesiones. El rey adquirió una gran impopularidad a causa de su política exterior de entendimiento con España.

Personalidad.

Jacobo Estuardo tuvo una personalidad extremadamente curiosa, excéntrica pero no deslumbrante, desdibujada entre las sombras de las célebres reinas que le precedieron, Isabel I en Inglaterra y María Estuardo en Escocia, y las desdichas de su hijo Carlos, el primer rey condenado a muerte por un Parlamento.
Apasionado por la caza, gran comedor y desmedido bebedor, Jacobo era un erudito de primera categoría, capaz de rebatir los argumentos de los sabios, teólogos y juristas, de abrumarles con tercos discursos en latín y sumergirlos bajo una catarata de citas bíblicas. Pero, a la vez, era un hombre caprichoso, vanidoso y sumamente cobarde, del que se decía que no podía ver una espada sin echarse a temblar. Se hallaba desprovisto de toda gracia y se lavaba muy raramente, complaciéndose con cinismo en su desaseo. Tenía accesos de cólera durante los cuales no sabía bien lo que decía, llegando a los insultos, y sus súbditos creían que le faltaba dignidad.
Era miedoso y desconfiado, y recelaba de todo el mundo, temiendo constantemente ser asesinado (como lo había sido su coetáneo Enrique IV de Francia, al que detestaba). Sus mandíbulas prognáticas, muy estrechas, y su lengua demasiado larga le impedían ingerir alimentos sin provocar ruidos desagradables. Hablaba un inglés difícil, con un áspero acento escocés, y tenía una voz chillona e irritante.
Su aversión hacia las mujeres fue notoria a pesar de su boda con Ana de Dinamarca. Es probable que fuera homosexual o quizá, bisexual, y otorgó títulos de nobleza, tierras, pensiones y joyas a sus diversos favoritos (se cree que varios de ellos eran sus amantes) con tal generosidad que agotó el tesoro real. Los ingleses desaprobaron tanto el comportamiento del monarca y su Corte como sus gastos.

Últimos días y muerte

Durante su último año de vida, mientras Buckingham consolidaba su control sobre Carlos para asegurar su propio futuro, Jacobo estuvo a menudo seriamente enfermo. Por lo general fue incapaz de visitar Londres, y su figura fue perdiendo relevancia en los asuntos de Estado.​ A comienzos de 1625, el soberano padecía artritis, gota y desmayos, y en marzo enfermó seriamente de fiebres tercianas y sufrió un ataque al corazón.
Finalmente murió en Theobalds House el 27 de marzo de 1625, a los 58 años de edad, durante un fuerte ataque de disentería, con Buckingham a su lado.94​ El funeral del difunto rey, magnífico pero desorganizado, tuvo lugar el 7 de mayo. John Williams, obispo anglicano de Lincoln, realizó el sermón, observando que "el rey Salomón murió en paz, habiendo vivido unos 60 años... y sabéis que así ha ocurrido con el rey Jacobo". Fue sepultado en la capilla mariana de Enrique VII en la abadía de Westminster.

Tratamiento y títulos

  • 19 de junio de 1566 – 24 de julio de 1567: Príncipe Jacobo
  • 19 de junio de 1566 – 24 de julio de 1567: Duque de Rothesay
  • 10 de febrero – 24 de julio de 1567: Duque de Albany (conde de Ross, lord Ardmannoch)
  • 24 de julio de 1567 – 27 de marzo de 1625: Su Gracia Jacobo VI, rey de los escoceses.
  • 24 de marzo de 1603 – 27 de marzo de 1625: Su Majestad Jacobo I, rey de Inglaterra e Irlanda.

Descendencia

De su matrimonio con Ana de Dinamarca hubo 9 hijos, de los que solo 3 llegaron a la edad adulta:

  • Enrique Federico (1594 - 1612), duque de Rothesay desde su nacimiento y al subir su padre al trono inglés, duque de Cornualles (1603) y príncipe de Gales (1610).
  • Un hijo (julio de 1595).
  • Isabel (1596 - 1662), casada con Federico V, elector palatino del Rin y pretendiente al trono de Bohemia.
  • Margarita de Inglaterra (24 de diciembre de 1598 - marzo de 1600), fallecida a los quince meses de edad.
  • Carlos (1600 - 1649), nombrado duque de Albany (1603) y de York (1605); rey de Inglaterra como Carlos I, al suceder a su padre por la muerte de su hermano mayor. Ejecutado durante las guerras civiles inglesas.
  • Roberto, duque de Kintyre (18 de enero de 1602 - 27 de mayo de 1602) , fallecido a los cuatro meses de edad.
  • Un hijo (1603).
  • María (1605 - 1607).
  • Sofía (1606).