—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

sábado, 27 de octubre de 2012

161.-Ancestros de Felipe VI de España: Lorenzo de Médici.-a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; -Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas ; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala; Marcelo Yañez Garin; 


  
(en italiano: Lorenzo di Piero de' Medici; Florencia, 1 de enero de 1449- Villa medicea de Careggi, 9 de abril de 1492), también conocido como Lorenzo el Magnífico por sus contemporáneos, fue un estadista italiano y gobernante de facto​ de la República de Florencia durante el Renacimiento italiano. Príncipe de Florencia, mecenas de las artes, diplomático, banquero, poeta y filósofo renacentista, perteneciente a la familia Médici, y también bisabuelo de la reina Catalina de Médici.
Su vida coincidió con la cúspide del Renacimiento italiano temprano; su muerte marca el final de la Edad de Oro de la ciudad de Florencia. La frágil paz que ayudó a mantener entre los distintos estados italianos terminó con su muerte. Los restos de Lorenzo de Medici reposan en la Capilla de los Médici en la basílica de San Lorenzo (Florencia).

Biografía

Lorenzo fue considerado el más inteligente de los cinco hermanos, y tuvo como tutor a un diplomático llamado Gentile Becchi. Participó en justas, cetrería, caza y cría de caballos para competir en el Palio de Siena. Su caballo se llamaba Morello.

Se educó primero en Venecia, más tarde fue enviado a Milán con sólo diecinueve años en representación de su padre, Pedro de Médici. Siendo Lorenzo aún joven, Pedro lo envió a numerosas misiones diplomáticas. Entre ellas se cuentan viajes a Roma para ver al Papa y a otras figuras políticas y religiosas.
Con veinte años, en 1469, la muerte de su padre le obligó a hacerse cargo del Estado florentino bajo un pulso permanente con el Reino de Nápoles. Su carácter conciliador y diplomático le permitió alcanzar la paz con los napolitanos en 1480 tras declararle la guerra Fernando I de Nápoles. Los enfrentamientos entre los jefes de familia de la república florentina mantenían la ciudad en tensión y Lorenzo debió disputar su posición de forma permanente. Esta actitud llevó a parte de la historiografía a considerarle un déspota. Otros, sin embargo, le consideraron un mantenedor del orden en un periodo muy convulso de la historia de la ciudad italiana. El enfrentamiento entre los Médici y los Pazzi —otra influyente familia banquera de la ciudad— se mantuvo durante todo su principado y hubo de sufrir, al menos, dos atentados, el más famoso de los cuales sucedió el 26 de abril de 1478, la conspiración de los Pazzi, que ocurrió frente al Duomo de Florencia, un domingo en Misa. En esta descabellada operación los Pazzi acabaron con la vida del hermano menor de Lorenzo, Juliano. Se enfrentó al Papa Sixto IV en el proceso de expansión de los Estados Pontificios.

Casado con una de las mujeres más nobles de la aristocracia romana, Clarisa Orsini, consiguió que su hijo hiciera carrera como eclesiástico, de tal suerte que más tarde llegaría a ser el Papa León X.

Como mecenas destacó en su apoyo a artistas de la talla de Sandro Botticelli, Leonardo da Vinci, Giuliano da Maiano y Miguel Ángel, entre otros. Extendió el arte renacentista italiano por el resto de las cortes europeas, gracias a sus excelentes relaciones.
Fundó, entre otras instituciones, la Biblioteca Laurenciana. Enviados de Lorenzo recuperaron del Este de Europa gran cantidad de obras clásicas, montando talleres para copiar sus libros y difundir su contenido a través de toda Europa. Apoyó el desarrollo del Humanismo a través de su círculo de amigos eruditos que estudiaron a los filósofos griegos y trataron de combinar las ideas de Platón con el cristianismo. En este grupo se encontraban los filósofos Marsilio Ficino, Poliziano y Giovanni Pico della Mirandola.

En su condición de banquero desatendió los negocios heredados de la familia y tuvo muchos problemas para mantener las actividades mercantiles en el oeste de Europa, perdiendo las filiales de Londres, Brujas y Lyon (creada en 1466).

Mecenazgo

El mecenazgo de Lorenzo de Médici no consistió tanto en financiar obras, como hiciera su abuelo Cosme el Viejo, sino en mandar a los artistas más destacados de Florencia (Botticelli, los Pollaiolo a Roma, Maiano a Nápoles, Sansovino a Lisboa, Verrocchio a Venecia, etc.) a diversas cortes, practicando la «política de prestigio artístico». Su gusto y su criterio eran muy valorados puesto que, dotado de una gran sensibilidad demostrada por sus poemas, gustó de rodearse de artistas, filósofos y científicos: amaba el contacto con la inteligencia y el talento, como para cultivar en él mismo una especie de artista universal, para adquirir o presentir todas las virtualidades del genio. A la generación viril, la de Cosme que se complacía en construir en todos los órdenes, siguió la de los estetas, admirablemente dotados, que prefieren el goce estético y la especulación a la actividad.
 Esto además tiene su explicación en el hecho de que había que hacer avanzar numerosos trabajos ya emprendidos, que las villas de los Médicis eran ya numerosas en 1469 y que estaban adornadas con cuadros y estatuas, quedando poco sitio libre. Lo que si es cierto es que entre todas las anticaglie (antigüedades) que conservaban en jardines y en el interior de los palacios, artistas como Miguel Ángel pudieron entrar en contacto directo con las obras de la antigüedad clásica -y restaurar algunas, como es el caso de Donatello-, sin olvidar por ejemplo que en el Camposanto monumental de Pisa hay una magnífica colección de sarcófagos romanos, probablemente la primera fuente de inspiración para los escultores florentinos del Quattrocento.
Algunos estudiosos proclaman a Lorenzo de Medici como uno de los «padrinos del Renacimiento». Se destaca el llamado «jardín de escultura» que fundó, con el cual pretendía revivir el arte de la escultura, casi extinto en Florencia. En este jardín se impartió enseñanza gratuita en el proceso de esculpir a los más talentosos aprendices de los talleres del momento, entre ellos al joven Miguel Ángel, y fue allí donde éste realizó varias de sus primeras obras en mármol como La Virgen de las Escaleras y La batalla de los centauros. Para llenar la necesidad de tener un maestro en el jardín de escultura, Lorenzo contrató a Bertoldo, antiguo aprendiz del famoso escultor Donatello, quien a su vez había sido aprendiz de Ghiberti. Bertoldo, a pesar de su avanzada edad enseñó el arte de esculpir el mármol a sus aprendices del jardín, lo cual les dio las bases necesarias para revivir la escultura en Florencia.

Matrimonio e hijos

Lorenzo se desposó con Clarisa Orsini por poderes el 7 de febrero de 1469. El matrimonio en persona se llevó a cabo en Florencia el 4 de junio del mismo año. Clarisa era una hija de Jacobo Orsini, señor de Monterotondo y Bracciano con su esposa y prima Magdalena Orsini. Clarisa y Lorenzo tuvieron 10 hijos:

Lucrecia (Florencia, 4 de agosto de 1470 - 15 de noviembre de 1553), se casó el 10 de septiembre de 1486 con Jacobo Salviati y tuvieron 10 hijos, incluyendo al Cardenal Juan Salviati, Cardenal Bernardo Salviati, María Salviati (madre de Cosme I de Médici, y de Francisca Salviati (madre del Papa León XI)
Dos gemelos que murieron después del nacimiento (marzo 1471)
Pedro (Florencia, 15 de febrero 1472 - ío Garigliano, 28 de diciembre de 1503), gobernante de Florencia después de la muerte de su padre, llamado El Infortunado.
Magdalena (Florencia, 25 de julio de 1473 - Roma, 2 de diciembre de 1528), se casó el 25 de febrero de 1487 con Franceschetto Cybo (hijo ilegítimo del Papa Inocencio VIII) y tuvieron siete hijos.
Contessina Beatriz (23 septiembre de 1474 - septiembre de 1474), murió muy joven.
Juan (Florencia, 11 de diciembre de 1475 - Roma, 1 de diciembre de 1521), ascendió al papado como León X el 09 de marzo 1513.
Luisa (Florencia, 25 de enero de 1477 - julio de 1488), también llamada Luigia, estaba prometida con Juan el Popular, pero murió joven.
Contessina (Pistoia, 16 de enero de 1478 - Roma, 29 de junio de 1515), casada en 1494 con Piero Ridolfi (1467-1525) y tuvo cinco hijos, incluyendo al Cardenal Nicolás Ridolfi.
Juliano, duque de Nemours (Florencia, 12 de marzo de 1479 - Florencia, 17 de marzo de 1516), creado duque de Nemours en 1515 por Rey Francisco I de Francia.
Lorenzo también adoptó a su sobrino Julio, el hijo ilegítimo de su hermano muerto Juliano de Médici. Julio más tarde se convirtió en el Papa Clemente VII.



Familia Médicis o Medici.
Aldo  Ahumada Chu Han 


Familia de comerciantes y banqueros de Florencia que llegaron a gobernar la Toscana y a ejercer una influencia considerable sobre la política italiana. Representantes de la burguesía ascendente en las ciudades del norte de Italia en la época de expansión del capitalismo mercantil y financiero, los Médicis o Medici dejaron su impronta en el arte del Renacimiento ejerciendo abundantemente el mecenazgo. Aparecen ocupando el cargo de gonfaloniero o jefe de la ciudad de Florencia desde el siglo XIV.
La familia se dividió en dos ramas a partir de Juan de Médicis (Giovanni di Bicci, 1360-1429): mientras su hijo menor, Lorenzo (1395-1440), daba lugar a una rama secundaria, postergada hasta comienzos del siglo XVI, el poder en Florencia recaía en manos de la rama principal, que arranca de su hijo mayor, Cosme de Médicis el Viejo (Cosimo, 1389-1464).
Tras vencer al partido del patriciado tradicional, Cosme de Médicis instauró desde 1434 un poder dictatorial en Florencia, si bien respetó la forma republicana de las instituciones y se mantuvo alejado personalmente de los cargos principales, encomendándolos a clientes suyos. Cosme duplicó la fortuna de la familia y la empleó para fomentar las artes y el pensamiento, haciendo de Florencia un gran foco de cultura renacentista: Brunelleschi, Donatello y Filippo Lippi, entre otros, se beneficiaron de su mecenazgo; con el mismo espíritu de recuperación de la cultura clásica, compró importantes manuscritos griegos, con los que formó la biblioteca familiar.
Su hijo, Pedro I el Gotoso (Piero, 1414-69), se limitó a conservar el poder y a emparentar con la familia aristocrática de los Orsini mediante el matrimonio de su hijo, Lorenzo de Médicis el Magnífico (1449-92). Lorenzo de Médicis consiguió resistir los intentos de arrebatarle el poder por parte del patriciado, que se alió con el papa Sixto IV, aunque perdió a su hermano Julián (1453-78) durante la rebelión de los Pazzi (1478).
Lorenzo el Magnífico fue un típico príncipe renacentista, protector de escritores, sabios y artistas, impulsor de las primeras imprentas italianas y organizador de fiestas. Su prodigalidad puso en peligro la fortuna de los Médicis y despertó las iras de Savonarola. Su hijo Pedro II (Piero, 1471-1503) fue expulsado del poder por una revuelta instigada por Savonarola en 1494. Su alianza con Carlos VIII de Francia no fue suficiente para recuperar la ciudad.
Su hermano Juan de Médicis (Giovanni, 1475-1521), recuperó el poder en 1512 gracias a la ayuda del papa Julio II, de manera que Florencia quedó subordinada a Roma en los años siguientes. Ejerció el poder junto con su hermano menor, Julián (Giuliano, 1478-1516). Juan de Médicis, que era cardenal desde los 13 años, fue elegido papa en 1513, tomando el nombre de León X. Practicó asiduamente el nepotismo, situando a miembros de la familia Médicis en los órganos de poder de la Iglesia romana; incluso gravó a la Hacienda papal con los gastos de la Guerra de Urbino (1516-17), destinada a conquistar dicho ducado para su sobrino Lorenzo II.
El pontificado de León X (1513-21) apenas trajo novedades en materia religiosa, pues se comportó como un príncipe italiano más, dedicado a conservar y ampliar sus dominios por medio de la diplomacia y de la guerra, así como a ejercer el mecenazgo artístico. Encargó a Rafael Sanzio construir la basílica de San Pedro, cuyo coste le obligó a recabar fondos intensificando la venta de bulas de indulgencia; la denuncia contra la inmoralidad de este tráfico mercantil sería el detonante que haría a Lutero romper con la Iglesia católica, dando origen a la reforma protestante (1517-21).
En 1523, tras el breve pontificado de Adriano VI, accedió al Papado otro Médicis, hijo bastardo de Julián: Julio de Médicis (Giulio, 1478-1534), que tomó el nombre de Clemente VII. Queriendo liberarse de la tutela de Carlos V, en 1526 impulsó contra éste la Liga Santa de Cognac (o Liga Clementina), formada por Francia, Inglaterra, Florencia, Venecia, Milán y el Papado. El emperador Carlos V respondió tomando Roma y entregándola al saqueo de sus soldados (Sacco de Roma, 1527); el papa fue encarcelado durante siete meses en el Castillo de Sant'Angelo, y sólo la peste desatada en la ciudad hizo que fuera evacuada por las tropas imperiales.
Clemente VII decidió entonces reconciliarse con Carlos V, a quien coronó emperador y rey de Italia en Bolonia en 1530; a cambio, Carlos le devolvió los territorios que le había arrebatado y conquistó Florencia, poniendo de nuevo en el poder a los Médicis (que lo habían perdido) en la persona de Alejandro (quizá hijo natural del mismo papa). Por último, el pontificado de Clemente VII tuvo una importancia crucial para la Iglesia, pues, al negarse a reconocer el divorcio de Enrique VIII (decisión inevitable, dada la subordinación del Papado a la política de Carlos V) desencadenó el cisma de la Iglesia de Inglaterra.

En Florencia, mientras tanto, ocupó el poder Lorenzo II de Médicis (1492-1519), hijo de Pedro II. Gobernó nominalmente dirigido por su tío, el papa León X (que en 1516 le hizo duque de Urbino). De su matrimonio con una aristócrata francesa nació Catalina de Médicis (1519-89), que habría de ser reina de Francia por su matrimonio con Enrique II.
Hipólito (Ippolito, 1511-35), hijo natural de Julián, fue hecho cardenal por su tío Clemente VII, que le empleó para dirigir la política florentina en su nombre. Probablemente murió envenenado por su pariente Alejandro (Alessandro, 1510-37), hijo natural de Lorenzo II o quizá del cardenal Julio de Médicis. Alessandro de Médicis fue impuesto en el poder en 1530 por las armas de Carlos V, que en aquel momento controlaban Italia. El emperador hizo a Alejandro duque de Florencia (1532), con lo que los Médicis quedaron convertidos en dinastía ducal de una monarquía hereditaria. Alejandro ejerció un poder tiránico que causó gran descontento en la ciudad. Sus habitantes enviaron a Hipólito de Médicis a plantear sus quejas ante Carlos V, pero el enviado murió durante el viaje, seguramente envenenado por Alejandro.
Alejandro de Médicis moriría también (extinguiéndose con él la rama principal de los Médicis) a manos de un miembro de la rama secundaria de la familia, Lorenzino o Lorenzaccio (1514-48). Éste era un escritor de la corte de Alejandro, a quien decidió asesinar imbuido de ideales republicanos. Para su decepción, la muerte del tirano no dio paso a un régimen de libertades, sino a la sucesión en el Ducado de otro Médicis de esta rama, Cosme I de Médicis (Cosimo, 1519-74), en 1537. Once años después, Cosme haría asesinar, a su vez, a Lorenzino.
Cosme I de Médicis fue otro tirano como Alejandro, protegido como él por Carlos V. Bajo su principado alcanzó Florencia el apogeo de su poder en Italia, conquistando Lucca y Siena. En 1569 esta ampliación territorial fue sancionada por la coronación de Cosme como gran duque de Toscana por el papa Pío V. Inició además una política de limpieza del Mediterráneo de piratas berberiscos, que continuarían sus sucesores.
Le sucedió su hijo Francisco María (Francesco Maria, 1541-87), que continuó la línea de gobierno despótico y aliado de España. Su hija María de Médicis (1573-1642) llegaría a ser reina de Francia por su matrimonio con Enrique IV y regente durante la minoría de edad de Luis XIII.
Francisco María de Médicis murió probablemente envenenado por su hermano, el cardenal Fernando I (Ferdinando, 1549-1609). Al suceder a su hermano en la Corona ducal (1587), Fernando I de Médicis abandonó el capelo cardenalicio y contrajo matrimonio. Con él se inició la protección de los Médicis a Galileo, que continuarían sus sucesores. Fernando cambió la orientación política de Toscana, alineándola con la Francia de Enrique IV y contra la España de Felipe II y Felipe III (de hecho, fue él quien casó en 1601 a su sobrina María de Médicis con el rey francés). Sin embargo, cuando Francia hizo la paz con el duque de Saboya, Fernando volvió a aliarse con Felipe III para hacer frente a su enemigo italiano.
Le sucedieron su hijo Cosme II de Médicis (1590-1621), su nieto Fernando II (1610-70), su bisnieto Cosme III (1642-1723) y su tataranieto Juan Gastón (1671-1737), bajo los cuales tuvo lugar la decadencia de la dinastía. El último de los mencionados no tuvo descendientes varones, con lo que se extinguió el linaje de los Médicis, dejando Toscana a merced de los intereses diplomáticos de las grandes potencias. Por el Tratado de Viena (1735) la Corona ducal de Toscana fue otorgada al duque de Lorena, esposo de María Teresa de Austria, que más tarde sería emperador con el nombre de Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico.

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