—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

lunes, 30 de diciembre de 2013

236.-La voluntad en la filosofía.-a

Aldo Ahumada Chu Han



 Hinduismo

no figura
Diccionario filosófico marxista · 1946

no figura
Diccionario filosófico abreviado · 1959

Hinduismo

Conjunto de representaciones y conceptos dominantes en la religión, en la ética y filosofía de la India desde los comienzos de la Edad Media hasta la época contemporánea. Entran en la esfera del hinduismo la mayor parte de los sistemas de culto y religiosos basados en la adoración de los dioses Vishnú y Shiva. La aparición del hinduismo estaba relacionada con la crisis ideológica general que se produjo en la India en los siglos VI-IV a. n. e. Las fuentes escritas hinduistas comprenden gran parte de los textos religiosos, filosóficos y jurídicos en sánscrito, antiguos y de la Edad Media. Entre las categorías generales religioso-filosóficas del hinduismo las más importantes son el atmán, alma individual, y el brahmán, alma universal. Según la concepción idealista objetiva hinduista, estas categorías no se hallan vinculadas al tiempo ni al espacio, ni tampoco a las relaciones de causa y efecto; el atmán y el brahmán se contraponen a la naturaleza (prákriti), que se desarrolla en el tiempo y en el espacio según las leyes de las relaciones de causa y efecto. Considera el hinduismo que el fin último de todo progreso estriba en que el atmán se libere de la naturaleza y se funda con el brahmán. El lazo entre el alma y la naturaleza se regula por la ley del karma, cuya esencia se reduce a lo siguiente: el atmán, convertido en alma “viva” encarnada en el cuerpo de algún ser vivo, realiza acciones buenas o malas. El karma (literalmente “asunto”) es la influencia que tales acciones ejercen; deja el alma sujeta a nacimientos y muertes (samsara) y la condena a la siguiente reencarnación, con la particularidad de que el estado (riqueza, pobreza, honores, humillación, &c.) en que se produzca la reencarnación constituirá una recompensa o un castigo por la conducta observada durante las reencarnaciones anteriores. En las representaciones y conceptos del hinduismo se reflejaba y reforzaba el conservador régimen de castas. Entre las representaciones religioso-mitológicas hinduistas, las que desempeñan un papel más importante son la avatara y la manifestación. La avatara es la encarnación de un dios en otro dios, en un hombre o en un animal. Una vez surgida, esta nueva encarnación sigue existiendo junto a la divinidad “inicial” y a sus otras encarnaciones. La manifestación es la aparición del dios Shiva en cualquier forma que éste desee tomar; puede subsistir desde unos instantes hasta la eternidad.

Diccionario filosófico · 1965:216

Hinduismo
Conjunto de representaciones, usos, costumbres, ritos religiosos e instituciones socio-existenciales típicos de la mayoría de la población de la India (se considera hinduista toda persona, cuyo padre o madre, por lo menos, es indio y no profesa otra religión). Las raíces del hinduismo se remontan a la religión antigua india: el brahmanismo, la ligazón genética con él se manifiesta, por ejemplo, en que entre las divinidades más veneradas del hinduismo figuran la trinidad del brahmanismo; Brahma (creador), Vishnu (guardián) y Shiva (creador, guardián y destructor al mismo tiempo). El hinduismo se distingue por la multiplicidad de las manifestaciones concretas y la diversidad de los nexos con los distintos aspectos de la vida y la actividad humanas. Al faltar un sistema doctrinario armónico y obligatorio para todos, la organización eclesiástica, un centro dirigente único o institución facultada para resolver las cuestiones vinculadas con la actividad religiosa y al haber cierta tolerancia hacia las desviaciones de los dogmas religiosos, en el hinduismo son excepcionalmente fuertes las exigencias de las tradiciones socio-existenciales. El hinduismo no tolera en absoluto las infracciones de un conjunto de limitaciones y prohibiciones que prescribe a las esferas de la vida social, familiar e individual diferentes para los numerosos grupos, castas y subcastas, en que el hinduismo divide a la población y de las divisorias entre dichos grupos, consideradas inconmovibles hasta el presente. Es propia de los que profesan el hinduismo la noción de que el alma individual eterna (atmán) aspira a fundirse con el alma mundial (brahmán). Esta fusión la impide un torrente de manifestaciones finitas, en constante cambio, del ser natural material. En el camino hacia la “salvación” final el atmán experimenta continuas rencarnaciones, cada una de cuyas formas es determinada por el karma, por el destino que el hombre mismo crea con sus actos. Las tendencias fundamentales del hinduismo son el vishnuismo, el shivaísmo y el saktismo (Sakti es la manifestación femenina del Brahma). Gozan de prestigio entre los creyentes los denominados “santos profesionales” que a menudo proclaman sus sistemas de “salvación”. En el marco de dichos sistemas, R. Tagore, Gandhi y otros líderes del movimiento de liberación nacional de la India intentaban reformar el hinduismo y crear sobre su base una religión “depurada” del fanatismo y el oscurantismo. A pesar de que la legislación prohíbe la discriminación de casta, en el país persisten aún las supervivencias del antagonismo entre las mismas.

Diccionario de filosofía · 1984:208



Voluntarismo

(Del latín: “voluntas” voluntad). El voluntarismo es una de las tendencias idealistas subjetivas en filosofía que niega la existencia de leyes objetivas y necesarias en la Naturaleza y en la Sociedad, atribuyendo el valor decisivo, primario, a la voluntad. Los representantes del voluntarismo son Schopenhauer, Nietzsche, Hartmann y otros. Las fuentes de esta tendencia emanan del profundo medioevo; las hallamos en las doctrinas de los padres de la iglesia: San Agustín (354-430), que consideraba la fuerza de la voluntad como el fundamento de la persona y que unió esta teoría con la doctrina de la predestinación divina; el conocido escolástico de la Edad Media, Duns Escoto, que reconocía abiertamente la primacía de la voluntad sobre la razón, de la casualidad sobre la necesidad, y veía en la voluntad activa el fundamento, y el objetivo de la perfección humana y la dependencia del hombre respecto a la voluntad divina. El carácter reaccionario del voluntarismo se manifestó ya en sus mismos orígenes. Habiendo sido dirigido contra la teoría de las leyes materiales objetivas, el voluntarismo se acomodó con las teorías fatalistas de la predestinación y de la voluntad divinas. En la filosofía moderna, el voluntarismo está vinculado, como lo señaló Lenin en Materialismo y Empiriocriticismo, con la línea de Kant y Hume, con la negación de la existencia de leyes objetivas en la Naturaleza y en la Sociedad, con la fórmula kantiana de que “la razón impone las leyes a la Naturaleza”. Un ejemplo manifiesto de tal “voluntarismo idealista” es, según Lenin, el machismo que niega las leyes objetivas de la Naturaleza y que “reconoce el mundo de la voluntad”. Para los populistas, anarquistas, social-revolucionarios, el voluntarismo fundamenta filosóficamente las teorías sociológicas subjetivas de las “personalidades vigorosas” como fuerzas orientadoras del proceso social. Para los neokantianos (la escuela de Windelband, Rickert), el voluntarismo sirve para disimular lo inevitable de la muerte del capitalismo, sirve a las teorías de la eternidad del régimen capitalista. Para Nietzsche, el voluntarismo supone la justificación de la violencia de las clases dominantes, la esclavización de los oprimidos. Una difusión particularmente amplia obtuvieron las diversas teorías voluntaristas en la ciencia y en la filosofía burguesas contemporáneas. El miedo a la revolución proletaria en marcha y la inevitabilidad del colapso del capitalismo, obligan a la burguesía a buscar en las diversas teorías del libre albedrío, de la independencia del libre arbitrio, &c., una salvación contra las leyes inexorables del desarrollo social.
Diccionario filosófico marxista · 1946:318

Voluntarismo

(lat. voluntas). Una de las variedades del idealismo subjetivo en filosofía; niega las leyes objetivas y la necesidad tanto en la naturaleza como en la sociedad, y atribuye a la voluntad humana un papel primordial y decisivo. Principales representantes: Schopenhauer (Ver),Nietzsche (Ver), Hartmann, &c. Esta tendencia hunde sus raíces en las profundidades de la Edad Media. Aparece ya en los escritos de los “Padres de la Iglesia”: San Agustín (354-430) asignaba a la voluntad una importancia muy grande, y unía el voluntarismo a la doctrina de la predestinación divina; el filósofo medieval Duns Scotus sostenía la primacía de la voluntad sobre la razón, de la contingencia sobre la necesidad y la sumisión del hombre a la voluntad divina. El carácter reaccionario del voluntarismo se manifestó, pues, desde sus orígenes. El voluntarismo se adaptaba a la doctrina fatalista de la predestinación y de la voluntad divina. En la filosofía moderna, el voluntarismo se vincula, coma lo ha demostrado Lenin en su Materialismo y empiriocriticismo (Ver), con la doctrina de Kant (Ver), deHume (Ver), con la fórmula kantiana: el entendimiento dicta sus leyes a la naturaleza. El machismo (Ver), que niega las leyes objetivas de la naturaleza y considera el mundo como la creación de la voluntad, es un ejemplo notable de “idealismo voluntarista”. Para los populistas, los anarquistas y los “socialistas revolucionarios” rusos, el voluntarismo constituía la base filosófica de teorías subjetivistas, pseudocientíficas, según las cuales, las “personalidades fuertes” orientarían el progreso social. Entre los neokantianos (escuela de Windelband-Rickert) el voluntarismo sirve para enmascarar las contradicciones del capitalismo. El voluntarismo de Nietzsche constituye la justificación de la violencia de las clases dominantes, del avasallamiento y de la opresión de las masas. El voluntarismo es la filosofía de los reaccionarios belicistas, que se esfuerzan a todo precio por detener la marcha de la historia y por apartar a las masas de la lucha revolucionaria. El voluntarismo acompaña al aventurerismo político. Así, la filosofía fascista alemana consideraba la voluntad (sobre todo la del “Führer”) como la fuerza determinante de los acontecimientos sociales.
El materialismo filosófico marxista combate al voluntarismo. Ni la “voluntad”, ni una personalidad eminente determinan el curso de la historia: lo determinan las leyes sociales objetivas. La verdadera libertad de la voluntad humana, la libertad de obrar, no es posible sino a condición de apoyarse en el conocimiento de las leyes objetivas del desarrollo, y de obrar no oponiéndose a esas leyes, sino de acuerdo con ellas. La tesis marxista sobre el carácter objetivo de las leyes sociales, que existen y actúan independientemente de la voluntad humana, es enteramente valedera para la sociedad socialista también. Cuando ciertos economistas, filósofos y juristas soviéticos estimaban pues, que el Estado Soviético podía aniquilar tales o cuales leyes económicas y crear otras nuevas, abolirlas y transformarlas a voluntad, sus concepciones eran profundamente erróneas y, en resumen, de esencia voluntarista. Ellos identificaban las leyes económicas objetivas con las leyes jurídicas promulgadas o anuladas por el Estado. En la U.R.S.S., toda la actividad del Estado y todo el desarrollo de la sociedad están determinados por leyes objetivas que reflejan los procesos económicos, independientes de la voluntad humana. La interpretación voluntarista de las leyes es peligrosa porque impide prever los acontecimientos de la vida económica y asegurar la dirección económica más elemental. La política del Partido Comunista de la Unión Soviética constituye una poderosa palanca de la edificación comunista porque se apoya en las leyes económicas objetivas del socialismo, porque aplica estas leyes y moviliza a las masas con el propósito de realizar las tareas planteadas por el curso objetivo del desarrollo histórico. (Ver igualmente Libertad y necesidad; Ley; Método subjetivo en sociología).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:526-527

Voluntarismo

Corriente idealista (sobre todo idealista subjetiva) en filosofía y psicología; supone que la voluntad constituye el fundamento primario del mundo, la contrapone a las leyes objetivas de la naturaleza y de la sociedad y niega que la voluntad humana esté condicionada por el medio circundante. El término fue introducido por el sociólogo alemán Tönnies y por el filósofo Paulsen, también alemán. Como teoría filosófica, el voluntarismo se estructuró en el siglo XIX en la filosofía de Schopenhauer, si bien existían ya elementos suyos en la obra de Kant y de Fichte. El voluntarismo desempeñó un importante papel en la filosofía de Eduard von Hartmann y, sobre todo, de Nietzsche. Constituye una de las fuentes ideológicas y un rasgo típico de la ideología del fascismo. En Rusia, el voluntarismo fue característico de los populistas, quienes contraponían la acción de los “héroes” solitarios a las leyes objetivas de la historia. A fines del siglo XIX y principios del XX, el voluntarismo penetró en la psicología (Wundt). Esa corriente es aprovechada por los ideólogos del anticomunismo para justificar una nueva guerra y la propaganda del fascismo. Al rechazar el voluntarismo, el marxismo-leninismo señala el carácter relativo del libre albedrío, examina la voluntad de las personas como derivada de las leyes objetivas del desarrollo de la naturaleza y de la sociedad (Factores objetivos y subjetivos de la historia).
Diccionario filosófico · 1965:485

Voluntarismo

(del latín voluntas, voluntad.) Corriente en la filosofía burguesa idealista cuyos partidarios niegan las leyes de la naturaleza y la sociedad y ven la esencia de la realidad, así como de la actividad humana, en la voluntad, la cual no se halla condicionada por nada. El voluntarismo se caracteriza por oponer y supeditar la razón a la voluntad “libre”, “autónoma”. Una idea parecida se encuentra ya en el filósofo de la Edad Media Duns Escoto; sin embargo, el voluntarismo se forma como una teoría desarrollada en la época moderna. Su representante típico es el filósofo alemán Schopenhauer, para quien el mundo en que vivimos “es por entero la voluntad en toda su esencia”. Siguiendo a Schopenhauer, Nietzsche trató de fundamentar la idea de que “la esencia más profunda del ser es la voluntad de poder”. Esta tesis resulta muy bien ilustrada por la imagen nietzscheana del hombre superior que aplasta inmisericordemente las normas elementales de la moral. Las ideas de Nietzsche fueron la fuente en que abrevó la ideología más inhumana de la sociedad burguesa: el fascismo. En la historia del pensamiento social ruso algunos sociólogos del populismo desarrollaron una forma peculiar de voluntarismo. El voluntarismo es típico asimismo en las teorías psicologistas que consideran la voluntad como la propiedad psíquica fundamental del individuo, a la par que reducen el pensamiento a un papel de segundo grado en la actividad vital del hombre (Wundt, Paulsen y otros). Ahora bien, si nos referimos a las corrientes idealistas contemporáneas los rasgos del voluntarismo tienen plena expresión en elintuitivismo, el pragmatismo y el existencialismo. Desde el punto de vista materialista científico el voluntarismo no resiste la menor crítica, pues evade el nexo natural, absolutiza y convierte en algo autosuficiente una de las propiedades de la psiquis humana: la voluntad; interpreta en forma distorsionada la correlación existente entre la actividad teórica y práctica del individuo. Los voluntaristas separan la práctica del conocimiento, reduciéndola de hecho a una manifestación del instinto. En la lucha ideológico-política los seguidores del voluntarismo se hallan generalmente del lado de las fuerzas conservadoras.
Diccionario marxista de filosofía · 1971:320

Voluntarismo

(latín: voluntas). Orientación de la filosofía idealista que reconoce la voluntad como base primaria de todo lo existente. Cabe distinguir dos variedades del voluntarismo: como forma del idealismo objetivo y como forma del idealismo subjetivo. Los representantes típicos de la primera forma de voluntarismo son Schopenhauer y E. Hartmann. Sometiendo el agnosticismo de Kant a la crítica desde la derecha, Schopenhauer afirma que la “cosa en sí”, que constituye la base de los fenómenos (representaciones), es la “voluntad mundial” primaria, no condicionada por nada. Según Schopenhauer, la fuerza propulsora de todos los seres vivos es la “voluntad de vida”, que reviste un carácter instintivo, espontáneo. La voluntad consciente se deriva de la fe individual ciega, instintiva. El voluntarismo de Schopenhauer predica la doctrina fatalista, sustentada por el budismo, de la renuncia a la voluntad individual de vida y la disolución de lo individual en la voluntad mundial cósmica. La forma idealista subjetiva de voluntarismo es típica de Stirner y Nietzsche. En sus doctrinas, la fuerza motriz primaria es la voluntad individual libre: “Yo”. De ese modo, se rechaza categóricamente el principio de la regularidad objetiva universal. A diferencia del voluntarismo pesimista y fatalista de Schopenhauer, el de Nietzsche reviste un carácter agresivo, poniendo por las nubes la “voluntad de poder” como máxima potencia volitiva. En forma vulgarizada, la doctrina de Nietzsche constituyó una de las fuentes teóricas de la ideología fascista. En ambas variedades, el voluntarismo es una versión irracionalista del idealismo, que interpreta el principio espiritual primario del ser no como lógico y racional, sino como lo que no se somete al conocimiento racional, científico. Aunque el propio término “voluntarismo” fue introducido en la filosofía tan sólo a fines del siglo 19 (F. Tönnies, 1883; F. Paulsen, 1892), de hecho las ideas del voluntarismo se remontan al pasado lejano, comenzando por los dogmas teológicos sobre la voluntad divina como principio creador primario del ser. Los motivos voluntaristas se expresan con particular realce en las doctrinas de Agustín y, más tarde, de Duns Escoto. El voluntarismo ejerció una gran influencia sobre la psicología burguesa del siglo 19 (Wundt, H. Münsterberg), que reconocía la prioridad de la voluntad respecto a las demás funciones psíquicas. En la lógica y la teoría del conocimiento idealistas (Pragmatismo), el voluntarismo se expresó en el afianzamiento del papel decisivo de la voluntad en el razonamiento y el conocimiento en general, considerado como función de los intereses y aspiraciones. En la teoría y la práctica socio-políticas, el voluntarismo significa la negación de la actividad social científicamente fundamentada, que se apoya en el conocimiento de las leyes objetivas de la historia, y en la reducción de dicha actividad al albedrío subjetivo de los jefes políticos. El voluntarismo político adopta distintas formas de aventurerismo anarquista, por una parte, y de agresión fascista y dictadura del fürhrer, por la otra. La comprensión científica marxista, del mundo, es incompatible con el idealismo anticientífico, indeterminista e irracionalista en la intelección de la naturaleza, la sociedad y el proceso de conocimiento. El marxismo-leninismo niega el voluntarismo, pues en todas las esferas de la práctica social se apoya en el conocimiento científico de las leyes y tendencias objetivas del desarrollo social y en los principios de una amplia democracia socialista, que son ajenos a la arbitrariedad voluntarista.
Diccionario de filosofía · 1984:447

puerta al infierno

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