—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

martes, 19 de diciembre de 2017

409.-Archibasílica de San Juan de Letrán.-a



Archibasílica de San Juan de Letrán.





Aldo Ahumada Chu Han


La Archibasílica Papal del Santísimo Salvador del Mundo, y de los Santos Juan Bautista y Juan Evangelista en Letrán, más conocida como Archibasílica de San Juan de Letrán es la catedral de la diócesis de Roma, donde se encuentra la sede episcopal del obispo de Roma (el papa). Está dedicada a Cristo Salvador, sin embargo es más conocida con el nombre de San Juan, por estar dedicada a los dos santos principales que llevan este nombre.
Junto al palacio anexo y algunos otros edificios cercanos, goza del estatus de extraterritorialidad dentro del Estado italiano, por lo que es propiedad de la Santa Sede. La basílica es una de las iglesias que se deben visitar en el peregrinaje de las siete iglesias de Roma para alcanzar la indulgencia plenaria en Año Santo.
En 1980 fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad en Europa por la Unesco, con el número de identificación 91-002.​ Desde el mismo año, además, se puede acceder a través de la estación del metro de Roma San Giovanni.

Descripción
Aldo Ahumada Chu Han
 El nombre oficial es Archibasilica Sanctissimi Salvatoris, es la más antigua y la de rango más alto entre las cuatro basílicas mayores o papales de Roma, y tiene el título honorífico de «Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput» (madre y cabeza de todas las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra), por ser la sede episcopal del primado de todos los obispos, el papa. Fue consagrada por el papa San Silvestre en el año 324.
Las otras tres basílicas mayores, todas caracterizadas por tener una puerta santa y un altar papal, son:
  • La Basílica de San Pedro del Vaticano
  • La Basílica de San Pablo Extramuros
  • La Basílica de Santa María la Mayor

La Archibasílica surge en el siglo III en tierras de los Lateranos, noble familia romana caída en desgracia bajo Nerón, cuya propiedad pasó por tanto al dominio imperial. El palacio pasó a manos de Constantino I cuando se casó con su segunda mujer, Fausta, hermana de Majencio, y era conocido con el nombre de Domus Faustae. Por tanto, Constantino era su propietario cuando ganó la batalla del Puente Milvio (contra Majencio), en el 312.

Trono del papa

La tradición cristiana indica que los terrenos y la residencia de los Lateranos fueron donados al obispo de Roma (la fecha de la donación no es segura pero debería ser durante el pontificado del papa Melquíades), en señal de gratitud del emperador a Cristo, que apareciéndosele durante el sueño, le había hecho vencer en la batalla del Puente Milvio.
El baptisterio de esta basílica es un edificio independiente de planta octogonal, y tiene la forma típica de los baptisterios de los primeros siglos, cuando el bautismo se hacía por inmersión. Por tanto, cuenta con una piscina en la cual el neófito se sumergía para salir por el lado opuesto.
La actual basílica es de estilo barroco, fruto de una radical transformación de Francesco Borromini en el siglo XVII; de época anterior se conservan los magníficos mosaicos del ábside, el ciborio gótico y el pavimento de estilo cosmatesco. 
En lo alto de la fachada se encuentran estatuas de Cristo, los santos Juanes (el Evangelista y el Bautista) y los Apóstoles. La fachada fue reformada en el siglo XVIII, siguiendo el estilo de la de San Pedro, por el arquitecto Alessandro Galilei.
Ya en el interior, destacan las monumentales estatuas de los doce apóstoles de la nave central. Bajo el altar mayor está enterrado el papa Martín V, bajo cuyo pontificado se abrió por primera vez la Puerta Santa en esta basílica. El ara de este altar es una losa que, según la tradición, es la misma que usaban san Pedro y los primeros papas al celebrar la misa. Sobre el altar hay un baldaquino con un relicario en el que se conservan las cabezas de san Pedro y san Pablo. En el fondo del ábside está la cátedra, el trono episcopal del obispo de Roma, hecho de mármol y mosaicos.

Anexo.

Anexo a la archibasílica hay un claustro con jardines y arquerías, y un palacio (el Palacio de Letrán), propiedad del papa. Antiguamente, todo este complejo lateranense fue la sede del gobierno eclesiástico, hasta el tiempo en que la corte pontificia se mudó a Aviñón (Francia), periodo conocido como Cautiverio de Babilonia. Al regresar los papas a Roma, se establecieron en la colina vaticana, donde actualmente está la Santa Sede.
Cerca de esta basílica está el edificio que alberga la Escalera Santa, cuyos escalones, traídos de Tierra Santa, son según la tradición los mismos que subió Cristo en el palacio de Pilato. No se permite subirlos de pie. Los devotos los suben de rodillas.


Papa.

El papa suele celebrar ciertas ceremonias litúrgicas en este lugar (por ejemplo, la misa de la Cena del Jueves Santo, y la misa de la fiesta del Corpus Christi; esta última tiene lugar en el atrio, a partir del cual parte la procesión eucarística).
El canónigo de honor de San Juan de Letrán es el presidente de la República Francesa, según una tradición que se remonta al siglo XVII, cuando el jefe del Estado era un rey. Nicolas Sarkozy tomó posesión del cargo en una ceremonia el 20 de diciembre de 2007.
En el calendario católico, el día 9 de noviembre se celebra la fiesta de la dedicación de esta basílica mayor.

El Palacio de Letrán 

(en italiano: Palazzo del Laterano), construido destruyendo el Patriarchio Costantiniano,​ es un palacio de Roma cuya historia se remonta a la época imperial y que ha sido sede papal y residencia oficial del sumo pontífice durante más de mil años, hasta el papa Benedicto XI (1303-1304).
Está situado al lado de la basílica de San Juan de Letrán, considerada la catedral de Roma debido a que contiene la Cathedra Romana. El Palacio de Letrán alberga actualmente el Museo Histórico del Estado Pontificio, las oficinas del decanato de Roma y el apartamento del cardenal vicario de Roma. El Palacio de Letrán, junto con la basílica y otros edificios anexos, disfruta del derecho de extraterritorialidad, estando por tanto bajo la plena y exclusiva jurisdicción de la Santa Sede.
Constituye parte de un complejo más amplio, del cual también forman parte la basílica, el baptisterio y los restos del medieval palacio papal con la Escalera Santa y la capilla papal llamada Sancta Sanctorum. Cerca del palacio, al lado de la Escalera Santa, se encuentra el Triclinium Leoninum, y en la plaza que hay delante de él está el Obelisco de Letrán, el más grande de todos los obeliscos de Roma.
Aquí puede verse una planta de Giuseppe Vasi que data de mediados del siglo xviii. Desde principios del siglo iv, fue ininterrumpidamente durante unos mil años la residencia principal de los papas.
El complejo fortificado de Letrán formaba una ciudadela en torno al palacio papal, que incluía también la basílica y el baptisterio. Empezaba en la Porta Asinaria y en las murallas aurelianas, y terminaba en los Basílica de los Cuatro Santos Coronados, donde se refugiaban los pontífices en caso de peligro.

Historia

Historia precristiana
El palacio y la entrada lateral de la basílica de San Juan de Letrán.

La zona recibió su nombre de los propietarios originales, la familia romana de los Plauzi Laterani, que tenían aquí un gran palacio. Había dos familias romanas con el apellido de Laterani: los Sestii y los Plauzi. Lucio Sestio Laterano fue el primer plebeyo que alcanzó el cargo de cónsul.
Un tal Plauzio Laterano, cónsul, fue acusado hacia el año 66 de haber participado en la conjura de Pisón contra Nerón. Como consecuencia de esto, las propiedades de los Laterani, incluido el palacio, que Juvenal definió como egregias Lateranorum ædes, fueron confiscadas. En 161 Marco Aurelio construyó un nuevo palacio en la zona. En 226 Septimio Severo restituyó una parte de las posesiones a los Laterani. El nombre de la familia se conservó de todos modos en el nombre de la zona.

Desarrollo bajo Constantino I
A principios del siglo iv, junto a las murallas aurelianas se encontraban los cuarteles de las tropas elegidas por Majencio, los equites singulares. Constantino, después de haber derrotado a Majencio (312), ordenó destruir estos cuarteles, según la costumbre romana que pedía la damnatio memoriae hacia los traidores de la patria.
Debido a que la zona estaba en el interior de la ciudad —al contrario que el Vaticano—, Constantino permitió que se construyera allí una monumental basílica cristiana y un baptisterio: la basílica de San Juan de Letrán era la única de las tres grandes basílicas constantinianas situada dentro de las murallas de la ciudad. El edificio originario no estaba lejos del palacio imperial hecho edificar por Aurelio (partes del cual se pueden identificar todavía en la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén).
En esta zona (entre la Via dell'Amba Aradam y las murallas aurelianas) se encontraba también la villa de Fausta, segunda esposa de Constantino y hermana de Majencio. En 313 Fausta concedió la Domus Faustae al obispo de Roma, Melquíades, para que celebrara allí un concilio episcopal, convocado con el objetivo de luchar contra el donatismo. Durante el concilio el donatismo fue condenado como herejía.
Hasta el día de hoy, la investigación no ha conseguido descubrir el año en el que se trasladó a Letrán la residencia del obispo de Roma. La única fecha cierta es la relativa a la consagración oficial del palacio y la basílica, que se produjo en 324 por obra del papa Silvestre I, que declaró a ambos Domus Dei (casa de Dios). Como consecuencia de su condición de iglesia madre de todas las iglesias, sobre la fachada del edificio están inscritas las palabras: Sacrosancta Lateranensis ecclesia omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput («Santísima iglesia de Letrán, madre y cabeza de todas las iglesias en la Urbe y el Mundo»).

Edad Media y principios de la Edad Moderna

El Nicchione del Triclinium Leoninum.


El mosaico del Triclinium Leoninum.


El Liber Pontificalis atestigua que el papa Zacarías, hacia mediados del siglo viii, construyó un triclinium en el Palacio de Letrán, decorándolo con mármol, vidrio, metales preciosos, mosaicos y frescos; unas décadas más tarde León III construyó otro triclinium, del cual el Liber Pontificalis afirma que era de una «amplitud impresionante» y tenía «un ábsibe decorado con mosaicos y otros diez ábsides a la derecha y a la izquierda, pintados con varias representaciones de los apóstoles». La fuente añade por último que el papa León III hizo colocar en el triclinio varios accubita (sofás sobre los cuales se extendía para comer) e instalar una gran fuente «de pórfido rojo con forma de concha» en el centro de esta sala, pavimentada con mármoles preciosos.​ La misma fuente menciona otras remodelaciones producidas en el curso de la Alta Edad Media.
Ya dañados en el siglo v por ataques e invasiones, en 896 los edificios de Letrán fueron dañados aún más por un terremoto, y posteriormente reparados. En 897 tuvo lugar aquí el llamado Concilio Cadavérico, durante el cual el papa Esteban VI hizo juzgar el cadáver de su predecesor Formoso, que fue condenado y lanzado al Tíber.
El palacio y la basílica fueron dedicados otras dos veces. El papa Sergio III los dedicó a san Juan Bautista en el siglo x en honor al nuevo baptisterio. En el siglo xii el papa Lucio II dedicó el Palacio de Letrán y la basílica también a san Juan Evangelista. La iglesia se convirtió en el santuario más importante dedicado a ambos santos, raramente venerados conjuntamente.5​ A continuación se creó en el palacio un monasterio benedictino para servir a la basílica.
En el siglo x el papa Sergio III restauró el palacio tras un desastroso incendio; posteriormente fue embellecido por el papa Inocencio III. En esta época el palacio se caracterizaba por una gran magnificencia, e incluso Dante escribió que era superior a todos los éxitos humanos. En esa época el centro de la plaza que hay delante del actual palacio, donde actualmente se encuentra el obelisco, estaba ocupado por el palacio y la torreta de los Annibaldeschi. Entre este palacio y la basílica de San Juan de Letrán estaba la estatua ecuestre de Marco Aurelio (que entonces se creía de Constantino), que está actualmente en la Colina Capitolina. Toda la fachada del palacio estaba ocupada por el Aula Concilii, un magnífico pasillo con once ábsides, en el que se celebraron los varios concilios de Letrán convocados durante la Edad Media. Las habitaciones privadas de los papas estaban situadas entre el triclinium y las murallas de la ciudad.
Entre el clero del Vaticano y el de Letrán se desarrolló un conflicto: ambos afirmaban poseer las mismas reliquias y aseguraban que tenían desde la antigüedad la prioridad sobre el otro. El clero del Vaticano no dudó en llamar al clero de Letrán con el epíteto de giudei infedeli («judíos infieles»). Sin embargo, el lugar principal de devoción era siempre el Vaticano, debido a la presencia de la tumba de san Pedro; Letrán, como consecuencia, adquirió un increíble número de reliquias del Antiguo y del Nuevo Testamento como el Arca de la Alianza, las tablas de la ley, la sangre de Cristo y un altar de san Pedro.

Todos los papas a partir de Melquíades ocuparon el palacio y lo usaron como residencia, pero en 1309 el papa francés Clemente V decidió trasladar la sede oficial del papado a Aviñón, una propiedad que constituía un enclave en el interior de Francia. Mientras los papas deseaban presentarse principalmente como obispos de Roma, el complejo de Letrán, construido sobre un terreno imperial, les servía como punto de control de la ciudad, y también, en menor medida, como sede para su consagración y coronación. Sin embargo, con la universalización del papado, empezaron a dar mayor importancia al Vaticano, aunque la rivalidad entre los dos lugares no se resolvió hasta el jubileo de 1300, gradualmente a favor del Vaticano.
Entre las consecuencias del papado de Aviñón estuvo la pérdida de importancia del palacio y de la basílica, que empezaron a decaer. Dos incendios devastadores, en 1307 y 1361, causaron daños irreparables y aunque Aviñón envió grandes sumas al obispo para su reconstrucción, el palacio nunca volvió a alcanzar su esplendor previo. Cuando los papas volvieron a Roma, el palacio y la basílica se consideraron inadecuados a causa de las pésimas condiciones en las que se encontraban. Como consecuencia, el papa estableció su residencia en primer lugar en la basílica de Santa María en Trastevere, y posteriormente en la basílica de Santa María la Mayor. Finalmente se construyó un nuevo palacio al otro lado del Tíber y los papas fijaron su residencia en el Vaticano en 1377. Esto se consideró necesario no solo por las malas condiciones estructurales del Palacio de Letrán, sino también por el deseo de los papas de enfatizar más claramente su pretensión universal con la cercanía a la tumba de san Pedro.
En la plaza que hay delante del palacio se encontraba en la Edad Media la estatua ecuestre de Marco Aurelio, aunque entonces se creía que era un monumento de Constantino o Teodorico. El llamado caballus Constantini era al mismo tiempo un monumento del poder y también el lugar de las ejecuciones. La estatua era solo una del rico patrimonio, del cual forma parte también la loba capitolina, cuyos originales se encuentran actualmente en los Museos Capitolinos. La estatua de Marco Aurelio fue trasladada por órdenes de Paulo III a la Piazza del Campidoglio.

Edad Moderna

Más tarde Sixto V hizo destruir lo que se había conservado del antiguo Palacio de Letrán e hizo construir en su lugar el edificio actual, mucho más pequeño, proyectado por Domenico Fontana, que se inspiró en la arquitectura del Palacio Farnesio. Desde 1586 el Palacio de Letrán, reconstruido, fue usado de nuevo como residencia veraniega papal. Hasta el siglo xix los papas eran coronados en la basílica de Letrán.

En la actualidad


El Palacio de Letrán con el obelisco. Construido por Tutmosis III en Karnak, antes de ser colocado aquí se encontraba en el Circo Máximo.

La plaza que hay delante del palacio alberga un obelisco de granito rojo de más de treinta metros de altura, quizá el más grande que existe. El obselisco fue realizado en la época de los faraones Tutmosis III y Tutmosis IV (siglo xv a. C.) y proviene del templo de Amón situado en Tebas (Karnak), Egipto. Fue llevado a Roma por el emperador Constancio II en 357 y colocado en la spina del Circo Máximo, donde ya se encontraba el obelisco Flaminio. Fue encontrado roto en tres piezas en 1587, junto con el obelisco Flaminio, y fue erigido en 1588 por el arquitecto Domenico Fontana en la Piazza San Giovanni por voluntad del papa Sixto V.
Un ábside decorado con mosaicos y abierto al aire libre, situado junto a San Salvatore della Scala Santa, conserva todavía el recuerdo de una de las salas más grandes del antiguo palacio, el triclinium del papa León III, que era la sala en la que se celebraban los banquetes de estado. La estructura actual no es antigua, pero es posible que se hayan conservado algunas partes de los mosaicos originales: en el centro Cristo confía a los apóstoles su misión, a la izquierda entrega las llaves a san Silvestre y el confalón de la Iglesia a Constantino, mientras que a la derecha san Pedro da la estola a León III y las insignias a Carlomagno.
En 1929 los pactos de Letrán, firmados en la sala de los papas del mismo palacio, aseguraron la soberanía a la Ciudad del Vaticano y, entre otras cosas, la condición extraterritorial a Letrán, a varias basílicas y a Castel Gandolfo que, como pertenencias de la Santa Sede, están sometidas a su jurisdicción. En la citada zona de Letrán —con un régimen especial— se encuentra también la Pontificia Universidad Lateranense (PUL).
El 28 de julio de 1993 la entrada lateral, las logias que hay por encima de ella y parte de la fachada del palacio fueron dañadas gravemente por un atentado con coche bomba.​ Aunque se dañó la estática de la fachada, los daños se pudieron reparar rápidamente.
El Palacio de Letrán, en la versión de la época del papa Sixto V, es normalmente visitable (con horarios fijos) en muchas mañanas de la semana. Se pueden admirar así numerosos salones decorados con frescos, en general de los últimos años del siglo xvi, y muchos tapices, a menudo de la manufactura de Gobelins. Los apartamentos son la residencia oficial del pontífice, que ostenta el título histórico de obispo de Roma. Tras algunas modificaciones aportadas durante el pontificado de Pablo VI, algunas salas están reservadas al Museo Histórico Vaticano, que también tiene otras exposiciones en el interior de los Museos Vaticanos.



Heráldica catalana



 Jordi Pujol



Como entrada de hoy se proponen las armas diseñadas para el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Molt Honorable Senyor Jordi Pujol.
Se trata de un escudo de oro con cuatro palos de gules, sobre el todo, un monte de sinople moviente de la punta sumado de un bastón de peregrino con calabaza de azur, acompañado en jefe de dos roques de plata.
Son armas parlante, pues un “pujol” es, en catalán, una colina. Tanto los roques como el bastón son los muebles del escudo de Queralbs, lugar de veraneo de la familia Pujol. Por otro lado, el bastón en la cima del monte simboliza dos cosas: la afición del ex presidente por la montaña y las excursiones y la fe católica que profesa. El campo de oro con cuatro palos de gules simboliza la presidencia de la Generalitat



Josep Tarradellas

Molt Honorable Senyor Marqués de Tarradellas.



Se trata de un escudo partido: primero de oro, cuatro palos de gules, escusón en forma de “escudo cívico” de plata con una cruz plena de gules; segundo de oro, cuatro palos de gules, escusón en forma de escudo francés de gules, un relicario de oro; el pie de sinople, un racimo de uvas de oro. Jefe general de oro, un ciervo de azur.

El primer cuartel carga las armas de la Diputación de Barcelona, al haber sido don Josep Tarradellas su presidente. El segundo cuartel lleva el campo de oro con cuatro palos de gules simbolizando la presidencia de la Generalitat. El escusón son las armas de Saint-Martin-le-Beau, desde donde, exiliado, ejerció la mayor parte de dicha presidencia. El jefe carga las armas del pueblo de Cervelló, de donde era originario el ex presidente. La corona de marqués por el marquesado de Tarradellas que le concedió S. M. el Rey don Juan Carlos el 24 de julio de 1986.






Molt Honorable Senyor Artur Mas.





Se trata de un escudo partido de plata y azur. Resaltando sobre el todo, una rueda de timón del uno en el otro. El jefe general de oro, cuatro palos de gules. El escusón de sable, un mas de oro; bordura de oro con la divisa “PUNY FERM, COR CALENT, CAP FRED, PEUS A TERRA” (puño firme, corazón caliente, cabeza fría, pies en el suelo), en letras de sable.

El motivo del diseño es el siguiente: durante la reciente campaña electoral, se dio a conocer una especie de lema que rige la vida del President Mas. Se trata del expuesto más arriba, que se encuentra grabado el una rueda de timón que fue del bisabuelo del President: el capitán Artur Mas i Reig. El propio timón y la divisa inscrita en él, se convirtieron en una suerte de símbolo, de mensaje electoral. Artur Mas llevaría el timón de Cataluña -siguiendo la lema de su bisabuelo- hasta buen puerto, capeando temporales económicos y arrecifes financieros. Tanto es así que el timón está ahora colgado en el despacho del President. Para recordárselo cada día. El plata y el azur son los esmaltes escogidos al ser los principales del escudo de Vilassar de Mar, de donde son originarios los Mas. El jefe de oro con cuatro palos de gules, por ser presidente de la Generalitat. El escusón de sable con la masía de oro, es parlante del linaje de don Artur. Los esmaltes no tienen simbolismo. Estética pura y dura. Por último, y como me hacía gracia incluir el lema familiar de los Mas en el escudo, lo coloqué en una bordura de oro, aunque no es habitual encontrar borduras escritas en la heráldica catalana. Por timbre, yelmo de noble, ya que creo que el cargo les ennoblece. Aunque ya no lo ostenten.




 José Montilla



Molt Honorable Senyor don José Montilla.


Se trata de un escudo partido de plata y sinople, pie general ondado de azur con dos fajas ondadas de plata sumado de un monte flordelisado de oro con cuatro palos de gules cargado de un cuerno de caza de azur, cordado de sable.

El motivo de los esmaltes no es otro que el de simbolizar los orígenes del presidente adoptando los colores propios de la bandera andaluza. He optado por hacer unas armas parlantes jugando con el apellido Montilla al dividirlo en dos partes: Mont- e –illa. De esta forma tenemos un monte (Mont-), simbolizado por el monte flordelisado; que forma una isla (-illa), sobre del pie de azur con dos fajas ondadas de plata. El monte lleva los palos catalanes como símbolo de la presidencia de la Generalitat, y está cargado con el cuerno de caza al ser éste el mueble principal del escudo de Cornellà de Llobregat, municipio del que don José Montilla fue alcalde.



Don Pascual Maragall.



Se trata de un escudo cuartelado: primero y cuarto de sable, una corona de espinas de oro; segundo y tercero cuartelados: primero y cuarto de plata, cruz plena de gules, segundo y tercero de oro, cuatro palos de gules; en escusón de azur, un becerro de plata.

El primer y cuarto cuarteles hacen referencia al famoso incidente ocurrido en un viaje oficial a Israel. Tras visitar el Santo Sepulcro, al ex presidente no se le ocurrió nada mejor que fotografiar a su entonces vicepresidente Carod-Rovira, bromeando con una corona de espinas de esas que se venden a los turistas. Obviamente, una broma de mal gusto que no sentó bien ni aquí, ni allí, ni en ningún sitio. Don Pascual Maragall también fue alcalde de Barcelona, por lo que he creído conveniente representarlo en su escudo, en los cuarteles segundo y tercero. El escusón de azur con el becerro de plata hace referencia a que el ex presidente es nieto del insigne poeta Joan Maragall i Gorina

Joan Maragall.



(Barcelona, 1860 - 1911) Poeta español en lengua catalana. Durante su juventud se debatió entre su vocación literaria y la carrera de derecho a la que parecía destinado, en gran parte debido a las presiones familiares. Escribió sus primeros versos, en castellano y catalán, durante sus estudios de derecho, al mismo tiempo que realizó diversas traducciones, sobre todo de Goethe, que ejerció en él una gran influencia.

En 1894 ganó los Jocs Florals con una composición que se hizo muy popular, La sardana, y un año después apareció su primer volumen poético, Poesías (Poesies, 1895), que incluía uno de sus más célebres poemas, La vaca ciega (La vaca cega).
En sus artículos publicados en el Diario de Barcelona llevó a cabo una crítica constante de la sociedad burguesa catalana, en un complicado equilibrio entre su anticonvencionalismo romántico y su conciencia de los problemas y la realidad del país. El desastre colonial de 1898 le impulsó por corrientes afines a las de la Generación del 98, manteniendo a partir de 1900 una intensa relación epistolar con Miguel de Unamuno.
Su Elogio de la palabra (Elogi de la paraula, 1903) propone una concepción de la poesía de raíz romántica y basada en la inspiración y la espontaneidad. En Visiones y cantos (Visions i cants, 1900) aparece el comienzo de su poema extenso El conde Arnau (El comte Arnau), de tema legendario con reminiscencias del Fausto de Goethe, que significó su consagración y por el que, a la muerte de Jacint Verdaguer en 1902, fue declarado su heredero y el mayor poeta en lengua catalana.
En 1909, frente a los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, volvió a intentar una mediación en el conflicto abierto en la sociedad, convertido ya en una figura reconocida y respetada por todos, en su artículo La iglesia quemada. Alejado desde entonces de cualquier actividad pública, e incapaz de comprender las nuevas corrientes vanguardistas, Joan Maragall publicó su último libro en vida, Secuencias (Seqüències, 1911). Póstumamente apareció Nausica (1913).


Joan Maragall i Gorina.

Biografía

Maragall i Gorina, Joan. Barcelona, 10.X.1860 – 20.XII.1911. Escritor, director de periódico, poeta.

Joan Maragall i Gorina es el hijo menor y único varón del matrimonio de Joseph Maragall i Vilarosal y de Rosa Gorina i Folch, que contaban ya con tres hijas.

El padre poseía una industria textil, instalada en los bajos de su vivienda, en la calle Jaime Giralt, n.º 4, de Barcelona. A pesar de su delicada salud, el pequeño Joan gozó de una infancia feliz en un ambiente familiar en el que estuvo rodeado del cariño y atención de sus padres y hermanas. En 1867 inició la primera enseñanza en el “Collegi del senyor Micolau”, en la calle de Calderers. Cursó después el bachillerato en el colegio de San Isidoro, situado en la calle de los Arcs, en el que destacó como alumno aplicado y brillante, apasionado por la lectura y con una notable sensibilidad para la música (siguió clases de Piano) y la poesía.

Desde niño había sentido, además, una especial atracción por lo religioso, como consta en sus Notes Autobiogràfiques (“quan anaba a missa o asistía a alguna solemnitat religiosa, me quedava encantat davant les magnificències del culte”), en las que evoca con nostalgia el fervor con el que era capaz de anegarse en el “sentiment inmens de la presència de Deu” (Maragall: Obres Completes [O. C.], I, 1960: 849-850).

Terminado el bachillerato en 1874, el padre le encomendó un trabajo en el despacho de la fábrica. El joven Joan acató los deseos del progenitor, aunque vivía una etapa de rebeldía interior al ver contrariadas sus aspiraciones culturales y su “passió per la poesía” (O. C., I, 852). Aprovechaba momentos libres para la lectura y la creación literaria. Sus primeros poemas conocidos (“Al veure’t l’anima entera”, “Quan t’acostes on jo soc” y “El barret de copa”) aparecen en la revista Lo Nunci (22 de septiembre de 1878 y 9 de febrero de 1879). De esta época son también cuatro poemas de “innegable inspiración becqueriana” y los únicos versos en castellano que se conocen de él (Marfany, 1986: 192). En 1879 el padre se avino a que Joan dejase la fábrica para estudiar la carrera de Derecho, en la que el joven veía una salida para sus inquietudes literarias. En octubre de ese año ingresó en la Universidad y se sintió feliz en el nuevo ambiente estudiantil (O. C., I, 853). Comenzó a interesarse por la literatura catalana y estudió alemán para poder leer en dicha lengua sus autores preferidos, especialmente Goethe: “Los autores alemanes me han seducido por completo [...] Goethe es mi poeta [...] me vuelvo a entregar en cuerpo y alma al Werther” (O. C., I: 971- 972). En 1881 se presentó al certamen de los Juegos Florales de Badalona y obtuvo la Flor Natural con un poema inspirado en el Fausto de Goethe (“Dins sa cambra”), donde recrea, en un contexto catalán, la visita de Fausto a Margarita en su cámara. En 1883 escribe “Or de llei”, de tema patriótico, en el que aparece ya una primera referencia a la unidad ibérica, tema al que dedicará más tarde su “Himne ibèric”. En 1884 terminó la licenciatura en Derecho. La difícil situación por la que pasaba entonces el negocio familiar empujó al joven abogado a comprometerse por todos los medios a salvar la empresa. Gracias a sus gestiones, se logró superar la crisis y consolidar una situación económica “ventajosa” (Comas, 1984: 15). En 1885 comenzó a escribir sus Notes autobiogràfiques, de gran utilidad para conocer su evolución personal y literaria.

En 1886 entró como socio en el Ateneo de Barcelona, frecuentaba el Teatro del Liceo y participaba en las tertulias de L’Avenc, donde se reunían intelectuales y artistas de las nuevas tendencias. El 30 de abril de 1888 publicó en la Ilustració Catalana “L’Oda Infinita”, en la que aparece ya su concepción de la poesía no como un artificio sino como fruto de la inspiración, por la que el “poeta extasiat” descubre el sentido de “la ignota meravella” de la vida.

En enero de 1890 comenzó a trabajar en el despacho del abogado Brugada. En octubre se incorporó a la redacción del Diario de Barcelona como secretario de su director, Joan Mañé i Flaquer, que sería para Maragall un amigo y un sabio “conductor”, que le estimulará en su trabajo periodístico y literario, contrastando sus percepciones “subjetivistas” con la realidad (G. Maragall i Noble, 1998: 67-68). Pronto abandonó el despacho de abogados para dedicarse íntegramente a la prensa y a la creación poética. En 1891, el 27 de diciembre, se casó con Clara Noble, hija de una acaudalada familia anglo-andaluza, más joven que él, en la que encontró el seguro “port” al que “sempre retorna” la nave del poeta, como proclama en sus versos de “L’esposa parla”. El día de la boda, los amigos (Josep Yxart, Joan Sardá, etc.) le regalaron la edición de cien ejemplares de un libro en el que se recogen los poemas conocidos de Maragall y algunas de sus traducciones.

Ese mismo año tradujo al catalán las Elegías romanas de Goethe, parte de las cuales se publicaron en la Ilustració Catalana (31 de julio de 1890), y los Epigramas venecianos, que aparecieron en L’Avenç entre agosto de 1891 y marzo de 1892. El poeta alemán le va a influir en el gusto por el ritmo solemne y la elegancia del verso, que Maragall trata de reproducir en el endecasílabo blanco, de acuerdo con la tradición europea y castellana de considerar este metro como verso noble de clásica resonancia.

La publicación de “La vaca cega” en L’Avenç en 1893, texto antológico por su calidad estética y trasfondo moral, consagró a Maragall como poeta, cuya fama trascendió ya el ámbito catalán: se destacan como rasgos de su poesía la ausencia de “énfasis retórico”, la “serenidad de ánimo aunada con la pasión amorosa y el hondo sentimiento de la naturaleza” (Blanco García, 1894: 172). Ese mismo año fue elegido miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, ciudad en la que por esas fechas surgió una realidad inquietante, el terrorismo anarquista, primero con el atentado contra el general Martínez Campos, y después en el Liceo, durante la representación de Guillermo Tell, a la que asistía Maragall con su familia. Al volver a casa, escribió “Paternal” (“Furient va esclatant l’odi per la terra...”), poema en el que deja constancia de tan triste fecha: “Tornant del Liceu en la nit del 7 de novembre de 1893”. En 1894 consiguió la “Englantina” en los “Jocs Florals” de Barcelona con su poema “La sardana” (“...es la dansa sencera d’un poble / que estima i avança donant-se les mans”). En 1895 publicó su primer libro de poemas (Poesies), editado por L’Avenç y recibido con grandes elogios por la crítica, que destacaba igualmente la naturalidad y sinceridad expresivas (“Era el parlar corrent de Barcelona, però dignificat, transformat en materia poética”, dirá J. Pijoan, 1927: 42) y el sentimiento de la naturaleza. En algunos poemas de “Claror” (“Enviant flors” y “Donant les joies”), se advierte la influencia del modernismo (Terry, 1963: 43-44).

Otros críticos perciben un influjo del simbolismo y una sensibilidad decadentista en poemas que se remontan a Pirinenques (1892), en los que se nota un tono de melancolía en la presencia frecuente de la luz crepuscular, los colores apagados, la niebla, típica del paisaje simbolista, etc. (Marfany, 1986: 203-204). En sus artículos de prensa, Maragall informaba a sus lectores sobre las nuevas corrientes literarias y sobre la evolución de la cultura europea de fin de siglo en sus escritores más representativos: Nietzsche, Ibsen, Ruskin, Maeterlink, Carlyle, Tolstoi, etc. Aunque en el aspecto político-social mantuvo, por su pertenencia a la burguesía, una posición conservadora (concebía el socialismo como un peligro, era contrario a la dimensión laica y anticlerical de la Tercera República, etc.), el pensamiento de Ibsen y de Nietzsche le ayudaron a descubrir las contradicciones de esa ideología conservadora.

En 1895 formó parte, como secretario, de la nueva junta catalanista del Ateneo. Desde su juventud se había sentido ligado a la defensa de la lengua y cultura catalanas, sin embargo, en el aspecto político, en los escasos artículos de prensa referidos al tema regional, a la vez que se mostraba partidario de la descentralización, se apartó de la versión tradicionalista del regionalismo, convencido de que si éste “quiere ser un germen viable y fecundo no debe vivir del pasado más que lo necesario para que las regiones sientan su individualidad, su carácter, su genio y aptitudes” (O. C., I: 352). No obstante, a partir de ahora, como poeta, dedicó buena parte de su obra “entre 1895 i 1900 a l’elaboració d’una mitología i una simbologia nacionalistas” (Marfany, 1896: 208-209). En 1896 ganó la “Viola d’or i plat” en los Juegos Florales de Barcelona. En 1897 comenzó a publicar sus memorables artículos sobre la crisis de Cuba, en los que Unamuno descubrirá un “hondo patriotismo español” (Corredor, 1960: 183). En el titulado El problema cubano (28 de noviembre de 1897), basándose en el informe del ingeniero bilbaíno P. de Azaola, advertía del enorme error de empeñarse en mantener “una colonia”, que ni era viable concediendo la autonomía (lo que deseaban los rebeldes era “la independencia”, y los autonomistas “la explotación de la metrópoli por la colonia”) ni continuando una guerra, que se ha convertido en “crónica e ilimitada”. Por lo que consideraba razonable “la evacuación de la isla en la forma y términos en que a España convenga hacerlo” (O. C., II: 522-524). En La escuadra que va a Filipinas (17 de junio de 1898) describe la “fiebre de guerra” desencadenada en el país tras el desastre de Cavite, y las expectativas que un pueblo desinformado tenía puestas en la escuadra del “desquite” y de la “esperanza” (O. C., II: 557-559). En La escuadra del Almirante Cervera (17 de enero de 1900) denuncia (comentando el libro estremecedor de V. M. Concas, que fue comandante del crucero María Teresa y sobrevivió al desastre) las condiciones en las que se produjo la destrucción de la escuadra en Cuba, que, contra el parecer del almirante y de su Estado Mayor, fue enviada “al sacrificio” con armamento y municiones en mal estado y que fue aniquilada al cumplir órdenes de salir del puerto de Santiago. Maragall lamenta el sopor (“duermen los políticos”) de éstos y de la opinión pública “torpemente hipnotizada” ante el desastre (O. C., II, 590-595) y la postración enfermiza del país, cuyas causas había señalado ya en un artículo anterior, El discurso de Lord Salisbury (18.V.1898): “la desorganización, la pobreza, la falta de grandes hombres, el desgobierno, la corrupción administrativa” (O. C., II, 555). El 10 de diciembre se firmó el Tratado de París por el que España cede Puerto Rico y Filipinas a Estados Unidos y renunciaba a la soberanía sobre Cuba. En este contexto escribió Maragall su Oda a Espanya, en la que le pedía que, dejando aventuras y glorias pasadas (“Massa pensaves en ton honor / i massa poc en el teu viure: / trágica duies a mort els fils”), piense en la vida y se convierta en una madre “fecunda, alegre y viva”.

La reacción que se produjo en algunos intelectuales y escritores jóvenes españoles ante dicho desastre alentó la esperanza de Maragall. Uno de esos intelectuales era Unamuno, que desde 1896 estaba en contacto con un grupo de escritores catalanes, amigos de Maragall: P. Coromines, J. Brossa (en cuya revista Ciencia Social escribió el escritor vasco en 1896), Soler i Miquel, J. Pérez Jorba, etc. Este último, en una carta a Unamuno en abril de 1898, le informaba sobre la obra y la personalidad poética de Maragall: “Esperit cristiá i pagà, a quina formació intellectual hi ha contribuit quasi exclusivamente en Goethe i en Nietzsche, manifesta el seu carácter en un sensualismo metafísic i en misticismo humá, en una aspiració fervent dels sentits cap a lo etern i en una religió filosófica de la Vida” (A. Sotelo, 2006: 14). Unamuno leyó entonces los poemas de Maragall y éste un ensayo de aquél, En torno al casticismo, que le impresionó por la profundidad con que definía el alma castellana, latente en “la intrahistoria del poble espanyol”, del que Maragall esperaba que surjiera la reacción contra el “marasmo” que asfixiaba al país. Esta lectura le hizo pensar que “Espanya està per descubrir i sols la descubriran els espanyols europeizats” (Corredor, 1960: 183 y 187). Entre éstos, figuran dos jóvenes escritores en cuyos libros (Alma castellana y Diario de un enfermo, de J. Martínez Ruiz, y Vidas sombrías y La casa de Aizgorri, de Baroja) constata un rigor, sobriedad y sinceridad peculiares del alma castellana y olvidados por la “retórica dominante”, a excepción de Galdós. En su artículo “La joven escuela castellana”, destaca la aparición de esa nueva generación de escritores que, en libros, periódicos y revistas demuestran poseer “ojos penetrantes para ver lo que pasa en el mundo [...]; brazos fuertes para sujetar el ideal y conducirlo por el camino propio” (O. C., II, 151). Por otra parte, su encuentro con F. Giner de los Ríos (con el que le unirá una gran amistad) y los hombres de la Institución Libre de Enseñanza le llevó a creer que la regeneración española contaba con un soporte fundamental: la educación.

En 1900 Unamuno envió su obra Tres ensayos a Maragall; se inició así un intercambio epistolar, que dio paso a una sólida amistad, basada en una sintonía espiritual y en unos ideales compartidos. Les unía un mismo interés por renovar la vida y cultura catalana y española y un deseo de promover un mutuo conocimiento, que, según Unamuno, “es el modo de quererse y de integrarse al cabo” (C. Bastons, 2006: 41). En segundo lugar, una concepción similar de la poesía (compartían el gusto por ciertos poetas europeos: Goethe, Novalis, Leopardi, Carducci, etc.), una visión trascendente del sentimiento de la belleza, un anhelo de conservar las realidades hermosas de este mundo más allá de la muerte, y un afán por dar realidad y vida a las criaturas poéticas: Augusto Pérez (Niebla) Adalaisa y el conde en El conte Arnau. Compartían también el ideal de la unidad ibérica y el objetivo de conectar España con Europa.

En 1900 publicó su segundo libro de poemas (Visions i cants) en L’Avenc, que incluyó textos tan significativos para la indagación de mitos autóctonos y rasgos culturales de la identidad nacional catalana como “La fi d’en Serrallonga”, “El comte Arnau”, “La sardana”, “El cant de la senyera”, etc. En este libro, destaca por su perfección estética y contenido el “Cant espiritual”, considerado como “una de la más altas cumbres de la lírica española de todos los tiempos” (Laín Entralgo, 1960: 19). En octubre de ese año viajó a Madrid, donde se encontró con Giner de los Ríos, Azorín, Díez Canedo, Martínez Sierra, etc. Visitó Toledo y el Escorial. Este año murió su padre, y en 1901 J. Mañé i Flaquer, a los que dedicó un emotivo recuerdo. En abril de 1903 dejó El Diario de Barcelona por discrepancias con la dirección.

En julio fue elegido presidente del Ateneo de Barcelona y el 15 de octubre pronunció el discurso inaugural del curso, Elogi de la paraula, acogido con grandes elogios en los ambientes literarios.

En 1904 apareció su tercer libro: Les disperses. Poesies originals i traduccions de Goethe. Curiosamente, en esta época se distanció de la poesía de Goethe (por faltarle “fonda emoció estètica de la vida florint en verb”, que es en lo que consiste para él la verdadera poesía) y se interesó por Novalis, cuyos Himnos de la Noche traducirá al catalán (O. C., I, 1019 y 1038).

En 1905 Prat de la Riba y Cambó le propusieron participar en la candidatura a diputado por la Lliga Regionalista, propuesta que no aceptó por mantener su independencia frente a los partidos. Sin embargo, en 1906 apoyó la formación de “Solidaridad catalana”, que concordaba con su ideal de unión de todos para salvaguardar los intereses superiores de Cataluña. Ese año se celebró el “Primer Congrés Internacional de la Llengua Catalana”, en el que intervino Maragall, que publicó por esas fechas su cuarto libro de poemas, Enllá, con el que obtuvo el premio Fastenrath en los Juegos Florales de 1910 (A. Comas, 1984: 26).

En 1907 ocurrieron tres acontecimientos relevantes para las letras catalanas: se inauguró el “Institut d’Estudis Catalans”, Eugeni D’Ors inició el Glosari en La Veu de Catalunya y Josep Carner publicó su libro de poemas Els fruits saborosos, que marcó el nacimiento de la poesía catalana contemporánea y un distanciamiento de la poética de Maragall. Éste comenzó a colaborar en El Imparcial de Madrid y en 1908 lo hizo en la revista La Lectura. En dicho año, D’Ors y Maragall entablaron un debate sobre el concepto de ciudad y sociedad civil, sobre el que el primero venía escribiendo en su Glosari y al que Maragall se referirá en varios artículos y en su Oda a Barcelona. D’Ors deseaba contribuir con sus glosas a la “vertebración” del espíritu ciudadano a través de una campaña cultural y cívica (“una Kulturkampf, llevada por la vía de la restitución autónoma de las instituciones ciudadanas, generadoras de instituciones de cultura”, según E. Trías), que pudiera organizar el fuerte desarrollo demográfico y urbanístico de Barcelona, incorporando la masa de emigrados y las poblaciones vecinas (Trías, 1985: 206). Para Maragall, este concepto colonizador de la ciudad era una “abstracción” que contrastaba con la realidad viva y compleja de Barcelona, concepto en el que estaba ausente el “amor” solidario que permitiera superar el odio de clases. Los acontecimientos de la Semana Trágica en julio de 1909 (huelga general que terminó en insurrección, quema de iglesias y conventos, represión y condenas a muerte; J. Benet, 1966: 28 y ss.) confirman que el concepto de “ciudad ideal” de D’Ors no se aviene con el caos de la “ciudad real”, del que emerge la “turba” protagonista de la “revuelta” (Trías, 1985: 212-213).

El poeta, que estaba pasando el verano en Caldetes, al volver a Barcelona sintió una profunda tristeza al contemplar tanto destrozo y edificios religiosos incendiados.

Su reflexión pública apareció en tres artículos: en el primero, ¡Ah, Barcelona! (La Veu de Catalunya, 1 de octubre de 1909) pedía a los barceloneses que no buscasen un chivo expiatorio (“No me vengáis con aquello de que los que hacen el mal son los forasteros”) y asumieran su responsabilidad en lo ocurrido, al no oponerse al deterioro de la convivencia con valentía y con “amor”. Ante las condenas y fusilamientos llevados a cabo en el mes de agosto, Maragall envió cartas a Cambó y al gobernador Ossorio y Gallardo, pidiendo su mediación ante el Gobierno para parar las ejecuciones (Benet, 1966: 137). El 9 de septiembre se reunió el Consejo de Guerra para juzgar al anarquista Ferrer. Maragall escribió el día 10 un segundo artículo, La ciutat del perdó, en el que se enfrentaba a los “bienpensantes” (que, por cobardía, no arriesgaron su vida “al pie de una barricada o en la puerta de una iglesia” y ahora exigen castigo inmisericorde) y abogaba por el indulto de Ferrer. Sólo el amor y el perdón podrá redimir a la ciudad: “Id a pedir perdón para ellos a la justicia humana, que será tanto como pedirla para vosotros a la divina, ante la cual sois tal vez más culpables que ellos” (Benet, 1966: 142). A este artículo, que no fue publicado, al parecer, por un compromiso de Prat de la Riba con el gobierno de Maura (Comas, 1984: 30), siguió el de La iglesia cremada (La Veu de Catalunya, 18 de diciembre de 1909), que impresionó por su hondura religiosa y solidaridad evangélica con “los pobres, los oprimidos, los desesperados” (Benet, 1966: 184- 193). Finalmente, en la Oda nova a Barcelona, junto al elogio de su belleza (“Tens aquesta rambla que és una hermosura”), reprochaba sus pasadas discordias, que no impedían el gran amor del poeta: “Tal com ests, tal te vull, ciutat mala /[...] / Barcelona nostra! la gran encisera!”.

En 1910 tradujo al catalán los Himnos Homéricos y la Olímpica I de Píndaro (ese año terminó la “tragèdia clasica” Nausica, basada en la Odisea) y volvió a la redacción de sus Notes Autobiogràfiques. En 1911 fue elegido miembro del Institut d’Estudis Catalans, publicó su quinto libro de poemas, Seqüences, y escribió la última parte de El Comte Arnau. En noviembre cayó enfermo; el pintor Pahissa le hizo un retrato los días 27 y 28. La enfermedad se agravó: el 17 de diciembre recibió el viático y el 18 la extremaunción.

En la madrugada del día 20, rodeado del amor de su mujer y sus trece hijos, “moria cristianament” (Maragall i Noble, 1998: 189) el más grande poeta catalán del siglo xix al xx. Por su bondad excepcional y “honestidad insobornable” (A. Comas, 38), por su criterio independiente y conciliador “sempre orientat vers un ideal de noblesa y justicia” (Pla, 1981: 15), “consiguió mantenerse por encima de las luchas y resentimientos de la política catalana y rehuyó ser presentado y considerado como hombre de partido. Era un poeta [...] quien sabe si un profeta” (Benet, 1966: 84). Como escritor, ocupa un puesto relevante en la historia de la literatura española, tal como subrayó Unamuno en un merecido panegírico: “España acaba de perder a su más grande poeta contemporáneo, al que más dentro llegó de sus entrañas. Y llegó a las comunes entrañas ibéricas a través del alma de su Cataluña. A fuerza de catalán era honda, íntima, entrañablemente español” (Bastons, 2006: 145).

Obras de ~: Poesies, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1895; Goethe, Ifigenia a Tàurida, trad. de ~, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1898; Visions & cants, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1900; Les disperses, Poesies originals i traduccions de Goethe, Barcelona, Publicaciò Joventut, 1904; De les reials jornades, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1904; La paraula, Barcelona, Ateneu Barcelonés, 1904; Artículos (1893-1903), Barcelona, Imprenta de Fidel Giró, 1904; Eridon i Amina. Pastorel·la, Barcelona, Ediciò Catalunya, 1904; Enllà. Poesies, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1906; La Margarideta, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1907 (Biblioteca Popular de L’Avenç); Novalis, Enric d’Ofterdingen, trad. de ~, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1907; Elogi de la poesia, Barcelona, Bartomeu Baixeras, editor, 1909; Goethe, Pensaments, trad. de ~, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1910; Seqüències, Poesies, Barcelona, Tipografia L’Avenç, 1911; Obres Completes. Edició definitiva, Barcelona, Ediciò dels Fills de Joan Maragall, 1929-1955, 25 vols.; Epistolario entre Miguel de Unamuno y Juan Maragall y sus escritos complementarios, Barcelona, Editar, 1951 (y en C. Bastons, Joan Maragall y Miguel de Unamuno. Una amistad paradigmática, Lérida, Editorial Milenio, 2006, págs. 51-133); Obres completes: I, Obra catalana. II, Obra castellana, Barcelona, Editorial Selecta, 1960; Obra poética, vers. bilingüe, introd. y notas de A. Comas y trad. de J. F. Vidal Jové, Madrid, Castalia, 1984, 2 vols.

Bibl.: F. Blanco García, “La literatura catalana en el siglo xix”, en La literatura española en el siglo xix, Madrid, Sáenz de Jubera Hermanos, 1894; J. Pijoan, El meu don Joan Maragall, Barcelona, Llibreria Catalònia, 1927; P. Corominas, Del meu comerç amb Joan Maragall, Barcelona, Publicacions La Revista, 1935; E. d’Ors, “Signe de Joan Maragall en la història de la cultura”, prólogo a Epistolari III de Obres completes, ed. definitiva, 1936, vol. XXIII; M. Seharrima, Joan Maragall, Barcelona, Biblioteca Política de Catalunya, 1938; Azorín, “Aproximación a Maragall”, en Los vivos y los muertos, Barcelona, Ediciones Destino, 1946; J. Ferrater Mora, “El Cant Espiritual. Sentit d’un poema”, en El llibre del sentit, Santiago de Xile, El Pi de les Tres Branques, 1948; J. M.ª Sagarra, Mèmories, Barcelona, Editorial Aedos, 1954; J. Fuster, “Maragall i Unamuno, cara a cara”, en Les originalitats. Assaigs, Barcelona, Editorial Barcino, 1956; J. M. Corredor, Joan Maragall, Barcelona, Editorial Aedos, 1960; P. Laín Entralgo, “Pròleg”, en J. Maragall, Obres Completes, II, op. cit., 1960, págs. 13-31; A. Terry, La poesia de Joan Maragall, Barcelona, Editorial Barcino, 1963 (ed. Barcelona, Quaderns Crema, S. A., 2000); J. Benet, Maragall y la Semana Trágica, Madrid, Ediciones Península, 1966; E. Valentí i Fiol, “Juan Maragall, modernista y nietzscheano”, en Revista de Occidente, VI (1968); J. Pla, “Joan Maragall. Un assaig”, en Obres Completes, vol. X, Barcelona, Edicions Destino, 1981; A. Comas, “Introducción”, en Joan Maragall: Obra poética, I, op. cit., 1984, págs. 7-67; E. Trías, El pensamiento cívico de Joan Maragall, Barcelona, Ediciones Península, 1985; J. L. Marfany, “Joan Maragall”, en M. Riquer, A. Comas y J. Molas, Historia de la literatura catalana, vol. VIII, Barcelona, Ariel, 1986, págs. 187-246; J. A. Maragall i Noble, Joan Maragall. Esbós biogràfic a través de la seva obra (1971), Barcelona, Edicions 62, 1998; J. M. Valverde, “Para la incorporación completa de Maragall a la literatura española”, en J. M. Jauma, José María Valverde, lector de Joan Maragall, vol. 2 Barcelona, Editorial Claret, 2005, págs. 33-58; A. Sotelo, “Pólogo”, en C. Bastons, Joan Maragall y Miguel de Unamuno. Una amistad paradigmática, op. cit., 2006, págs. 11-18; M. de Unamuno, “En la muerte de Maragall” y “Leyendo a Maragall”, en C. Bastons, Joan Maragall y Miguel de Unamuno. Una amistad paradigmática, op. cit., 2006, págs. 144-169.



Sello de la Orden de Carlos III.



La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III (anteriormente Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III).




Escudo del virrey Antonio Olaguer Feliú.



Escudo de Antonio Olaguer Feliú, que utilizó como Secretario de Estado y del Despacho de Guerra.


Antonio Olaguer Feliú y Heredia López y Domec o bien Antonio Olaguer y Feliú (Villafranca del Bierzo, 14 de octubre de 1742 - Madrid, 19 de mayo de 1813) era un militar, funcionario y gobernante español que ejerció como gobernador subordinado de Montevideo desde 1790 hasta que fuera designado en el cargo de sexto virrey del Río de la Plata desde 1797 hasta 1799.

Escudo de Armas

Escudo partido: 1.º cuartelado: I y IV, en campo de plata un monte de su color natural; II y III, en campo de gules, un roel ovalado de plata, orlado de ocho estrellas de plata, y 2.º, en campo de gules, cinco castillos de plata puestos en sotuer.
El escudo se encuentra adornado con seis banderas y dos estandartes propios del rango de mariscal de campo que ostentaba y demás ornamentos (cañones, lanzas, alabarda, espada, etc) característico de su profesión de armas.
En la parte superior porta un yelmo y el todo se encuentra timbrado con una corona de Mariscal de Campo.





Benito Amilcare Andrea Mussolini (Predappio, 29 de julio de 1883-Giulino, 28 de abril de 1945), conocido como Benito Mussolini, fue un político, militar y dictador italiano, líder del Partido Nacional Fascista y del Partido Fascista Republicano; y presidente del Consejo de Ministros Reales de Italia desde 1922 hasta 1943. Posteriormente fue Duce —guía— de la República Social Italiana desde 1943 hasta 1945, año de su fusilamiento. Mussolini estableció un régimen totalitario durante el período conocido como fascismo italiano, bajo el beneplácito del rey Víctor Manuel III, hasta su colapso en la Segunda Guerra Mundial.





Carlos María Cortezo y Prieto de Orche (Madrid, 1 de agosto de 1850-Madrid, 24 de agosto de 1933)​ fue un médico español que ejerció como ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y director general de Sanidad durante el reinado de Alfonso XIII.
Por sus contribuciones médicas y políticas el rey Alfonso XIII le concedió el Toisón de oro, hecho extraordinario pues prácticamente está reservado en exclusiva para miembros de familias reales y jefes de Estado, Miembros de alta nobleza, y estadistas en 1931.





María Teresa Fernández de la Vega Sanz (Valencia, 15 de junio de 1949) es una magistrada y política española, vinculada al Partido Socialista. Durante su carrera política, alcanzó la posición de vicepresidenta del Gobierno entre 2004 y 2010, durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, siendo la primera mujer en la historia de España en desempeñar el cargo. Al mismo tiempo, fue ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno. Tras abandonar la primera línea política en 2010, se incorporó al Consejo de Estado, y entre 2018 y 2022 presidió el órgano, siendo la primera mujer en hacerlo. Tras esto, continuó como presidenta de la Sección Séptima del órgano consultivo.

Además de estos importantes cargos gubernamentales, ha ocupado otros como la titularidad de la Secretaría de Estado de Justicia entre 1994 y 1996, ha sido vocal del Consejo General del Poder Judicial, a propuesta del Senado, entre 1990 y 1994, y diputada a Cortes entre 1996 y 2010.






Margarita Mariscal de Gante y Mirón (Madrid, 10 de enero de 1954) es una política y jurista española, que fue ministra de Justicia en el primer Gobierno de José María Aznar, siendo así la primera mujer que se ponía al frente de dicha cartera.





Miklós Horthy de Nagybánya (castellanizado Nicolás Horthy; Kenderes, 18 de junio de 1868-Estoril, 9 de febrero de 1957) fue un noble, militar y político húngaro, que desempeñó el cargo de regente de Hungría desde el 1 de marzo de 1920 hasta el 15 de octubre de 1944. Durante esos años encabezó un régimen calificado como «sistema autocrático conservador»​ con algunos «elementos esenciales del fascismo».



Viscount Gough of Goojerat in the Punjab and of the City of Limerick.



Hugh Gough (Limerick; Irlanda, 3 de noviembre de 1779-Londres; Reino Unido, 2 de marzo de 1869) fue un mariscal de campo del Ejército Británico. Sirvió como Oficial subalterno en la conquista del Cabo de Buena Esperanza durante las Guerras revolucionarias francesas. Comandó el 2.º Batallón del Regimiento n.º 87 de Infantería durante la Guerra de la Independencia Española.
 Después de servir como comandante en jefe de las fuerzas británicas en China durante la Primera guerra del opio, se convirtió en comandante en jefe de la India y lideró a las fuerzas británicas en acción contra el Imperio maratha derrotándolos decisivamente al final de la Campaña Gwalior y luego comandó las tropas que derrotaron a los sijs durante la Primera guerra anglo-sij y la Segunda guerra anglo-sij.





Crest

1st: a Boar's Head couped Or; 2nd: on a Mural Crown Argent a Lion passant guardant Or holding in the dexter paw two Flag Staves in bend sinister proper the one being the Union Flag of Great Britain and Ireland surmounting the other the staff thereof broken with a triangular Banner flowing therefrom to represent a Chinese Flag having thereon a Dragon and in an Escroll above the word "China"; 3rd: a Dexter Arm embowed in Facings of the 87th Regiment (Gules faced Vert) the hand grasping the Colour of the said Regiment displayed and a representation of a French Eagle reversed and depressed the staff broken proper in an Escroll above the word "Barossa".

Escutcheon
Quarterly: 1st and 4th, Gules on a Mount Vert a Lion passant guardant Or supporting with his dexter paw the Union Flag flowing to the sinister proper over the same in chief the words "China" and "India" in letters of gold; 2nd and 3rd, Azure on a Fess Argent between three Boars' Heads couped Or a Lion passant Gules in the centre chief point pendent from a Riband Argent fimbriated Azure a representation of the Badge of the Spanish Order of Charles III proper on a Chief within Battlements a Representation of the East Wall of the Fortress of Tarifa with a Breach between two Turrets the dexter Turret surmounted by the British Flag flying all proper.

Supporters

Dexter: a Lion reguardant Or gorged with an Eastern Crown Gules the rim inscribed with the word "Punjab" in letters of gold with Chain reflexed over the back also Gold; Sinister: a Chinese Dragon Or gorged with a Mural Crown Sable inscribed with the word "China" and chained Gold.

Motto

Above the centre Crest: Faugh a Ballagh (Clear the way); Below the shield: Goojerat.

La estatua tal como estaba originalmente, en el Phoenix Park , Dublín , de 1878 a 1957

Estatua ecuestre del vizconde Gough en el castillo de Chillingham obra del escultor nacido en Dublín John Henry Foley .








Josep Borrell Fontelles (Puebla de Segur, 24 de abril de 1947) es un político, ingeniero, economista, catedrático y diplomático español, que desde diciembre de 2019 ocupa el cargo de alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, en el ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen.​






Dolors Montserrat Montserrat (San Sadurní de Noya, Barcelona, 18 de septiembre de 1973) es una abogada y política española del Partido Popular, diputada y vicepresidenta portavoz del Grupo del Partido Popular Europeo en el Parlamento Europeo desde 2019. Fue ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España entre 2016 y 2018, además de diputada en el Congreso de los Diputados por Barcelona en la ix, x, xi y xii legislaturas.





Esperanza Fuencisla Aguirre y Gil de Biedma (Madrid, 3 de enero de 1952) es una jurista y política española, ministra de Educación y Cultura entre 1996 y 1999, presidenta del Senado entre 1999 y 2002, y de la Comunidad de Madrid entre 2003 y 2012.También ejerció de presidenta del Partido Popular de la Comunidad de Madrid entre 2004 y 2016.




María del Carmen Calvo Poyato (Cabra, Córdoba, 7 de junio de 1957) es una jurista constitucionalista, profesora universitaria y política española miembro del Partido Socialista Obrero Español, actual presidenta del Consejo de Estado desde 2024.





Josep Piqué Camps (Villanueva y Geltrú, Barcelona, 21 de febrero de 1955 - Madrid, 6 de abril de 2023) fue un político, economista y empresario español, ministro de distintas carteras durante los gobiernos de José María Aznar, entre 1996 y 2003. Desde diciembre de 2007 hasta agosto de 2013, fue el presidente de la compañía aérea Vueling.​ El 1 de octubre de 2013 fue nombrado consejero delegado y vicepresidente segundo de OHL.
​ Fue el director ejecutivo de Política Exterior, grupo editorial centrado en el análisis de las relaciones internacionales cuyo consejo asesor está compuesto por todos los exministros de Asuntos Exteriores de España.






María Emilia Casas Baamonde (León, 30 de noviembre de 1950) es una jurista española. Fue la primera mujer Catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social del país. En 1998 ingresó en el Tribunal Constitucional siendo el miembro más joven ingresado en la historia de la institución. En 2004 fue la primera mujer en presidir el Tribunal Constitucional de España (2004-2010).






María Soraya Sáenz de Santamaría Antón (Valladolid, 10 de junio de 1971) es una abogada del Estado y ex-política española del Partido Popular. Fue vicepresidenta del Gobierno de España entre 2011 y 2018, en el ejecutivo de Mariano Rajoy. Actualmente es consejera de Estado y socia del bufete de abogados Cuatrecasas en el área de gobierno corporativo y compliance.





José Fernando de Almansa y Moreno-Barreda (Granada, 4 de octubre de 1948) es un diplomático español, X vizconde del Castillo de Almansa y fue jefe de la Casa del Rey.








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