—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

lunes, 13 de agosto de 2018

457.-La descentralización de los Departamentos de Colombia; Cristián Warnken. a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala; Marcelo Yañez Garin;  Maria Francisca Palacio Hermosilla; 

  
La descentralización de los Departamentos de Colombia


  

Escudo de la República de Colombia, siguiendo las especificacions dadas por las leyes del 9 de mayo de 1834, 17 de mayo de 1924 y del 9 de noviembre de 1949: El perímetro es de forma suiza, en proporción de seis de ancho por ocho de alto y terciado en faja. La faja superior o jefe, en campo azul, lleva en el centro una granada de oro abierta y graneada de rojo, con tallo y hojas del mismo metal. A cada lado de la granada va una cornucopia de oro inclinada y vertiendo, hacia el centro, monedas la del lado derecho, y frutos propios de la zona tórrida la del izquierdo. La faja del medio, en campo de platino, lleva en el centro un gorro frigio enastado en una lanza, como símbolo de la libertad. En la faja inferior va el Istmo de Panamá, en azul, con sus dos mares adyacentes ondeados de plata, y un navío negro, con sus velas desplegadas, en cada uno de ellos. El escudo reposa sobre cuatro banderas divergentes de la base, de las cuales las dos inferiores formarán un ángulo de noventa grados, y las dos superiores irán separadas de las primeras en ángulos de quince grados. Estas banderas van recogidas hacia el vértice del escudo. El jefe del escudo está sostenido por una corona de laurel pendiente del pico de un cóndor con las alas desplegadas. En una cinta de oro, asida al escudo y entrelazada a la corona, va escrito, en letras negras, mayúsculas, este lema: LIBERTAD Y ORDEN.


Debido a su particular configuración geográfica, la República de Colombia se ha caracterizado por ser un país culturalmente fragmentado y con una identidad nacional débil, o incluso inexistente durante varios siglos de su historia, el país es más parecido a España, un nación heterogéneo, formadas por nacionalidades y regiones históricas; que a México o Argentina, países con sociedades homogéneas. 
Colombia siempre ha sido una zona muy difícil de transitar y comunicarse, desde los tiempos de la colonia hasta  hace relativamente muy poco tiempo, ir de Bogotá hasta Cartagena de Indias tomaba el mismo tiempo que ir del puerto de Cartagena hasta España en barco. Eso causó que cada región se desarrollara de forma muy cerrada por varios siglos y por eso un  habitante del litoral y un habitante de centro de Colombia son tan  distintos en lo lingüístico, cultural o político.
Lo anterior ha propiciado el surgimiento de un fuerte sentimiento regionalista que en algunos momentos de la historia ha culminado con la separación temporal o definitiva de algunas porciones de su territorio nacional, como ocurrió con el último movimiento separatista exitoso del continente americano en 1903, con la separación de Panamá.


Introducción. 

La Constitución de 1991 establece a Colombia como una República Unitaria que se divide administrativa y políticamente en 33 divisiones administrativas de primer orden :
1.-Los  32 departamentos, y
2.-Distrito Especial de Bogotá. 
Colombia posee una descentralización administrativa por medio de la cual gran parte de las competencias  la administración publica, se reparte entre los 32 departamentos y sus municipios.

Los departamentos.

Los departamentos de Colombia  forman regiones geográficas, culturales y económicas.



  


32 Departamentos.

Asamblea Departamentales.

Las Asambleas Departamentales son corporaciones de derecho público, de carácter territorial, representan a la ciudadanía departamental. Las Asambleas  son elegidos por voto directo por el mismo período que el gobernador.
La Asamblea cuenta entre 11 y 31 diputados de acuerdo a la población del departamento, tiene funciones representativa y normativas.

El gobernador.

El  gobernador del departamento, es elegido por sufragio directo por un período de 4 años. El gobernador es autoridad ejecutiva de departamento
El gobernador esta asesorado por un gabinete departamental compuesto por los secretarios.

Municipios.

Los departamentos se subdividen en municipios, cuya administración está a cargo de un Alcalde y un concejo municipal elegidos por voto popular para un período igual que el de los dignatarios departamentales. 

Departamento

Munici-pios

Superficie (km²)

Población (hab)

Densidad (hab/km²)

Bogotá, D. C.

1

1 139

8 906 342

7 819,44

Antioquia

125

63 612

6 887 306

108,27

Valle del

Cauca

42

22 140

4 589 278

207,28

Atlántico

23

3 388

2 804 025

827,63

Cundinamarca

116

23 071

2 473 634

107,22

Santander

87

30 537

2 324 090

76,11

Bolívar

45

25 978

2 236 603

86,10

Córdoba

30

25 020

1 856 496

74,20

Norte

de Santander

40

21 658

1 651 278

76,24

Nariño

64

33 268

1 629 181

48,97

Cauca

41

29 308

1 516 018

51,73

Magdalena

30

23 188

1 463 427

63,11

Tolima

47

23 562

1 346 935

57,17

Cesar

25

22 905

1 341 697

58,58

Boyacá

123

23 189

1 259 601

54,32

Huila

37

19 890

1 140 932

57,36

Meta

29

85 635

1 080 706

12,62

Caldas

27

7 888

1 036 455

131,40

La Guajira

15

20 848

1 002 394

48,08

Risaralda

14

4 140

977 829

236,19

Sucre

26

10 917

972 350

89,07

Quindío

12

1 845

569 569

308,71

Chocó

31

46 530

553 519

11,90

Casanare

19

44 640

442 068

9,90

Caquetá

16

88 965

419 275

4,71

Putumayo

13

24 885

369 064

14,83

Arauca

7

23 818

304 978

12,80

Vichad

4

100 242

115 778

1,15

Guaviare

4

53 460

90 357

1,69

Amazonas

2

109 665

82 068

0,75

San

Andrés

y Providencia

1

44

65 228

1 482,45

Guainía

2

72 238

52 061

0,72

Vaupés

3

54 135

48 932

0,90

Colombia

1 103

1 141 748

51 609 474

45,20






  


Distrito Capital.

Bogotá es único distrito capital, está conformada por un área urbana en su parte norte y un área rural.​
Santafé de Bogotá​ es la capital de la República de Colombia y del departamento de Cundinamarca. Está administrada como distrito capital, y goza de autonomía para la gestión de sus intereses dentro de los límites de las leyes​ A diferencia de los demás distritos de Colombia, Bogotá es una entidad territorial de primer orden, con las atribuciones administrativas que la ley confiere a los departamentos.

Alcalde
El alcalde mayor de Bogotá es el jefe de gobierno y de la administración local, representando legal, judicial y extrajudicialmente a la ciudad, es elegido por un periodo de cuatro años. 

Concejo
El Concejo Distrital es la máxima autoridad en materia político administrativa, tiene a su cargo ejercer el control político a la administración de Bogotá y expedir normas para promover el desarrollo integral de la ciudad y sus habitantes, en cumplimiento de los fines esenciales del Estado social de derecho.​ En la actualidad está conformado por 45 concejales que son elegidos democráticamente para un periodo de cuatro años.

Localidades

Bogotá se divide en 20 localidades y en estas se agrupan en barrios. Cada localidad cuenta con una Junta Administradora Local (JAL), integrada por no menos de siete ni más de once miembros, elegidos por votación popular para un período de cuatro años que deberán coincidir con el período del Concejo de Bogotá.
Además cada una de las localidades, tiene un alcalde local nombrado por el alcalde mayor, por terna enviada por la Junta Administradora Local, y bajo la supervisión de este, quienes se encargan de coordinar la acción administrativa del gobierno distrital en cada localidad.


  

Distritos de Colombia.


El término distrito es usado en Colombia para definir a las entidades territoriales de segundo nivel (municipios) dotadas de un régimen legal, político, fiscal y administrativo independiente, con características especiales que las destaca o diferencia de las demás en cuanto a su economía, sus recursos, su cultura o su papel administrativo y geográfico.
Gobierno corresponde a  un Alcaldía Mayor; y un Concejo distrital.

Subdivisión(es) en Localidades, UPL(Unidades de Planeamiento Local), y UPR (Unidades de Planeamiento Rural )



  
Cristián Warnken.



  



Carta de Cristián Warnken al “perro matapacos”



06 DE MAYO 2024

“¿Que quieres ir a La Moneda a instalarte hasta que él te reciba? ¿Él? ¿Quién es él? ¿Tú y yo sabemos quién es él? ¿Qué sentido ir a cobrarle nada? ¿Al Barrio Yungay, a su casa, quieres ir a instalarte? Cuidado, que se ha vuelto muy peligrosos ese barrio, hasta te puede llegar un balazo. Tal vez te convenga ir a buscar reconocimiento en otra parte”.

¡Ah, mi viejo perro, no te amargues tanto! Así es la vida, la dura vida de perros. Un instante de gloria y fama, todos te hacen mimos, se sacan selfies contigo, te hacen creer que serán fieles contigo por siempre, y a la vuelta de la esquina, te traicionan, te niegan tres veces e, incluso más. ¿Qué esperabas de ellos? ¿Fidelidad, consecuencia, amor eterno? Eso muestra que no los conoces: ellos son así, inconsistentes, cambiantes, hasta frívolos diría.

Fueron malcriados cuando niños, lo tuvieron todo y lo quisieron todo y les pasó lo mismo que a todos: les quedó gustando el poder. La calle dejó de ser para ellos lo que era. ¿Maduraron? No. Seguirán siendo los Peter Pan de siempre, y dirán una cosa, al día siguiente otro y así, envejecerán y seguirán llamándose a sí mismo “les cabres”. ¿”Les cabres”? Sí, es que les gusta sentirse fluidos, “otros”, etc. No son como tú, perro de la calle, quiltro aporreado, de una sola línea,  que las ha visto duro para sobrevivir en la selva de cemento, pero que tuvo un efímero momento de gloria, cuando todos ellos se volvieron locos.

¿Te acuerdas? ¿Te acuerdas cuando los “primeras líneas” te mimaban, te levantaban, te llevaban prendidos en sus solapas, hasta te hicieron una estatua? Sí, perro pulguiento, tú ibas a reemplazar al general Baquedano ese, tú ibas a estar sobre el pedestal, tú ibas a ser el perro símbolo de la “revuelta”, tú tenías asegurada tu entrada a la eternidad. ¡Cuándo te lo habías soñado! Si hasta se te cruzó por la mente que podrías, tal vez, reemplazar en el escudo nacional al huemul. ¿Cómo te habrías visto ahí, sobre la frase “por la razón o la fuerza”? Cómo se habría sentido de orgullosa tu madre de verte ahí, convertido en un símbolo, llevado en andas, hecho sticker y pegado en los computadores de los diputados y diputadas, en las poleras de los que hoy te dicen “si te he visto, no me acuerdo”.

“¿Y dónde quedaron esos primeras líneas?”-me vas a preguntar ¿Quieres saberlo? Uno es seremi, el otro asesor de un ministerio, el otro dirige una Fundación, todos están bien calentitos y bien pagados, no como tú, que tienes que andar mendigando mendrugos de pan. ¿Vas a llorar?  Pero, perro, te creía más heroico, más aperrado ¡no me digas que se te subieron los humos a la cabeza! Pero si tú eres un perro callejero nada más y todo eso fue un sueño, un delirio, diría, un momento de efervescencia un tanto infantil, y como en el cuento de la Cenicienta, sonaron las doce, y se esfumó todo y ahí estás como antes, moviendo la colita por un poco de lástima y cariño. ¡Si hasta una diputada comunista te dio la espalda! ¡Ni hasta en los comunistas uno puede confiar ahora!

¿Qué quieres ir a La Moneda a instalarte hasta que él te reciba? ¿Él? ¿Quién es él? ¿Tú y yo sabemos quién es él? ¿Que sentido ir a cobrarle nada? ¿Al Barrio Yungay, a su casa, quieres ir a instalarte? Cuidado, que se ha vuelto muy peligroso ese barrio, hasta te puede llegar un balazo. Tal vez te convenga ir a buscar reconocimiento en otra parte. ¿No has probado con los narcos? Ellos están ávidos de símbolos y están trabajando harto y han sido fieles a los días de furia y fuego, siguen trabajando, creo que con ellos te puede ir mejor.

“Les cabres” son un poco flojos, inconstantes y tú necesitas que te cuiden, los tiempos están muy difíciles para todos. La  vida en la calle se ha vuelto inhóspita, hay mucha gente mala dando vueltas. Así que, perrito a “aguacharse” por ahí, adonde sea y trata de que nadie se acuerde de que te llamaron “matapacos”, eso no tiene buena aceptación hoy. Reinvéntate. Hay tanta gente delirante dando vueltas que, quién sabe si algún loco suelto, algún fanático, tal vez hasta del otro extremo, te pueda acoger y, quién sabe, vuelvas a ser un símbolo de alguna otra revuelta, pero de signo inverso. Así que no te quedes pegado en lo que fuiste o soñaste ser.

Adáptate a los tiempos, tiempos cambiantes, veleidosos. Tiempos líquidos les llaman. Ah, perro mío, perro de nadie y de todos, perro imaginario, perro ninguneado, perro perdido de un país extraviado. Ládrale a la luna, no más, desahógate,  aúllale, que se sienta tu lamento por la noche en los barrios, para que alguien pregunte: “¿No es ese el famoso perro matapacos el que está llorando”?

Te saluda, Cristián Warnken.



  

Carta de Cristián Warnken a la izquierda chilena



27 DE ABRIL 2024

“La izquierda se hizo cómplice de una insurrección que estuvo a punto de tirar la democracia por la borda”, dice Cristian Warnken: “Que no se laven las manos los pirómanos verbales de las declaraciones incendiarias de entonces”.

La quema y asesinato de tres carabineros en una emboscada en Cañete, en el sur de nuestro país, no es un acto aislado, o solo una brutalidad de un grupo de terroristas dementes. Para haber llegado a este punto, se conjugaron muchos factores y, entre ellos, la complicidad pasiva o incluso activa de una generación de jóvenes políticos que han jugado con fuego desde octubre del 2019. Sí, han jugado con fuego y el fuego, una vez desatado, tomó fuerza propia y ha ido devastando todo lo que ha ido encontrando a su paso.

Ahora se espantan, y enbuenahora, de lo que puede hacer el fuego de la “revuelta” que ellos mismos atizaron y aceleraron, y eso hay que celebrarlo si nace de una convicción y una conversión profunda y si no es una postura oportunista o pasajera.

Es cierto que esta es la hora de la unidad de todo el Estado sin fisuras, de todas las fuerzas políticas, como acaba de decir el Presidente Boric, (hay que aplaudir esa declaración y creerla) pero no puedo dejar de compartir con ustedes, miembros de la izquierda, esta reflexión, porque, para que la violencia nunca más encuentre un terreno fértil en una sociedad para su acción destructiva, es clave que cada uno reconozca su propia responsabilidad y haga una revisión profunda del propio actuar. Así, el viraje de postura no será un acto camaleónico ni oportunista y cuando vuelvan a darse las circunstancias, no se volverán a cometer los mismos errores, causas de los horrores a los que hoy asistimos.

Los hechos son demasiado recientes para olvidarlos: los ataques verbales y descalificaciones de autoridades de la República (diputados y otros) contra la institución de Carabineros, la justificación teórica e intelectual de la violencia como arma legítima para producir transformaciones en la sociedad chilena, la sistemática votación en contra de los diputados de izquierda contra las leyes para reforzar la seguridad, la romantización del terrorismo en La Araucanía apelando a discursos  identitarios indigenistas, el “perro matapacos”, en fin, todo ese relato que se inventó para decirnos que este era un país en ruinas y que había que refundarlo, si era necesario con revuelta, con más calle y también con una nueva Constitución en que el Chile que conocemos todos dejaba de ser Chile para convertirse en un imbunche a la medida de los delirios de grupos radicales y en el que, entre otras cosas, Carabineros debía también ser refundado.

Esta es la hora para una inflexión profunda y honesta de la izquierda chilena en su postura ante la violencia. Yo vengo de esa izquierda y en octubre del 2019, ante la violencia callejera que asolaba nuestras ciudades, escribí una columna cuyo título era “Soy de izquierda y rechazo la violencia”, declaración que me valió la descalificación, la funa,  de quienes me acusaron de haberme vendido a la derecha. Después, fui a un matinal, y condené el ataque de un furgón de carabineros inermes ante una turba que los atacó para derechamente matarlos: bastó eso para que en las redes sociales se me linchara.

Oponerse a la violencia era, entonces, ser un traidor, un “facho”, oh paradoja, cuando el fascismo se estaba viviendo en las calles, con quemas de bibliotecas, iglesias, y ataques de turbas a comisarías de carabineros. Los carabineros eran los victimarios y los primera línea, las víctimas.

Todo está ahí, en las redes, en los medios de comunicación: la izquierda se hizo cómplice de una insurrección que estuvo a punto de tirar la democracia por la borda. Nada volvió a ser igual después del 2019. Y, por eso, no debemos sorprendernos de lo que estamos viviendo hoy. Que no se laven las manos los pirómanos verbales de las declaraciones incendiarias de entonces, uno de los cuales dijo que dada las injusticias en la sociedad, “daban ganas de ir a quemarlo todo” (sic). Bueno, pues se quemó no todo, pero sí mucho. Y hoy el fuego asesino se ha llevado a tres funcionarios de carabineros. No lo olvidemos: se perdió el respeto a la autoridad, se intentó demoler toda forma de autoridad (porque ésta supuestamente era “patriarcal”, entre otras cosas), se atacó física y verbalmente a Carabineros, se le hizo un daño enorme demonizándolos, burlándose de ellos y ahí está el resultado.

Hoy día, muchos de esos incendiarios dirigentes están en el gobierno. Y les toca vivir el otro lado de la moneda: ser autoridad. ¿Significará esa experiencia que cuando vuelvan a ser oposición -que es lo que espera la mayoría del país- serán una oposición responsable, constructiva, adulta o volverán a sus trincheras adolescentes, a su amor por las barricadas y el fuego?. 

Hoy Héctor Llaitul, un terrorista que sembró el terror en La Araucanía está a punto de ser condenado. No olvidemos que algunos conspicuos intelectuales y políticos participaron en lanzamientos de sus libros, lo alabaron, hicieron líricas declaraciones sobre su persona y su causa; me imagino que estarán guardando silencio en estas horas y espero estarán revisando y cuestionándose en el fondo de sus conciencias. Y el general director de Carabineros será formalizado en los próximos días y uno se pregunta ¿cuántos Fiscales y jueces no se han hecho eco del discurso demonizador de Carabineros que ha permeado nuestro mundo intelectual y universitario?.

¿Ha sido una parte de la Justicia inmune a la ideologización que relativiza algunos hechos de violencia y sube la vara cuando se trata de juzgar a la policía? Para el país va a ser difícil entender que el jefe de la policía pueda ser condenado, mientras la mayoría de los delincuentes y terroristas andan sueltos por las calles de nuestro país.

Para que se cumpla el deseo del Presidente de la República y logremos esa unidad sin fisuras ni ambigüedades ante la violencia y el terrorismo, nuestra izquierda debe hacer en esta hora su propio descenso, su revisión, su autocrítica profunda y valiente, y el dejar atrás sus complejos con el uso legítimo de la violencia por parte del Estado. Tiene que ser una conversión honesta, de verdad, no sólo una puesta en escena. Si ello ocurriera, estaríamos ante la inflexión que Chile necesita. Y, tal vez, la trágica muerte de estos tres mártires y héroes de la República podría haber servido para algo.  

Los saluda, Cristián Warnken. 


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