Los enclaves españoles. |
Petilla de Aragón es una villa y municipio español de Navarra, constituido por dos pequeños territorios enclavados en el occidente de Aragón. Se integra dentro de la merindad de Sangüesa, en la comarca de Sangüesa. Pertenece al partido judicial de Aoiz y a la mancomunidad de Servicios de la Comarca de Sangüesa. Su término municipal, de 27,55 km², constituido por dos enclaves —Petilla, el principal, y otro llamado de Los Bastanes— está rodeado por territorio de Aragón, concretamente por la parte norte de la comarca de las Cinco Villas. Su población es de 28 habitantes (INE 2023). Es la localidad natal del médico Santiago Ramón y Cajal y está hermanada con Luarca (Asturias), localidad natal de Severo Ochoa. Ambas localidades han formado la red Villas de Nobel, una iniciativa asturiana a la que recientemente se ha sumado la italiana Corteno Golgi (Lombardía), localidad natal de Camillo Golgi. En marzo de 2023 Petilla de Aragón y Corteno Golgi firmaron el hermanamiento en un acto donde también se nombró a Ramón y Cajal hijo predilecto de la localidad navarra. |
Valielles o Valielles de Busa (Valiellas, en castellano) es una masía y un enclave del municipio de Montmajor, provincia de Barcelona, en el de Guixers, provincia de Lérida. La extensión del enclave es de 3,20 km². Se encuentra en la sierra del mismo nombre, donde se alcanza una altura máxima de 1.290,8 metros. Accesible por una pista forestal que conduce a Busa desde la carretera de Berga a San Lorenzo de Morunys ( LV-4241 ). Montmajor es un municipio de la comarca del Bergadá, en la provincia de Barcelona, comunidad autónoma de Cataluña. A mediados del siglo XIX se denominaba Montmajor y Querol; en esa época incorporó los antiguos municipios de Aguilar, Correà, Lluelles y Sorba. |
Pinós es un municipio español perteneciente a la provincia de Lérida, situado en el sureste de la comarca catalana del Solsonés y lindando con la Anoia y el Bages. A mediados del siglo XIX se denominaba Pinós y Mata de Porros; en esa época incorporó los antiguos municipios de Matamargo, Sangra y Vallmanya. En este municipio, también se encuentra el centro de Cataluña. Además, hay un despoblado, Malagarriga, que es un enclave en la provincia de Barcelona. |
Las Llosas (en catalán y oficialmente Les Llosses) es un municipio y localidad española de la provincia de Gerona, en la comunidad autónoma de Cataluña. El término municipal, ubicado en la comarca del Ripollés, tiene una población de 203 habitantes (INE 2023). Geografía Está situado al suroeste de Ripoll, entre la riera de Merlés y el Ter. Incluye la colonia de La Farga de Bebiè y el antiguo municipio de Palmerola, anexionado en 1991. Es el municipio de mayor extensión de la comarca. Otros antiguos municipios anexionados a lo largo del tiempo son San Martín de Viñolas, San Saturnino de Sobellas, Santa María de Matamala, Vallespirán y Viladonja. |
Villodrigo es un municipio y localidad española de la provincia de Palencia, en la comunidad autónoma de Castilla y León, que constituye un enclave situado dentro de la provincia de Burgos. Cuenta con una población de 107 habitantes (INE 2023). Perteneció históricamente al partido judicial de Astudillo, y tras la supresión de este quedó adscrito al de Palencia. Está situado junto a la autovía Burgos-Portugal en su kilómetro 45. Todos los pueblos con los que linda son burgaleses: Vizmalo, Revilla Vallejera, Villaverde-Mogina y Valles de Palenzuela. |
Sajuela o la Granja Sajuela es un despoblado del municipio de Miranda de Ebro (Burgos), cuya principal característica es estar rodeada por la comunidad autónoma de La Rioja, concretamente de los municipios de Fonzaleche, Cellorigo y Galbárruli. Localización Perteneciente administrativamente a la provincia de Burgos, se encuentra en las cercanías a los Montes Obarenes, limitando con las localidades riojanas de Cellorigo por el norte y el oeste, de Galbárruli por el noreste y de Fonzaleche por el sur y sureste. Actualmente el acceso más rápido se realiza por caminos de parcelaria desde la localidad de Villaseca, perteneciente al municipio de Fonzaleche. El Ternero fue una aldea que estuvo situada entre Cihuri y Sajazarra perteneciente al monasterio de Herrera. Actualmente es una finca, pedanía de la localidad de Miranda de Ebro, provincia de Burgos (España). Se trata de un enclave burgalés de doscientos cincuenta hectáreas rodeado por la comunidad autónoma de La Rioja. En El Ternero se elabora el único vino burgalés con Denominación de Origen Rioja. Miranda de Ebro es un municipio y ciudad española de la provincia de Burgos, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Está situado en la comarca del Valle del Ebro, al noreste de la provincia, junto a los límites con Álava y La Rioja. Cuenta con una población de 35 639 habitantes (INE 2023). |
La Rebolleda es una localidad y pedanía española situada en el municipio de Rebolledo de la Torre, en la provincia de Burgos, comunidad autónoma de Castilla y León. Pertenece a la comarca de Páramos, y constituye un exclave burgalés dentro de la provincia de Palencia, concretamente en el municipio de Aguilar de Campoo. Aguilar de Campoo es una localidad y municipio en la provincia de Palencia, dentro de la comunidad autónoma de Castilla y León (España). Tiene una superficie de 236,54 km² y cuenta con una población de 6891 habitantes (INE 2022) y una densidad de 29,50 hab/km². |
Pomar de Valdivia es un municipio y localidad de la comarca de La Valdivia en la Montaña de la provincia de Palencia, comunidad autónoma de Castilla y León, España. Dos de sus pedanías (las de Cezura y Lastrilla) son dos exclaves palentinos situados en el municipio cántabro de Valderredible. Cezura es una pedanía y localidad española del municipio de Pomar de Valdivia, perteneciente a la provincia de Palencia, en la comunidad autónoma de Castilla y León. La localidad, que está ubicada en la comarca de la Montaña Palentina, constituye un exclave palentino dentro de Cantabria. Geografía Es un exclave de la provincia de Palencia en Cantabria, concretamente en el municipio de Valderredible. Lastrilla es una localidad y también una pedanía del municipio español de Pomar de Valdivia en la provincia de Palencia, en la comunidad autónoma de Castilla y León, España. Constituye un exclave palentino dentro de Cantabria. |
Berzosilla es un municipio y una localidad española de la provincia de Palencia (Castilla y León). El término municipal tiene una peculiar situación geográfica, pues conforma un exclave de la provincia de Palencia entre la comunidad autónoma de Cantabria y la provincia de Burgos. Es uno de los pocos casos en España en los que un exclave se sitúa entre dos provincias diferentes a la suya. Al pasar el río Ebro brevemente por el municipio, este hecho provoca que la provincia de Palencia sea una de las que dicho río atraviesa. |
Torrejón del Rey es un municipio español de la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Existe un diminuto enclave d e Torrejón dentro de la provincia de Madrid, único territorio de Castilla-La Mancha aislado en otra región, conocido como Los Barrancos y La Canaleja. Los núcleos de población son Torrejón pueblo y la urbanización Parque de Las Castillas. Los Barrancos, 1,22 km² deshabitados pertenecientes al municipio de Torrejón del Rey (Guadalajara) enclavados en la provincia de Madrid. |
Anchuras es un municipio español de la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Su territorio está situado entre las provincias de Toledo, Badajoz y Cáceres, encontrándose separado del resto de su provincia, constituyendo un exclave. Hasta 1833 perteneció a las Tierras de Talavera. El entorno natural, en buena medida virgen y caracterizado por paisajes agrestes, es una de las principales riquezas de este municipio. El nombre de Anchuras se debe a lo despejado del lugar y al horizonte rañero que domina. Cuenta con una población de 268 habitantes (INE 2023) |
Valle de Villaverde (hasta julio de 2005, denominado Villaverde de Trucios) es un municipio español de la comunidad autónoma de Cantabria. Conforma un enclave cántabro en el País Vasco, rodeado por los municipios vizcaínos de Valle de Carranza, Arcentales y Trucios, todos ellos pertenecientes a la comarca de Las Encartaciones. En el sur del municipio está situado el nacimiento del río Agüera, cuyo valle cuenta con altitudes de más de 400 metros. El municipio es atravesado de oeste a este por la línea de ferrocarril Santander-Bilbao de la antigua FEVE, y dispone de una estación denominada «Villaverde de Trucíos». |
Villar (también llamada El Villar) es una localidad y pedanía española perteneciente al municipio de Fuente Palmera, en la parte occidental de la provincia de Córdoba, comunidad autónoma de Andalucía. Cerca de esta localidad se encuentran los núcleos de Cañada del Rabadán y Urbanización Villa Alegre. Villar constituye un enclave de Córdoba en la provincia de Sevilla, concretamente en el término municipal de Écija. |
Dehesa de la Cepeda es un enclave de la Comunidad de Madrid, (España) que se encuentra completamente rodeado por la comunidad autónoma de Castilla y León. Pertenece al término municipal de Santa María de la Alameda. Hasta 1833 perteneció a la provincia de Segovia, que la reclama desde entonces. Está constituida como pedanía, con 0 habitantes censados desde que el INE ha ofrecido datos. |
El Enclave de Roales y Quintanilla es un enclave perteneciente a la provincia de Valladolid que se ubica geográficamente entre las provincias de Zamora y León, en la comunidad autónoma de Castilla y León, España. Se encuentra completamente rodeado por tierras de la provincia de Zamora y de la provincia de León al norte y tiene una extensión de 37,37 km². Está formado por dos municipios: Roales de Campos (22,7 km² y 163 habitantes en 2017) y Quintanilla del Molar (14,67 km² y 63 habitantes en 2017) de los que toma su nombre, formando parte de la comarca de Tierra de Campos. Es uno de los 26 enclaves de España. Junto a la Dehesa de San Llorente forman los 2 enclaves pertenecientes a la provincia de Valladolid. La Dehesa de San Llorente es un enclave vallisoletano situado en la provincia de León en Castilla y León, España. Se encuentra completamente rodeado por tierras de la provincia de León y tiene una extensión de 10,95 km². Actualmente es un despoblado carente de habitantes y forma parte del municipio vallisoletano de Mayorga en la comarca de Tierra de Campos. Es uno de los 26 enclaves de España. |
El enclave de Treviño está situado en el norte de España, perteneciente a la provincia de Burgos (Castilla y León), aunque completamente rodeado por territorio de Álava (País Vasco). Pertenece a la comarca del Ebro y forma parte del partido judicial de Miranda de Ebro, ciudad que se encuentra a pocos kilómetros.
Está formado por dos municipios: Condado de Treviño, con 260,71 km² y con una población de 1398 habitantes (INE 2014); y La Puebla de Arganzón, con 18,87 km² y 531 habitantes. En total el enclave abarca 279,58 km² y tiene una población de 1929 habitantes. Posee un patrimonio monumental variado, que incluye arquitectura civil y religiosa. Su amplia extensión y variedad orográfica le permite disponer de amplios recursos. De entre las canteras de Ajarte se extrajo piedra para la construcción de edificios emblemáticos de Álava, como la Catedral Vieja de Vitoria. |
El Rincón de Ademuz es una comarca castellanoparlante que constituye un exclave de la Comunidad Valenciana, separado de esta por el municipio conquense de Santa Cruz de Moya al sur, y al norte por el municipio turolense de Arcos de las Salinas. Constituye una zona montañosa que se encuentra regada por el río Turia —o río Guadalaviar—, con actividad agrícola (cereal, hortalizas, forrajes), de ganadería lanar y explotaciones forestales. |
El municipio lliviense comprende los núcleos de población de: Llivia, Cereja y Gorguja. En el núcleo histórico de Llivia estaba la farmacia Esteve, y sus restos, albarelos y cajas de simples se exhiben en un museo. Llivia pertenece al partido judicial de Puigcerdá. Las lenguas habladas en la localidad son el castellano, el catalán y el francés.
Artículos de prensa. Si ponemos interés, o más bien una lupa, en la frontera con Francia a la altura de Puigcerdá (Gerona), podremos ver una extraña línea fronteriza dentro de territorio galo, un trozo de España totalmente rodeado por Francia, es Llivia, 1689 habitantes en 12,83 km². Enclavada en plena Cerdaña, fue importante en la Edad Media gracias a su castillo, que se convertiría en protagonista de la historia de la villa. Destruida la fortaleza en 1478 por los franceses, el pueblo perdió su posición en favor de la cercana Puigcerdá, a dos kilómetros. Años más tarde, en concreto el 12 de junio de 1528, el rey Carlos I de España confirmaba ciertos privilegios a Llivia que venían de anteriores monarcas, de esta manera esta pequeña localidad se convertía en «villa y parroquia de Llivia», elevando su categoría por encima de las poblaciones vecinas. Este nombramiento hubiera pasado de largo sino hubiera sido porque durante el siglo XVII, en plena guerra entre España y Francia, los primeros una vez derrotados, se sentaron con sus vecinos vencedores para firmar el Tratado de los Pirineos (1659). España cedía a Francia los treinta y tres pueblos de las comarcas del Vallespir, el Rosellón y la Alta Cerdaña, que hoy forman junto con la Fenolleda, el departamento francés de los Pirineos Orientales. Cuentan que sentados ambos representantes, el francés y el español, el segundo para asombro del primero, adujo que Llivia no era un pueblo (village, en francés), sino una villa, tal y como ciento veinte años antes la nombrara Carlos I, por lo que no entraba en el tratado. Tras un principio desconcertante, Francia decidió aceptar la decisión española. Así, desde entonces, Llivia es un trozo de España en pleno territorio francés.
El 12 de noviembre de 1660, se transformaba oficialmente en «enclave», y no sería hasta 1866 por el Tratado de Bayona —entre España y Francia— cuando se fijaron definitivamente las fronteras y límites de la villa. Se pusieron cuarenta y cinco hitos, que aún existen, y que señalan la frontera alrededor de Llivia, también se fijó el camino con España, es decir con la vecina Puigcerdá —a través de suelo francés—, al que se nombró de «libre circulación». De igual manera, los llivienses obtenían sus derechos de uso y paso de los rebaños para unas tierras de pastoreo que la villa posee al norte del pueblo, en territorio francés. Todo parecía arreglado después de tantos años, pero en 1936 en España comenzaba la Guerra Civil. Llivia no fue duramente golpeada por la contienda, sus mozos fueron llamados a filas (por la República) y algunos desalmados la tomaran con alguna obra de arte. Fue después, una vez triunfado el golpe del general Francisco Franco, las fuerzas vencedoras tuvieron que pedir permiso a Francia para pasar por la carretera (recuerden sobre suelo galo) y tomar Llivia. La II Guerra Mundial también fue protagonista en Llivia, Francia ocupada por los nazis propició una difícil situación, ya que las fuerzas alemanas patrullaban alrededor de Llivia temerosos de que fuera lugar propicio para que se escondieran espías y conspiradores. Después de la contienda mundial, los habitantes de Llivia se vieron condenados a eternos controles aduaneros en su camino a Puigcerdá, por parte de España. Ya que Francia renunció a ellos en el citado Tratado de Bayona. A partir de los sesenta la cosa se relajó un poco —ya solo les pedían a los que circulaban el pasaporte—, pero durante esa década los franceses construyeron dos carreteras que cruzaban con la primera, la de toda la vida a Puigcerdá, colocaron stops del lado de la carretera española, lo que obligaba a los Llivienses a detenerse y dejar pasar el tráfico de las vías francesas. Ahí comenzó una nueva guerra, la llamada de los stops. Los habitantes de Llivia hasta entonces habían circulado, con matricula española hasta tratado de Schengen 1995, sin obstáculo alguno entre Llivia y Puigcerdá, ahora debían de detenerse en los famosos stops franceses. Los llivienses tomaron literalmente el Tratado de Bayona, y entendieron que «libre ciruculación», significaba eso, no tener que cederle el paso a los vehículos franceses, así durante años los stops fueron arrancados por los llivienses y repuestos por los franceses, hasta que a principio de los ochenta, España construyó un puente sobre una de las carreteras (anulando un stop), y Francia puso un stop de su lado en la otra, cosa que tampoco agradó a los franceses que tuvieron que modificar su postura con la construcción de una rotonda, que acabó con el último stop. De esta manera acababa en 2001 la guerra de los stops. Ahora es fácil llegar de Puigcerdá a Llivia, pasando por debajo del puente de la discordia y la rotonda de la solución. Si van, no se pierdan el mercadillo francés y la farmacia museo Esteve, que dicen que es de las más antiguas de Europa. ZURIÑE ORTIZ DE LATIERRO Viernes, 2 de octubre 2015. Ni el debate es intenso en sus cuidadas calles, ni las esteladas salpican los balcones, pero el 70% votará independencia este domingo, calcula el hostelero Xavi Roura, de la Fonda Mercè. Llívia son 13 kilómetros cuadrados preñados de historia, una isla catalana en territorio francés, un enclave que le gusta jugar al despiste. Con el Tratado de los Pirineos de 1659, que puso fin a un conflicto iniciado durante la Guerra de los Treinta Años, España entregó al país vecino 33 pueblos de la zona oriental de la Cerdaña, pero Llívia se salvó: quedó bajo dominio de la Corona española al ostentar el título de villa. Y aquí sienten Cataluña más que en Montserrat. Apenas llega a los 300 vecinos fijos, que se triplican en la temporada de nieve o cuando Barcelona se convierte en una caldera. «El 80% del turismo viene de la capital, profesionales con buen nivel adquisitivo que tienen aquí su tercera o cuarta vivienda. Se duerme mucho mejor que en la ciudad. Llívia es tranquilidad, Pirineos, relajación máxima y discreción», destaca el hostelero Roura. Quizás por ello elijan este valle los astros Xavi, Piqué o Busquets para estirar piernas a salvo de las cámaras. «No se les ve por el pueblo, pero tienen chalés en parcelas de 2.000 y 3.000 metros cuadrados. Son tan discretos como el resto de la gente». El turismo familiar, de nivel, ha transformado la aldea, hasta hace muy poco volcada en la agricultura. El museo etnográfico fundado por la familia de Gemma Rufiandis es un viaje en carro de bueyes a un pasado cercano: utensilios para la recogida de miel, las navajas del barbero, garlopas y gubias de carpintero... «Es la colección de mis padres, bastante completa, y habla de lo que éramos hasta hace pocos años. La afición por el esquí ha cambiado todo. Estamos bien comunicados, tenemos médico y farmacia. No nos quejamos». - ¿En qué le hablan al visitante? - ¡En catalán! Si es francés, en francés. Bueno, y si es de España, en castellano. - La campaña electoral está siendo intensa. - Pero aquí todo sigue igual, yo no noto cosas diferentes. Eso son cosas de los políticos. Yo soy catalana y ya está. En la Arcadia catalana, gobernada por Esquerra Republicana, las elecciones se viven con menos vehemencia que en otros rincones pirenaicos como Ripoll o San Joan de les Abadesses, donde las banderas ganan a las flores en las ventanas. Aquí parece que todas las papeletas están vendidas. «La gente viene a por nuestra butifarra o nuestra chistorra, a las que ponemos cordel blaugrana, y no tanto a debatir de política. Hay opiniones para todo, pero lo que está claro es que esto es Cataluña», resume José María Vila, tras el mostrador de la carnicería más culé de la villa. Su madre, Carme Pons, celebra cada título o triunfo relevante del Barça engalanando el balcón del negocio con banderolas blaugranas. La historia de la coqueta Llívia se lee en sus grandes caserones medievales de piedra, intercalados con confortables réplicas modernas, refugio de esquiadores de las estaciones de Font Romeu, Les Angles, Masella o La Molina. Y en sus leyendas, que atribuyen al dios Hércules la fundación del lugar, que en la antigüedad adoptó el nombre de Kerre (sierra o lugar rocoso) y que luego dio paso al topónimo Cerdanya. Los romanos la llamaron Iulia Lybica, los visigodos la bautizaron Castrum y con los árabes pasó a ser Medinet el bab (Ciudad de la puerta ). Y muy cerca pasó Aníbal con sus tropas y elefantes camino de la conquista de Roma en el siglo III antes de Cristo. Llívia también se enorgullece de ser cuna de Cataluña: varios autores apuntan que el conde Sunifred, padre de Wilfredo el Velloso, vivió y gobernó desde la histórica villa. Durante la II Guerra Mundial jugó un papel estratégico en la Francia ocupada por las tropas nazis. Hitler pidió a Madrid que vigilara estrechamente el enclave, que fue peinado por un centenar de policías armados. La farmacia más antigua. Tuvo su puesto aduanero hasta 1995, cuando entró en vigor el Tratado de Schengen, tan cuestionado ahora por la crisis de los refugiados. Desde entonces, la carretera que une el pueblo con el resto del país, vedada a cualquier coche que no tuviera matrícula española, se abrió al resto de Europa. Con semejante historia no choca toparse con la farmacia más antigua del continente, aunque más de una defienda el título. De origen medieval, y refundada en el siglo XV, es complicado competir con su colección de cajas renacentistas, los potes azulones del XVI y XVIII, el armario barroco tallado por Josep Sunyer, la biblioteca, las drogas antiguas... Su restaurante más laureado, Can Ventura, innova en los establos de una casona de 1791, donde el rey Juan Carlos ha dado buena cuenta de su famoso trinxat, a base de col y patatas. Dan ganas de guarecerse en Llívia una temporada, pero la farmacéutica, Maria Mercè Biel, avisa: «Todos es tranquilo y la autovía está bien, llegas en tres cuartos de hora a Barcelona. Pero el tren es deplorable, tarda tres horas». |
Territorios que carecen de enclaves provinciales. Comunidades autónomas: Extremadura, Principado de Asturias, Galicia, Región de Murcia, Canarias e Islas Baleares. Provincias:
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Provincias marítimas españolas. |
España tiene su litoral dividido en provincias marítimas, que, a su vez, se subdividen en distritos marítimos a los que pertenecen todos los puertos de matrícula de la provincia. Las provincias marítimas tienen su origen en la Real Cédula de 5 de octubre de 1607, por la que Felipe III organiza la matrícula de mar. Crea las primeras provincias marítimas, dependientes de los departamentos de Ferrol, Cádiz y Cartagena. Con el transcurrir de los años, su número, ámbito geográfico, y nombre de cada provincia, han ido cambiando. En la actualidad, la disposición final segunda de la Ley 27/1992, de 24 de noviembre, de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, establece que el Gobierno, a través del Ministerio de Fomento, es el encargado de reglamentar esta división del litoral. Actualmente hay 30 provincias marítimas, también denominadas capitanías marítimas, según regula el Real Decreto 638/2007, de 18 de mayo. Al frente de cada provincia marítima se encuentra el capitán marítimo, del que dependen los jefes de distrito, los cuales están al frente de cada uno de los distritos en los que se subdivide la provincia marítima. La capitanía marítima es un órgano dependiente de la Dirección General de la Marina Mercante, adscrita a la Secretaría General de Transportes de la Secretaría de Estado de Transportes del Ministerio de Fomento. La Dirección General de la Marina Mercante, junto a sus órganos periféricos dependientes –las capitanías marítimas y los distritos marítimos vinculados a estas– conforma la que se viene a denominar «Administración Marítima Española», y tiene asumidas las competencias que le atribuye la Ley 27/1992 de Puertos del Estado y de la Marina Mercante. |
Contraseñas
A cada provincia marítima se le asignó una bandera o contraseña, cuyo tamaño, colores y forma fueron aprobados por Real Orden de 30 de julio de 1845 dada en Madrid y firmada por el Capitán General de la Armada Ramón Romay. Fue publicada por la Dirección General de la Armada el 4 de agosto de 1845. Esta Real Orden establece que, junto al pabellón nacional, los buques han de arbolar en lugar visible una bandera de dimensiones de 2,02 x 3,34 metros (ancho x largo) y en embarcaciones menores o de cabotaje de 1,60 x 2,67 metros, como contraseña característica del puerto de matrícula. Las banderas siguieron el patrón del código de señales marítimas, aleatorio y sin ningún significado territorial mediante el uso de cuatro colores: rojo, azul, amarillo y blanco, elaborado en 1791 por el Teniente General de la Armada José de Mazarredo Salazar. |
Los distritos marítimos son los órganos administrativos en los que se dividen las provincias marítimas en el litoral de España. Dependen directamente de las capitanías marítimas de las provincias a las que pertenecen estando al frente de su gestión un jefe de distrito cuyas funciones son aquellas que le sean encomendadas por capitanía marítima además del registro de embarcaciones menores, despacho de buques, expedición de títulos de pesca y de patrón, autorización de fondeo y coordinación de actividades náuticas de recreo entre otras. Las capitanías marítimas a su vez dependen de la Dirección General de la Marina Mercante y ésta del Ministerio de Fomento. Los distritos marítimos españoles fueron creados en el año 2007 mediante el Real Decreto 638/2007 de 18 de mayo, siguiendo las indicaciones que ya se había planteado en 1992 tras la sanción de la Ley 27/1992 de 24 de noviembre, sustituyendo en la organización del litoral español a las antiguas capitanías marítimas de segunda y tercera categoría. Si bien sus límites fueron establecidos por este Real Decreto su posterior creación y supresión está supeditada a la Capitanía marítima correspondiente atendiendo a las necesidades de organización respecto a la flota que opere en la zona o las instalaciones portuarias existentes. |
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