Ancestros rusos de Felipe VI de España. |
Genealogía |
Andrei Ivanovich Kobyla, quien murió alrededor de 1347, es el antepasado más antiguo conocido de la dinastía Romanov y de muchas familias nobles rusas como la familia Cheremetiev. Andrei Kobyla, fallecido alrededor de 1347 , es un boyardo ruso que vivió durante los reinados de los Grandes Príncipes de Moscú Ivan I st Kalita (1288-1341) y Simeon I st el Orgulloso (1316-1353). Roman Yurievich Zakharyin (también conocido como Zakharyin-Yuriev y Zakharyin-Koshkin; c 1500 - 16 de febrero de 1543) fue un Okólnichi ruso y voivoda quien es mejor conocido como progenitor de la dinastía Romanov, que lleva su nombre. Fue el padre del boyardo Nikita Romanovich y Tsaritsa Anastasia Romanovna , y abuelo del patriarca Filareto y Fiódor I de Rusia . Su padre era Yuri Zakharyevich Koshkin, hijo de Zakhary Ivanovich Koshkin , descendiente de Andrei Kobyla . Hay muy poca información disponible sobre él; se sabe que fue voivoda en la década de 1530, su esposa se llamaba Uliana y murió el 16 de febrero de 1543. Más tarde se descubrió que medía entre 178 y 183 cm (aproximadamente seis pies) de estatura y padecía la enfermedad de Paget , que , según el historiador Alexander Shirokorad , pudo haberlo hecho dejar el servicio como voivoda en 1535. Nikita Romanovich (nacida hacia 1522 - 23 de abril de 1586), también conocida como Nikita Romanovich Zakharyin-Yuriev , era un destacado boyardo del zarismo de Rusia . Su nieto Michael I (Tsar 1613-1645) fundó la dinastía Romanov de los zares rusos . Fiódor Nikítich Románov ( c. 1553-1 de octubre de 1633) fue un boyardo que se convirtió en patriarca de Moscú como Filareto (en ruso: Филарет) y que fue gobernante de facto durante el reinado de su hijo el zar Miguel I de Rusia. Miguel I de Rusia (Mijaíl Fiódorovich Románov) (21 de julio de 1596 - 13 de julio de 1645) fue el primer zar de Rusia de la casa de Románov. Alexis o Alejo I de Rusia (Alekséi Mijáilovich Románov), (9 de marzo de 1629Calendario juliano – 29 de enero de 1676Calendario juliano) fue un zar de Rusia durante una de las décadas más gloriosas para Rusia en el siglo XVII. Fue hijo de Miguel I de Rusia y padre de Pedro I el Grande. Pedro I Alekséievich o Pedro I de Rusia, apodado Pedro el Grande ( Moscú, 30 de mayojul./ 9 de junio de 1672greg.- San Petersburgo, 28 de enerojul./ 8 de febrero de 1725greg.) hijo del zar Alejo I y de su segunda esposa Natalia Narýshkina y sucesor de su medio hermano Teodoro III (Fiódor Alekséievich), fue uno de los más destacados gobernantes de la historia de Rusia, perteneciente a la Dinastía Románov. Ana Petrovna, zarevna del Imperio ruso ( 27 de enero de 1708, Moscú - 4 de marzo de 1728, Kiel) fue la hija mayor del emperador Pedro el Grande y Catalina I de Rusia que no llegó a gobernar.
Pedro III (1728-1762; emperador de enero a julio de 1762) fue un zar de Rusia, nieto de Pedro el Grande e hijo de Carlos Federico de Holstein-Gottorp y Ana Petrovna Románova. Primer representante de la rama Oldenburgo en la Dinastía Románov. Desde 1745 Duque de Holstein-Gottorp. Pablo I de Rusia ( Pável Petróvich; San Petersburgo, 20 de septiembrejul./ 1 de octubre de 1754greg. - San Petersburgo, 11 de marzojul./ 23 de marzo de 1801greg. fue zar de Rusia desde 1796 hasta su asesinato en 1801. Nicolás I de Rusia (Nicolás Pávlovich; Gátchina, 6 de julio de 1796-San Petersburgo, 2 de marzo de 1855) fue zar del Imperio ruso y rey de Polonia entre 1825 y 1855. Gran duque Constantino Nicoláyevich de Rusia (San Petersburgo, 21 de septiembre de 1827 - palacio Pávlovsk, 29 de enero de 1892) era el segundo hijo varón del zar Nicolás I de Rusia y de la zarina Carlota de Prusia (Alejandra Fiódorovna). Olga Konstantínovna Románova (San Petersburgo, 3 de septiembre de 1851 - Roma, 18 de junio de 1926) fue una gran duquesa de Rusia por nacimiento y, por matrimonio, reina consorte de los Helenos —regente entre el 18 de noviembre y el 11 de diciembre de 1920— y princesa de Dinamarca. Constantino I rey de los Helenos (Atenas, Grecia; 2 de agosto de 1868-Palermo, Italia; 11 de enero de 1923), rey de Grecia de 1913 a 1917 y de 1920 a 1922. Pablo I de Grecia ( Tatoi, 14 de diciembre de 1901-Atenas, 6 de marzo de 1964) fue rey de los Helenos entre 1947 y 1964. Sofía de Grecia y Dinamarca (Psykhikó, 2 de noviembre de 1938), reina consorte de España. Felipe VI de España (Madrid, 30 de enero de 1968) es el actual rey de España. Nota: Okólnichi (del ruso: окольничий) es un antiguo rango y posición en la corte de los gobernantes de Moscú desde la invasión mongola de Rusia hasta las reformas de gobierno de Pedro el Grande. La palabra se deriva de la palabra rusa para "cerca, cercano", con el significado de "el que se sienta cerca del zar". Vaivoda o voivoda (ruso: воеводa; en búlgaro: войвода; en ucraniano: воєвода; serbocroata: војводa o vojvoda; polaco: wojewoda; húngaro: vajda) es un término de origen eslavo con el que se designaba al gobernador de una provincia aunque, en origen, se refería al comandante principal de una fuerza militar. El territorio bajo su administración o gobierno se conoce como «voivodato». Asimismo, esta palabra se ha traducido a menudo como «palatino» o «conde palatino», cuya jurisdicción se denominaba «palatinado». | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Fiódor Nikítich Románov ( c. 1553-1 de octubre de 1633) fue un boyardo que se convirtió en patriarca de Moscú como Filareto (en ruso: Филарет) y que fue gobernante de facto durante el reinado de su hijo el zar Miguel I de Rusia. Biografía Hijo de Nikita Románovich Zajarin-Yúriev (en:Nikita Romanovich), fue el primero en llevar por apellido Románov de la Dinastía Románov, fue tutor de Teodoro I de Rusia, hijo del zar Iván el Terrible. A la muerte de su primo, el zar Teodoro I, sin hijos, fue el principal candidato al trono, pero quien fue elegido fue Borís Godunov, esposo de la hija de Maliuta Skurátov, favorito de Iván el Terrible, quien fue artífice del desastre de la familia de Fiódor Nikítich al considerarla una amenaza. Tres años después de subir al trono, Godunov obligó al boyardo y a su esposa Ksenia Shestova a tomar los votos y a enclaustrarse en un monasterio con los nombres de Filareto y Marta. Filareto fue forzado a la más rigurosa de las relegaciones en el monasterio Antónievo-Siyski (hoy en la óblast de Arcángel), donde sufrió todo tipo de hostigamientos hasta que Dimitri I «El Falso» derrocó a los Godunov, lo liberó y lo nombró Obispo metropolitano de Rostov en 1605. En 1609 es nombrado Patriarca de Moscú y toda Rusia, aunque su jurisdicción se limitaba a las tierras que reconocían al Zar impostor. Cayó prisionero desde 1610 a 1619 del Rey de Polonia Segismundo III Vasa, quien le refutó reconocer al Zar Dimitri como el legítimo soberano de Rusia, fue liberado al firmarse la Paz de Deúlino el 13 de febrero de 1619 y el 2 de junio del mismo año se convierte en Patriarca reconocido. Desde entonces, hasta su muerte, el gobierno sobre las tierras de Moscovia fue "de facto" una diarquía: desde 1619 hasta 1633 fueron dos co-regentes quienes reinaron, el Zar Miguel I y su padre como Patriarca Filareto, que frecuentemente trataba los temas de Estado sin consular con su hijo. Repuso las arcas del tesoro con un sistema más lógico y racional de evaluación y colecta de impuestos, su ley más importante fue la obligación del campesinado hacia la tierra, una medida en contra de la migración cada vez mayor de los siervos hacia las estepas, donde no tenían que pagar impuestos. Su gran celo en el campo religioso, muchas veces conduce a Fiódor a excesos, pero de todas formas incentivó la publicación de tratados teológicos, formando el núcleo de la más tarde famosa Biblioteca Patriarcal, y ordenó que todos los Arzobispos organizaran un seminario para el clero, incluso él mismo, que dio el ejemplo. Otro gran servicio que entregó a su país fue la reorganización del ejército, con la ayuda de oficiales extranjeros. Tras su muerte, en octubre de 1633 el fervor de la Guerra de Smolensk disminuyó, haciendo que la autoridad del zar Miguel I decayera, al no contar con el apoyo de su padre.
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El patriarca de Moscú y de todas las Rusias (en ruso: Патриарх Московский и всея Руси o Patriarj Moskovskiy i vseyá Rusí) es el título del máximo representante de la Iglesia ortodoxa rusa, también conocida como Patriarcado de Moscú. El patriarca de Moscú está en comunión con 10 de los patriarcas y primados de la Iglesia ortodoxa. Historia Como una parte de la ortodoxia universal, la Iglesia ortodoxa rusa en sus inicios era dependiente del Patriarcado de Constantinopla. Los metropolitas de la Rus de Kiev recibían su consagración del Patriarca de Constantinopla; todos ellos eran griegos. El primer metropolita eslavo nombrado para la Rus de Kiev fue Hilario de Kiev (1051) convirtiéndose en el 6º Metropolita de Kiev y toda Rus (6-й Митрополит Киевский и всея Руси). A causa de la invasión mongola de Rusia, la cátedra metropolitana fue trasladada de Kiev a Vladímir en 1299 y en 1325 a Moscú. Su arzobispo usó el título de "Metropolitano de Kiev y toda Rus", hasta que, en 1461, se transformó en el título de "Metropolita de Moscú y toda Rus" tras el fallecimiento del metropolitano Jonás de Moscú. Durante el siglo xiv, la Iglesia ortodoxa rusa tuvo un papel capital en la supervivencia de la nación rusa. Destacadas figuras, como Sergio de Rádonezh o el metropolitano Alejo de Moscú, ayudaron al país a soportar los años de la opresión tártara y a crecer tanto espiritual como económicamente. Durante el reinado del zar Teodoro I, su cuñado Borís Godunov contactó con el Patriarca Ecuménico Jeremías II de Constantinopla (en:Jeremias II of Constantinople), quien "estaba mucho más avergonzado por falta de fondos", con el fin de establecer la autocefalía de la Iglesia ortodoxa rusa. Como resultado de los esfuerzos de Godunov, el Metropolita Job de Moscú) se convirtió en 1589 en el primer Patriarca de Moscú y toda Rus, reconociendo el Patriarcado de Constantinopla la autocefalía de la Iglesia ortodoxa rusa. Desde los tiempos de Pedro el Grande hasta Nicolás II (1721-1917), la Iglesia ortodoxa rusa fue administrada por el Santísimo Sínodo, habiendo suprimido Pedro el Grande la institución del Patriarcado el 25 de enero de 1721. La historia del Patriarcado de Moscú, está fuertemente ligada a la historia de Rusia. |
Crimen |
Nueva York. |
Jeffrey Edward Epstein (Brooklyn, 20 de enero de 1953-Manhattan, 10 de agosto de 2019) fue un magnate financiero y delincuente sexual estadounidense, conocido por sus estrechos vínculos con figuras influyentes del mundo político y empresarial. Epstein comenzó su carrera financiera en el banco de inversión Bear Stearns. Tras ser despedido, fundó su propia firma de gestión financiera, con la que atrajo a clientes multimillonarios como Leslie Wexner. Amasó una fortuna considerable y construyó una red de relaciones con enorme influencia política y social. A partir de 2005, fue objeto de múltiples investigaciones por delitos sexuales contra menores. En 2008, logró un controvertido acuerdo judicial que le permitió evitar cargos federales a cambio de una condena leve por prostitución. Sin embargo, en 2019 fue arrestado nuevamente por tráfico sexual de menores a nivel federal. Murió en prisión en circunstancias oficialmente catalogadas como suicidio. Tras su muerte, salieron a la luz numerosos documentos judiciales, testimonios y demandas que revelaron la magnitud de su red internacional de explotación sexual, así como la complicidad de, entre otras personas, su pareja Ghislaine Maxwell. Su caso ha tenido un profundo impacto en el debate sobre el poder, la impunidad y la protección de las víctimas de abuso sexual. Políticos relacionados con Jeffrey Epstein. Bill Clinton. El expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y su mujer y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, fueron dos nombres muy sonados en el momento en el que se hizo pública la documentación. En cuanto a Hillary Clinton, se desconocen los detalles de su relación con Epstein. Es el expresidente quien mantenía un contacto más cercano con el magnate. Pese a que no aparece en ninguna fotografía, su nombre está registrado en numerosos vuelos del Lolita Express, el avión privado de Epstein. Del mismo modo, en enero de 2024 se hizo público el testimonio de Johanna Sjoberg, una de las víctimas que testificó en el juicio, la cual admitió que Epstein le confesó que al expresidente Clinton “le gustaban jóvenes, refiriéndose a las chicas”. Bill Richardson. Virginia Giuffre fue una de las víctimas que destapó y denunció los abusos de Epstein, además de dar a conocer numerosos nombres de hombres poderosos que acudían y actuaban como cómplices del entramado. Uno de esos nombres más sonados es el del exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson, fallecido en septiembre de 2023. Cuando se publicaron los archivos que destapaban la participación de estos hombres (en el año 2019), Richardson emitió un comunicado, confirmando que las acusaciones eran “completamente falsas”, y que “jamás había conocido a la Sra. Giuffre”. Ehud Barak. Ehud Barak, militar y exprimer ministro israelí entre 1999 y 2001, también se vio envuelto en la polémica del caso Epstein, pues su nombre aparece en la lista de las personas que habían tenido relación con el depredador sexual. Al parecer, en el año 2019 se publicaron varias fotografías del que fue primer ministro de Israel con el magnate en su casa de Manhattan. Barak reconoció que sí había visitado a Epstein, al igual que había acudido en una ocasión a la isla privada donde se producían las agresiones sexuales a las menores, pero que durante su estancia no había visto a ninguna mujer. Alex Acosta. Alex Acosta, exsecretario de Trabajo del mandato de Donald Trump, fue fiscal federal en el Distrito Sur de Florida en el año 2008, por lo que fue el encargado de negociar con Epstein su pena. Su vinculación con el caso Epstein se produce en el proceso judicial: Acosta le ofreció un acuerdo de no enjuiciamiento, lo que le permitió al magnate declararse culpable de un solo cargo estatal, cumpliendo una pena mucho más baja de lo que le pertenecía. En julio de 2019, el que era secretario de Trabajo de Estados presentó su renuncia por su actuación en el caso, ya que las víctimas del caso no fueron tratadas con la franqueza y sensibilidad que cabía esperar y se determinó que el juicio había sido un juicio pobre ("poor judgment"), lo que reflejó negativamente el Departamento de Justicia. Los correos electrónicos de Epstein revelan un Nueva York que quedó en el pasado. La correspondencia recientemente publicada es como un portal de regreso a un ambiente de poder en Manhattan que se ha perdido, el mundo del que surgió Donald Trump. Shawn McCreesh Por Shawn McCreesh Reportando desde Washington |
Washington se volvió loco —y la Casa Blanca se puso a la defensiva—después de que unos legisladores hicieran públicos el miércoles más de 20.000 correos electrónicos pertenecientes a Jeffrey Epstein. La intriga central era la relación del difunto financiero con el presidente, pero había otras historias enterradas en la masa de documentos. Los correos electrónicos son como un portal de regreso a un ambiente de poder en Manhattan que se ha perdido. La bandeja de entrada de Epstein estaba repleta de nombres en negrita —muchos de ellos ya desvaídos u olvidados— que en su día lo fueron todo para los neoyorquinos obsesionados con el estatus. Era el mundo del que salió Donald Trump, y al que Epstein había seducido tan eficazmente después de haber crecido en un hogar de clase media en Coney Island. A medida que los correos electrónicos se extienden a lo largo de los años, muestran cómo ese reino protegido se desvaneció en las brumas del tiempo, arrastrado por las fuerzas ascendentes de internet y el movimiento #MeToo. Epstein y algunos de los hombres con los que intercambiaba correspondencia parecen retorcerse al notar que la sociedad cambia a su alrededor. La mayor parte de los documentos proceden de una dirección de correo electrónico (jeevacation@gmail.com) que se creó hacia 2009, cuando Epstein salió de la cárcel del condado de Palm Beach tras haber cumplido 13 meses de una condena de 18 meses por un cargo reducido de solicitar prostitución. No fue exactamente una época difícil: los funcionarios de Florida le permitieron pasar 12 horas al día, seis días a la semana, fuera de las instalaciones. Los correos electrónicos que recientemente se hicieron disponibles continúan hasta el verano de 2019, cuando Epstein fue detenido y encarcelado después de que fiscales federales lo acusaran de tráfico sexual. (Lo encontraron muerto en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan el 10 de agosto de 2019). Los primeros documentos de la colección describen el ocaso de una vieja guardia formada por multimillonarios de Wall Street, pesos pesados de la industria de los medios de comunicación, políticos y miembros de la alta sociedad de abolengo, muchos de los cuales se reunían en la casa adosada de siete plantas de Epstein en el Upper East Side, una mansión que un invitado, Woody Allen, comparó con el castillo de Drácula. En aquella época, los periódicos y revistas impresos seguían dominando, y Epstein mantenía estrechos vínculos con muchos actores clave de los medios informativos y las industrias adyacentes. Intercambiaba correos electrónicos con una serie de iniciados, entre ellos el magnate inmobiliario Mortimer Zuckerman, quien entonces era propietario de The New York Daily News. Junto con el periodista Michael Wolff, Zuckerman y Epstein habían formado parte de un grupo que presentó una oferta infructuosa por la New York Magazine en 2003. Zuckerman y Epstein volvieron a las andadas al año siguiente, cuando trataron de comprar la revista Radar. El alijo de correos electrónicos incluye intercambios sobre ir a cenar a Rao’s, el restaurante italiano de la zona residencial de la ciudad donde era bien sabido lo difícil que resultaba conseguir mesa, y una invitación para Epstein a la fiesta del 25.º aniversario de The New York Observer (era una publicación semanal, impresa en papel periódico de color salmón y leída por la élite de la ciudad) en el restaurante Four Seasons (donde anteriormente la crema y nata hacía sus almuerzos repletos de poder; ahora está cerrado) y cuyos anfitriones fueron Michael Bloomberg (era el alcalde) y Jared Kushner (quien era propietario de The Observer). La lista de invitados incluía a Matt Lauer y Harvey Weinstein. Probablemente te hayas enterado de lo que pasó con ellos. “La celebración va a ser una de esas noches neoyorquinas por excelencia”, se leía en la invitación a la fiesta, enviada por la publicista Peggy Siegal, quien fue una de las guardianas sociales de la ciudad hasta que su reputación se vio empañada por su asociación con Epstein. Los correos de Siegal ocupan buena parte de su bandeja de entrada y llevan consigo la atmósfera de un Nueva York que ya no existe. Enviaba a Epstein artículos que ella había escrito para Avenue Magazine (una publicación de sociedad que se encontraba en los vestíbulos de los edificios con portero del Upper East Side) y reportajes de sus noches en The Monkey Bar, cuando ese restaurante era copropiedad de Graydon Carter, entonces director de Vanity Fair. Los correos electrónicos muestran cómo la naturaleza de club de los viejos medios de comunicación le venía bien a Epstein. R. Couri Hay, una agente de prensa con buenos contactos, era otra de las personas que se escribían con Epstein. En 2011, Hay envió un correo electrónico para avisar de que Tina Brown (la antigua editora de The New Yorker y Vanity Fair, que en aquel momento estaba a cargo de Newsweek y The Daily Beast) había asignado un reportaje sobre Epstein a la escritora Alexandra Wolfe (cuyo padre era Tom Wolfe).
Se ofreció a ayudar. Le dijo a Epstein que el artículo previsto iba a tratar sobre su “reaparición en Nueva York” tras “tus problemas anteriores”. Le sugirió que le diera “nombres y números de personas influyentes a favor de Jeffery para que Alexandra las llame”. Hay añadió que la reportera ya se había puesto en contacto con algunas personas de la órbita de Epstein: el titán del capital riesgo Leon Black, el multimillonario de Victoria’s Secret Leslie Wexner y Trump. Cuando se le contactó por teléfono el viernes, Hay insistió en que nunca acabó haciendo ningún trabajo publicitario para Epstein. Añadió que solo se había puesto en contacto con el financiero a instancias de un amigo común, Jonathan Farkas, heredero de unas tiendas departamentales, quien aparece en la filtración de correos electrónicos. Para cuando Hay se puso en contacto con él, Epstein ya era un delincuente sexual registrado. También se enfrentaba a varias demandas y estaba siendo investigado por el FBI. Hay dijo que, como otras personas que se movían entre la élite de Manhattan en aquellos días, no era plenamente consciente de lo “atroz” que era Epstein, y añadió que se sintió embaucado por su cómplice Ghislaine Maxwell.
En sus intentos de mejorar su imagen pública en 2011, Epstein también se envió correos electrónicos con Siegal, para intentar que Siegal ejerciera presión sobre Arianna Huffington y así publicara algún contenido que favoreciera a Jeffrey en The Huffington Post. “Si reescribes tu último correo electrónico con mejor gramática”, escribió Siegal, “puedo cortarlo y pegarlo y enviárselo a Arianna Huffington de mi parte”. Siegal dijo el viernes que nunca reenvió ese correo electrónico a Huffington. Entonces, ¿por qué le dijo a Epstein que lo haría? “La gente dice cosas solo para que la gente deje de llamar”, dijo Siegal. “Nunca se pusieron en contacto conmigo”, dijo Huffington, quien cofundó The Huffington Post (ahora HuffPost) en 2005 y permaneció allí hasta 2016. Epstein también se puso en contacto con Landon Thomas Jr., quien fue reportero de The New York Times de 2002 a 2019. Thomas escribió un artículo de fondo sobre Epstein para New York Magazine en 2002 y dejó el Times después de “no poder cumplir nuestras normas éticas”, según una portavoz del Times. El fallo se produjo cuando se descubrió que Thomas había solicitado una donación a Epstein para un centro cultural de Harlem. Cuando la prensa escrita empezó a desvanecerse, Epstein contrató a un consultor digital para que intentara eliminar los artículos negativos sobre su persona de los resultados de las búsquedas, pero no pareció funcionar. En 2014, Epstein envió al consultor una serie de capturas de pantalla que mostraban que, cuando buscaba su nombre desde una computadora nueva en las Islas Vírgenes, los resultados seguían siendo los mismos. Wolff aparecía a menudo en la bandeja de entrada de Epstein para aportar ideas sobre cómo dar forma a su cobertura mediática, y sugería publicaciones que podrían aceptar un artículo de opinión, o un periodista que podría mostrarse comprensivo. Wolff también ofreció sus propias columnas para ayudar a su amigo. Se había incorporado a USA Today como columnista independiente, y en 2015 mencionó que podría recurrir a New York Magazine. En 2016, Wolff aconsejó a Epstein que intentara reparar su reputación con una aparición en el programa de entrevistas de Charlie Rose en la PBS. Rose perdería ese programa, por no hablar de su puesto de presentador en la CBS, en 2017, cuando se presentaron contra él múltiples acusaciones de acoso sexual en pleno auge del movimiento #MeToo. Desde el punto de vista de la bandeja de entrada de Epstein, las revelaciones sobre el comportamiento abusivo de los hombres en el poder se desarrollaron como un thriller psicológico. Epstein escribió a un confidente “tantos hombres atrapados en el me too se acercan a mí preguntando cuándo termina la locura”. A otro, le escribió: “brett ratner ahora. Ay”. Epstein se refería al director y productor de cine, quien renunció a un contrato de 450 millones de dólares con Warner Bros. después de que Los Angeles Times informara de las acusaciones que seis mujeres habían hecho contra él. Ratner ha reaparecido desde entonces como director de Melania, un documental sobre Melania Trump que se estrenará próximamente en Amazon Prime y que produce la primera dama. Epstein y Wolff también se enviaron correos electrónicos sobre otro director cuya reputación había decaído, su amigo común Allen. Epstein le dijo a Wolff que el “grupo de expertos” de Allen no era lo bastante inteligente para ayudarlo a defenderse en la era digital. “Son todos viejos pensadores”, escribió Epstein, y añadió: “no tienen estrategia de redes sociales”. En 2018, alguien reenvió a Epstein el programa de ese año de la cumbre Women in the World de Brown, que presumía de una “agenda repleta de poder de mujeres notables que hacen las noticias y que compartían sus historias de mala conducta masculina”. “Hagamos un congreso sobre los hombres del mundo”, escribió Lawrence Krauss, destacado físico teórico de la Universidad Estatal de Arizona, quien pronto abandonaría la universidad tras ser acusado por varias mujeres de conducta sexual inapropiada. Su propuesta de cumbre, escribió, incluiría a Kevin Spacey, Bill Clinton, Al Franken y Allen. Hacia el final de su vida, Epstein expresó su asombro por el repentino cambio cultural en un correo electrónico a Joi Ito, quien dirigió el laboratorio de medios de comunicación del Instituto Tecnológico de Massachusetts hasta que dimitió en 2019 por su relación con el financiero mancillado. Además de perder su puesto en el MIT, Ito dimitió de sus cargos en la Fundación MacArthur, la Fundación John S. y James L. Knight y The New York Times Company.
Así pues, muchas de las personas cuyos nombres aparecen en los correos electrónicos recientemente publicados han abandonado ya la escena pública. Pero no el hombre que ocupa el Despacho Oval. “Epstein era demócrata y es el problema de los demócratas”, escribió Trump el viernes en una publicación en las redes sociales. Luego puso la mira en el exsecretario del Tesoro Larry Summers y en el capitalista de riesgo y donante político demócrata Reid Hoffman:
Shawn McCreesh es un reportero del Times que cubre el gobierno de Trump. |
EEUU Correos electrónicos revelan lazos de Epstein con ricos y poderosos. Foto entregada por el Registro de Delincuentes Sexuales del Estado de Nueva York. Por JESSE BEDAYN Associated Press Nov. 15, 2025 Para cuando Jeffrey Epstein se declaró culpable en 2008 de solicitar servicios sexuales a una menor, ya había establecido una enorme red de amigos adinerados e influyentes. Correos electrónicos hechos públicos esta semana muestran que el delito no rebajó el deseo de ese entramado de seguir conectado con el financiero. Miles de documentos publicados el miércoles por la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos ofrecen una nueva visión de cómo fueron las relaciones de Epstein con ejecutivos de empresas, periodistas, académicos y actores políticos durante más de una década. Comienzan con mensajes que envió y recibió en la época en la que terminó de cumplir su sentencia en Florida en 2009 y continúan hasta los meses previos a su arresto por cargos federales de tráfico sexual en 2019. Durante ese tiempo, la red de Epstein era ecléctica y abarcaba todo el mundo y todas las afiliaciones políticas: desde el académico liberal Noam Chomsky hasta Steve Bannon, viejo aliado del presidente estadounidense Donald Trump. Algunos se pusieron en contacto con él para mostrarle su apoyo en medio de las demandas y procesos judiciales, otros buscaban contactos o consejos sobre todo tipo de temas, desde citas hasta el precio del petróleo. Uno le consultó sobre cómo responder a acusaciones de acoso sexual. Epstein fue acusado de tráfico sexual en 2019 y se suicidó en la cárcel un mes después. Sus delitos, sus conexiones con personalidades y su muerte han convertido el caso en un imán para aficionados a las teorías de conspiración e investigadores de internet que buscan pruebas de un encubrimiento. Los correos electrónicos no implican a sus contactos en esos presuntos crímenes. En su lugar, ofrecen un vistazo a su influencia y conexiones a lo largo de los años en que fue un delincuente sexual registrado. Epstein mantenía una red política diversa. Epstein enviaba correos electrónicos a figuras políticas actuales y pasadas de todos los bandos, compartiendo recortes de prensa y discutiendo estrategias o chismes a menudo en correos electrónicos cortos y entrecortados cargados de errores ortográficos y gramaticales. En varios emails en 2018, Epstein aconsejó a Bannon sobre su gira política por Europa de ese año. Bannon primero le envió una noticia acerca de que la prensa alemana subestimaba a Bannon y que él era “tan peligroso como siempre”. “Me encanta”, respondió Epstein. Epstein escribió que acababa de hablar con “uno de los líderes del país que discutimos” y que “deberíamos trazar un plan estratégico... qué divertido”. Varios meses después, Epstein le envió algunos consejos: “Si vas a jugar aquí, tendrás que dedicarle tiempo, Europa a distancia no funciona”.
Sólo unos meses antes, Epstein insultaba a Trump —de cuyo movimiento Bannon era representante— en correos electrónicos a Kathryn Ruemmler, exconsejera de la Casa Blanca durante la presidencia de Barack Obama. Ruemmler envió un mensaje a Epstein en el que calificaba a Trump de “asqueroso”. Una parte de su respuesta fue censurada, pero Epstein dijo: “peor en la vida real y de cerca”. En otros correos con Ruemmler, Epstein detalló la marabunta de personas conocidas con las que parecía haberse reunido, recibido o hablado esa semana, incluyendo un embajador, un gigante tecnológico, empresarios extranjeros, académicos y un director de cine. “Eres una invitada bienvenida en cualquiera”, escribió. Jennifer Zuccarelli, portavoz de Goldman Sachs, donde Ruemmler trabaja ahora, rechazó realizar comentarios. Los círculos sociales adinerados de Epstein El financiero intercambiaba con frecuencia correos electrónicos con personas de las altas esferas en todo el mundo, mediando en presentaciones y charlando sobre política y asuntos exteriores. Una de ellas era el inversor de Silicon Valley Peter Thiel, a quien Epstein envió un email en 2014 diciendo “eso fue divertido, nos vemos en tres semanas”. Cuatro años después, Epstein le preguntó a Thiel si estaba disfrutando en Los Ángeles y, después de que éste le respondiera que no podía quejarse, le dijo “Visítame en el Caribe en diciembre”. No está claro si Thiel llegó a contestar. En correos electrónicos con el sultán Ahmed bin Sulayem, un empresario emiratí, Epstein elogió a Bannon, diciendo en 2018 que “nos hemos hecho amigos, te caerá bien”. “A Trump no le agrada”, respondió Sulayem. Un año antes, Sulayem habló con Epstein sobre un evento al que parecía que iba a asistir Trump, preguntando: “¿Crees que será posible estrechar la mano de Trump?”. “Llama para discutirlo”, escribió Epstein en respuesta. En enero de 2010, el inversor de capital riesgo en biotecnología Boris Nikolic asistía al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, y Epstein le preguntó en un mail:
Nikolic respondió que había conocido a “tu amigo” Bill Clinton, así como al entonces presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y a “tu otro amigo”, el príncipe Andrés de Inglaterra, “ya que tiene algunas preguntas sobre Microsoft”. Pero luego Nikolic dijo que se estaba cansando de las reuniones. Más tarde, le escribió que “sería genial que estuvieras aquí”. Mencionó sus coqueteos con una mujer de 22 años. “Resulta que está con su esposo. No tuve oportunidad de verlo. Pero, como concluimos, todo lo bueno es rentado ;)”, escribió Nikolic. Epstein mantenía contacto con académicos. El físico teórico y cosmólogo Laurence Krauss era uno de ellos. En 2017, contactó a Epstein por email para pedirle consejo sobre cómo responder a un periodista que estaba escribiendo un artículo sobre acusaciones de acoso sexual en su contra.
En un intercambio explícito, Epstein le preguntó si había mantenido relaciones sexuales con la persona en cuestión y luego sugirió que no debería responder al periodista. “No. No tuvimos relaciones sexuales. Decidimos que no era una buena idea”, respondió Krauss. Krauss dijo en un correo electrónico a The Associated Press que nunca ocultó el hecho de que conocía a Epstein y que interactuó con él varias veces. “Busqué consejo de prácticamente todos los que conocía cuando se difundieron falsas acusaciones sobre mí en la prensa en 2018”, dijo Krauss. “Me sorprendió tanto como al resto del mundo cuando fue arrestado” en 2019. En un intercambio de correos electrónicos de agosto de 2015, Epstein dijo a Chomsky, el afamado lingüista y científico social, que sólo volara a Grecia si se sentía bien, bromeando con que anteriormente había tenido que enviar un avión para que otro “amigo de izquierda” viese a un médico en Nueva York. En el mismo intercambio, que se adentraba en argumentos académicos sobre las señales de advertencia del colapso de divisas, modelos de ciencia conductual y Big Data, Epstein ofreció sus residencias para que Chomsky las utilizara. “Por supuesto eres bienvenido a usar el apartamento en Nueva York en tu nuevo tiempo libre, o a visitar Nuevo México de nuevo”, escribió Epstein. Los mails también muestran que Epstein mantenía una relación amistosa con Larry Summers, quien fue secretario del Tesoro durante la presidencia de Clinton y expresidente de la Universidad de Harvard, y bromeaban sobre la carrera presidencial de 2016 y Trump. Otros correos mostraban una relación más cercana. En 2019, Summers comentaba las interacciones que había tenido con una mujer escribiéndole a Epstein que “le dije qué estás haciendo. Ella dijo ‘Estoy ocupada’. Le dije que eres muy reservada”.
Chomsky, Thiel, Bannon, Krauss y el sultán Ahmed bin Sulayem no respondieron a las solicitudes de comentarios enviadas a través de los correos electrónicos mostrados en sus webs o en las de sus organizaciones. |
Herbert N. Straus House. Viernes, 21 de noviembre de 2025 The New York Times International Weekly Una mirada al interior de la guarida de Jeffrey Epstein en Manhattan.
NUEVA YORK — Como regalo por el 63.º cumpleaños de Jeffrey Epstein, amigos enviaron cartas en homenaje al acaudalado financiero y delincuente sexual convicto. Varias compartían un tema común: relatar las cenas que Epstein organizaba regularmente en su lujosa residencia del Upper East Side de Manhattan. Ehud Barak, ex primer ministro de Israel, y su esposa destacaron la gran diversidad de los invitados.
El magnate de los medios Mortimer Zuckerman sugirió ingredientes para una comida que reflejara la cultura de la mansión:
Y el director Woody Allen describió cómo las cenas le recordaron al castillo de Drácula, “donde Lugosi tiene tres jóvenes vampiresas que atienden el lugar”. Pero la preciada propiedad de Epstein no era una sombría fortaleza transilvana. Había pasado años transformando la casa de siete pisos y 2000 metros cuadrados en un lugar donde podía presumir —y profundizar— sus conexiones con los ricos y poderosos, incluso cuando en su interior acechaban indicios de su lado oscuro, según fotos y documentos no revelados previamente que muestran cómo vivió en sus últimos años. Desde la muerte de Epstein bajo custodia federal en 2019, declarada suicidio, muchos misterios sobre su vida siguen sin resolverse. ¿Cómo amasó una fortuna de nueve cifras? ¿Y por qué tantos hombres poderosos siguieron confraternizando con él mucho después de que se convirtiera en delincuente sexual registrado? La Casa Blanca se había comprometido a publicar detalles sobre las investigaciones federales sobre Epstein y sus asociados. Pero este verano, la administración Trump dio marcha atrás. La indignación de la derecha resultante ha amenazado con fragmentar el movimiento "Make America Great Again" (para quien Epstein es una figura central en las teorías conspirativas) y ha puesto a Trump a la defensiva como pocas cosas. Para apaciguar las críticas, el Departamento de Justicia envió a un alto funcionario a reunirse con Ghislaine Maxwell, socia de Epstein desde hace mucho tiempo, quien cumple una condena de 20 años de prisión por tráfico sexual. El viernes, Maxwell fue trasladada a una prisión de menor seguridad. Esto alimentó las especulaciones de que Trump podría conmutar su sentencia o incluso indultarla a cambio de su cooperación. Durante años, Maxwell fue una presencia habitual en la casa de Epstein en Nueva York, donde tenía una oficina. Pero ella y Epstein se separaron a mediados de la década de 2010. Una foto enmarcada en la casa que mostraba a Epstein con Trump y su entonces novia, Melania Knauss, fue recortada para excluir a Maxwell. Al menos otra luminaria de MAGA también visitó la casa: Steve Bannon, ex asesor de Trump y personalidad de los medios en línea, quien dijo que grabó en video horas de entrevistas en la mansión con Epstein en 2019. La casa era una de las cinco propiedades que Epstein poseía en todo el mundo. Tras su liberación en 2009 de una cárcel de Florida, donde cumplió 13 meses por solicitar servicios de prostitución a una adolescente, la mansión le sirvió tanto de refugio personal como de salón donde podía reunirse con intelectuales, científicos y financieros de renombre, según registros legales y entrevistas con personas que frecuentaban la casa. Los visitantes consideraban a Epstein divertido, inteligente y curioso. Otra ventaja: poder relacionarse con las jóvenes y atractivas mujeres que deambulaban por la propiedad y trabajaban como sus asistentes. Mansión La casa, a tiro de piedra de Central Park, fue vendida a Epstein en 1998 por Leslie H. Wexner, el multimillonario propietario de L Brands. Epstein renovó y redecoró la mansión con un estilo excéntrico. Docenas de prótesis oculares enmarcadas bordeaban la entrada. Una escultura de una mujer con vestido de novia y sujetando una cuerda colgaba en un atrio central. En el comedor de la planta baja, Epstein agasajaba a un elenco rotativo de celebridades, académicos, políticos y empresarios. La comida podía ser sencilla —a veces nada más que un bufé de comida china para llevar, como señalaba la carta de Allen—, pero los eventos eran todo lo contrario. Las fotos muestran que los invitados se sentaban en sillas con estampado de leopardo alrededor de una gran mesa rectangular. Ocasionalmente, según comentaron los asistentes en entrevistas, un mago actuaba. En ocasiones, se sacaba una pizarra con ruedas para que un invitado pudiera dibujar un diagrama o escribir una fórmula matemática. Subiendo una gran escalera se encontraba la oficina de Epstein, revestida de madera y con un enorme escritorio. Las fotos muestran un tigre disecado recostado sobre una alfombra exuberante. En la oficina, según fotos revisadas por el Times, Epstein exhibió una primera edición verde de "Lolita", la novela de 1955 en la que un intelectual desarrolla una obsesión sexual con una niña de 12 años y la viola repetidamente. Sobre un aparador de madera había más fotos enmarcadas, incluyendo una de Epstein con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman. Varias de las víctimas de Epstein han dicho que la mansión estaba equipada con una red de cámaras de vídeo ocultas. En la sala de masajes había cuadros de mujeres desnudas, una gran bola de plata con cadena y estantes llenos de lubricante, según fotos revisadas por el Times. Epstein solía pedirle a adolescentes —algunas reclutadas en escuelas secundarias de Queens— que le dieran masajes mientras estaba desnudo. A veces se masturbaba delante de ellas, según actas judiciales y entrevistas con víctimas. En ocasiones, las violaba o agredía. En las fotos de la sala de masajes no se veían cámaras de vigilancia. Una colección anterior de cartas, entregada a Epstein en un álbum encuadernado en cuero para su 50.º cumpleaños en 2003, reflejaba una etapa de su vida antes de su primer arresto. Ese libro incluía contribuciones de Trump y Bill Clinton, entre docenas de otros, según informó The Wall Street Journal.
El portavoz de Clinton ha afirmado que el expresidente desconocía los delitos de Epstein). Pero para 2016, a medida que la reputación de Epstein como depredador sexual se hacía cada vez más difícil de ignorar, su red social se reducía. Tres años después, moriría en una cárcel de Manhattan mientras esperaba ser procesado por cargos federales de tráfico sexual. Además de los de Zuckerman, Allen y Barak, había cartas del lingüista Noam Chomsky y su esposa; Joichi Ito, un empresario que años después renunciaría al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y a la junta directiva de The New York Times Co. debido a sus vínculos con Epstein; y Lawrence M. Krauss, un destacado físico. Zuckerman, Allen, Ito, Nowak y Bannon no respondieron a las solicitudes de comentarios. Barak declinó hacer comentarios. La esposa de Chomsky respondió en su nombre y declinó hacer comentarios. La carta concluía:
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El rey de España tiene un antepasado que fue patriarca ortodoxo ruso de Moscu, que interesante.
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