—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

miércoles, 9 de enero de 2013

185.-Patricio de Azcárate Argumento de Eutidemo.-a



Patricio de Azcárate  Argumento de Eutidemo.



Aldo Ahumada Chu Han 

La composición perfectamente estudiada del Eutidemo, algunas de cuyas páginas parecen tomadas de una comedia; los diversos diálogos, que en él se suceden como otras tantas escenas, cuya variedad realza la unidad de la composición sin romperla; la mezcla de rasgos profundos y cómicos y algunas veces burlescos de que está sembrada a manos llenas; la elección de los personajes; el orden y el objeto de las conversaciones; todo conspira aquí al mismo fin tantas veces perseguido por Platón; esto es, el exterminio de los sofistas. Jamás quizá el heredero de Sócrates hizo a éstos la guerra con más destreza y habilidad, porque tampoco desplegó nunca más fidelidad y empeño en pintarlos, tales como eran. Se les ve en el Eutidemo entrar en escena con su prestigio popular, desempeñar su papel con todo el arte de que eran capaces, y cuando habían agotado toda su ciencia sofística, salen desenmascarados, corridos y doblemente desacreditados por quedar probada su impotencia y ellos puestos en ridículo. A este resultado es preciso atenerse, para graduar la profundidad del Eutidemo, porque ordinariamente Platón pone el mayor cuidado en ocultar, bajo las gracias de una burla ligera, la compacta trama de este diálogo.

En las dos conversaciones que forman el preámbulo, la primera entre Sócrates y Criton, y la segunda entre Sócrates, Eutidemo y Dionisodoro, se muestran los sofistas con sus rasgos generales en los personajes de los dos [298] hermanos recientemente llegados de Turium a Atenas, que son aquí los representantes de la sofística entera. Estos extranjeros lo saben todo, lo enseñan todo, lo refutan todo. Son maestros consumados en gimnasia, en derecho, en elocuencia, en estrategia, en dialéctica, en moral; tan firmes en el ataque como en la defensa en las luchas del cuerpo, del espíritu y de la palabra; sosteniendo con feliz éxito el pro y el contra de todas las causas; probando sin dificultad la afirmativa y la negativa en todas las cuestiones; sabios y disputadores universales, y nada celosos por otra parte de guardar para sí sus secretos, enseñan a quien les paga a teorizar y a replicar, y le hacen en poco tiempo tan hábil como lo son ellos mismos. Pero su última pretensión, en la que, gracias a Sócrates, se va a estrellar su atrevido charlatanismo, es la de enseñar la virtud.

Aquí comienza la tercera escena del diálogo. Sócrates suplica a Eutidemo, que persuada a su manera al joven Clinias de lo conveniente que le es consagrarse a la filosofía y a la virtud. Vamos a ver a los sofistas manos a la obra. Como hábil táctico, que sabe lo que vale el arte de ser y permanecer dueño de la conversación, Eutidemo exige por el pronto que Clinias se limite a responder, y no cabe duda que, bajo esta condición, la inexperiencia tímida del joven ofrecía al sofista la ocasión de seguro triunfo, si no hubiera estado presente Sócrates. En efecto, Clinias, poco familiarizado con esta clase de sofismas, que consiste en sacar partido del doble sentido de ciertas palabras, se encuentra desde luego enredado en sus mismas respuestas, y sin interrupción sostiene opiniones contradictorias. Eutidemo triunfa. Sus amigos aplauden. Pero, ¿qué prueba el interrogatorio en favor de la filosofía? Nada. ¿Y en favor de la virtud? Lo mismo. Eutidemo aún no ha abordado la cuestión. Ha probado (y vaya una prueba de mérito para el que tiene a un joven por [299] adversario) su destreza en jugar con las palabras; arte en verdad bien estéril.

Lo que pone en claro esta conclusión es la intervención de Sócrates, quien de intento corta esta lucha desigual y vana, y del espíritu de ese mismo joven, de quien Eutidemo y Dionisodoro no pudieron sacar ni la menor señal de buen sentido, por abrumarle a porfía con sus preguntas, Sócrates hace salir sin esfuerzo algunas verdades, que vuelven la conversación a su verdadero objeto, abandonado no sin designio por los sofistas. He aquí cómo Sócrates hace comprender su importancia al joven Clinias. Todos los hombres quieren ser dichosos: ser dichoso es tener bienes; pero los bienes, cualesquiera que ellos sean, no sirven de nada al que no sabe usar de ellos; es así que el arte de usarlos es la sabiduría; luego la sabiduría, que en el sentido del σοφια (sofía) de los griegos, abraza a la vez la ciencia y la virtud, es el bien preferible entre todos; y el estudio de la sabiduría φιλοσοφια (filosofía), si se puede enseñar y aprender, es verdaderamente el arte de ser dichoso. He aquí cómo el verdadero filósofo, a diferencia del sofista, sabe hacer que penetren las más altas verdades de la moral en el alma de un tierno joven.

Después de este ejemplo directo de su fecundo método de alumbramiento intelectual, Sócrates se excusa irónicamente por haberse permitido la libertad que acaba de tomarse, y compromete a los dos sofistas a que dejen su anterior palabrería, y a que intenten seriamente seguir el camino que él ha descubierto, y seguirlo mejor que él. Pero a esto suceden un nuevo asalto de preguntas insidiosas de parte de Eutidemo y de Dionisodoro, un nuevo aparato de sofismas, un poco más complicados esta vez, y fundados en la anfibología, no de una palabra solamente, sino de una idea compleja, y nuevos aplausos de los circunstantes, que son allí evidentemente el eco de los aplausos populares de la plaza pública. Pero Sócrates, [300] abandonando de repente su papel de oyente benévolo, imprime al diálogo un carácter inesperado, vuelve a los contrarios sus propias argucias, y haciéndose más sofista que ellos mismos, los obliga a confesar, aunque de mala gana, que su discurso es vano, que se destruye por sí mismo, y que no prueba nada. Un niño podría saber tanto como el más hábil sofista al cabo de uno o dos días.

Después de esta nueva lección, fingiendo por segunda vez creer que lo dicho hasta entonces por los sofistas sólo había sido un preámbulo y un pasatiempo, para entrar en una discusión seria, Sócrates reanuda con Clinias la conversación, da un nuevo modelo de interrogatorio filosófico é invita a Eutidemo a que lo imite. ¿Pero qué puede esperarse de un sofista? Lo único que sabe es decir la repetición de preguntas de doble sentido a las que Sócrates, y poco después Ctésipo, valiéndose de las propias armas de sus adversarios, tienen la maliciosa complacencia de responder con una nube de objeciones cada vez más punzantes, y que ponen en aprieto la habilidad de los dos sofistas, hasta acabar con su paciencia. No puede leerse sin sonreír esta escena sabia y burlona, en la que la táctica de Sócrates, sostenida por la vivacidad aguda de Ctésipo, conduce los dos adversarios a sostener proposiciones insensatas; por ejemplo, que todo lo saben, hasta las cosas más ridículas, como saltar con la cabeza para abajo sobre espadas desnudas, lo cual es, en efecto, oficio de charlatanes. Esta escena en la que su cólera llega al extremo, es la más divertida y la prueba más fuerte de su debilidad ridícula. Este es el momento que Sócrates escogió para pedirles irónicamente que le recibieran en el número de sus discípulos; y el Eutidemo concluiría aquí como una acabada comedia, si las últimas líneas no descubriesen con intención su carácter.

Criton, a quien Sócrates acaba de referir la historia de esta entrevista, aterrado con la idea de los estragos que [301] podría ejercer sobre el espíritu de sus hijos una enseñanza semejante a la de Eutidemo, pregunta a Sócrates con inquietud: ¿para qué inclinar a nuestros hijos al estudio de la filosofía? Sócrates se apresura a hacer desaparecer la confusión en que Criton y otros muchos estaban en tiempo de los sofistas (¿y cuándo no han existido sofistas?) por no distinguir la falsa filosofía de la verdadera. No es a los maestros, le dice a Criton, sino a la ciencia a la que es preciso mirar antes que todo. Los sofistas no enseñan nada, es cierto; ¿pero qué importa? Existe una filosofía verdadera, una filosofía fácil de aprender, y los dos ejemplos que Sócrates acaba de dar interrogando al joven Clinias, le autorizan para comprometer a su amigo, no sólo a dejar a su hijo en libertad para consagrarse a la filosofía, sino, lo que es más, á, consagrarse él mismo a ella.

Se ve con qué profundidad está concebido este precioso diálogo, y con qué arte ha sido conducido. Poner en evidencia el vacío de la sofística, tal es la idea que ha inspirado el Eutidemo. Descubrir uno en pos de otro los artificios ordinarios de los sofistas, yendo de los más groseros a los más complejos; destruir con este análisis sostenido el prestigio de una dialéctica tan impotente en el fondo, como altanera en su forma; cubrirla con un indeleble ridículo, y hacer aparecer después frente a frente de esta falsa filosofía la filosofía verdadera, con la sencillez de sus medios y con la solidez y ventaja moral de sus doctrinas; tal es la marcha prudente y persuasiva a la vez de esta obra maestra de polémica.


{Obras completas de Platón, por Patricio de Azcárate,
tomo tercero, Madrid 1871, páginas 297-301.}


puerta al infierno


San Marino.



República de San Marino
Repubblica di San Marino  (italiano)
Ripóbblica d’ San Marein  (romañol)


San Marino, oficialmente llamada República de San Marino (en italiano, Repubblica di San Marino),​ también conocida como Serenísima República de San Marino​ (Serenissima Repubblica di San Marino), es una república​ parlamentaria y el Estado soberano más antiguo del mundo.​ 
Es un enclave rodeado de territorio italiano, entre las regiones de Emilia-Romaña y las Marcas. La mayor parte de su territorio corresponde a las laderas del monte Titano,​ de 739 metros de altura, y se encuentra a 10 kilómetros del mar Adriático, por lo que, dada su ubicación, es un Estado sin salida al mar.
San Marino es uno de los tres únicos Estados soberanos enclavados sin litoral del mundo (Estados cuyo territorio está completamente rodeado por un solo país), junto con la Ciudad del Vaticano, también enclave en Italia, y Lesoto,​ Estado enclave en Sudáfrica. Es además uno de los seis microestados europeos.


La lira sanmarinense (en italiano lira sammarinese, plural lire sammarinesi) fue la divisa oficial de San Marino desde 1865 hasta la introducción del euro en 2002. Su valor estaba ligado al de la lira italiana.
La lira sanmarinense tenía valor legal en San Marino junto con la lira italiana y la lira vaticana, además de ser de curso legal en toda Italia y en la Ciudad del Vaticano.
 
Las monedas de San Marino fueron acuñadas en Roma y tuvieron valor en toda Italia y en la Ciudad del Vaticano .


San Marino 2 liras, 1996




Información:

NúmeroKM# 350
PaísSan Marino
PeríodoRepública de San Marino (1972 - 2001)
MonedaLira sanmarinense
Tipo de monedasMonedas en circulación
Denominación2 liras
Año1996
AleaciónAluminio
CantoEstriado
FormaRedonda
AlineaciónMoneda (180°)
Peso (g)0,8
Diámetro (mm)18,3
Grosor (mm)1,5

Creadores: Giovanni Giulianelli (G. GIULIANELLI MOD.), Franco Filanci (F. FILANCI DIS.)

F. FILANCI DIS.
G. GIULIANELLI MOD.

LIBERTAS
REPUBBLICA DI SAN MARINO


Creadores: David Renka (RENKA), Ettore Lorenzo Frapiccini (FRAPICCINI INC.)

1996
FRAPICCINI INC.
L.2
R
RENKA
SOCRATE



Una marca de ceca es una letra, símbolo o inscripción en una moneda que indica la ceca donde se produjo la moneda R de Roma. (Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato)

Asimismo se encuentran también las letras “” por la inicial del diseñador y “ELF” por el grabador (Ettore Lorenzo Frapiccini).


Ettore Lorenzo Frapiccini ( Buenos Aires , 17 de noviembre de 1957 ) es un medallista italiano.

David Renka (nacido en 1952) es un medallista estadounidense.

Giovanni Giulianelli (nació 14 de julio de 1971), es un medallista san marino. 



El Senado de III República.



El Senado de la III República Francesa cuenta con 300 senadores, divididos en 225 senadores electos y 75 senadores denominados “inamovibles”, según la ley del 24 de febrero de 1875 .
El Senado no puede disolverse, a diferencia de la Cámara de Diputados.

Los senadores son elegidos por departamento, mediante votación de lista.

El colegio electoral (todos los colegios electorales representan aproximadamente a 75.000 personas en toda Francia) está compuesto de la siguiente manera:
“Los senadores de los departamentos y colonias son elegidos por mayoría absoluta, y, cuando sea necesario, por votación de lista, en reunión colegiada en la capital del departamento o colonia, y están integrados por:

Diputados;
Consejeros Generales;
Consejeros de Distrito;
Delegados elegidos, uno por cada concejo municipal, de entre los electores del municipio. »
Las grandes ciudades tienen así tantos representantes en el colegio electoral como los pequeños pueblos, lo que favorece al mundo rural, supuestamente más conservador porque los notables conservan allí una influencia significativa.
Asimismo, el número de senadores por departamento favorece al campo frente a las ciudades ya que cada departamento tiene al menos dos senadores mientras que el más poblado, el Sena, tiene sólo cinco.

Estos 225 senadores se renuevan por tercios cada tres años, por lo que el mandato de un solo senador es de nueve años.

Los 75 senadores inamovibles son elegidos de por vida por la Asamblea Nacional antes de su disolución.

“En caso de vacante por fallecimiento, renuncia u otra causa [de uno de estos senadores], el propio Senado proporcionará un reemplazo en el plazo de dos meses. » 533 escaños de la Cámara de Diputados
 533 escaños de la Cámara de Diputados de Francia.




Crónicas del Gran Santiago.



 "Providencia todavía es una comuna señorial,a pesar que se a convertido en un centro de la ciudad."

Tuve que ir a barrio Manuel Montt, ubicado en comuna de Providencia, para una cita médica, no lo visitaba desde hace mucho tiempo  y se ha transformado bastante en los últimos años.

En este barrio se encuentran las Torres de Tajamar; la Biblioteca Municipal de Providencia;  varios pub's, restaurantes, cafeterías, librerías y establecimientos comerciales y oficinas; colegios, el más famoso el Liceo Lastarria, y complejos educacionales de la educación superior, como DuocUC, la Universidad de Las Américas y la Universidad Mayor.
El barrio a cambiado muchos por los nuevos edificios construido, que reemplazaron las antiguas casonas existentes que conocí en mi adolescencia, por ejemplo en la avenida Antonio Bellet se han construido modernos hoteles para los turistas, me sorprendí la cantidad de extranjeros transeúntes. 

Después de ser examinado por mi médico,  aproveche de visitar la librería de Alejandro Ballesteros, ubicada en las galerías vía venetto,  uno de los libreros mas famoso de la ciudad. Lo conozco como 30 años, desde mi época de la Universidad, tiene local con una gran cantidad de libros de literatura, arte, filosofía y variedades de temas.
Cuando estudiaba en la Universidad, pasaba varios días a la semana en esa librería, hablando con Alejandro de los más diversos temas de contingencia, o de historia, literatura, etc. Me agrada mucho hablar con él.

Hablamos sobre cómo ha cambiado Santiago de Chile, que se transformó de una ciudad mediana "provinciana" con muy pocas comunas urbanizadas, con un solo centro "Santiago Centro" a una metrópolis, formadas por más 40 comunas urbanas, con varios subcentros urbanos; La urbe absorbió comunas enteras, o partes de ellas, ocupando todo el territorio de la provincia de Santiago, incluyendo ahora también territorios de las provincias de Cordillera, Maipo, Talagante y Chacabuco; Se ha conurbado con las ciudades de San Bernardo, Puente Alto, y pronto se unirá a  las ciudades de Talagante, Peñaflor, El Monte, y  de otras localidades urbanas; 

También hablamos que  Santiago de Chile,  se ha transformado en una ciudad global, y eso se refleja por los porcentaje importantes de emigrantes extranjeros que están viviendo en ciudad, el auge del turismo, impacto de la música urbana, la gastronomía, la moda, las costumbres extranjeras o globales. 
Ballesteros, que es miembro de un familia antigua de Aristocracia Chilena  también hablaba una gran cantidad de antiguas familias de la Élite, se han trasladado a predios de agrado, no le agrada Metrópolis de Santiago.   
 



Ciudad 5 de Diciembre de 2024.

Roberto Boisier, el arquitecto del criticado edificio espejado de Plaza de Armas defiende su obra: “Pensamos que reflejar el entorno era más mágico”


Roberto Boisier fue uno de los arquitectos del característico edificio ubicado en la esquina de Catedral con Paseo Puente, en Plaza de Armas. Su construcción implicó la demolición del Bazar Krauss, un histórico edificio de 1910, cuya demolición -a más de cuarenta años-, sigue generando críticas. "Reconozco que era un edificio súper simpático (el Bazar Krauss), pero no teníamos nada que opinar", asegura Boisier, quien responsabiliza a la empresa sobre la demolición. En conversación con The Clinic aclara dudas sobre el proceso de construcción, pero ante todo responde a críticas, incluidas a la de un premio nacional de arquitectura. " "Lo consideraba espantoso. ¿Y qué hubiera propuesto él? Me pregunto yo", señala.

Por Agustín Morel
Hasta el día de hoy, la demolición del antiguo Bazar Krauss en 1980, y en su reemplazo, la construcción del edificio de vidrio ubicado en la esquina de Plaza de Armas, en Catedral con Paseo Puente, genera cuestionamientos.
Recientemente se han levantado críticas por parte de usuarios de X (ex Twitter), por la falta de armonía con el resto de los edificios del sector. La estructura está rodeada de la Catedral de Santiago, y el edificio de Correos Central, dos monumentos nacionales. Y el resto del entorno de la plaza también destaca por edificios de época.

“Lo que hicieron con el bazar Krauss en Puente con Catedral es imperdonable”, se lee en críticas de X.



El edificio fue diseñado por los arquitectos Juan Echeñique, Roberto Boisier y José Cruz en 1980. Fue un encargo de la empresa AGSA, que compró el terreno donde se ubicaba el histórico Bazar Krauss. Tras cerrar la compra, demolieron el edificio -construido en 1910-, y contrataron a la oficina de arquitectos a construir un edificio de oficinas en la esquina.
Roberto Boisier (81), es el único de los arquitectos que está vivo. En conversación con The Clinic se da un tiempo para explicar cómo se gestó la construcción del edificio, y defenderse ante críticas.

Imagen del Bazar Krauss en 1940. Foto: Biblioteca Nacional


Demolición del Bazar Krauss y construir en Plaza de Armas

Su percepción como arquitecto del Bazar Krauss es que era un edificio “simpático”, de valor patrimonial, pero asegura que no calzaba con la arquitectura del lugar, tampoco, como algunos reclaman. De todas formas, entiende la relevancia que tenía, pero insiste en destacar que el terreno ya había sido comprado, y poco tenían por hacer frente a la demanda de la empresa.

Eran puras discusiones. Porque todo era gasto, era costo, no era eficiencia. ‘Más metros cuadrado, métale metros cuadrados por aquí’. Las peleas que teníamos eran terribles”, afirma.


Al mismo tiempo, afirma que intentaron buscar alternativas, pero no tuvieron respuestas. “Todo esto que nosotros tratábamos de hacer, que fuera regular, un conjunto armónico, olvídate, no importaba“, señala.
Boisier cuenta con una amplia experiencia. Construyó decenas de edificios en Santiago, incluido el de IBM, pero este por años ha generado discusiones.
 Respecto al estilo, afirma que era una arquitectura de moda en la época, en particular en Europa y Estados Unidos. Pero no ha sido suficiente para defenderse de las críticas.



“Reconozco que era un edificio súper simpático (el Bazar Krauss), pero no teníamos nada que opinar”
No está al tanto de cuestionamientos en redes sociales, pero si tiene presente las críticas de arquitectos de su época. En el afán de darle vuelta al asunto, se pregunta qué hubiesen hecho otros en su lugar.

El mismo Christian de Groote (premio nacional de arquitectura), que yo lo admiraba mucho, criticó este edificio y lo encontraba espantoso ¿Y qué hubiera propuesto él? Me pregunto yo. Era jodido. Tenías la catedral a un lado y al frente el Correo. Dos edificios que son emblemáticos, arquitectónicamente hablando, a mucho valor, además”, reclama.

-¿Cómo se gestó la construcción?

-Compraron el terreno por ubicación, en la esquina de la Plaza de Armas. Había un edifico ahí antiguo, abandonado. No estaba ocupado, por lo que recuerdo estaba abandonado y en muy mal estado. Pero reconozco que era un edificio súper simpático, pero no teníamos nada que opinar. Estos gallos dijeron “vamos a comprar esto, y queremos esto y hay que sacarle el jugo a esta cuestión, a sus metros cuadrados”. Hicimos lo mejor que pudimos, desde luego. Ese era el punto de partida para nosotros.

-Usted ya me comentaba que al menos la forma del edificio Krauss lo consideraba simpática, pero que no coincidía con el resto de la arquitectura. ¿En ese tiempo tenía algún significado el bazar Krauss para la gente?

-Yo creo que no. Para nosotros, los arquitectos que estamos más metidos en el cuento, sí, porque encontrábamos simpático el edificio. Pero estaba hecho un espanto, como un edificio mal mantenido que termina mal su vida. Y eso no es menor. Puedes considerar que todos esos edificios van a quedar 100 años, por lo menos. De hecho, este edificio tiene 50 años, y yo creo que está impecable desde el punto de vista de terminación. Por eso yo te sugiero mirar un poco los alrededores, y miras un edificio que es de muy buena arquitectura que hizo Emilio Duhart con Sergio Larraín, en la otra esquina, una cuadra más arriba de la Plaza de Armas en la esquina oriente y te das cuenta del estado que está, porque es deplorable.

-¿Cree que hoy hubiesen hecho algo distinto en ese edificio?

-¿Nosotros?

-Sí, considerando todas las condiciones que ya me comentaba que tenían.

-No. Porque te vuelvo a decir, hay dos posturas, o tú te sometes a tu entorno, pero ¿a qué te sometes ahí? ¿A una arquitectura neoclásica? Tratar de emanarse con la Catedral o con el Correo, es imposible. Son edificios que por sí tienen su tremendo valor. Ahora, con esto no te quiero decir que nosotros pretendíamos dar un tremendo valor al edificio de la esquina, pero sí quisimos hacer lo que fuera menos impactante. Al revés, que pasara desapercibido. Nos pareció que en este momento estaba la cuestión del espejo sobre todo por su tema de la limpieza, era más puro todo esto. Y como te digo, a nuestro entender, en aquel entonces no competía con nada. Porque reflejaba, no competía.



-Y una vez construyó el edificio, los primeros años ¿se tiene noción de cómo fue la reacción de la gente?

-Había dos o tres arquitectos que eran los gallos que siempre nos tiraban a partir por haber hecho esa cuestión. Es como cuando hicimos la IBM también. Nadie tiene idea de lo que hay detrás de la IBM. Yo me hice cargo de ese proyecto durante cuatro años, la IBM tenía un libro de ochocientas páginas de lo que ellos querían. Era re jodido. Fue parecido al de Plaza de Armas.

“Quedamos satisfechos. Creo que hoy habríamos hecho, no sé si lo mismo, pero algo parecido”
Una de sus principales molestias con el edificio espejado de Plaza de Armas, es que no fue terminado. Roberto Boisier asegura que consideraban un helipuerto que no se hizo, y que la terminación del edificio quedó mal diseñada. Además, el entorno exigía muchas limitaciones para lo que quisieran hacer.

“No es fácil cuando tienes tantas limitaciones, condicionantes, por decirlo así. Pero, en fin, nosotros quedamos satisfechos, si esa es la pregunta que me quiere hacer en el fondo. Quedamos satisfechos. Y yo creo que habríamos hecho, no sé si lo mismo, pero algo parecido. Y lo que sí, hubiera terminado edificio que nunca lo terminaron, porque habría tenido un helipuerto, que después se suprimió, quedó una sala máquina que se dio para arriba y ya no estuvo a cargo nuestro eso. Entonces, quedó una construcción, a mi gusto, horrorosa, fuera de nuestra responsabilidad”.

-¿Usted hubiese dejado un edificio como el Bazar Kraus?

-Depende. Nosotros no éramos los gestores. No teníamos injerencia ninguna en lo que se iba a hacer ahí.

-La pregunto usted como arquitecto, desde su punto de vista.

-Bueno, es que uno le tiene cariño a las cosas. Porque yo le digo, el Bazar Kraus era súper simpático como edificio, como arquitectura. Pero guardando las proporciones tampoco era un edificio que había que guardar a raja tabla.

-Porque en redes sociales se romantiza un poco este edificio.

-Obvio. Y hay mucho, no solamente romanticismo, sino que hay ignorancia de la gente, de la opinión. Por eso es súper jodido para nosotros arquitectos que al final nos achacan las cuestiones. Tú podías hacer una cuestión que le guste a uno o le guste a otros.

-Y si no lo hacían ustedes, quizás lo hubiera hecho otro arquitecto que hiciera otra cosa.


-Obvio, eso no se podía discutir. Pero ellos (la empresa) tampoco tenían claro lo que había que hacer. Ellos tenían claro que tenían que aprovechar metros cuadrados a como de lugar, porque incidía en el valor del terreno. Y por otro lado estaban las normas municipales, que establecían que tenía que ser tres cuerpos, no dos, ni uno. Porque era de distintas alturas. Por el lado de la catedral, tenía una altura, por el lado del correo tenía otra altura.

“Ellos ya habían vendido todo esto porque tuvieron bastante éxito comercial. Entonces, ahí te aplauden y dicen, oye, está bien esta cuestión. Y nosotros peleando ahí por el famoso helipuerto que nunca se hizo. Quedó horroroso, no quedó terminado el edificio”.

-¿Qué opina de las críticas que se hacen en redes sociales contra el edificio? ¿Le hacen sentido algunas?


-No las he leído.

-Hay quienes comentan que se rompió la estética de la Plaza de Armas con este edificio. Gente que, por cierto, opinan respecto a imágenes antiguas.

-¿Qué te puedo decir de eso? Mi opinión ya te la di. Además, Santiago y el centro no se caracterizan por tener una homogeneidad en la arquitectura. Los distintos tiempos fueron generando lo que tú tienes hoy día. Que haya armonía en esto o no sé cómo llamarlo, yo creo que es muy ocasional.






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