Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes;Paula Flores Vargas; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma; Nelson Gonzalez Urra; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo; Soledad García Nannig; |
HERALDICA ESCOCESA |
Principios. La función principal de la heráldica, ya sea personal o corporativa, es simbolizar la identidad del dueño de los cojinetes de la armadura. En Escocia, el clan, la familia y el nombre han sobrevivido como entidades importantes en la organización social de la sociedad escocesa. En la heráldica escocesa no existe el "escudo de armas familiar". A los miembros menores de una familia se les asignan diferencias específicas y relevantes a las características heráldicas de un antepasado. La heráldica escocesa opera bajo la suposición de que todos los que comparten el mismo apellido están relacionados, aunque distantemente. En consecuencia, cuando ya existe un escudo de armas para el jefe de familia, las nuevas concesiones de armas a individuos con el mismo apellido generalmente serán variaciones en esas armas. "[E] l rasgo sobresaliente de la heráldica escocesa es que, en comparación con Inglaterra y otros países, los escudos de armas básicos son relativamente pocos, pero existen numerosas versiones diferenciadas de cada escudo básico. Los brazos básicos, simples o no diferenciados cresta, son propiedad, no de la "familia", sino del "Jefe" de cada clan o casa ... " La estricta adhesión a la cadencia, o la necesidad de que los cadetes diferencien sus armas de el jefe de la familia, se debe a la permanencia de las viejas familias. Desde un primer momento las principales familias de Inglaterra se extinguieron en la línea masculina. Algunos continúan existiendo en la línea masculina, pero son comparativamente oscuros, surgiendo de cadetes sin título de las familias antiguas. Por otro lado, los barones Scoto-Norman fueron notables por su numerosa progenie. La subinfeudación, que se había prohibido en Inglaterra desde la época de los reyes Plantagenet, se practicaba en gran parte en Escocia. Los distritos enteros de Escocia tienen sus nombres predominantes, que generalmente son los de las antiguas familias feudales. Los apellidos fueron durante mucho tiempo después de su introducción, utilizados solo por la nobleza; y cuando empezaron a ser asumidos por las órdenes inferiores, el miembro del clan casi invariablemente tomó el nombre de su jefe, considerándose a sí mismo un miembro de su familia, al menos por adopción, si no por sangre. En Inglaterra surgieron nuevos hombres y fundaron nuevas familias; era más fácil adoptar nuevas armas en lugar de establecer una conexión con quienes habían muerto. Por lo tanto, sucedió que mientras en Inglaterra la multitud de escudos de armas completamente distintos es enorme, en Escocia el número de abrigos originales es pequeño. Los primeros ejemplos existentes de heráldica escocesa son escudos de armas de Stewart de las focas de la última mitad del siglo XII y la primera mitad del XIII, y muestran el fess chequy, que todavía es una característica de la heráldica escocesa del siglo XXI. El Lord Lyon King of Arms tiene un vital y continua influencia en la organización familiar en Escocia. Dependiendo de los términos de la concesión original, cojinete de la armadurason sucedidos por el heredero, que puede ser el heredero varón, el heredero femenino, o el heredero por tailzie un heredero nominado dentro de la relación de sangre. |
Una de las distinciones visuales más obvias de la heráldica escocesa de los estilos heráldicos utilizados en otros lugares es que el pergamino en el que se muestra el lema casi siempre se coloca encima de la cimera en escudos de armas escoceses, como se muestra en la ilustración del escudo real de Escocia. Sin embargo, esta diferencia es más que meramente visual. En Escocia, los lemas de la heráldica se consideran un componente de la concesión de armas y solo se pueden modificar matriculando las armas. En heráldica inglesa, mientras que un lema se ilustra generalmente en la patente de armas, con muy raras excepciones, no se incluye en la concesión verbal de escudo de armas. En consecuencia, los lemas en inglés se pueden cambiar a voluntad. Otra diferencia entre la heráldica escocesa y la inglesa que se puede discernir de la apariencia del escudo radica en los sistemas empleados para distinguir a los hijos menores de un armigero, conocido como cadencia. La heráldica inglesa usa una serie de pequeños símbolos, llamados brisuras, para diferenciar entre el representante principal de una familia armígena y las líneas menores conocidas como "ramas menores". En Escocia, a excepción de la línea del heredero inmediato, esta función está servida por una serie de bordes borduras que rodean el escudo de diferentes colores y diseños especificados, llamados el sistema "Stodart". En la práctica escocesa, los brisuras funcionan solo como "marcas de carencia temporal de la casa utilizadas por los hijos menores ... sin la autoridad formal de la Oficina de Lyon, hasta que establecen sus propias casas". Las insignias heráldicas se tratan de manera diferente en escocés la práctica heráldica que en la armería inglesa. Una insignia se puede definir como "Un dispositivo de la armadura, no parte del escudo de armas, pero ... disponible para una persona o corporación armígena con el propósito de identificación". Las insignias pueden consistir en nada más que una carga del escudo de armas, pero otras son emblemas adoptados por su significado oculto o en alusión a un nombre, título u oficina. En Inglaterra, la concesión de insignias a los armigeros por parte del Colegio de Armas se ha convertido en algo "habitual" en los últimos años. En la heráldica escocesa, sin embargo, la concesión de insignias se limita a las categorías de individuos que pueden ser se espera que tenga un "número de seguidores", es decir, un cuerpo significativo de adherentes o partidarios. En general, las insignias se otorgan solo a sus pares, el barón, los jefes de los clanes y los caciques antiguos, y solo cuando el Lord Lyon está convencido de que la concesión de una insignia se justifica por motivos prácticos. Los organismos corporativos, como los gobiernos locales, escuelas, empresas o clubes deportivos también pueden obtener insignias como medio para que sus miembros muestren su afiliación. La heráldica escocesa, sin embargo, también reconoce una forma única de insignia, la emblema de cimera, en el caso de un armiger, este dispositivo se compone de su cimera, rodeada por un círculo simple en el que está inscrito el lema del individuo. Como señal de lealtad a su jefe, los miembros de un clan pueden llevar una insignia de clanes, que consiste en la cresta de su jefe rodeada por una correa y un dispositivo de hebilla en el que está inscrito el lema del jefe. En Práctica inglesa heráldica: la cresta, el dispositivo o emblema que aparece sobre el casco o chapeau en un escudo de armas completo, no debe duplicar ninguna cresta previamente otorgada. Así como cada escudo debería ser único, también lo deberían hacer cada cimera. En Escocia, sin embargo, es permisible, y no poco común, que dos o más familias diferentes tengan la misma cimera. Sin embargo, como la heráldica escocesa se une a la cimera y al lema en la insignia de cresta, la combinación de cresta y lema debe ser única en cada caso. En la práctica heráldica tradicional, escudos de armas pasan por la línea masculina. Cuando el padre de una mujer lleva armas y, a su muerte, no hay hijos sobrevivientes o hijos supervivientes de hijos varones, la mujer es una heredera heráldica y puede transmitir los armas de su padre a sus descendientes. En Inglaterra, si hay más de una hija sobreviviente, cada una transmite las armas de su padre en igualdad de condiciones. En Escocia, solo la hija mayor que sobrevive transmite las armas indiferenciadas de su padre a su descendencia. En la heráldica, un escudo básico se puede dividir en cuatro cuarteles, esencialmente iguales. En los últimos tiempos esto ocurre típicamente como resultado del matrimonio de un armiger con una heredera heráldica. Heráldica inglesa parece no hay límite en tales divisiones, que continúan llamándose "acuartelamientos" sin importar cuántas más se agreguen, la práctica escocesa favorece la simplicidad del diseño, un escudo escocés, por lo tanto, está limitado a dieciséis partes. |
Obras sobre heráldica escocesa. "Escocia no tiene registro de armas antiguas como en Inglaterra y su documento más antiguo de cualquier importancia es el Armorial de Gelré 1369-1388 conservado en Bruselas - un manuscrito europeo con una sección sobre las armas escocesas ". La primer escudo escoces data de 1508. Dos de las obras más antiguas y más importantes sobre el tema de la heráldica escocesa son The Science of Herauldry de George Mackenzie de Rosehaugh, primero publicado en 1680, y A System of Herraldry de Alexander Nisbet, publicado por primera vez en 1722. Mackenzie es considerado como autoridad legal en asuntos de la heráldica escocesa. No está claro si Nisbet también es considerado como de "autoridad institucional", pero "su trabajo ha sido tratado con gran respeto desde que apareció en 1722". |
Registro de Armas. Quizás la característica más importante de la heráldica escocesa es el Registro público de todas los escudos de armas y emblemas heráldicos en Escocia ( Public Register of all Arms and Bearings in Scotland, ), conocido simplemente como el Registro público (Public Register ) o incluso Registro Lyon (Lyon Register). Se ha dicho que: "No hay mejor prueba de la diversidad y el esplendor del arte heráldico en ninguna parte del mundo que la que se encuentra en [Lyon Register] ...". El registro fue creada bajo la autoridad de la ley de 1672, que disponía que se debían registrar todas los escudos de armas en el Registro de Corte de Lord Lyon. El primer volumen fue encuadernado en 1677 y se ha mantenido fielmente desde ese momento. Cada una de volúmenes contiene 120 páginas de papel vitela, e incluye el trabajo de algunos de los artistas heráldicos más importantes de Escocia durante casi tres siglos y medio. |
Carl Gustav Jung. |
(Kesswill, 1875 - Küssnacht, 1961) Psicólogo y psiquiatra suizo. Estudió medicina en Basilea, e inició su actividad a principios del presente siglo, en la clínica de psiquiatría de la Universidad de Zurich, de la cual fue luego médico director. Tras haber seguido en París, durante un semestre, los cursos de psicopatología dados por Pierre Janet en la Salpêtrière (1902), volvió a Zurich, trabajó en la clínica de Burghölzli bajo la guía de Eugen Bleuler y llevó a cabo estudios que le hicieron muy pronto célebre (Diagnostiche Assoziations-Studien, 1904-1906). En 1905 fue nombrado profesor libre de psiquiatría. Mientras actuaba todavía en la última clínica citada, de la que había llegado a ser médico-jefe, conoció en 1907 a Sigmund Freud, con el cual inició una fecunda colaboración. Fue redactor del Jahrbuch für psychoanalytische und psychopathologische Forschungen, dirigido por Bleuler y Freud, y en 1911 llegó a presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional, recién fundada. Sin embargo, ya en la obra Wandlungen und Symbole der Libido, publicada en 1912, empezaron a manifestarse divergencias entre su pensamiento y el de Sigmund Freud; en 1913 se produjo la separación definitiva. Carl G. Jung denominó su propia doctrina "psicología analítica", y luego "psicología compleja", para distinguirla incluso en el nombre del psicoanálisis de Freud. En 1920 apareció otra obra suya de importancia capital, Psichologische Typen, en la que definió algunas orientaciones fundamentales de la personalidad humana, buscadas en las culturas e individualidades más diversas de la historia. Seguro de la ubicuidad de los motivos y de las imágenes ("arquetipos") del inconsciente profundo, Jung intentó confirmar sus criterios en varios campos de lo conocible y a través de viajes y exploraciones de carácter etnopsicológico que le llevaron sucesivamente al África septentrional, Nuevo México, Kenya, Oriente, etc. Colaboró en diversos trabajos con el sinólogo Richard Wilhelm, el indólogo Heinrich Zimmer y el filólogo y mitólogo Károly Kerenyi. Otras obras importantes de C. G. Jung son Über die Energetik der Seele (1928), Seelenprobleme der Gegenwart (1929), Das Geheimnis der Goldenen Blüte (1929, con Richard Wilhelm), Psychologie und Alchemie (1944), Symbolik des Geistes (1948) y Naturerklärung und Psyche (1952). Muchos de sus ensayos han sido publicados nuevamente en la serie Psychologische Abhandlungen (Rascher, Zurich). Carl Gustav Jung recibió numerosas distinciones académicas, entre ellas la graduación "honoris causa" de la Universidad de Oxford. En 1933 fue nombrado presidente de la Internationale Allgemeine Gesellschaft für Psychotherapie, y en 1935 de la Schweizerische Gesellschaft für Praktische Psychologie. De 1933 a 1942 fue profesor del Politécnico de Zurich. Luego dejó la enseñanza por motivos de salud; la misma causa le llevó en 1946 a renunciar a la cátedra de Psicología médica de la Universidad de Basilea, que había aceptado en 1944. En 1943 se le nombró miembro honorario de la Schweizerische Akademie der Medizinischen Wissenschaften. En 1948 fue creado en Zurich, por iniciativa de varias personalidades suizas y de otras naciones, el Instituto C. G. Jung, que coordina la actividad de la escuela junguiana de psicología, publica importantes trabajos y promueve la celebración de congresos y reuniones nacionales e internacionales. En 1955 se conmemoró ampliamente el octogésimo aniversario de Jung en todo el mundo, pero singularmente en Zurich y Küssnacht (lago de Zurich), su residencia habitual. Entre sus obras traducidas a otros idiomas figuran El yo y el inconsciente, El problema del inconsciente en la psicología moderna, Tipos psicológicos, Psicología y religión, Psicología y alquimia, Realidad del alma, Psicología del inconsciente, Psicología y educación, El misterio de la flor de oro (con Richard Wilheim) y Prolegómenos al estudio científico de la mitología (con Károly Kerenyi). |
Carl Jung y la psicología analítica: "Cuando tienes miedo quedas petrificado y mueres antes de tiempo" BBC News Mundo 4 noviembre 2018
En 1959, Carl Jung era el psicólogo más famoso del mundo. A sus 84 años, pasaba su retiro en su casa de toda la vida, junto al lago de Zúrich, cerca de sus 19 nietos y ocho bisnietos. "Vienen a la casa a jugar y se llevan hasta mis sombreros", bromeó la eminencia médica suiza durante una entrevista íntima que le realizó en su hogar el popular programa de televisión de la BBC "Face to Face" (Cara a cara). Jung respondió las preguntas que le hizo el presentador británico John Freeman en la que resultaría ser la última entrevista que le realizó la BBC. Casi 20 meses más tarde, el prestigioso fundador de la psicología analítica falleció luego de una breve enfermedad. Aquí hacemos un repaso de esa histórica entrevista en la que Jung habló sobre su carrera, su relación con Sigmund Freud y su visión sobre la muerte, que estaba próxima. También reveló un dato sorpresivo: si hubiera podido elegir, se hubiera dedicado a otra profesión completamente diferente. "Yo en realidad quería ser arqueólogo", confesó. "Pero no tenía el dinero suficiente para seguir esa carrera". Jung se había criado cerca de Basilea y su familia -encabezada por su padre, un pastor luterano- no tenía los recursos económicos para enviarlo a estudiar más allá de la universidad local, donde no enseñaban esa disciplina. La medicina ni siquiera fue su plan B. "Mi segundo amor era la naturaleza", contó, "en particular la zoología". Se inscribió en la Facultad de Ciencias Naturales. "Pero pronto me di cuenta de que si seguía esa carrera, mi destino sería ser maestro de escuela, porque no tenía dinero, y eso no cumplía con mis expectativas". Fue así que la medicina resultó ser "una elección oportunista".
El vuelco hacia la psicología también se dio por casualidad.
"Nomás con leer la introducción al libro, que planteaba que la psicosis era una inadaptación de la personalidad, le dio en el clavo. En ese momento pensé: 'Tengo que convertirme en un alienista'", señaló, utilizando el término con el que se llamaba a comienzos del siglo XX a los psicólogos que trataban a las personas con enfermedades mentales (los "alienados"). Fue amor a primera vista: "Mi corazón latía alocadamente en ese momento y cuando le dije a mi profesor que no sería su asistente y que estudiaría psiquiatría, él no lo entendió y mis amigos tampoco, porque en ese momento la psiquiatría no era nada". Sigmund Freud El hito siguiente en su carrera fue conocer a Freud.
"Había leído muchos de sus textos pero recién lo conocí personalmente en 1907", contó. Jung le había enviado al famoso austríaco un libro que escribió sobre esquizofrenia. Luego viajó a Viena a reunirse con él. "Tuvimos conversaciones largas y penetrantes, y eso lo selló", contó sobre la histórica colaboración entre ambos. Jung contó que rápidamente se hicieron amigos. "Él me caía muy bien, pero pronto descubrí que cuando él tenía un pensamiento sobre algo era inamovible, mientras que yo dudaba todo a lo largo", describió sobre sus diferencias. "Era imposible discutir algo a fondo con él. Freud no tenía educación filosófica -yo estudiaba a Kant y estaba fascinado- y eso estaba alejado de Freud. Así que desde el comienzo había una discrepancia", confió, explicando las diferencias que eventualmente llevarían a una ruptura de la relación. Jung contó que darse cuenta de las diferencias de carácter que tenía con su mentor lo llevaron eventualmente a realizar su famosa investigación sobre tipos de personalidades psicológicas. Los ocho tipos de personalidad de Jung en los que te puedes encontrar También reveló que él y Freud analizaban sus sueños mutuamente. Pero se negó a hablar sobre las características de los sueños de su excolega y amigo, quien había fallecido en 1939. "Es indiscreto preguntarlo, existe el secreto profesional que dura más allá de la vida de la persona", se excusó. ¿Qué marcó su ruptura? "La causa última fue la publicación de mi libro 'La psicología del inconsciente'", señaló. "Yo no estaba de acuerdo con muchas de sus ideas. Sobre todo con su abordaje puramente personal y su desestimación del las condiciones históricas del hombre", dijo. La famosa teoría de Jung postula que existe un "inconsciente colectivo" que es anterior al inconsciente individual, algo en lo que discrepaba con Freud. "Somos el origen de todo mal" En los años 30, Jung fue uno de los pensadores que advirtió que iba a desencadenarse una Segunda Guerra Mundial. En medio de la tensión que se vivía en 1957 a causa de la Guerra Fría, Freeman le consultó si creía que iba a haber una Tercera Guerra Mundial. "No tengo indicios definitivos al respecto", respondió, pero advirtió que los sueños de sus pacientes estaban repletos de temor. También vaticinó -correctamente- que las actitudes hacia la psicología cambiarían. "Necesitamos más psicología, necesitamos más entendimiento de la naturaleza humana, porque el único verdadero peligro que existe es el hombre mismo y somos penosamente ignorantes de ello", dijo.
Por último, Jung habló sobre la muerte, un evento que siempre consideró tan importante desde el punto de vista psicológico como el nacimiento. La hipótesis del padre de la psicología analítica es que a la muerte hay que considerarla como una meta y que evitarla es evadir la vida y su propósito. "¿Qué consejo tiene para las personas que están al final de sus vidas y consideran que la muerte es el final de todo?", le preguntó Freeman al experto de 84 años. "He tratado a muchas personas de edad y es muy interesante ver qué hacen sus inconscientes con el hecho de que aparentemente están amenazadas con el final absoluto: lo ignoran completamente", aseguró. "La vida se comporta como si fuera a continuar. Así que yo creo que es mejor para las personas mayores que sigan viviendo, que esperen la llegada del próximo día como si fueran a vivir por siglos", aconsejó. "Así vivirán adecuadamente", dijo.
"Es obvio que todos moriremos y que este es el triste final de todo, pero a pesar de ello hay algo en nosotros que aparentemente no lo cree". Él mismo fallecería 18 meses más tarde en su casa junto al lago.. |
Cultura. Carl Jung y los arquetipos: su historia y cuatro frases para entender al psicólogo que explicó la mente. ADRIANA MUSCILLO 06/06/2021 “Somos comparsas del teatro del mundo”, afirmaba el más espiritual y esotérico de los psicólogos, Carl Gustav Jung, para significar que, si bien tenemos una vida propia y personal, somos también “representantes y víctimas de un espíritu colectivo”. El psicólogo, psiquiatra y ensayista suizo, que murió el 6 de junio de 1961 –hace 60 años- es uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX. Construyó todo un edificio teórico que constituye la llamada psicología analítica o psicología profunda, a partir de reformular las teorías de Sigmund Freud acerca del inconsciente, después de haberlas defendido firmemente, en una época en que hacerlo podía costarle la carrera. Esta idea de la existencia de un “inconsciente colectivo” que sería algo así como una conciencia universal de la que, por ende, participamos todos en tanto seres humanos, surgió a partir de sus extensos viajes por África del Norte. Allí, quedó impactado por la cultura árabe que –teoriza- subyace en el inconsciente del europeo, como una “sombra colectiva”. Fue Charly García quien, en 1982, en Argentina, grabó la canción Inconsciente Colectivo que, inspirada en estos postulados, recorrió escenarios y voces hasta convertirse en una de las más populares del rock nacional. Los arquetipos. La interpretación de los sueños (1900), quizás la obra más revolucionaria de Sigmund Freud, produjo gran impacto en Carl Jung. Pero el suizo fue aún más lejos, al teorizar que –más allá de “un deseo cumplido”, como sostenía el padre del psicoanálisis- los sueños revelaban tanto el inconsciente personal como el colectivo a través de “arquetipos”. Se trata de figuras que simbolizan diversos personajes que, si bien son universales, anidan en el mundo interno del sujeto. Por ejemplo, una araña gigante podría simbolizar una madre castradora; aunque nunca la relación es fija e inamovible. Por otra parte, Jung considera que -además de albergar fantasías, restos diurnos, planes y memorias- los sueños pueden contener visiones telepáticas. Pero los arquetipos no aparecen solo en sueños sino que, también, pueden estar vinculados con distintas tipologías de personalidades. En este sentido, Jung distingue 12 tipologías o personalidades arquetípicas:
La psiquiatra junguiana Jean Shinoda recurrió a la mitología para trazar paralelos arquetípicos del comportamiento humano con los Dioses del Olimpo. Sincronicidad. Otro concepto relevante en la obra de Jung es el de sincronicidad, definida como “una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo es igual o similar". Hay que aclarar que Jung se refiere a dos sucesos simultáneos que ocurren en distintos planos, con lo cual introduce aquí el elemento esotérico o paranormal. En 1983, la banda británica The Police editó su último álbum llamado Synchronicity, en cuya tapa se lo ve al joven Sting leyendo el libro de Jung, del mismo nombre. Sincronicidad en la vida de Jung. Verano de 1898. El joven Carl, de 22 años, estudia en su cuarto con la puerta entreabierta que da al comedor, donde está la antigua mesa redonda de nogal que era de su abuela. “De pronto se oyó una detonación, como un pistoletazo”, escribirá años más tarde Jung en Recuerdos, sueños, pensamientos (1961). “El tablero de la mesa se había roto por la mitad y no por el sitio encolado, sino en la madera encerada (…) Mi madre movió la cabeza y dijo... ‘Sí, sí, esto significa algo’”. Dos semanas después se oyó en la casa otra explosión. Un cuchillo había caído de una panera, se había desprendido del mango y partido en tres. Era imposible que esto hubiera ocurrido sin la acción intencional de una persona. Once años más tarde, en la Viena de 1909, Jung preguntó a Freud qué pensaba acerca de los fenómenos paranormales. Como era de esperar, el austro-húngaro rechazó de cuajo tales suposiciones. Jung lo cuenta así: “Mientras Freud exponía sus argumentos, yo sentí una extraordinaria sensación. Me pareció como si mi diafragma fuera de hierro y se pusiera incandescente —una cavidad diafragmática incandescente. Y en este instante sonó un crujido tal en la biblioteca, que se hallaba inmediatamente junto a nosotros, que los dos nos asustamos. Creímos que el armario caía sobre nosotros. Tan fuerte fue el crujido. Le dije a Freud: "Esto ha sido un fenómeno de exteriorización de los denominados catalíticos". "¡Bah —dijo él—, esto sí que es un absurdo!". "Pues no", le respondí, "se equivoca usted, señor profesor. Y para probar que llevo razón le predigo ahora que volverá inmediatamente a oírse otro crujido". Y, efectivamente: ¡apenas había pronunciado estas palabras se oyó el mismo crujido en la biblioteca! Freud me miró horrorizado”. Realismo mágico. Como en una novela de García Márquez, la abuela de Jung habría desarrollado habilidades de precognición, después de haber permanecido durante 36 horas en estado catatónico. Según se relata en Recuerdos…, la obra semi autobiográfica de Jung escrita en colaboración con Aniela Jaffé, secretaria del suizo y analista de su trabajo, los autores afirman que a la abuela de Carl, la habían despertado “con una plancha caliente en la nuca”. Al parecer, la madre de Jung, percibida por su entorno como “inestable” o “de mente disociativa”, habría heredado la mediumnidad. Así, el pequeño Carl Gustav Jung, nacido en 1875 en la Suiza alemana, en el seno de una familia aristocrática y muy creyente, creció en un ambiente en el que era normal recibir mensajes "del más allá". A su vez, fue un ferviente lector de Nietzsche y de Goethe y criticaba a su padre, un clérigo ortodoxo, por su religiosidad a ultranza. A partir de 1913, año en que rompió su amistad con Freud por diferencias insalvables, Carl Jung vivió un período de desorientación y depresión en el que padeció alucinaciones y desmayos. Jung. estudió a Sigmund Freud, con quien mantuvo un vínculo estrecho, e hizo aportes originales a su teoría.Jung. estudió a Sigmund Freud, con quien mantuvo un vínculo estrecho, e hizo aportes originales a su teoría. Fue en esa época cuando escribió el famoso Libro rojo, con un lenguaje literario y cierto tono profético, que fue la base de toda su obra posterior y que se editó recién en el año 2009. Según el autor, ese período fue el más importante de su vida, ya que persiguió sus imágenes interiores y elaboró “lo que había irrumpido progresivamente desde lo inconsciente e inundado como una corriente enigmática, amenazando con desbordarme”. En sus últimos años de vida, se dice que Jung mostraba a sus invitados aquel cuchillo que había protagonizado el episodio paranormal en su juventud y que tanto lo había impactado. Cuentan que la tarde del 6 de junio de 1961, en un poblado junto al lago de Zürich, un rayo partió al medio el árbol donde el psicólogo suizo solía descansar. En ese preciso instante, sincrónicamente, moría Carl Gustav Jung. Frases célebres "Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad… lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino." "La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir - Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer - Yo no soy lo que me sucedió. Yo soy lo que elegí ser - Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta."
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Jung, Carl Gustav (1875-1961) Personalidad ilustre. Definición: Psiquiatra suizo, discípulo de Sigmund Freud que en 1914 se apartó de él formando su propia escuela. Nunca aceptó totalmente la teoría sexual de Freud, pensaba que la libido representaba la energía de la vida y que no podía reducirse sólo a la energía sexual. Jung consideró que el hombre no sólo reprimía aspectos inaceptables de su personalidad sino también aspectos positivos de esta. La madre en los primeros años de la vida no es un objeto amoroso, sino una proveedora de alimentos. Su escuela se llamó de la psicología individual. Son conceptos suyos: el inconsciente colectivo, los arquetipos, el ánimus, el complejo de inferioridad, la protesta masculina, la compensación y sobrecompensación y la tipología junquiana. Otras áreas de su interés fueron la mitología, la arqueología, la filosofía, la antropología y las religiones. |
Cultura. Filosofía y psicología. Carl Jung y cómo mantener la calma cuando la vida es estresante En proceso de revisión La vida, como nos decía Carl Jung, es una paradoja constante. Puede ir del sufrimiento más absoluto a la pura alegría. Por ello, para hacer frente a esos vaivenes debemos abrazar el caos inherente que define nuestra existencia. Ahora bien, ¿cómo lograrlo? Carl Jung y cómo mantener la calma cuando la vida es estresante Wolfgang Pauli fue uno de los pioneros en el estudio de la física cuántica. Ganó el premio Nobel al proponer la teoría del principio de exclusión y asentó los estudios sobre el neutrino. Podríamos decir que fue una de las mentes más brillantes del siglo XX en el campo de la física, pero su vida personal y afectiva era un auténtico caos. Por eso, en 1932, inició terapia con Carl Jung. Aquel encuentro, que se inició por razones clínicas, dio paso a una de las amistades más singulares y productivas del mundo de la psicología y la ciencia. Arthur I. Miller, en el libro Deciphering the Cosmic Number (2009), nos cuenta con detalle muchas de aquellas reuniones en la mansión gótica de Jung a orillas del lago de Zúrich. Algo por lo que era conocido Carl Jung era precisamente por ayudar a las personas a tomarse en serio su mundo interior. Porque no importa cuán brillante sea uno si en su universo interno solo habita el desánimo. Su meta fue guiar a sus pacientes y amigos para que entendieran que todos podemos salir de los pozos más oscuros mediante unas pautas muy concretas…
Cómo mantener la calma cuando nos invade la angustia. Para indagar en las causas por las que el premio Nobel Wolfgang Pauli solicitó ayuda a Carl Jung podemos consultar otro libro: Atom and Archetype: The Pauli/Jung Letters, 1932-1958. En este trabajo se recogen el intercambio de cartas entre ambas figuras. Pauli llevaba una época muy estresante que le había llevado a la bebida y a romper muchas de sus relaciones. Sufría también pesadillas muy turbulentas. Carl Jung no solo lo guió para salir de aquel pozo de sufrimiento y angustia, sino que además el físico y el psicólogo trazaron una alianza intelectual muy productiva. Tanto que dio forma a teorías tan interesantes como el concepto de sincronicidad, el estudio de los acontecimientos acausales y las coincidencias significativas. Sin embargo, nos interesa en este caso saber cómo guiaba el padre de la psicología analítica a sus pacientes para mantener la calma en periodos convulsos. Esos en los que, a veces, emerge lo peor de nosotros mismos. Estas son las claves que debemos tener en cuenta: 1. Acepta el caos como parte de la vida.
Algunas de nuestras mayores dificultades como seres humanos son aceptar las inclemencias, la adversidad y el estrés vital. El propio Jung señaló en una ocasión que «para muchos de nosotros, incluido yo mismo, el caos es algo aterrador y paralizante». No es fácil asumir que no siempre tenemos el control sobre nuestro devenir ni que el mañana tendrá el mismo equilibrio que hoy. Entendamos que lo impredecible y lo caótico son ingredientes de la propia existencia. Resistirnos a estos vaivenes no hará más que incrementar el estrés y la ansiedad. Confiemos en que esos pozos repentinos que surgen en nuestro camino no son más que instantes puntuales, nubes de tormenta que, tarde o temprano, escamparán. Es más, cuando echemos la mirada atrás y descubramos todo lo que hemos superado, encontraremos un sentido a nuestra propia existencia. Hay cierto orden en medio de lo que nos parece, a simple vista, caótico y desordenado. 2. Cuida tu percepción a la hora de interpretar cada evento
En el libro Selected Letters of C. G. Jung, descubrimos la correspondencia que el psiquiatra suizo mantenía con sus pacientes. Una de ellas le preguntó, metafóricamente, cómo «cruzar el río de la vida». A lo cual Jung le respondió que, en realidad, no hay una manera correcta de vivir, las personas nos limitamos a vivir como podemos. Con aquello que, en cada circunstancia, nos trae el destino. Ahora bien, para mantener la calma en días de angustia, recomendaba atender la manera en que interpretamos cada experiencia. Y es aquí cuando llega el auténtico problema. Porque muchos navegamos por ese río vital con áreas no sanadas y reprimidas. Cuando nos dejamos llevar por la inercia de nuestros impulsos y nuestra sombra, la vida se llena de mayores obstáculos. Nos ahogamos en las aguas del día a día… Necesitamos poner luz en nuestra sombra -como diría Jung-, para poder recuperar la confianza en nosotros mismos y así percibir las cosas tal y como son y no a través de la lente de los miedos. 3. No te dejes arrastrar, recuerda quién deseas ser.
Para mantener la calma en días de inestabilidad y presiones infinitas, miremos hacia dentro y no tanto a lo que nos rodea. Es ahí donde residen todas las verdades, ahí donde duermen nuestras fortalezas. Tal y como escribió Jung en una de sus cartas, “si quieres seguir tu camino individual, recuerda que este nunca está prescrito y que simplemente surge por sí mismo cuando pones un pie delante del otro”. La individuación es un concepto clave en Jung; define la capacidad de construir una psique fuerte e independiente, descubriendo quienes somos y siendo a su vez seres creativos. Esta es otra meta en la que debemos trabajar cada vez que demos un paso más. Somos lo que hacemos con nuestro día a día, y no lo que fuimos en el pasado. Tengamos en cuenta que somos criaturas con conciencia propia y con un gran potencial, que deben recordar sus esencias para mantener la calma cuando todo parece ir mal.
4. La imaginación activa para reducir la ansiedad
Carl Jung señalaba que la neurosis desaparecería si desarrolláramos una personalidad más amplia y libre. Nos obsesionamos tanto en encajar, en buscar reputación y la aceptación que una parte de nosotros termina enfermando. Necesitamos proporcionar oxígeno a la mente, volverla más flexible, lo que a su vez nos permitirá adoptar perspectivas más amplias. Para ello, Jung acuñó el término imaginación activa para entrar en contacto con un yo más espontáneo, juguetón y sobre todo creativo. Actividades como el arte en todas sus formas, así como la meditación, son prácticas que el psiquiatra suizo solía recomendar. No solo reducen el estrés. Nos permiten descubrir nuevas parcelas psicológicas de uno mismo. Para concluir, si estamos pasando por unos momentos dominados por el malestar y el estrés, estos recursos a modo de reflexión nos pueden ser de utilidad. El legado de Carl Jung nunca pasa de moda. |
25 frases de Carl Jung imprescindibles. Carl Jung, el gran psicólogo suizo coetáneo de Freud, reflexionó en profundidad sobre el inconsciente y la importancia de integrar aquellas partes que negamos en nosotros siguen iluminando hoy las profundidades del alma humana. Te dejamos algunas de sus frases más certeras. Sin lugar a duda, Carl Jung es uno de los psicólogos más famosos de toda la historia. Sus ideas invaden las redes sociales y nosotros hemos escogido 25 frases de Carl Jung imprescindibles para entender su teoría. El padre de la psicología profunda, Carl Jung, ha dejado frases para la historia imprescindibles. “Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer”. Seguro que ya la habías leído, aunque lo que posiblemente no sabías es que la había dicho este psicólogo suizo que tanta importancia dio a los sueños y que habló por primera vez del inconsciente colectivo. A grandes rasgos se podría decir que el inconsciente colectivo de Carl Jung es una dimensión más allá de la conciencia común a todas las personas. Y de la mano de este concepto es imprescindible hablar de los arquetipos, ya que para el psicólogo suizo existían patrones de conducta universales que residían en este inconsciente colectivo. Es decir, para Carl Jung la personalidad innata de cada persona responde a uno o varios de sus 12 arquetipos: el inocente, el amigo, el héroe… FREUD: DE AMIGO A… ¿ENEMIGO? Si hay algo imprescindible que se deba conocer de la vida de Carl Jung es su amistad con Sigmund Freud. Su interés por el mundo de los sueños le hizo acercarse al padre del psicoanálisis, pero con el tiempo, sus distintos puntos de vista hicieron que la relación se truncase. Como consecuencia, Carl Jung fue expulsado de la entonces Sociedad Psicoanalítica Internacional. Y es que Freud no compartía esas frases y teorías sobre el inconsciente colectivo, ya que para él el inconsciente era algo personal que venía marcado por las experiencias tempranas. Por muchas diferencias que existieran entre ellos, los dos son grandes figuras de la psicología. Cada uno con sus aportaciones, con las que podrás estar más o menos de acuerdo, han dejado frases que ya forman parte de la memoria colectiva. En esta ocasión recogemos 25 frases de Carl Jung imprescindibles. 1. "ERES LO QUE HACES, NO LO QUE DICES QUE VAS A HACER." 2. "La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir." 3. "El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman." 4. "NO RETENGAS A QUIEN SE ALEJA DE TI, PORQUE ASÍ NO LLEGARÁ QUIEN DESEA ACERCARSE." 5. "Si eres una persona con talento, no significa que ya hayas recibido algo, quiere decir que puedes dar algo. " 6. "Hasta la vida más feliz no se puede medir sin unos momentos de oscuridad." 7. "Yo no soy lo que me sucedió. Yo soy lo que elegí ser." 8. "El conocimiento de tu propia oscuridad es el mejor método para hacer frente a las tinieblas de otras personas."" 9. "UNO NO ALCANZA LA ILUMINACIÓN FANTASEANDO SOBRE LA LUZ, SINO HACIENDO CONSCIENTE LA OSCURIDAD." 10. "Cualquier cosa que nos moleste en otras personas puede llevarnos a comprendernos a nosotros mismos." 11. Tu destino reside donde está tu miedo." 12. El zapato que le ajusta a un hombre le aprieta a otro; no hay receta para la vida que funcione en todos los casos." 13. "QUIEN MIRA HACIA AFUERA, SUEÑA Y QUIEN MIRA HACIA ADENTRO, DESPIERTA." 14. "Hasta que no hagas consciente a tu inconsciente, este va a dirigir tu vida y lo llamarás destino. " 15. "La cosa más aterradora es aceptarse a sí mismo por completo." 16. "El conocimiento no se basa en la verdad solamente, sino también en el error. " 17. "LA SOLEDAD ES PELIGROSA. ES ADICTIVA. UNA VEZ QUE TE DAS CUENTA DE CUÁNTA PAZ HAY EN ELLA, NO QUIERES LIDIAR CON LA GENTE." 18. "La soledad es tremendamente bella porque es profundamente libre." 19. "Todos nacemos originales y morimos copias. " 20. "Si hay algo que queremos cambiar en el niño, primero debemos examinarlo y ver si no es algo que podría ser mejor cambiar en nosotros mismos." 21. "Pensar es difícil, por eso la mayoría de la gente prefiere juzgar." 22. "LO QUE NIEGAS TE SOMETE, LO QUE ACEPTAS TE TRANSFORMA." 23. "Cuando el amor es la norma, no hay voluntad de poder, y donde el poder se impone, el amor falta.." 24. "Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana.." 25. "La depresión es como una señora de negro. Si llega, no la expulses, más bien invítala como una comensal en la mesa y escucha lo que te tiene que decir.." |
Emma Jung (nacida Emma Rauschenbach, Schaffhausen, 30 de marzo de 1882-Zúrich, 27 de noviembre de 1955) fue una analista junguiana y escritora suiza. Fue esposa del psiquiatra y psicólogo Carl Gustav Jung. Biografía. Provenía de una vieja familia suizo-alemana de industriales ricos, su padre fue propietario de la conocida firma relojera IWC. Conoció a Carl Gustav Jung cuando ella tenía dieciséis años de edad (algunas fuentes citan quince años) y el contaba con veintiuno. Se casaron el 14 de febrero de 1903 (el día de San Valentín), siete años después de conocerse. Tuvieron cinco hijos: Agathe Niehus, Gret Baumann, Franz Jung-Merker, Marianne Niehus y Helene Hoerni. La prosperidad de la familia de Emma permitió a C. G. Jung disponer de una libertad financiera añadida que sin duda favorecería su propio trabajo e intereses. Emma se tomó un fuerte interés en el trabajo de su marido y llegó a ser una notable psicóloga en su propio campo. Desarrolló un particular interés en la leyenda del Grial. Ya era psicóloga antes de que se casaran, aunque su independencia de Jung en este campo es fuertemente discutida. También tuvo una correspondencia regular con Sigmund Freud. En algún momento alrededor del nacimiento de su quinto y último hijo, en 1914, Jung comenzó una relación con una paciente joven, Toni Wolff, que duró por décadas. Deirdre Bair, biógrafa de Carl, describe a Emma expresando que Toni era su otra esposa ante la insistencia de Jung de que ésta formaba parte de su vida; Wolff intentó persuadir a Jung para que se divorciase de Emma, pero éste no accedió. Antes, el Dr. Jung había tenido una relación con Sabina Spielrein. |
La Casa Museo C. G. Jung (en alemán Museum Haus C. G. Jung ) fue la residencia del médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung así como de su esposa también psicóloga Emma Jung-Rauschenbach. Está ubicada en Seestrasse 228, Küsnacht, Suiza, junto al lago de Zúrich. Construida en 1908, fue restaurada un siglo después gracias a la Fundación C.G. Jung Küsnacht y en 2017 se transformó en museo. Historia
El proyecto comenzó en 1906, con una carta de Carl Gustav Jung a su primo Ernst Robert Fiechter (1875–1948), arquitecto y profesor de historia de la arquitectura en la Universidad Técnica de Múnich (Technische Universität München):
En ese momento, sin embargo, Jung era un asistente de director médico sin recursos en la clínica psiquiátrica Burghölzli, en Zúrich. Lo que le permitió construir una casa señorial fue el hecho de que su esposa, Emma Jung-Rauschenbach, llegara a convertirse repentinamente en acaudalada tras el fallecimiento prematuro de su padre. En 1907, Jung encontrará junto al lago de Zúrich en Küsnacht la propiedad que se ajustaba a sus preferencias, jugando un papel decisivo en la planificación y el diseño de la casa y el jardín. En 1908, comprará los terrenos, encargando la construcción de una gran casa de tres plantas a su primo Ernst Robert Fiechter y a los arquitectos del jardín Walter y Oskar Mertens. En 1909, y tras renunciar a su puesto en Burghölzli, se muda a su nueva casa en Küsnacht donde residirá junto a su familia el resto de su vida. Ahora sus ingresos provienen de su consulta privada. Es el momento más intenso de su relación con Sabina Spielrein, que durará desde 1909 hasta 1910. En 1960 se le designa ciudadano honorario de Küsnacht el día de su 85.º aniversario. El 6 de junio de 1961, tras una breve enfermedad, fallece en su casa de Küsnacht. Inscripciones en latín. Cincelado en piedra sobre el dintel de la puerta de entrada puede leerse en latín, atribuido al Oráculo de Delfos:
Y a su vez, en la parte superior, como conmemoración de la finalización de la construcción de la residencia en la orilla del lago de Zúrich:
Casa museo. Gracias a la Fundación C.G. Jung Küsnacht, un siglo después de su construcción se procedió a su restauración y en 2017 se transformó en Casa museo. Tras la restauración —en gran parte fiel al diseño original— de los jardines y espacios interiores, el museo abrió sus puertas en abril de 2018. Se autodefine como casa de eruditos y casa museo y es posible recorrerlo con visitas guiadas. El lema central para los visitantes es: «Invitado en casa de C.G. y Emma Jung-Rauschenbach». La exposición permanente en el salón, el comedor y la veranda está dedicada a la vida familiar y las actividades de Jung en su tiempo libre, mientras que el estudio/consulta, la sala de espera y la biblioteca ofrecen una visión del estilo de trabajo y los intereses de investigación de C.G. Jung. Hay otra sala reservada para exhibiciones temporales, en la que se exponen muestras de la misma área temática general, pero más extendida. |
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