Platón Eutidemo o el disputador II |
¿Cómo si lo hizo? Verdaderamente sí, y de una manera admirable; he aquí cómo: —¿Quieres, Sócrates, me dijo, que te enseñe esa ciencia, cuya indagación os da tanto que hacer, o que te haga ver que ya la posees? –¡Oh divino Eutidemo!, exclamé yo, ¿depende eso de ti? –Absolutamente, respondió. –¡Por Júpiter!, hazme ver que yo la poseo, porque será para mí esto más cómodo que tener que aprenderla a la edad que tengo. –Pues bien, respóndeme y dime: ¿sabes alguna cosa? –Sí; sé muchas cosas, pero de poca trascendencia. –Eso basta; ¿crees que entre las cosas que existen hay alguna que no sea lo que ella es? –¡Por Júpiter!, eso no puede ser. –¿No dices que tú sabes algunas cosas? –Sí. –¿No eres sabio, si sabes? –Yo soy sabio de lo que sé. –No importa, –dijo–, ¿para ser sabio no es necesario que lo sepas todo? –Ojalá, ¡por Júpiter!, puesto que son muchas más las que ignoro que las que sé. –Pero si ignoras algunas cosas, tú eres ignorante. –Sí, querido mío, lo soy de las cosas que ignoro. –Pero, sin embargo de que eres ignorante, asegurabas antes que eras un sabio; por consiguiente tú eres lo que eres, y al mismo tiempo no lo eres. –Perfectamente, Eutidemo, porque hablas de perlas; pero ¿cómo pruebas que yo poseo esta ciencia que buscamos? ¿es fundándote en que es imposible que una cosa sea y no sea al mismo tiempo?, de manera que si yo sé una cosa, es preciso que las sepa todas, porque no puedo ser a la vez sabio é ignorante, y que si yo sé todas las cosas, necesariamente poseo también esta ciencia? ¿Es así como razonáis, y es esto lo que llamáis verdadera sabiduría? –Te refutas a ti mismo, Sócrates. –Pero, Eutidemo, ¿no te ha sucedido a ti lo mismo? En cuanto a mí, nunca me quejaré de una cosa, que ocurre [331] continuamente a Eutidemo y a este mi querido Dionisodoro. Dime; ¿hay cosas que vosotros sabéis y otras que no sabéis? –No, me respondió Dionisodoro. –¿Cómo?, repliqué yo; ¿entonces no sabéis nada? –Sí. –¿Si sabéis algunas cosas, las sabéis todas? –Sí, nosotros sabemos todas las cosas, y tú las sabes igualmente, si sabes algunas. –¡Por Júpiter!, ¡qué maravilla y qué fortuna nos proporcionáis! ¿Pero los demás hombres saben todas las cosas o no saben nada? –No puede menos de haber cosas que sepan y cosas que ignoren, y que sean sabios e ignorantes, todo a la vez. –¿Qué diremos ahora nosotros?, le pregunté. –Diremos que todos los hombres saben todo, con tal que sepan una sola cosa. –¡Grandes dioses!, ahora conozco que habéis atendido a mi súplica, y que al cabo habláis seriamente; ¿pero tan cierto es que vosotros sabéis todas las cosas? ¿Seréis carpinteros, toneleros? –Sí, dijo. –¿Seréis también zapateros? –Sí, ¡por Júpiter! y también almadreñeros. –¿Tampoco ignorareis el número de los astros, ni el de los granos de arena? –A todo eso alcanza nuestro conocimiento. ¿Crees que no aspiramos a todo eso? Ctésipo tomó entonces la palabra. –¡Oh Dionisodoro!, le dijo, hazme ver prácticamente que dices la verdad. –¿Qué experiencia exiges?, le contestó. –¿Sabes cuántos dientes tiene Eutidemo, y Eutidemo sabe cuántos tienes tú? –Bástete saber, respondió, que nosotros lo sabemos todo. –No es eso bastante; responde, siquiera una vez, para probarnos que decís verdad; y así, si nos decís fijamente uno y otro cuántos dientes tenéis, y el número es exacto, porque yo los he de contar, no dudaremos ya de vuestras palabras, y os creeremos en todo lo demás. –Sospechando ellos que Ctésipo se burlaba, no le respondieron sino con generalidades, diciendo que sabían todas las cosas. Ctésipo se daba buena prisa a dirigirles preguntas hasta sobre objetos mezquinos, persistiendo ellos [332] en responder con orgullo que lo sabían todo, lo mismo que los jabalís que se meten por el chuzo con que se les espera. Esto dio ocasión a que yo me atreviese a preguntar a Eutidemo, si Dionisodoro sabia bailar. –Eutidemo me aseguró que sí. –¿Y saltaría cabeza abajo y sobre espadas desnudas? ¿Hará la rueda? Es fuerte este ejercicio para su edad, pero ¿no posee esta ciencia? –No hay nada que ignore, respondió. –¿Hace poco que lo sabéis todo, o es de toda la vida? –De toda la vida. –¡Pero qué!, ¿desde vuestra más tierna infancia, desde que nacisteis, lo sabéis todo? –Sí, todo; respondieron ambos. Esto nos pareció increíble, y entonces Eutidemo, dirigiéndose a mí: Sócrates, ¿no nos crees? dijo. –Me parecéis muy hábiles. –Si quieres responderme, te haré confesar a ti mismo estas cosas admirables. –Te quedaré obligado extraordinariamente, si puedes convencerme; porque habiendo ignorado hasta aquí mi ciencia, ¿qué mejor servicio puedes prestar que darme a conocer que nada ignoro, y que desde que nací he sabido todas las cosas? –Respóndeme, pues. –Consiento en ello; pregunta. –Dime, Sócrates, ¿sabes algo o no sabes nada? –Sé algo. –Eres sabio por medio de aquello que hace que tú sepas, o por alguna otra cosa? –Yo sé por medio de aquello que hace que yo sepa, es decir, de mi alma; ¿no es así? –¿Cómo te propasas, Sócrates, a interrogar, cuando eres tú el interrogado? –Confieso mi culpa, ¿y qué quieres que haga?, manda y obedeceré, aunque no sepa sobre lo que me preguntes, puesto que exiges que responda y que no interrogue nunca. –¿Entiendes lo que te pregunto? –Sí. –¿Respondes, pues, según lo que tú entiendes? –Pero, le dije, si interrogándome tienes una idea en el espíritu, y respondiéndote tengo yo otra idea, y de esta manera respondo a lo que entiendo, y no a lo que tú entiendes, ¿te darás por satisfecho? –Para mí es bastante, pero no para ti, a lo que parece. –No responderé, ¡por Júpiter!, [333] exclamé yo, sin que sepa lo que se me pregunta. –No respondes siempre según lo que piensas, porque no haces más que burlarte y decir necedades. –Al oír esto, me pareció que le desagradó que hubiese yo adivinado la ambigüedad de las palabras con que me quería envolver como en una red. Me acordé en el momento de Connos, que se enfada siempre conmigo cuando no hago lo que él quiere, y me rechaza como a un ignorante o a un imbécil. Pero, en fin, como había resuelto unirme con estos extranjeros, creí que debía obedecerles, a trueque de que no me rechazasen por testarudo. Dije, pues, a Eutidemo: si lo tienes por conveniente, hagamos lo que te parezca, como que tú conoces mucho mejor que yo las leyes de la disputa, porque eres maestro, y yo no soy más que un discípulo. Repite tus preguntas desde el principio. –Responde, pues: ¿lo que sabes, lo sabes por medio de alguna cosa o de ninguna cosa? –Lo sé por medio de mi alma. –¡Vaya un hombre que responde siempre más que lo que se le pregunta!, yo no te interrogo por qué lo sabes, sino si lo sabes por alguna cosa. –Mi ignorancia es la que me ha hecho responder más que lo que me preguntabas; pero perdóname, te responderé con exactitud, diciéndote que lo sé por medio de alguna cosa. –Lo sabes siempre por un mismo medio o tan pronto por uno como por otro? –Cuando yo sé, es siempre por medio de la cosa misma por la que yo lo sé. –¡Nunca respondes sin añadir algo!, exclamó. Pero, le contesté, es por temor de que ese siempre no nos engañe. –No digas nos engañe, sino más bien me engañe. Respóndeme: ¿sabes siempre por el mismo medio? –Siempre, puesto que es preciso quitar aquel cuando. –Siempre sabes por éste. Y como sabes siempre, hay alguna cosa que sabes por este medio, y otras que sabes por algún otro medio; ¿o bien sabes por este medio todas las cosas? –Por este medio es como yo sé todo lo que sé. –¡Otra vez has vuelto a incurrir en la [334] misma falta! –Pues bien, quitemos también aquello que yo sé. –No se quite nada, te lo suplico; no es eso lo que yo te pregunto; pero respóndeme: ¿podrías saber siempre si no supieses todas las cosas? –Eso es imposible. –Añade ahora lo que quieras; tú me has confesado que lo sabes todo. –En efecto, lo sé todo, a lo que parece, si no tienes en cuenta la frase de aquello que yo sé. –No has confesado que sabes siempre por medio de esta cosa que hace que tú sepas, sea cuando sabes, sea de cualquiera otra manera que quieras? Estás, pues, de acuerdo en que sabes siempre, y que lo sabes todo. Es cierto, por consiguiente, que siendo niño, cuando naciste, antes de nacer, y antes del nacimiento del mundo, has sabido todas las cosas, puesto que sabes siempre; y ¡por Júpiter! lo sabrás todo, y siempre, si yo quiero. –Incomparable Eutidemo, te suplico que así lo quieras, si dices verdad; pero temo que no te alcancen las fuerzas, a menos que tu hermano Dionisodoro te auxilie, porque entonces podría conseguirse eso. Sin embargo, me obligáis a que os pida la aclaración de una duda. No tengo el propósito de combatir vuestras opiniones, puesto que asegurándome que lo sé todo, casi me lo hacéis creer, máxime partiendo de vosotros, que poseéis una sabiduría que sorprende al mundo. Pero dime, Eutidemo, ¿cómo es posible que yo sostenga que sé que los hombres de bien son injustos?, ¿sé esto o no lo sé? –Lo sabes. –¿Qué? –Que los hombres de bien no son injustos. –Ha largo tiempo que sabia esto, pero no es eso lo que pregunto, sino dónde he aprendido que los hombres de bien son injustos. –Eso no lo has aprendido, replicó Dionisodoro. –Luego yo no lo sé. En este acto Eutidemo dijo: Dionisodoro, tú todo lo echas a perder; ¿no ves que le haces ahora a la vez sabio e ignorante? –Dionisodoro se ruborizó. Y yo, dirigiéndome a Eutidemo: ¿qué dices tú?, ¿cómo tu hermano ha respondido tan mal, cuando sabe todas las cosas? Entonces Dionisodoro replicó con [335] viveza: ¿yo, dices, hermano de Eutidemo? –Un poco de paciencia, Dionisodoro, le dije, hasta que Eutidemo me haya hecho ver que yo sé que los hombres de bien son injustos, y no impidas que me enseñe esta preciosa verdad. –Huyes, Sócrates, y no quieres responder, replicó. –¿Y no tengo razón para ello?, ¿si soy más débil que cada uno de vosotros?, ¿cómo defenderme contra ambos?, yo no soy tan fuerte como Hércules, que no habría podido resistir a la hidra, sofista que presentaba muchas cabezas nuevas, cuando se le cortaba una; y a Cáncer, otro sofista, procedente del mar, que hace poco ha desembarcado, según creo; y Hércules, estrechado de cerca, no hubiera podido vencer sin el socorro de su sobrino Iolas, que le llegó tan a tiempo. Pero en cuanto a mí, si Patroclo, que es mi Iolas, viniese y me socorriese igualmente, no alcanzaría mejor resultado. –Respóndeme, dijo Dionisodoro, puesto que hablas de esa manera: ¿Iolas es más bien sobrino de Hércules que tuyo? –Es preciso, le dije, responderte de una vez, porque no me dejarás en paz con tus preguntas, mientras temas que el sabio Eutidemo no me enseñe lo que quiero saber de él. –Respóndeme, pues, dijo. –Sí, te respondo que Iolas era sobrino de Hércules, y que me parece que no era mío; porque mi hermano Patroclo no era su padre, sino Ificles, cuyo nombre se parece al suyo, y que era hermano de Hércules. –Por lo tanto, ¿Patroclo es tu hermano? –Sí, hermano de madre y no de padre. –¿De manera que es tu hermano y no lo es? –Es cierto; no es hermano de padre, porque su padre se llamaba Queredemo y el mío Sofronisco. –¿Pero Queredemo era padre y Sofronisco también? –Sin duda; Queredemo era padre de Patroclo y Sofronisco era mi padre. –¿Queredemo era otra cosa que padre? –Sí, otra cosa que mi padre. –¿Era padre siendo otra cosa que padre?, ¿o eres tú mismo una piedra? –Temo parecer tal a tus ojos, por lo mismo que no lo soy. –¿Eres tú otra cosa que una piedra? –¡Ah!, [336] sí. –Puesto que eres otra cosa que una piedra, no eres una piedra; y si eres otra cosa que oro, no eres el oro. –Seguramente. –En la misma forma, puesto que Queredemo era otra cosa que padre, no era padre. –Podría decirse, respondí yo. –Eutidemo añadió: si Queredemo no es padre, y si Sofronisco es otra cosa que padre, éste no es padre. Por consiguiente, Sócrates, tú no tienes padre. Ctésipo, entonces, mezclándose en la conversación: ¿pero vuestro padre no era otro que mi padre? –De ninguna manera, respondió Eutidemo. –¿Era el mismo ? –El mismo. –No paso por eso, ¿y es sólo mi padre o es padre igualmente de los demás hombres? –De todos los hombres; ¿querrías tú que un hombre fuera padre y no lo fuera? –Otro lo hubiera creído, dijo Ctésipo. –Que el oro no sea oro, que un hombre no sea un hombre? –Ten cuidado, Eutidemo, de no mezclar, como dice el proverbio, cerros con estopas. En verdad, me enseñas una cosa admirable; que tu padre es padre de todos los hombres. –Sí, lo es. –¿Pero no es más que padre de los hombres?, ¿no lo es también de los caballos y de todos los demás animales? –Lo es de todos los demás animales. –¿Y tu madre es también madre de todos los demás animales? –Lo es también. –Por consiguiente, ¿tu madre es madre de todos los cangrejos marinos? –Y la tuya también. –Los gobios, los perros, los cerdos ¿son tus hermanos? –Y los tuyos también. –¡Cá!, ¿tu padre será un perro? –Lo será, y el tuyo también. –Si quieres responderme, dijo Dionisodoro, te lo haré confesar. Dime; ¿tienes un perro? –Sí, y muy malo. –Tiene perrillos? –Muchos y tan malos como él. –¿El perro es padre de los perritos? –Sí, yo mismo le he visto cubrir la perra. –¿Es tuyo el perro? –Sí. –El perro es padre y tuyo, luego es tu padre, y por lo tanto eres hermano de los perrillos. Dionisodoro, prosiguiendo su oración, temeroso de ser interrumpido por Ctésipo, le dijo: respóndeme aún dos palabras; ¿pegas al [337] perro? –Ctésipo le respondió sonriéndose: ¡sí por los dioses!, le castigo, y así pudiera hacer lo mismo contigo. –¿Castigas a tu padre? –Los palos que yo le doy hubieran sido mejor empleados en el vuestro por haber dado al mundo hijos tan sabios. Pero, Eutidemo, vuestro padre que es padre de todos los perros de la tierra, ¿ha sacado grandes ventajas de vuestra maravillosa sabiduría? –Ni él ni tú, Ctésipo, tenéis mucha necesidad del bien. –¿Y tú, Eutidemo? –Como todos los demás hombres. –¿Crees que sea un bien o un mal para un enfermo tomar una bebida para restablecer su salud? ¿Y un hombre que va al combate, hace bien en llevar armas o en no llevarlas? –Lo creo así, pero se me figura, que vas a sacar una magnifica consecuencia. –Tú juzgarás, pero respóndeme: puesto que confiesas que es bueno para un enfermo tomar una bebida, cuando tiene necesidad, haría bien en tragar la mayor cantidad posible, y todo el jugo que se pudiera sacar de una carretada de eléboro debería producirle un bien extraordinario. –A condición, Eutidemo, de que el enfermo fuera tan grande como la estatua de Delfos. –Y puesto que es bueno armarse cuando uno va a la guerra, continuó Eutidemo, ¿no debe llevarse el mayor número posible de lanzas y broqueles? –Estoy convencido de ello, dijo Ctésipo; pero tú, Eutidemo, no lo crees, puesto que te contentas con llevar una sola lanza, y un solo broquel. –Sí, dijo. –Si tuvieseis que armar a Gerion o Briareo, ¿no necesitarías mucho más? Verdaderamente, Eutidemo, siendo como sois maestros de armas, os hacia más hábiles a tu hermano y a ti. Eutidemo calló, pero Dionisodoro tomó la palabra, con motivo de lo que se había dicho antes y dijo: ¿Te parece que sea un bien el tener oro? –Sí, contestó Ctésipo, y sobre todo el tener mucho. –¿Y no es conveniente tener siempre y por todas partes buenas cosas? –Sí, cuanto sea posible. –Confiesas que el oro es un bien? –Sí, lo he confesado. [338] –Debe tenerse siempre y por siempre oro, y por lo tanto, será muy dichoso el que tenga tres talentos de oro en el cuerpo, un talento en la cabeza y dos pesos de oro en los ojos? –Se dice en efecto, Eutidemo, replicó Ctésipo, que entre los Escitas son tenidos por más ricos y más hombres de bien los que tienen más oro en sus cráneos, para hablar como tú {nota: Ctésipo remeda el etilo de Eutidemo.}, que decías antes que un perro era mi padre. Lo más maravilloso es que beben en sus cabezas doradas, que las ven por dentro, y tienen sus frentes en las manos. –Eutidemo replicó: un Escita o cualquiera otro hombre, Ctésipo, ¿ve lo que puede ver o lo que no puede ver? –Ve lo que puede ver. –¿Y tú?, Ctésipo. –Yo lo mismo. –¿No ves nuestros trajes? –Los veo. –¿Son susceptibles de vista?, ¿pueden ver? –¡Qué valor!, exclamó Ctésipo. –¿Qué es eso?, preguntó Eutidemo. –Nada, pienso que tú mismo no crees que los vestidos vean. En verdad, Eutidemo, puede decirse, que sueñas despierto, y si es posible hablar y no decir nada a la vez, te considero muy capaz de ello. Entonces Dionisodoro, entrando en materia, dijo: es imposible hablar y no decir nada a la vez? –Enteramente imposible. –¿Callar y hablar a un tiempo? –Menos posible aún. –Cuando dices una piedra, una madera, un hierro, ¿no hablas de cosas que callan? –Por lo que toca al hierro, no; porque cuando se le golpea en el yunque es una cosa que suena y hace ruido; así es, que en este lance, por demasiado sagaz, te ha salido mal la cuenta; pero pruébame que se puede callar y hablar a un mismo tiempo. –Ctésipo en este momento pareció querer hacer los mayores esfuerzos por complacer a su joven amigo. Eutidemo comenzó de esta manera: ¿cuando callas, no callas todas las cosas? –Sin duda. –¿Callas las cosas que hablan? porque, entre todas las cosas están las que [339] hablan. –Pero, dijo Ctésipo, ¿callan todas las cosas? –No ciertamente, dijo Eutidemo. –Luego todas las cosas hablan, querido mío. –Las que hablan. –No es eso lo que te pregunto, dijo Ctésipo, sino si todas las cosas callan o si todas hablan. –Ni lo uno ni lo otro, y lo uno y lo otro a la vez, dijo Dionisodoro, mezclándose precipitadamente en la disputa; y seguramente nada tienes que oponer a esta respuesta. –Ctésipo, según su costumbre, se echó a reír. –¡Oh Eutidemo! exclamó: tu hermano no sabe ya el terreno que pisa, está vencido en todos rumbos. –Clinias, complaciéndose con lo dicho por Ctésipo, lo miró sonriendo, y Ctésipo, rehaciéndose, apareció diez veces más grande. Por lo que a mí toca, me encontré con que en medio de la broma, Ctésipo, a fuerza de oírles, había aprendido y volvía, contra ellos sus propios ardides; porque en lo demás, es preciso convenir en que la, sabiduría de Eutidemo y de Dionisodoro no tiene igual en el mundo. Entonces me dirigí a Clinias, y le dije: —¿Cómo te ríes cuando se trata de cosas tan serias y tan preciosas? –Dionisodoro saltó en el momento, y me dijo: –Sócrates, ¿has visto alguna cosa preciosa? –Sí, le respondí, y muchas. –Son diferentes de lo precioso, añadió él, o son la misma cosa? Esta pregunta me sorprendió, y me creí justamente castigado por mi prurito de hablar. A todo evento, sin embargo, respondí: —Son diferentes de lo precioso o de lo bello, pero cada cosa, sin embargo, retiene en sí alguna belleza. –Pero si un buey estuviese contigo, ¿serias tú un buey?, y porque yo estoy contigo, ¿eres tú Dionisodoro? –¡Oh! nada de desbarrar, si te parece. –¡Pero qué! dijo, si lo que es otro se encuentra unido con un otro, ¿este otro será aquel otro? –¿Pues qué, lo dudas?, le respondí. Porque complaciéndonte infinitamente la sabiduría de estos extranjeros, traté también de imitarles. —¿Porqué yo y todos los hombres, me respondió Dionisodoro, no hemos de dudar de una cosa que no existe? [340] –Qué es lo que dices, Dionisodoro, –le respondí–, ¿lo bello no es lo bello, y lo feo no es lo feo? –Sí, si yo quiero, Sócrates. –Pero ¿no lo quieres? –Sí, lo quiero. –¿Lo mismo, no es lo mismo; y lo diferente, diferente, por ser imposible que lo diferente sea lo mismo? Para mí ni sospecha hubiera tenido de que pudiera dudar un niño que lo que no es lo mismo, no sea lo mismo. Pero, Dionisodoro, tú has emitido esto con intención premeditada, porque hasta aquí nada habéis despreciado ambos de lo que constituye los buenos discursos, a manera de los artistas que hacen todo lo que conviene a su oficio. ¿Sabes lo que conviene hacer a cada uno de los artistas? ¿A quién conviene forjar? –Sí; al forjador. –¿A quién batir el barro? –Al alfarero. –¿A quién conviene degollar, desollar, cocer y asar la carne cortada en trozos? –Al cocinero. –Y el que hace lo que conviene, ¿obra bien? –Muy bien. –¿El matar, el desollar, conviene al cocinero?, ¿no lo has concedido? –¡Ay de mí! sí, perdóname. –Es cierto, por consiguiente, que el que degüelle y desuelle al cocinero, hará lo que conviene?, y asimismo el que golpee al herrero con el martillo sobre el yunque, y amase al alfarero, ¿hará lo que es conveniente! –¡Oh Neptuno! –exclamé yo–; ¿qué sabiduría? ¡ah! ¿no me haréis partícipe de ella? –Pero aun cuando la tuvieras, Sócrates, ¿la conocerías? –Si te parece conveniente, creo que sí. –¿Piensas conocer lo que es tuyo? –Seguramente, con tal que no me hagas ver lo contrario, porque esto depende de vosotros, empezando por ti, y acabando por Eutidemo. –¿Crees que las cosas de que eres dueño, de que puedes usar como te agrade, que puedes dar, vender, sacrificar a los dioses, como bueyes y corderos, ¿crees que estas cosas sean tuyas, y que aquellas de que no puedes disponer, no te pertenecen? Yo que esperaba un resultado magnífico de este precioso preludio, me apresuré a responder, que creía que las primeras de estas cosas eran mías. —¿No llamas [341] animal a lo que tiene un alma? –Sí, respondí. –¿Confiesas que los animales, de los que puedes hacer lo que yo acabo de decir, son solamente tuyos? –Lo confieso. Dionisodoro se detuvo aquí, y figuró que meditaba un razonamiento profundo, y luego dijo de repente: —Dime, Sócrates, ¿no tienes un Júpiter paternal? No dudando yo a dónde quería ir, y a donde efectivamente vino a parar, busqué un rodeo para evitar caer en el lazo en que me quería envolver, y le dije: —No le tengo, Dionisodoro. –Verdaderamente, me replicó, es preciso que seas bien miserable. ¿Eres en verdad ateniense? –¡Qué!, ¿no tienes dioses, ni sacrificios familiares, ni todas estas bellas cosas? –Suavemente le respondí: habla de otro modo, y no me reprendas tan bruscamente. Tengo altares, tengo sacrificios; en fin, nada me falta en este género de todo lo que tienen los demás atenienses. –Pues bien, replicó él, los otros atenienses tienen un Júpiter paternal. –Ni los jonios, le dije, ni todos los que proceden de Atenas, conocen semejante nombre. Tenemos un Apolo paterno, padre de Ion; pero nosotros no llamamos a Júpiter padre, le llamamos protector de Atenas, guardador de nuestras tribus, así como Minerva es la guardadora. –No pregunto más, replicó Dionisodoro; ¿tienes un Apolo, un Júpiter y una Minerva? –Es cierto. –¿No son tus dioses? –Son nuestros padres, nuestros dueños. –¿Pero son tus dioses como acabas de confesar? –Pues bien, sí, lo confieso; ¿qué consecuencia sacas de esto? –Estos dioses, ¿no son animales? Tienen un alma seguramente, y tú has convenido en que todo lo que tiene un alma es un animal. –Sí, tienen un alma. –Luego son animales. –Corriente, animales. –Pero decías que eras dueño de los animales que eran tuyos, y que podías venderlos y sacrificarlos. –No puedo negar que lo confesé. Entonces Dionisodoro dijo: puesto que dices que Júpiter y los otros dioses son tuyos, ¿te es permitido venderlos a tu capricho o donarlos como [342] los otros animales que te pertenecen? Abrumado con el peso de este discurso, Criton, me callé. Ctésipo quiso salir en mi apoyo: —¡Buen Hércules! exclamó, ¡admirable razonamiento! –Al momento replicó Dionisodoro: ¡bueno! ¿Hércules es buen Dios, o el buen Dios es Hércules? –¡Oh Neptuno! –exclamó Ctésipo al oír esto–, abandono el campo; estos hombres son invencibles. Desde entonces, amigo Criton, ya no hubo entre los presentes ninguno que no admirara estos razonamientos; y Dionisodoro y Eutidemo se echaron a reír con tal gana, que era de temer que les hiciera daño. En verdad, sus discípulos habían antes batido palmas al oír sus razonamientos; pero en este momento, las columnas del liceo parecía que aplaudían también. Con respecto a mí, confesaré ingenuamente, que nunca había conocido personajes más hábiles que estos, y admirador de su sabiduría, les prodigué cuantas alabanzas pude. –Hombres afortunados! dije, con qué facilidad, con qué prontitud habéis dado cima a un negocio tan difícil! En vuestro discurso, Eutidemo y Dionisodoro, hay muchas cosas notables, y entre otras lo es la de no tener en cuenta para nada el público, ni los hombres formales, pues únicamente os fijáis en los que se os parecen, porque sé ciertamente, que sólo los que a vosotros se parecen, son los que estiman vuestra ciencia, y podría aseguraros que el resto de los hombres la desprecian hasta el punto de que se abochornarían más de refutar a los demás con estos artificios, que de verse convencidos y refutados. Además, encuentro en vosotros cierta delicadeza, pues cuando decís que no hay nada bueno, ni bello, ni blanco, ni negro, y que una cosa no difiere de otra, si bien es cierto que cerráis la boca a los demás, de lo que con razón os alabáis, también por un exceso de bondad os la cerráis a vosotros mismos y esto consuela en cierta manera a aquellos a quienes vuestros razonamientos ponen en aprieto. Pero lo que yo [343] estimo más es que habéis inventado cosas tan ingeniosas, que en menos de nada puede un hombre instruirse, porque he observado que en un momento Ctésipo ha sabido imitaros. Es cosa magnífica el que podáis enseñar en tan poco tiempo el misterio de vuestro arte. Sin embargo, no os aconsejo que lo comuniquéis a muchas personas, ni tampoco, si queréis creerme, el que habléis en las grandes asambleas, porque os robarían vuestro secreto, y no os quedarían obligados. Hablad sólo entre vosotros y entre vuestros amigos, y no enseñéis esa ciencia sino por el dinero; y si queréis entenderlo, prevenid a vuestros discípulos que sólo hablen entre sí y con vosotros, porque ya sabéis que la escasez aumenta el precio de las cosas. El agua, como dice Píndaro, es excelente, pero por demasiado común no es estimada. Por lo demás, hacednos a Clinias y a mí el favor de recibirnos en el número de vuestros discípulos. Dicho esto, y después de varios discursos semejantes, amigo Criton, nos separamos. Mira, pues, si quieres tomar con nosotros lecciones de estos extranjeros. Se manifiestan decididos a enseñar su arte por el dinero a cualquiera que se presente, y sean las que quieran su edad y la disposición de su espíritu. también aseguran, y es bueno que lo sepas, que su ciencia se armoniza perfectamente con el afán de entregarse a los negocios. Criton Verdaderamente, Sócrates, no tengo aversión a la ciencia, y con gusto intentaría en ella algún adelanto, pero temo ser del número de aquellos que no se parecen a Eutidemo, y que, como ya lo has dicho, se abochornarían menos de verse refutados, que de refutar a los demás con tales artificios. No es mi ánimo darte consejos, pero no estará fuera de su lugar referirte lo que oí decir a uno que venía de vuestra reunión. Estando paseándome, tropecé con uno de aquellos que pasan por grandes hombres [344] de negocios: ¡Oh Criton! me dijo, ¿has oído a estos filósofos? –No, ¡por Júpiter! le contesté; la excesiva concurrencia me ha impedido aproximarme. –Bien merecen que se les oiga, me respondió. –¿Por qué? le dije. –Son los primeros hombres del mundo en su clase –¿Pero qué te parecen? repuse. –Lo que me parece, respondió, es que sólo se les oye decir bagatelas, y que todo su talento lo emplean en insulseces; estas son sus palabras. –Sin embargo, le dije, ¡es tan apreciable la filosofía! –¿Por qué apreciable? ningún provecho se saca de ella. Y si hubieras presenciado esta polémica, te habrías compadecido de tu amigo, porque es muy ridículo, que haya tomado por maestros a estos sofistas. Sin embargo, toda su ciencia no es más que un juego de palabras, y han renunciado completamente al buen sentido. Cuantos se consagran a esa profesión, pasan la vida entregados a esta clase de sutilezas. A decirte verdad, Criton, la filosofía, como los que se entregan a ella, es un conjunto de frivolidades y ridiculeces. –Yo no encuentro, sin embargo, Sócrates, que ni él ni nadie tengan razón para hablar mal de este estudio, pero no le ha faltado para reprender a los que disputan públicamente con estos extranjeros. Sócrates Te aseguro, Criton, que son muy singulares estos hombres; ¿pero quién es ese que encontraste, y que tan mal está con la filosofía? ¿Es alguno que siga la carrera del foro y sobresalga por su elocuencia, o es de los que componen arengas para que otros las pronuncien? Criton No, ¡por Júpiter! no es un orador, ni creo que haya hecho nunca defensas en el foro, pero se dice que es muy entendido en el derecho, y que compone excelentes defensas para otros. Sócrates Ya entiendo; es uno de los que Prodico colocaba entre [345] la política y la filosofía; se consideran a sí mismos como muy entendidos, y creen pasar por tales en la mente de la mayor parte de los hombres; pero se imaginan que los filósofos impiden que su reputación sea universal. Están persuadidos de que si pudiesen desacreditar y hacer despreciables a los filósofos, entonces gozarían ellos sin rivalidad de una gloria plena y completa. No dudan de la superioridad de su mérito, pero cuando encuentran a ti, a Eutidemo y sus partidarios no dejan de tener cierta aprensión. Se creen los más sabios, porque tienen alguna tintura de la ciencia política y de la filosofía, y en este concepto participan de ambas en lo puramente necesario, y sin correr el azar de las discusiones, cogen tranquilamente los frutos de su sabiduría. Criton ¿Pero no apruebas lo que dicen? Su discurso tiene, sin embargo, cierto aire de verdad. Sócrates Es cierto; hay apariencia pero no solidez en lo que dicen; no hay medio de persuadirles de que todo lo que se encuentra entre el bien y el mal, y está por esto mezclado, es peor a causa del mal y mejor a causa del bien; que dos bienes unidos y que no tienden al mismo fin se estorban recíprocamente para llegar al término que cada uno de ellos se propone; que por la misma razón, la mezcla de dos males contrarios corrige su malignidad; de suerte que si la filosofía es una cosa buena y lo es también la ciencia política, y ambas tienen fines diferentes, los que participan de la una y de la otra y están entre las dos, no son tan buenos como los filósofos, ni tan buenos como los políticos; y que si la filosofía es un bien y la política un mal, serán mejores que los primeros, y peores que los segundos; y que si son dos males, entonces de lleno tendrán razón, y sólo así pueden tenerla. Pero no creo, que pretendan, que la filosofía y la ciencia política sean dos [346] males, ni que la una sea un mal y la otra un bien. Estos semi-políticos y semi-filósofos no pueden tomar asiento sino después de los filósofos y de los políticos, y sin embargo, aquellos se colocan por cima de estos. Es preciso, sin duda ser indulgentes con su vanidad, sin concederles, sin embargo, el rango que no merecen tener porque debe apreciarse a todos aquellos que se esfuerzan en cultivar todo lo que es racional, y que trabajan con ardor para conseguirlo. Criton Por lo demás, Sócrates, como ya te he dicho, me inquieta y me preocupa mucho la educación de mis hijos; el más joven aún no está en edad, pero Critóbulo, que es el mayor, es ya grande y tiene necesidad de un preceptor que le forme el espíritu. Todas las veces que converso contigo sobre este objeto, quedo persuadido de que es una gran locura desatender su educación, y no pensar más que en casarles con jóvenes ricas y de familias distinguidas. Por otra parte, cuando considero los que hacen profesión de educar a la juventud, si he de decirte la verdad, me aterran, porque me parecen tan indignos como incapaces. Así es, que yo no veo la razón, que pueda obligarme a dedicar mi hijo al estudio de la filosofía. Sócrates ¡Oh mi querido Criton! ¿No sabes que el Mundo está lleno de gentes que ignoran el oficio de que hacen profesión? ¿Que hay muy pocos que lo sepan, y que merezcan que se haga caso de ellos? ¿No estimas la ciencia económica, la retórica, el arte militar? Criton Seguramente, las estimo. Sócrates ¡Sin embargo, cuántos, entre los que enseñan estas ciencias, te parecerán realmente ridículos! [347] Criton ¡Por Júpiter! dices la verdad. Sócrates Y bien, visto esto, ¿te separarás tú y separarás a tus hijos de todas estas ocupaciones? Criton Creo que obraría mal. Sócrates No lo hagas, Criton. No mires, si los que son profesores de filosofía son buenos o malos, sino fíjate en la filosofía misma. Si la juzgas mala, separa, no sólo a tus hijos, sino también al resto de los hombres; si la encuentras tal como a mí mismo me ha parecido siempre, aplicaos a ella tú y tus hijos con todas vuestras fuerzas. {Obras completas de Platón, por Patricio de Azcárate, tomo tercero, Madrid 1871, páginas 303-347.} |
Maipú. |
Transporte, accesos y conectividad vial. La principal avenida de la comuna es Los Pajaritos, continuación hacia el oeste de la Alameda - Bernardo O'Higgins y que comunica de norte a sur a Maipú. La comuna está atravesada también por diversas vías de comunicación hacia la costa, como son la Autopista del Sol (que conecta la ciudad de Santiago con el Litoral central), Camino a Melipilla (que atraviesa las comunas de Santiago Centro, Cerrillos, Maipú, Padre Hurtado, Talagante y continúa hacia el poniente en dirección al litoral como carretera pasando por la ciudad de Melipilla a la cual debe su nombre), Camino a Lonquén y las autopistas urbanas Vespucio Norte (que Conecta el sector de El Salto (comuna de Huechuraba) con la Ruta CH-78) y Vespucio Sur (que recorre la Circunvalación Américo Vespucio Sur desde Avenida Grecia, en la comuna de Macul a la Ruta CH-78 Santiago/San Antonio).
El Metro de Santiago llego a comuna el 3 de febrero de 2011, existiendo cinco estaciones: Plaza de Maipú, Santiago Bueras, Del Sol, Monte Tabor y Las Parcelas. |
Demografía.
La variación de la población a lo largo de los últimos años ha sido explosiva. En 1970, había 49 075 habitantes; en 1982, 114 117 habitantes; y en 1992, 256 550. Esto se traduce en un crecimiento de 854,4 % en solo 32 años. De acuerdo a cifras estimativas del INE, Maipú tendría 1 249 498 habitantes en el año 2020, lo que la habría convertido en la comuna con más habitantes de Chile. La comuna es, en gran parte, de clase media-baja y baja producto de la política de viviendas sociales construidas en Maipú desde la década de los 80' y 90', que generó altos niveles de hacinamiento y problemas sociales como la delincuencia y el narcotráfico principalmente en el sector poniente de la comuna, los ejemplos más claros se pueden observar en los barrios Sol Poniente, Tres Poniente, Campos de Batalla, Lo Errázuriz, etc. Los grupos socioeconómicos C3 (medio) y D (medio bajo) conforman el 61,3 % de la población comunal, y solo un 4,0 % de habitantes están bajo la línea de la pobreza (E). El 7,5 % de las personas que viven en la comuna corresponden a la clase alta (ABC1), mientras que el 27,2 % forma parte del C2 (medio alto).19 Gran parte de la población trabaja fuera de la comuna en labores industriales y actividades de servicios. Unidades territoriales. La comuna de Maipú se dividió en veintiún barrios o unidades territoriales: Ciudad Satélite. Este barrio conforma una unidad territorial desde su diseño como proyecto habitacional a principios de los años 1990 (Ciudad Satélite Los Parques de Maipú), materializado por una empresa constructora mediante subsidio tradicional. Existe solo otro conjunto residencial en el territorio, pero ambos bajo el concepto de barrio «Ciudad Satélite Maipú», con una homogeneidad constructiva, paisajística y social, pensado como un espacio suburbano de alto interés para familias de nivel medio emergente. Clotario Blest. Se encuentra conformada por villas de diverso origen y perfil constructivo; en este sentido constituye un mosaico urbano enfrentado al desafío de la integración socioterritorial. Las primeras villas que se construyeron en el sector (entre los años 1970 y 80) lo fueron mediante programas de subsidio tradicional (la mayoría), programas especiales para trabajadores (PET), como la villa Los Industriales y más tarde la villa Don Cristóbal; y soluciones de lotes con servicios (villa Los Presidentes n.º 5, actual Valle Verde). A mediados de los 1990, el encarecimiento del suelo en Maipú generó un desarrollo inmobiliario con nuevos perfiles residenciales, surgiendo las villas con apariencia de condominio (aun cuando corresponden a DFL-2), que se sirven de su proximidad a las autopistas urbanas para su plusvalía: es el caso de la villas Parque del Sol, Óscar Castro y block de departamentos en Parque Las Rosas. Pertenecen a este barrio las villas Sol Poniente, Don Aníbal, Don Leonidas, Parque del Sol, Los Industriales, Óscar Castro, Los Poetas, Volcán Yelcho, Los Ciervos I, Don Alejandro, El Alto I, El Alto II, La Foresta, Valle Verde, Los Ciervos II, Alto Campanario, Los Cancilleres, Barrio Las Rosas, Primo de Rivera, Islas del Sol, Don Cristóbal, Don Adolfo, El Llano, Canadá, Santa Victoria, Volcán Tacora y las Poblaciones Don Cristóbal y Valle Verde, ambas vecinas a la comuna de Cerrillos. El Abrazo de Maipú. Este barrio se compone de sectores de distinta antigüedad, pero que se encuentran unidos en un mismo territorio debido a las fronteras que los confinan. Colinda con los barrios Industrial y Santa Ana de Chena: uno industrial; el otro de parcelas de agrado con densidad habitacional muy baja, siendo El Abrazo de Maipú de carácter residencial. Este barrio corresponde a la actual Unidad Vecinal n.º 24, más la porción oriente de la Unidad Vecinal n.º 23, franja que se ha conformado como una zona residencial de reciente data de construcción, apegada al eje de avenida Cuatro Poniente y diferenciada en su paisaje de las parcelas de Santa Ana. Este barrio comprende, por una parte, el antiguo sector conocido genéricamente como El Abrazo y comprende la propia villa El Abrazo y las villas Italia, El Cantar y El Labrador. Estos conjuntos datan de la década de los 1970. Pertenecen a este barrio las villas San Juan de Chena, El Abrazo, Italia, El Cantar, El Labrador, Los Llanos I, Los Llanos II, Los Llanos III, Barrio Oeste, Portal del Abrazo, Las Casas de Maipú, Jardín del Sur y Los Portales de Santa Ana y Las Palmeras de Maipú. Esquina Blanca-Ferrocarril. Se trata de un sector de antigua data, situado en el centro consolidado de la comuna, que integra realidades sociales, económicas y culturales diversas, pero que comparten una historia común desde los años en que Maipú aún era un poblado relativamente aislado de la metrópoli, con un sello de comuna industrial —en aquellos tiempos— en un marco de relaciones barriales que propiciaban la identidad colectiva. En este sector se desarrolló la Feria Internacional de Santiago (FISA) entre 1963 y 1998. A este barrio pertenecen las villas Copec, Cuatro Álamos, Patricio Lynch, René Schneider, Los Cóndores, Pizarreño, la parte sur de la villa México, una parte de la Zaror, Los Renovales, Patrona de Chile y Maestranza. Hospital-Campos de Batalla. Debido a su localización, se trata de una zona conformada aproximadamente desde la década de los 1940 hasta mediados de los años 80. Comprende conjuntos habitacionales de diverso origen y tipología: los hay de origen obrero (Louissiana, José Joaquín Pérez, Glorias de Maipú, Templo Votivo), lotes con servicios (Nueva Esperanza, Los Unidos), viviendas sociales CORVI y SERVIU (El Vivero, General Baquedano, El Despertar), cooperativas (MacKay, Selva Oscura, Ramón Freire) y diversos loteos de autoconstrucción. En conjunto, se trata de una zona consolidada, aunque con algún grado de deterioro y requerimientos de recuperación, particularmente en la mantención de sus espacios públicos (vialidad, áreas verdes, alumbrado público, señalética). Pertenecen a este barrio las villas El Despertar, El Vivero, Ramón Freire, 21 de Julio, Nueva Esperanza, Selva Oscura, Louissiana, General Baquedano, MacKay y Los Unidos. Industrial Este barrio es uno de los de mayor antigüedad en la comuna y debe su nombre a la concentración de industrias establecidas en torno al eje de Camino Melipilla desde la década de los 1940 en Maipú, cuando esta vía era corredor obligado del transporte de carga para embarque hacia el puerto de San Antonio. Su conformación tuvo origen en las favorables condiciones económicas, urbanísticas y tributarias que hacia mediados de los 40 se generó en el cordón periférico de la metrópoli santiaguina para el establecimiento de grandes industrias manufactureras y plantas de producción de bienes intermedios, ocupando en aquel entonces terrenos de uso agrícola. Pertenecen a este barrio los sectores de la ex FISA, Santa Adela, Cerro Sombrero, Santa Marta y El Milagro. La Farfana. Antiguo asiento de fundos agrícolas. Hasta fines de los años 1980 La Farfana era conocida por su paisaje rural. Solo con el poblamiento generado con soluciones habitacionales de subsidio tradicional, mayoritariamente durante la década de 1990, se ha generado una zona residencial que hoy cubre aproximadamente el 90 % de la superficie total. Este barrio comprende una porción de su territorio inserta dentro del límite urbano y otra fuera del mismo, en la zona normativamente descrita como área excluida al desarrollo urbano, donde se localizan el tradicional pueblito de La Farfana y el caserío Casas Viejas. En este barrio se ubica la planta de tratamiento de aguas residuales La Farfana, la cual procesa el agua utilizada por la mitad de los habitantes del Gran Santiago. Pertenecen a este barrio las villas Alto Jahuel, Volcán Maipo, Magister, El Molino, La Sinfonía, Parque La Farfana, Manuel Rojas, Barrio Holanda, Los Jardines, Los Canelos, Los Laureles, Los Olivos, Los Pinares, Villa Los Rosales, Los Naranjos, Santa María de Maipú y el Pueblito de La Farfana. Lo Errázuriz. Localizado entre las avenidas Pajaritos, Santa Corina y la ribera norte del Zanjón de la Aguada, este barrio toma su nombre del antiguo fundo Lo Errázuriz, que cubría una extensa superficie del acceso norte a Maipú. Una de las villas más grandes que lo compone, en el centro de su territorio, lleva el mismo nombre. Además se encuentra ubicada la villa La Arboleda de Lo Errázuriz, la cual se encuentra al inicio de este barrio y de la comuna. Limita con las comunas de Estación Central y Cerrillos. Su conformación urbana surgió durante los años 1980, cuando se proyectaron amplios loteos con un gran número de viviendas de un perfil constructivo relativamente homogéneo, ejecutados por inmobiliarias particulares mediante subsidio habitacional tradicional. Se trata, casi en su totalidad, de viviendas unifamiliares, pareadas y de un piso. Excepcionalmente existe un conjunto habitacional de departamentos (Barrio Oriente), situado al límite del barrio, bordeando el canal Ortuzano. Pertenecen a este barrio las villas Lo Errázuriz, La Arboleda I, Andrés Bello, Barrio Oriente, Los Pajaritos I y II, El Descanso, Las Parcelas, Los Naranjos Y Quintalí Longitudinal. Hasta mediados de los años 1980, esta zona era asiento de actividad agrícola. Corresponde a la actual Unidad Vecinal n.º 2 y cuenta con una delimitación física marcada por la vialidad estructurante del Plan Regulador Comunal: al norte limita con la avenida Callejón de los Perros y, por lo tanto, con la comuna de Pudahuel; al oriente, con la avenida Pajaritos; al poniente, con la avenida Américo Vespucio. Se encuentra rodeado por los barrios Lo Errázuriz y La Farfana. Su conformación urbana ha sido progresiva y relativamente reciente, producida mediante el poblamiento experimentado por la comuna desde mediados de los años 1980, a partir de proyectos habitacionales de subsidio tradicional. Pertenecen a este barrio las villas Versalles, El Descanso, Los Claveles I, Los Claveles II, Los Claveles III, Los Claveles IV, San Francisco, Parque El Golf, Condominio Fundadores, Condominio Parque El Descanso, Condominio San Antonio, Las Palmas, La Arboleda VI, Hugo Bravo I, Hugo Bravo II, Los Álamos y Santa Teresa del Rosal. Los Bosquinos. Constituye uno de los territorios de más reciente poblamiento en la comuna. Los conjuntos habitacionales construidos, de subsidio tradicional, no tienen una data superior a los diez años. La excepción la constituye el ex fundo El Bosque, un asentamiento establecido durante el proceso de Reforma Agraria, cuyos residentes cuentan con títulos de dominio. No existen programas de viviendas SERVIU. Dado que es un territorio de reciente urbanización no cuenta con hitos significativos de encuentro comunitario. Carece de equipamiento educacional municipalizado y de salud pública. Pertenecen a este barrio las villas Los Castaños, Portal del Valle, San Clemente, El Olivar, Los Bosquinos I a VII, El Vergel, Casas de la Llavería, Portal del Bosque, Bosques del Sur, Cumbres del Bosque, Alberto Blest Gana, La Capilla y Hernán Díaz Arrieta. Y frente a esta última villa, se encuentra la llamada Ligustrina Monumental, una barrera vegetal que separa la calle René Olivares Becerra con la zona agrícola. Los Héroes. Este barrio debe su nombre al proyecto de loteos residenciales que a partir de la década de los 1980 y durante los 90 llegó a cubrir parte importante de la actual Unidad Vecinal n.º 22. Previo a ello, la zona aún formaba parte de terrenos de uso agrícola. Conforma un conglomerado urbano de perfil residencial homogéneo, conformado mayoritariamente por viviendas de subsidio tradicional, aunque también existen conjuntos habitacionales de viviendas sociales, que corresponden a los blocks de la villa Carlos V (SERVIU) y a las casas de las villas Arturo Prat I y II (PET). Pertenecen a este barrio la Población Insa, las villas Lo Infante, Los Héroes I, Los Héroes II, Carlos V y Arturo Prat. Maipú Centro. Este barrio debe su nombre a la condición histórica de centro urbano que muestra el eje Los Pajaritos y la franja longitudinal en su entorno, que se extiende desde el cerro Primo de Rivera y la ribera sur del Zanjón de la Aguada hasta la avenida 5 de Abril, donde se localiza la Plaza Mayor, principal intersección de la comuna. Por tratarse del núcleo principal de conformación urbana de Maipú, desde la fundación de la villa hacia 1897, y por sus proyecciones urbanísticas al Bicentenario, la avenida Los Pajaritos, fundamentalmente en su ala norte, generó un potente polo de atracción para la inversión inmobiliaria y comercial. Pertenecen a este barrio los sub barrios Primo de Rivera, Loma Blanca y Plaza de Maipú, más la villa Las Terrazas. Pajaritos Sur. La franja adyacente a la avenida Los Pajaritos inauguró la trama urbana de la comuna desde fines del siglo XIX. Por ello, hacia la década de los 1940 y 50, esta zona ya contaba con la estructura predial que permanece hasta hoy. Naturalmente, los cambios urbanos sufridos por la comuna han generado una reconversión en los usos de suelo, que ha pasado desde las antiguas casas patronales y casas quinta, a los actuales establecimientos de comercio y servicios, los cuales se encuentran hasta aproximadamente la calle La Colonia. Más al sur existen restaurantes, pubs, centros médicos, servicios menores y, finalmente, al sur de avenida Portales, exhibe un perfil de tipo residencial. A este barrio pertenecen las villas Ejército Libertador, Obreros Fensa, Prat, Cooperativa Ideal, Santa Carmen, William O'Neil, Pizarreño Norte, Benito Rebolledo, Eduardo Ugarte Edwards, Blest Gana, San José 2, Pajaritos Sur, Pacífico y Lo Infante. Parque Tres Poniente. Este sector había conformado, junto al Barrio Sol Poniente (equivalente a la porción norte y centro-norte de la Unidad Vecinal n.º 36) una unidad territorial para fines de planificación y gestión, por lo tanto, de priorización en el gasto social y en la inversión pública. Se trata de un conglomerado urbano de origen diverso: existen masivas construcciones de viviendas sociales, como es el caso de las villas San Luis (etapas 1, 2 y 3), Santa Carolina y José Manuel Borgoño; y villas de subsidio tradicional unificado (villas Los Chalets de Lo infante, Daniel de la Vega, La Hacienda y Santa Enriqueta). Las villas que componen el barrio se encuentran comunicadas por vías interiores que cruzan transversalmente el parque Tres Poniente y son, desde el norte, las calles José Manuel Borgoño, Las Tinajas, San José, Portales y Campanario. Es un sector en proceso de consolidación urbana, en lo concerniente a espacios públicos suficientes e integrados, pero también en proceso de consolidación de su integración sociocultural, oportunidad que resulta propicio aprovechar en este contexto. Pertenecen a este barrio las villas Chalets de Lo Infante, San Luis I, San Luis II, San Luis III, Santa Carolina, José Manuel Borgoño, Daniel De la Vega, La Hacienda y Santa Enriqueta. Pehuén. Este barrio corresponde a un territorio de reciente poblamiento y toma su nombre de la principal villa que ocupa gran parte del territorio. Hacia mediados de los años 1980 aún era una zona de uso agrícola. Corresponde a porciones de las unidades vecinales n.º 36 y 22 y conforma una unidad socioterritorial esencialmente por el perfil urbano residencial de los conjuntos más recientemente construidos en el sector poniente de Maipú: viviendas unifamiliares, pareadas, de un piso, para sectores medios emergentes. En este barrio existen 2 conjuntos de vivienda social en torno a la calle La Galaxia, que corresponden a los blocks de la villa Bernardo O'Higgins (SERVIU), y a las casas y blocks de la villa Isabel Riquelme (PET). Pertenecen a este barrio las villas Pehuén, El Arrayán, Bernardo O`Higgins, Isabel Riquelme y Las Encinas. Portal del Sol. Este barrio es de reciente conformación, en la zona centro-poniente de la comuna, donde se realizaban actividades agrícolas. Corresponde a la actual porción urbana de la Unidad Vecinal n.º 4. Sus fronteras físicas son bien definidas: el Zanjón de la Aguada, por el norte; la avenida Tres Poniente, por el oriente; Camino Rinconada, por el sur, y el límite comunal urbano por el poniente. Dichas fronteras lo separan de sus barrios vecinos: La Farfana, Barrio Rinconada Rural, Hospital-Campos de Batalla y Sol Poniente. Pertenecen a este barrio las villas El Porvenir, Portal de Maipú, El Sol, Jardines de Santa María, Lomas de Maipú, Rinconada Oriente y Los Araucanos II. Riesco-Central. Este barrio constituye una especie de transición entre la zona propiamente céntrica de la comuna y la zona más característicamente residencial, al interior del casco urbano antiguo de la comuna. Comprende las actuales unidades vecinales 9, 10 y 11, exceptuándose la porción comprendida por el Estadio Municipal Santiago Bueras y la villa Las Terrazas, que fueron incluidas en el vecino barrio Maipú Centro. Conformado en su origen por casas quinta de extensa superficie y posteriores loteos de autoconstrucción o de financiamiento cooperativo, incluye en su territorio diversos conjuntos habitacionales, que se fueron construyendo mayormente a partir de la década de los 1940 y durante los 1960. Durante la década de 1980, este barrio ya se encontraba constituido como conglomerado urbano. Cabe recordar que esta zona también había sido asiento de parcelas hasta mediados de los años 1940. Pertenecen a este barrio las villas Maipú Oriente, Abraham Lincoln, Los Canelos, Pamela, Hawai (Cooperativa Hawai), Italia-Perlak, Lumen, Los Libertadores, Lord Cochrane y Sagrada Familia. Rinconada Rural. Este barrio se encuentra localizado en su totalidad fuera del límite urbano de la comuna, al poniente del río Mapocho y de la Autopista del Sol. Comprende varios villorios y un extenso territorio catalogado como «zona especial», que incluye un área de preservación ecológica (Quebrada de la Plata y cordón montañoso de Lo Aguirre), una zona de macroinfraestructura sanitaria (Relleno Sanitario Santiago Poniente) y áreas de explotación de áridos y recuperación de suelos agrícolas. Dado su emplazamiento en el área excluida al desarrollo urbano, el barrio Rinconada no se encuentra normado por el Plan Regulador Comunal (PRC) sino por el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), el que mantiene formalmente vigente el gravamen de inundabilidad recurrente sobre los poblados de El Maitén, Joaquín Olivares y Rinconada Lo Vial, asunto sobre el que el Municipio ha efectuado las gestiones pertinentes para levantar esta condición y dar paso al programa de vivienda y mejoramiento de entorno contemplado por Chile Barrio en la Rinconada. Santa Ana de Chena. Este barrio corresponde al tradicional sector de parcelas de agrado localizado al sur de Camino a Melipilla y al norte de camino a Lonquén, al nororiente de Ciudad Satélite y al poniente de las villas que bordean la avenida Cuatro Poniente. Colinda al sur oriente con la comuna de San Bernardo. Corresponde a la porción central de la actual unidad vecinal n.º 23 y toma su nombre del antiguo fundo Santa Ana de Chena. Hacia la década de los 1970, el sector de parcelas se encontraba constituido en su porción oriente, tal como se encuentra hoy, registrándose algunas construcciones más recientes hacia la década del 80 en torno a las vías interiores Los Talaveras, Húsares de la Muerte, Michimalongo, Caupolicán, Lautaro y Granaderos de San Martín, producto de parcelaciones. Sol Poniente. Está conformado en su mayoría por conjuntos de viviendas sociales e involucra un conjunto heterogéneo de realidades urbanísticas, sociales y culturales. Su creación como zona urbanizada surgió con la política habitacional del Gobierno, que orientó la oferta habitacional subsidiaria del Estado, mediante viviendas sociales, en terrenos de uso tradicionalmente agrícola en comunas periféricas de la Región Metropolitana. El SERVIU Metropolitano adquirió extensos paños de buena calidad de suelo (tipo III y IV), a buen precio, y proyectó conjuntos habitacionales, con densidades altas y medio-altas, en casas de un piso o dúplex como la villa San Luis (etapas 4 y 5) y en altura como las villas Valle de la Esperanza (etapas 1 y 2), Divina Providencia (etapas 1 y 2), Santa Teresa, Héroes de Iquique (etapas 1 y 2) y Javiera Carrera. Empresas constructoras hicieron otro tanto sobre paños adyacentes a los adquiridos por SERVIU. Pertenecen a este barrio las villas Jardines de Rinconada I, Jardines de Rinconada II, San Carlos, Los Araucanos, Héroes de Iquique I, Héroes de Iquique II, Los Robles I, Los Robles II, San Luis IV, San Luis V, Santa Inés, Los Portales, Divina Providencia, Santa Teresa, Valle de la Esperanza y Javiera Carrera. Templo Votivo. Este barrio toma su nombre del hito histórico-cultural que se emplaza en su territorio y que designa tradicionalmente a este entorno: el Templo Votivo de Maipú, localizado en calle Carmen con Camino Rinconada, el que constituye la puerta de entrada a este sector antiguo y consolidado, que antaño correspondiera al fundo de la familia Infante Larraín. Comprende la actual Unidad Vecinal n.º 16, porción oriente de la 21 (al oriente de la avenida Tres Poniente) y porción poniente de la 20 (al poniente de calle Carmen). El barrio tomó su forma actual a partir de la década de los 1960. A mediados de los 70 y principios de los 80 ya contaba con casi todo su espacio urbanizado. Antiguamente, este territorio constituía parte de un extenso fundo de la familia Infante Larraín. La ocupación de este territorio se realizó mayoritariamente mediante la conformación de numerosas cooperativas de vivienda, lo que, además de producir núcleos vecinales relativamente pequeños, generó una forma de asociatividad local bastante particular de los sectores del casco antiguo de Maipú. A este barrio pertenecen las villas Matucana, Somela, Del Rey, Cordillera, Rapa Nui, Alonso de Ercilla, Los Libertadores, Hijuela La Favorita, Paraíso, Grundig, Altos de San Martín, Maestranza Maipú, Caribe y Pizarreño Sur. |
Donald Trump. |
La fiscalía de Nueva York demanda a Donald Trump y a sus hijos por fraude en el negocio familiar. |
Autor,Bernd Debusmann Jr y Kayla Epstein 21 septiembre 2022 Donald Trump y tres de sus hijos han sido demandados por fraude después de que concluyera una investigación en Nueva York sobre su empresa familiar, la Organización Trump. Se les acusa de haber mentido "por miles de millones" sobre el valor de bienes inmuebles para obtener préstamos y pagar menos impuestos. Los fiscales dicen que la Organización Trump cometió numerosos actos de fraude entre 2011 y 2021. Trump ha desestimado la demanda diciendo que es "otra cacería de brujas". Dos ejecutivos de la Organización Trump, Allen Weisselberg y Jeffrey McConney, fueron acusados junto con el expresidente y sus hijos mayores, Donald Jr, Ivanka y Eric Trump. La demanda ha sido presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien es la abogada más importante del estado, después de llevar a cabo una investigación civil de tres años. Su oficina no tiene la facultad de presentar cargos penales, pero remite las denuncias de irregularidades delictivas a los fiscales federales y al Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés).
Afirmó, también, que el apartamento de Trump en el edificio que lleva su apellido, Trump Tower, que estaba valorado en US$327 millones, es una de las propiedades cuyos valores supuestamente fueron tergiversados. "Ningún apartamento en la ciudad de Nueva York se ha vendido por cerca de esa cantidad", agregó James. "Los delitos financieros de cuello blanco no son delitos sin víctimas", dijo la fiscal general. "Cuando las personas bien conectadas infringen la ley para recibir más dinero del que tienen derecho, se reducen los recursos disponibles para los trabajadores, la gente común, las pequeñas empresas y todos los contribuyentes". La fiscal James pretende recuperar un estimado de US$250 millones que, afirmó, fue el resultado de un fraude y calificó la situación como "el arte del robo".
James le está pidiendo a un tribunal que prohíba al expresidente y sus hijos servir como funcionarios o directores en cualquier empresa de Nueva York. También busca que se le prohíba a la Organización Trump participar en transacciones inmobiliarias allí durante cinco años. El anuncio se produce después de que James, una demócrata que se postula para la reelección en noviembre, rechazara al menos una oferta para resolver la larga investigación civil sobre las prácticas comerciales de la compañía. Reacción de los Trump. En una reacción contra la demanda en su sitio web Truth Social (Verdad Social), Trump calificó a James, que es negra, de racista. "Otra cacería de brujas por parte de una fiscal general racista, Letitia James, que fracasó en su candidatura a gobernadora y no obtuvo casi ningún apoyo del público", escribió. En Twitter, Donald Trump Jr acusó a la fiscal James de "utilizar su oficina como arma para perseguir a sus oponentes políticos". En agosto, Trump se negó a responder preguntas durante una entrevista en la oficina de la fiscal general relacionada con esta investigación civil. James dijo que el expresidente invocó repetidamente su derecho de la Quinta Enmienda a no autoincriminarse, confirmando solo su nombre. La fiscal dijo, también, que Eric Trump hizo lo mismo más de 500 veces en una declaración de 2020. Origen de la demanda. Esta demanda se remonta a Michael Cohen, ex-abogado del expresidente Trump, y su dramático testimonio ante el Congreso en 2019. Cohen describió a Trump como un "estafador" que repetidamente exageró su riqueza en documentos financieros para recibir préstamos favorables de los bancos y cobertura de seguros. Eso llamó la atención de la fiscal Letitia James, quien este miércoles dijo que su investigación comenzó solo después de que Cohen arrojara luz sobre la supuesta mala conducta. El expresidente Trump luchó contra ella en todo momento en los tribunales, pero sus intentos de ignorar sus citaciones y bloquear su investigación por completo no tuvieron éxito. Cuando se sentó para una deposición de cuatro horas, ordenada por la corte, a principios de este año, invocó su derecho de la Quinta Enmienda contra la autoincriminación más de 400 veces. Lo que le espera a Trump. Si bien Trump no puede ir a un juicio penal por estas acusaciones, sí puede hacerlo por vía civil. Tal vez al ver lo que se avecinaba, su equipo legal trató de llegar a un acuerdo, pero fue rechazado. Tiene una larga batalla legal por delante y ahora también debe preocuparse de si esto se convertirá en un proceso penal. Tristan Snell, un abogado y exfiscal que trabajó en otro caso contra la Universidad Trump, le dijo a la BBC que la demanda podría tardar un año en llegar a juicio. Pero el potencial de tal juicio podría restringir severamente la capacidad de Trump para hacer negocios en Nueva York y beneficiarse de sus importantes propiedades inmobiliarias en esa ciudad. Podría desencadenar una serie de consecuencias financieras que le dificultarían reunir capital y mantener el crédito, dijo Snell. "Definitivamente podría ser la ruina para él", concluyó. La demanda es uno de varios problemas legales que enfrenta el expresidente. El 8 de agosto, el FBI ejecutó una orden de registro en su casa en Mar-a-Lago, en Florida, como parte de una investigación sobre su manejo de registros clasificados. También está siendo investigado en Georgia con relación a sus esfuerzos para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. Trump ha negado haber actuado mal en esas investigaciones. |
Qué significa la sentencia de fraude civil para las finanzas de Trump y su imperio. La decisión del juez Arthur Engoron podría infligir un castigo inmediato a las finanzas del expresidente y su influencia sobre la Organización Trump. Jonah E. BromwichBen Protess Por Jonah E. Bromwich y Ben Protess 17 de febrero de 2024 Donald Trump perdió el viernes su juicio por fraude civil. Un juez lo declaró responsable de violar las leyes estatales de Nueva York y le ordenó pagar casi 355 millones de dólares más intereses. En total, se espera que Trump tenga que pagar más de 450 millones de dólares. El juez, Arthur F. Engoron, no se detuvo ahí. Junto con otras penalizaciones, también le prohibió al expresidente dirigir cualquier empresa en el estado, incluidas partes de la empresa familiar de Trump, durante tres años. Al hacerlo, accedió a las peticiones de la fiscal general de Nueva York, quien presentó la demanda, acusando a Trump de violar las leyes estatales al inflar su patrimonio neto en los documentos presentados a los prestamistas. Trump apelará, y el caso podría tardar meses, incluso años, en resolverse. Pero la decisión del juez Engoron podría infligir un castigo inmediato, amenazando las finanzas del expresidente y su influencia sobre la empresa de la familia Trump, conocida como la Organización Trump. La amenaza no es existencial —el juez no disolvió la empresa, y Trump no corre riesgo de bancarrota—, pero la decisión le asesta un duro golpe financiero, además de un daño simbólico a su imagen de multimillonario. La fiscala general, Letitia James, dijo en una rueda de prensa el viernes por la noche que “cuando los poderosos infringen la ley y se llevan más de lo que les corresponde, hay menos recursos disponibles para los trabajadores, las pequeñas empresas y las familias”. Y añadió: “En este país no puede haber normas diferentes para personas diferentes, y los expresidentes no son una excepción”. Esto es lo que sabemos sobre cómo afecta la sentencia a Trump y a su imperio: ¿Cómo pagará los 450 millones de dólares? Trump tiene 30 días para reunir el dinero o asegurar una fianza. Una empresa que proporcione una fianza le garantizará al estado de Nueva York que Trump tiene el dinero para pagar las sentencias. La fianza impedirá que las autoridades cobren mientras se resuelven sus apelaciones. Sin embargo, Trump debe encontrar una empresa dispuesta a suscribir la fianza, en un momento en el que se enfrenta a una amplia gama de problemas legales, incluida una sentencia separada de 83,3 millones de dólares en un reciente caso de difamación. Una compañía de fianzas cobrará una prima y podría exigir que Trump comprometa dinero y otros activos líquidos como garantía. En los últimos años, Trump ha acumulado una gran cantidad de dinero, pero el fallo del juez lo pone en peligro. Entre la sentencia del caso de difamación y los 450 millones de dólares que debe tras la sentencia del juez Engoron, Trump podría resultar afectado en sus finanzas. Eso no significa que vaya a quedarse sin dinero. Podría vender una de sus propiedades o buscar una nueva hipoteca para conseguir efectivo. ¿Cómo calculó el juez la sanción? James demandó a Trump amparándose en una poderosa ley que le permite recuperar fondos que, afirmó, se obtuvieron mediante fraude. En los documentos judiciales, James citó a uno de sus peritos expertos del juicio, quien calculó esa cantidad en unos 370 millones de dólares, más intereses. Argumentó que Trump y los demás acusados no habían dado una respuesta específica a los cálculos del experto. El juez estuvo de acuerdo y penalizó a Trump por su ganancia en la reciente venta de dos propiedades, así como por los intereses que se ahorró al recibir préstamos favorables. ¿Cuál es el efecto inmediato en la Organización Trump? Los negocios de Trump podrían tambalearse. El juez prohibió a Trump ejercer como funcionario o director de una empresa neoyorquina durante 3 años, y a sus hijos adultos durante 2. Uno de ellos, Eric Trump, es el director ejecutivo de facto de la Organización Trump, y la sentencia sitúa el liderazg0 de la empresa en territorio incierto. El juez Engoron también prohibió a Trump y a su empresa solicitar préstamos a bancos registrados en Nueva York durante tres años. Además, reforzó los poderes de Barbara Jones, una supervisora independiente a la que ha asignado la vigilancia de la Organización Trump, prorrogando su nombramiento por tres años con nuevas atribuciones. Jones ha sido una piedra en el zapato para la empresa y los abogados de Trump han arremetido contra ella, afirmando que su trabajo ya les ha costado más de 2,5 millones de dólares. El juez le solicitó a Jones que nombrara a un director independiente de cumplimiento como sus ojos y oídos, que le informe desde dentro de las filas de la empresa.
¿Qué sucedió con los hijos de Trump? Durante los alegatos finales del mes pasado, el juez Engoron hizo un comentario que sugería que podría perdonar a los hijos adultos de Trump. “¿Qué pruebas tienes —y no las he visto— de que supieran que hubo fraude?”, preguntó el juez en aquel momento. Al parecer, en algún momento de las últimas semanas las vio. El viernes determinó que habían violado varias leyes al conspirar para sobrevalorar sus activos. Escribió en su sentencia que había “pruebas suficientes” de que Donald Trump Jr. y Eric Trump habían falsificado intencionalmente registros comerciales, y señaló que Eric Trump le había proporcionado conscientemente al antiguo controlador financiero de la empresa “valoraciones falsas e infladas” de una propiedad. Cada uno tendrá que pagar unos 4 millones de dólares. ¿Cuál es el siguiente paso? Por muy severa que haya sido la sentencia del juez del viernes, solo fue un preludio. El jueves, un juez programó el primero de los juicios penales de Trump para el 25 de marzo. La fiscalía de distrito de Manhattan ha acusado a Trump de 34 delitos graves en el encubrimiento de un escándalo sexual que podría haber perjudicado sus posibilidades en las elecciones presidenciales de 2016. De ser declarado culpable, el expresidente podría ser condenado a hasta cuatro años de prisión. Y como el caso fue presentado por fiscales estatales, Trump no podría indultarse a sí mismo si fuera reelegido Claire Fahy colaboró con reportería. Jonah E. Bromwich cubre justicia penal en Nueva York, con énfasis en la oficina de la fiscalía de distrito de Manhattan, las cortes penales estatales en Manhattan y las cárceles de la ciudad de Nueva York. Más de Jonah E. Bromwich Ben Protess es un periodista de investigación del Times y escribe sobre corrupción pública. Ha estado cubriendo las diversas investigaciones criminales contra el expresidente Trump y sus aliados. Más de Ben Protess |
Arthur F. Engoron ( nacido en 1948 o 1949 ) es un juez estadounidense que presta servicios en la Corte Suprema de Manhattan desde 2013. Presidió la investigación civil de Nueva York sobre la Organización Trump en 2024. Engoron nació en Queens, ciudad de Nueva York. Él y su familia luego se mudaron a East Williston, Nueva York. Engoron escribió para el periódico estudiantil en The Wheatley School en Old Westbury , y se graduó en 1967. A fines de la década de 1960, Engoron condujo un taxi amarillo durante un año mientras completaba sus estudios universitarios. Recibió su bachelor's degree de la Universidad de Columbia en 1972. Pasó cuatro años como baterista antes de inscribirse en New York University School of Law, y recibió su Juris Doctor en 1979. En un fallo judicial, Engoron reveló que había participado en "enormes y a veces bulliciosas protestas contra la guerra de Vietnam ". Engoron comenzó su carrera legal en Olwine, Connelly, Chase, O'Donnell & Weyher, una firma ahora extinta en la ciudad de Nueva York. Luego trabajó para la oficina de la ciudad de Nueva York de Pryor Cashman de 1981 a 1983, y dejó la oficina para dedicarse a la música. Pasó siete años enseñando piano y batería. En 1991, se convirtió en asistente legal de Martin Schoenfeld, un juez de derecho administrativo de la Administración del Seguro Social. En 2002, Engoron fue elegido juez del Tribunal Civil de la Ciudad de Nueva York En 2013, fue nombrado juez interino del Tribunal Supremo de Manhattan. Se postuló sin oposición para un puesto permanente en ese tribunal en 2015. El 11 de enero de 2024 fue el último día del juicio de Nueva York contra Trump. Antes de que comenzara la audiencia ese día, la policía del condado de Nassau anunció que habían respondido a un incidente de seguridad en la residencia de Engoron a las 5.30 a. m. The Guardian informó que Engoron y su personal han sido blancos frecuentes de críticas vitriólicas de Donald Trump a lo largo del caso, y que la oficina del juez ha sido bombardeada con amenazas de muerte. El 16 de febrero, Engoron impuso una multa de 355 millones de dólares a Trump por fraude civil. Decidió que Trump no puede dirigir una empresa en el estado de Nueva York durante tres años. Sin embargo, Engoron no ordenó la disolución de la empresa de Trump. La Comisión de Conducta Judicial del Estado de Nueva York inició una investigación sobre Engoron después de que un abogado externo supuestamente habló con Engoron sobre la ley de fraude pertinente en el caso tres semanas antes del veredicto de Engoron. Engoron negó cualquier irregularidad y dijo que no se había dejado influenciar en su toma de decisiones. Engoron es un fanático de las referencias a la cultura pop y las usa con frecuencia en sus decisiones. Ha redactado y presentado un guión para un drama romántico histórico sobre sobrevivientes del Holocausto. Es demócrata. Engoron se ha casado tres veces y tiene cuatro hijos. |
Nueva York Tribunal de apelaciones podría modificar la “preocupante” sanción por fraude civil de Trump. Algunos jueces de un tribunal de apelaciones de Nueva York se muestran receptivos a la posibilidad de revertir o reducir la sentencia. Por The Associated Press Publicado el 26 de septiembre del 2024 NUEVA YORK -- Algunos jueces de un tribunal de apelaciones de Nueva York se mostraron receptivos el jueves a la posibilidad de revertir o reducir una sentencia por fraude civil que podría costarle a Donald Trump casi $500 millones. Un juez calificó la sanción del expresidente de “preocupante” y se preguntó si la vigilancia estatal de las transacciones comerciales privadas equivalía a “disuasión” o “expansión de la misión”. Un panel de cinco jueces en el tribunal de apelaciones intermedio del estado en Manhattan interrogó a los abogados que representan a Trump y a la oficina del fiscal general de Nueva York durante los argumentos orales en la lucha del candidato presidencial republicano para lograr que se revoque el veredicto del 16 de febrero. En ocasiones, los jueces también parecieron dudar del lado de Trump. A menudo, los jueces de los tribunales de apelaciones hacen preguntas directas a ambas partes para probar sus argumentos. Trump está pidiendo a la corte que revoque el fallo del juez Arthur Engoron de que él mintió durante años sobre su riqueza en la documentación entregada a bancos, aseguradoras y otros para hacer tratos y obtener préstamos. El veredicto afectó directamente a la imagen de Trump, un hombre rico y empresario. Trump no asistió a la audiencia. En el pasado, ha denunciado el resultado de la demanda como una “interferencia electoral” y ha acusado a Engoron de castigarlo por “haber construido una empresa perfecta”. La División de Apelaciones suele dictar sentencia aproximadamente un mes después de los argumentos, lo que significa que podría tomar una decisión antes del día de las elecciones. El tribunal podría confirmar el veredicto del juicio, reducir o modificar la pena o revocar por completo el veredicto de Engoron. La mayoría de los cinco jueces de apelación de la audiencia del jueves deben estar de acuerdo para que se modifique la sentencia. El abogado de Trump, D. John Sauer, argumentó que la demanda presentada por la fiscal general demócrata Letitia James, forzaba las leyes de protección al consumidor del estado, insinuando al gobierno en transacciones en las que no había “víctimas” ni “quejas”. Los prestamistas, aseguradores y otros con los que Trump hizo negocios eran “contrapartes sofisticadas” que realizaron su propia diligencia debida en lugar de confiar únicamente en los estados financieros anuales que él proporcionó, documentos que Engoron dictaminó que inflaban enormemente su patrimonio neto. El caso, dijo Sauer, “implica una clara violación del estatuto de limitaciones” con algunas transacciones que datan de hace más de una década. Si se permite que se mantenga el veredicto, argumentó, “la gente no puede hacer negocios en el sector inmobiliario” sin temer que se enfrentarán a un escrutinio similar. La procuradora general adjunta del estado, Judith Vale, respondió que “absolutamente hubo un impacto público y un interés público aquí”, señalando que los prestamistas de Trump, incluido el Deutsche Bank, incurrieron en un riesgo indebido basado en sus supuestas tergiversaciones. Pero el juez Peter H. Moulton cuestionó si la oficina de James estaba participando en una “expansión de la misión” y si la ley bajo la que demandó a Trump se había “transformado en algo que no estaba destinado a hacer”. Más tarde, Moulton cuestionó a Vale sobre el fuerte castigo de Engoron, observando que “la inmensa pena en este caso es preocupante”. Vale explicó que, según la ley, el juez tenía permitido quitarle a Trump lo que hubiera ganado con las transacciones basadas en sus inflados estados financieros. Eso incluye las ganancias por las ventas de propiedades como su hotel en Washington, D.C. y los ahorros que obtuvo de las tasas de interés más bajas de los préstamos. “Ese es un beneficio enorme que obtuvieron de la mala conducta, y no es una excusa para decir, ‘bueno, nuestro fraude fue realmente exitoso, así que deberíamos obtener algo del dinero’”, argumentó Vale. El Estado argumenta que hay amplia evidencia para respaldar el veredicto y que la apelación de Trump se basa en argumentos legales sin fundamento, muchos de los cuales Engoron y la División de Apelaciones han rechazado anteriormente. Sauer anteriormente defendió el caso exitoso de inmunidad presidencial de Trump ante la Corte Suprema de los Estados Unidos. En un fallo dictado tras un juicio de dos meses y medio, Engoron determinó que Trump había inflado su patrimonio neto en varios miles de millones de dólares en sus estados financieros anuales al sobrevalorar activos como sus campos de golf y hoteles, su finca de Mar-a-Lago en Florida y su ático en la Torre Trump en Manhattan. Trump y sus coacusados también están impugnando la decisión de Engoron de dictaminar, incluso antes de que comenzara el testimonio, que el estado había demostrado que Trump había inflado fraudulentamente sus estados financieros. El juez ordenó a Trump y a los otros acusados pagar $363.9 millonesen multas, una suma que ahora ha aumentado con los intereses a más de $489 millones. Trump pagó una fianza de $175 millones en abril para detener el cobro de la sentencia y evitar que el estado se apodere de sus activos mientras apela. La fianza garantiza el pago si se confirma la sentencia. Si Trump gana, recuperará el dinero. Si a alguna de las partes no le gusta el resultado, puede pedirle al tribunal más alto del estado, el Tribunal de Apelaciones, que considere tomar el caso. Trump ha prometido luchar contra el veredicto “hasta la Corte Suprema de Estados Unidos si es necesario”. |
Penny Dreadful es una serie de televisión británica-estadounidense de terror gótico, creada y escrita por John Logan, producida por Sam Mendes. La ficción está ambientada en el Londres victoriano de finales del siglo XIX y los orígenes de personajes como el doctor Frankenstein, Dorian Gray o Drácula. El título de la serie hace referencia a un tipo de publicación de ficción terrorífica, que se vendía en Inglaterra durante el siglo XIX: eran historias que se distribuían por fascículos al precio de un penique. Por esto también se conocían a estos libretos como «los horrores de penique» (penny dreadfuls) Sinopsis En el Londres victoriano, la vidente Vanessa Ives (Eva Green) y el explorador Sir Malcolm Murray (Timothy Dalton) contratan al pistolero estadounidense Ethan Chandler (Josh Hartnett), que resulta guardar un peligroso secreto, al doctor Victor Frankenstein (Harry Treadaway) y al experto Profesor Van Helsing (David Warner), para encontrar a Mina Murray (Olivia Llewellyn), la hija de Sir Malcolm y mejor amiga de Vanessa. Lo que no imaginan es que, para dar con ella, tendrán que descifrar un misterio aterrador, el cual los conducirá a una oscura y oculta verdad en la cual, la principal protagonista será Vanessa Ives. En su camino también se cruzarán con Caliban alias John Clark (Rory Kinnear), el monstruo creado por el doctor Frankenstein, una criatura torturada y salvaje que encuentra sosiego para su espíritu entre las tramoyas del teatro, Dorian Gray (Reeve Carney), un hedonista joven que intentará seducir a Vanessa, y Brona Croft (Billie Piper), una prostituta irlandesa gravemente enferma que logra despertar el interés de Ethan. La confrontación final con el amo secreto de Mina concluirá con Sir Malcolm teniendo que decidir si dispara a su hija para evitar que Vanessa sea ofrecida como novia a Drácula. La segunda temporada de la serie se centra en la confrontación con un aquelarre de brujas seguidoras del diablo compuesto por Evelyn Poole alias Madame Kali (Helen McCrory) y sus hijas, con cuyos poderes quieren atraer a Vanessa Ives y consagrarla al diablo. Conoceremos más sobre el pasado de Vanessa y su enemistad con la intrigante líder del aquelarre, así como el poder oculto del secreto de Ethan. Al mismo tiempo, el doctor Frankenstein ha sido obligado por Caliban a crearle una novia, utilizando para ello el cadáver de Brona Croft, que había tenido una relación romántica con Ethan Chandler; renacida como Lily Frankenstein, el doctor le dice que es su prima, que ha perdido la memoria y está prometida con John Clark. Sin embargo Lily aparente ingenua resultar ser inquietantemente seductora con el doctor, para luego mostrar su atracción por Dorian Gray, a la vez que una oscuridad en su interior comienza a emerger. Tras un intento de rescate con fatales consecuencias, Vanessa ser tentada por el diablo, quien le promete una vida normal sin sufrimiento al lado de Ethan si le da su alma, Vanessa recita las palabras del Verbis Diablo, la poderosa lengua del demonio, con la que es capaz de afrontar la prueba y destruir la cábala de Evelyn Poole. En la tercera temporada el grupo se ha disuelto, Vanessa se encuentra profundamente deprimida por la marcha de Ethan, quien ha decidido aceptar su responsabilidad en las matanzas, y que es conducido en contra de su voluntad de vuelta a los Estados Unidos, aunque su padre tiene algo distinto en mente, pero la presencia de la única superviviente del aquelarre Hécate puede cambiar su destino. Mientras Sir Malcolm que se encuentra en África es rescatado por un misterioso indígena norteamericano que lo convence de rescatar a Ethan. Por otro lado en Londres, el doctor Frankenstein está desesperado por purgar sus errores con sus creaciones, y recurre a un brillante excompañero de estudios universitarios el doctor Jekyll, quien le propone que en vez de acabar con Lily, deberían cambiar su carácter con ayuda de su investigación. Caliban, que se había autoexiliado al Polo Norte, comienza a recobrar recuerdos de su vida anterior y descubre que tuvo una familia, así que decide regresar a Londres. |
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