Luis Alberto Bustamante Robin; José Guillermo González Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdés; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Álvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Verónica Barrientos Meléndez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andrés Oyarce Reyes; Franco González Fortunatti;
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Patricio de Azcárate Argumento de Fedro.- |
Según una tradición, que no tenemos necesidad de discutir, el Fedro es obra de la juventud de Platón. En este diálogo hay, en efecto, todo el vigor impetuoso de un pensamiento que necesita salir fuera, y un aire de juventud que nos revela la primera expansión del genio. Platón viste con colores mágicos todas las ideas que afectan a su juvenil inteligencia, todas las teorías de sus maestros, todas las concepciones del cerebro prodigioso que producirá un día la República y Las Leyes. Tradiciones orientales, ironía socrática, intuición pitagórica, especulaciones de Anaxágoras, protestas enérgicas contra la enseñanza, de los sofistas y de los rectores, que negaban la verdad inmortal y despojaban al hombre de la ciencia de lo absoluto; todo esto se mezcla sin confusión en esta obra, donde el razonamiento y la fantasía aparecen reconciliados, y donde encontramos en germen todos los principios de la filosofía platoniana. Esta embriaguez del joven sabio, este arrobamiento que da a conocer la verdad entrevista por primera vez, el autor del Fedro la llama justamente un delirio enviado por los dioses; pero estos dioses que invoca no son las divinidades de Atenas, buenas a lo más para inspirar al artista o al poeta; es Pan, la vieja divinidad pelásgica; son las ninfas de los arroyos y de las montañas; es el espíritu mismo de la naturaleza, revelando al alma atenta y recogida los secretos del universo. ¿Cuál es el objeto del diálogo? Nos parece imposible reducir a la unidad una obra tan compleja. Lo propio del [258] genio de Platón es abordar a la vez las cuestiones más diversas, y a la vez resolverlas; como lo propio del genio de Aristóteles es distinguir todas las partes de la ciencia humana, que Platón había confundido. Un tratado de Aristóteles presenta un orden riguroso, porque el objeto, por vasto que sea, es siempre único. Un diálogo de Platón abraza, en su multiplicidad, la psicología y la ontología, la ciencia de lo bello y la ciencia del bien. En el Fedro pueden distinguirse dos partes: en la primera, Sócrates inicia a su joven amigo en los misterios de la eterna belleza; le invita a contemplar con él, aquellas ciencias, cuya vista llena nuestras almas de una celestial beatitud, cuando, aladas y puras de toda mancha terrestre, se lanzan castamente al cielo en pos de Júpiter y de los demás dioses; le enseña a despreciar esos placeres groseros que le harían andar errante durante mil años por tierras de proscripción; le enseña igualmente a alimentar su inteligencia con lo verdadero, lo bello y lo bueno, para merecer un día tomar sus alas y volar de nuevo a la patria de las almas; le dice, en fin, que si el amor de los sentidos nos rebaja al nivel de las bestias, la pura unión de las inteligencias, el amor verdaderamente filosófico, por la contemplación de las bellezas imperfectas de este mundo, despierta en nosotros el recuerdo de la esencia misma de la belleza, que irradiaba en otro tiempo a nuestros ojos en los espacios infinitos, y que, purificándonos, abrevia el tiempo que debemos pasar en los lugares de prueba. En la segunda parte intenta sentar los verdaderos principios del arte de la palabra, que los Tisias y los Gorgias habían convertido en arte de embuste y en instrumento de codicia y de dominación. A la retórica siciliana, que enseña a sus discípulos a corromperse, a engañar a la multitud, a dar a la injusticia las apariencias del derecho, y a preferir lo probable a lo verdadero, Platón opone la [259] dialéctica, que, por medio de la definición y la división, penetra desde luego en la naturaleza de las cosas, proponiéndose mirar como objeto de sus esfuerzos, no la opinión con que se contenta el vulgo, sino la ciencia absoluta, en la que descansa el alma del filósofo. Sin embargo, existe un lazo entre estas dos partes del diálogo. El discurso de Lisias contra el amor y los dos discursos de Sócrates son como la materia del examen reflexivo sobre la falsa y la verdadera retórica, que llena toda la secunda parte. Nada hay que decir sobre el arte con que Platón hace hablar a sus personajes, sin que en el conjunto de su obra se desmienta jamás, ni una sola vez, su carácter. Los tipos de los diálogos son tan vivos como los de las tragedias de Sófocles y Eurípides. Nada hay más verdadero que el carácter de Fedro: de este joven, tan apasionado por los discursos, tan amante de todos los bellos conocimientos, tan pronto a ofenderse de las burlas de Sócrates contra su amigo Lisias, y, sin embargo, tan respetuoso para con la sabiduría de su venerado maestro. Nada más encantador que la curiosidad inocente con que pregunta a Sócrates si cree en el robo de la ninfa Oritia; o la franqueza generosa que le hace reconocer la vanidad de su curiosidad y confesar su ignorancia, sus preocupaciones y sus errores. Esta conversación, en que Sócrates pasa alternativamente de las sutilezas de la dialéctica a los trasportes de la oda, se prolonga durante todo un día de verano; los dos amigos reposan muellemente acostados en la espesura de la hierba, a la sombra de un plátano, y sumergidos sus pies en las aguas del Illiso; el cielo puro del Ática irradia sobre sus cabezas; las cigarras, amantes de las musas, los entretienen con sus cantos; y las ninfas, hijas de Aquelóo, prestan su atención, embelesadas con las palabras de aquel que posee a la vez el amor de la ciencia y la ciencia del amor. {Obras completas de Platón, por Patricio de Azcárate, tomo segundo, Madrid 1871, páginas 257-259.} |
ANEXO |
La obra Fedro (Φαίδρος) es un diálogo platónico escrito por Platón de fecha posterior a La República, y que presenta muchas afinidades temáticas con el diálogo llamado El banquete, ya que son diálogos sobre el amor, el sexo y la contemplación erótica. Es de la penúltima fase de la obra de Platón y fue escrito alrededor del año 370 a. C. Ambas son obras clásicas tanto en filosofía como en literatura. Tratan el asunto desde un punto de vista que hace que sean complementarias y totalizan el pensamiento platónico. Fedro abarca el tema del amor, que en la primera mitad del diálogo abarca el tema de la retórica, la muerte, la naturaleza, el destino de las almas y la Belleza; y en la segunda mitad la ética y la comunicación. Estructura de la obra. El diálogo habla del valor de la retórica en conexión con la filosofía. También del tema del amor. Se lo considera uno de los más bellos y poéticos en la producción de Platón, especialmente sus descripciones del enamoramiento. Además habla de la escritura y su relación con la memoria. El diálogo comienza con el discurso de Lisias que nos habla acerca del enamoramiento. A esto Sócrates refuta diciendo que hablar del enamoramiento o el amor en sentido negativo va en contra de los dioses; ya que, el amor es una divinidad (Afrodita y Eros) y si es una divinidad no puede ser malo sino bueno. El primer discurso de Sócrates, en el que se habla de las formas del deseo, se divide en dos: A) El deseo como sensatez. B) El deseo como desenfreno.- Este a la vez se explica con el desenfreno que se tiene por la comida, bebida y el cuerpo. Este último es un empuje hacia el amor que entra por los sentidos para llevar al mundo cognoscible y así poder observar la verdad. El segundo discurso de Sócrates nos habla acerca de la locura y las subdivide en dos: A) La locura como enfermedad humana. B) La locura como inspiración divina.- La locura como inspiración divina es subdivida en 4:
Estas subdivisiones y en especial la última demuestran el deseo de explicar cómo el alma en sí, también, al ser algo divino, tiene un destino. En este discurso también se puede diferenciar la asociación del alma tripartita que hace Platón. El alma es representada por una alegoría en el que se relaciona el auriga y los dos caballos que tiran de ella; además, el alma es alada. También advierte en este discurso que los destinos del alma son en total nueve de acuerdo a la cantidad de verdad que haya visto el alma alada en su viaje siguiendo a los dioses. Estas son:
Estos son los nueve destinos en que el alma puede caer después de despistarse del camino de los dioses. Este despiste se debe a la diferencia que existen entre los caballos y el auriga del alma y el de los dioses. El alma es alada y al caer del camino pierde esas alas. Al llevar una vida filosófica durante tres vidas, esto hará que el alma vuelva a ser alada y no se quede en la tierra por el periodo de 10 000 años que es el tiempo en el que tarda en salir nuevamente las alas. En el transcurrir del diálogo se habla también de la retórica y se busca su definición. Esta a la vez es comparada con los supuestos maestros de la época en retórica como Gorgias, Lisias, y algunos sofistas. También, se hace alusión a Pericles que aprendió por Anaxágoras la naturaleza de las cosas. Según el Sócrates platónico esto es fundamental porque Pericles desarrolló su retórica a partir de un conocimiento de lo universal aunque no tomara buenas decisiones a juicio de Sócrates, era perdonado por ejercer la retórica con fines naturales. Finalmente, habla sobre la escritura a esto nos tenemos que remontar al mito de Thamus y Theuth quienes eran el rey de Egipto y una divinidad, conocedor de un gran número de artes pero sobre todo de las letras, respectivamente. El mito da a entender que el rey de Egipto reclama a Theuth que la escritura no es la verdadera sabiduría del hombre sino más bien el recuerdo que uno tiene a través de la palabra (anamnesis). Alegoría del carro alado En este diálogo, se utiliza la Alegoría del carro alado en el que Platón explica su visión del alma humana. En el diálogo, el personaje Sócrates se vale de la alegoría para plantear el mérito del Amor como locura divina. |
Alegoría del carro alado. |
Roy Cohn y Donald Trump. |
‘He Brutalized For You’ How Joseph McCarthy henchman Roy Cohn became Donald Trump’s mentor. By MICHAEL KRUSE April 08, 2016 |
El periodista del Washington Post no le preguntó a Donald Trump sobre las armas nucleares, pero de todas formas quería hablar de ellas. “Algunas personas tienen la capacidad de negociar”, dijo Trump, refiriéndose a la Unión Soviética. “O la tienes o no la tienes”. No le intimida la complejidad del tema: “Se necesitaría una hora y media para aprender todo lo que hay que saber sobre misiles”, dijo. Era el otoño de 1984, la Torre Trump era nueva y se trataba de un territorio inusual para el empresario inmobiliario de 38 años. Faltaban tres años para su primer flirteo semiserio con la política presidencial, más de 30 años antes del comienzo de su campaña actual, pero la idea de plantear el tema, según dijo, se le ocurrió a su abogado, su buen amigo y su asesor más cercano, Roy Cohn. Ese Roy Cohn. Roy Cohn, el sicario legal que acechaba al senador Joe McCarthy, cuyo reinado de intimidación televisada en los años 50 se ha convertido en sinónimo de demagogia, alarmismo y difamación. En los años de formación de la carrera de Donald Trump, cuando pasó de ser un niño rico que trabajaba para su padre, un empresario inmobiliario, a un negociador de primera línea por derecho propio, Cohn fue una de las influencias más poderosas y contactos útiles en la vida de Trump. Durante un período de 13 años, que terminó poco antes de la muerte de Cohn en 1986, Cohn aplicó su estilo de decir lo que quisiera y ganar a cualquier precio a todos los acuerdos comerciales y legales más notables de Trump. Las entrevistas con personas que conocían a ambos hombres en ese momento dicen que la relación era más profunda que eso: que la filosofía de Cohn moldeó la visión del mundo del magnate inmobiliario y la personalidad pública beligerante visible en la campaña presidencial de Trump. "Algo que tenía Cohn le gustaba a Donald", dijo esta semana Susan Bell, secretaria de Cohn durante mucho tiempo, cuando le pregunté sobre la relación entre su antiguo jefe y Trump. En los años 70, cuando Trump buscaba establecer su reputación en Manhattan, Cohn padre ya se había rehecho mucho antes como el máximo abogado de poder de Nueva York, cuya clientela incluía a políticos, financieros y jefes de la mafia. Cohn diseñó la respuesta combativa a la demanda del Departamento de Justicia que alegaba discriminación racial en las numerosas propiedades de alquiler de los Trump en Brooklyn y Queens. Fue el mediador de las gigantescas reducciones de impuestos y de las obras de hormigón vinculadas a la mafia que llevaron a la realización de los proyectos del hotel Grand Hyatt y de la Torre Trump. Redactó el despiadado acuerdo prenupcial antes del primero de sus tres matrimonios y presentó la demanda antimonopolio que generó titulares contra la Liga Nacional de Fútbol Americano. A todos estos acuerdos, Cohn aportó sus conexiones políticas, su postura pública y un simple credo: atacar siempre, nunca disculparse.
Era una lista larga y formidable que incluía a los ejecutivos de los imperios mediáticos, al arzobispo de Nueva York y al capo de la mafia Fat Tony Salerno, y allí también, cerca del tope, estaba el incipiente y ambicioso Donald John Trump. “Consideraba a Cohn como un mentor”, dijo en una entrevista reciente Mike Gentile, el fiscal principal que logró que Cohn fuera inhabilitado por fraude y engaño poco antes de morir. Las personas que conocieron a Cohn y conocen a Trump —personas que han observado y estudiado a ambos hombres— dicen que ven en Trump hoy signos inequívocos de la influencia duradera de Cohn: la beligerancia franca, el desprecio manifiesto por las sutilezas y las convenciones, la manipulación de los medios impregnada de una creencia permanente en la poderosa moneda de cambio de la celebridad. Trump no respondió a una solicitud de Politico para hablar sobre Cohn. Sin embargo, en el pasado, cuando habló sobre Cohn, Trump fue claro sobre por qué colaboró con él y lo admiró.
Un año después, presionado por un periodista de la revista New York para que justificara su asociación con Cohn, fue típicamente franco: “Todo lo que puedo decirles es que ha sido cruel con otros al protegerme”. En una entrevista en 2005, Trump explicó: “Roy era brutal, pero era un tipo muy leal. Él brutalizaba por ti”. Al final, Trump aplicó parte de ese cálculo frío contra su maestro, cortando sus vínculos profesionales con Cohn cuando se enteró de que su abogado estaba muriendo de SIDA. *** Cohn y Trump, según Trump, se conocieron en 1973 en Le Club, un lugar de reunión exclusivo para miembros del East Side, gente de la escena social y aquellos que no lo eran pero querían serlo. Para entonces, Cohn ya llevaba 20 años en el ojo público. Como asesor principal de McCarthy, dirigió investigaciones secretas de personas dentro y fuera del gobierno federal de las que él y McCarthy sospechaban que tenían simpatías comunistas, homosexualidad o espionaje. A lo largo de varios años, la cruzada de McCarthy destruyó docenas de carreras antes de que una audiencia final televisada de 36 días sacara a la luz sus acusaciones y las de Cohn, a menudo sin fundamento, lo que llevó a la censura de McCarthy en el Senado. Cohn, deshonrado por asociación, se retiró a su Nueva York natal. Allí, durante los años 60 y 70, Cohn adoptó un estilo de vida descaradamente ostentoso. Tenía un Rolls-Royce con sus iniciales en una placa personalizada y un yate llamado Defiance . Era un nexo singular del poder neoyorquino, traficaba con influencias y se deleitaba con los chismes. Colgaba en las paredes de la casa de la calle 68 Este, que también era la oficina de su bufete de abogados, fotografías de sí mismo con políticos, artistas y otros nombres famosos. Era una maraña de contradicciones, un antisemita judío y un homófobo homosexual, vehementemente encerrado en el armario pero insaciablemente promiscuo. En 1964, 1969 y 1971, había sido juzgado y absuelto de los cargos federales de conspiración, soborno y fraude, lo que le daba, al menos a los ojos de cierta gente, un aura de dureza probada en batalla, la percepción de invencibilidad. «Si puedes conseguir a Maquiavelo como abogado», escribiría en La autobiografía de Roy Cohn , «seguramente no eres un cliente tonto». Trump tenía 27 años. Acababa de mudarse a Manhattan, pero todavía conducía de regreso a las oficinas de la empresa de su padre en Brooklyn para trabajar. No había comprado nada. No había construido nada. Pero había insistido a los propietarios de Le Club para que lo dejaran unirse, precisamente para conocer a hombres mayores, conectados y con poder como Cohn. Sabía quién era. Y ahora quería hablar. A él y a su padre los había acusado recientemente el Departamento de Justicia de no alquilarles la casa a personas negras por discriminación racial. Los abogados los habían instado a llegar a un acuerdo, pero Trump no quería hacerlo. Interrogó a Cohn en Le Club. ¿Qué deberían hacer? “Se convirtió en el mentor de Donald, su asesor constante en todos los aspectos importantes de su vida empresarial y personal”. “Dígales que se vayan al infierno”, le dijo Cohn a Trump, según el relato de Trump en su libro The Art of the Deal , “y luche contra el asunto en los tribunales”. Ese diciembre, en representación de los Trump en el caso Estados Unidos contra Fred C. Trump, Donald Trump y Trump Management, Inc. , Cohn presentó una contrademanda de 100 millones de dólares contra el gobierno federal, calificando los cargos de “irresponsables” y “sin fundamento”. El juez lo desestimó rápidamente calificándolo de “pérdida de tiempo y papel”. El tira y afloja dio inicio a más de un año y medio de bravuconería, dilaciones y acoso, y finalmente a un acuerdo. Pero en declaraciones juradas, mociones y audiencias en el tribunal, Cohn acusó al Departamento de Justicia y al FBI que lo ayudaba de “tácticas propias de la Gestapo”. Calificó a sus investigadores de “agentes encubiertos” y “tropas de asalto”. Cohn llamó al director del Departamento de Justicia a Washington e intentó que censurara a uno de los principales miembros del personal. El juez calificó todo ello de “totalmente infundado”. En junio de 1975, el juez ya estaba harto del abogado de los Trump. “Debo decir, señor Cohn”, dijo en una audiencia, “que este caso parece estar plagado de problemas innecesarios y creo que ha llegado el momento de hacer de tripas corazón”. Se debatieron los detalles de un decreto de consentimiento. Los Trump iban a tener que alquilar a más negros y otras minorías y tendrían que poner anuncios en los periódicos, incluidos aquellos dirigidos específicamente a las comunidades minoritarias, diciendo que eran una empresa de “igualdad de oportunidades en materia de vivienda”. Trump y su padre, envalentonados por Cohn, se enfadaron ante la insinuación de que habían cometido una falta, incluso a costa de los anuncios. “Es realmente oneroso”, se quejó Trump. En un momento dado, burlando la formalidad del tribunal, Trump se dirigió a una de las abogadas oponentes por su nombre de pila: “¿Pagarás los gastos, Donna?”. Trump y Cohn parecían estar más preocupados por la gestión de los medios de comunicación. Se pelearon con los abogados del gobierno por el comunicado de prensa sobre la decisión. Primero no querían que se hiciera ninguna divulgación. Imposible, dijo el gobierno. Luego querían “una divulgación conjunta”. ¿Una qué? Una agencia pública, se les explicó, tenía una oficina de información pública, en virtud del derecho del público a saber. Cohn no quería oírlo.
¿Cohn y Trump? Lo llamaron una victoria. El caso 73 C 1529 había terminado. La relación entre Cohn y Trump apenas había comenzado. “Aunque Cohn había sido contratado ostensiblemente por Donald para manejar un solo litigio”, escribiría Wayne Barrett, periodista de investigación del Village Voice de Nueva York, en su libro de 1992 sobre Trump, “a mediados de los años 70 comenzó a asumir un papel en la vida de Donald que trascendía por completo el de abogado. Se convirtió en el mentor de Donald, su asesor constante en todos los aspectos importantes de su vida empresarial y personal”. Por ejemplo, la idea de redactar un acuerdo prenupcial antes de su boda en abril de 1977 con Ivana Winklmayr fue de Cohn. No apoyó el matrimonio, ni el matrimonio en general –“el juego matrimonial”, lo llamó–, diciéndole a Trump que “estaba mejor no casado” y que eso le traería “problemas”. Sin embargo, si estaba decidido a casarse, definitivamente necesitaba un acuerdo prenupcial, aconsejó Cohn. Se redactó en la casa de Cohn. El abogado de Trump era Cohn; el abogado de ella era uno recomendado por Cohn. El acuerdo original, que Ivana renegoció más tarde, establecía una miserable suma de 20.000 dólares al año para ella si la pareja se separaba de inmediato. La boda se celebró en la Marble Collegiate Church de Manhattan, presidida por Norman Vincent Peale, el eminente promotor del poder del pensamiento positivo. Entre los invitados se encontraban el alcalde, otros políticos de la ciudad, el comediante Joey Adams y su esposa —la columnista de chismes del New York Post Cindy Adams— y, por supuesto, Cohn, que ejerció de maestro de ceremonias en la recepción. En ese momento, Trump estaba en medio de la primera gran maniobra de su carrera empresarial: la ambiciosa remodelación del destartalado hotel Commodore, en la zona en decadencia que rodeaba la estación Grand Central. Trump quería convertirlo en un lujoso Grand Hyatt, y lo hizo. Sin embargo, la única forma de lograrlo fue una reducción de impuestos sin precedentes de 40 años y 400 millones de dólares por parte de la ciudad. Y la única forma de conseguirla fue Cohn. En un artículo de 1978 en Esquire, Cohn había sido etiquetado como “un verdugo legal”. El perfil, meticulosamente reportado y rotundamente poco favorecedor, impulsó a Cohn a llamar al escritor, Ken Auletta, quien se sorprendió al escuchar a Cohn preguntar si podía comprar 100 copias. “Uno de los personajes más reptiles que he conocido”, me dijo Auletta. Para el acuerdo con Hyatt, Cohn recurrió a sus profundas relaciones con el alcalde, Abe Beame, y un miembro del personal del ayuntamiento, Stanley Friedman, quien prácticamente sin ayuda de nadie impulsó las últimas aprobaciones y luego comenzó a trabajar rápidamente para el bufete de abogados de Cohn. Si el caso racial fue la presentación de Trump a Cohn, y el acuerdo prenupcial una mezcla de lo personal y lo profesional, el Grand Hyatt fue una clase magistral. “La explotación que Cohn hizo de Friedman para asegurarse el botín de Commodore fue una lección inolvidable para Donald”, escribió Barrett más tarde, “que lo expuso al alcance total de la influencia de su mentor y lo introdujo al inframundo de sórdidos intercambios de dinero que Cohn gobernaba. Esta iniciación casi ritualista no solo introdujo a Donald en el círculo de corrupción que envolvía a Cohn, sino que su abundante éxito transfirió los valores y hábitos depredadores que Cohn encarnaba a su anhelante suplente”. En 1979, el New York Daily News escribió que Cohn era “el principal manipulador de la ciudad”, una “red unipersonal de contactos que han llegado al Ayuntamiento, a la mafia, a la prensa, a la Arquidiócesis, a la alta sociedad discotequera, a los tribunales y a las trastiendas del Bronx y Brooklyn donde se nombran jueces y se organizan contribuciones políticas”. En el New York Times de 1980, Cohn se llamó a sí mismo “no sólo el abogado de Donald, sino también uno de sus amigos cercanos”. Hablaban, según Vanity Fair , “entre 15 y 20 veces al día”. La matrícula personalizada de Cohn en su Rolls: RMC. La matrícula personalizada de Trump en su limusina Cadillac: DJT. “La Biblia dice que los mansos heredarán la tierra”, escribió Cohn en 1981 en su nuevo libro, How to Stand Up For Your Rights & Win (Cómo defender sus derechos y ganar ). “Pero, según mi experiencia, la única tierra que heredan los mansos es aquella en la que finalmente son enterrados”. En ocasiones, cuando las negociaciones fracasaban, según el Times , Trump sacaba una foto de Cohn.
Según Gary Belis, exdirector de relaciones públicas de la revista Fortune , en la pared de la oficina de Cohn había una foto de Trump, firmada por Trump. “Para Roy”, había escrito. “Mi mejor amigo. Donald”. El 5 de septiembre de 1980, según la biografía de Trump escrita por Jerome Tuccille en 1985, Trump fue la estrella de la inauguración, por fin, del Grand Hyatt. El gobernador, el alcalde, el ex alcalde... todos estaban allí y, obviamente, también Cohn. Cohn ayudó a Trump a obtener una reducción de impuestos de 20 millones de dólares para la Torre Trump, que se construyó casi en su totalidad de hormigón, en una época en la que la industria del hormigón de Nueva York estaba controlada por varios asociados de la mafia, que se llevaban bien con Trump gracias a su intermediario. “Conocía bastante bien a Trump”, dijo John Cody, un importante jefe del hormigón, en el libro de Barrett. “A Donald le gustaba tratar conmigo a través de Roy Cohn”. Cohn representó a la Liga de Fútbol de Estados Unidos cuando Trump era dueño de los New Jersey Generals de la segunda división y presentó una demanda antimonopolio imprudente contra la Liga Nacional de Fútbol, alegando que la NFL era un monopolio injusto. “Hablé con Roy sobre esta demanda de la USFL; me ha representado durante muchos años”, dijo Trump a los periodistas. Cohn invocó el mismo tipo de lenguaje conspirativo que había utilizado en los años 50, representando a McCarthy en Washington, y en los 70, representando a Trump en Nueva York. La NFL, dijo, había instituido un “comité secreto” para aplastar a la USFL. En la conferencia de prensa en la que se anunció la demanda, ningún otro funcionario de la USFL apoyó a Trump. Sólo Cohn. Para entonces, Cohn había sido acusado de “fraude, engaño y tergiversación” (por mentir en una solicitud de ingreso al colegio de abogados, por tomar el dinero de un cliente, por alterar el testamento de un hombre incapacitado, entre otras cosas), lo que llevaría a su inhabilitación en julio de 1986. Habitualmente se burlaba de los fiscales y ahora, impenitente, los denigraba llamándolos “irrelevantes”, “yo-yos” y “don nadie”. Le habían diagnosticado VIH positivo el mismo mes en que se inició la demanda de la USFL, pero no se lo dijo a nadie, y ciertamente no a Trump, quien había testificado en nombre de Cohn en los procedimientos de inhabilitación, uno de los 37 testigos de carácter, elogiándolo por su lealtad. Sin embargo, Trump se enteró del SIDA de Cohn porque la gente lo sabía y hablaba de ello, y empezó a quitarle asuntos legales a Cohn y a transferirlos a otros abogados, algo que hizo en el caso de la USFL en marzo de 1985. Cohn no lo podía creer. Después de todo lo que había hecho por Trump, dijo: “Donald mea agua helada”, según el libro de Barrett. “Donald se enteró y lo dejó tirado como si fuera una papa caliente”, me dijo Bell, la secretaria de Cohn. “Fue como la noche y el día”. Cohn murió el 2 de agosto de 1986, deshonesto hasta el final, insistiendo en que tenía cáncer de hígado. El funeral fue un quién es quién: alcaldes, gobernadores, senadores y comisionados de la ciudad. Barbara Walters, Rupert Murdoch, Estee Lauder. Terminó con ellos cantando lo que Cohn había dicho que era su canción favorita: “God Bless America”. Trump estaba de pie en la parte de atrás. No le habían pedido que hablara. *** Apenas un año y medio después, un sábado por la noche de diciembre de 1987, Trump se organizó una fiesta. El motivo fue el lanzamiento de The Art of the Deal ( El arte de la negociación ). La anunció como “la fiesta del año”. El atrio de la Torre Trump, repleto de alfombra roja y camareros con chaquetas blancas, estaba inevitablemente repleto de una brillante selección de los contactos de primera línea de Cohn: Walters, Norman Mailer, el exgobernador Hugh Carey, el presidente del distrito de Manhattan Andrew Stein, la columnista de chismes Liz Smith. Junto a Trump estaba su esposa, y también Si Newhouse, la dueña de Random House, la editorial del libro de Trump, pero también amiga desde hace mucho tiempo del solucionador de problemas que se encuentra detrás de gran parte del mejor y más eficaz trabajo de Trump. “No me engaño con respecto a Roy. No era un Boy Scout”, había escrito Trump en el libro que se convirtió en un sorprendente éxito de ventas. “Una vez me dijo que había pasado más de dos tercios de su vida adulta acusado de un delito u otro. Eso me sorprendió. Le dije: “Roy, dime una cosa. ¿De verdad hiciste todo eso?”. Me miró y sonrió. “¿Qué diablos crees?”, dijo. Nunca lo supe realmente”. Trump ahora decía que “no le avergonzaba” decir que era amigo de Cohn.
Sin embargo, en 1992, al responder a preguntas sobre su relación con Cohn y la relación de Cohn con la mafia, de la División de Aplicación de la Ley de Juegos de Azar y la Comisión de Control de Casinos de Nueva Jersey, Trump se distanció de un hombre al que una vez había llamado "un genio", su abogado cuyo nombre, rostro y reputación blandía como un arma. Pero Cohn, dijo, era solo "uno de los muchos abogados" que había contratado. El informe de las agencias señaló: Trump "cuestiona que Cohn fuera un asistente o confidente e indica que no requirió que Cohn actuara como intermediario". Según Trump, continuó el informe, "él era y es familiar de la mayoría de los funcionarios prominentes de Nueva York y no necesitaba, y no necesita, un intermediario en su nombre". Y luego, cinco años después, en una entrevista con O'Brien, el autor de TrumpNation , Trump dijo que Cohn había hecho por él "un trabajo muy efectivo". Incluso contorsiones oportunistas como éstas (abandonarlo, reclamarlo, evitarlo, elogiarlo) son en sí mismas residuos de la influencia de Cohn. Decir cualquier cosa . Ganar a cualquier precio . El estatus de Trump ahora como favorito republicano en cierto sentido se remonta a 1984 y al piso 26 de la Torre Trump, cuando siguió el consejo de Cohn y aprovechó parte de su celebridad para hablar de política exterior, iniciando una serie extendida de flirteos con la presidencia -en 1988, cuando en realidad estaba promocionando un libro; en 2000, cuando coqueteó con el Partido Reformista; y en los años de Obama, cuando defendió la teoría de la conspiración que cuestionaba el lugar de nacimiento del presidente- hasta el anuncio del verano pasado de que quería hacer que Estados Unidos volviera a ser grande haciendo que México pagara por un muro. Desde entonces, ha alcanzado un nivel de ubicuidad y dominio mediático sin precedentes gracias a una avalancha orquestada de declaraciones confusas y ataques implacables a sus críticos y competidores, todo ello con su característica grandilocuencia divagante.
“Hay una cierta irracionalidad en zigzag en Trump que, se podría decir, es algo paralela a Roy”, me dijo Nick von Hoffman, el autor de Citizen Cohn , desde su casa en Maine. “Sí, aprendió de Roy Cohn; sí, admiraba a Roy Cohn”, dijo Auletta, quien escribió el perfil de 1978 en Esquire . “No hay duda de que hay características que Roy Cohn tenía y que Donald tiene”. Su campaña, dura y contra el establishment, es una mezcla cínica, al estilo de Cohn, de patriotismo y paranoia. Es el producto de una lectura inteligente y estudiada de los deseos y necesidades de una prensa competitiva. Se basa en insultos personales y asesinatos políticos. “A cualquiera que me golpee, le golpearemos diez veces más fuerte”, prometió Trump el año pasado. Es una promesa que cumplió. “Jeb, el de baja energía”. “El pequeño Marco”. “Ted, el mentiroso”. Cohn, quien falleció hace 30 años este verano, sin duda reconocería las técnicas que su aprendiz ha perfeccionado. “No se trata sólo de la forma en que Roy Cohn moldeó su imperio, sino también de la forma en que moldeó su personalidad”, dijo Barrett, el tenaz periodista que fue el primero en destacar la importancia de esta relación. Ahora ve a Trump por televisión en su casa de Brooklyn. “Conocía a Roy”, dijo. “Puedo oír su voz”. |
¿Qué haría ahora Trump, acorralado, por las oscuras artes del tipo duro Roy Cohn? Una película que se estrena en Cannes narra la relación del joven desarrollador con el abogado legendariamente maquiavélico. Edward Helmore Domingo 21 de abril de 2024 IDurante mucho tiempo se ha considerado que hacer una película sobre Donald Trump era virtualmente imposible, no solo por el tema divisivo en sí, sino porque el expresidente estadounidense ya estaba interpretando ese personaje a fondo, y a veces más allá. Pero la semana pasada, el Festival de Cine de Cannes anunció que agregaría El aprendiz, del cineasta iraní-danés Ali Abbasi, a su selección oficial de películas de 2024 para la competencia principal del evento. El drama está protagonizado por Sebastian Stan como Trump en sus años de éxito en la década de 1970 como desarrollador inmobiliario de Nueva York y su relación de mentor-protegido con el abogado-solucionador político Roy Cohn, interpretado por Jeremy Strong de Succession. Cohn es una de las figuras más oscuras y secretas de la política estadounidense. Comenzó su carrera trabajando con el senador Joseph McCarthy a fines de la década de 1950 mientras investigaba la presunta influencia comunista en la prensa y el gobierno federal y participó en el envío de los Rosenberg a la silla eléctrica por espionaje. Abbasi, el guionista y director mejor conocido por Border (2018), Holy Spider (2022) y Shelley (2016), rastrea el comienzo de la dinastía estadounidense de Trump, haciendo una "inmersión en las entrañas del imperio estadounidense" y "traza el ascenso de un joven Donald Trump al poder a través de un trato fáustico con el influyente abogado de derecha y solucionador político Roy Cohn". La película también está protagonizada por Maria Bakalova como Ivana Trump y Martin Donovan como el padre de Donald Trump, Fred, según un guión escrito por el escritor de Vanity Fair Gabriel Sherman, autor de una biografía del fundador de Fox News, Roger Ailes. Lo más probable es que el estreno en Cannes se produzca mientras el verdadero Donald Trump sigue en el tribunal de Manhattan acusado de encubrir pagos a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels y a la modelo de Playboy Karen McDougal, cargos que, según el fiscal general del condado de Nueva York, Alvin Bragg, alcanzan el nivel de violaciones de financiación de campañas. Independientemente de cómo se decida el caso, no hay duda de que Trump podría creer que necesita a Cohn, quien murió por complicaciones del SIDA a los 59 años en 1986, más que nunca. A Cohn, un maestro del ataque y el contraataque, a veces se lo considera el alter ego de Trump y un hombre maquiavélico, y Vanity Fair lo describió en 2019 como un “abogado astuto y amenazador que había ganado renombre nacional y enemistad por su voraz grandilocuencia anticomunista” y era famoso por decir: “A la mierda con la ley, díganme quién es el juez”. Pero para Trump, él era un guía para un joven que venía de los distritos exteriores que no sabía cómo funcionaba la escena de Manhattan y era capaz de manipular a políticos y fiscales, proteger a jefes de la mafia y cultivar a la prensa para hacer que las historias aparecieran o desaparecieran según fuera necesario. En una fascinante biografía, Roy Cohn, publicada dos años después de su muerte, el escritor del New York Post Sidney Zion describió cómo a Trump, a pesar de haber recaudado 300.000 dólares para el alcalde demócrata Ed Koch, le habían negado una exención fiscal, una reducción, para su Torre Trump en la Quinta Avenida. Cohn solucionó el problema. Más tarde, Cohn pidió a Trump que lo ayudara a pagar una sentencia relacionada con los daños a la cabina de un avión alquilado que Cohn y sus jóvenes amantes habían destrozado en ruta a París.
Según Zion, a Cohn no le interesaba el dinero, sino el intercambio de favores, o “marcadores”, como él los llamaba. Trump dijo que no cobraba a sus clientes o que casi nunca les cobraba lo suficiente. “Roy me cobró menos que cualquier abogado que haya tenido”, recordó el expresidente. Manténgase al día con todos los juicios de Donald Trump. El personal de The Guardian le enviará noticias y actualizaciones directamente a su bandeja de entrada. Bob Colacello, ex editor de Interview y escritor de Vanity Fair, recuerda haber asistido a la fiesta anual del 4 de julio que organizaba Cohn en Greenwich, Connecticut, con Andy Warhol. Todos los nombres emergentes de Nueva York estaban allí: el joven Donald Trump, el joven Ron Perelman, Estee Lauder, su amigo de la escuela y editor de Condé Nast SI Newhouse, pero también Carmine DeSapio, el último jefe de la operación política demócrata de Tammany Hall, y todos los presidentes de distrito demócratas de la ciudad.
Así que cuando el Trump de hoy despotrica sobre una cacería de brujas y menosprecia a los fiscales y jueces que presiden sus casos, podría ser simplemente porque no está Cohn cerca para haberlo resuelto. “Roy sabía cómo manejar todo esto”, dice Colacello. El juicio que comienza el lunes podría acabar dándole a Trump más publicidad que la que le dieron sus actos de campaña, y como dijo Warhol, el éxito se mide en centímetros de columna. “Roy Cohn habría pasado por encima de la fiscalía o de los grandes acaudalados del bando demócrata, habría movido sus hilos y habría podido persuadirlos de que no valía la pena y que solo contribuiría a convertirlo en un mártir. Era persuasivo y tenía algo que decir sobre la gente”, dijo Colacello. “Es difícil decir qué habría hecho Cohn, pero no lo contrataron cuando querían a un buen abogado de primera línea para llevar un caso muy correcto”, añade. “Contrataron a Roy Cohn cuando querían al tipo más duro de la ciudad. La gente podría haberlo llamado matón, pero lo contrataron porque era un matón y sabía cómo tratar con los otros matones que dirigían la ciudad. No es un grupo ilustre”. Este artículo fue modificado el 22 de abril de 2024. Alvin Bragg es el fiscal de distrito del condado de Nueva York (Manhattan), no de la ciudad de Nueva York. |
La acusación contra Donald Trump fue el 30 de marzo de 2023, Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos de 2017 a 2021, fue acusado por un gran jurado de Manhattan por su presunto papel en un escándalo derivado de los pagos de dinero secreto realizados a la actriz de películas pornográficas Stormy Daniels antes de la Elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016. Esta es la primera vez que se acusa a un presidente de Estados Unidos. Trump enfrenta 34 cargos de falsificación de registros comerciales en primer grado. En Nueva York, la falsificación de registros comerciales es un delito menor, pero podría convertirse en un delito grave si se hace para promover otro delito. Trump, quien reside en Florida, viajó a la ciudad de Nueva York el 3 de abril de 2023 y se entregó a la oficina del fiscal de distrito de Manhattan la tarde del 4 de abril de 2023. El proceso fue a puertas cerradas por seguridad. Inmediatamente después regresó a Florida. La próxima audiencia presencial fue fijada para el 4 de diciembre en Nueva York. A lo largo de la investigación que condujo a la acusación, Trump hablo contra el fiscal, el demócrata Alvin Bragg, acusándolo de tener motivaciones políticas.16 Meses antes de ser acusado, Trump declaró que se presentaría a las elecciones presidenciales de 2024, y los cargos penales no excluyen legalmente su candidatura. El 30 de mayo de 2024, Donald Trump fue condenado por el jurado por 34 cargos relacionados con la falsificación de registros comerciales. Antecedentes.
Escándalo Stormy Daniels-Donald Trump En julio de 2006, Stormy Daniels, una actriz de cine pornográfico estadounidense, conoció a Trump en un torneo de golf de celebridades en Nevada; en ese momento, Trump era el presentador de The Apprentice y se casó con Melania Knauss el año anterior. Según Daniels, Trump la invitó a su penthouse en Harrah's Lake Tahoe y tuvo una aventura con ella, diciéndole que podía invitarla a The Apprentice. En 2011, Daniels consideró vender la historia de su aventura a la revista de celebridades Life & Style por 15 000 dólares cuando Trump comenzó a explorar una posible candidatura presidencial. Su abogado, Michael Cohen, amenazó con demandar a la publicación cuando le pidió comentarios a la Organización Trump. La agente de Daniels, Gina Rodríguez, filtraría la historia al blog de chismes "The Dirty" en octubre. La publicación fue retirada por los abogados de Trump y Daniels refutó la veracidad de la historia. Cuando comenzó la campaña presidencial de Trump en 2016, Rodríguez se acercó a varias publicaciones, incluido el National Enquirer, e intentó vender la historia. Aunque ninguna publicación accedió a comprar la historia, el National Enquirer la compraría y publicaría después de la filtración de una cinta lasciva entre Trump y el presentador de televisión Billy Bush en octubre de 2016. El National Enquirer trató de suprimir la historia, en un esfuerzo por ayudar la campaña de Trump. En lugar de pagarle a Daniels, el editor en jefe de National Enquirer, Dylan Howard, negoció un acuerdo de confidencialidad de $130 000 con Cohen. A medida que se acercaba el día de las elecciones, Cohen intentó encontrar el dinero y retrasó repetidamente su pago. Keith Davidson, el abogado de Daniels, canceló el trato en octubre de 2016. Al darse cuenta de que su trabajo para encubrir la historia podría revelarse, Cohen sacó el dinero de su línea de crédito con garantía hipotecaria y lo envió a través de una empresa ficticia constituida en Delaware. Trump inicialmente negó saber sobre el cheque hecho a nombre de Daniels. En abril de 2018, a bordo del Air Force One, le dijo a un periodista que no sabía de dónde había sacado Cohen el dinero. Rudy Giuliani, un abogado de Trump, luego refutó estas afirmaciones y afirmó que Trump estaba al tanto de los pagos en una entrevista de Fox News. Trump emitió varios cheques por un total de $420 000 a nombre de Cohen. Los cheques le reembolsaron el acuerdo de no divulgación, así como también cubrieron los costos de Cohen para manipular las encuestas en línea para mejorar el estatus de Trump. Los $180 000 pagados a Cohen luego se duplicaron para compensar los impuestos y se agregaron $60 000 adicionales. Estos pagos se realizaron a lo largo de 2017, durante el primer año de la presidencia de Trump. En enero de 2018, The Wall Street Journal informó sobre el pago de Cohen. Cohen se declaró culpable de ocho cargos penales relacionados con el pago, así como un pago realizado a la modelo de Playboy Karen McDougal, en agosto. En su admisión de culpabilidad, Cohen implicó a Trump, afirmando que actuó "bajo la dirección de un candidato a un cargo federal". En diciembre de 2018, Cohen fue sentenciado a tres años de prisión. Investigación del gran jurado de Manhattan. Tras la admisión de culpabilidad de Cohen, Cyrus Vance Jr., el fiscal de distrito de Manhattan, abrió una investigación contra la Organización Trump y dos de sus ejecutivos.29 La oficina detuvo su investigación cuando los fiscales federales comenzaron una investigación separada sobre los pagos. En julio de 2019, los fiscales federales declararon que habían concluido su investigación sobre Trump y señalaron que no sería acusado. La oficina del fiscal de distrito de Manhattan luego emitió una citación para la Organización Trump en agosto, en busca de documentos relacionados con los pagos. Además, la oficina citó a la firma de contabilidad Mazars USA, exigiendo ocho años de declaraciones de impuestos corporativos de Trump. Los abogados de Trump demandaron a Vance para bloquear la citación, citando la inmunidad de Trump frente a investigaciones penales como presidente de los Estados Unidos; en Trump v. Vance, la Corte Suprema falló 7-2 a favor de Vance, permitiendo que continuara la citación. En diciembre de 2020, los fiscales de Manhattan comenzaron a intensificar su investigación, investigando a los empleados de Deutsche Bank y la corredora de seguros Aon. La Corte Suprema dictaminó una vez más en febrero de 2021 que la oficina del fiscal de distrito de Manhattan podía obtener los registros fiscales de Trump y obtuvo estos registros luego del fallo de la Corte Suprema. La oficina del fiscal de distrito de Manhattan comenzó a centrar su atención en Allen Weisselberg, el director financiero (CFO) de la Organización Trump, y en julio acusó a la Organización Trump de administrar un ardid fiscal. Después de la elección del fiscal de distrito del condado de Nueva York de 2021, el demócrata Alvin Bragg sucedió a Vance como fiscal de distrito de Manhattan. En febrero de 2022, Mark Pomerantz y Carey Dunne, los dos fiscales contratados por Bragg para dirigir la investigación, renunciaron y afirmaron que Bragg no estaba presentando cargos contra Trump con la suficiente agresividad. Bragg continuó la investigación a lo largo de 2022, y se movió para continuar con la investigación de dinero secreto sobre Trump. En enero de 2023, la oficina del fiscal de distrito de Manhattan reunió a un gran jurado de 23 personas y comenzó a presentar las supuestas pruebas del papel de Trump en el pago de Stormy Daniels. El gran jurado había estado escuchando pruebas durante dos meses antes de la acusación, y normalmente se reunía los lunes y miércoles. En marzo de 2023, los fiscales señalaron que era probable que se presentara una acusación y el 18 de marzo de 2023, Trump afirmó que iba a ser arrestado la semana siguiente y convocó protestas en previsión de una posible acusación. La policía de la ciudad de Nueva York comenzó a aumentar la seguridad en preparación para la acusación prevista para el 21 de marzo y una segunda vez para la segunda acusación prevista para el 30 de marzo. Se instalaron barreras de metal alrededor de la Torre Trump y el edificio del Tribunal Penal del distrito. El 30 de marzo, antes de que el gran jurado votara para acusar, un testigo no identificado les testificó durante aproximadamente 30 minutos. Declaraciones previas a la acusación El 18 de marzo, Trump escribió en Truth Social que sería arrestado el 21 de marzo y convocó a protestas para "¡RECUPERAR NUESTRA NACIÓN!" La revista Time informó que partidarios destacados y grupos de extrema derecha que respondieron a su llamado en el ataque al Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero se mostraron reacios. El Club de Jóvenes Republicanos de Nueva York realizó una manifestación pacífica el 20 de marzo. El 22 de marzo, se hizo una publicación en la cuenta Truth Social de Trump con dos imágenes una al lado de la otra; una imagen mostraba a Trump con un bate de béisbol y la otra imagen mostraba al fiscal Alvin Bragg. La publicación finalmente se eliminó, y Trump explicó en una entrevista que la publicación compartía un artículo del National File, un blog de derecha, que tenía esas imágenes una al lado de la otra, razón por la cual las imágenes aparecían en su publicación Truth Social. El 23 de marzo, Trump escribió en Truth Social que "la posible muerte y destrucción en una acusación tan falsa [de sí mismo] podría ser catastrófica" para Estados Unidos, y que solo un "psicópata degenerado" que odia a Estados Unidos lo acusaría. Según los informes, el momento de la acusación del 30 de marzo sorprendió a Trump y su equipo, quienes se enteraron por las noticias. Sus abogados creían que aún faltaban semanas y esperaban que la oficina del fiscal de distrito les informara directamente. Acusación. El gran jurado de Manhattan votó para acusar a Trump el 30 de marzo. La acusación fue presentada ante la Corte Suprema de Nueva York (que es la corte ordinaria de primera instancia en el estado de Nueva York y no la última corte de apelaciones del estado) al final del día hábil del 30 de marzo. Los cargos fueron sellados hasta que se publicaron cuando Trump fue procesado en el Tribunal Penal de Manhattan. El juez interino de la Corte Suprema de Nueva York, Juan Merchan, presidió el caso. El 4 de abril de 2023, Trump asistió a una audiencia de declaración de culpabilidad y se declaró "no culpable" de todos los cargos, lo que significa que podría ir a juicio. Si es declarado culpable por cualquier medio, sería condenado. Los cargos están relacionados con el presunto pago de Trump a Stormy Daniels con "dinero secreto", lo que podría considerarse una violación de las reglas de financiación de campañas según la ley federal ya que eso ayudó a su candidatura electoral. El pago figuraba en sus registros comerciales como un "gasto legal" pagado a Michael Cohen, mientras que la acusación formal alega que los pagos a Cohen eran en realidad para reembolsar a Cohen por el pago anterior supuestamente ilícito a Daniels. La falsificación de registros comerciales es un delito menor según la ley del estado de Nueva York y puede ser un delito grave si se comete para encubrir otro delito. Esto requiere que la fiscalía vincule un delito cometido bajo la ley estatal con uno cometido bajo la ley federal. El 3 de abril, Trump voló desde West Palm Beach, Florida, al aeropuerto LaGuardia en su avión privado y llevó su caravana a la Torre Trump, donde pasó la noche. Además, también contrató a un abogado que anteriormente defendió a Paul Manafort durante su juicio por fraude en 2016 y ahora dejó su firma de abogados para ayudar en la representación. La policía aumentó la seguridad en Manhattan y sus alrededores antes de la lectura de cargos; aunque las autoridades dijeron que no hubo amenazas creíbles de violencia. Eric Adams, alcalde de la ciudad de Nueva York, advirtió a los manifestantes que fueran pacíficos. El juez Merchan dictaminó que no habría cámaras de televisión dentro de la sala del tribunal, permitiendo solo cinco fotógrafos, y las puertas de vidrio de la sala del tribunal fueron cubiertas. No se esperaba que la policía le tomara una foto policial. El propósito habitual de una foto policial es ayudar al público a identificar a un presunto criminal si huye. Esto no fue aplicable para Trump, quien ya era ampliamente reconocible. Los funcionarios no quisieron arriesgarse a que se filtrara una foto policial, ya que tendrían que investigar la filtración como un delito. Tampoco se esperaba que Trump fuera esposado. Al ingresar al juzgado de Manhattan el 4 de abril de 2023, Trump fue puesto bajo custodia policial y arrestado. Sin embargo, no lo esposaron, ni lo sometieron a una fotografía policial ni lo llevaron a una celda. Trump ingresó a la sala del tribunal una hora después, declarándose inocente de 34 cargos por delitos graves. La acusación fue revelada y publicada poco después, alegando que Trump presuntamente había cometido 34 cargos de falsificación de registros comerciales en primer grado como parte de una "conspiración para socavar la integridad de las elecciones de 2016". Juicio En la lectura de cargos del 4 de abril, Merchan advirtió a los involucrados de no hacer comentarios peligrosos. Fijó la próxima audiencia presencial para el 4 de diciembre en Nueva York. No se garantiza un juicio,60 pero se espera. Los fiscales planean llamar a Daniels como testigo. Si Trump es condenado, cada cargo podría resultar en una sentencia de prisión de hasta cuatro años, que se cumplirán consecutivamente. El juez también podía optar por no imponer ninguna pena de prisión. Comentarios y respuestas. Opinión pública Después de la acusación, una encuesta de ABC News/Ipsos realizada del 31 de marzo al 1 de abril mostraba que una pluralidad de estadounidenses creía que se debería acusar a Trump: el 45% de los votantes creía que se debería acusar a Trump, el 32% creía que no y el 23% dijo no saber. La encuesta estuvo dividida entre líneas partidarias, con el 88% de los demócratas y el 16% de los republicanos creyendo que se debería acusar a Trump. Una encuesta de CNN realizada del 31 de marzo al 1 de abril encontró que el 60% de los estadounidenses aprobaba la acusación, pero que el 76% de los estadounidenses estaba de acuerdo en que tenía motivaciones políticas. Donald Trump Donald Trump atribuyó su acusación a una persecución política e interferencia electoral, entre otras cosas. Envió correos electrónicos a sus simpatizantes pidiendo donaciones para "defender nuestro movimiento de la interminable caza de brujas" y escribió que las donaciones tendrían un "impacto del 1500%". La campaña de Trump de 2024 declaró que recibió más de $4 millones en donaciones en las 24 horas posteriores al anuncio de la acusación. El día después de que Trump fuera acusado, criticó a Juan Merchan, el juez de la Corte Suprema de Nueva York que se encargará de supervisar el caso. Escribió que Merchan lo odia y trató a sus empresas con saña en otro caso, y al director financiero de la Organización Trump "fuertemente armado", Allen Weisselberg, para que aceptara un acuerdo de culpabilidad, aunque Weisselberg ya había llegado a un acuerdo con los fiscales y sus propios abogados, y Merchan solo lo aprobó. Trump afirmó que Merchan había sido "elegido por dedazo de Bragg y los fiscales". El New York Daily News informó que Merchan fue asignado al caso al azar y que los fiscales no tienen capacidad de elección. Republicanos Los republicanos del Congreso generalmente condenaron la acusación como sin precedentes y denunciaron la utilización de la justicia como arma. Algunos alegaron que la acusación constituía una interferencia electoral, ya que Trump era un candidato anunciado en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, tuiteó: "Alvin Bragg ha dañado irreparablemente a nuestro país en un intento de interferir en nuestras elecciones presidenciales. Mientras libera de manera rutinaria a criminales violentos para aterrorizar al público, usó nuestro sagrado sistema de justicia como arma contra el presidente Donald Trump. El pueblo estadounidense no tolerará esta injusticia, y la Cámara de Representantes pedirá cuentas a Alvin Bragg y su abuso de poder sin precedentes".9091 Cuando Fox News entrevistó al senador Lindsey Graham, hizo una súplica aparentemente entre lágrimas a los espectadores de que "necesitan ayudar a este hombre, Donald J. Trump. Están tratando de secarlo [...] Ir a DonaldJTrump.com y dar dinero para que se defienda", El presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jim Jordan, el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, y el presidente del Comité de Administración de la Cámara de Representantes, Bryan Steil, enviaron rápidamente a Bragg una carta pidiéndole que testifique ante sus comités y proporcione comunicaciones, documentos y testimonios sobre la investigación, afirmando que la acusación fue un "abuso sin precedentes de la autoridad fiscal". Más tarde le dijeron a Bragg que podrían considerar una legislación "para proteger a los presidentes anteriores y/o actuales de enjuiciamientos por motivos políticos por parte de funcionarios estatales y locales". La oficina de Bragg respondió que las solicitudes eran una "incursión ilegal en la soberanía de Nueva York", y señaló que dicha información sobre las investigaciones en curso era confidencial según la ley estatal. Jordan en febrero de 2023 recibió una solicitud privada del abogado de Trump, Joe Tacopina, para investigar a Bragg por sus acciones contra Trump, informaron The New York Times y CNN. La representante Elise Stefanik, presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara, ha estado informando a Trump sobre el trabajo del comité de republicanos de la Cámara, incluidos los planes de los comités de la Cámara para responder a Bragg, informó CNN el 28 de marzo. La representante Marjorie Taylor Greene, miembro del Comité de Supervisión de la Cámara, reconoció haber informado a Trump de "todo lo que estamos haciendo ... Parece muy conectado en todo momento. A veces me sorprende cómo sabe todas estas cosas". Muchos de los rivales políticos de Trump, como el empresario Vivek Ramaswamy y la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, quienes también se postulan para la nominación presidencial, expresaron su oposición a la acusación. El exgobernador de Arkansas y posible contendiente a la presidencia, Asa Hutchinson, abogó por apoyar el proceso legal, pero también dijo que esperaba que los votantes aún pudieran decidir por sí mismos si Trump debería ser elegido para presidente. Además, afirmó que Trump debería hacerse a un lado de la nominación presidencial y calificó la acusación como una "distracción". El exvicepresidente Mike Pence calificó la acusación de ultraje y de "procesamiento político". Ron DeSantis, el gobernador de Florida, el estado en el que reside Trump, ha dicho que el estado de Florida no ayudará con ninguna extradición de Trump a Nueva York. La Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó previamente en Puerto Rico v. Branstad (1987) que los gobernadores no pueden rechazar las solicitudes de extradición de otros estados, con base en el Artículo IV de la Constitución de los Estados Unidos, y que los tribunales federales pueden hacer cumplir dicha extradición si es necesario. Demócratas El representante Adam Schiff tuiteó: "La acusación de un expresidente no tiene precedentes. Pero también lo es la conducta ilegal en la que se ha involucrado Trump". Schiff se desempeñó como fiscal principal de juicio político durante el primer juicio político de Trump. La administración de Biden dijo que no participaría en la discusión pública. Los demócratas han presentado la acusación como que Trump debe rendir cuentas ante la ley. El representante demócrata Jamaal Bowman agredió verbalmente y gritó "¡Fuera de aquí!" a la representante republicana Marjorie Taylor Greene por apoyar a Trump durante una protesta en la ciudad de Nueva York contra la acusación. Comentario y análisis de medios Los presentadores actuales y anteriores de Fox News, incluidos Sean Hannity, Glenn Beck y Tucker Carlson, expresaron su indignación y preocupación por la acusación. David Smith, de The Guardian, señaló que Trump ha "sido experto en dar la vuelta a las acusaciones y hacerse la víctima", y que sus tácticas funcionarán. Edward Luce, del Financial Times (FT), expresó su decepción porque la acusación llegó antes de la conclusión de la investigación del fiscal especial Smith, y describió la acusación como un tecnicismo legal que no es tan serio ni tan "fácil de intuir" como las acusaciones sobre presunta sedición e intentos de revocar las elecciones presidenciales de 2020. El profesor de derecho Richard Hasen describió las investigaciones federales en curso sobre Trump como "mucho más sólidas tanto legal como objetivamente" que este caso. Si bien la acusación se ha publicado, no revela la "teoría legal específica" del fiscal del distrito detrás del caso; por ejemplo, no es específico sobre "cómo cada uno de los cargos se elevó a un delito grave", ni "especifica los posibles delitos subyacentes". Si bien la ley no requiere tal especificidad, el abogado Ken White y el profesor de derecho Richard Klein han comentado que esto dificulta la evaluación de los méritos legales del caso. Joshua Chaffin del FT, refiriéndose a la combinación de la ley estatal y la ley federal utilizada para llegar a la designación de delito grave, cita a Karen Friedman Agnifilo, exmiembro del personal del fiscal de distrito de Manhattan, diciendo que "no se probó legalmente" pero que es un "caso importante para llevar", y cita a otro ex-miembro del personal del DA que lo llamó "un tiro al banco". Chaffin dice que los escépticos podrían comparar el caso con uno similar que involucró al candidato presidencial John Edwards, quien obtuvo un juicio nulo después de argumentar que sus pagos no estaban destinados a influir en las elecciones, sino a proteger a su esposa moribunda. |
Los clientes principales de Roy Cohn. |
Roy Marcus Cohn (20 de febrero de 1927 – 2 de agosto de 1986) fue un abogado estadounidense, neoyorquino, judío, miembro de la generación silenciosa. Fue hijo del juez. Nacido en el Bronx, ciudad de Nueva York, el 20 de enero de 1927, Roy Marcus Cohn, fue el hijo único de Albert Cohn, descendiente de judíos polacos que arribaron a Estados Unidos en el siglo diecinueve y de Dora Marcus, procedente de una familia judío-alemana que llegó en la misma época. Albert Cohn llegó a ser juez con mucho esfuerzo y a militar con cierta influencia local en el partido demócrata. El Bronx (en inglés, The Bronx) es un condado estadounidense del estado de Nueva York y uno de los cinco distritos metropolitanos (borough) de la ciudad de Nueva York. Condado y distrito tienen los mismos límites geográficos. El Bronx está separado de la isla de Manhattan por el río Harlem. Es el distrito situado más al norte I Roy Cohn, perteneció a la Generación silenciosa. La generación silenciosa es la cohorte demográfica que sigue a la generación grandiosa y precede a los baby boomers. La generación se define generalmente como las personas nacidas entre 1928 y 1945. En Estados Unidos, la generación fue comparativamente pequeña porque la Gran Depresión del decenio de 1930 y la Segunda Guerra Mundial, a principios y mediados del decenio de 1940, hicieron que la gente tuviera menos hijos. Incluye a la mayoría de los que lucharon durante la Guerra de Corea. Se señala que formaron el liderazgo del movimiento por los derechos civiles, así como la mayoría silenciosa. Terminología La revista Time utilizó por primera vez el término generación silenciosa en un artículo del 5 de noviembre de 1951 titulado La generación más joven, aunque el término parece preceder a la publicación. Una razón que se propuso más tarde para este silencio percibido es que como jóvenes adultos durante el macartismo, muchos miembros de la generación silenciosa sintieron que no era prudente hablar. La cohorte también ha sido llamada Lucky Few (unos pocos afortunados) en el libro de 2008 The Lucky Few: Between the Greatest Generation and the Baby Boom, de Elwood D. Carlson, profesor Sociología de la Población de la Universidad Estatal de Florida. Fechas y rango de edad El Pew Research Center utiliza 1928 a 1945 como años de nacimiento para esta cohorte. Resolution Foundation, en un informe titulado Cross Countries: International comparisons of international trends, utiliza 1926 a 1945 como fechas de nacimiento de la generación. Los autores William Strauss y Neil Howe utilizan el periodo entre 1925-1942 como años de nacimiento. Características. La generación silenciosa fueron hijos de la Gran Depresión, cuyos padres, después de haberse deleitado durante los felices años veinte, ahora se enfrentaban a grandes dificultades económicas y luchaban por mantener a sus familias. Antes de llegar a la adolescencia compartieron con sus padres los horrores de la Segunda Guerra Mundial, pero a través de los ojos de los niños. Muchos perdieron a sus padres o hermanos mayores, que murieron en la guerra. Vieron la caída del nazismo y la catastrófica devastación que provocó la bomba nuclear. Cuando la generación silenciosa comenzó a madurar después de la Segunda Guerra Mundial, se enfrentaron a un orden social devastado, dentro del cual pasarían su temprana edad adulta, y encontraron un nuevo enemigo en el comunismo a través de la traición de los acuerdos de la posguerra y el surgimiento del Bloque Soviético. A diferencia de la generación anterior que había luchado por «cambiar el sistema», la generación silenciosa trataba de «trabajar dentro del sistema». Lo hicieron manteniendo la cabeza baja y trabajando duro, ganándose así la etiqueta de silenciosos. Sus actitudes se inclinaban a no arriesgar y a ir a lo seguro. La crónica de la revista Fortune sobre la promoción universitaria del 49 fue subtitulada «Sin correr riesgos». Por las experiencias de su infancia durante la Gran Depresión y la insistencia de sus padres en ser frugales, tienden a ser ahorrativos e incluso avaros. Prefieren maximizar la vida útil de la propiedad, es decir, «hacer valer su dinero». Esto puede llevar a la acumulación de capitales bajo la apariencia de «no ser derrochador». Como sus propios padres, los silenciosos tendían a casarse y tener hijos siendo jóvenes. Los silenciosos estadounidenses se destacan por ser los más jóvenes de todas las generaciones en casarse y formar familias. Como padres jóvenes, esta generación dio a luz principalmente a los baby boomers, mientras que los miembros más jóvenes de la generación y los miembros más viejos que postergaron la formación de una familia hasta más tarde dieron a luz a la generación X. Mientras que el divorcio se consideraba un pecado a los ojos de la generación anterior, los silenciosos fueron la generación que reformó las leyes matrimoniales para optar por el divorcio y disminuir el estigma. Esto condujo a una ola de divorcios entre las parejas de la generación silenciosa a partir de entonces en Estados Unidos. Sus miembros nunca se levantaron en protesta como una entidad política unificada. Debido a que «seguir las reglas» había demostrado ser un éxito para los silenciosos y había llevado a una creación de riqueza increíble y estable, fue común que sus hijos boomer y gen X se distanciaran de ellos debido a su naturaleza rebelde diametralmente opuesta, sus preocupaciones sociales y las dificultades económicas desconocidas para los silenciosos, creando una conciencia generacional diferente. Por ejemplo, los boomer fueron decisivos en la creación de la contracultura de la década de 1960 y el surgimiento de puntos de vista de izquierdas considerados como antisistema, aquellos que iban directamente en contra de la metodología del «trabajo dentro del sistema» que los silenciosos adoraban. Los niños de la generación X crecieron en los años setenta y ochenta con la amenaza de una guerra nuclear que se cernía sobre ellos y una visión sombría del futuro, lo que contribuyó a su desafección generacional, en contraste con la perspectiva optimista de sus padres de la generación silenciosa. El estilo de crianza conocido por los silenciosos y las generaciones anteriores a ellos se originó a finales de 1800.Representativa de esto fue la idea de que «los niños deben ser vistos pero no escuchados». Estas ideas fueron cuestionadas en última instancia después de la publicación en 1946 del libro The Common Sense Book of Baby and Child Care de Benjamin Spock que influyó en las opiniones de algunos boomers sobre la crianza y los valores familiares cuando ellos mismos se convirtieron en padres. Estas opiniones conflictivas, consideradas demasiado permisivas por los silenciosos, distanciaron aún más a esos boomers de sus padres y, entre otras cosas, dieron lugar a mediados de la década de 1960 al término brecha generacional para describir inicialmente el conflicto de valores culturales entre los silenciosos y sus hijos boomer (y más tarde los gen X). II Los clientes principales de Roy Cohn, de su carrera profesional de 30 años como abogado en la ciudad de Nueva York, fueron: George Michael Steinbrenner III (4 de julio de 1930 - 13 de julio de 2010), fue un empresario estadounidense que fue el principal propietario y gerente de los New York Yankees de la MLB. Su franqueza y su papel en el aumento de salarios de los jugadores lo convirtió en uno de los personajes más controvertidos de este deporte. Steinbrenner también fue un antiguo magnate en una empresa de envíos en Cleveland. Aristóteles Sócrates Onassis (Esmirna, 20 de enero de 1906-Neuilly-sur-Seine, 15 de marzo de 1975) fue el magnate griego-argentino más famoso de la industria naviera del siglo XX y el hombre más rico del mundo en su época, tanto así, que se decía que «de vender todos sus activos, Wall Street temblaría». Shearn Moody Jr. (23 de mayo de 1933 – 25 de junio de 1996) fue un empresario, filántropo y financiero estadounidense de Galveston, Texas . Fue heredero de un imperio financiero, además de delincuente convicto y creador del complejo turístico Moody Gardens . Moody era nieto del magnate financiero y de seguros William Lewis Moody Jr. Alan Morton Dershowitz ( Nueva York, 1 de septiembre de 1938) es un abogado y profesor de derecho estadounidense especializado en el derecho constitucional y penal. Fue profesor en la Escuela de Derecho Harvard entre 1964 y 2013. Francis Joseph Spellman (Whitman, Massachusetts, 4 de mayo de 1889-Nueva York, 2 de diciembre de 1967) fue un cardenal católico estadounidense. Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Boston (1932-1939), sexto arzobispo de Nueva York (1939-1967) y vicario apostólico de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Fue nombrado cardenal en 1946. Apoyó la intervención norteamericana en Vietnam y se opuso a la reforma de la Iglesia. Por su habilidad financiera es conocido como "El Cardenal Monedero" (Cardinal Moneybags). Bianca Pérez-Mora Macías (Managua, Nicaragua; 2 de mayo de 1945), es una actriz y activista nicaragüense. Nombre de casada Bianca Jagger. Andy Warhol (Pittsburgh, 6 de agosto de 1928-Nueva York, 22 de febrero de 1987) fue un artista plástico y actor estadounidense que desempeñó un papel crucial en el nacimiento y desarrollo del pop art. Tras una exitosa carrera como ilustrador profesional, Warhol adquirió fama mundial por su trabajo en pintura, cine de vanguardia y literatura, notoriedad que vino respaldada por una hábil relación con los medios y por su rol como gurú de la modernidad. Warhol actuó como enlace entre artistas e intelectuales, pero también entre aristócratas, homosexuales, celebridades de Hollywood, modelos, bohemios y pintorescos personajes urbanos. Calvin Richard Klein (Nueva York; 19 de noviembre de 1942) es un diseñador de moda estadounidense; cofundador, junto con Barry K. Schwartz, de la compañía Calvin Klein Ltd. en 1968. El tutor y el aprendiz. Donald Trump no había cumplido treinta años, cuando observó a Roy Cohn en una noche de 1973 en Le Club, local nocturno solo para socios en la Gran Manzana. El Gobierno acaba de demandar a la promotora inmobiliaria fundada por su padre, Fred, acusándoles de discriminación contra personas negras en los procesos de selección de inquilinos. Tras las negativas de otros abogados que no veían muchas posibilidades al caso, Trump pidió́ consejo a Cohn, quien musitó algo así como: “Diles que se vayan al infierno, pelea el caso en los tribunales y que demuestren que los has discriminado”. Cohn se hizo cargo del caso de los Trump y llegó a interponer una contrademanda por 100 millones de dólares contra el propio Gobierno por difamación. Fue desestimada y tras dos años de litigio, los Trump firmaron un acuerdo comprometiéndose a prevenir situaciones discriminatorias en el futuro, lo que no cumplieron y les valió nuevas denuncias, pero nunca aceptaron culpabilidad alguna. Las figuras de la mafia. Anthony «Fat Tony» Salerno (literalmente 'Anthony «Gordo Tony» Salerno') (15 de agosto de 1911–27 de julio de 1992) fue un gánster estadounidense, quien sirvió como subjefe y jefe suplente de la familia criminal Genovese en la ciudad de Nueva York desde 1981 hasta su condena en 1986. Camillo Carmine Galante ( 21 de febrero de 1910 - 12 de julio de 1979) fue un mafioso estadounidense. Rara vez se veía a Galante sin un cigarro colgando de la boca, lo que le valió el apodo de "El Cigarro" y "Lilo" (término siciliano para cigarro). Galante tuvo una larga carrera en el crimen organizado y ascendió a jefe en funciones (no oficial) de la familia criminal Bonanno. Fue Asesinado en 1979 mientras cenaba en un restaurante. John Joseph Gotti Jr. ( 27 de octubre de 1940 - 10 de junio de 2002) fue un gánster estadounidense y jefe de la familia criminal Gambino de Nueva York. Ordenó y ayudó a orquestar el asesinato del anterior jefe Paul Castellano en diciembre de 1985 y se hizo con el control de la familia poco después, convirtiéndose en el jefe del que fue descrito como el sindicato criminal más poderoso de los Estados Unidos. Mario "la Sombra" Gigante (4 de noviembre de 1923 - 10 de marzo de 2022) fue un mafioso estadounidense de Nueva York que ejerció como caporegime de la familia criminal Genovese. Era el hermano mayor del jefe de la familia Vincent "The Chin" Gigante. Los propietarios de Studio 54 Steve Rubell e Ian Schrager. Steve Rubell (2 de diciembre de 1943 - 25 de julio de 1989) fue un empresario estadounidense, copropietario de la popular discoteca neoyorquina Studio 54. Ian Schrager (nacido el 19 de julio de 1946) es un empresario, hotelero y desarrollador inmobiliario estadounidense, a quien se le atribuye la creación de la categoría de alojamiento de " hotel boutique ". Originalmente, ganó fama como copropietario y cofundador de Studio 54. Nota. El espíritu neoyorquino se caracteriza por vivir a tu manera, sin importar lo que digan los demás. |
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