Platón El segundo Alcibíades o de la oración.- |
——— {1} Alusión a un pasaje de Homero, Iliada, X, 224. {2} El autor incurre aquí en un anacronismo; habiendo muerto Sócrates antes que Arquelao, no podía hablar del fin de este rey. {3} Odisea, I, 32. {4} Verso del Antiope de Eurípides. {5} Verso de un poema perdido de Homero, Margites. {6} Homero, Iliada, VIII, 548. {7} Homero, Iliada, V, 127. {8} Eurípides, las Fenicias, v. 863. {Obras completas de Platón, por Patricio de Azcárate, tomo onceno, Madrid 1872, páginas 39-62.} |
La asertividad en la oratoria del abogado |
De Óscar León 13 de noviembre de 2024 El dominio de la oratoria forense constituye uno de los pilares en el ejercicio de la abogacía, especialmente en el contexto de los juicios, donde la comunicación eficaz es esencial para presentar argumentos, interrogar testigos y convencer al tribunal. Para el abogado, el dominio de la asertividad es un recurso clave, pues le permite defender sus argumentos con firmeza, respetando sus propios derechos y los de sus interlocutores sin caer en actitudes agresivas o sumisas. La asertividad en el contexto judicial potencia la capacidad de transmitir ideas y convencer de manera efectiva, cualidades fundamentales para una defensa sólida y respetuosa. La asertividad se define como la habilidad de defender los propios derechos y expresar opiniones de manera clara, sin agredir ni manipular a los demás. Para el abogado, ser asertivo significa presentar sus argumentos y puntos de vista con seguridad y respeto, creando un entorno de comunicación adecuado. Este enfoque evita la agresividad y promueve una relación respetuosa con el tribunal y las demás partes del juicio. La asertividad ayuda igualmente al abogado a gestionar sus emociones y proyectar una imagen profesional, aspectos que resultan especialmente valiosos en un juicio. Veamos a continuación algunos de los beneficios que puede ofrecer la asertividad al profesional: Expresión clara y respetuosa de los argumentos: la asertividad permite al abogado comunicar sus argumentos de manera clara y estructurada, sin recurrir a expresiones agresivas ni evasivas. Esto facilita que jueces y jurados comprendan sus puntos de vista y los consideren con objetividad. Un abogado asertivo evita el uso de lenguaje ambiguo y se enfoca en transmitir sus ideas de forma respetuosa pero directa, lo cual refuerza la percepción de profesionalismo y seguridad en su papel. Control emocional ante situaciones de tensión: los juicios suelen implicar momentos de tensión, en los cuales es común que las emociones puedan influir en el tono y las reacciones del abogado. La asertividad ayuda a gestionar estas emociones, permitiendo que el abogado mantenga la calma y la coherencia incluso en situaciones difíciles. El autocontrol le ayuda a evitar respuestas impulsivas o agresivas que podrían afectar negativamente la percepción que el tribunal tiene de él y, por extensión, de su caso. Escucha activa y respuesta constructiva: ser asertivo no solo implica saber hablar, sino también saber escuchar. Un abogado asertivo presta atención activa a las preguntas, objeciones y comentarios de todas las partes implicadas en el juicio. Al escuchar con respeto y responder de manera constructiva, el abogado evita respuestas defensivas o agresivas, y en su lugar ofrece réplicas que demuestran comprensión y fortalecen su posición ante el tribunal. Dominio del lenguaje corporal: la oratoria del abogado no se limita a las palabras, sino que incluye el lenguaje no verbal, como la postura, los gestos y el contacto visual. La asertividad también se manifiesta en una postura abierta, firme y respetuosa. Este control sobre el lenguaje corporal contribuye a que el abogado proyecte seguridad sin parecer agresivo, lo cual refuerza su credibilidad y mantiene un ambiente de respeto en la sala de audiencias. Defensa de la posición del cliente sin agresión: en muchas ocasiones, el abogado deberá confrontar posiciones opuestas a las de su cliente. La asertividad le permite expresar su desacuerdo y defender sus argumentos sin menospreciar ni descalificar a la otra parte. Esto resulta especialmente importante en la interacción con el juez y la contraparte, donde una actitud hostil podría perjudicar la impresión general del caso. Al evitar la agresividad y optar por una defensa firme y respetuosa, el abogado asertivo refuerza la solidez de sus argumentos y protege los intereses de su cliente. El desarrollo de la asertividad en la oratoria del abogado puede emplear ciertas herramientas prácticas, muchas de ellas aplicadas en el campo de la psicología: - Uso de lenguaje directo: Emplear frases como “me siento”, “pienso”, “prefiero”, o “quiero” permite que el abogado exprese sus puntos de vista con claridad y sin ambigüedad. - Refuerzo positivo y expresión de aprecio: Utilizar frases de reconocimiento ante los puntos válidos planteados por la contraparte demuestra respeto y profesionalismo, generando un ambiente más propicio para el diálogo. - Expresión de emociones de manera controlada: En situaciones conflictivas, manifestar las emociones con frases como “me siento frustrado” o “me preocupa que…” permite que el abogado gestione sus sentimientos sin perder el control ni afectar el tono de la comunicación. En conclusión, la asertividad es una herramienta invaluable en la oratoria del abogado, ya que le permite defender sus puntos de vista con seguridad y respeto. Un abogado asertivo comunica con claridad, gestiona sus emociones y responde de manera constructiva, proyectando una imagen profesional y confiable ante el tribunal. En el ejercicio de la abogacía, donde se deben enfrentar retos complejos y a menudo conflictivos, la asertividad no solo fortalece la comunicación, sino que dignifica el rol del abogado como defensor de los derechos de sus clientes y como promotor de la justicia. |
¿Sabéis qué es lo primero que hago cuando llego al despacho? 27 de mayo de 2019 Pues una vez me he preparado una buena taza de té, me siento a elaborar la lista de tareas de mi jornada diaria, práctica que vengo realizando desde hace años y que no me canso de recomendar a los colegas, pues, como veremos, su eficacia está más que demostrada. Efectivamente, la planificación través de las denominadas listas de tareas constituye una excelente estrategia para la adecuada gestión del tiempo del abogado, facilitando enormemente el desarrollo de su actividad de forma más eficaz y eficiente. Básicamente, planificar es organizar de forma anticipada las tareas a realizar a corto, medio o largo plazo, de modo que dispongamos de un itinerario de actividades para el aprovechamiento del tiempo. Si bien todas las modalidades son claves, hoy nos dedicaremos a examinar la planificación en el corto plazo, o lo que es lo mismo, la planificación de la jornada diaria. Para ello, la planificación sólo requiere de una hoja de papel o digital, en la que iremos indicando a modo de lista, las tareas en las que se recogen los trabajos a realizar durante la jornada. Esta lista nos permite apuntar todas las que vamos a realizar, tachar las que vayamos haciendo y, en su caso, agregar las tareas que vayan generándose y aquellas que nos conviene recordar para listar en días siguientes [1]. Los beneficios de la planificación son numerosos: – Nos ayuda a evitar la postergación de decisiones. – Aumenta nuestra productividad y rendimiento. – Dispara nuestra creatividad. – Aumenta nuestras energías físicas y mentales. – Constituye un ahorro de tiempo. – Al cumplir con las tareas se genera una sensación de éxito y avance, o lo que es lo mismo: pura motivación. – Ayuda a superar indecisiones. – Hacemos lo que tenemos que hacer y no otra cosa. – Evitamos la ansiedad por la posibilidad de que alguna tarea pendiente sigua oculta y salte de forma imprevista. El proceso de planificación es sencillo, pues sólo requiere disponer de cinco o diez minutos de la jornada (generalmente al comienzo de la misma), y proceder a listar todas las tareas que tengamos previsto realizar durante la jornada (naturalmente con un criterio temporal razonable y dejando un espacio para los imprevistos). Una vez conocidas las tareas a realizar, es fundamental proceder a priorizar entre las mismas estableciendo un orden o jerarquía en su ejecución y asignando un tiempo aproximado para cada una de ellas, sin olvidar, que el tiempo que dediquemos a priorizar las tareas nunca se malgasta, ya que a la larga será un ahorro. En el despacho consideramos que, a modo de principio fundamental en la priorización, debemos comenzar siempre por las tareas de más importancia, si bien es conveniente intercalar estos bloques de concentración intensa con periodos dedicados a tareas más sencillas. A la hora de asignar espacios de tiempo a las tareas, partimos de la base de los siguientes principios Las primeras horas de la jornada suelen ser las horas en las que se dispone de mayor concentración. Un periodo de tiempo de entre 25 y 35 minutos es el ideal para trabajar con máxima concentración en la tarea A las tareas secundarias y auxiliares (organización de documentos, examen de la bandeja de entrada, etc…) conviene asignar espacios de tiempo en los que la concentración es menor (últimas horas de la jornada, bien sea de mañana como de tarde). Contar siempre con un plan de contingencias o planes B para el caso de que se produzcan imprevistos que pueden alterar nuestra organización. Personalmente, con independencia de listar las tareas a primera hora de la jornada, me gusta llevar siempre encima una hoja de papel o el bloc de notas del móvil, en los que voy escribiendo aquellas tareas que se me van ocurriendo y que debo realizar próximamente, notas que utilizo a modo de recordatorio en el momento de planificar. En cuanto a los inconvenientes de la programación, ciertamente no encuentro ninguno, pues aquel que afirma que no tiene tiempo de planificar, se está engañando, pues todos tenemos cinco o diez minutos para dedicarnos a esta sencilla tarea que solo requiere bolígrafo y una hoja de papel y una firme voluntad de renegociar con uno mismo. Pero es que, aunque solo puedas listar una o dos cosas, el mero ejercicio de programación supone un acto de concienciación muy importante que nos permitirá poner algo de orden en el caos que nos rodea, todo ello sin perjuicio de los beneficios antes citados. Y concluyo con una de las reglas más importantes de la eficacia personal: la regla del 10/90, que afirma que el primer 10 por ciento que ocupamos planificando y organizando el trabajo, antes de empezar, nos va a permitir ahorrar hasta el 90 % del tiempo que ocuparíamos en hacer el trabajo una vez que lo hayamos empezado. [1] Si quieres conocer un ejemplo práctico de planificación de la jornada diaria de un abogado, te invito a que visites el siguiente post: https://oscarleon.es/como-planificar-la-jornada-diaria-de-un-abogado-lo-imposible-hecho-posible/ |
Cristián Warnken. |
Formando para Crear Cristián Warnken: “El día que las humanidades dejen de tener un rol importante estamos perdidos” Ricardo Olave 26 jun 2024 El escritor y profesor de Literatura lidera País Humanista, nuevo centro de estudios de la U. San Sebastián, que fue inaugurado este lunes con la visita del académico y exministro de cultura de España, José María Lasalle. El centro se enfocará en reflexionar sobre las humanidades, en diálogo con la ciencia y la tecnología y los dilemas éticos, entre otro temas. En medio de un intenso y reciente debate respecto del valor de las humanidades en la sociedad, Cristián Warnken, conocido por su trabajo en la promoción de la literatura y la cultura en el país, vuelve a la escena pública, esta vez liderando País Humanista, centro de pensamiento de la Universidad San Sebastián (USS), que busca contribuir a la reflexión de los grandes temas globales, desde las humanidades. País Humanista USS está integrado por los académicos USS: Roberto Ampuero (escritor y ex ministro de Cultura), Sergio Muñoz (analista político y escritor), Cecilia Morán (historiadora), Cristián de La Maza (ex subsecretario de Defensa), Gonzalo Arenas (decano Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y abogado), Guillermo Tobar (doctor en filosofía) y Víctor Berríos (literato y coordinador del grupo). El centro fue inaugurado esta semana con la participación de José María Lasalle, doctor en Derecho, escritor, académico y ex ministro de Cultura de España, quien vino invitado por la Universidad para conversar sobre el rol de las humanidades en la era de la Inteligencia Artificial, planteamiento que recoge en sus dos últimos libros: “Civilización Artificial” y “Ciberleviatán”, donde habla del eventual colapso de la democracia liberal frente a la revolución digital. En palabras del propio Warnken, el centro nace como un horizonte o aspiración para enfrentar los grandes desafíos presentes, buscando evitar el mal de esta época hiperconectada que habla más rápido de lo que piensa, impulsando el pensar meditativo que alguna vez defendió el filósofo alemán Martin Heidegger. “Heidegger dice que existen dos pensares, el calculante y el meditativo. El calculante es muy importante, porque incluye todo lo que lo que hace posible que nosotros vivamos, con todas sus comodidades y adelantos. Pero dice el filósofo que tan crucial como calcular es el pensar meditativo, el que se detiene, fuera de la prisa, y se hacen las preguntas fundamentales que hay qué hacer”, señala Warnken en una conversación que responde desde su actual residencia en Molino Viejo, un pequeño pueblo en la frontera de Llanquihue con Puerto Varas. Allí vive una especie de retiro del ajetreo de la capital, donde comenzó a planear cómo revitalizar el debate de las humanidades. Tras unos años alejados de las aulas universitarias, quien fuera el conductor de programas como “La belleza de pensar” o “Una belleza nueva”, encontró en la sede Puerto Montt de la USS un espacio para volver a hacer clases, específicamente para estudiantes de Medicina y Derecho. Ante la subvaloración de las humanidades en la actualidad, Warnken cita al filósofo italiano Nuncio Ordine y su libro “La utilidad de lo inútil” para ilustrar cómo aquello que se considera inútil, como la literatura o la filosofía, en realidad otorga sentido y cohesión a las comunidades. “Este país se conoce internacionalmente gracias a sus pensadores” declara, refiriéndose a figuras históricas como Andrés Bello, a quien llama uno de los fundadores de Chile, así como el rol de la poesía con la creación del relato nacional con la aparición de la epopeya La Araucana hace más de cinco siglos, siendo la lírica y los poetas galardonados con el Premio Nobel quienes han elevado el prestigio de Chile a nivel mundial. Así es cómo el Centro País Humanista USS se presenta desde la visión de un país centrado en las humanidades y la cultura. Esta búsqueda, reconoce Warnken, no está alejada de la nostalgia. “Tendemos a idealizar el pasado, un momento donde las humanidades tuvieron un papel más importante en la cultura chilena, pero también una nostalgia al futuro, de que volverán a ocupar un rol importante, porque ahí se juega el destino de la humanidad. Así de simple, aunque parezca un poquito grandilocuente”, declara. La universidad bastión del pensamiento humanista. Para Warnken, las universidades deben ser los bastiones del pensamiento humanista. Afirma: “El día que las humanidades dejen de tener un rol importante en las universidades, yo digo que estamos perdidos”, planteando que sería una señal de alerta y una pérdida de sentido para la educación superior el convivir sin carreras o mallas curriculares ligadas a las humanidades. Al evento en la USS asistieron más de 200 personas del mundo académico, de la cultura y las humanidades. “Alejarse demasiado de ellas, invisibilizarlas, o cerrar carreras humanistas, es traicionar la esencia misma de la universidad”. Aquí recuerda al poeta chileno Jorge Millas, quien veía a la universidad como una “torre de márfil”, un lugar dedicado a la reflexión serena y de largo alcance, lejos del “activismo frenético” de la vida cotidiana. “Para mí, una universidad que no tiene humanidades no es una universidad. Así de simple”, sostiene el escritor. En ese sentido, el profesor de Literatura que ha trabajado tanto en universidades públicas como privadas, cree que a sus 63 años ha creado “la experticia, podríamos decir, de abrir espacios en distintos lugares”. Desde este nuevo rol como director del centro País Humanista USS, Warnken pretende nuevamente “intentar sacar un poco las humanidades de este secuestro en manos de la academia”. Ante ello, se explaya:
Enfoque en regiones En relación a sus clases en la sede Patagonia de la USS, la experiencia de Cristián Warnken con las nuevas generaciones de universitarios lo motivó a llevar las ideas humanistas fuera de Santiago, con prioridad en difundirlas desde las regiones. Entendiendo el origen de la USS, que nace en Concepción a finales de los 80 ‘s, el escritor sostiene la necesidad de mirar hacia las provincias. “Por ejemplo, José María Lasalle, nuestro primer invitado internacional, va a hacer un tour por todas nuestras sedes. La mirada desde la provincia es extremadamente importante”, sostiene, para luego volver a citar a Heidegger y su manifiesto “Paisaje creador: ¿Por qué permanecemos en la Provincia?”, reafirmando su convencimiento de que “una de las enfermedades del país es que el centro ha tendido a apoderarse todo, y ha perdido la riqueza inmensa que hay en la región, no solo los recursos naturales, sino su patrimonio cultural y humano”. En ese sentido, el director de País Humanista USS hace una distinción entre ser provinciano y ser provincial, ello tras las enseñanzas de Abel González, filósofo de Cerro Castillo, cuando el literato vivió en Viña del Mar. “Él decía que el provinciano es el santiaguino, porque cree que está en el centro del mundo, pero está equivocado. Está en una provincia periférica, pero siente que es el centro, entonces tiene una mirada distorsionada”. En la otra vereda, el provincial sería quien “tiene el arraigo, el que se conecta desde la provincia con el mundo”. Warnken hace esta referencia ante esta búsqueda de dar vuelta el “mapa mental” del acceso a conversaciones desde las humanidades a nivel país. De este modo, el nuevo Centro País Humanista USS se potenciará a través de las cuatro sedes, así como buscando no ser una isla lejos en el océano, y es su director quien espera colaborar con otros centros y figuras del pensamiento crítico a nivel nacional e internacional. La visita de José María Lassalle, autor que explora la relación entre las humanidades y la inteligencia artificial, marca el comienzo de una serie de diálogos y eventos que buscan elevar el debate en el país. “Vamos a ir de menos a más. No queremos ser tan pretenciosos, pero sí tratar de elevar la discusión política a una reflexión más de fondo, más filosófica,” concluye Warnken ante el desafío al que se suma el nuevo Centro País Humanista USS, buscando ser un faro de pensamiento crítico en un mundo cada vez más dominado por la inmediatez y la superficialidad, valorando la necesidad de descentralizar el conocimiento. Una apuesta por un futuro donde las humanidades recuperen su lugar esencial en la sociedad. |
Cristián Warnken: “Crecí en un hogar donde los poetas eran los grandes héroes” País Humanista de la Universidad San Sebastián es un centro dedicado a promover y fomentar el humanismo en sus múltiples dimensiones. Busca posicionarse como un espacio intelectual y de reflexión, que inspire cambios positivos en la sociedad mediante la educación, la investigación y el diálogo. Cristián Warnken, su director, conversó con Rockstars sobre esos objetivos y también sobre la actualidad de los medios de información en Chile. Con estudios de Pedagogía en Castellano en la Universidad Católica, el escritor ha tenido un gran papel en las comunicaciones a través de grandes programas de conversación en radio y televisión. El más conocido: La Belleza de Pensar, emitido por ARTV y luego por Canal 13 Cable. Sobrino del poeta Enrique Lihn, el comunicador tuvo una infancia rodeada de arte y letras. Además, la abuela paterna de Cristián Warnken, Marta Herrera Palacios (Patricia Morgan), fue una poeta amiga de Gabriela Mistral, entre otros artistas. “Crecí en un hogar donde los poetas eran los grandes héroes. Mi padre, pese a ser un hombre muy práctico, también era un poeta escondido. Además, a mi casa, iba el poeta Eduardo Anguita, uno de los más grandes de la historia de Chile”, contó. La llamada Generación del 38, que fue movimiento artístico-literario chileno que intentaba retratar en sus obras la decadencia social de la época, también fue motivo de admiración de Warnken. Pero, cuando creó, se dio cuenta que a sus héroes les iba mal en la vida, no eran valorados por la ciudadanía. Por lo mismo, pensé en ser el puente de unión entre el mundo de los poetas y la sociedad. “Por eso me convertí en un comunicador”, aclaró. En su programa, La Belleza de Pensar, logró en parte ese objetivo. Tuvo la convicción de que a la gente hay que entregarle cultura de calidad. De las entrevistas, Cristián Warnken destacó dos: la conversación con el poeta Jorge Teillier y la que le realizó al biólogo Francisco Varela. “Varela era un tipo genial, una persona superior en términos intelectuales, pero también emocionales”, recordó. Educación y diálogo Sobre los actuales medios de comunicación, y de información, Cristián Warnken tiene una mirada crítica. No cae en la glorificación del pasado, ni tampoco en la del presente o futuro. Lo positivo de hoy, señaló, es la diversificación de canales de comunicación, que permite que haya programas, por ejemplo, con largas conversaciones. Además, destacó que surjan personas y voces nuevas. “Pero en el lugar donde se puede experimentar hoy en día, y donde se pueden correr riesgos, es en la creación de comunicación”, indicó. Además, lamentó la desaparición del papel, ya sea de diarios o revistas. “Pienso que la prensa escrita -la más seria-, aunque siempre va a tener un sesgo ideológico inevitable, es una forma de filtrar y de jerarquizar toda la información que nos está llegando. Y si desaparecen esos medios, me parece que la democracia corre riesgo”, comentó. Por otra parte, Warnken señaló que el Centro de Pensamiento País Humanista, de la USS, es una suerte de observatorio que acompaña a lo que está pasando con la inteligencia artificial en toda su dimensión. Por ejemplo, en el ámbito del derecho, la legislación y sus términos éticos. “Pero también nos interesa llevar la belleza donde se pueda, ya que sólo la belleza salvará al mundo”, expresó. El director del Centro se refirió a la belleza como una virtud, como la creación de algo que se traduzca en una publicación, en un tema educativo, que llegue a las masas.
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Tremenda carta de Cristian Warnken a Piñera deja en evidencia a las actuales autoridades. Chile y el Mundo 08/02/2024 Warnken a Pinera - Pauta Sr. Presidente Sebastián Piñera: Al recibir la noticia de su trágica e inesperada muerte, reconozco que me conmoví. Me detuve en una calle de una ciudad en el sur donde me encuentro e hice mi propio minuto de silencio. ¿Puede uno conmoverse por la muerte de un adversario político? Sí. Es lo mismo que me pasó cuando asesinaron alevosamente a Jaime Guzmán, aún más lejano en las ideas que usted de mí. Alegrarse y celebrar la muerte de un adversario político es una señal de descomposición moral muy grande: es terrible darse cuenta de que personas así hay muchas en este país, como ese grupo que fue a celebrar su muerte, en esa plaza Baquedano en que tantas veces lo lincharon simbólicamente, plaza de la indignidad y la violencia política nihilista. Hoy le escribo esta carta como un adversario político suyo, al que le molestaron muchos aspectos de su personalidad política y de sus gobiernos, pero que reconoce en usted un demócrata cabal. Cada vez es más difícil encontrar demócratas cabales en nuestra América Latina asediada por las tentaciones populistas y autoritarias. Y eso: que usted lo haya sido en momentos donde era más fácil recurrir a la fuerza que a la razón, habla de una lucidez política cada vez más escasa y habría que ser muy mezquino para no reconocer eso. Y eso es lo que la historia -no los que se creen dueños de la interpretación de la historia- reconocerá. Esos gestos decisivos son los que importarán para el futuro, no las “piñericosas” ni los errores que haya podido haber cometido. Todo eso desaparecerá, dentro de ese mar de anécdotas irrelevantes que son nuestras pequeñeces, mezquindades, ridiculeces, que todos, como seres humanos, cargamos con nosotros. Lo importante es la pregunta que la Muerte nos haga en la hora crucial y a la que podamos contestar con un “sí”. Y esa pregunta-para la tranquilidad de su espíritu, para su descanso en paz que le deseo- la ha podido contestar usted afirmativamente. De eso estoy seguro en esta hora. Como columnista, escribí textos muy críticos sobre muchos aspectos de su gestión (y sigo manteniendo muchas de esas críticas políticas), y como entrevistador-la única vez que pude entrevistarlo-tal vez fui más exigente y quizás mucho más rudo de lo que habitualmente lo he sido con mis entrevistados. No era fácil entrevistarlo, por su excesiva facilidad de palabra que tendía a envolver al entrevistador. Me acuerdo de que le dije, antes de entrar al estudio: “Presidente, esta vez hagamos una entrevista con más Word y menos Excel”; usted se rio y asintió, pero al rato, todo volvió a ser Excel de nuevo. Y hubo momentos quizás innecesariamente ríspidos. Quedé con una sensación encontrada después de esa conversación, aunque usted tomó todo con más humor que los asesores que lo acompañaban. Me gustaría haberlo entrevistado de nuevo para tratar de entenderlo más. Era difícil ir más allá del Piñera obvio, hiperquinético, rey de los datos y las cifras. Tal vez perdí una oportunidad de haberlo hecho. Y lo lamento de verdad. En esta hora, pienso en quienes lo acusaron constitucionalmente e inventaron un relato en que usted era un dictador violador de los derechos humanos y le negaron el pan y el agua. Y que repitieron el mismo guion en la pandemia, que usted enfrentó como pocos presidentes en el mundo. El Presidente Boric-entonces candidato- amenazó señalando su dedo acusatorio a la cámara con llevarlo ante una Corte Penal Internacional, y ahora afirma que usted fue un “gran demócrata desde la primera hora”. Y si lo fue desde la primera hora, ¿por qué había que llevarlo a ese juicio? Le hicieron la vida imposible como Presidente y, de paso, pusieron en riesgo la democracia. Ha quedado develada la gran mentira sobre la que se fundó el relato octubrista y su muerte, trágica e inesperada, ha dejado al desnudo la inconsistencia de quienes quisieron hacer de usted el chivo expiatorio de todos los males. No. No voy a sumarme a esos homenajes que no nacen de ninguna convicción ni reconocimiento auténtico. Pero sí quiero decirle -desde la diferencia y desde esa distancia extraña que hace de un ausente a alguien más presente que nunca- todo aquello valorable que reconozco en usted. De eso se trata el espíritu democrático: de reconocer y respetar a nuestros adversarios, de no dejar que la ira y el resentimiento nublen nuestra razón y nos impida ver el rostro del “otro” radicalmente otro a nosotros. Como dijera Enrique Lihn “a pesar de mi cólera/ nunca quise desbaratar a mi enemigo” Aun estando en la orilla opuesta y ser su opositor, nunca creí lo que el relato octubrista dijo de usted. Me opuse a la violencia destructiva que puso en jaque no sólo a su gobierno, sino a la democracia misma. Nunca dejé de creer que usted había sido elegido democráticamente por el pueblo(¡y dos veces!) y que debía terminar su mandato. Y me sorprendió y admiré el estoicismo con que resistió un estallido que habría quebrado emocionalmente a cualquiera. Eran los días en que hablar de Piñera era sinónimo de hablar del Mal. Funestos días en que el Resentimiento mostró su peor cara, en que la realidad fue deformada por el fanatismo y la intolerancia. Y qué generosidad y grandeza tuvo usted después con el nuevo Presidente Boric, el mismo que lo había amenazado con llevarlo a una corte penal internacional. ¡Qué lección le dio entonces! Espero que nuestro joven presidente esté hoy revisando y recordando eso, y haciéndose una profunda autocrítica. Porque también existe una ética y estética para tratar a los adversarios. Es la que tuvo el expresidente de Uruguay José Mujica, quien al dejar su puesto en el Senado partió en su discurso rindiéndole un sentido homenaje a su adversario político, ya fallecido. Subrayo la palabra adversario. Eso es algo que no han entendido muchos políticos de la nueva generación, intoxicados de las lecturas de Carl Schmitt y por eso su actuar y estrategia política se ha basado en convertir al adversario en enemigo a destruir. Por eso, hicieron de usted el enemigo número uno(ya Pinochet no estaba para justificarlos). Nunca pudieron aceptar que se eligiera dos veces a un Presidente de derecha… y que ese Presidente de derecha hubiera votado “N0” en el Plebiscito a Pinochet y que jamás cayera en la tentación-en los peores momentos del estallido del 2019-de salirse de las reglas democráticas. Nos quisieron convencer de que es imposible que alguien de derecha sea un demócrata. Usted mostró lo contrario y que en democracia es posible y necesaria la alternancia, y eso tampoco se lo perdonaron. Por eso lo odiaban tanto, desde una superioridad moral que después ha mostrado ser no sólo feble sino hipócrita. Esa es la izquierda de la que vengo y que hoy me avergüenza y me ha hecho repensar muchas cosas. Hoy llovió en el sur y se respira una cierta tristeza en el aire. El país está abatido, estancado. Y me ha sorprendido ver a tanta gente humilde ir a rendirle homenaje en Valdivia, y en tantas otras partes. Alguien (uno de nuestros furiosos sectarios) los llamó alguna vez despectivamente “fachos pobres” porque habían votado por usted. No. Esos no son los “fachos”: los fachos son los que han condescendido con la violencia, la funa y la intolerancia. Ahora nos queda pensar a fondo cuál fue el papel que usted jugó en la historia de nuestra frágil democracia. Es una tarea para sus adversarios (leales) y sus simpatizantes. Será muy importante entender todo lo que hemos vivido desde octubre del 2019, con la pandemia y lo que estamos padeciendo hoy, para tener claridad de qué hacer para salvar a Chile de la decadencia en curso. Usted estaba en sus últimos días pensando en eso. Pero usted quédese tranquilo, ya hizo todo lo que tenía que hacer, entregó todo en la cancha. La muerte le acaba de jugar una mala pasada (siempre lo hace). Pero no lo tome como una derrota: mire al país entero acompañando a los suyos en este momento de duelo. ¿No es impresionante? ¿No hay un signo ahí de algo, de lo que tiene que venir, de un país otra vez respetuoso de sus autoridades, de las formas, de su historia, de los acuerdos y la convivencia cívica entre los que piensan distinto? ¿No le parece que el que su muerte haya logrado eso, la mejor victoria de todas? Lo saluda Cristián Warnken. |
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