—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

domingo, 9 de septiembre de 2018

462.-El derecho penal y las nuevas tecnologías. a

Una presa con brazalete eléctrico


1. Introducción.
Como señalan HASSEMER Y MUÑOZ CÓNDE (HASSEMER, Winfried y MUÑOZ CONDE, Francisco. “Introducción a la criminología y al Derecho Penal”. Editorial Tirant Lo Blanch, Valencia, 1989, p. 15.), “si el objeto del Derecho penal es la criminalidad, quien se ocupe del Derecho penal tiene que ocuparse también de la criminalidad. Y quien no conozca o conozca mal el aspecto empírico de la Administración de la Justicia penal, difícilmente podrá manejar las reglas del Derecho penal en todos sus ámbitos: legislativo, judicial y ejecutivo o penitenciario”, por ello consideramos imprescindible enfrentar el problema de la sanción penal y sobre todo, el relativo a la ejecución de la misma, desde una perspectiva propositiva y concreta.
El brazalete electrónico apareció en la arena del Derecho Comparado como una solución efectiva al problema del hacinamiento carcelario, y al parecer ha llegado para quedarse producto de la eficiencia presupuestaria que representa para los diversos Estados que mantienen una gran población interna en los recintos de reclusión.
Nuestro país, Chile, no ha sido excepción a esta regla. Ya, los proyectos presentados por ambas candidaturas presidenciales en el inicio del año 2010 enunciaban como un pilar modernizador y fundante de la reforma al sistema penitenciario la aplicación del brazalete electrónico y su incorporación al sistema nacional.
Por lo demás, el gobierno electo no ha dejado de lado este aspecto y lo ha plasmado en el Plan de Seguridad Pública que pretende implementar entre los años 2010 y 2014.
Por lo anterior, este trabajo pretende llamar la atención a la dogmática para que comience a analizar los conflictos que surgirán con la introducción y aplicación de esta medida, buscando armonizarla y perfeccionarla a la luz de los Derechos Humanos, teniendo siempre en mente el principio humanitario de protección a los sujetos que comenten delitos y la finalidad de evitar la comisión de nuevos ilícitos.

2. El Derecho penal y las nuevas tecnologías.

Brazalete electrónico
 Un cambio de paradigma. El fin de la Cárcel.

¿Cómo es posible que en nuestra época la barbarie sea tal que a las personas que cometían delitos sean “encerraradas” en un sitio toda junta, apartada del resto de la sociedad sin darles posibilidad de reincorporarse? Una sociedad democrática y que aspira a ser justa no puede tolerar la existencia de estos recintos, va contra toda lo que el humanismo pretende ser. Las Ciencias en general y las Ciencias Sociales en particular deben dar una respuesta más radical ante el embate de las políticas populistas basadas en el “sentir” social pero que no se condicen con la realidad buscando mecanismos efectivos de integración de las personas que cometen delitos.
En esta búsqueda, “las innovaciones tecnológicas apoyadas en la informática y en las redes de comunicación mundial, así como su expansión en las últimas décadas, han derivado en un nuevo paradigma sociológico nominado Sociedad de la Información y/o del Conocimiento. En este sentido, el conocido Informe Bangemann habla de una nueva revolución industrial, basada en la información, que se puede procesar, almacenar, recuperar y comunicar de forma ilimitada e independiente de […], tiempo y distancia” (ANARTE Borrallo, Enrique. Incidencia de las nuevas tecnologías en el Sistema Penal.

 Aproximación al Derecho penal en la sociedad de la información este es el marco conceptual a partir del cual se deberá comprender el uso de las nuevas tecnologías, puesto que, si bien ha generado nuevas formas delictivas (como es el fenómeno de la ciberdelincuencia), cuestión que ha requerido la atención de los estudiosos del Derecho, también ha entregado innovadoras formas de control social.

Así podemos apreciar como abundan en las grandes ciudades “cámaras” que vigilan hasta el mas mínimo detalle del flujo humano que se mueve por las calles; como ha tomado fuerza el examen pericial de ADN como un mecanismo probatorio confiable (pero no infalible); y los notorios avances en la criminología y medicina forense, que han permitido esclarecer la nebulosa de los conflictos penales. Dentro de estos últimos elementos, el brazalete electrónico se inscribe como una alternativa, entregada por las nuevas tecnologías, para controlar y prevenir la comisión de nuevos ilícitos.
 Como ha señalado FERRAJOLI (FERRAJOLI, Luigi. “Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal”. Editorial Trotta, 5ta Edición, 2001, p. 410 y ss) “en los últimos decenios el sistema de penas trazado en la época de las codificaciones ha entrado en un a profunda crisis […]. Precisamente, ni las penas privativas, ni las penas pecuniarias, en las actuales circunstancias, parecen estar en condiciones de satisfacer los fines que justifican el derecho penal […] En cuanto a las penas privativas de derechos, su disciplina se va revelando cada vez mas inicua e irracional. Y todavía mas inaceptable, por su inutilidad, además de por su oposición a casi todas las garantías penales y procesales […] Un síntoma de la crisis de las penas privativas de libertad es, sin duda, el desarrollo de las medidas alternativas y sustitutivas, que representan quizá las principales innovaciones en materia de técnicas sancionadoras”.
En la misma línea, la introducción del brazalete electrónico en el sistema de sanciones, con las evidentes salvedades que se realizarán aguas abajo, permitirá dar paso al cumplimiento de una sanción penal en un régimen de libertad, que posibilite una efectiva integración de la persona que cometió un delito a la sociedad, y además un eficiente control de la condena, lo cual hará prescindible la existencia de la prisión, y la volverá a convertir en lo que en sus inicios fue, un lugar de paso, transitorio y breve.

3. El brazalete electrónico.

3.1. Historia.

Según un estudio de la Sociedad de Alberta John Howard “[…] the first electronic monitoring device was developed in the mid-1960s by Harvard psychologist Robert Schwitzgebel, who considered the device to be a humane and inexpensive alternative to custody for many people involved in the justice process. In 1977, Judge Jack Love of Albuquerque, New Mexico was inspired by an episode in the Spiderman comic book series to explore the possible use of electronic monitoring for offenders. Spiderman, the comic book hero, had been tagged with a
device that allowed a villain to track his every move. In 1983, Love sentenced the first offender to house arrest with electronic monitoring. Today, over 95,000 people in the United States participate in electronic monitoring programs. Use of electronic monitoring is much more limited in Canada, but it is growing.(JOHN HOWARD SOCIETY OF ALBERTA. “The Reporter”. Vol. 18, nº 1, May 2001. )

3.2. Tipos de sistemas de monitoreos electrónicos.

La mayoría de los equipos de monitoreo electrónico, en el presente, no siguen el movimiento individual. En realidad simplemente confirman si el sujeto se encuentra en un lugar aprobado en un momento aprobado. Hay actualmente dos tipos principales de equipos de monitoreo electrónico: continuo señalamiento y con contacto programado.

3.2.1. En un sistema de continuo señalamiento.

 (continuously signaling) o “activo”, un transmisor se adjunta al sujeto y emite una señal codificada por medio de una línea telefónico en intervalos regulares. Un receptor recibe las señales del transmisor del sujeto y las reporta a la central computacional, donde la señal termina y empieza. La computadora central compara cualquier interrupción de señal con el horario de toque de queda del sujeto y alerta a los oficiales de cualquier ausencia no autorizada.

3.2.2. Por otro lado, en un sistema de contacto programado.

(programmed contact) o “pasivo”, un computador se programa para llamar al sujeto en un horario al azar o en un horario determinado, y luego reportan los resultados de las llamadas. Los equipos de contacto programado son llamados “pasivos”, pues la presencia del sujeto solo es notada cuando el 7 computador lo llama.
Tecnología de sistema de posicionamiento global (GPS), la que permite al cliente ser precisamente ubicado, está disponible en Canadá pero se encuentra todavía en una etapa muy básica de desarrollo.

3.3. Delitos a los que se ha asociado.

Los delitos a los cuales ha estado usualmente relacionada la aplicación de esta sanción son aquellos vinculados a delitos económicos -por sobre todo estafas- (siendo uno de los mas connotados representantes Bernard Lawrence Madoff); delitos sexuales y delitos relacionados con violencia intrafamiliar.

3.4. Implementación en el Derecho Comparado.

En el Derecho Comparado entre los países que acogieron la cárcel virtual (cárcel sin rejas) se citan a los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Escocia, España, Portugal, Italia, Holanda, Francia, Suecia, Nueva Zelanda, Australia, África del Sur, Argentina, Brasil y México, en algunos de los cuales se adopta como pena alternativa (sustitutiva o autónoma). En casi todos se empleó por algún tiempo con carácter experimental, en programas-piloto, periódicamente evaluados.


Los estadounidenses la usan en la libertad condicional y en la suspensión condicional de la pena (son alrededor de 250.000 personas monitoreadas en el país), así como para infracciones de tránsito, crímenes contra la propiedad, posesión de droga, conducción de vehículo en estado de embriaguez, etc. En Florida, una ley obliga su utilización con los violadores por el resto de sus vidas. En Canadá, la vigilancia electrónica empezó en 1987, destinándose a conductores de vehículos flagrados en exceso de velocidad y sentenciados a penas de hasta 90 días de detención. Inglaterra se vale del monitoreo (tagging) desde hace más de doce años, con liberados bajo fianza, condenados por incumplimiento voluntario de multas y por la comisión de crímenes menores, además de aquellos que han obtenido progresión de régimen. En Portugal, es utilizado, desde 2001, como reforzamiento en la modalidad domiciliaria de la prisión preventiva. El número de usuarios está en ascenso. Francia estrenó la surveillance électronique en el 2000 en cuatro localidades (veinte brazaletes en cada una, por el periodo máximo de cuatro meses).
Dos años después, el programa se extendió a todo el país y se aplica, ex vi de la ley pertinente, a los condenados a una o más penas privativas de libertad, cuya duración total no exceda de un año; a los condenados a quienes resta cumplir una o más penas privativas de libertad, cuyo total no exceda a un año; y a los condenados que cumplan las condiciones de la libertad condicional. Las informaciones disponibles refieren la necesidad de concordancia previa del condenado y no mencionan el GPS. Desde 1994, Suecia lo usa para condenados a pocos meses de prisión, especialmente autores de delitos de tránsito, una infracción grave en aquel país. A partir de 2001, pasó a usarse también en casos de ofensores sentenciados a dos o más años de prisión, que pueden ser vigilados electrónicamente por un periodo máximo de cuatro meses, no admitiéndose en el programa a quienes presenten riesgo de que puedan romper sus condiciones, cometer nuevos delitos o usar drogas o alcohol.
 En virtud de ello, consta que diez prisiones fueron cerradas en el país. En Australia se inició en 2004, con altas tasas de cumplimiento cabal de la pena, a nivel estatal y federal, el programa home detention (arresto domiciliario), para un grupo reducido de condenados rigurosamente seleccionados (no se aceptan a narcotraficantes y a personas que tengan background de violencia incluso doméstica y ofensas sexuales, como tampoco que manejaron armas de fuego). Se considera una pena sustitutiva a la privación de libertad, exige el consentimiento del condenado y no puede ser superior a doce meses. Argentina implantó hace años el monitoreo en la prisión domiciliaria, habiendo informaciones de que sólo en el corriente año de 2008 cerca de 300 reclusos provisionales son beneficiarios del programa.
 En Brasil, recientemente, en un conjunto de leyes antiviolencia (que integran el Programa Acelerado de Crecimiento - PAC), un proyecto que permite el monitoreo de condenados en medio libre - régimen semiabierto o abierto, salidas temporales o libertad condicional (vigilada). En México viene a ser una experiencia nueva, que beneficia sobre todo a internos a quienes les restan hasta uno o dos años para cumplir su sentencia”.
 BARROS Leal, Cesar. “La vigilancia electrónica como alternativa a la prisión en el marco de la seguridad pública” 

4. El brazalete electrónico como sanción.

4.1. El brazalete electrónico como medida cautelar. Análisis Constitucional y Visión Crítica.

La doble vía punitiva del Código de Rocco (1930), incorporó, junto con las penas propiamente tales, las medidas de seguridad. Éstas se distinguen de aquéllas por su diferente presupuesto, ya que en las últimas interesa, no siempre, la comisión de un delito, sino que la calificación de la persona como “socialmente peligrosa” por ser probable que cometa cualquier delito futuro.
“Bajo este aspecto, las medidas de seguridad, aunque aplicadas por el juez las más de las veces mediante sentencia, son, en esencia, medidas de defensa social bastante mas parecidas a las medidas de prevención que a las penas y refuerzan, como aquéllas, el paradigma constitutivo que da relevancia a la naturaleza del sujeto desviado más que a sus comportamientos” 
FERRAJOLI, op cit. p. 778

Algunas legislaciones han comenzado a implementar el brazalete electrónico como medida cautelar, sin embargo debemos discrepar tajantemente respecto de esa posibilidad, producto de la gran invasión que representa para el juzgado tener que soportar el uso del brazalete electrónico. Por lo demás, si bien es de una menor entidad, en cuanto al daño que le provoca en la esfera de sus derechos a la persona que se le imputa, que la prisión preventiva, no deja de ser una medida de suyo invasiva, vulneratoria del derecho a la Intimidad y que, en una persona inocente, podría generar prejuicios en su contra. Creemos firmemente que existen mejores
medidas (como la firma mensual y el arraigo, entre otros) que ésta para garantizar la cautela de una posible fuga, sin caer en la estigmatización social de las personas que cometen “determinado tipo de delitos”, puesto que se debe entender que por sobre la medida cautelar se encuentra el principio fundamental de la “presunción de inocencia”.

Por lo mismo, no compartimos la opinión del mensaje del proyecto de ley nº 6612-0710 Biblioteca del Congreso Nacional.  que señala “esta medida de control puede utilizarse para asegurar la persona del imputado durante la tramitación de su proceso, en consonancia con la presunción de inocencia, pero garantizando de una manera más eficaz el ejercicio de la libertad provisional del individuo, pues tiende a impedir su fuga y a proteger a las víctimas.
 No se trata de una nueva pena, sino de un sistema de control electrónico para garantizar la ejecución de una pena cuya sustantividad es la privación o restricción de libertad. En este sentido, no persigue la rehabilitación sino la gestión de los movimientos del individuo sometido a esta medida de control, para colaborar en la creación de hábitos de vida de bajo riesgo que prevengan la comisión de nuevos delitos y sean más seguros para la sociedad por cuanto olvida que una de las finalidades del Derecho penal es tratar al ser humano como un “fin” y no como un “medio”.

Sin embargo, podría tolerarse su uso, en caso de que se derogara la prisión preventiva como medida cautelar, por cuanto el control electrónico garantiza cumplir efectivamente todos los fines de aquella “sanción” y resulta a todas luces menos gravoso.

4.2. El brazalete electrónico como medida alternativa a las penas privativas de
libertad.

En relación al Sistema de control de medidas alternativas (Brazalete electrónico), en el Acuerdo Político Legislativo suscrito entre el Gobierno –de Bachelet- y la Alianza, el primero se comprometió a enviar el proyecto que modifique la ley que establece las penas alternativas -18.216- durante marzo del 2008. Ello, a fin de establecer como medio alternativo al cumplimiento de la reclusión nocturna, el uso de sistemas de monitoreo electrónico, el cual será utilizado –además- para el control de medidas cautelares.
(GODOY, Daniela. “Seguridad Pública en Chile”. Informe Especial, Instituto Libertad, Vol. 19, nº 188, Abril de 2008). Esto, puede considerarse un avance estratégico en la búsqueda de lograr un derecho penal mas humanitario y solidario, sin embargo, solamente debe entenderse como una paso hacia una instancia superior, en la cual el brazalete electrónico constituya una pena en si misma, y no una medida alternativa a la pena privativa de libertad, entendiéndose por tal aquellas contenidas en la ley 18.216.

4.3. El brazalete electrónico como pena.

La pena privativa de libertad, “que en la época moderna ha constituido la alternativa más importante a las penas feroces y al principal vehículo del proceso de mitigación y racionalización de las penas, ya no parece a su vez idónea –en cuando no pertinente o no necesaria- para satisfacer ninguna de las dos razones que justifican la sanción penal: ni la prevención de delitos; ni la prevención de venganzas privadas” (FERRAJOLI, op cit. p. 412), por ello, el avance de la tecnología ha permitido avanzar en las medidas de control social y ha entregado un mecanismo mas eficiente y menos desocializador que la cárcel, este es el brazalete electrónico.

4.3.1. Cautela y relación con los fines de la pena.

Cómo ya se señaló aguas arriba, este sistema, es intensamente invasivo de la vida privada y de la intimidad de las personas, equiparándose a la medida privativa de libertad en este aspecto, puesto que, lo que se buscaba, al transformar a la cárcel en un centro de reclusión, era readaptar al individuo para la vida social, mediante un control estricto del personal administrativo.
 Así surgieron modelos carcelarios como el del panóptico (ideado por Jeremías Bentham), en el cual se podía ver todo movimiento de los internos; y el brazalete electrónico, a su vez, permite el mismo control, pero en un régimen de contacto con el mundo extramuros.
Por lo mismo no es posible entender esta medida como cautelar a la pena privativa de libertad, porque si bien, es menos gravosa por cuanto permite un contacto social más directo, es efectivamente igual de perjudicial, con los conducentes riegos de estigmatización. En este sentido, permite una aplicación efectiva de los principios de la teoría de la prevención especial positiva, por cuanto reincorpora al sujeto a la comunidad.
Podría señalarse que se merman los fines preventivos generales, por cuanto el control carcelario provoca una intimidación mucho mayor que el control electrónico, sin embargo se deberá señalar al respecto que la población penal que circula en los recintos penales es, por regla general, reincidente, con lo cual dicha crítica también es factible respecto del actual sistema. Es mas, podría señalarse a la inversa, que el control de alguien que debe cumplir una condena con un brazalete electrónico es mucho mas intenso por cuanto se sabe dónde está, lo cual puede definir su responsabilidad en algunos casos (con las salvedades que se harán a continuación como críticas).

4.3.2. El fin de las penas privativas de libertad y el retorno de las penas restrictivas de libertad.

Ya se ha señalado en el presente trabajo la revolución que presenta esta nueva tecnología al control y a la ejecución de la pena misma, y por ello, no tenemos lugar a dudas respecto a que estamos presenciando el inicio del fin del sistema carcelario como lo conocemos. Sin embargo, veremos resucitar otro mecanismo, mas antiguo, y dejado de lado debido a falta de recursos y de controles efectivos; las penas restrictivas de la libertad. Como ya se sabe, la falta de un eficiente control de las personas sujetas a estas penas las volvió inútiles para controlar y satisfacer la necesidad de una pena que la sociedad deseaba; sin embargo, el monitoreo electrónico permitirá volver a posicionar dichas sanciones, mediante un bajo costo.
 En este sentido, el nuevo modelo penal permitirá salvar la dificultad antiquísima que ello representaba. Se deberá, eso si, tener presente las mismas consideraciones críticas que se pueden realizar a las penas restrictivas de la sociedad (como por ejemplo al extrañamiento), y por ende se deberán tener presentes las dificultades que estas sanciones implican por su propia naturaleza.

4.3.3. Críticas y Objeciones al uso del brazalete electrónico.

Como señala RODRÍGUEZ-MAGARIÑOS, las pulseras pueden ser un instrumento inteligente de reducir el mundo de las prisiones siempre que se utilice con inteligencia y aportando las debidas garantías. Pero, no se puede olvidar que también pueden ser un instrumento idóneo para convertir a un ser humano en un objeto.
Un vez más, lo trascendental es el modo en que se apliquen, no olvidando que históricamente el ser humano ha demostrado que puede dar vida a los referidos fantasmas. (RODRÍGUEZ-MAGARIÑOS, Faustino Gudín, Cárcel Electrónica y Sistema Penitenciario del Siglo XXI, p. 21)
[Los individuos, expuestos a la humillación pública (como si tuvieran una luz encendida en su frente o un cartel en su espalda, son vulnerados en su intimidad, en su privacidad (ésta una de las censuras más severas) y resultan estigmatizados; al fin y al cabo, pueden ser agredidos por personas que comprometan su integridad física.
La pulsera y la tobillera magnéticas son símbolos de una tendencia deplorable que no tiene límites, pues mañana, con la diseminación de otros mecanismos de vigilancia telemática, podrá ser un artefacto que se implante en el cuerpo del condenado, subyugándolo por completo y ampliándose el poder y la actuación de un Estado Policial, con una visión panopticista.
Al respecto declaró CEZAR BRITTO, Presidente del Colegio de Abogados de Brasil, en una entrevista otorgada el 27 de marzo de 2008: “Hoy es una pulsera electrónica, mañana un chip, después se extiende a los niños, a los adolescentes y, por fin, pasaremos a vivir en un Big Brother, con todo el mundo siendo vigilado por el Gran Hermano omnipotente y omnipresente.” MARIA LÚCIA KARAM agrega: “El panóptico no necesita instalarse en un sitio cerrado, en el interior de los muros de la prisión, en el interior de la institución total. El control ya puede estar por toda parte. La sociedad como un todo ya puede ser la propia institución total.” 

Los que más ganan con el programa de seguimiento son las empresas especializadas (industria del control del crimen) que actúan en este campo, en violación de la prerrogativa exclusiva del Estado de aplicar una sanción punitiva.] (BARROS Leal, op cit)

Dos presos con Brazalete electrónico

5. Comentarios finales y conclusiones.

Como se ha expresado en este breve ensayo, el brazalete electrónico constituye una nueva posibilidad de adaptar los mecanismos de ejecución penal a los nuevos tiempos, evitando la degradación humana que se produce en las cárceles y la des-socialización que las mismas ocasionan. En este sentido, un sistema de monitoreo electrónico permite al individuo que comete un delito no salir de su sistema social, y a la vez cumplir con un control que garantice una readaptación del mismo en la comunidad. Sin embargo, se debe tener precaución con la manera en que se incorpora esta medida al sistema, y por lo mismo somos de la opinión de negar validez a su incorporación como medida preventiva o de seguridad.
 Reconocemos que puede introducirse como medida alternativa al cumplimiento de una medida privativa de libertad, pero sin embargo creemos que esta etapa es solo transitoria, para dar paso a una sustitución definitiva de las medidas privativas de libertad. Por último, se deberá tener presente que el uso de nuevas tecnologías viene asociado con una posibilidad de riegos importantes para la libertad humana, ante la cual los dogmáticos y prácticos deberán estar alertas.











  









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August 1, 2023




RFID o identificación por radiofrecuencia (del inglés Radio Frequency Identification) es un sistema de almacenamiento y recuperación de datos remotos que usa dispositivos denominados etiquetas, tarjetas o transpondedores RFID. El propósito fundamental de la tecnología RFID es transmitir la identidad de un objeto (similar a un número de serie único) mediante ondas de radio. Las tecnologías RFID se agrupan dentro de las denominadas Auto ID (automatic identification, o identificación automática).


Las etiquetas RFID (RFID tag en inglés) son unos dispositivos pequeños, similares a una pegatina, que pueden ser adheridas o incorporadas a un producto, un animal o una persona. Contienen antenas para permitirles recibir y responder a peticiones por radiofrecuencia desde un emisor-receptor RFID. Las etiquetas pasivas no necesitan alimentación eléctrica interna, mientras que las activas sí lo requieren.​ Una de las ventajas del uso de radiofrecuencia (en lugar, por ejemplo, de infrarrojos) es que no se requiere visión directa entre emisor y receptor.

  

'Rastrean cada movimiento': cómo las aplicaciones de libertad condicional de EE. UU. crearon prisioneros digitales.

¿Es el rastreo de teléfonos inteligentes una recompensa menos intrusiva por el buen comportamiento o simplemente una forma de enriquecer la industria carcelaria?

Jueves 4 de marzo de 2021 

En 2018, William Frederick Keck III se declaró culpable ante un tribunal de Manassas, Virginia, de posesión con intención de distribuir cannabis. Cumplió tres meses de prisión y luego comenzó una libertad condicional de tres años. Se le pidió que usara un monitor GPS en el tobillo antes de su juicio y luego se presentara para pruebas de drogas aleatorias después de su liberación. Finalmente, el estado redujo su nivel de seguimiento a reuniones programadas con su oficial de libertad condicional. Finalmente, después de continuar con su buen comportamiento, el oficial de libertad condicional de Keck lo trasladó al nivel más bajo de monitoreo de Virginia: una aplicación en su teléfono inteligente.
Una vez al mes, Keck abría la aplicación Shadowtrack y decía sus respuestas a una serie de preguntas para que un algoritmo de reconocimiento de voz pudiera confirmar que realmente era él. Luego escribiría respuestas a varias preguntas más, como si había consumido drogas, y la aplicación enviaría sus respuestas y su ubicación a su oficial de libertad condicional. A menos que hubiera un problema, Keck no tendría que interactuar con un humano y el proceso podría completarse durante una pausa publicitaria en televisión.
Pero para Keck, el hecho de que lo pusieran en la aplicación no le pareció una recompensa menos intrusiva por su buen comportamiento. Al descargar Shadowtrack, los usuarios deben dar su consentimiento para que se monitoree su ubicación en segundo plano en su teléfono para que los oficiales de libertad condicional puedan enviar solicitudes de ubicación "silenciosas" en cualquier momento. 
"Fue genial no tener que presentarse ante un oficial de libertad condicional, fue genial no tener que volver a someterse a pruebas de drogas", dice Keck. "Pero esa tranquilidad de no tener a nadie siguiendo cada uno de tus movimientos... era como estar encerrado de nuevo".

Keck es un rapero que se conoce con el nombre artístico de OG Illa . Cuando lo colocaron en Shadowtrack, su carrera comenzaba a despegar después del éxito de su sencillo Kareem , dice. Tuvo ofertas para realizar giras y posibles reuniones de negocios fuera de su estado, todas las cuales tuvo que rechazar. Según los términos de su libertad condicional, no podía salir de Virginia sin pasar por un largo proceso de solicitud. Y como usar Shadowtrack (esencialmente un sofisticado chatbot con GPS) era la única interacción que tenía con el sistema de libertad condicional, estar en el nivel más bajo de monitoreo parecía menos propicio para la rehabilitación que las reuniones físicas con su oficial de libertad condicional.

Virginia ha utilizado Shadowtrack desde otoño de 2015 y la aplicación monitorea a unos 11.000 virginianos, dice Dale Jacobson, quien dirige la unidad biométrica de verificación de voz del Departamento Correccional de Virginia.

"Está ahorrando innumerables horas por parte del oficial", dice Jacobson. Él cree, a partir de evidencia anecdótica, que un poco menos de personas en libertad condicional de bajo riesgo están siendo arrestadas desde que Virginia comenzó a usar Shadowtrack en lugar de llamar a teléfonos fijos en los lugares donde se aplica el toque de queda a las personas en libertad condicional.
 A medida que avanzaba la pandemia, el departamento comenzó a utilizar la función de videoconferencia de la aplicación para realizar reuniones seguras con personas en libertad condicional consideradas con mayor riesgo de reincidencia. "No puedo imaginar que desaparezca", dice Jacobson.

Los funcionarios de libertad condicional han acogido con agrado la tecnología de rastreo como ShadoWatch de Shadowtrack, pero algunos ex delincuentes prefieren el contacto humano.


Shadowtrack es una de una serie de aplicaciones que, impulsadas por la pandemia de Covid-19 , se utilizan cada vez más en los sistemas estatales de justicia penal y en los tribunales federales de inmigración para rastrear a las personas mientras esperan el juicio o están en libertad condicional o bajo libertad condicional. Son más fáciles de instalar que las tobilleras con GPS, vienen con una tentadora variedad de funciones analíticas y son mucho más económicas. En algunas jurisdicciones, la persona vigilada debe pagar una tarifa diaria en lugar de que la agencia de justicia compre el servicio.
La facilidad de uso es uno de los aspectos que más preocupa a los grupos de libertades civiles y a los reformadores penitenciarios acerca de las aplicaciones de seguimiento de la libertad condicional. Las empresas que comercializan las aplicaciones –incluidas BI Incorporated, Outreach Smartphone Monitoring, TrackTech, Telmate y otras– dicen que las herramientas reducirán las tasas de encarcelamiento y reemplazarán las estigmatizantes y a menudo físicamente dolorosas pulseras de tobillo.
"Hemos incorporado muchas características en nuestra tecnología para minimizar las violaciones técnicas", dice Robert Magaletta, director ejecutivo de Shadowtrack. "Nos encantaría que la gente abandonara el programa como participante exitoso y siguiera adelante".

En Virginia, Shadowtrack no reemplaza las pulseras de tobillo, es simplemente un nuevo tipo de monitoreo. Y a nivel federal, donde el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos utiliza la aplicación SmartLink creada por BI Inc, los pocos datos disponibles sugieren que ambos métodos están creciendo. 
En el año fiscal 2020, ICE monitoreó a 28,581 personas a través de brazaletes y a 23,804 a través de SmartLink, según datos de detenciones publicados por la agencia. En lo que va de 2021, hay 29.459 personas usando pulseras y 26.597 usando SmartLink.
 “No es un sustituto de la detención, pero permite que ICE ejerza una mayor supervisión sobre una parte de aquellos que no están detenidos” en función de factores como su historial de inmigración, vínculos comunitarios y condición médica, dijo la agencia.

“No ha habido un reemplazo de uno por el otro, simplemente ha habido una expansión bastante constante de ambos”, dice Jacinta González, organizadora del grupo de defensa de los inmigrantes Mijente. Los críticos también argumentan que la recopilación de datos y el análisis predictivo experimental incorporados en algunas aplicaciones de seguimiento seguramente generarán falsos positivos que conducirán a arrestos por violaciones técnicas de la libertad condicional o las condiciones de libertad condicional. “Lo predictivo es realmente una locura”, dice González. "Aquí es donde tenemos que pensar en los peores escenarios".

SmartLink, por ejemplo, interactúa con el software TotalAccess de BI, que, según el folleto del producto de la empresa, utiliza análisis predictivos para calcular la probabilidad de que una persona se fugue y lo que dicen sus patrones de viaje sobre su acceso a "lugares de riesgo". BI es una filial de la empresa penitenciaria privada GEO Group.

Mientras tanto, Shadowtrack se jacta de que sus algoritmos de reconocimiento de voz también pueden detectar si una persona ha estado consumiendo alcohol o drogas. 
"Tenemos algún software propietario incorporado que puede detectar algunas malas palabras en el habla, etc., lo que tal vez justifique un seguimiento", dice Magaletta.

La próxima generación de tecnología de seguimiento promete ir aún más lejos. Investigadores de la Universidad Purdue en Indiana, financiados con una subvención federal, están combinando aplicaciones de seguimiento con dispositivos que monitorean los niveles de cortisol y la frecuencia cardíaca del usuario como marcadores de estrés. Esos datos biométricos, junto con los historiales de ubicación y otra información recopilada a través de aplicaciones, se incorporarán a algoritmos para determinar si una persona está incurriendo en un comportamiento riesgoso que podría conducir a la reincidencia, enviando potencialmente una alerta automática a un oficial de libertad condicional.
En algunas jurisdicciones, la pandemia está provocando la rápida adopción de estas aplicaciones por parte de amplias poblaciones de delincuentes.

Durante varios meses de 2020, la pandemia llevó a Illinois a cancelar reuniones en persona y obligó a las personas en libertad condicional a instalar SmartLink. Michael, que obtuvo la libertad condicional en 2019 después de cumplir 23 años y medio de condena por asesinato, dice que cuando el Departamento Correccional de Illinois finalmente reanudó las visitas cara a cara el otoño pasado, su oficial de libertad condicional le dijo que no podía desinstalar la aplicación. . Michael, que prefiere usar su nombre sólo para proteger sus perspectivas de empleo, dice que SmartLink había sido un inconveniente y le hizo temer que lo arrestaran nuevamente por una infracción técnica.

Un día regresaba a casa del trabajo en autobús y no se dio cuenta de que su oficial de libertad condicional lo había llamado a través de SmartLink. Debido a que, en teoría, las personas en libertad condicional como Michael pueden llevar sus teléfonos a dondequiera que vayan, no responder una llamada puede contar como una violación.

“Estar sujeto, en un momento dado, a que te llamen y te digan: '¿Dónde estás?', y tengas que dejar de hacer lo que estás haciendo, es muy incómodo. Estarás en el trabajo y no querrás contestar el teléfono”, dice Michael. “Fui uno de los afortunados que tuvo un PO [oficial de libertad condicional] comprensivo. Es triste decirlo, muchas de las OP no lo entienden. Muchos de ellos preferirían que nos pudriésemos en prisión. Algunos no creen que exista la rehabilitación”.

Según Robert Murnock, vicepresidente de desarrollo de asociaciones de BI, los agentes de libertad condicional utilizarán todas las herramientas que estén a su disposición, aplicaciones o no, para contactar a quienes están supervisando. 

“No promovemos que puedas llamarlos más o menos, decimos 'aquí tienes una herramienta para ayudar a gestionarlos'”, afirma.


  

Home Detention Curfew.


Un requisito diario de que una persona sujeta a una orden judicial ( court order), como condiciones de libertad condicional o libertad bajo  fianza, debe regresar a su casa antes de una hora determinada y estar dentro de ella hasta una hora determinada de la mañana.

Prison furlough.

Un permiso penitenciario (inglés Prison furlough ) es una liberación temporal autorizada que se concede a un recluso . A los presos con licencia se les puede permitir salir sin escolta, pero, si van acompañados de guardias, a menudo deben pagar los gastos. A veces se conceden permisos por motivos médicos o para permitir que los reclusos asistan a funerales o se pongan en contacto para conseguir empleo al ser liberados. 
Existe cierta evidencia de que las licencias reducen los estallidos violentos, aunque también ha habido casos de alto perfil en los que prisioneros suspendidos cometieron delitos mientras estaban en licencia, regresaron tarde o permanecieron en libertad. 
En la Oficina Federal de Prisiones , las licencias no se consideran una recompensa por el buen comportamiento ni un medio para acortar una sentencia penal, sino que están destinadas estrictamente a promover objetivos correccionales.

Telmate Guardian ofrece una innovadora solución de monitoreo GPS basada en teléfonos inteligentes para correcciones comunitarias.

Telmate Guardian is an offender monitoring software product used by community corrections personnel to supervise offenders on parole, probation, pre-trial or work release. When installed on a smartphone, the Guardian application captures location information as well as biometrics, such as facial photos and voice samples.


Telmate Guardian es un producto de software de monitoreo de delincuentes utilizado por el personal penitenciario de la comunidad para supervisar a los delincuentes en libertad condicional, libertad vigilada, prisión preventiva o liberación laboral. Cuando se instala en un teléfono inteligente, la aplicación Guardian captura información de ubicación, así como datos biométricos, como fotografías faciales y muestras de voz.


22 de abril de 2015

SAN FRANCISCO, CA (ABRIL 2015) - Telmate , líder en tecnología penitenciaria , anunció hoy el lanzamiento de Telmate Guardian, la solución de monitoreo GPS basada en teléfonos inteligentes más innovadora para correcciones comunitarias, incluyendo libertad condicional, libertad condicional, prisión preventiva y liberación laboral. Los programas correccionales comunitarios generalmente supervisan a los delincuentes fuera de la cárcel o prisiones y se administran bajo la autoridad del sistema de justicia penal.

Guardian es fácil de usar tanto para el administrador de casos como para el afiliado. Los administradores de casos configuran un nuevo usuario en línea y proporcionan un PIN único al inscrito. Los inscritos descargan la aplicación y se registran. Según su programa, a los inscritos se les solicita que se registren leyendo una serie aleatoria de números. La detección de voz y rostro luego confirma que el check-in fue exitoso. Todos los registros se informan y entregan al administrador de casos.

Telmate Guardian ofrece a los administradores de casos monitoreo, informes y controles de registro en tiempo real, junto con funciones como detección facial y de voz, y zonas geográficas (zonas de inclusión y exclusión), lo que simplifica la identificación y supervisión activa de los inscritos. La aplicación es compatible con teléfonos inteligentes Android y Apple y no requiere hardware o equipo nuevo para los administradores de casos y los afiliados, lo que la convierte en una solución de monitoreo de bajo costo, sólida y fácil de usar. Además, la tecnología Guardian elimina la tediosa necesidad de que los asistentes sociales revisen densos correos electrónicos y faxes. La tecnología segura brinda a los administradores penitenciarios, los tribunales y los departamentos de libertad condicional la confianza de que están utilizando la solución más avanzada, innovadora, eficaz y segura del mercado actual.

Para los delincuentes en prisiones comunitarias, un teléfono inteligente es más discreto y mucho menos embarazoso y limitante para el empleo y otros aspectos del reingreso que las soluciones tradicionales basadas en hardware, como un monitor de tobillo. Es más, como Guardian es una solución de aplicación móvil moderna, resulta familiar y cómoda para los inscritos. Guardian fomenta la independencia y la toma de decisiones saludables de los afiliados, lo que respalda un reingreso más efectivo.

“Telmate Guardian es la aplicación perfecta en la que todos ganan. Los administradores de casos obtienen una forma simple y poderosa de agregar una capa de monitoreo”, dijo Jeff Hansen, director de marketing de Telmate. "Por el contrario, los afiliados obtienen una solución moderna, familiar y digna que les ayuda a salir y permanecer fuera".


Hoy en día, existe una demanda cada vez mayor para sacar a las personas de la cárcel debido a los costos, el hacinamiento, la liberación anticipada y más. Pero también hay un costo social si están en la comunidad sin suficiente supervisión. Como resultado, debido al gran número de clientes que regresan a la sociedad, los correccionales comunitarios son un mercado creciente que necesita herramientas efectivas para ayudar con la rehabilitación y reintegración de los delincuentes a la sociedad.

Telmate Guardian mantiene seguras a las comunidades al ofrecer monitoreo GPS inteligente y efectivo a una población de delincuentes de menor riesgo que actualmente no son monitoreados a través de algún tipo de monitoreo electrónico en el hogar (como las tradicionales pulseras de tobillo), o que solo son monitoreados a través de supervisión pasiva (como como llamadas telefónicas, visitas sin cita previa o reuniones periódicas).

Telmate presentará la nueva tecnología Guardian en su stand en la 34ª Conferencia Anual de la American Jail Association esta semana en Charlotte, Carolina del Norte.

Para obtener más información sobre Telmate Guardian, visite
 www.telmate.com/guardian.

Acerca de Telmate: Telmate es el proveedor de más rápido crecimiento de teléfonos para reclusos y visitas por video, mensajería segura, aplicaciones móviles, tabletas para reclusos y herramientas para investigadores. Las plataformas de vanguardia de Telmate están implementadas en más de 300 instalaciones en todo el país y en cuatro provincias canadienses. Telmate tiene su sede en San Francisco, California.

 Para obtener más información sobre Telmate, visite www.telmate.com .

  

A Wearable Wiretap.
Una intervención telefónica portátil.

Por  nila bala y Lars Trautman
14 de noviembre de 2019

A principios de este año, agentes de Chicago le colocaron un monitor en el tobillo a Shawn , un joven de 15 años que esperaba juicio por cargos de robo. El monitor de tobillo ofreció a la policía la posibilidad de rastrear el paradero de Shawn, ayudando a garantizar que se presentara a su cita en la corte. Pero a diferencia de los monitores de tobillo tradicionales, el de Shawn estaba equipado con parlantes y un micrófono, lo que en teoría permitía la comunicación bidireccional entre Shawn y las autoridades. Su madre le dijo a Appeal que le preocupaba que los funcionarios los estuvieran escuchando a escondidas:

 “[E]n pueden oír todo. Podríamos estar aquí hablando de cualquier cosa”.

Según la Apelación, los funcionarios del condado de Cook utilizan estas capacidades para recordar a los niños sobre las próximas fechas de audiencia o para cargar sus dispositivos de monitoreo, pero “ningún oficial de libertad condicional ha utilizado el dispositivo en violación de la ley”. Pero el caso de Shawn puede ser sólo el comienzo. Históricamente, los dispositivos de monitoreo electrónico fueron diseñados para proporcionar información sobre geolocalización únicamente (y advertir a los funcionarios si un individuo intentaba alterar el dispositivo). Sin embargo, últimamente, los funcionarios de DC , Chicago y otros lugares han comenzado a utilizar dispositivos que tienen capacidades de comunicación bidireccional. Aunque estos nuevos dispositivos prometen algunos beneficios adicionales, estos se ven eclipsados ​​por costos significativos para la dignidad, la privacidad y la rehabilitación.

En un día cualquiera, más de 100.000 personas en el sistema de justicia penal están bajo algún tipo de seguimiento electrónico, una cifra que ha aumentado en un 140 por ciento en la última década. Lo más común es que esto implique llevar un dispositivo alrededor del tobillo (el prototipo de pulsera de tobillo con GPS) mientras el individuo queda bajo supervisión comunitaria. La supervisión comunitaria abarca programas en los que las personas son vigiladas por las fuerzas del orden pero se encuentran en su propia comunidad en lugar de tras las rejas; se puede utilizar antes del juicio o después de la adjudicación, como en el caso de la libertad condicional y la libertad condicional. Es posible que la pulsera de tobillo no sea técnicamente obligatoria en muchos casos, pero el individuo normalmente sólo tiene dos opciones: seguimiento o encarcelamiento.

Así como las personas en espera de juicio a menudo prefieren el seguimiento, también lo hacen cada vez más las jurisdicciones. Muchas prisiones y cárceles han alcanzado su capacidad máxima y la oposición a la fianza en efectivo está creciendo. Eso hace que la supervisión comunitaria sea una alternativa atractiva tanto a la detención preventiva como al encarcelamiento posterior a la condena, pero si incluso el monitoreo electrónico estándar produce una mayor libertad o una interferencia indebida en la vida de un individuo a menudo depende de la perspectiva de cada uno. Para muchos fiscales y jueces, constituye una de las únicas alternativas al encarcelamiento para personas consideradas de mayor riesgo. Para muchos defensores de las libertades civiles y de la justicia penal, representa una forma innecesaria y gravosa de “ encarcelamiento electrónico ” para personas que cumplirían con las condiciones judiciales incluso sin dicho control.

Pero en un sistema donde alguna forma de encarcelamiento es la única alternativa, el regreso a la comunidad bien puede parecer que vale la pena las molestias y la vigilancia que conlleva el monitoreo electrónico. También existe cierta evidencia de que el monitoreo electrónico puede reducir la probabilidad de que una persona reincida , aunque la investigación no es del todo clara. Y los ahorros de costos proyectados del monitoreo sobre el encarcelamiento son atractivos para los funcionarios gubernamentales que sienten que es necesario algún tipo de supervisión mejorada para un individuo determinado.

Parece casi natural que a medida que avanza la tecnología, también lo hagan las especificaciones de los dispositivos de monitoreo electrónico. En 2014, la empresa SecureAlert, ahora conocida como Track Group, lanzó el ReliAlert XC3, el dispositivo bidireccional que Shawn y otros debían usar. Cuenta con un alcance y claridad celular mejorados, una duración de batería de 60 horas y una nueva alarma a prueba de manipulaciones, además de sus parlantes y micrófono. 
Esas capacidades de llamada podrían permitir a los agentes ponerse en contacto con personas en libertad condicional, que pueden ser difíciles de localizar, o permitir que los departamentos de libertad condicional emitan advertencias de que una persona está a punto de violar el toque de queda o de viajar fuera de un área permitida. Los materiales publicitarios del ReliAlert XC3 afirman " intervención de infracción en tiempo real ". 
Un dispositivo de monitoreo similar a un reloj de otra compañía promete no sólo funciones de llamadas sino también “sensores de movimiento, alertas de vibración, mensajería, detección de frecuencia cardíaca y presión arterial”. Todavía no parece estar en uso, pero algún día estas mejoras podrían reducir las fuentes de falta de comunicación y potencialmente prevenir violaciones antes de que ocurran.

Pero esa aparente protección tiene el precio de una vigilancia cada vez más intensa y granular, por no hablar de la intrusión en las vidas de las personas. Cuando los agentes de libertad condicional y de policía pueden llamar a personas a través de sus dispositivos, pueden hacerlo en cualquier momento sin previo aviso y sus llamadas no pueden ser rechazadas. Los funcionarios dicen que no están utilizando las funciones mejoradas y simplemente han adoptado estos nuevos monitores para obtener otros beneficios como una mayor duración de la batería. Pero ha habido al menos un informe de una persona que recibió una llamada de todos modos.

Aún más preocupante es que las funciones de comunicación bidireccional de algunos de estos dispositivos significan que quienquiera que los supervise puede escucharlos en cualquier momento y en cualquier lugar. Esto representa una invasión masiva y potencialmente continua de la privacidad, incluso para las personas en libertad condicional que tienen derechos disminuidos a la privacidad según la ley. Quizás la mayor consecuencia legal sea la capacidad de escuchar las conversaciones con el abogado, lo que socava la confidencialidad entre abogado y cliente y viola el derecho constitucional a tener un abogado.

Al convertir a las personas en libertad condicional en puestos de escucha, los dispositivos también corren el riesgo de que se violen los derechos de privacidad de terceros, ya que las conversaciones con la familia o el empleador, por ejemplo, quedan expuestas a la vigilancia del gobierno. En algunos estados, como Illinois y California , esto es ilegal: las leyes sobre escuchas telefónicas prohíben escuchar o grabar una conversación sin el consentimiento de todas las partes. Pero incluso cuando es totalmente legal, es probable que esta capacidad sirva como fuente de aislamiento para la persona que está siendo monitoreada, ya que pocos de nosotros invitaríamos al gobierno a vigilar incluso nuestras conversaciones más inocentes.

El siguiente paso aquí podría ser la escucha fisiológica que podría exponer las condiciones de salud de un individuo, sus patrones de sueño o incluso una idea de su estado de ánimo. Agregue un análisis algorítmico sofisticado y este tipo de monitoreo podría rozar lo predictivo. Un dispositivo portátil en el espacio del consumidor, por ejemplo, está diseñado para predecir cuándo una pareja podría estar a punto de pelear.

La supervisión comunitaria no se trata sólo de seguimiento y vigilancia; se trata de rehabilitación y de ayudar a las personas a reintegrarse a la sociedad. Asimismo, al diseñar programas y productos de supervisión comunitaria, no podemos limitarnos a las preferencias o necesidades de las personas a cargo de esos programas, o de las personas que realizan las órdenes de compra de esos productos. Se incentiva a los servicios previos al juicio y a los departamentos de libertad condicional para que prioricen la seguridad pública sobre todos los demás objetivos: se les castiga por fallas en la aplicación de la ley, pero no se les recompensa por los éxitos, ya que esas personas no regresan al sistema. No sorprende, entonces, que la tecnología esté diseñada casi exclusivamente teniendo en mente el monitoreo y la vigilancia.

Muchos de estos dispositivos de vigilancia se han instalado en personas que ni siquiera han sido condenadas por un delito, es decir, aquellas que se encuentran bajo supervisión previa al juicio mientras esperan su día ante el tribunal. Estas personas mantienen la presunción de inocencia, lo que hace que las características de invasión de la privacidad de estos dispositivos sean mucho más irritantes. La supervisión electrónica en el contexto previo al juicio tiene como objetivo garantizar que estas personas regresen al tribunal y disuadirlas de cometer un delito mientras tanto. No está claro si las funciones de llamada o escucha son necesarias para avanzar en esa misión. A veces, las innovaciones más simples pueden ser las más efectivas: por ejemplo, el sistema de justicia penal ya ha tenido gran éxito al enviar a los acusados ​​recordatorios por mensaje de texto de sus fechas de audiencia, un método que implica pocas preocupaciones de privacidad, si es que hay alguna.

Si bien los fabricantes de tecnología portátil seguirán iterando e innovando, debemos garantizar que cualquier desarrollo adoptado con fines de justicia penal esté realmente en consonancia con la justicia. Es fundamental que los nuevos dispositivos respeten la privacidad y la dignidad del individuo y no agreguen nuevas funciones innecesariamente. Shawn , por ejemplo, le dijo a Appeal que el monitor lo hace sentir como un esclavo y no le deja espacio para pensar.

La “supervisión” es sólo la mitad de la ecuación de supervisión comunitaria. El monitoreo debe permitir a las personas seguir adelante con sus vidas y volver a ser, simplemente, miembros plenos de la comunidad.


  

Grillete electrónico.
Electronic tagging.


El grillete electrónico, tobillera electrónica o brazalete electrónico es un dispositivo diseñado para instalarse sobre una persona, no poder quitarse fácilmente y enviar de forma constante datos sobre su localización. Se emplea para supervisar a personas condenadas por determinados delitos o sospechosas de cometerlos.

En algunas Estados, se utiliza un grillete electrónico colocado en el tobillo para algunos condenados como parte de sus condiciones de libertad bajo fianza o libertad condicional o vigilada. También se utiliza en entornos sanitarios y en contextos de inmigración. Los brazaletes electrónicos se pueden utilizar en combinación con el sistema de posicionamiento global (GPS), pero para el seguimiento de corto alcance de una persona que lleva este tipo de dispositivo se utiliza tecnología de radiofrecuencia.

Historia

La monitorización electrónica de seres humanos empezó a aplicarse comercialmente en la década de 1980. Los transceptores portátiles que podían registrar la ubicación de los voluntarios que los llevaban fueron desarrollados por primera vez por un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard a principios de los años 1960. Los investigadores citaron la perspectiva psicológica de Burrhus Frederic Skinner como base de su proyecto académico.

Electronic Tagging Business.

Companies / Shackles & Shambles: Capita and the electronic tagging boom.

 April 19, 2024

El número de participantes en programas electrónicos de seguimiento de delincuentes alcanzó los 1,4 millones en Europa y América en 2023.

The number of participants in electronic offender monitoring programmes reached 1.4 million in Europe and the Americas in 2023


Berg Insight, el proveedor líder de investigación de mercado de IoT, publicó hoy nuevos hallazgos sobre el mercado de monitoreo electrónico (EM) de delincuentes.

El número de participantes simultáneos en programas EM en Europa, América del Norte y América Latina ascendió a aproximadamente 64.000, 518.000 y 130.000 respectivamente a finales de 2023. El número total de participantes en programas EM durante todo el año 2023 alcanzó 200.000 en Europa, 880.000 en América del Norte y 296.000 en América Latina.

Berg Insight estima que el número de participantes simultáneos crecerá a 94.000 en Europa, 680.000 en América del Norte y 239.000 en América Latina a finales de 2028. El valor de mercado en 2023 alcanzó 226 millones de dólares en Europa, 1.300 millones de dólares en Norte América y US$ 76 millones en América Latina. Se prevé que el valor total del mercado en las tres regiones combinadas crezca a una tasa compuesta anual del 7,2 por ciento, de 1.600 millones de dólares en 2023 a 2.300 millones de dólares en 2028.

Los programas de monitoreo electrónico (ME) se introdujeron por primera vez en los EE. UU. a principios de los años 1980. Hoy en día, la ME es una alternativa establecida a la detención en Europa y América del Norte y en algunos países latinoamericanos. El objetivo de los programas EM es aumentar la responsabilidad de los delincuentes, reducir las tasas de reincidencia y mejorar la seguridad pública proporcionando una herramienta adicional a los métodos tradicionales de supervisión comunitaria. Los formuladores de políticas, las autoridades penitenciarias y los proveedores de servicios del sector privado abogan por programas ampliados de ME para reducir los costos totales del sistema penitenciario y combatir el hacinamiento carcelario.

Hay dos tecnologías dominantes utilizadas para el monitoreo electrónico: radiofrecuencia (RF) y GPS . Los sistemas basados ​​en RF son hoy en día el tipo de solución más común en la mayoría de los países europeos, aunque la proporción de dispositivos GPS está creciendo en muchos países. En EE.UU., Brasil y otros países de América Latina, las soluciones basadas en GPS se utilizan en la gran mayoría de los casos. Varias empresas privadas participan en el suministro de EM, incluido el desarrollo, suministro e instalación de equipos, prestación de servicios de seguimiento y otros servicios de apoyo. 

Los proveedores líderes de equipos y servicios EM incluyen:  BI Inc. (GEO Group), con sede en EE. UU., Allied Universal Electronic Monitoring, Sentinel Offender Services, SCRAM Systems, Securus Technologies, Shadowtrack y Track Group; Buddi, con sede en el Reino Unido; SuperCom, con sede en Israel; Enigma (COMP), con sede en Polonia; Geosatis, con sede en Suiza; y Spacecom y Synergye, con sede en Brasil.


"La adopción y el uso de soluciones de seguimiento electrónico en el sector de la justicia penal está aumentando a medida que se introducen nuevos productos y soluciones que permiten casos de uso adicionales" , afirma Martin Backman, analista principal de Berg Insight.

Los dispositivos GPS que se llevan en la muñeca recientemente lanzados reducen el estigma asociado con las tobilleras y pueden usarse para delincuentes de bajo riesgo. También se están introduciendo dispositivos que combinan el seguimiento por GPS y el control del alcohol, y se utilizan cada vez más como parte de los programas EM. Los avances en la tecnología y el software de seguimiento en los últimos años han hecho posible crear zonas dinámicas de inclusión y exclusión que protegen a las víctimas de violencia doméstica del perpetrador. Las soluciones de protección de las víctimas ahora también forman parte de los programas de ME en muchos países y jurisdicciones.

El señor Backman concluye:

“Se espera que los programas de EM aumenten de tamaño en los próximos años a medida que el hacinamiento carcelario y los crecientes costos de encarcelamiento sigan imponiendo desafíos importantes para muchas jurisdicciones en Europa y las Américas”.


  

GPS Parole Tracker Handcuff; GPS Tracker For Prisoner.

 






1 comentario:

  1. Casi 80 millones de estadounidenses, o alrededor de un tercio de la población adulta total de Estados Unidos, viven con algún tipo de antecedentes penales. De estos 19 millones de estadounidenses, tienen una condena firme penal, por un delito grave (Equivalente a Crimen o simple delito mas o menos) en su expediente permanente. enero de 2023

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