Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti;
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Los procesos de brujería. |
Malleus maleficarum.
El Malleus Maleficarum (del latín: 'Martillo de las brujas'; en alemán: Der Hexenhammer) es un tratado sobre la brujería escrito por los frailes dominicos Heinrich Kramer y Jacob Sprenger y publicado en Estrasburgo en 1487. Tras su primera publicación, fue reeditado docenas de veces, se difundió por Europa y tuvo un profundo impacto en los juicios contra las brujas en el continente durante 200 años aproximadamente. Esta obra es notoria por su uso en el período de la histeria por la caza de brujas, que alcanzó su máxima expresión desde mediados del siglo XVI hasta mediados del XVII. Se remitían constantemente a la autoridad del Malleus Maleficarum los principales autores y grandes demonólogos como el inquisidor italiano Bernardo Rategno da Como, el jesuita hispano-belga Martín del Río y el jurista francés Jean Bodin. Historia En 1184 se funda la Inquisición en el Languedoc (sur de Francia) para luchar contra la herejía albigense allí asentada. Esta primera inquisición episcopal (dependiente del obispo de cada diócesis) fue sustituida por una inquisición papal (dependiente directamente del papa) en 1231. A pesar de que la creencia en la brujería es anterior incluso al cristianismo, no es hasta 1484 cuando el papa Inocencio VIII hace constar oficialmente la creencia oficial de la Iglesia católica en su existencia mediante la bula Summis desiderantes affectibus. El Malleus Maleficarum es el más famoso de todos los libros sobre brujería, escrito probablemente en 1486 y publicado en 1487, aunque los más importantes teólogos de la Inquisición en la Facultad de Colonia condenaban el libro por recomendar procedimientos poco éticos e ilegales, al mismo tiempo que ser inconsistente con las doctrinas sobre demonología de la Iglesia. El Malleus Maleficarum hizo accesible a un amplio público el concepto de la brujería demonológica, contribuyendo a la caza de brujas al atribuir autoridad y credibilidad a los procesos por brujería que ya existían. A fines de la Edad Media se estaban produciendo cambios muy bruscos en la forma de vida en Europa: era una época en la que se estaban descubriendo nuevas tierras (lo que hizo que los europeos se enfrentaran a culturas hasta ese momento totalmente ajenas al pensamiento del cristianismo), comenzaba a despertarse la conciencia popular entre los campesinos de Alemania, quienes poseían conocimientos religiosos rudimentarios mezclados con conocimientos supersticiosos ancestrales, aparecía la imprenta, que abría la posibilidad de una gran difusión de las ideas existentes, en especial de las nuevas maneras de interpretar la Biblia, existían complicados estudios seudocientíficos para leer los astros, y se creía firmemente tanto en la astrología esotérica como en la magia. Existían muchos libros sobre magia talismánica y secretos de alquimia. El Malleus Maleficarum o Martillo de las brujas fue compilado y escrito por dos monjes inquisidores dominicos, Heinrich Kramer, también conocido como Heinrich Institoris, y Jacob Sprenger. Heinrich Kramer nació en Schlettstadt (Sélestat), ciudad de la baja Alsacia al sudeste de Estrasburgo, y a muy temprana edad ingresó en la Orden de Santo Domingo. Más tarde fue nombrado Prior de la Casa Dominica de su ciudad natal. Fue predicador general y maestro de teología sagrada. Antes de 1474 fue designado Inquisidor para el Tirol, Salzburgo, Bohemia y Moravia. Jakob Sprenger nació en Rheinfelden (Suiza), ingresó como novicio en la Casa Dominica en 1452, se graduó de maestro en teología y fue designado Prior y Regente de estudios del convento de Colonia. En 1480 fue designado decano de la Facultad de Teología de la Universidad y en 1488 fue designado Provincial de toda la provincia alemana. El papa Inocencio VIII colaboró en la campaña contra la brujería. En un decreto papal del 5 de diciembre de 1484, la bula Summis desiderantes affectibus, Inocencio VIII reconoció la existencia de las brujas, derogando así el Canon Episcopi de 906, donde la Iglesia sostenía que creer en brujas era una herejía. En ella se menciona a Sprenger y Kramer por sus nombres (Iacobus Sprenger y Henrici Institoris) y se los conmina a combatir la brujería en el norte de Alemania. El Malleus Maleficarum iba precedido por una auténtica bula papal que empezaba con las palabras Summis desiderantes affectibus con las que se la conoce. La bula era auténtica pero algunos historiadores todavía discuten si Kramer falseó la recomendación de la Universidad de Colonia. Tanto Heinrich Kramer como Jakob Sprenger fueron nombrados inquisidores con poderes especiales por la bula papal de Inocencio VIII para que investigasen los delitos de brujería de las provincias del norte de Alemania. El Malleus Maleficarum es el resultado final y autorizado de esas investigaciones y estudios. Kramer y Sprenger presentaron el Malleus Maleficarum a la Facultad de Teología de la Universidad de Colonia el 9 de mayo de 1487. Sprenger era un inquisidor en Alemania que fundó la Confraternidad del Santo Rosario en devoción a la Virgen María en 1475. La influencia del Malleus maleficarum se vio incrementada por la imprenta. La fecha de 1487 es generalmente aceptada como la fecha de publicación, aunque ediciones más tempranas de la obra pudieron haber sido producidas en 1485 o 1486. Entre los años 1487 y 1520, la obra fue publicada 13 veces. Después de unos 50 años, fue nuevamente publicada, entre 1574 y la edición de Lyon de 1669, un total de 16 veces. El texto llegó a ser tan popular que vendió más copias que cualquier otro, aparte de la Biblia, hasta que El progreso del peregrino, de John Bunyan fue publicado en 1678. Los efectos del Malleus Maleficarum se esparcieron mucho más allá de las fronteras de Alemania, causando gran impacto en Francia e Italia, y en menor grado en Inglaterra. Los cálculos de la cantidad de mujeres quemadas por brujas varía de 60.000 a dos y cinco millones según los distintos autores. Algunos autores sostienen que el Papa no podía saber lo que Kramer y Sprenger iban a decir en el Malleus Maleficarum y que solo había publicado la bula para manifestar que compartía su inquietud por el problema de las brujas. Sin embargo, la posición de la Iglesia con respecto a las brujas agravó la crisis de las persecuciones y le dio su cariz particular incrementando el odio hacia las mujeres, además de encubrir las masacres. Las primeras grandes oleadas de caza de brujas son consecuencia directa del Malleus Maleficarum debido al gran éxito editorial que tuvo el libro. Aunque la Iglesia nunca aprobó oficialmente la caza de brujas, fue en 1657 cuando prohibió esas persecuciones en la bula Pro formandis. La caza de brujas fue una campaña organizada, cuya fuente principal de inspiración fue el Malleus Maleficarum durante trescientos años, tanto para católicos como para protestantes. Durante el siglo XV la Inquisición se dedicó a quemar más herejes que brujas y cuando los Estados feudales se organizaron como monarquías independientes del Papa, el poder punitivo se trasladó de la Inquisición a los jueces laicos de estas monarquías, quienes continuaron la tarea de la Iglesia de quemar brujas hasta el siglo XVIII, teniendo como libro de bolsillo al Malleus Maleficarum. Traducciones contemporáneas de la obra incluyen una alemana del 2000, por los profesores Jerouscheck y Behringer, titulada Der Hexenhammer (la traducción de Schmidt de 1906 es considerada muy pobre), y una en inglés (con introducción) realizada por Montague Summers en 1928, que fue reimpresa en 1948 y aún hoy se encuentra disponible como una reimpresión de 1971 por Dover Publications. Una nueva traducción, completamente anotada por Christopher S. Mackay, la hizo en noviembre de 2006 la Cambridge University Press. Contenidos El libro está dividido en tres secciones, cada una de las cuales plantea preguntas específicas y se propone responderlas a través de argumentos contrarios. Hay poco material original en el libro; es más que nada una recopilación de creencias y prácticas preexistentes con abundantes partes tomadas de obras anteriores tales como Directorium Inquisitorum (1376), de Nicolau Aymerich, o Formicarius (1435) de Johannes Nider. La Parte I buscaba probar que la brujería o hechicería existe. Detalla cómo el Demonio y sus seguidores, las brujas y hechiceros, perpetran una plétora de males «con el permiso de Dios Todopoderoso». Más que explicar esto como un castigo, tal como hacían muchas autoridades eclesiales de la época, los autores de este libro proclaman que Dios permite estos actos, con tal que el Diablo no gane poder ilimitado y destruya el mundo. El propio título del libro contiene la palabra maleficarum, la forma femenina del sustantivo, y los escritores declaran (incorrectamente) que la palabra femina (mujer) es una derivación de fe+minus, sin fe (o infiel, o desleal). La Parte II del Malleus Maleficarum describe las formas de brujería. Esta sección detalla cómo las brujas lanzan hechizos, y cómo sus acciones pueden ser prevenidas o remediadas. Se da un fuerte énfasis al Pacto con el Diablo y la existencia de brujas es presentada como un hecho. Muchas de las informaciones del libro de hechizos, pactos, sacrificios y cópula con el Diablo fueron obtenidos (supuestamente) de juicios inquisitoriales llevados a cabo por Sprenger y Kramer. La Parte III detalla los métodos para detectar, enjuiciar y sentenciar o destruir brujas. La tortura en la detección de brujas es vista como algo natural; si el brujo o bruja no confesaba voluntariamente su culpa, la tortura era aplicada como un incentivo para hacerlo. Los jueces eran instruidos para engañar al acusado de ser necesario, prometiendo misericordia por la confesión. Esta sección también habla de la confianza que se puede poner en los testimonios de los testigos y la necesidad de eliminar acusaciones maliciosas, pero también sostiene que el rumor público es suficiente para llevar a la persona a juicio y que una defensa demasiado vigorosa es evidencia de que el defensor está embrujado. Hay reglas acerca de cómo prevenir que las autoridades sean embrujadas y el consuelo de que, como representantes de Dios, los investigadores están protegidos de todos los poderes de las brujas. Sumario de las Creencias El actual estereotipo de la bruja como una mujer de edad mayor, que vuela en una escoba acompañada por un gato, que participa en aquelarres nocturnos adorando al diablo, que forma parte de un grupo clandestino que realiza sacrificios humanos y ritos sacrílegos y que conoce todo tipo de pociones mágicas y maleficios se remonta a la Antigüedad. Los cristianos fueron acusados de realizar este tipo de actos en la época del Imperio romano: durante el siglo II fueron acusados de celebrar reuniones clandestinas en las cuales degollaban niños y mantenían relaciones sexuales no convencionales y adoraban animales. En otras épocas fueron los judíos los acusados de practicar este tipo de aquelarres. Siempre se trataba de grupos minoritarios vistos con malos ojos por la mayoría y los gobernantes. El Malleus Maleficarum fue un compendio de todas estas fantasías. Las brujas, en su mayoría mujeres, eran allí acusadas de ser responsables de todos los males de la sociedad. El Malleus Maleficarum contribuyó a crear el caldo de cultivo apropiado para perseguir a miles de personas, en su mayoría mujeres: brujos, hechiceros, curanderos, parteras y médicos hasta el siglo XVII. Entre 1450 y 1750 se da la llamada caza de brujas, uno de los acontecimientos más terribles de la historia de Europa. Misoginia. Tanto Kramer como Sprenger eran prolíficos escritores y parte del Malleus Maleficarum es un resumen de un exhaustivo manuscrito sobre brujería escrito por Kramer. Generalmente basado en la frase bíblica «A los hechiceros no los dejarán con vida» (Éxodo 22:18), el libro también echa mano de obras de Aristóteles, la Biblia, Agustín de Hipona y Tomás de Aquino para respaldarse. El sexismo y la misoginia del libro son innegables: la creencia de los autores de que las mujeres eran criaturas más inocentes y emocionales, por lo que eran un objetivo propenso de las brujas. Es por eso que la caracteriza diciendo que una mujer virtuosa es mejor de lo que podrá ser ningún hombre, pero una mujer malvada llega a ser peor que un hombre malvado. La misoginia del libro se apoya en la tradición cristiana. A pesar de que es la primera vez que se establece un vínculo directo entre la mujer y la herejía de la brujería, para eso reúnen una serie de ideas ya existentes pero dispersas sobre la mujer que toman del Antiguo testamento y el Nuevo Testamento, de la antigüedad clásica, de autores católicos medievales y de los padres de la Iglesia. Para el cristianismo, la virginidad siempre fue un ideal y según el Malleus Maleficarum la mujer es peligrosa por su sexualidad, a pesar de ser necesaria para la reproducción. Según el Malleus Maleficarum toda la brujería proviene del apetito carnal que en las mujeres es insaciable. La superstición se encuentra ante todo en las mujeres, y la mayor cantidad de los brujos son del entonces entendido como "sexo frágil" porque las mujeres son "más crédulas, más propensas a la maliginidad y embusteras por naturaleza". El pecado que nació de la mujer destruye el alma al despojarla de la gracia, y todos los reinos del mundo han sido derribados por mujeres. Existen tres vicios generales que tienen un especial dominio entre las mujeres malvadas: la infidelidad, la ambición y la lujuria. Tomado como un todo, el Malleus Maleficarum declara que algunas cosas confesadas por las brujas, tales como transformaciones en animales, eran meras ilusiones inducidas por el Demonio para atraparlas, mientras que otros actos, como por ejemplo volar, causar tormentas y destruir plantaciones, eran reales. El libro habla detalladamente sobre los actos licenciosos y promiscuos cometidos por las brujas, su habilidad de crear impotencia sexual en los varones e incluso da espacio a la pregunta sobre si los demonios podrían ser los padres de los hijos de las brujas. El estilo narrativo es serio y completamente falto de humor: incluso los hechos más dudosos son presentados como información confiable. Por un lado están las brujas agresivas y, por el otro, los varones amenazados en su capacidad de erección y de reproducción. Hay capítulos enteros dedicados a contar cómo las brujas les arrebatan su miembro viril a los varones, así como también capítulos en donde explican como hombres y mujeres sufren de enfermedades por culpa de brujería, y la forma en que esta podía ser curada. La polémica sobre la realidad de la brujería. Inquisición española. Si bien la Inquisición española no fue especialmente activa en la persecución de la brujería, es a raíz de los procesos de Zugarramurdi cuando esta persecución alcanza su cenit para rápidamente quedar desacreditada por las propias investigaciones internas del Consejo de la Suprema Inquisición plasmadas en el informe de Alonso de Salazar y Frías donde se criticaban tanto los métodos para obtener las confesiones como estas mismas: No he hallado certidumbre ni aun indicios de que [se pueda] colegir algún acto de brujería que real y corporalmente haya pasado. […] Y así también tengo por cierto que en el estado presente, no sólo no les conviene nuevos edictos y prorrogaciones de los concedidos, sino que cualquier modo de ventilar en público estas cosas, con el estado achacoso que tiene, es nocivo y les podría ser de tanto y de mayor daño como el que ya padecen. No hubo brujas ni embrujados en el lugar hasta que se comenzó a tratar y escribir de ellos. Las instrucciones de la Suprema del 29 de agosto de 1614, debidas en gran parte a Salazar, según el antropólogo español Carmelo Lisón Tolosana, marcan el fin de la brujería satánica en España. Pero no en Europa... Curiosa paradoja: la flexibilidad y moderación que, en conjunto y comparativamente, caracterizó la actuación de la Suprema frente a las brujas poco tuvo que ver con el trato brutal al que las sometieron las autoridades de todo tipo en Europa occidental y, sin embargo, la Inquisición española ha pasado a ser en esa misma Europa el símbolo del terror y de la maldad sin límites, de la perversidad suprema, del Mal. Quizás una de las causas de tal creencia resida en cuestiones como que la última condena a muerte por herejía por el Tribunal de la Fe —sustituto de la Inquisición española tras no ser restablecida por el rey Fernando VII después de 1823—, la de Cayetano Ripoll (aunque fue ejecutado por el brazo secular),13 se produjera en España en fecha, también en conjunto y comparativamente, tan tardía como 1826. Los renacentistas italianos. Algunos filósofos renacentistas, como Marsilio Ficino, creyeron en la realidad de la brujería, pero hubo otros, como Pietro Pomponazzi, que la cuestionaron. Más contundente en su impugnación del Malleus... fue el jurisconsulto Gian Francesco Ponzinibio, quien partiendo del Canon Episcopi niega los vuelos de las brujas y otras fantasías atribuidas a ellas. Sus críticas a la creencia en las brujas fueron rechazadas por el inquisidor Bartolommeo de Spina que lo acusó de hereje. El eclesiástico Samuel de Cassini, en un opúsculo publicado en Milán en 1505, también negó la realidad de los actos de los que se acusaba a las brujas, que fue respondido inmediatamente por el dominico de Pavía Vicente Dodo. La misma línea inquisitorial de Spina y de Dodo fue defendida por Paolo Grillandi en un libro sobre sortilegios, herejías y cópulas carnales, en el que contaba casos de brujería en los que había ejercido como juez en el sur de Italia, como en el ducado de Spoleto, y de las supuestas reuniones que mantenían las brujas en Benevento. Pero la obra de Grillandi y la de otros que defendían la realidad de la brujería fue criticada por Andrea Alciato, Girolamo Cardano, Andrea Cesalpino y Giambattista della Porta. La experiencia del doctor Laguna en Metz
En Metz el doctor Andrés Laguna llevó a cabo una experiencia hacia 1545 para demostrar que la acusación de brujería a una pareja de ancianos, encarcelados por haber causado una grave enfermedad al duque de Lorena, del que Laguna era su médico, no tenía fundamento. Cogió el ungüento de color verde y fuerte olor que se había descubierto en el lugar donde vivían los dos supuestos brujos y se lo aplicó a una paciente suya que padecía de insomnio. Entonces la mujer cayó en un profundo sopor durante el cual soñó cosas disparatadas, lo que convenció al doctor Laguna de que lo que decían los brujos y brujas era producto de alucinaciones. Sin embargo, su "experimento" no logró convencer a los jueces, y la supuesta bruja fue quemada y el marido murió poco después en circunstancias misteriosas. Al poco tiempo falleció el duque y Laguna abandonó Metz. Sacro Imperio Romano Germánico. El Malleus tuvo una réplica inmediata por parte de un abogado de Constanza, Ulrico Molitor, que publicó De lamiis et phitonicis mulieribus, en el que negaba la realidad de los vuelos de las brujas y otros prodigios atribuidos a ellas, inspirándose en la doctrina del Canon Episcopi. El libro tuvo varias ediciones y fue muy apreciado por sus grabados, en los que se mostraban las supuestas acciones de las brujas. Sin embargo, el abogado opinaba que éstas debían ser castigadas por su apostasía y corrupción Por su parte los reformadores Lutero, Melanchton y otros creían firmemente en el poder de los maleficios, en la presencia del Demonio y en la realidad de los vuelos y metamorfosis de las brujas. El médico Johann Wier, discípulo de Heinrich Cornelio Agrippa, escribió en francés un libro editado en París en 1579 en el que recogía todas las opiniones contrarias a la realidad de los actos atribuidos a las brujas, e incluso a los demonios. Según Caro Baroja, Wier "niega que el mismo Demonio ponga su poder al servicio de éstas [las supuestas brujas] y que, por lo tanto, se verifiquen realmente sus propósitos y que tenga lugar el pacto de mutuo acuerdo. El Demonio lo único que hace es engañarlas, apoderándose de su espíritu. Ahora bien, se comprende que para esto escoja a la gente más propicia, o sea los débiles, melancólicos, ignorantes, maliciosos, etc. Y como éstos abundan más entre las mujeres que entre los hombres, es natural también que entre ellas haya más captadas". Importancia histórica del Malleus Maleficarum Con el Malleus Maleficarum es la primera vez en la historia que aparecen integrados en un mismo escrito la criminología, esto es, el origen del mal, con el derecho penal, es decir, las manifestaciones del mal y la criminalística, o sea, los datos necesarios para descubrir el mal en la práctica. Es la primera vez en la historia que aparece en forma sistematizada una teoría sobre el origen del crimen, es decir, una etiología del crimen. Esta estructura discursiva que legitima la violencia del poder punitivo permanece sin grandes cambios hasta el presente, lo único que se va modificando en cada nueva generación son sus contenidos internos. En casi todas las masacres históricas en los Estados policiales donde el derecho jurídico y las garantías constitucionales se pierden se reproduce la estructura discursiva heredada del Malleus Maleficarum. Desde la publicación del Malleus Maleficarum hasta nuestros días siguen apareciendo instrumentos discursivos inquisitoriales con idéntica estructura: se trata de una emergencia y, como es una amenaza extraordinaria que supone un riesgo para los cimientos de toda nuestra cultura y la humanidad entera, se deben tomar medidas extraordinarias para combatirla. La mencionada emergencia es una forma de legitimar el desenfreno del poder punitivo que, eliminando al supuesto peligro, y a todos sus cómplices, logra verticalizar cada vez más el poder social, generando los cimientos de un estado de paranoia colectivo que le permite al poder ejercerlo sin frenos ni límites eliminando cualquier opositor. Si alguien duda de que la acusada sea una bruja, es porque está también poseído por Satanás. El resultado del discurso inquisitorial impuesto por el Malleus Maleficarum es que el temor a la emergencia es utilizado por el poder punitivo para eliminar cualquier obstáculo que se le presente. Cualquier persona que se oponga a ese poder punitivo será acusado de cómplice del mal, enemigo de la patria o un idiota útil a intereses foráneos y será condenado sin garantías ni derecho a la defensa. La estructura del discurso del Malleus Maleficarum es la siguiente:
El resultado es que termina reduciéndose el poder jurídico o derecho jurídico a la coerción directa o derecho administrativo policial porque contra el Mal, contra el enemigo, todo vale y si se cometen excesos, son perdonables en aras de ese objetivo superior a todo que es salvar a la humanidad. |
Liechtenstein, oficialmente Principado de Liechtenstein (en alemán: Fürstentum Liechtenstein),es un micro-Estado centroeuropeo sin litoral cuya forma de gobierno es la monarquía constitucional, ubicado entre Suiza y Austria. La capital es Vaduz y la ciudad más poblada es Schaan. El actual estado de Liechtenstein se creó en 1719 a partir del condado de Vaduz y el señorío de Schellenberg, que estaban bajo administración conjunta desde 1434, cuando se estableció el límite entre el Sacro Imperio Romano Germánico y los cantones suizos. Historia. El actual Principado de Liechtenstein fue en la antigüedad un territorio perteneciente a la provincia de Recia (Rætia), en el Imperio romano. Durante siglos, este territorio, geográficamente alejado de los intereses estratégicos europeos, contribuyó poco a la historia del continente. Antes del gobierno de la dinastía actual, la región era un feudo de una de las ramas principales de la Casa de Habsburgo. La Casa de Liechtenstein que gobierna actualmente tiene su origen en la lejana Silesia. La dinastía de Liechtenstein, de la cual el Principado toma su nombre, estaba entre las familias nobles más poderosas del Sacro Imperio Romano Germánico, existen referencias de Hugo Liechtenstein (antepasado del actual príncipe) en 1136 durante la Edad Media. A pesar de ello, y aunque gobernaran grandes territorios del imperio, estos estaban concedidos en régimen feudal bajo el dominio de otros señores, principalmente de la Casa de Habsburgo. Por lo tanto, sin poseer con pleno dominio ningún territorio imperial, la casa de Liechtenstein no cumplía el requisito imprescindible para poder formar parte del Reichstag. El 18 de enero de 1699, el príncipe Juan Adán Andrés de Liechtenstein compró el señorío de Schellenberg y el 22 de febrero de 1712 el condado de Vaduz. Al adquirir estos dos dominios pretendía un lugar en la Dieta del Sacro Imperio Romano Germánico. El 23 de enero de 1719 el emperador Carlos VI decretó que el condado de Vaduz y el señorío de Schellenberg se unieran para formar un principado con el nombre de Liechtenstein en honor al príncipe Antonio Florián de Liechtenstein, súbdito suyo. Es en este momento cuando Liechtenstein se convierte en un Estado soberano del Imperio. Irónicamente, aunque como prueba de la importancia política que tenían estas compras de territorios, los príncipes de Liechtenstein no pisaron sus dominios en el recién creado principado hasta varias décadas más tarde. En 1806, el Sacro Imperio Romano Germánico fue invadido por Francia. Este hecho trajo grandes consecuencias para Liechtenstein. Las maquinarias legales y políticas del Imperio se derrumbaron cuando el emperador Francisco II abdicó y el propio Imperio se disolvió. El resultado fue que Liechtenstein ya no tenía obligaciones frente a ningún señor feudal más allá de sus fronteras. Algunas publicaciones modernas atribuyen, incorrectamente, la soberanía de Liechtenstein a estos sucesos. En realidad, su príncipe se convirtió en el único señor soberano del principado. |
El condado de Vaduz ( en alemán : Grafschaft Vaduz ) fue un estado histórico del Sacro Imperio Romano Germánico , actualmente ubicado en el Principado de Liechtenstein . Su capital era la ciudad de Vaduz. Historia El condado fue creado en 1342, tras la subdivisión del condado de Werdenberg . En 1396 se le concedió la inmediatez imperial (en alemán: Reichsunmittelbarkeit). Tras expirar la línea sucesoria de los condes de Vaduz en 1416, el territorio fue comprado en un feudo a los barones de Brandis, que mantuvieron su soberanía hasta 1507, cuando el condado pasó a los condes de Sulz , que adquirieron el señorío septentrional y limítrofe de Schellenberg. En 1613 ambos territorios, aunque permanecieron separados, fueron vendidos a los condes de Hohenems. Ferdinand Karl von Hohenems (1650-1686), por apropiación indebida y excesiva caza de brujas , fue privado de sus dominios en 1684 por el emperador Leopoldo I. El emperador asignó las antiguas posesiones de Ferdinand Karl a su hermano menor, el conde Jakob Hannibal III (1653-1730). Para pagar sus deudas y recuperar Hohenems, Jakob Hannibal se vio obligado a vender el señorío (en 1699) y el condado (en 1712) a Hans-Adam I, príncipe de Liechtenstein . Con estos territorios, en 1719 el príncipe obtuvo del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos VI el derecho a fundar un solo estado, el actual Principado de Liechtenstein. |
El Señorío de Schellenberg ( en alemán : Herrschaft Schellenberg ) fue un estado histórico del Sacro Imperio Romano Germánico , actualmente ubicado en el Principado de Liechtenstein. Su capital era la ciudad de Schellenberg . Geografía Situado al norte del Condado de Vaduz , su área corresponde al actual distrito electoral de Unterland ( en alemán : Wahlkreis Unterland ). El territorio incluía los actuales municipios de Eschen, Gamprin , Mauren , Ruggell y Schellenberg . Historia El señorío fue constituido en el siglo IX por Carlomagno , y comprado a los condes de Vaduz en 1437, convirtiéndose de facto en una dependencia unida al condado de Vaduz . Después de la Guerra de Suabia en 1499, ambos quedaron bajo soberanía austríaca. Diferentes dinastías de condes los compraron y vendieron, hasta su compra en 1699 por Hans-Adam I, príncipe de Liechtenstein , por 115.000 florines ; se le había concedido el estatus de principesco en 1706, pero necesitaba adquirir un territorio con inmediatez imperial para poder votar en la Dieta de los Príncipes del Imperio. En 1712, la dinastía Liechtenstein también compró el cercano condado de Vaduz por 290.000 florines. El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos VI unió formalmente Vaduz y Schellenberg en 1719 como el Principado de Liechtenstein. Nota. Schellenberg (también Señores de Schellenberg ) es el nombre de una antigua familia noble con orígenes en Schellenberg (hoy Liechtenstein ), que fue admitida en el título de caballero y más tarde en el de baron y se extinguió a principios del siglo XIX. |
Antonio Florián de Liechtenstein (en alemán: Anton Florian von und zu Liechtenstein) (Wilfersdorf, 28 de mayo de 1656-Viena, 11 de octubre de 1721) fue Príncipe de Liechtenstein entre 1718 y 1721. Fue hijo del príncipe Hartmann III de Liechtenstein y de su esposa, la condesa Sidonia Isabel de Salm-Reifferscheidt y sucedió a su primo y cuñado José Venceslao de Liechtenstein. El 23 de enero de 1719, Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico creó el nuevo principado de Liechtenstein a partir de los dominios del señorío de Schellenberg y el condado de Vaduz, de los cuales era dueña la familia Liechtenstein. Por lo tanto, Antonio Florián se convirtió en el primer príncipe del principado de Liechtenstein, el único estado del Sacro Imperio Romano Germánico que todavía existe. |
PRÍNCIPE DE LIECHTENSTEIN. |
El primer cuartel recoge el blasón de Silesia; el segundo corresponde a Kuenringe; el tercer cuartel, simboliza el Ducado de Opava y el cuarto a Frisia oriental. En la punta del escudo figura el blasón del Ducado de Krnov. El escusón central de oro (amarillo) y gules es el escudo propio de la familia reinante. La Casa de Liechtenstein o dinastía Liechtenstein, de donde el principado toma su nombre, es la familia que reina por derecho constitucional y hereditario en la nación de Liechtenstein. Solamente los miembros dinásticos de la Casa de Liechtenstein son elegidos para heredar el trono, y los miembros de la dinastía, derechos y responsabilidades son definidos por una ley de la familia, que es impuesta por el príncipe reinante y puede ser modificada mediante votación entre los miembros dinásticos de la familia, pero que no puede ser alterada por el Gobierno de Liechtenstein o el Parlamento de Liechtenstein. El origen de la familia proviene del Castillo de Liechtenstein en la Baja Austria, que la familia poseía por lo menos desde 1140 hasta el siglo XIII, y desde 1807 en adelante. A través de los siglos, la dinastía adquirió vastas extensiones de tierra, predominantemente en Moravia, Baja Austria, Silesia y Estiria, aunque en todos los casos, esos territorios eran mantenidos bajo feudo de otros señores feudales mayores, particularmente bajo varias líneas de la familia de los Habsburgo, a quienes varios príncipes de Liechtenstein sirvieron como consejeros cercanos. Así, sin ningún territorio controlado directamente bajo el trono imperial, la dinastía Liechtenstein no pudo cumplir un requerimiento principal para alcanzar a un asiento en la Dieta Imperial (Reichstag). La familia suspiraba gravemente por el poder añadido que significaría un asiento en el gobierno imperial, y por lo tanto buscó adquirir tierras que fueran inmediación imperial, o sea, poseídas sin ningún otro personaje feudal que no fuera el emperador del Sacro Imperio con derechos sobre estas tierras. Finalmente, el jefe de la familia pudo comprar de la familia condal de Hohenems el minúsculo señorío de Schellenberg y el condado de Vaduz, en 1699 y 1712 respectivamente. Schellenberg y Vaduz poseían exactamente el estatus requerido, sin ningún señor feudal por encima fuera de la soberanía condal y suzeranía del emperador. El 23 de enero de 1719, después de que la compra fuera debidamente presentada, Carlos VI como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico decretó que Vaduz y Schellenberg fueran unificadas y elevadas a la dignidad de Principado con el nombre de "Liechtenstein", en honor a [su] verdadero siervo, "Antonio Florián de Liechtenstein". Es en esta fecha cuando Liechtenstein se convirtió en un estado miembro del Sacro Imperio Romano Germánico. Irónicamente, y como testimonio de la pura conveniencia política de las adquisiciones, los Príncipes de Liechtenstein no pusieron un pie en su nuevo principado hasta después de varias décadas. De acuerdo con la Constitución de la Casa Principesca de Liechtenstein de 26 de octubre de 1993, todos los miembros, a excepción del príncipe reinante, llevarán el título de Príncipes o Princesas de Liechtenstein y Condes o Condesas de Rietberg. Genealogía. Hartman de Liechtenstein-Feldsberg ( Valtice ), ( alemán Hartmann von Liechtenstein-Feldsberg , ca. 1480 – ca. 1539/1540 ) fue un noble de la familia Liechtenstein , señor del castillo de Liechtenstein en Baja Austria y de Valtice (alemán: Feldsberg ) en Moravia. Jiří Hartman I de Liechtenstein en Mikulov y Valtice ( alemán Georg Hartmann von Liechtenstein-Nikolsburg zu Feldsberg , 1513 - 12 de julio de 1562 ) fue señor de Liechtenstein , Mikulov y Valtice . Hartmann II de Liechtenstein ( 1544-1585 ) fue, desde 1562 hasta su muerte, señor de Liechtenstein y Feldsberg .
Gundakar de Liechtenstein (30 de enero de 1580 – 5 de agosto de 1658) fue príncipe hereditario de Liechtenstein desde 1623, , como tal, propietario de un gran patrimonio inmobiliarios. También sirvió a la dinastía de los Habsburgo . Hartmann de Liechtenstein (9 de febrero 1613 - 11 de febrero de 1686), príncipe de Liechtenstein, fue el antepasado común de la casa principesca actual de Liechtenstein. El príncipe Felipe Erasmo de Liechtenstein (nacido el 11 de septiembre de 1664 en Steyr ; † el 13 de enero de 1704 cerca de Castelnuovo ) fue un teniente mariscal de campo imperial. El príncipe Emanuel de Liechtenstein (Emanuel Joseph Johann; 2 de febrero/3 de febrero de 1700, en Viena - 15 de enero de 1771, en Viena) fue padre y hermano de dos de los monarcas de Liechtenstein . Francisco José I de Liechtenstein (en alemán: Franz Josef Johann Nepomuk Andreas von Liechtenstein) (Milán, 19 de noviembre de 1726 - Metz, 18 de agosto de 1781), príncipe de Liechtenstein (1772 - 1781). Juan I José de Liechtenstein (en alemán: Johann Baptist Josef Adam Johann Nepomuk Aloys Franz de Paula von Liechtenstein) (Viena, 26 de junio de 1760-Ibídem, 20 de abril de 1836) fue príncipe de Liechtenstein entre 1805 y 1806 y por segunda vez desde 1814 hasta 1836. Francisco de Paula de Liechtenstein (alemán: Franz de Paula Joachim Joseph von und zu Liechtenstein; Viena, 25 de febrero de 1802 - Ibídem, 31 de marzo de 1887) fue un príncipe de Liechtenstein, hijo del príncipe Juan I José de Liechtenstein y de su esposa, la landgravina Josefa Sofía de Fürstenberg-Weitra. Alfredo Luis Eduardo de Liechtenstein (11 de julio de 1842 en Praga - 8 de octubre de 1907 en Castillo de Frauenthal) fue un príncipe y político austríaco. Luis de Liechtenstein (Alois, en bávaro; Aloys von und zu Liechtenstein, Hollenegg, 17 de junio de 1869-Vaduz, 16 de marzo de 1955) fue un príncipe de Liechtenstein. Francisco José II de Liechtenstein (en alemán: Franz Josef Maria Aloys Alfred Karl Johannes Heinrich Michael Georg Ignaz Benediktus Gerhardus Majella von Liechtenstein) (Deutschlandsberg, 16 de agosto de 1906-Grabs, 13 de noviembre de 1989) fue príncipe soberano de Liechtenstein desde el año 1938 hasta su muerte. Juan Adán II de Liechtenstein (nacido Johannes Adam Ferdinand Alois Josef Maria Marco d’Aviano Pius; Zúrich, 14 de febrero de 1945) es el príncipe soberano y jefe de Estado de Liechtenstein desde su ascenso al trono, en 1989. Fürst von und zu Liechtenstein, Herzog von Troppau und Jägerndorf, Graf zu Rietberg, Regierer des Hauses von und zu Liechtenstein. Príncipe de Liechtenstein, Duque de Troppau y Jägerndorf, Conde de Rietberg , Soberano de la Casa de Liechtenstein. |
El Ducado de Opava o Ducado de Troppau (en alemán: Herzogtum Troppau, en checo: Opavské vévodství o Opavské knížectví) estaba situado durante siglos en torno a la ciudad de la Alta Silesia de Opava en la moderna República Checa. En los últimos cuatro siglos de su existencia, el Ducado perteneció a la Dinastía austríaca de los Habsburgo. Fue disuelto con el Imperio Habsburgo en 1918, pero el título de Duque de Troppau y Jägerndorf todavía existe, perteneciente a un monarca presente, Príncipe de Liechtenstein. El ducado fue creado de una división de tierras del Margraviato de Moravia antes de 1269 por el rey Otakar II de Bohemia para mantener a su hijo natural, Nicolás I de Bohemia, como sería conocido en adelante, Opava no era así parte de la original provincia silesia polaca en 1138, y fue primero gobernada por una rama ilegítima de la bohemia Casa de Přemysl, no por los Piastas silesios como muchos de los vecinos Ducados de Silesia. Después que la dinastía real Premyslida quedara extinta, la Casa de Luxemburgo ascendió al trono del Reino de Bohemia en 1310, el Ducado fue confirmado como feudo para Nicolás II Premislida por el rey Juan I de Bohemia,2 quien pronto tuvo que defenderse de tropas húngaras de Casimiro II de Polonia. Una conjunción con Silesia fue cumplida cuando el Duque Nicolás II se casó con Ana de Racibórz (Ratibor, Ratiboř); desde entonces gobernó ambos ducados en unión personal hasta su muerte en 1365, cuando su hijo mayor Juan I los sucedió. En 1377, el Duque Juan I de nuevo separó Opava de los ducados de Racibórz y Krnov (Jägerndorf, Krnów) y los concedió a sus hermanos menores Nicolás III (†1394), Venceslao I (†1381) y Premislao (†1433). Desde entonces, el propietario de Opava cambió varias veces, principalmente debido a compras y particiones. Los hijos de Premislao vendieron sus partes al rey bohemio Jorge de Poděbrady para 1462; sus primos Premislidas sin embargos retuvieron Racibórz y Krnov. En 1465 el rey Jorge otorgó Opava a su segundo hijo Víctor, que también se convirtió en Duque de Münsterberg en 1462. Víctor a su vez tuvo que cederlo al bohemio antirrey Matías Corvino en 1485, quien instaló su hijo ilegítimo Juan como duque. En 1506 el rey Vladislao II Jagellón de Bohemia concedió Opava al Duque Casimiro II de Cieszyn (Teschen), quien se había casado con una hija de Víctor y sostuvo el ducado hasta su muerte en 1528, después de la cual fue otra vez tomado por Bohemia. Mientras tanto en 1521, con la muerte del Duque Valentín de Racibórz, la línea de Opava de los Premyslidas se había finalmente extinguido y todas sus posesiones habían caído a la Corona Bohemia, que en 1526 pasó a la Monarquía Habsburgo. El Príncipe Carlos I de Liechtenstein fue investido con el Ducado de Troppau en 1614 por el emperador Matías de Habsburgo. Después de la Batalla de la Montaña Blanca de 1620 el Príncipe Carlos también adquirió el Ducado de Krnov, y desde entonces los jefes de la Casa Principesca de Liechtenstein llevan el título de Duque de Troppau y Jägerndorf. En 1742, en el curso de la Primera Guerra Silesia y el Tratado de Breslau, el Ducado fue dividido una vez más, con la parte norte del río Opava incluyendo Głubczyce (Leobschütz, Hlubčice) y Hlučín (Hultschin) convirtiéndose en parte de Reino de Prusia. La parte sur con Krnov, Bruntál (Freudenthal), Fulnek y la misma Opava permanecieron como parte de la Silesia austríaca, tierras de la corona del Imperio austríaco desde 1804. El Ducado austríaco de Troppau cesó su existencia cuando el Imperio austrohúngaro fue disuelto en 1918 y la región (Troppauer Land) incluyendo la ciudad se convirtió en parte de Checoslovaquia. La porción prusiana permaneció como una parte de la Silesia prusiana hasta 1945, cuando cayó dentro de Polonia de acuerdo con el Tratado de Potsdam. |
El Ducado de Krnov (en latín: Ducatus Carnoviensis, en checo: Krnovské knížectví, en polaco: Księstwo Karniowskie) o Ducado de Jägerndorf (en alemán: Herzogtum Jägerndorf) era uno de los ducados de Silesia, que en 1377 emergió del ducado de Troppau (Opava), él mismo un feudo de la Corona de Bohemia. Su capital era Krnov en la actual República Checa. Historia La provincia había sido establecida en 1269 en las tierras que hasta entonces habían sido parte del bohemio Margraviato de Moravia, cuando el rey Ottokar II de Bohemia invistió a su hijo natural Nicolás I con Opava. Conjuntamente con el adyacente ducado de Racibórz estaba bajo el gobierno directo de una rama cadete de la dinastía real Premislida —a diferencia de la mayor parte de los otros ducados silesios gobernados por los Piastas de Silesia—, quienes en gran parte también habían pasado a ser vasallos de Bohemia en 1327. Nicolás retuvo Opava después de que el último gobernante Premislida de Bohemia, el rey Wenceslao III fuera muerto en 1306. En las siguientes luchas por el trono bohemio, respaldó las reclamaciones del candidato Luxemburgo, Juan el Ciego, quien a cambio enfeudó a su hijo y sucesor Nicolás II con el Ducado de Opava en 1318. En 1337 Nicolás II también recibió el vecino ducado de Racibórz a la muerte del último duque Piasta, Leszek. Cuando el Duque Nicolás II murió en 1365, su hijo mayor Juan I heredó el Ducado de Racibórz, mientras que el ducado de Opava desde 1367 fue gobernado conjuntamente por él y sus hermanos menores Nicolás III, Wenceslao I y Přemek I. Cuando en 1377 los hermanos finalmente se dividieron la herencia de Opava, el mayor, Juan I, recibió el recién creado Ducado de Krnov juntamente con las fincas de Bruntál. A su muerte en 1380/82, Racibórz, Krnov y Bruntál fueron heredados por su hijo mayor Juan II "el Férreo". En 1384 el Duque Juan II vendió Krnov al duque Piasta Vladislao de Opole, quien lo cedió al margrave Luxemburgo Jobst de Moravia en 1390. Después de la muerte de Jobst en 1411, su primo el emperador Segismudno empeñó Krnov al duque Piasta Luis II de Brieg, pero en 1422 de nuevo lo cedió a Juan II, quien pudo redimir el empeño. Dos años más tarde, el ducado fue heredado por sus hijos Wenceslao II y Nicolás V, quienes gobernon conjuntamente hasta 1437, cuando Nicolás recibió recibió Krnov junto con Bruntál, Pless, Rybnik, Loslau y Sohrau. A su muerte en 1452, Krnov y Loslau pasaron a manos de su hijo mayor Juan IV, mientras que Rybnik, Sohrau y Pless pasaron a manos de su hermano menor Wenceslao III. Los duques Premislidas finalmente perdieron Krnov durante la guerra bohemia-húngara en 1474 en favor de Matías Corvino, entonces antirrey de Bohemia, quien capturó y arrestó a Juan IV. Después de la muerte de Juan en 1483, su hermana Bárbara, consorte del Duque Jan IV de Oświęcim, intentó recuperar el ducado; sin embargo, Vladislao II Jagellón, habiendo prevalecido como rey bohemio, no tenía intención de devolver el ducado confiscado sino que lo enfeudó a su canciller Johann von Schellenberg. Se alcanzó un acuerdo en 1492, cuando Helena, la hija de Bárbara, contrajo matrimonio con Jorge, el hijo de Schellenberg. En 1523 Jorge de Schellenberg tuvo que vender Krnov al margrave Hohenzollern Jorge de Brandeburgo-Ansbach, quien podía confiar en la herencia húngara de su consorte Beatriz de Frangepán, viuda de Matías Corvino. Desde 1532 el margrave gobernó sobre toda la Alta Silesia, cuando también heredó el ducado de Opole y Racibórz del duque Piasta Jan II el Bueno. Reconstruyó el Castillo de Krnov e introdujo la Reforma Protestante en Silesia, expulsando previamente las congregaciones locales de los Caballeros Teutónicos, Franciscanos y Frailes Menores. El creciente poder de la protestante Casa de Hohenzollern en las tierras de la corona silesias eran observadas con sospecha por Fernando I de Habsburgo, rey de Bohemia desde 1526. No obstante, Jorge así como su hijo el margrave Jorge Federico, quien gobernó a partir de 1543, pudieron mantener el ducado. El conflicto se agravó cuando Jorge Federico murió sin descendencia en 1603 y legó Krnov a su primo el Elector Juan Jorge en 1607. Los gobernantes Habsburgo consideraban el ducado como un feudo revertido y después de la Rebelión bohemia y la batalla de la Montaña Blanca de 1620, el emperador Fernando II confiscó las posesiones de los Hohenzollern en las tierras bohemias. El Príncipe Carlos I de Liechtenstein, leal partidario de Fernando, Duque de Opava desde 1613, recibió Krnov. Ambos ducados fueron fusionados en 1623 y sujetos a la Contrarreforma. La Casa de Hohenzollern nunca abandonó las reclamaciones sobre el territorio y más de cien años más tarde, las posesiones de Krnov y Racibórz fueron un pretexto para el rey prusiano Federico el Grande para iniciar la Primera Guerra Silesia, terminando con la anexión de la mayor parte de Silesia según el Tratado de Breslavia de 1742. Mientras una pequeña parte septentrional fue fusionada con el ahora prusiano ducado de Opole, el grueso del ducado de Krnov permaneció dentro de la Corona de Bohemia como parte de la Silesia austríaca. Reorganizado como Distrito de Krnov (Krnovský kraj) desde 1751, fue finalmente disuelto después de la Revolución de 1848, cuando la Silesia austríaca fue elevada al rango de territorio de la corona de Cisleithania. |
El Condado de Rietberg (en alemán: Grafschaft Rietberg) fue un estado del Sacro Imperio Romano Germánico, localizado en el estado federado actual de Renania del Norte-Westfalia. Se situaba en el alto Ems en Westfalia, entre el Obispado Principesco de Paderborn y el Obispado Principesco de Münster. Existió como territorio independiente entre 1237 y 1807, cuando fue mediatizado al Reino de Westfalia. Historia Rietberg fue mencionado por primera vez como Rietbike en torno del año 1100. Este nombre se refiere a las palabras alemanas ried (un viejo nombre para "caña") y bach ("arroyo"). Había un castillo que se remontaba al siglo XI. Entre 1237 y 1807, Rietberg fue un territorio alemán independiente, aunque muy pequeño. Sin embargo, el condado tenía su propia milicia, su propia moneda y sus propias leyes; incluso la política exterior, a pequeña escala, era conducida independientemente. Hasta el siglo XVII, Rietberg acuñaba su propia moneda. En 1699, el Condado de Rietberg pasó a posesión de la familia noble morava de los Condes de Kaunitz (en checo: Kounic) a través del matrimonio de la heredera María Ernestina Francisca von Rietberg con Maximilian Ulrich von Kaunitz, y la familia subsiguientemente pasó a renombrarse como Kaunitz-Rietberg. Bajo el gobierno de esta familia condal (después principesca), el territorio permaneció independiente hasta el fin del Sacro Imperio Romano Germánico. En 1807, Rietberg pasó a ser mediatizado por el Reino de Westfalia. Tras la disolución de ese reino en 1813, el territorio de Rietberg pasó a formar parte del Reino de Prusia, que lo integró en su Provincia de Westfalia. Título condal El título de Conde de Rietberg (Graf zu Rietberg) permanece existiendo en la Casa de Liechtenstein, que lo reclama desde 1848, cuando murió el último miembro de la rama morava de la familia Kaunitz. El Príncipe Soberano de Liechtenstein, y todos los miembros dinásticos de su familia (y sus esposas dinásticas) llevan el título en la actualidad. |
Árbol genealógico.
Hartmann II | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Carlos I | Gundahario | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Carlos Eusebio | Hartmann III | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Juan Adán I | Felipe Erasmo | Antonio Florián | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Manuel | José Venceslao I | Ana María | José Juan Adán | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Francisco José I | Juan Nepomuceno Carlos | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Luis I | Juan I José | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Luis II | Francisco de Paula | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Juan II | Francisco I | Enriqueta María | Alfredo | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Luis | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Francisco José II | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Juan Adán II | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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