Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti;
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La Naturaleza Jurídica de Santa Corona de Hungría |
La Santa Corona húngara, conocida también como Corona de San Esteban (en húngaro: Magyar Szent Korona, en alemán: Stephanskrone, en croata: Kruna svetoga Stjepana, en latín: Sacra Corona) o Sacra Corona Húngara, es la única en la actualidad calificada como un ”Atributo Sacro”. Las insignias empleadas en la ceremonia de coronación de los monarcas húngaros fueron la Corona de San Esteban, un cetro, un orbe o mundo y un manto. Desde el siglo XII, todos los reyes de Hungría han sido coronados con la misma corona. En el orbe figuran las armas del rey Carlos I Roberto de Anjou (1310-1342). |
El concepto de Corona Húngara quedó vinculado con los conocidos como Territorios de la Corona de San Esteban, de forma que la expresión Sacra Corona hacía referencia tanto al símbolo de la autoridad de los monarcas húngaros como al territorio en el que ejercía su autoridad. La relevancia que se le otorgó a este símbolo se observa en que se denominó Doctrina de la Sacra Corona al conjunto de principios políticos del Reino de Hungría (una Constitución no escrita). Además se consideraba que ningún monarca de Hungría tenía completa legitimidad si no era coronado. A lo largo de la historia, más de quince reyes fueron coronados con esta corona. Únicamente tres monarcas no cumplieron con esta tradición: Vladislao I de Hungría, Juan Segismundo Szapolyai y José II de Habsburgo. El último fue conocido por el seudónimo de "el rey asombrerado", en húngaro "kalapos király", ya que precisamente llevó siempre sombrero y no la Santa Corona. La Corona de San Esteban empezó a ser denominada ”Sacra” en 1256 y a partir del siglo XIV se la consideró en concreto algo más que un adorno, convirtiéndose en el único símbolo de la autoridad real y, por extensión, de los conocidos como Territorios de la Corona de San Esteban. Por todo ello se puede afirmar que existía ”un rey para la Corona de Hungría y no una corona para el rey de Hungría”. Desde el año 1401 figuraba en el sello del Reino de Hungría la inscripción: "Sello de la Sacra Corona de Hungría". Descripción. La corona posee una forma elíptica con una anchura de 203,9 milímetros y una longitud de 215,9 milímetros, un tamaño mayor que el de una cabeza humana. El peso es de 2056 gramos. Se recurrió a dos aleaciones diferentes de oro y plata para elaborar los elementos de la parte superior e inferior de la corona. En las imágenes de la parte superior figuran caracteres latinos, y griegos en las de la parte inferior. La parte inferior es asimétrica. Se ha empleado un elaborado sistema de medición para la elaboración de la mayor parte de las piezas de la corona. Se desconoce el lugar y la época exacta de su ensamblaje. Atributo Sacro Conforme a la tradición, San Esteban alzó esta corona en el año 1000 durante su coronación como ofrenda a la Virgen María Nagyboldogasszony, como señal del compromiso de la monarquía con ella. A partir de entonces, la Virgen María fue considerada Regina (Reina) además de patrona de Hungría. Esta tradición sirvió como justificación de carácter divino para reforzar la autoridad real y la Doctrina de la Sacra Corona. Supuestamente fue enviada por el Papa a San Esteban. Pudo querer reflejar la dependencia espiritual del monarca húngaro respecto del Papa, que le serviría como justificación para no quedar sujeto al vasallaje del emperador y, por otro lado, también pudo simbolizar el compromiso que el Papado esperaba recibir del rey para que ayudara a la Iglesia Católica a alcanzar sus objetivos en Hungría |
Los resultados de rigurosas investigaciones científicas, que han sido aceptadas por la Iglesia Católica Húngara, indican que en realidad los distintos elementos que componen esta corona fueron ensamblados durante el reinado de Bela III (1172-1196). Es posible que se emplearan algunos procedentes de una joya anterior que pudo ser enviada por el Papa con motivo de la coronación de San Esteban. Origen de la Sacra Corona De acuerdo con la teoría más aceptada, recogida en publicaciones de la Academia de Ciencias Húngara y de la Conferecia Episcopal Húnga, la Corona de San Esteban posee dos partes diferenciadas denominadas Corona Graeca y Corona Latina. Fue ensamblada durante el reinado de Bela III y tiene influencias bizantinas, debido a que este rey se había criado en la Corte Bizantina. La coronación de San Esteban, el primer rey de Hungría, simbolizó el comienzo del proceso de creación de Hungría como entidad política. No se ha podido determinar si se celebró el día de Navidad del año 1000 o el 1 de enero de 1001. El obispo Hartvik (entre 1095-1116) elaboró uno de los primeros relatos sobre el origen de la corona, que sirvió de base para una tradición que afirmaba que el Papa le había enviado una corona a San Esteban junto con su bendición. El relato del Obispo aparece recogido en una biografía escrita por él entre 1100 y 1110 por encargo del rey Colomán I. El obispo Hartvik señaló que San Esteban envió al arzobispo Astrik de Esztergom a Roma, encargándole que solicitara en su nombre una corona al pontífice. Sin embargo, el rey de Polonia, Miecislao I, que también había enviado emisarios a Roma con el mismo objetivo, iba a recibir una corona que ya estaba preparada. Una noche, se le apareció en sueños al Papa, en el relato no se cita el nombre de ningún pontífice, el Ángel del Señor que le anunció que llegaría otro emisario de un pueblo desconocido solicitándole una corona. El ángel le indicó que debería entregársela a él porque ese pueblo poseía más méritos para recibirla. Al día siguiente el arzobispo Astrik recibió del Papa la corona. La leyenda del obispo Hartvik comenzó a figurar en libros litúrgicos y breviarios húngaros aproximadamente a partir del año 1200, en los que se menciona al papa Silvestre II, y desde aquella fecha empezó a extenderse por el mundo cristiano. En 1613, el guardián de la Corona, Péter Révai, señaló que la Sacra Corona Húngara fue donada a San Esteban por el papa Silvestre II. Sin embargo, esta narración no pudo ser cierta, dado que el rey Miecislao I no era contemporáneo de San Esteban ni del papa Silvestre II. Además, en el relato de la vida de San Esteban, escrito en la época en que fue canonizado (1083), se recoge que “cinco años después de la muerte de su padre (...) trajeron una carta con bendiciones papales (...) y el Señor favoreció a uno, Esteban, que fue elegido rey, ungido y por fortuna coronado con la diadema del honor regio”. En esta historia no se menciona ninguna corona donada por Roma. Por otra parte, en los Archivos Vaticanos no se ha localizado ningún documento relacionado con la donación de una corona a los húngaros, circunstancia que hubiera contado con el interés de la Iglesia Católica porque probaría su ascendiente sobre el Reino de Hungría. San Esteban. Existe otra teoría, muy difundida pero incierta, formulada por Thietmar von Merseburg (fallecido en 1018). Este autor afirmó que el emperador Otón III aceptó que San Esteban fuese coronado y el Papa le envió sus bendiciones; algunos historiadores han defendido que también le mandó una corona, pero hasta la fecha no hay ninguna prueba que lo pueda documentar. A las dos teorías más destacadas – la donación por el Papado y su creación durante el reinado de Bela III (la más probable) – se les unen otras, de acento más romántico, que situarían en Asia y en un pasado remoto el origen de la Corona Húngara. Se ha llegado a pensar que las dos partes de la corona pudieron ser elaboradas en periodos diferentes debido a las diferencias encontradas en los estilos y técnicas con que se realizaron las imágenes esmaltadas de la decoración. A esta circunstancia se le une el hecho de que las inscripciones de la diadema son griegas y las de las bandas, latinas. Sin embargo, se debe destacar que observando esta joya no se encuentra ningún indicio, al margen de lo ya expuesto, que lleve a pensar que esté formada por elementos que pudiesen haberse encontrado separados en algún momento. En 1978, cuando la Sacra Corona fue devuelta a Hungría por los Estados Unidos y comenzaron a realizarse cuidadosos estudios, se volvió a tratar de determinar qué elementos de la parte superior pudieron pertenecer a la corona originaria del primer monarca húngaro. Tipos de coronas. En función de su uso, las coronas podían ser: 1).-Coronas de uso privado, sin restricciones. Al ser una corona de sucesión, la Sacra Corona únicamente fue utilizada durante las ceremonias de coronación de los reyes de Hungría, quedando el resto del tiempo bajo la custodia permanente de dos guardias de la Corona (koronaőr). Únicamente se permitía a otras dos personas tocar la Sacra Corona: la persona que ostentaba después del monarca el título secular (aristocrático) de mayor rango en Hungría Nádor de Hungría, encargado de depositarla sobre un cojín para su traslado con motivo de una coronación, y el arzobispo de Esztergom que ostentaba el título eclesiástico más importante, encargado de coronar al rey. Diseño e imágenes de la corona. La Corona de San Esteban está hecha de oro y decorada con diecinueve imágenes esmaltadas, realizadas con piedras semipreciosas, perlas y alabandina (un mineral formado por sulfuro de manganeso). Consta de tres partes, la diadema inferior, denominada Corona Greca, las dos bandas que se cruzan, conocidas como Corona Latina, y la cruz de la parte superior, que en la actualidad se encuentra torcida. Posee cuatro colgantes (pendilium) sujetos por cadenas a cada lado de la diadema inferior y otro situado en la parte posterior. Corona Griega. La Corona Graeca ("Corona Griega") es un stephanos o corona abierta que tiene una anchura de 5,2 centímetros y un diámetro de 20,5 centímetros. Las dos piedras talladas de aguamarina, situadas en la parte trasera de la diadema, fueron incorporadas por el rey Matías II (1608-1619). En la imagen de la parte delantera aparece representado un Pantocrátor. En el borde, a la derecha e izquierda de Jesucristo, están situadas las figuras de los arcángeles San Miguel y San Gabriel, seguidos de las figuras de los santos Jorge y Demetrio de Tesalónica, y de San Cosme y San Damián con la mitad de su tamaño. En un marco arqueado situado en la parte trasera de la diadema aparece representado el emperador Miguel VII Ducas (1071-1078). Debajo, a la izquierda se encuentra una imagen, con la mitad de su tamaño, denominada Kon. Porphyrogennetos, que puede tratarse del hermano del emperador Miguel, o bien de su hijo y heredero. A la izquierda aparece una imagen del rey húngaro Geza I (1074-1077), junto a la inscripción griega: ΓΕΩΒΙΤZΑC ΠΙΣΤΟC ΚΡΑΛΗC ΤΟΥΡΚΙΑC (Geōvitzas pistós králēs Tourkías, Geza I, fiel monarca de la tierra de los turcos). El nombre empleado por los bizantinos para referirse a los húngaros en aquella época era turcos. Como era habitual en la jerarquía del Estado Bizantino, en la decoración de la Corona se observa una clara diferenciación entre los títulos del emperador y los del rey húngaro, al emplearse Kralj (rey) para referirse a Geza, que es una expresión helenizada proveniente del eslavo meridional común. Las figuras de los santos y los gobernantes griegos están representados con halos, mientras que la figura de Geza no. Los nombres de los emperadores aparecen escritos en color rojo y los de los monarcas húngaros en azul oscuro o negro. Las placas esmaltadas de la decoración de la banda circular, el pequeño panel en que figura el Pantocrátor y la imagen del emperador Miguel se encuentran fijadas a la corona mediante técnicas diferentes. La imagen del emperador Miguel no pudo ser fijada al armazón de la misma forma que el Pantocrátor situado en la parte frontal. Esto es debido a que el armazón se halla doblado hacia arriba, lo que ha obligado a sujetar en sus bordes la placa con la imagen de Miguel VII. Esta circunstancia ha llevado a pensar que esta imagen no fue creada para decorar la corona. Se ha observado que la Corona Griega, debido a su forma apunada y al contar con placas arqueadas, es idéntica a las coronas que utilizaron las emperatrices bizantinas. En realidad llegó a Hungría aproximadamente en 1075, enviada por el emperador Miguel VII Ducas para obsequiar a la esposa del rey Geza, que pertenecía a la familia griega de los Synadenos. No era una corona nueva, pudo tratarse de una antigua corona femenina procedente del tesoro del emperador que fue remodelada para la ocasión. Es posible que las imágenes esmaltadas sustituyeran a otras anteriores, consideradas poco apropiadas para una reina de Hungría. Corona Latina. La Corona Latina, que no es un objeto independiente ni podía utilizarse sin la Corona Griega, fue diseñada para estar unida al borde superior, dotando a ésta de una cubierta con forma abovedada. La Corona Latina se compone de cuatro chapas de oro, de una anchura de 5,2 centímetros y con uno de sus bordes unido a una placa central, de forma cuadrada y con una longitud de 7,2 centímetros en cada lado. Estas chapas de oro, que cubren la parte superior de la joya, transforman entonces el stephanos o corona abierta en un stemma o corona cerrada. El simbolismo de una corona cerrada implica que el portador de la joya no se encuentra sometido a monarca alguno. La escritura de las leyendas que identifican las imágenes de los santos representados ha facilitado pistas sobre la fecha en la que pudo ser elaborada la Corona Latina. Tanto la mayúscula T que figura en la palabra Thomas y la segunda U de la palabra Paulus muestran el estilo característico que poseían las letras latinas empleadas en monedas bizantinas, una costumbre que se abandonó a mediados del siglo XI. Estas imágenes pudieron formar parte de un relicario o de un altar plegable regalado a San Esteban por el Papa. También es posible, aunque tal vez nunca sea factible comprobarlo, que San Esteban recibiese la propia Corona Latina como un regalo de algún Papa en señal de agradecimiento por algún obsequio suyo, costumbre cuya existencia histórica en aquella época se ha documentado. Sin embargo, se ha comprobado que las imágenes de los apóstoles, por su estilo, no pudieron ser realizadas en una fecha cercana al año 1000. Las bandas que se cruzan están decoradas en sus bordes con hileras de cuentas de oro. La placa central está decorada con doce perlas que simbolizan a los doce apóstoles. La Corona Latina cuenta en su decoración con un total de setenta y dos perlas. La placa central está adornada con una imagen del Pantocrátor, esmaltada mediante una técnica conocida como cloisonné. En cada banda se pueden observar dos figuras de apóstol (ocho en total) que se corresponden con los ocho primeros que son citados en los Hechos de los Apóstoles, 1.13. La Cruz La cruz se encuentra unida al resto de la corona de forma tosca, rompiendo la imagen de Cristo situada en la parte superior. Pudo haberse añadido durante el siglo XVI. La cruz de la corona quedó torcida durante el siglo XVII, probablemente pudo dañarse en el momento de cerrar el cofre de hierro en el que se custodiaba por estar mal colocada en su interior. Desde entonces se ha mantenido inclinada hacia la izquierda y así ha aparecido en todas las representaciones de la Corona de San Esteban que se han realizado. La Corona en conjunto La forma de la Corona de San Esteban es muy parecida a la del kamelaukion, un tocado con su parte superior cubierta que fue introducido por el Imperio Bizantino y cuyo diseño se empleó también en las coronas bizantinas. Durante el reinado de Bela III, se incorporaron a la Corona Griega las bandas que se cruzan en la parte superior. Es posible que se pretendiera imitar las coronas bizantinas, debido a que Bela III se había criado en Constantinopla. Para decorar estas bandas se recurrió a una decoración semejante a la utilizada en la Corona Griega. Vínculos del tesoro con San Esteban. Existe la posibilidad de que las bandas cruzadas de la Corona Latina procedan del propio tesoro de San Esteban. Por otra parte, en la época de la creación de la corona, existía la esperanza de que incluyese algunos trabajos anteriores de orfebrería realizados con oro que permitiesen vincularla con el propio San Esteban. La inscripción bordada en el manto que fue empleado en la ceremonia de coronación de los monarcas húngaros muestra con certeza que San Esteban y su esposa, la reina Gisela de Baviera, ordenaron su elaboración, que data del año 1031. El cetro utilizado en la coronación de los reyes de Hungría, que dispone de un orbe o mundo en su extremo superior, también puede ser de la época de San Esteban. En los sellos de sus contemporáneos, el emperador Enrique II y Rodolfo III de Borgoña aparecen representados ambos portando un cetro con la misma forma. Este tipo de cetros, de pequeña longitud y con un orbe en su extremo superior, sólo fueron usados en aquella época. |
Lesbianismo |
Anneliese Kohlmann (nacida el 23 de marzo de 1921 en Hamburgo ; † el 17 de septiembre de 1977 en Berlín Occidental ) fue una guardia alemana en el campo de concentración de Neuengamme y en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Fue condenada a dos años de prisión en el segundo juicio Bergen-Belsen por el maltrato a los prisioneros allí . Anneliese Kohlmann era hija de Georg Kohlmann y su esposa Margret. Se desconoce la profesión de su padre, lo único que se sabe es que era masón. Poco se sabe sobre su juventud y educación. Asistió a una escuela privada hasta 1938 y se crió como cristiana. El 16 de febrero de 1940 solicitó ser miembro del NSDAP y fue admitida el 1 de abril de 1940 (número de miembro 8.547.312). Aunque era lesbiana, se comprometió con un hombre en noviembre de 1943. Sufría de una forma grave de Anemia ferropénica, por lo que fue tratada por un médico. Se ganaba la vida como conductora de tranvía. A finales de octubre de 1944 se mudó de la casa de sus padres y desde entonces vivió subarrendada en Hamburgo-Sankt Georg. El 4 de noviembre de 1944 fue reclutada para ser guardiana de las SS. Ella no utilizó las posibilidades disponibles para negarse a trabajar como guardia en un campo de concentración. Fue enviada al subcampo Neugraben del campo de concentración de Neuengamme, donde como guardia del campo de concentración supervisó a las prisioneras judías durante los trabajos de construcción y limpieza. Después de que las prisioneras fueran trasladadas el 8 de febrero de 1945 del subcampo de Neugraben al subcampo de Tiefstack, ella fue trasladada a este campo como guardia. Debido a su apariencia juvenil, los prisioneros la llamaban “Bubi”. Kohlmann golpeó repetidamente a prisioneras en su destacamento de trabajo por “mala conducta”. Era amiga de Lotte Winter (Lotte Winterová (1922-2010)), la esposa de un prisionero checo de su destacamento de trabajo de Praga, y se enamoró de ella. El 7 de abril de 1945 se cerró el subcampo de Tiefstack y los prisioneros fueron llevados al campo de concentración de Bergen-Belsen, acompañados, entre otros, por Kohlmann. Después de la entrega de los prisioneros, pidió al comandante del campo de concentración, Josef Kramer, que le permitieran permanecer en el campo con los prisioneros que ella acompañaba, pero él se negó. La vida como prisionero en el campo de concentración de Bergen-Belsen y su arresto. Kohlmann inicialmente condujo de regreso a Hamburgo, pero luego regresó sin permiso. Según su declaración, después del final de la guerra quería volver a encontrarse con Winter en Bergen-Belsen, por quien sentía lástima. La acompañaba Willy Brachmann , un prisionero que había escapado del campo de concentración de Auschwitz , que estaba comprometido con Winter y a quien había conocido desde entonces. Ambos decidieron acceder al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde ella afirma haberse colado el 8 de abril de 1945. Ella cambio la ropa de los prisioneros del campo de concentración y se quitó el uniforme. Terminó viviendo en un bloque con Winter, disfrazada de prisionera, para poder estar con ella. Poco después de que el campo de concentración de Bergen-Belsen fuera entregado al ejército británico el 15 de abril de 1945, los prisioneros que ella conocía la denunciaron y fue arrestada en los terrenos del campo el 17 de abril de 1945. Luego fue arrestada junto con los demás cerca del campo de concentración. Luego tuvo que enterrar los miles de cadáveres de prisioneros en la zona del campo en fosas comunes bajo vigilancia junto con hombres de las SS y guardias. Mientras tanto, George Rodger tomó fotografías para la revista estadounidense Life , que fueron publicadas unas semanas más tarde en un artículo sobre el campo de concentración de Bergen-Belsen. Entre otras cosas, fotografió a Kohlmann descargando cadáveres de un camión. Juicio, encarcelamiento y posguerra Finalmente fue trasladada a la prisión de Celle y mantenida bajo custodia hasta el juicio. El 9 de junio de 1945 fue interrogada y declaró, entre otras cosas, que había regresado al campo de concentración de Bergen-Belsen con su prometido sin autorización y que había vivido allí como prisionera hasta su arresto. Era popular entre las prisioneras en su destacamento de trabajo en Hamburgo, aunque también arremetía. Finalmente, afirmó que mantuvo relaciones sexuales con mujeres mientras estuvo comprometida. El 16 de mayo de 1946 se celebró un juicio por crímenes de guerra ante un tribunal militar británico en el segundo juicio Bergen-Belsen contra Kohlmann. Como guardia de un campo de concentración, fue acusada de maltratar a prisioneros de países aliados en Hamburgo y otros lugares y se declaró inocente al inicio del juicio. Estuvo representada por un abogado alemán que pronunció un discurso de apertura al inicio del juicio: criticó el hecho de que para el juicio sólo estuvieran disponibles los protocolos de interrogatorio de los testigos de cargo. También afirmó que Kohlmann solo pasó unas horas como guardia en Bergen-Belsen, pero que además vivió allí como prisionero. Como guardia, era popular entre los prisioneros y les ayudaba, entre otras cosas, organizando comida adicional. Sólo presionó “cuando no había alternativa”. Luego, Kohlmann subió al estrado y declaró veraz su protocolo de interrogatorio. Hizo una declaración adicional en la que, entre otras cosas, negó haber sido miembro del BDM y del NSDAP. “Creo que a todas las chicas de mi trabajo en Hamburgo les agradaba, aunque admito que de vez en cuando las golpeaba cuando hacían algo mal, pero preferían que las golpeara yo antes que el comandante y por eso me amaban a pesar de la paliza [ ...] nada menos [...] Llegué a Bergen-Belsen extraoficialmente y sin permiso porque quería ayudar a una de las esposas de los prisioneros, Lotte W., que había estado en mi destacamento de trabajo en Hamburgo [... ] Quería ayudar a esta chica porque era amiga de ella y ella y las otras chicas checas me habían prometido llevarme con ellas a Praga cuando volvieran a ser libres [...] Cuando llegué a Belsen, yo [... ] Viví como esposa del prisionero Lotte W. durante unos días, hasta que me descubrieron”.
Los interrogatorios grabados de las esposas de los prisioneros, que se leyeron en voz alta durante el juicio, incriminaron a Kohlmann: ella golpeó repetidamente a las esposas de los prisioneros con las manos o incluso con un palo por cosas triviales. Una testigo y ex prisionera de su destacamento de trabajo en Hamburgo también afirmó que Kohlmann prefería a las prisioneras jóvenes. Además, exhibió “comportamiento sexual pervertido”. El prometido de Winter, un guardia del campo de concentración y su madre declararon como testigos de la defensa. El prometido de Winter, Brachmann, afirmó que había viajado con Kohlmann al campo de concentración de Bergen-Belsen. Anteriormente, ella había pasado de contrabando comida y cartas de él al campamento para el invierno. Su prometida le había dicho que los prisioneros confiaban en Kohlmann y que por eso tenía problemas con el líder del campo Friedrich-Wilhelm Kliem . Nunca vio a Kohlmann hacer daño, pero tuvo que admitir que nunca la vio trabajando como supervisora. Un ex guardia del subcampo de Tiefstack afirmó que Kohlmann agradaba a los prisioneros y que por eso tenía problemas con el líder del campo, Kliem. Las guardias también golpeaban a los prisioneros con las manos, pero sólo si creían que era inevitable. Winter no prestó declaración como testigo. El 16 o 18 de mayo de 1946 fue condenada a dos años de prisión, que luego cumplió en la prisión de Fuhlsbüttel . Como la propia Kohlmann no interpuso recurso de apelación contra la sentencia y su madre no presentó a tiempo una solicitud de liberación, la sentencia fue confirmada y Kohlmann tuvo que cumplir toda la condena. Tampoco se accedió a una solicitud posterior de indulto. Tuvo que pasar su tiempo en prisión en una celda solitaria porque era considerada lesbiana. Después de salir de prisión, vivió en Hamburgo. Se dice que trabajó como prostituta durante algunos años y luego trabajó como camionera. En 1965 se mudó a Berlín Occidental con su pareja, una mujer que fue perseguida por ser mitad judía durante la era nazi. Allí se instaló en Berlín-Charlottenburg y encontró empleo como cocinera en un hospital de Berlín-Zehlendorf , donde murió en su lugar de trabajo el 17 de septiembre de 1977. |
ENTREVISTA LOS TESTIMONIOS DE SEXO Y VIOLENCIA SEXUAL FUERON A MENUDO DESINFECTADOS. Las memorias sexualmente explícitas de los abusos a las mujeres en los campos nazis finalmente ven la luz. Por RENÉE GHERT-ZAND 10 de octubre de 2020 La experta en traumas de segunda generación Helen Epstein publica el manuscrito de su difunta madre Franci Rabinek Epstein, inicialmente rechazado a mediados de la década de 1970 por adelantarse a su tiempo. Cuando la sobreviviente checo-estadounidense del Holocausto Franci Rabinek Epstein escribió unas memorias francas y sexualmente explícitas de sus experiencias durante la guerra a mediados de la década de 1970, nadie estaba interesado en publicarlas. Narradas desde una perspectiva decididamente femenina, las memorias de Epstein se adelantaron a su tiempo. Franci observó que las mujeres de los campos mantenían relaciones homosexuales y también participaban en el trueque sexual para ayudarse a sí mismas y a sus madres a sobrevivir. También le dejaron claro que ser bella no era una garantía. Si las mujeres querían aprovechar su belleza, también tendrían que hacerlo de forma inteligente, para no acabar violadas o asesinadas. Escribió con franqueza sobre los embarazos desafortunados que presenció en los campos y el infanticidio necesario para darles a las mujeres en el posparto una oportunidad de sobrevivir. Cuando la sobreviviente checo-estadounidense del Holocausto Franci Rabinek Epstein escribió unas memorias francas y sexualmente explícitas de sus experiencias durante la guerra a mediados de la década de 1970, nadie estaba interesado en publicarlas. Narradas desde una perspectiva decididamente femenina, las memorias de Epstein se adelantaron a su tiempo. Franci observó que las mujeres de los campos mantenían relaciones homosexuales y también participaban en el trueque sexual para ayudarse a sí mismas y a sus madres a sobrevivir. También le dejaron claro que ser bella no era una garantía. Si las mujeres querían aprovechar su belleza, también tendrían que hacerlo de forma inteligente, para no acabar violadas o asesinadas. Escribió con franqueza sobre los embarazos desafortunados que presenció en los campos y el infanticidio necesario para darles a las mujeres en el posparto una oportunidad de sobrevivir. Las memorias francas y centradas en las mujeres, como las de Franci —especialmente las que recuerdan la violencia sexual sistemática perpetrada contra las mujeres bajo la ocupación nazi— no recibieron atención en las primeras décadas posteriores a la guerra, cuando los lectores no querían escuchar ese tipo de testimonio o no podían concebir la magnitud de las atrocidades que se habían cometido. Fue una época en la que las discusiones abiertas sobre la sexualidad todavía eran generalmente tabú. Los testimonios posteriores a menudo se desinhibieron del sexo y la violencia sexual. Si bien Franci describió su omnipresencia, no contó en sus memorias haber sido víctima de violencia sexual. “Las sobrevivientes no hablaban de nada que tuviera que ver con el sexo porque no querían que sus hijos y nietos supieran lo que les había sucedido”, dijo Beverley Chalmers, autora de “Nacimiento, sexo y abuso: las voces de las mujeres bajo el régimen nazi”. Profundamente decepcionada por la falta de interés de los editores, Franci dejó su manuscrito a un lado y volvió a concentrarse en su trabajo de muchos años como modista, diseñando y cosiendo ropa para mujeres ricas y famosas en su salón en el barrio Upper West Side de Nueva York. Cuarenta y cinco años después, las memorias de Franci finalmente se publicaron como “La guerra de Franci: la historia de supervivencia de una mujer” gracias a los esfuerzos de sus hijos, especialmente su hija Helen Epstein . Epstein es una periodista y autora conocida por su trabajo sobre el trauma de segunda generación, comenzando con su innovador libro “Los niños del Holocausto”. Epstein dijo a The Times of Israel que encontró el manuscrito, escrito a máquina en inglés en papel cebolla, mientras revisaba los papeles de su madre después de su muerte por un aneurisma cerebral a los 69 años en 1989. Epstein más tarde utilizó selecciones de los recuerdos de Franci para sus memorias familiares de 1997, "De dónde vino: la búsqueda de una hija por la historia de su madre", sobre las mujeres de la familia Rabinek y la historia social de los judíos en las tierras checas. Luego lo archivó y no lo volvió a mirar durante 20 años. Fantasmas del pasado. La publicación tardía de las memorias de Franci a principios de este año se debe en parte a un correo electrónico fortuito que Epstein, de 72 años, recibió en 2018 del hijastro de una mujer que fue encarcelada junto con Franci por la Gestapo en Praga en junio de 1939. La pregunta del hombre impulsó a Epstein a releer las 150 páginas de su madre con una perspectiva nueva.
“Para mí y mis hermanos, era simplemente el registro escrito de historias que habíamos escuchado toda nuestra vida… [Pero] me di cuenta de lo oportuno e inusual que era, especialmente su franqueza sobre la sexualidad en el Holocausto”, dijo Epstein a The Times of Israel en una entrevista por correo electrónico desde su casa en Massachusetts.
Epstein dijo que le impresionaron la “voz contemporánea de su madre, sus observaciones perspicaces y su falta de sentimentalismo, así como cualquier actitud crítica”. Cuando la Alemania nazi invadió Praga en marzo de 1939, Franci Rabinek era una joven profesional. Hija única de una familia judía laica, estudió en escuelas francesas y alemanas antes de abandonar sus estudios para trabajar como aprendiz en el salón de alta costura de su madre en Praga. En 1938, cuando tenía solo 18 años, Franci se convirtió en propietaria del salón. En agosto de 1940, Franci se casó con un joven judío de carácter fuerte llamado Joe Solar. Cuando las leyes contra los judíos se hicieron más duras, Franci se vio obligada a ceder la propiedad de su salón a una de sus trabajadoras checas (que se negó a devolvérselo después de la guerra). En agosto de 1942, Joe fue deportado al campo de concentración del gueto de Theresienstadt. Franci y sus padres, Emil y Josefa, los siguieron un mes después. Emil y Josefa fueron enviados a Maly Trostinets (hoy en Bielorrusia), donde fueron fusilados. Franci y Joe sobrevivieron relativamente bien en Theresienstadt gracias a sus habilidades y a los conocimientos de Joe sobre el mercado negro. La joven pareja adoptó extraoficialmente a una niña huérfana llamada Gisa, y Franci se llevó a su prima segunda y mejor amiga Kitty con ella. Se desarrollaron estrechas amistades entre los jóvenes checos, que construyeron zonas aisladas llamadas kumbals en los barracones donde los amigos podían reunirse o las parejas podían tener un espacio privado para las relaciones sexuales. Kitty fue deportada al campo familiar checo de Auschwitz-Birkenau en diciembre de 1943, y Franci la siguió en mayo de 1944. Mientras tanto, la suerte de Joe se acabó cuando fue arrestado y encarcelado por la Gestapo. Franci se enteró de su muerte en un campo de concentración recién después de la guerra.
Franci admite abiertamente en sus memorias que no amaba lo suficiente a Joe y que no lo consideraba un buen marido para el futuro. Dice que se habría divorciado de Joe si hubiera sobrevivido. En una parte de sus memorias, se refiere a sí misma sólo por su número tatuado y en tercera persona. En el apartado sobre su estancia en prisión en Birkenau, Franci escribió: “En otras noches, ella contaba un sinfín de fantasías que había tenido a los 17 años y que terminaban con la emigración de un joven. Ahora, imaginaba las escenas de amor más salvajes que jamás habían tenido lugar, sintiendo sus brazos a su alrededor, incluso oliendo el aroma de su pipa. Curiosamente, su marido nunca desempeñó un papel en estas fantasías sexuales”. Golpe de rayo. Fue la rapidez de reacción de Franci lo que la salvó de morir en Birkenau. Durante una selección, decidió en un instante declarar que su profesión era electricista, en lugar de modista. La improbable artimaña tuvo éxito y Franci y Kitty fueron trasladadas en julio de 1944, junto con otras 500 mujeres, al campo de concentración de Dessauer Ufer, en Hamburgo, que formaba parte de una red de más de 85 campos de concentración en el norte de Alemania. Allí se vieron obligadas a limpiar los escombros provocados por los bombardeos aliados; las mujeres mismas no tenían protección contra los terribles ataques nocturnos. En Dessauer Ufer, las jóvenes se encontraron a escondidas con prisioneros de guerra italianos. Una de las jóvenes italianas se encariñó con Franci y, aunque él le comparte objetos que recibió en paquetes de su casa, ella finalmente rechaza sus propuestas románticas porque cree que todavía está casada. En septiembre de 1944, Franci, Kitty y los demás fueron trasladados a Neugraben, donde Franci tuvo que pensar con rapidez cuando el sádico, aunque extrañamente paternalista, comandante del campo esperaba que ella cumpliera con su función de electricista. Milagrosamente, Franci pudo utilizar los conocimientos básicos de electrónica que había aprendido de su padre ingeniero para instalar líneas telefónicas, arreglar cableado y electrificar nuevas partes del campo.
El 5 de abril de 1945, Franci y Kitty llegaron al aún más infernal campo de concentración de Bergen-Belsen. Diez días después, los británicos liberaron el campo. Las dos jóvenes enfermaron y, tras recibir cuidados en un hospital, pasaron un tiempo en la ciudad alemana de Celle recuperándose. Franci regresó a Praga como una persona diferente. No sabía qué hacer y al principio no se veía volviendo a la alta costura, que le parecía frívola a la luz de lo que había vivido en los últimos años. Buscó consuelo en hombres con los que sabía que no tenía intenciones serias de casarse. A instancias de antiguos clientes, acabó abriendo un nuevo salón y se casó con Kurt Epstein, su antiguo entrenador de natación y compañero de superviviente. Franci dio a luz a Helen en Praga y, poco después, la pareja huyó de Checoslovaquia a Nueva York cuando el régimen comunista tomó el poder en 1948. Según Epstein, su madre rara vez hablaba de sus sentimientos, o nunca. Aunque volvió a su querida profesión, la guerra la había cambiado. “Mi madre aportó un pragmatismo nada sentimental a su trabajo… Franci albergaba una especie de desprecio por la muchacha ingenua que había sido antes de la guerra y, ahora, por los clientes que creían en la versión del amor que veían en las películas de Hollywood”, escribió Epstein en un pasaje de su libro, “Las largas vidas medias del amor y el trauma”.
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Bajo la piel. Under the Skin (play) La obra Under the Skin del dramaturgo israelí Jonathan Calderón ( Yonatan Calderon) está basada en la historia de amor entre Kohlmann y Winter; Para ello, se evaluaron la transcripción del juicio de Kohlmann y los informes de los supervivientes del Holocausto , incluida Ruth Bondy . La obra se desarrolla en Tel Aviv durante la Guerra del Golfo en 1991. La joven periodista alemana Kirsten Eberhardt visita a la superviviente del Holocausto Charlotte Brod y le pregunta sobre su historia de amor con la guardia Ilse Kohlmann. La joven Lotte Rosner y la guardia Ilse Kohlmann aparecen en flashbacks durante el campamento. La actriz de la sobreviviente del Holocausto asume el papel de la guardia del campo de concentración, y la actriz del periodista interpreta a la joven Charlotte. |
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