—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

miércoles, 15 de agosto de 2012

135.-Antepasados del rey de España:Jacobo I de Inglaterra e Irlanda y VI de Escocia.


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farías Picón; Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas ; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala; Marcelo Yañez Garin; 

 
Jacobo I de Inglaterra e Irlanda  y VI de Escocia.


  

Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra en 1621, pintado por Daniël Mijtens.

Jacobo Carlos Estuardo​ (en inglés James VI of Scotland and I of England; Edimburgo, 19 de junio de 1566 – Theobalds House, 27 de marzo de 1625) fue rey de Escocia como Jacobo VI desde el 24 de julio de 1567 hasta su muerte, y rey de Inglaterra e Irlanda como Jacobo I desde el 24 de marzo de 1603 hasta su muerte.

Los reinos de Escocia e Inglaterra, eran Estados soberanos, separados en ese momento, que contaban con sus propios parlamentos, poder judicial y conjunto de leyes; y que pasaron a ser gobernados por un mismo soberano, Jacobo, en virtud de una unión personal.
Hijo de María I de Escocia, fue proclamado rey con un año de edad. Una serie de regentes gobernaron en su nombre y lucharon por el poder durante su minoría de edad, hasta que ésta terminó oficialmente en 1578. Sin embargo, no obtuvo el control verdadero del aparato del Estado hasta 1581. En 1603 sucedió en el trono de Inglaterra e Irlanda a la última Tudor, Isabel I, quien murió sin descendencia.​ Rigió conjuntamente Inglaterra, Escocia e Irlanda por espacio de 22 años, hasta su muerte a los 58 años.
Aunque gobernó con acierto en Escocia, se encontró con dificultades grandes en Inglaterra, incluyendo el célebre Complot de la Pólvora de 1605 y conflictos sucesivos con el Parlamento, que le era hostil, especialmente en lo referente al aumento de impuestos. De acuerdo a una tradición historiográfica iniciada a mediados del siglo XVII, la política absolutista de Jacobo, su irresponsabilidad financiera y los favores otorgados a favoritos impopulares sentaron las bases de la Guerra Civil Inglesa, durante la cual su hijo y sucesor, Carlos I, fue ejecutado. Sin embargo, la situación política de Inglaterra y de Escocia fue relativamente estable durante la vida del monarca, y los historiadores contemporáneos consideran a Jacobo como un soberano inteligente y reflexivo.Durante su reinado prolongado se mantuvo la paz con España, reanudando las hostilidades su hijo y sucesor Carlos.

Rey renacentista.

Durante su reinado continuó la "Era Dorada" del drama y la literatura isabelinos, con grandes escritores como William Shakespeare, John Donne, Ben Jonson o Francis Bacon, a los que el rey patrocinó, contribuyendo al florecimiento cultural.​ Apasionado por la teología, ordenó la traducción de la Biblia que lleva su nombre, la King James, y es la oficial de la Iglesia Anglicana. Probablemente jamás hubo tal concentración de talento literario bajo el patronazgo de la Corona inglesa. 
El propio Jacobo era un erudito de considerable talento, autor de poesías, traducciones y un tratado sobre poesía, así como obras condenando la brujería y el tabaco (Daemonologie [1597]​ y A Counterblaste to Tobacco [1604]), meditaciones y comentarios sobre las Sagradas Escrituras, obras de teoría política (The True Law of Free Monarchies [1598] y Basilikon Doron [1599]) y, por supuesto, discursos para el Parlamento. 
Sir Anthony Weldon afirmó que Jacobo había sido llamado "el bobo más sabio de la Cristiandad", y desde entonces se ha asociado el epíteto a este monarca.

Política.

Su política se centró en tres cuestiones fundamentales: la lucha contra los católicos, el freno a los presbiterianos, que pretendían limitar la autoridad real, y la obtención del reconocimiento oficial de sus derechos sucesorios sobre el trono de Inglaterra. Sucedió a Isabel I en el trono inglés en 1603. Debido a su escasa popularidad entre sus nuevos súbditos y a su desconocimiento de las costumbres de Inglaterra, su reinado suscitó notables controversias.
En el plano religioso siguió las directrices anglicanas de sus predecesores, si bien sus persecuciones a los católicos y a los puritanos no fueron tan despiadadas como lo habían sido anteriormente. En materia financiera, el deseo del monarca de incrementar sus rentas lo llevó a un enfrentamiento con la Cámara de los Comunes, que a cambio de mayores impuestos reclamaba ciertas concesiones. El rey adquirió una gran impopularidad a causa de su política exterior de entendimiento con España.

Personalidad.

Jacobo Estuardo tuvo una personalidad extremadamente curiosa, excéntrica pero no deslumbrante, desdibujada entre las sombras de las célebres reinas que le precedieron, Isabel I en Inglaterra y María Estuardo en Escocia, y las desdichas de su hijo Carlos, el primer rey condenado a muerte por un Parlamento.
Apasionado por la caza, gran comedor y desmedido bebedor, Jacobo era un erudito de primera categoría, capaz de rebatir los argumentos de los sabios, teólogos y juristas, de abrumarles con tercos discursos en latín y sumergirlos bajo una catarata de citas bíblicas. Pero, a la vez, era un hombre caprichoso, vanidoso y sumamente cobarde, del que se decía que no podía ver una espada sin echarse a temblar. Se hallaba desprovisto de toda gracia y se lavaba muy raramente, complaciéndose con cinismo en su desaseo. Tenía accesos de cólera durante los cuales no sabía bien lo que decía, llegando a los insultos, y sus súbditos creían que le faltaba dignidad.
Era miedoso y desconfiado, y recelaba de todo el mundo, temiendo constantemente ser asesinado (como lo había sido su coetáneo Enrique IV de Francia, al que detestaba). Sus mandíbulas prognáticas, muy estrechas, y su lengua demasiado larga le impedían ingerir alimentos sin provocar ruidos desagradables. Hablaba un inglés difícil, con un áspero acento escocés, y tenía una voz chillona e irritante.
Su aversión hacia las mujeres fue notoria a pesar de su boda con Ana de Dinamarca. Es probable que fuera homosexual o quizá, bisexual, y otorgó títulos de nobleza, tierras, pensiones y joyas a sus diversos favoritos (se cree que varios de ellos eran sus amantes) con tal generosidad que agotó el tesoro real. Los ingleses desaprobaron tanto el comportamiento del monarca y su Corte como sus gastos.

Últimos días y muerte.

Durante su último año de vida, mientras Buckingham consolidaba su control sobre Carlos para asegurar su propio futuro, Jacobo estuvo a menudo seriamente enfermo. Por lo general fue incapaz de visitar Londres, y su figura fue perdiendo relevancia en los asuntos de Estado.​ A comienzos de 1625, el soberano padecía artritis, gota y desmayos, y en marzo enfermó seriamente de fiebres tercianas y sufrió un ataque al corazón.
Finalmente murió en Theobalds House el 27 de marzo de 1625, a los 58 años de edad, durante un fuerte ataque de disentería, con Buckingham a su lado.​ El funeral del difunto rey, magnífico pero desorganizado, tuvo lugar el 7 de mayo. John Williams, obispo anglicano de Lincoln, realizó el sermón, observando que "el rey Salomón murió en paz, habiendo vivido unos 60 años... y sabéis que así ha ocurrido con el rey Jacobo". Fue sepultado en la capilla mariana de Enrique VII en la abadía de Westminster.

Tratamiento y títulos
  • 19 de junio de 1566 – 24 de julio de 1567: Príncipe Jacobo
  • 19 de junio de 1566 – 24 de julio de 1567: Duque de Rothesay
  • 10 de febrero – 24 de julio de 1567: Duque de Albany (conde de Ross, lord Ardmannoch)
  • 24 de julio de 1567 – 27 de marzo de 1625: Su Gracia Jacobo VI, rey de los escoceses.
  • 24 de marzo de 1603 – 27 de marzo de 1625: Su Majestad Jacobo I, rey de Inglaterra e Irlanda.
Descendencia.

De su matrimonio con Ana de Dinamarca hubo 9 hijos, de los que solo 3 llegaron a la edad adulta:

  • Enrique Federico (1594 - 1612), duque de Rothesay desde su nacimiento y al subir su padre al trono inglés, duque de Cornualles (1603) y príncipe de Gales (1610).
  • Un hijo (julio de 1595).
  • Isabel (1596 - 1662), casada con Federico V, elector palatino del Rin y pretendiente al trono de Bohemia.
  • Margarita de Inglaterra (24 de diciembre de 1598 - marzo de 1600), fallecida a los quince meses de edad.
  • Carlos (1600 - 1649), nombrado duque de Albany (1603) y de York (1605); rey de Inglaterra como Carlos I, al suceder a su padre por la muerte de su hermano mayor. Ejecutado durante las guerras civiles inglesas.
  • Roberto, duque de Kintyre (18 de enero de 1602 - 27 de mayo de 1602), fallecido a los cuatro meses de edad.
  • Un hijo (1603).
  • María (1605 - 1607).
  • Sofía (1606).

 
Ana de Dinamarca por John de Critz (c. 1605).


Ana de Dinamarca (en danés: Anna af Danmark; en inglés: Anne of Denmark; Skanderborg, 12 de diciembre de 1574-Hampton Court, 2 de marzo de 1619), fue reina consorte de Inglaterra e Irlanda desde 1603 hasta 1619, como esposa del rey Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia. A partir de 1589 hasta su muerte, fue también reina consorte de Escocia por su matrimonio. Por nacimiento, fue princesa de Oldemburgo y de Dinamarca, ya que era hija del rey Federico II y de su esposa, Sofía de Mecklemburgo-Güstrow.

Biografía

Era la segunda de los siete vástagos, del rey Federico II de Dinamarca y de su esposa, Sofía de Mecklemburgo-Güstrow. Su llegada no fue precisamente celebrada por su padre, quien con dos hijas deseaba con ansiedad la llegada de un heredero masculino. Tras ella vendrían cinco hijos más, entre los que estaría el futuro rey de Dinamarca, Cristián IV. Ana fue una reina de carácter, que luchó por lo que ella creía justo.
Ana pasó su infancia lejos de su tierra natal, en la ciudad alemana de Güstrow, junto a sus abuelos maternos y su hermana mayor, Isabel. En 1579, volvió a Dinamarca, donde esperaría su destino como moneda de cambio en los acuerdos de su padre con otras coronas europeas.

Religión.

Una fuente de desacuerdo entre Ana y su futuro esposo, Jacobo, sería el tema de la religión; por ejemplo, Ana se abstuvo de la comunión anglicana durante su coronación. La reina había sido criada como luterana, pero puede haberse convertido silenciosamente al catolicismo en algún momento, un escenario político embarazoso que alarmó a los ministros de la iglesia protestante escocesa y levantó sospechas en la Inglaterra anglicana.
La reina Isabel I también estaba preocupada por esta posibilidad y envió varios mensajes a Ana, aconsejándola que no escuchara a los consejeros papistas y preguntando por los nombres de cualquiera que intentara convertirla; Ana respondió que no había necesidad de dar nombres, ya que todos los esfuerzos en esta dirección habían fallado.

Matrimonio.

Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra, esposo de Ana, por John de Critz (1604).
Ana se casó por poderes en la ciudad de Oslo, el 23 de noviembre de 1589, con el rey Jacobo VI de Escocia -luego I de Inglaterra-. La ceremonia formal de matrimonio se llevó a cabo en la ciudad de Krondborg, el 21 de enero de 1590, durante la visita del rey Jacobo a Dinamarca. A su regreso a Escocia, fue coronada reina en la abadía de Holyrood, el 17 de mayo de ese mismo año, a la edad de catorce años, y concibió tres hijos que sobrevivieron la primera infancia, incluyendo el futuro Carlos I de Inglaterra.
Demostró independencia de talante y disposición a usar la política entre facciones escocesas en sus conflictos con Jacobo sobre la custodia de príncipe Enrique y su tratamiento de su amiga, Beatriz Ruthven. Ana parece haber amado a Jacobo al principio, pero la pareja gradualmente se fue distanciando. Al final vivieron aparte aunque sobrevivió un respeto mutuo y cierto grado de afecto.
Aunque Ana y Jacobo estuvieron muy unidos al inicio de su matrimonio, gradualmente se fueron distanciando. Poco después de su boda, ella renegó del luteranismo y abrazó la religión católica, ganándose el odio de sus súbditos escoceses, que eran presbiterianos —y luego el de los anglicanos ingleses—.
Difíciles años tuvo que soportar la reina sin ver llegar ningún síntoma de embarazo, en los que sufrió la presión y las críticas de sus detractores. Finalmente, el 19 de febrero de 1594 llegaba el ansiado heredero, el príncipe Enrique.
Su marido decidió, para no romper la tradición, que su hijo sería criado por su antigua nodriza, Helen Little. Jacobo estaba preocupado de que la tendencia de la madre hacia el catolicismo podría afectar a su hijo. Más tarde el pequeño fue trasladado al Castillo de Stirling, donde quedó bajo la custodia del conde John Erskine.
Ana, desesperada por volver a ver a su hijo, inició una intensa lucha contra su marido y se rodeó de una facción de fieles seguidores, que intentaron en vano conseguir acercar a la reina a su pequeño. Un año después, posiblemente por culpa de la tensión que sufría la reina, sufrió un aborto. Cuando en 1603 Jacobo dejó Escocia acompañado de Erskine para ser coronado rey de Inglaterra tras la muerte de la reina Isabel, Ana intentó otra vez acercarse a su hijo que ya tenía nueve años. Tampoco esta vez consiguió ver a Enrique y volvió a sufrir otro aborto.
Al fin, Ana jugó su última carta. Cuando Jacobo le pidió que fuera con él a Inglaterra para ser coronada reina de los ingleses, ella se negó a menos que le dejara ir al lado de su hijo. Así consiguió Ana reencontrarse con Enrique y viajar a Inglaterra. Al morir la reina Isabel I, Jacobo VI le sucedió en el trono inglés como Jacobo I. El 25 de julio de 1603 fue coronada reina de Inglaterra, junto a su marido, en la abadía de Westminster.
Ana se instaló en Londres mientras Jacobo volvía a su mansión de Royston. Allí empezó una vida disipada, organizando fiestas y convirtiéndose en una importante mecenas de las artes. Su ritmo de vida extravagante, que incluyó la ampliación de su residencia en Londres, Somerset House —a la que rebautizó como Denmark House—, le trajo serios conflictos con su marido, por lo que su matrimonio con Jacobo estaba condenado.

Corte y política.

En Escocia, Ana exploró las divisiones en la corte para su beneficio, particularmente apoyando a los enemigos del conde de Gondomar. Como resultado, Jacobo no le contó secretos de estado. Henry Howard, un hombre activo en la diplomacia más secreta relacionada con la sucesión inglesa, a menudo le recordaba a Jacobo que, aunque Ana tenía todas las virtudes, Eva había sido corrompida por la serpiente. En la práctica, Ana se interesó poco en la política más importante a menos que se refiriera a sus hijos o amigos.
En Inglaterra, Ana pasó de la política a las actividades artísticas. A pesar de participar plenamente en la vida de la corte de Jacobo y mantener su propia corte, donde a menudo recibía a aquellos que no eran aceptados por su esposo, ella rara vez elegía bandos políticos contra él. Cualesquiera que fueran las dificultades que tuvieron en privado, la reina demostró ser una buena posesión para Jacobo en Inglaterra, lo que condujo a un comportamiento discreto y elegante en público. Ana jugó un papel crucial, por ejemplo, en convencer a los visitantes extranjeros y embajadores del prestigio de la dinastía Estuardo y sus conexiones danesas.

Herederos.

El príncipe de Gales recibió el nombre de Enrique Federico en honor a sus dos abuelos: Enrique Estuardo y Federico II de Dinamarca. La actitud del monarca con sus hijos era más parecida a la de un maestro de escuela que a la de un padre, e incluso escribió textos para la escolarización de sus hijos.
La popularidad del príncipe subió tanto que resultó amenazante para su padre. Las relaciones entre ambos eran tensas y en ocasiones se notaban en público.
Enrique, por el que tanto había luchado su madre en el pasado, murió en 1612, a causa de fiebre tifoidea, cuando solo tenía 18 años, sumiendo a la reina en una profunda depresión. Este diagnóstico se pudo realizar con relativa certeza, gracias a los registros escritos de los exámenes post mortem, aunque en ese momento hubo rumores de envenenamiento. Fue enterrado en la abadía de Westminster. Inmediatamente después de su muerte, su hermano Carlos cayó enfermo, siendo él el doliente principal, dado que su padre Jacobo se había negado a asistir a los funerales de su hijo (el monarca detestaba los funerales).
Su hermano, el futuro Carlos I, le sucedió y asumió el poder tras la muerte de su padre en 1625. 


 
Daemonologie.


  

Daemonologie, el tratado sobre brujería que escribió el rey Jacobo VI de Escocia basándose en un caso real.

noviembre 05, 2019


"¿Cuándo volvemos a juntarnos: cuando relampaguee, cuando truene o cuando llueva?"

Este es el comienzo de Macbeth, la célebre tragedia de Shakespeare sobre la ambición política, que recita una de las tres brujas que desencadenarán la trama. No se sabe la fecha exacta en que el bardo la escribió, aunque una referencia que hace a la doctrina jesuítica de la equivocación lleva a pensar que quizá el autor se inspiró en el juicio celebrado contra Henry Garnet, un miembro de la Compañía de Jesús que participó junto a Guy Fawkes y otros católicos en la Conspiración de la Pólvora, la frustrada trama para volar el parlamento británico. Ese proceso tuvo lugar en 1606, si bien otros estudiosos consideran que el concepto de equivocatio ya existía antes. En cualquier caso, la primera representación conocida en el Globe Theatre fue en 1610 (aunque seguramente hubo otras antes) y la primera edición se hizo en 1623, durante el reinado de Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia, el hijo de María Estuardo, que en 1603 había sucedido a Isabel I por no tener ésta descendencia.

Jacobo tuvo una preocupación especial en su reinado por los asuntos religiosos. No sólo por haber impulsado en 1611 una traducción al inglés de la Biblia (la llamada King James Version) sino también porque siete años más tarde intentó fusionar la fe presbiteriana escocesa con la anglicana, provocando una fuerte controversia. Claro que peor lo tenían los católicos. Al principio intentó seguir una política de tolerancia hacia ellos, ya que, al fin y al cabo, en la cuestión hereditaria se habían manejado los nombres de candidatas católicas como Isabel Clara Eugenia, la hija de Felipe II o, como mínimo, simpatizantes, caso de Arbella Stuart, que era de sangre real. Incluso firmó la paz con España y su segundo vástago, Carlos (el mismo que le sucedería antes de perder la cabeza durante la revolución), hizo un viaje de incógnito a Madrid acompañado del duque de Buckignham para intentar concertar una boda con la infanta María Ana, la hija menor de Felipe III, que finalmente no salió adelante. Pero el citado complot contra el parlamento dio al traste con las buenas intenciones del monarca y al final recrudeció la represión del catolicismo.

Y si los católicos lo pasaron mal, no les fue mejor a las acusadas de brujería; de hecho, bastante peor. La actitud adoptada contra la brujería en las islas británicas era de persecución implacable desde 1563 y si bien las actuaciones más duras no llegarían hasta el período puritano, ya se habían dado algunos episodios de ésos que pasan a la Historia. Hay que destacar inevitablemente el de la localidad escocesa de North Berwick de 1590 porque Jacobo, que por entonces sólo reinaba en Escocia, tuvo cierto protagonismo. 

Regresaba de un viaje por Dinamarca, país a donde había ido para casarse con la princesa Ana y en el que había una fijación obsesiva con ese tema (se conservan medio millar de procesos documentados con doscientas cincuenta ejecuciones, aunque el número debió ser mayor dada la cantidad de archivos perdidos), cuando el barco que le llevaba estuvo a punto de naufragar al ser sorprendido por una tormenta, debiendo refugiarse en un puerto noruego y permaneciendo semanas bloqueado por el mal tiempo antes de poder zarpar de nuevo. El almirante de la flota danesa de escolta atribuyó aquel revés a una dama de la corte y poco después varios nobles se vieron implicados en una trama de brujería con fines políticos. Como solía suceder en esas situaciones, la tortura llevó a los acusados a denunciar a otros y la conclusión fue que habían hecho un aquelarre para atraer una meteorología adversa y facilitar la subida a bordo de la nave de los demonios. Dos mujeres perecieron en la hoguera y Jacobo decidió instaurar su propio tribunal en suelo británico.

Como puede comprobarse en Macbeth, se consideraba que las brujas de Escocia tenían una estrecha vinculación con las tempestades, así que las culpas recayeron sobre ellas, desatándose una campaña de persecución en el mencionado pueblo de North Berwick; concluyó con la detención de más de un centenar de personas, entre ellas algunas de importancia, como el maestro de escuela o incluso de alcurnia, caso de Francis Stewart, conde de Bothwell. El tormento volvió a ejercer su absurdo papel y de las confesiones se sacó que efectuaban aquelarres en la parroquia portuaria de St. Andrews Auld Kirk con el objetivo de envenenar al rey y hundir su barco, además de causar una enfermedad incurable y mortal al conde de Angus. Algunos de aquellos desgraciados/as fueron ejecutados, engrosando así la lista de víctimas por esos cargos en Escocia, que se calcula entre tres mil y siete mil personas hasta el siglo XVIII.

El episodio de North Berwick ejerció una apreciable influencia en Shakespeare, ya que los rituales de las tres brujas de Macbeth son iguales que los descritos en un folleto publicado en Londres en 1591 bajo el título Newes from Scotland-declaring the damnable life and death of Dr. Fian, a notable sorcerer. Es un documento interesante porque no sólo fue el primero dedicado exclusivamente a ese asunto en Escocia sino que proporciona una descripción primigenia del conocido como osculum infame (beso de la vergüenza, el que las brujas debían dar al diablo en el trasero durante el sabbat), aparte de estar ilustrado con los únicos grabados de la época al respecto. Pero es que, además, Newes fron Scotland también influyó en una obra sobre brujería y nigromancia que hay que calificar de insólita porque fue escrita ni más ni menos que por el mismo rey Jacobo.
Se trata de Daemonologie, que el monarca publicó en 1597, cuando sólo reinaba en Escocia. Como se deduce de su título, es un ensayo que habla de demonología (la rama teológica que estudia los demonios, su naturaleza y su origen), aunque se extiende a otros temas y criaturas esotéricas como vampiros, hombres lobo y similares. Estructurado en tres libros y desarrollado en forma de disertación filosófica imitando el diálogo socrático mediante dos personajes que dialogan, Philomathes y Epistemon, tenía intención pedagógica, ya que estaba destinado a informar al pueblo de la existencia de esa realidad y justificar la necesidad de reprimirla. El primer volumen se dedica a la magia y la astrología, mientras que el segundo se centra en las brujas, la hechicería y Satanás; en el tercero y último, los dos protagonistas exponen sus conclusiones y se hace una clasificación de los tipos de fuerzas demoníacas.

La influencia que tuvo Daemonologie no fue sólo sobre Shakespeare. También sirvió de base a Richard Bernard, un clérigo puritano inglés que en 1629 publicó A guide to Grand Jury-Men, un manual para saber cómo actuar judicialmente en los procesos por brujería, interrogar a los testigos y obtener pruebas. Asimismo, inspiró a Matthew Hopkins, un cazador de brujas que entre 1644 y 1647 logró llevar a la horca más personas acusadas de ese delito que en los cien años anteriores, en torno a trescientas, actividad que plasmó en un libro titulado The discovery of witches, publicado ese último año antes de morir joven, de tuberculosis. Para descubrirlas empleaba la tortura, pese a estar prohibida por ley para ese tipo de delito. Hay que aclarar que en los países protestantes eran los letrados y clérigos quienes tomaban la iniciativa de perseguir la brujería -en teoría comisionados por el Parlamento, aunque en la práctica no solía ser así- frente a los católicos, donde se ocupaba la Inquisición, aunque también la justicia ordinaria y municipal tenían competencias.

En cuanto a Jacobo, que era un erudito y experto latinista que también trató otros temas (por ejemplo, el tabaco en A counterblaste to tobacco o la política en The true law of free monarchies) y escribió poesía, subió luego al trono inglés y reinó conjuntamente más de dos décadas. En Inglaterra fueron ejecutadas aproximadamente un millar de brujas hasta 1686; a partir de ahí, y durante los veintiséis años siguientes, se pasó a sancionarlas con penas menores, eliminándose la creencia en la brujería en 1736.

 BIBLIOGRAFÍA

-BERNARD, Richard: A guide to Grand Jury-Men.
-BURNS, William E: Witch hunts in Europe and america. An encyclopedia.
-CARMICHAEL, James (?): Newes fron Scotland-declaring the damnable life and death of Dr. Fian, a notable sorcerer.
-HOPKINS, Matthew: The discovery of witches.
-JACOBO I: Daemonologie.
-LISÓN TOLOSANA, Carmelo: Las brujas en la historia de España.
-ROSEN, Barbara: Wichcraft in England 1558-1618.
-SHAKESPEARE, William: Macbeth.


  
Daemonologie —Daemonologie, In Forme of a Dialogue, Divided into three Books: By the High and Mighty Prince, James &c. (Demonología, en forma de diálogo, dividido en tres libros del poderoso príncipe Jacobo...)—fue escrito y publicado en 1597​ por el rey Jacobo VI de Escocia (más tarde también I de Inglaterra) como una disertación filosófica sobre la nigromancia contemporánea y las relaciones históricas entre los diversos métodos de adivinación utilizados desde la antigua magia negra.
Este libro incluye un estudio sobre demonología y los métodos que los demonios usan para molestar a los hombres con problemas. También trata temas como los hombres lobo y los vampiros. Fue una declaración tanto política como teológica para educar a una población mal informada sobre la historia, prácticas e implicaciones de la brujería y las razones para perseguir a una persona, en una sociedad cristiana, acusada de ser bruja bajo el imperio de la ley canónica.
Se cree que este libro es una de las principales fuentes usadas por William Shakespeare para escribir Macbeth. Shakespeare aprovechó citas y rituales que se encuentran en el libro en los pasajes de las tres brujas, además uso temas y escenarios escoceses inspirados en los juicios en los que el rey Jacobo estuvo involucrado.

Estructura.

El Rey Jacobo escribió una disertación titulada Daemonologie que se vendió por primera vez en 1597, varios años antes de la publicación de la versión autorizada del Rey Jacobo de la Biblia. En tres libros cortos, Jacobo escribió una disertación filosófica en forma de diálogo socrático con el propósito de elaborar argumentos y comparaciones entre magia, hechicería y brujería, a los que añadió su clasificación de demonios.
Al escribir el libro, el rey Jacobo estuvo muy influenciado por su participación personal en los juicios de brujas de North Berwick desde 1590. Después de la ejecución de un notorio hechicero en el año 1591, los eventos de los juicios se narraron en un panfleto titulado Newes from Scotland (Novedades de Escocia) que se incluyó como el capítulo final del texto. El libro respalda la práctica de la caza de brujas en una sociedad cristiana. El libro de Jacobo empieza así:
Los temerosos que abundan en este momento en este país, de esos detestables esclavos del diablo, las brujas o hechiceros, me han movido (querido lector) a enviar por correo el siguiente tratado mío (...) para resolver la duda ( ...) tanto que tales ataques de Satanás se practican con toda seguridad, y que su instrumento merece ser castigado con la mayor severidad.
Como se detalla en su prefacio, las principales fuentes de este trabajo fueron las brujas confesas históricas, la historia judicial y la propia Biblia. También recopiló varias disertaciones sobre estudios mágicos para ampliar su conocimiento sobre las relaciones entre los espíritus infernales y los hombres. Jacobo trató de demostrar, de forma general, que las artes diabólicas siempre han existido y existen, además explica porqué están justificados los juicio de brujas y los castigos que merece un practicante de artes oscuras.
También razona escolásticamente sobre qué tipo de cosas son posibles al practicar estas artes y las causas naturales del poder del Diablo. El rey Jacobo trató de demostrar la existencia de la brujería a otros cristianos a través de las enseñanzas bíblicas. Como tal, su trabajo se divide en tres libros basados en los diferentes argumentos que discuten los filósofos, con citas de las escrituras bíblicas a lo largo del texto.

Personajes.

Esta obra actúa como una disertación política y teológica en forma de diálogo filosófico entre los personajes Philomathes y Epistemon, que debaten los diversos temas de magia, hechicería, brujería y demonología. El propósito parece ser un texto educativo sobre el estudio de la brujería e informar al público sobre las historias y etimologías de todas las subcategorías involucradas en prácticas mágicas. La obra también sirve para hacer acusaciones formales contra la práctica de la brujería y elabora comparativamente los puntos de vista de Jacobo contra la papismo. En el prefacio, el Rey Jacobo afirma que eligió escribir el contenido en forma de diálogo para entretener mejor al lector. Al hacerlo, sigue el método de muchos escritores filosóficos anteriores a su época.
Como trama principal, Philomathes escucha noticias en el reino sobre los rumores de brujería, que parecen milagrosos y sorprendentes, pero no puede encontrar a nadie con conocimientos sobre el asunto para tener una discusión política seria sobre el tema. Encuentra a un filósofo llamado Epistemon que tiene mucho conocimiento sobre temas de teología.

Libro uno.

El argumento del primer libro es sobre los siguientes temas con respecto a la descripción de la magia:

La división de las diversas artes mágicas con una comparación entre nigromancia y brujería El uso de encantos, círculos y conjuros. La división de la astrología. El contrato del diablo con el hombre Comparaciones entre los milagros de Dios y el diablo El propósito de estas prácticas es aconsejar a las personas

Libro dos.

El argumento principal del segundo libro se basa en los siguientes temas con respecto a la descripción de la hechicería y la brujería:

La diferencia entre prueba bíblica e imaginación o mito Una descripción de la hechicería y su comparación con la brujería. El camino del aprendizaje de un hechicero Maldiciones y los roles de Satanás La aparición de demonios; las épocas y formas en que aparecen La división de las acciones de brujas. Métodos de transporte y las ilusiones de Satanás.

Libro tres.

El tercer libro es la conclusión de todo el diálogo. Aquí, el Rey Jacobo proporciona una descripción de todos estos tipos de espíritus y espectros que preocupan a hombres o mujeres. Su clasificación de los demonios no se basó en entidades demoníacas separadas con sus nombres, rangos o títulos, sino que los categorizó en base a 4 métodos utilizados por cualquier diablo para causar daños o tormentos en un individuo vivo o un cadáver. Cita autores anteriores que afirman que cada demonio tiene la capacidad de aparecerse en diversas formas y también con diferentes propósitos. 
En su descripción, relata que los demonios están bajo la supervisión directa de Dios y no pueden actuar sin su permiso, que ilustra aún más cómo las fuerzas demoníacas se usan como una "vara de corrección" cuando los hombres se desvían de la voluntad de Dios y pueden ser representados por brujas o magos para guiar actos de mala voluntad contra otros, pero en última instancia solo realizarán trabajos que terminarán en la mayor alabanza de Dios a pesar de sus intentos de hacer lo contrario. Las fuerzas demoníacas se representaron como sigue:

Los espectros: Se usan para describir espíritus que molestan casas o lugares solitarios. Obsesión: Se usa para describir espíritus que siguen a ciertas personas para molestarlos externamente en varios momentos del día. Referencia a íncubos y súcubos. Posesión: Se usa para describir espíritus que entran internamente en una persona para molestarla. Hadas: Se usan para describir espíritus ilusorios que profetizan, combinan y transportan a sus sirvientes.

Newes from Scotland (Novedades de Escocia)

Newes from Scotland (Novedades de Escocia) - declarando la condenada vida y muerte del Dr. Fian, un hechicero notable. Es un folleto impreso originalmente en Londres en 1591 que detalla los infames juicios de brujas de North Berwick en Escocia y las confesiones dadas ante el Rey.

Las publicaciones iniciales y posteriores de Demonología incluyeron un folleto de noticias previamente publicado que detalla los relatos de los juicios de brujas de North Berwick que involucraron al propio Rey Jacobo mientras actuaba como juez en los procedimientos. El alguacil adjunto del reino de Escocia, David Seaton, tenía un criado llamado Geillis Duncan a quien, en un corto período de tiempo, se le descubrió haber ayudado milagrosamente a cualquiera que estuviera preocupado o afligido por enfermedad o dolencia. David Seaton la consideró como una bruja y obtuvo una confesión que causó la detención de otras que luego se declararon brujas notorias. Agnis Tompson confesó ante el Rey Jacobo haber intentado su asesinato usando brujería en más de una ocasión.
El panfleto detalla cómo intentó hacerlo. También participó en un sabbat durante la víspera de Todos los Santos en donde ella y otros sacrificaron un gato y lo lanzaron al mar mientras cantaban con la esperanza de llamar a una tormenta para hundir una flota de barcos que acompañaban a Jacobo cuando llegaba al puerto de Leith de un viaje a Noruega. Un barco se hundió por la tormenta que contenía regalos destinados a la Reina de Escocia, pero los otros, incluido el barco que transportaba al Rey Jacobo, resultaron ilesos. El doctor Fian era considerado un hechicero notable y fue uno de los muchos que fueron detenidos en los juicios. 
El folleto detalla las razones que las guiaron a la brujería, los métodos utilizados, cómo fueron detenidas cada una de las brujas y los métodos de tortura utilizados en sus castigos y muerte. El caso del doctor Fian sigue su pacto con Satanás, un conflicto que tuvo con otra bruja que saboteó un encantamiento destinado a su hija, sus exámenes durante el juicio, la tortura que sufrió, su fuga y posterior ejecución.

Significado cultural.

Se ha observado que los temas tomados de Demonología y la participación del Rey Jacobo en los juicios de brujas de North Berwick pueden haber contribuido directamente en el trabajo de Shakespeare al escribir Macbeth. Se tienen evidencias de como tres brujas hicieron uso del ritual mágico y citas evidentes que se relacionan directamente con el testimonio dado en los juicios de brujas descritos en el folleto de Newes of Scotland (Novedades de Escocia). Macbeth se publicó unos años después de la publicación de Demonología y conserva muchos de los mismos temas y escenarios escoceses. Demonología ayudó en la creación de la reforma de la brujería, inspirando principalmente a Richard Bernard en la redacción de un manual sobre el hallazgo de brujas en 1629 titulado A Guide to Grand-Jury Men (Una guía para los hombres del gran jurado), que aconsejaba un procedimiento judicial para adoptar un enfoque de investigación más sólido para adquirir y analizar evidencias y, lograr testigos para presenciar los juicios de brujería. 
También hubo una influencia en Matthew Hopkins en su trabajo como buscador de brujas entre 1644 y 1646, en el que aproximadamente se juzgaron y ejecutaron a 300 brujas. En el año de la muerte de Hopkins, 1647, se publicó The Discovery of Witches (El descubrimiento de las brujas), que citaba directamente a Demonología como una fuente para crear métodos para descubrir una bruja. Los argumentos filosóficos que el Rey Jacobo plantea a través del personaje Epistemon se basan en conceptos de razonamiento teológico sobre una creencia de la sociedad.
Profesan que su oponente, Philomathes, adopta una postura filosófica sobre los aspectos legales de la sociedad, pero busca obtener el conocimiento de Epistemon. Este enfoque filosófico se representaba como un filomatemático que buscaba obtener un mayor conocimiento a través de la epistemología, un término que luego fue acuñado por James Frederick Ferrier en 1854.

Referencias
 Shakespeare, William, 1564-1616,; Tobin, J. J. M. (John Joseph Michael), 1937-. The Riverside Shakespeare (Second edition edición). ISBN 0-395-75490-9. OCLC 36388816. Consultado el 8 de diciembre de 2019.


  
GUERRA DE LAS GALAXIAS


Imperio Galáctico. 


Star Wars, conocida también en español como La guerra de las galaxias, es una franquicia de medios de fantasía compuesta primordialmente de una serie de películas concebidas por el cineasta estadounidense George Lucas en la década de 1970, y producidas y distribuidas inicialmente por 20th Century Fox y posteriormente por The Walt Disney Company a partir de 2012. 
Su trama describe las vivencias de un grupo de personajes que habitan en una galaxia ficticia e interactúan con elementos como «la Fuerza», un campo de energía metafísico y omnipresente​ que posee un «lado luminoso» impulsado por la sabiduría, la nobleza y la justicia y utilizado por los Jedi, y un «lado oscuro» usado por los Sith y provocado por la ira, el miedo, el odio y la desesperación.

La primera película de la serie, Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza que fue producida por 20th Century Fox (1977), contó con actores como Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Peter Cushing, Alec Guinness, Anthony Daniels, Kenny Baker, Peter Mayhew y David Prowse. Aunque tuvo numerosas dificultades durante la producción, 20th Century Fox se encargó de su distribución y fue estrenada el 25 de mayo de 1977.​ Se convirtió en un fenómeno de la cultura popular y su influencia ha sido reconocida por numerosos cineastas.
 Su éxito hizo que Lucas financiara dos secuelas más, Star Wars: Episodio V - El Imperio contraataca (1980) y Star Wars: Episode VI - Retorno del Jedi (1983), que completaron la denominada «trilogía original» y a las que se incorporaron actores como Billy Dee Williams, Frank Oz e Ian McDiarmid.

Casi dos décadas después se estrenó Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma (1999), la primera cinta de una nueva trilogía de precuelas, a la que siguieron Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones (2002) y Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith (2005). Esta saga se centra en la historia antes de la primera trilogía. Liam Neeson, Ewan McGregor, Natalie Portman, Hayden Christensen, Samuel L. Jackson y Christopher Lee fueron algunos de los actores que se sumaron al reparto, en el que también participaron algunos actores de la trilogía original. 
A finales de 2012 Disney adquirió Lucasfilm, productora de las seis películas anteriores,​ y anunció la realización de una tercera trilogía cinematográfica integrada por Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza (2015), Star Wars: Episodio VIII - Los últimos Jedi (2017) y Star Wars: Episodio IX - El ascenso de Skywalker (2019), en la que nuevamente participó parte del elenco original junto con actores como Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac y Adam Driver. 
El estudio es responsable también de la producción de un par de películas derivadas que abordan elementos del canon y se encargan de retratar el universo extendido de la franquicia como son Rogue One (2016) y Han Solo (2018).

Además del ámbito cinematográfico, la franquicia incluye una amplia variedad de productos tales como novelas, series de televisión, videojuegos, historietas, atracciones de parques temáticos, juegos de rol, de guerra o de miniaturas y juguetes, que componen una parte importante del conocido como «universo expandido» de Star Wars. Cada año la marca genera unos ingresos por la venta de sus productos en todo el mundo que ascienden a más de 24 000 millones USD,​ lo que la convierte en una de las más exitosas de todos los tiempos, mientras que la recaudación de sus películas la posicionan como una de las series más taquilleras en la historia del cine.




ARMADA IMPERIAL


Azul: Generalmente indica experiencia o mando relacionado con la logística y recursos espaciales, como las naves.

Rojo: Representa el acceso a la logística, las operaciones de personal y el combate en tierra.

Amarillo: Se asocia con el acceso a tropas y unidades de combate terrestres.





Gran Almirante seis cuadrados azules, tres amarillos y tres rojos.

Los Grandes Moffs y los Moffs usaban una placa de rango con seis fichas azules en la fila superior y tres fichas rojas seguidas de tres fichas amarillas en la fila inferior de su placa.



 

Oficiales de Bandera.

Gran Almirante : el rango más alto, ocupado por unos pocos selectos que tienen autoridad directa sobre todos los activos imperiales.

Almirante de flota : comanda varias flotas y reporta al mando más alto.

Almirante : comanda una gran flota y es responsable de todo un sector del espacio. 

Rangos de oficiales intermedios.

Comodoro : comanda un escuadrón de barcos o mantiene un puesto de personal.

Contralmirante : comanda una flota de hasta 300 buques o ocupa un puesto de personal.

Vicealmirante : Oficial de alto rango que comanda flotas o sirve como adjunto de un almirante. 

Rangos de oficiales subalternos.

Capitán : comanda un solo barco o una línea de barcos.

Comandante : Generalmente servía como primer oficial de un barco.

Teniente comandante : Sirvieron como ayudantes o primeros oficiales en barcos capitaneados por un comandante.

Teniente : Sirvieron como oficiales subalternos, a menudo dirigiendo departamentos o actuando como ayudantes.

Alférez : El rango más bajo del oficial comisionado. 




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