—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

jueves, 21 de abril de 2011

9.-Tribunales del jurado: Juzgados de paz; Tribunal del condado.-a

El gran jurado y el pequeño jurado.

Waiting for the Verdict

Awaiting sentencing
Abraham Solomon.

Abraham Solomon (1824-1862) - Not Guilty (The Acquittal)





Historia

En 1066 Guillermo el Conquistador, un normando, invadió Inglaterra y comenzó una nueva era en la historia inglesa. Guillermo realzó enormemente la autoridad política real durante su reinado. Creó y recaudó un impuesto nacional e insistió en que todos los señores feudales debían su lealtad definitiva al rey. William también disminuyó la autoridad legal de los señores feudales al invadir la jurisdicción de los tribunales señoriales. 

Conservó el marco jurisdiccional anglosajón de los shires que los reyes ingleses habían ideado en el siglo XI. Bajo el sistema de contratación, la autoridad administrativa y legal estaba en manos de un oficial real llamado «shire reeve» (sheriff). William también integró al jurado en la justicia inglesa.
 Bajo el sistema de jurado, un ministro real o un ministro de justicia, que normalmente era un clérigo, salía al país para determinar la riqueza de las fincas señoriales a efectos de impuestos. El ministro convocó a un grupo de doce hombres libres y les pidió que testificaran bajo juramento sobre el valor de cada propiedad. Esta asamblea de hombres libres fue llamada jurado. Eventualmente, el jurado también se convirtió en el organismo responsable de encontrar hechos y emitir veredictos en casos civiles y penales. Mientras las naciones continentales continuaban siguiendo el método inquisitivo de justicia, los ingleses desarrollaron gradualmente un sistema adversarial. 

Bajo el proceso de confrontación, las partes en una disputa argumentaban sus casos ante un juez y un jurado de sus pares. Durante los primeros siglos del sistema de jurado, el juez y el jurado participaron activamente en la búsqueda de pruebas. El jurado podría incluso hacer preguntas a las partes y a los testigos en un juicio. Poco a poco, sin embargo, el juez y el jurado se hicieron más independientes y dejaron la estrategia del juicio y la ubicación de las pruebas a las partes y a sus abogados. El juez asumió el papel de un árbitro que decidía las cuestiones de derecho. El jurado se convirtió en el principal responsable de decidir las preguntas sobre los hechos.

 En el siglo XII Enrique II amplió el uso del jurado para identificar e inculpar a los sospechosos de haber cometido actos criminales. El rey exigió a estos «grandes jurados», que estaban formados por varios miembros de la comunidad, que denunciaran todos los casos de robo, asesinato e incendio premeditado ocurridos desde su última reunión con la justicia del circuito.

Assize de Clarendon.

Desde el siglo XVIII, el Palacio de Clarendon [Clarendon Palace] no es más que una romántica ruina situada en las colinas de la comarca inglesa de Wiltshire; una sombra de aquel pabellón de caza y residencia real que se construyó muy cerca de la ciudad de Salisbury (Gran Bretaña) donde los monarcas de la Inglaterra medieval sentaron las bases de la Common Law. 

Fue allí, durante el reinado de Enrique II (1133-1189)  donde se proclamó la denominada Constitución de Clarendon [Constitutions of Clarendon], el 30 de enero de 1164, para restringir los privilegios del clero y la autoridad de los tribunales eclesíasticos y recuperar la jurisdicción secular de modo que los magistrados nombrados por el rey podían volver a juzgar los delitos cometidos por los religiosos aunque éstos ya hubieran sido procesados con arreglo al Derecho Canónico, negándoles además la posibilidad de apelar en última instancia al Papa en Roma, lo que provocó el enfrentamiento del monarca con el arzobispo Thomas Becket (al que, en castellano, se conoce como santo Tomás de Canterbury).

Ante el cariz que tomaba el enfrentamiento, el prelado decidió exiliarse en Francia y, dos años más tarde, Enrique II volvió a convocar una nueva reunión en aquel Palacio, el 25 de enero de 1164, para que Becket tuviera que regresar a Inglaterra a jurar que cumpliría con los dieciséis artículos de la Constitución, al tratarse de las costumbres del reino. 
Aquel nuevo documento recibió el nombre de Assize de Clarendon. Finalmente, el arzobispo regresó y murió asesinado por cuatro caballeros, afines al monarca, en la catedral de Canterbury, el 29 de diciembre de 1170, como se muestra en esta escena de su relicario.

Desde un punto de vista jurídico, la doctrina anglosajona –por ejemplo, el profesor R. H. Helmholz [“The Early History of the Grand Jury and the Commom Law”. 
En: The University of Chicago Law Review, vol. 50, nº 2, pp.613-627]– considera que esta ordenanza regia retomó las tradiciones procesales anglonormandas y que su mayor trascendencia radica en que fue el origen de la actual configuración de la institución del Gran Jurado integrado por 12 miembros:

 King Henry ordained on the advice of all his barons, for preserving peace and maintaining justice, that inquiry be made through the several counties and through the several hundreds by twelve more lawful men of the hundred. 

En aquel momento, tan solo para juzgar hurtos, robos y asesinatos pero el número de delitos se incrementó, 10 años después, por el Assize de Northampton, para incluir también las falsificaciones y los incendios.

En cuanto al significado exacto del término Assize, esta voz medieval se refiere a las reuniones que –como asambleas o sesiones– convocaba el soberano y, por extensión, también recibían ese nombre las ordenanzas donde se decretaban los acuerdos adoptados en ellas.




Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Los jurados en Inglaterra han existido desde la Edad Media, y los sistema jurídico del common law, al jurado los consideran una parte fundamental del procedimientos judiciales.

La Constitución de los Estados Unidos reconoce dos tipos de jurados igualmente importantes: un gran jurado, que decide si la persona debe ir a juicio, y un pequeño jurado, que decide si una persona es culpable o inocente.

Institución 

El juicio por jurado es, en esencia, un intento de esclarecer la verdad.

 ¿Hizo la persona en verdad lo que el Estado afirma que llevó a cabo?

 En el pasado, los esfuerzos para descubrir la verdad adoptaban muchas formas y a menudo incluían terribles tribulaciones físicas. 
Por ejemplo, hace cientos de años, el acusado podía ser sometido a una ordalía física en la cual la prueba de su inocencia quedaba en manos de Dios. La persona podía ser arrojada a un estanque para ver si se hundía (inocente) o flotaba (culpable); y en caso de ser inocente se le rescataba esperando que aún estuviera vivo. En Europa, entre las clases caballerescas, la ordalía adoptaba a menudo la forma de un juicio a través del combate, en el cual se creía que Dios fortalecería el brazo del inocente y lo haría prevalecer sobre el falso acusador o el verdadero criminal.
No se sabe cuándo surgió por primera vez el sistema de jurado que los  británicos han llegado a tener en tan alta estima. Antes de la conquista de Inglaterra por los normandos, la ley sajona exigía que un acusador definido y conocido se enfrentara en público al acusado; era un juicio abierto y la presencia de la comunidad garantizaba la imparcialidad. La conquista normanda introdujo al gran jurado, un derivado de la institución normanda del "reconocimiento mediante pesquisa jurada", en el cual 12 caballeros elegidos para servir como "reconocedores", sometían a los nuevos gobernantes de Inglaterra a un interrogatorio público sobre varios temas de interés. Entre esos temas podía haber cuestiones como el nivel de la tributación o los derechos feudales que el vasallo debía pagar a su señor.
En fechas tan lejanas como el siglo XII, los que presentaban demandas en ciertos casos relativos a la propiedad de la tierra pedían que la corte del rey nombrara reconocedores para evaluar el hecho, ya sea por conocimiento propio o gracias a investigaciones de otras personas; si el veredicto del tribunal era unánime se aceptaba como concluyente. A la postre, otras cuestiones de hecho surgidas en la corte del rey eran resueltas en forma similar y un panel de reconocedores de caballeros se constituía como jurado. 
En un principio, los miembros del jurado no sólo juzgaban el hecho, sino podían comparecer también como testigos, pues conocían muy a fondo a los vecinos y las costumbres de la localidad. Sin embargo, a principios del siglo XV, los jueces de los tribunales del derecho consuetudinario hicieron que el jurado se limitara a la simple función de determinar los hechos a partir de la evidencia presentada en cada juicio.
Jurista y magistrado Sir William Blackstone, Comentarios sobre las Leyes de Inglaterra (1765)

Pero cuando la tarea de resolver y ajustar la cuestión de hecho se confiaba a un solo magistrado, la parcialidad y la injusticia tenían amplio espacio de maniobra, ya sea porque se estimaba erróneamente que algo estaba probado o porque se suprimía con la mayor astucia ciertas circunstancias, se agrandaban y alteraban otras, y se hacía caso omiso de las restantes. Por lo tanto, un número adecuado de jurados sensatos y rectos, elegidos al azar entre la gente ordinaria, serán a fin de cuentas los mejores investigadores de la verdad y los guardianes más seguros de la justicia pública. Porque hasta el individuo más poderoso del estado se cuidará de no cometer una invasión flagrante del derecho de otro si sabe que los detalles de su acto de opresión serán examinados y juzgados por 12 hombres indiferentes, que no serán designados sino hasta la hora del juicio y que, a la hora de evaluar los hechos, la ley habrá de imponer la reparación del daño. Por lo tanto, esto preserva en manos del pueblo la parte que a éste corresponde en la administración de la justicia en general, e impide que los ciudadanos poderosos y ricos se apropien de ella. 

Juez Byron White en Duncan vs. Louisiana (1967)

Se ha planteado la pregunta de si [el juicio por jurado] es uno de los principios fundamentales de libertad y justicia que son el cimiento de todas nuestras instituciones civiles y políticas.... Creemos que el juicio por jurado es fundamental para la estructura de justicia de los Estados Unidos.... Las disposiciones de la Constitución federal y las estatales sobre el juicio por jurado reflejan una actitud básica frente al ejercicio del poder oficial: la renuencia a confiar la vida y la libertad del ciudadano en manos de un juez o un grupo de jueces.





El pequeño Jurado

En un juicio, un pequeño jurado es un grupo de ciudadanos encargados de investigar asuntos relacionados con un hecho a fin de llegar a un veredicto de culpable o inocente basándose en la evidencia presentada. El sistema de jurado se desarrolló por primera vez en Europa, durante el reinado de Carlomagno, rey de los Francos, y era usado originalmente para interrogar a los prisioneros. Los Normandos llevaron el sistema judicial con ellos cuando conquistaron Inglaterra en el siglo XI. Los jurados normandos consistían en acusados y testigos contra el sospechoso. La forma moderna de un jurado ordinario se desarrolló en el siglo XIV.

Pequeño Jurados modernos

Los jurados modernos consisten normalmente de doce miembros más suplentes elegidos en la comunidad donde el crimen tuvo lugar. Los abogados de ambos lados interrogan a los jueces potenciales y pueden despedir a cualquiera que sea perjudicado o no apto. Una vez elegido, los jueces potenciales juran que actuarán justamente y sin prejuicios.

Gran jurado

La Quinta Enmienda de la Constitución explica que una persona no puede ser enjuiciada por un delito sin ser acusado por un gran jurado. Un gran jurado protege a los sospechosos revisando la evidencia contra ellos y decidiendo si debe haber juicio o no. Los grandes jurados se desarrollaron en el siglo XII en Inglaterra cuando el rey Enrique II hizo una proclamación denominada Pena de Clarendon.
Bajo esta proclamación, una persona no podía ser enjuiciada a menos que un grupo de ciudadanos, llamado el ocupado, lo acusara frente a la corte. Sin embargo, el gran jurado no protegió los derechos de los "sospechosos" hasta el siglo XVII. En 1681, el gran jurado se rehusó a condenar a dos protestantes que el rey  Jacobo II acusó de traición por resistirse ante su intento de restablecer la Iglesia Católica Romana, En la América colonial, los grandes jurados apoyaban a las personas que se resistían al gobierno británico.

En los Estados Unidos, la corte federal y de la mayoría de los estados usan grandes jurados. A nivel federal, los grandes jurados consisten de 23 ciudadanos. Doce votos son requeridos para una condena. A nivel estatal, los grandes jurados consisten de cinco a 23 miembros. Los Grandes Jurados son elegidos en residencias legales que no hayan sido perjudicadas por la persona que está siendo investigada y en donde que nunca haya sido acusada de un crimen. 
El fiscal interroga a los testigos pero, en muchas jurisdicciones, el gran jurado puede excluir al fiscal si lo desea. La corte no puede requerir que el gran jurado haga un dictamen pero, en muchas jurisdicciones, puede solicitarlo para examinar cierta evidencia de interés para la justicia.

¿Este tribunal del gran jurado puede ser convocado para investigar un asunto complejo o sólo para decidir si es procedente presentar un auto de acusación ante un tribunal? 

En la primera opción, los abogados acusadores o fiscales presentan testigos y el jurado prepara un informe con los detalles de sus conclusiones, o bien, acusa a la persona si estima que puede ser culpable de delito.
 Los procedimientos de un gran jurado son muy flexibles; puede aceptar pruebas que no son admisibles en juicios ordinarios, como el testimonio de oídas, y su criterio para emitir un auto de acusación no se basa en la certeza sino en la posibilidad. Si hay bastantes pruebas para que los miembros de un gran jurado consideren la posibilidad de que la persona haya cometido el delito, entonces pueden emitir un auto de acusación. Una norma mucho más alta prevalece en el pequeño jurado cuando el caso es sometido finalmente a juicio.






Los tribunales de assize o assizes

Aldo Ahumada Chu Han

Assize es una voz inglesa que representa el documento legislativo originado a partir de la 
Curia regis, que, en 1179, sustrajo a la justicia feudal de gran parte de sus prerrogativas. En Inglaterra dio a conocer el éxito de las reglas del derecho no escrito, sancionadas por la costumbre y la jurisprudencia de los tribunales (common law).

Los Tribunales de Assize, fueron audiencias penales mantenidas en Inglaterra y Gales hasta 1972, cuando fueron abolidas por el  nuevo tribunal "Crown Court of England and Wales"(Corte de la corona de Inglaterra y Gales ) junto a las Audiencias Trimestrales. Los Assizes trataron los procesos más importantes, arbitrados por las Audiencias Trimestrales (tribunales locales del condado celebrados cuatro veces al año), siendo que los delitos menores se estipulaban sin demora por los Juzgados de Paz, en juicios de escasa cuantía o pena.

La Palabra Assize remite a los litigios de los jueces llamados “jueces de assize” , los cuales fueron jueces de Tribunales de Banca del Rey , que transitaron por los siete circuitos de Inglaterra y Gales como delegados de "oyer and terminer" , estableciendo tribunales y convocando comités en las distintas zonas de Assize.

Historia

Los jueces del Tribunal del Rey viajaron alrededor del país con cinco encomiendas: 
de assize, de nisi prius, de oyer and terminer, y gaol-delivery (acción jurídica de absolver los demandados y desocupar las cárceles).

El Rey Enrique II instauró el juicio ante jurado a través de un assize colosal de dieciséis hombres en los litigios por las haciendas, por el Assize de Clarendon de 1166, e hizo que se celebraran tribunales del condado por parte de jueces ambulantes. Antes de la proclamación de la Carta Magna en 1215, se habían de examinar las órdenes judiciales de assize en Westminster, o esperar el juicio en el circuito septenario de los jueces de Eyre, pero la constitución estipuló que los litigios sobre el terreno deben ser celebrados por Assizes anuales.

Aldo Ahumada Chu Han

Un decreto que se aprobó en el reinado del rey Eduardo I estipuló que los preceptos que emplazan a los jurados a Westminster fueran para designar un lugar y una hora para regular aquello que es objeto de litigio con respecto al condado de procedencia. De este modo, se les conoció como preceptos de nisi prius: el jurado estaría capacitado para tratar cualquier juicio en Westminster a menos que los jueces del rey hubieran organizado un tribunal en el condado para tratar los acontecimientos de antemano. La comisión de oyer and terminer, fue una delegación general para ver y decidir juicios, mientras que las delegaciones de gaol delivery exigían que los jueces mantuvieran a todos los prisioneros en la cárcel.


En el siglo XIX acaecieron algunos cambios de consideración. A partir de 1830, Gales y el condado de Chester, se fusionaron en el plan del circuito. Las delegaciones de Londres y Middlesex se reemplazaron por un Tribunal Criminal Central, asistiendo a la metrópolis entera, y los juzgados comarcales se establecieron alrededor de todo el país para mediar en los juicios, amparados en el nisi prius.
El Decreto Judicial de 1873, que dio origen al Tribunal Supremo de Justicia, cedió la jurisdicción de las delegaciones de assize al Alto Tribunal de Justicia, y estableció los Registros del Distrito del Alto Tribunal por todo el país, reduciendo más adelante la competencia civil del assize.




Ejemplo juicios.

Assizes Example - Huntingdon Lent Assizes, marzo de 1870
HUNTINGDON LENT ASSIZES

Mr Justice Byles abrió la Comisión el jueves por la noche. El viernes por la mañana asistió al servicio divino en la Iglesia de Todos los Santos acompañado por el señor Juez Blackburn, donde el capellán del sheriff predicó el sermón de la asamblea. 

TRIBUNAL
[Antes del Sr. Juez Blackburn] 

El Gran Jurado estaba compuesto por los siguientes caballeros: - Coronel Hon. O. Duncombe, MP; JM Heathcote, J. Linton, P. Tillard, G. Thornhill, J. Vipan, GJ Ansley, WWW Humbley, A. Sperling, JD Green, D. Herbert, GJ Rust, HG Rooper, R. Mergetts, R. Bates, M. Foster, FC Armstrong, JV Kelley, F. Green, PE Tillard, E. Fellowes, MP, J.Rust y P. Brown Esqrs.

Habiendo completado las formalidades habituales, su Señoría procedió a entregar su cargo al Gran Jurado . Dijo que el calendario contenía los nombres de algunos prisioneros en cuanto a qué casos debería ofrecer alguna observación, ya que vio entre el Gran Jurado a muchos con quienes no solo había practicado, sino que había aprendido la ley penal hace casi 40 años. Lamentó descubrir que el número de prisioneros en la cárcel en la actualidad era mayor de lo que había sido en los últimos diez años. Se refirió a los casos de Housden, Blowfield y Richardson, y luego los despidió a sus deberes. 

Botas de robar

John Skelton, 37, obrero, fue acusado de robar un par de botas, propiedad de John Hinson, en Long Orton. El Sr. Heathcote procesado. El prisionero estaba indefenso. Parece que el prisionero y el fiscal estaban juntos en una taberna, cuando el primero le quitó las botas a él mientras dormía y se las vendió a un zapatero en Peterborough. Culpable . 12 meses de prisión. 

Robo a casa 

en Yaxley William Roult, de 25 años, obrero, fue acusado de entrar en la vivienda de Robert Nicholls y robar varios artículos. El Sr. Heathcote procesado y preso, que se declaró inocente, fue defendido por el Sr. Cockerell. Este fue un caso de evidencia circunstancial. El ama de llaves del señor Nicholls cerró la casa de forma segura durante la noche y, a la mañana siguiente, la puerta trasera de la cocina se encontró rota, varias mejillas de cerdo, un trozo de carne de cerdo, pan y queso y otras cosas faltaban. Se vio al prisionero en la localidad, y uno de sus zapatos correspondía con las huellas que se encontraron en las instalaciones. La policía descubrió los artículos en la parte superior de algunos árboles viejos en un campo no muy lejos del lugar del robo. El jurado encontró al prisionero culpable, y el juez sabio lo sentenció a prisión por 12 meses.



Jueces de Paz y sus Tribunales
16 dic, 2015 

 

 



1. JUSTICAS DE PAZ
JUSTICES OF THE PEACE

El banco del condado en la década de 1820 era anglicano, terrateniente y conservador. 1° La primera era inevitable mientras las leyes penales obstaculizaban el reclutamiento de disidentes; el segundo fue en parte consecuencia de una calificación de propiedad, 2° y 3° reflejó la política de la pequeña nobleza y una larga ascendencia conservadora. Durante los siguientes 100 años, las dos primeras características se volvieron gradualmente menos marcadas, mientras que la persistencia de la tercera se convirtió en un tema de aguda controversia política.

Cambiar la composición social y la complexión política de la magistratura del condado fue un proceso lento y difícil porque, fuera del Ducado de Lancaster (donde el patrocinio de la Corona lo ejercía su Canciller), los nombramientos generalmente se realizaban por recomendación del lord-lugarteniente en su cargo. capacidad como custodio rotulorum . 
 El custodio usualmente tomaba el consejo de presidentes de sesiones trimestrales, secretarios de paz o magistrados superiores, pero aunque algunos, como el duque de Ancaster en Lincolnshire, simplemente transmitieron sus recomendaciones, la mayoría coincidió con su sucesor Lord Brownlow al filtrarlas a través de sus propias Criterios. Aun así, era necesario tener en cuenta las susceptibilidades de los magistrados. Hubo un incidente notorio en la década de 1830, Merioneth, cuyos jueces 'se declararon en huelga' por la supuesta degradación de su banco con una persona designada que había mantenido una tienda de pañuelos y era un disidente, mientras que 60 años después el duque de Devonshire  Se afirmó que se sentía incapaz de poner molineros, malteros y similares en la comisión contra la oposición de los jueces. 

La mayoría de los magnates territoriales suscribían el ideal de justicia del duque de Wellington: «los magistrados deben ser caballeros ricos, valiosos, considerados y educados; que deberían haber sido educados para la barra, si es posible; y que, sobre todo, deberían estar asociados y ser respetados por la nobleza del condado ”. 6 No es de extrañar que la admisión al tribunal fuera "posiblemente la evidencia más clara de aceptación social",  pero se hizo cada vez más difícil imponer un estándar tan elevado, excepto a costa de un banco inconvenientemente pequeño.

Llenar la banca resultó tanto más difícil porque muchos hombres del rango social adecuado se mostraban reacios a aceptar la nominación o, si lo aceptaban, a eliminar el dedimus que les permitía desempeñar sus funciones. Algunos condados estaban mejor atendidos que otros. 9 A mediados de siglo se calcula que el 80 por ciento de quienes sacaron su dedimus en Hampshire se volvieron activos hasta cierto punto, 10 pero a nivel nacional se ha calculado que menos de la mitad estaban siquiera formalmente calificados y apenas un tercio estaban activos . 11

El expediente más común para suplir la deficiencia fue nombrar clérigos anglicanos, y aunque esto era desconocido en algunos condados (por ejemplo, Derbyshire y Sussex), constituían una cuarta parte de la banca en 1831. Además, tendían a estar entre los los magistrados más celosos y concienzudos y, por lo tanto, eran aún más prominentes en los asuntos del condado de lo que sugiere su número; por ejemplo, de los seis magistrados del condado que actuaban en las cercanías de Wolverhampton en 1827, cuatro eran clérigos y en la misma década cuatro de los ocho presidentes de sesiones menores en Northamptonshire eran clérigos. 12 Las administraciones Whig de la década de 1830, (p. 909)y especialmente el ministro del Interior, Lord John Russell, desaprobaba a los jueces clericales y rechazaba las nominaciones a menos que el lord-teniente pudiera presentar un caso excepcionalmente sólido. 13 Sin embargo, debido a que en la práctica los jueces se habían vuelto inamovibles salvo por una condena penal, 14 persistía un fuerte elemento clerical en varios condados. 15 Para entonces ya era posible nombrar a los disidentes, pero todavía había prejuicios contra ellos en muchos condados y el duque de Newcastle mantuvo sus objeciones con tanta insolencia que fue destituido de la lugarteniente. dieciséis

Aunque los Whigs lograron gradualmente laizar la banca del condado, encontraron mucho más difícil restablecer el equilibrio político. Brougham estaba ansioso por desafiar `` la regla estricta y absurda actual que realmente somete al gobierno a sus propios diputados '', 17 pero aunque los esfuerzos de sus sucesores provocaron protestas en el Parlamento de varios lugartenientes, 18 no podría haber un cambio total mientras los whigs resistió una ampliación social de la magistratura. En algunos distritos industrializados, incluso un custodio decididamente conservador como Lord Talbot (Staffordshire 1812-1849) no pudo mantener la línea, porque los pocos aristócratas residentes huyeron justo cuando el malestar social, el crimen, las disputas laborales y la agitación política exigían una magistratura grande y activa . 
Talbot y sus semejantes se habían enfrentado resueltamente a los maestros del hierro y otros industriales, incluso cuando los cancilleres del Ducado habían mantenido alejados a los maestros algodoneros del sur de Lancashire. 20 Incluso Russell estuvo de acuerdo en que había sólidas objeciones a los propietarios de las fábricas en el estrado, 21 y (p.910) el temor de que no fueran imparciales en las disputas amo-sirviente resultó bien justificado; 22 pero no había una alternativa realista, y dado que incluían a muchos partidarios acérrimos de los whigs, los whigs tenían todos los incentivos para diluir la política de exclusión. 23Inevitablemente y con gran rapidez, el carácter de la banca en las alfarerías, el país negro y el sur de Lancashire cambió, y el interés de los terratenientes dejó de dominar numéricamente, aunque es posible que hayan continuado destacando con más fuerza en los negocios del `` condado '' en oposición a la justicia penal. . 24 La misma tendencia se puede detectar en otras áreas industriales, 25 aunque en varios lugares la banca tuvo que ser complementada con estipendios. 26

Fuera de los condados de minas y fábricas, el cambio fue más lento. Pasó mucho tiempo antes de que los granjeros fueran aceptados en Lincolnshire, y los solicitor todavía estaban excluidos en muchos condados, pero a mediados de siglo los nuevos compradores de propiedades agrícolas, retirados de los negocios o profesiones, en lugar de sus hijos, se volvieron aceptables, 27 y en el próximo La generación de empresarios y médicos activos fueron puestos en la comisión. Desde el 16 por ciento de los nuevos nombramientos, la proporción de los de 'clase media' creció al 30 por ciento en la década de 1880, aunque en algunos condados el banco todavía podría describirse como 'patricio'. 28

La magistratura del municipio tuvo una historia bastante diferente. El poder de nombrar a los magistrados en las ciudades con su propia comisión de paz fue ejercido por la corporación con poco control efectivo por parte de un Lord Canciller sin conocimiento personal o informantes confiables. En muchos distritos, los jueces eran la propia corporación o sus parientes y compinches y mostraban una "tendencia ... a convertirse en una pequeña oligarquía que se perpetuaba a sí misma". 29 Los números eran pequeños —el 11 de Southampton era excepcional— y sin calificación de propiedad la posición social era a menudo modesta. Aunque algunos tenían buena reputación (en Leeds (p. 911), "su conducta imparcial como jueces era universalmente reconocida" 30), en general los Comisionados de Corporaciones Municipales denunciaron 'una desconfianza en la Magistratura Municipal, que contamina de sospecha a la administración local de justicia, y muchas veces se acompaña de desprecio hacia las personas por las que se administra la ley'. 31

La solución de los comisionados, adoptada por la administración de Melbourne, fue responsabilizar al Lord Canciller de los nombramientos, aunque en la práctica el Ministro del Interior asumió la mayor parte. 32 En algunas ciudades industriales se produjo un cambio muy rápido en la composición social de la magistratura, como en Wolverhampton, donde a los pocos años de su constitución, dos tercios de los jueces eran maestros de hierro. 33 El cambio fue mucho más lento en las ciudades más antiguas y de crecimiento más lento como Exeter, Lincoln y York, 34 pero a mediados de la década de 1880, la mayoría se había convertido en 'bailiwicks de clase media', con una representación terrateniente que disminuyó de aproximadamente la mitad en 1841 a aproximadamente una cuarta parte. en 1885. 35

Estos cambios fueron el resultado de un proceso intensamente politizado. 36 Ambos partidos fueron inescrupulosos al ignorar las cualidades personales de los candidatos y los deseos de los habitantes de aumentar su propio número, inyectando animosidad partidista incluso en una ciudad como Chester donde los líderes locales querían moderarlo. 37 Después de una pausa, el nombramiento de magistrados volvió a ser un tema de fuerte controversia entre los partidos en la década de 1880. Los pares conservadores habían visto el intento de Lord Albermarle de eliminar la calificación de propiedad en 1875 38.pero la demanda de introducir un elemento electivo en el gobierno del condado fue irresistible y Salisbury promovió la Ley de Consejos del Condado de 1888 para limitar el daño a los intereses conservadores. La eliminación de la función de gobierno local de los magistrados podría haber tendido a despolitizar los nombramientos para el tribunal, pero aún se valoraban como patrocinio político, cuya distribución en los condados era un punto muy delicado para los liberales.

 La deriva de las clases terratenientes hacia el conservadurismo habría dificultado en cualquier caso garantizar un equilibrio equitativo entre los partidos, pero el cambio radical en la política británica sobre el gobierno interno de Irlanda agravó drásticamente el desequilibrio. Gladstone se quedó con sólo tres señores-tenientes de 42 39 y los conservadores explotaron despiadadamente su ventaja. Entre 1886 y 1906, 36 lugartenientes quedaron vacantes y la mayoría se llenó con jóvenes nobles conservadores, amenazando con perpetuar el monopolio conservador de la banca en el futuro previsible, ya que ahora era un `` uso inviolable y establecido desde hace mucho tiempo '' que la recomendación de un lord-teniente ser cuestionado a menos que fuera objetable a primera vista. 40No es sorprendente que algunos liberales se sintieran atraídos por una magistratura electa o profesionalizada 41 y cuando regresaron al poder en 1892 esperaban que el Lord Canciller restableciera el equilibrio, ya que la resolución de Dilke había instado a que la recomendación del Lord-Teniente ya no fuera la base para el nombramiento. 42

En el ducado, James Bryce rompió el acuerdo de Dufferin e hizo precisamente eso, 43 pero Herschell demostró ser demasiado cauteloso para el gusto de su partido. 44 Otros diez años de Halsbury, que dejó Shropshire con solo diez jueces liberales contra 240 conservadores, aseguraron que Loreburn enfrentaría demandas aún más exigentes, especialmente de Gales, donde los antagonismos partidistas se agudizaron desagradablemente por la religión y el nacionalismo. 45

Loreburn hizo un prometedor empezando por la eliminación del requisito de propiedad, 46 pero importunos los parlamentarios y látigos lo encontraron aún menos flexible que la Herschell al negarse a 'trabajo del banco judicial' 47 mediante la adopción de 'los snobs y los cortes los cuales (p.913) [MPs ] deseo recompensar '. 48 Su postura de principios llevó a proyectos de ley de miembros privados para que los jueces fueran elegidos por los consejos del condado y del municipio, 49 y a pesar de la protesta de Loreburn de que había 'nombrado el doble de los que habían sido nombrados en un solo año, la gran mayoría eran liberales', Era extraño que ocho de los quince recién llegados a ese banco más azul, Shropshire, fueran conservadores. 50

La solución de Loreburn fue una comisión real bajo un aliado de confianza, Lord James de Hereford, que adoptó fácilmente la posición de Loreburn de adaptar el sistema existente en lugar de hacer un cambio radical. Cada condado o municipio tendría un comité asesor elegido por el Lord Canciller y esta sería la fuente de nominaciones. 51 Loreburn estableció los comités sin siquiera esperar la aprobación parlamentaria, pero funcionaron de manera muy diferente a como esperaba la Comisión. 52 Se preveía una mezcla social más amplia entre la magistratura y la disminución de las influencias políticas de los partidos, pero aunque pronto hubo evidencia de lo primero — 'rápida y dramática' en Gales 53 - la política partidaria se afianzó en el nuevo sistema. Comités de selección, inicialmente elegidos de por vida,54 tenían un carácter predominantemente político y, en lugar de ser una fuente de inteligencia informada y desapasionada sobre los posibles candidatos, se convirtieron en un foro de negociación partidaria, lo que agravó el mal que se suponía que debían curar. 55

La defensa de Loreburn del número que había designado estaba bien justificada, y dado que Halsbury no se había quedado atrás, se agregaron no menos de 7267 al banco entre 1902 y 1908. Para 1911 había 23, 039 en total (incluyendo 2171 en Gales), aunque el número de personas activas es incierto. 56 Sin embargo, para entonces estaban distribuidos de manera más uniforme y probablemente eran numéricamente suficientes para las tareas que tenían que realizar.

2. SESIONES TRIMESTRALES.
QUARTER SESSIONS

Time and Place

 Tiempo y lugar


Cada condado 57 estaba obligado a celebrar sesiones generales al menos cuatro veces al año y, naturalmente, estas se conocieron como sesiones trimestrales. Las fechas se fijaron en 1830, 58 pero según la Ley de Audiencias y Sesiones Trimestrales de 1908 (c. 41), los magistrados en una reunión especialmente convocada podían posponer o adelantar la fecha hasta 14 días. Esto fue para facilitar una mejor sincronicidad con los Assizes, y la misma ley permitía la cancelación de una reunión programada si el secretario de paz no tenía conocimiento de ningún asunto. 59

En la década de 1820, algunos condados celebraban sus sesiones trimestrales en varios lugares diferentes. 60 En Suffolk y Sussex, esto reflejaba subdivisiones de condado reconocidas; 61 en Kent surgió de disputas irreconciliables dentro del condado, 62 mientras que en Wiltshire, fue un intento consciente de involucrar a toda la comunidad del condado. 63 Otros condados preferían reunirse siempre en una ciudad (por ejemplo, West Riding of Yorkshire en Pontefract), pero habitualmente se aplazaban a otras. 64 Ambas prácticas tenían el inconveniente de una asistencia menor, lo que dificultaba las decisiones de política general, pero esto podría reflejar un entendimiento de que las decisiones importantes se tomarían solo en una sesión central particular. sesenta y cinco

Las carreteras eran tan malas en algunos lugares que la distribución de las sesiones por todo el condado era la única forma de asegurar una buena asistencia. En teoría, las sesiones fueron un gran evento, con una participación completa de los grandes hombres y altos oficiales del condado y una exhibición ceremonial como un Assize menor. 66 La realidad solía ser muy diferente. En las sesiones de invierno, en particular, la asistencia a menudo era escasa y la pompa y las circunstancias muy silenciosas. 67 Pero la participación había comenzado a mejorar, tal vez (p. 915) en parte debido a las crecientes demandas fiscales emitidas a los terratenientes en las sesiones trimestrales, y en ocasiones especiales, como cuando se iba a elegir un funcionario del condado y se despertaban pasiones políticas Verdadero enjambre de jueces podría descender. 68Los jueces que vinieron tuvieron que quedarse más tiempo para resolver sus asuntos y, con mayor frecuencia, tuvieron que aplazar o celebrar reuniones complementarias; incluso las reuniones mensuales se habían convertido en algo común. 69

Negocio
Business

Las sesiones trimestrales abarcaron una amplia gama de asuntos diversos, que abarcaban tanto juicios penales como apelaciones y asuntos "administrativos". Las sesiones más largas y frecuentes fueron la consecuencia de un formidable aumento en ambos. 70 El trabajo delictivo se mide más fácilmente, al menos con fines ilustrativos. En Warwickshire, las condenas por hurto, hurto o fraude, que entre 1775 y 1788 habían promediado sólo ocho al año, habían aumentado a 245,7 entre 1823 y 1832, y el número de prisioneros en la cárcel del condado aumentó de 41 en 1775 a 351 en 1835. Warwickshire vio un rápido crecimiento de la población y la industrialización, pero incluso en los condados más rurales el negocio delictivo creció de forma alarmante; los compromisos en Oxfordshire aumentaron de 38 en 1805 a 271 en 1835. 71

El negocio administrativo no admite ninguna medida sencilla. Algunas cargas se redujeron después de que Waterloo, la milicia y los voluntarios dejaron de ser una preocupación, y aunque el miedo al desorden siguió siendo fuerte, la preocupación de la Regencia por la seguridad interna se desvaneció. 72 Los poderes arcaicos para regular aspectos de la vida económica a los que algunos jueces se habían aferrado tenazmente en desafío a las enseñanzas de los economistas escoceses también debían ser abandonados; la última, la Assize del pan, fue finalmente abandonada en 1836. 73

En otros aspectos, sin embargo, los jueces en las sesiones se volvieron cada vez más ocupados como el enfoque más cercano al gobierno de un condado, a veces por iniciativa propia, a veces bajo presión desde arriba. Después de la Ley de 1823 de la cáscara del edificio y (p.916) funcionamiento de las prisiones consumen tiempo y dinero, 74 y aunque disposición legal de los manicomios era permisiva solamente, se convirtió en una necesidad práctica en los condados poblados. 75 La supervisión de la reparación y el mantenimiento de carreteras y puentes naturalmente se volvió más onerosa con el aumento del tráfico y el comercio, 76 y sobre todo estaba la ley de los pobres. Las sesiones trimestrales no solo estuvieron ocupadas con apelaciones de los funcionarios parroquiales y con un flujo interminable de casos de acuerdos 77pero los jueces en las sesiones se vieron arrastrados inexorablemente a diseñar políticas para todo el condado; El esquema de complementos salariales ampliamente imitado "Speenhamland" fue controvertido y costoso. 78 También de otras formas esta 'Cámara de los Lores rural' 79 actuó como un cuerpo legislativo, intentando, no siempre eficazmente, suprimir o regular ferias, mendicidad, cervecerías y otras características de la vida rural que los magistrados consideraban indeseables. 80

Aunque los ataques a sus placeres y pasatiempos hicieron que los jueces fueran impopulares entre los pobres, fue el costo del gobierno local lo que puso en peligro la continuación del sistema. La tasa del condado y la tasa pobre aumentaron de manera alarmante, 81 y como resultado, además de los radicales que condenaron al gobierno por los jueces por su carácter poco representativo y de clase y los utilitaristas centralizadores que lo menospreciaron por su ineficiencia y falta de uniformidad, 82 sus críticos incluyeron a conservadores que no se preocupaba por ninguna de estas cosas, pero estaba indignado por el mero gasto. 83 Sin embargo, a pesar de las críticas moderadas de varias investigaciones sobre las tarifas del condado 84 y los proyectos de ley de Joseph Hume para establecer juntas financieras del condado, 85Las sesiones de los trimestres del condado sobrevivieron a la década amenazadora de reformas Whig con sus poderes y deberes en gran parte intactos, salvo una gran excepción: la revolución en el alivio de los pobres prácticamente terminó con el papel de las sesiones de los trimestres. 86

(p.917) En varias otras áreas, las cárceles y los asilos son instancias en las que la supervisión y la regulación centrales hicieron incursiones en su autonomía virtual. 87 Sin embargo, la pérdida de independencia en estas áreas puede ser exagerada, y cuánto quedaba es tan notable como cuánto se perdió. 88 El condado no fue reemplazado como base para el gobierno local por los distritos sindicales de leyes pobres y cuando a los condados se les ofreció la oportunidad de una fuerza policial en 1839, fue en las sesiones trimestrales que se tomó la decisión. 89 Incluso cuando los condados se vieron obligados a tener una fuerza policial en 1856, las sesiones trimestrales compartían la responsabilidad operativa en una relación a menudo acogedora pero en ocasiones incómoda con el jefe de policía. 90

Hubo importantes responsabilidades nuevas o mejoradas en otras áreas, como organizar evaluaciones para las tarifas del condado y un flujo constante de apelaciones de los resultados. 91 Cuando se volvieron a imponer los controles sobre las licencias de bebidas alcohólicas, fue un comité permanente de sesiones trimestrales el que tuvo que confirmar las nuevas licencias. 92 Como autoridad local residual, fue destinataria de una gran variedad de funciones, desde el manejo de brotes de fiebre aftosa en el ganado hasta la designación de inspectores de pesos y medidas y la elaboración de normas para regular el uso de bicicletas y motores de tracción en la carretera. 93

Lo que había cambiado mucho era que las sesiones trimestrales y el condado habían dejado de ser los elementos básicos del gobierno local de la Inglaterra rural (e Inglaterra seguía siendo predominantemente rural), convirtiéndose en uno más de una desconcertante gama de autoridades, antiguas y nuevas; algunos con una sola función, otros con varias; algunos elegidos, otros nominados; y con sus límites superpuestos y confusos. 94 El lugar de las sesiones trimestrales en este mosaico se vio amenazado por su carácter exclusivo (p. 918) antidemocrático, que gradualmente pasaría por encima de las consideraciones de economía y eficiencia.

La situación en los distritos era bastante diferente. 95 En algunas, las sesiones trimestrales se habían convertido en el elemento más poderoso del gobierno de la ciudad, mientras que en lugares como High Wycombe era poco más que decorativo. 96 De cualquier manera, los Comisionados de Corporaciones Municipales no vieron lugar para ello en el esquema reformado del gobierno de la ciudad, y con algunas excepciones de carácter 'cuasi judicial', en particular la concesión de licencias, las sesiones de los distritos municipales se limitaron a la jurisdicción penal. 97Más de 50 años después, el mismo destino le sucedió a los jueces del condado, aunque también mantuvieron un papel en la concesión de licencias de licor, junto con una variedad de deberes en relación con carreteras, prisiones y locos y una jurisdicción de apelación nada despreciable en órdenes bastardas, apelaciones de calificación. , asuntos de derecho deficiente y otros. 98

El asunto delictivo de las sesiones trimestrales había consistido principalmente en hurtos y faltas menores, ya que se entendía que los delitos capitales y aquellos que pudieran involucrar una cuestión de derecho difícil debían reservarse para los Assizes. 99 Eso todavía permitía a los jueces prescribir brutales castigos corporales y transporte, este último un medio tan conveniente para eliminar a los pequeños delincuentes problemáticos y ahorrar gastos en las tarifas, que algunos bancos se sintieron tentados a usarlo con bastante libertad. 100 Cuando el crimen experimentó un gran aumento a partir de la década de 1790 101Los juicios trimestrales no aumentaron proporcionalmente al principio, porque la proliferación de delitos tipificados como capital por ley sacó a muchos de sus límites acordados, mientras que los jueces "fuera de sesión" se ocupaban de un número cada vez mayor. 102 Sin embargo, a partir del programa de reforma de la ley penal de Peel, los delitos capitales se redujeron considerablemente (p. 919) y cuando en 1842 se impuso una limitación legal formal a la capacidad de los períodos de sesiones para juzgar los delitos más graves, en la práctica puede haber aumentado ligeramente en lugar de reducir sus operaciones. 103

Sin embargo, a partir de la década de 1840, la implacable ampliación de la jurisdicción de las sesiones menores, junto con el comienzo de una reducción en los niveles de criminalidad, 104 aseguró que las sesiones trimestrales funcionaran tanto como un tribunal de apelación como uno de jurisdicción original, y el hurto todavía representaba entre 70 y 80 años. por ciento de este último. 105 A partir de la década de 1870 se sugirió persistentes que varios de los delitos graves deben ser juzgados en sesiones en lugar de lo penal, pero el único importante desconcentración fue robo simple en 1896. 106 La mayoría de los jueces se opusieron firmemente a tales movimientos y tenía una objeción plausible en el El hecho incómodo de que la mayoría de los presidentes de las sesiones trimestrales fueran legos cuya capacidad para conducir juicios penales importantes era cuestionable. 107Sin embargo, en 1900 aproximadamente tres cuartas partes de los juicios con jurado se llevaron a cabo en sesiones trimestrales (el doble en las sesiones del condado que en los distritos). 108 Aun así, en algunos condados rurales, las usurpaciones de sesiones insignificantes y los niveles relativamente bajos de delincuencia adquisitiva privaron a los cuartos de sesión de gran parte de sus negocios. 109

Organización
Business

Como señala Eastwood, las sesiones trimestrales fueron una institución que demostró ser capaz de una notable flexibilidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes. 110 Su peculiaridad esencial como agencia de gobierno se mantuvo, los deberes se cumplieron mediante un procedimiento cuasi penal iniciado por una presentación, pero algunos participantes en el proceso, como el jurado de los cien, ya se habían desvanecido en la historia y otros, como el gran jurado. El jurado y el alto alguacil estaban perdiendo rápidamente su importancia. 111 presentimientos ahora emanan principalmente de los mismos y los jueces (p.920) parte administrativa de sesiones trimestre fue convirtiendo en menos de un público y más de un asunto burocrático.

A partir de 1819, se permitió explícitamente que las sesiones funcionaran como dos tribunales donde el negocio probablemente duraría más de tres días. 112 Los asuntos delictivos, que tenían que hacerse en público, solían ocuparse primero y los magistrados a menudo se ocupaban del resto en sesiones privadas, a veces durante la cena. 113 Las sesiones privadas fueron probablemente más por conveniencia que por ocultación, pero se hizo más difícil defender la exclusión de la prensa y el público y, a mediados de la década de 1830, más de la mitad de los condados habían dejado de intentarlo, y los demás se alinearon poco después. 114

A medida que el negocio crecía, los condados buscaban mejorar la forma en que se manejaba. La delegación del examen de un proyecto de ley o un conjunto de cuentas a uno o más jueces con conocimientos locales o un interés especial fue reemplazada por comités formales, y en 1835 la mayoría tenía un comité de prisiones y otro de finanzas. 115 Nuevos funcionarios permanentes, el tesorero y el agrimensor, hicieron su aparición, 116 y en muchos condados se estableció un pequeño grupo interno de asistentes regulares: este fue 'el secreto eficiente de las Sesiones Trimestrales ... orquestado por un presidente enérgico y autoritario y atendido por un eficiente secretario de paz '. 117

Las figuras clave para determinar cómo las sesiones trimestrales condujeron sus asuntos fueron el presidente y el secretario de paz. La primera fue prácticamente desconocida por ley hasta el siglo XX, e incluso las referencias pasadas en la Ley de Defensa de los Prisioneros Pobres de 1903 y la Ley de Apelaciones Penales de 1907 a lo sumo sólo implicaban la existencia de un presidente permanente. 118 Sin embargo, en la década de 1820, muchos condados eligieron a ese presidente, aunque Devon al menos mantuvo la antigua costumbre de elegir de nuevo para cada sesión. Otros, como Surrey, tenían un presidente diferente para cada lugar donde se llevaban a cabo las sesiones, y Surrey también se encontraba entre aquellos con presidentes diferentes para asuntos administrativos y criminales, 119 este último se había vuelto tan oneroso que en 1832 el condado hizo un fracaso.(p.921) intento emular a Salford al tener un presidente asalariado. 120 Middlesex estaba aún más en apuros y en 1844 se le otorgó un juez asistente asalariado y legalmente calificado para presidir los juicios 121, pero esto fue único. Había una tendencia a elegir una figura social prominente y se alentó a los condados a invitar a jueces de diversos tipos a medida que el papel se volvía más judicial y menos administrativo. 122 Un presidente de mucho tiempo y trabajo como Sir Christopher Willoughby en Oxfordshire podría hacer mucho para vigorizar y remodelar el gobierno local, pero probablemente más típico del siglo XIX fue su sucesor WH Ashurst (1822-1846), quien favoreció una política más colectiva. estilo de liderazgo y abrió el camino hacia una era de 'gobierno al estilo de gabinete'.123

Hasta 1835 hubo una variedad de arreglos en los distritos. En algunos, un registrador (no siempre calificado legalmente) presidió los juicios; en otros, los jueces eligieron un presidente interino y en otros aún el alcalde y el concejal celebraron el tribunal. 124 La Ley de Corporaciones Municipales cambió todo eso, imponiendo un arreglo uniforme por el cual el Registrador (ahora siempre un abogado asalariado) se convirtió en el único juez; los jueces laicos podían sentarse con él y ser consultados a su discreción, pero la responsabilidad era solo suya. 125 En los condados, el presidente era mucho menos absoluto, al menos en teoría. Él era simplemente primus inter pares, 'sólo el portavoz de la mayoría de los jueces presentes', y podría ser anulado incluso si él (y el secretario) solo poseyeran y aplicaran conocimientos legales profesionales. 126 En la práctica, estos hechos fueron raros y probablemente se volvieron más raros con la creciente complejidad del proceso penal. 127

Esto, y en particular la creciente tendencia de los presos a estar representados legalmente, 128 sin duda expuso las deficiencias de muchos presidentes, aunque (p.922) la dureza en la sentencia atrajo más críticas. 129 Los recuerdos publicados son en su mayoría de los tribunales del área metropolitana, que apenas son representativos. 130 La sentencia "brutal y feroz" de Sir William Hardman fue ampliamente condenada 131 y se dirigieron críticas similares a Sir Peter Edlin y varios de sus ayudantes al otro lado del río en Clerkenwell Green. 132

El apoyo administrativo y de oficina para las sesiones del trimestre del condado fue proporcionado principalmente por el secretario de paz. 133 Fue nombrado por el custodio rotulorum y ocupó el cargo con buena conducta, aunque entre 1864 y 1893 podría ser despedido en las sesiones trimestrales por mala conducta fuera de su oficina. 134 Los Webb pintaron una imagen poco halagüeña de los empleados. La mayoría eran protegidos del custodio y por lo general contrataban a un adjunto para hacer el trabajo. Ambos puestos fueron codiciados por los abogados y tendieron a vincularse a firmas particulares. 135El secretario o su adjunto a menudo se descuidaba en su tarea principal de llevar registros y se preocupaba principalmente por los honorarios de extorsión, que prácticamente no estaban regulados hasta 1817. 136 Los jueces podían ser indiferentes a las exacciones de los pretendientes, pero a medida que aumentaba la tasa del condado, se reducían complaciente con los intentos de cobrar al condado por los servicios del secretario, que a veces resultan en fricciones recurrentes y conducen a un escrutinio más sistemático de las cuentas. 137

(p.923) Los estudios más recientes modifican sustancialmente esta visión poco halagadora, al menos durante la primera mitad del siglo XIX. Los diputados no eran tan comunes, 138 empleados eran en su mayoría abogados, 139 y si algunos empleados ocupaban varios cargos en el condado, esto les daba un control más estricto sobre la administración en general, lo que era necesario para el 'director ejecutivo' en el que se habían convertido en muchos casos. 140 Había que mantener más registros, hacer más devoluciones y los deberes del secretario parecían tan formidables que no es sorprendente que algunos se convirtieran en funcionarios a tiempo completo. 141

El paso de las tarifas a los salarios fue muy gradual. Una de las primeras iniciativas en West Riding of Yorkshire fue abandonada después de las dudas sobre su legalidad, pero se introdujo en Hertfordshire y en otros lugares sobre la base de una recomendación del Comité de Tarifas del Condado en 1834, y recibió una sanción legal tardía en 1851. 142 Incluso entonces los intereses creados estaban tan bien protegidos que Sir Richard Wyatt, el secretario de paz de Surrey, mantuvo sus honorarios hasta su muerte en 1904. 143

Wyatt fue uno de los muchos que disfrutaron de un largo mandato, aunque pocos pudieron igualar los 58 años de HP Markham (1846-1904) en Northamptonshire. 144 La combinación de una larga experiencia en el cargo, a veces en varios puestos, la inamovilidad práctica y el conocimiento cercano del procedimiento penal hizo que algunos empleados fueran arrogantes y prepotentes, tendencia que se fortaleció cuando fueron nombrados secretarios de los comités asesores sobre el nombramiento de jueces. 145 Sin embargo, su posición fue drásticamente alterada por la Ley de Gobierno Local de 1888. El poder de nombramiento se transfirió a un comité conjunto permanente del consejo del condado y sesiones trimestrales, con el salario del secretario fijado por este último, y ahora él también actuaría como secretario del nuevo consejo. 146Esto hizo que la posición del secretario del condado estuviera más cerca (p. 924) de la de su contraparte del municipio, que generalmente se desempeñaba como secretario municipal. La Ley de Corporaciones Municipales de 1835 otorgó el nombramiento y la remuneración del secretario de paz a la corporación, y si bien no exigió que los dos puestos fueran ocupados por la misma persona, durante un tiempo al menos eso siguió siendo habitual. Los deberes principales del secretario de paz del municipio eran organizar juicios penales: redactar acusaciones, preparar órdenes y órdenes y registrar sentencias. 

3. JUSTICES OUT OF QUARTER SESSIONS
 JUSTICAS FUERA DEL TRIMESTRE DE SESIONES

Pequeñas Sesiones
Petty Sessions

Las sesiones de los jueces en las sesiones generales constituyeron solo una pequeña parte de sus actividades. La comisión les dio poder para actuar en muchas circunstancias, ya sea solos o en pareja, y ante el juez único, a menudo en casa, llegó "una sucesión de casos de todas las descripciones imaginables". 148 Además, se suponía que la justicia no debía ser simplemente un receptor pasivo de denuncias, sino que debía buscar activamente la negligencia de los deberes públicos y la conducta delictiva. 149 Sin embargo, en el siglo XVIII y principios del XIX, el Parlamento confiaba cada vez más en lo que los abogados llamaban "la doble justicia"; a pares de jueces se les asignó la responsabilidad de hacer cumplir la legislación sobre pesos y medidas y (con resultados lamentables) el poder de sancionar el bloqueo o desvío de aceras. 150 Las sesiones trimestrales también comenzaron a delegarles más "asuntos del condado", como los relacionados con los puentes y las prisiones.

Los jueces fuera de las sesiones no eran un tribunal de registro y su trabajo era esencialmente informal. Aunque los escritores de manuales instaron a llevar registros diligentes como una buena práctica (y como algo de seguridad si se lleva a un juez al Banco del Rey), a menudo era incompleto y poco sistemático. 151 Los estatutos que extendían los poderes y deberes de los jueces de condado rara vez restringían su jurisdicción a cualquier parte definida de su propio condado, por lo que un demandante podría buscar un juez que se creyera favorable y diferentes jueces podrían emitir órdenes contradictorias en ignorancia. 152

Sin embargo, durante el siglo XVIII, las prácticas fortuitas de los jueces fuera de las sesiones se habían reducido a cierta regularidad en la mayoría de los condados. 153 Paralelamente o entre los períodos extraordinarios de sesiones ordinarias, se celebraron reuniones notificadas públicamente de varios magistrados (p. 925) de una división en particular, cuya frecuencia dependía del volumen de negocios y de la escrupulosidad de los magistrados. En Middlesex, donde la presión de los negocios llevó por primera vez a esta innovación, algunos distritos estaban en sesión prácticamente diaria, mientras que en otros condados las reuniones semanales o quincenales eran la regla. 154 La mayoría también había imitado las sesiones trimestrales eligiendo un presidente titular. 155No había nada que impidiera que un juez del condado asistiera a una de estas "sesiones mezquinas", pero la costumbre lo limitaba a los jueces de esa división. 156 No todos los jueces acogieron con agrado el aumento de la formalidad y la actividad colectiva, y muchos continuaron con las viejas formas; de hecho, las pequeñas sesiones en ninguna parte desplazaron al magistrado en casa, impartiendo justicia desde su salón. 157

El Parlamento, sin embargo, mostró una clara preferencia por la nueva práctica. Una de las medidas de reforma de Peel en 1828 permitió que las sesiones trimestrales revisaran las divisiones de sesiones menores cada diez años y les permitió crear divisiones adicionales, y una Ley de 1836 alentó la alineación de las divisiones con los sindicatos de abogados pobres en la medida en que los límites del condado lo permitieran. 158 El desarrollo de pequeñas sesiones ha sido llamado "la innovación más significativa en el gobierno del condado inglés dentro del período moderno temprano". 159Prácticamente eclipsó cargos venerables como el de alto alguacil en la supervisión de la administración parroquial y acumuló constantemente un cuerpo masivo de jurisdicción sumaria. En muchos lugares, los jueces se ocuparon de los negocios como sesiones trimestrales, separando el trabajo criminal de sus innumerables "poderes de carácter local y social" 160, a menudo haciendo esto último en privado. 161

Sin embargo, todo esto fue otorgado a una institución apenas mencionada en la ley. La Comisión de Tarifas del Condado de 1836 todavía describía acertadamente las sesiones menores como una reunión voluntaria de magistrados que como un tribunal específicamente reconocido por la ley. No tiene un establecimiento regular de oficiales, ni un memorial formal o auténtico de sus procedimientos. ' 162

El Fiscal General Sir John Jervis llevó a cabo una revisión muy necesaria de la jurisdicción sumaria y de los asuntos fuera de sesiones. La legislación de Jervis estuvo muy por debajo de la consolidación total de la ley de magistrados que él pretendía, 163 y su política de trasladar más negocios delictivos hacia una magistratura amateur, sin entrenamiento (p. 926) y cuestionablemente imparcial no obtuvo la aprobación universal. 164 No obstante, la recopilación de cuatro estatutos: la Ley de jurisdicción sumaria, la Ley de delitos procesables y la Ley de protección de jueces de 1848, y la Ley de sesiones menores de 1849, establecieron un marco muy necesario. 165

La interfaz de las sesiones menores y los tribunales de jurisdicción sumaria seguía siendo complicada. Se celebró un tribunal de jurisdicción sumaria ante los jueces en sesiones menores o un magistrado remunerado. Un tribunal de sesiones menores que ejercía esa jurisdicción se sentó en un día anunciado públicamente en un juzgado designado para sesiones menores. Dos jueces sentados en un "juzgado ocasional" aún podían escuchar y determinar casos, pero sus poderes para dictar sentencias eran más limitados, mientras que un solo juez sentado en una sala de sesiones menores conservaba una jurisdicción penal menor; entonces era un tribunal de jurisdicción sumaria pero no un tribunal de sesiones menores. 166

Las pequeñas sesiones continuaron manejando una enorme variedad de asuntos no estricta o técnicamente penales, aunque en algunos casos, sin ninguna lógica obvia, sus actividades no eran las de un tribunal.  Más allá de los confines de las sesiones menores, los jueces todavía tenían una variedad de otros poderes y deberes, como respaldar y emitir órdenes judiciales y mantener la paz, pero en 1914 la mayoría de sus deberes se realizaban en los tribunales.  
La responsabilidad del gobierno por las pequeñas sesiones recaía en el Ministro del Interior, y esto incluía la investigación de antecedentes del nombramiento de los secretarios de los jueces. 

Jurisdicción sumaria y compromisos.
Summary Jurisdiction and Committals


Blackstone estaba preocupado por las incursiones legales hechas en el derecho consagrado a un juicio por jurado al extender el juicio sumario por magistrados. 170 Tendría (p.927) sido aún más alarmado por los acontecimientos posteriores, y él no hubiera estado solo, pues aunque Bentham estaba a favor había tanto tories y whigs que desuso al menos algunos aspectos de esta tendencia. El conservador CD Brereton arremetió contra sus informalidades e inconstitucionalidad 171, mientras que Brougham dedicó una parte de su maratón discurso sobre la reforma legal a atacar la justicia de los magistrados. 172Ciertamente, existían graves defectos tanto en la teoría como en la práctica. Pocos estatutos prescribían un procedimiento a seguir y pocos permitían una apelación, dejando solo la supervisión remota del Banco del Rey como remedio para la injusticia, que se produjo a gran escala. 173 En Londres había cierto grado de regularidad y profesionalismo en la conducción de las sesiones, pero en el país la justicia sumaria a veces era francamente superficial. 174Uno o dos jueces, en casa o en una posada, sin formación jurídica y con la ayuda de un empleado de conocimientos limitados y una copia de Burn o algún otro manual, a menudo se extravían por ignorancia, en algunos casos agravada por el prejuicio. . Los pobres estaban a merced del magistrado, mientras que incluso los más acomodados podían verse privados de un abogado y juzgados en privado, lejos de la publicidad de los periódicos. 175 Los jueces municipales, como en Sheffield, a menudo tenían una reputación peor que sus homólogos del condado y, dado que los jueces asumían la responsabilidad de mantener el orden público, su función policial de reprimir las huelgas y manifestaciones estaba incómoda con su función judicial. 176

Las sospechas sobre los prejuicios de los magistrados a menudo estaban bien fundadas. La aristocracia terrateniente podía mostrarse bastante desinteresada en la mayoría de los asuntos, pero escasamente cuando se trataba de las leyes del juego o la detención de los senderos. 

 

  Los tribunales del condado (Inglaterra)

16 dic, 2015 

 


1. JURISDICCIÓN

JURISDICTION


El límite original de la jurisdicción de los tribunales del condado en acciones personales era £ 20, y los intentos de ampliarlo indirectamente "dividiendo la demanda" fueron anulados, aunque un demandante podría abandonar el exceso de su reclamación por encima de £ 20. 1


Sin embargo, los pesimistas que dijeron que los tribunales de condado se ampliarían pronto estaban justificados. Fue una era de gobiernos débiles y el proyecto de ley de extensión de los tribunales del condado de Henry Fitzroy expuso a Russell a humillantes desaires en los Comunes. Se dejó a los Lores, y en particular a Brougham, diluir sus disposiciones más aventureras, en particular manteniendo la jurisdicción concurrente de los tribunales superiores en casos de más de £ 20 libres de cualquier desincentivo financiero para el demandante. Aunque los entusiastas de la expansión se sintieron decepcionados, una extensión de las acciones de derecho común a £ 50 fue un paso considerable. Sin embargo, a pesar de las lamentaciones de que sería el final del listón y el preludio de nuevas usurpaciones, fue el último aumento de este tipo en 50 años. 2


Pocos contemporáneos habrían predicho eso. La fecundidad de Brougham en las iniciativas legislativas generó una sucesión de proyectos de ley (algunos de ellos meros bocetos). 3 Uno de ellos pasó destrozado, "un completo lío de confusión". 4 Molesto por varios otros —los proyectos de ley de enmienda de la ley de jurisdicción equitativa, extensión adicional y arbitraje— en la sesión 1852-3, un lord Canciller Cranworth acosado encargó a una comisión real que preguntara, entre otras cosas, si 'cualquier negocio adicional puede transferirse de manera rentable 'a ellos. 5


La investigación llevada a cabo por la Comisión de Sir John Romilly no fue muy minuciosa y su informe es poco inspirador. Se elogió a los tribunales del condado por sus (p. 877) 'procedimientos sencillos, rápidos y económicos; el experimento ha sido eminentemente exitoso, y estos tribunales han conferido beneficios a la comunidad, lo que tal vez sea difícil de exagerar ”. 6 El entusiasmo de la Comisión, sin embargo, no llegó a recomendar una jurisdicción sustancialmente ampliada. Deberían recibir uno de los "agravios excluidos" (enjuiciamiento malicioso); una jurisdicción más amplia por consentimiento y una extensión menor a las acciones de expulsión, pero incluso estas ganancias modestas se compensaron al facilitar que el acusado trasladara un caso dentro de la jurisdicción concurrente a los tribunales superiores.7 Además, como señaló John Pitt Taylor en sus 'observaciones', la jurisdicción por consentimiento seguiría siendo ilusoria mientras dependiera del consentimiento expreso de ambas partes. 8


Pitt Taylor abogó por un cambio que se seguía instando enérgicamente cada vez que se discutían reformas: que el demandante podía elegir su foro sujeto al derecho del acusado (ya sea absoluto, o más radicalmente, ejercitable solo al demostrar la causa) de trasladar el caso a un nivel superior. Tribunal. 9 Alarmó a la barra y sus aliados y nunca se promulgó; en cambio, hubo repetidos retoques con la llamada 'sanción de costos', la regla por la cual un demandante que no recuperara más de £ 20 en contrato o £ 5 en agravio en una acción ante un tribunal superior podía verse privado de sus costos. 10A pesar de la supuesta influencia de Pitt Taylor sobre Cranworth, la legislación resultante siguió en su mayoría al informe. Negó los costos del demandante en los casos dentro de la sanción en los que el acusado se sometió a sentencia por defecto, pero dado que los costos hasta ese momento eran pequeños, eso en realidad puede haber alentado a los demandantes a recurrir al procedimiento de incumplimiento de los tribunales superiores y supuestamente a la maquinaria superior para la ejecución. 11


Diez años más tarde, la sanción por costos se elevó tímidamente a £ 10 en agravios. Para alarma de los abogados, la Ley de 1867 también autorizaba al acusado en una acción de un tribunal superior dentro de la jurisdicción concurrente a remitirla al tribunal del condado a menos que el demandante demostrara una buena causa. 12 'No es una reforma, sino casi una revolución', anunció el County Courts Chronicle , 13 pero esto fue una exageración salvaje, ya que relativamente pocos acusados ​​querían cambiar el foro y los jueces tardaron poco en persuadirlos de que había una buena causa para retener la acción. 14


(p. 878) La Comisión Romilly nunca entregó su prometido informe adicional sobre jurisdicción equitativa. 15 No obstante, durante la década siguiente, los tribunales del condado adquirieron de manera constante poderes adicionales que (con la notable excepción del divorcio) estuvieron a punto de convertirlo en un tribunal de jurisdicción civil completa. 16 Las pequeñas sucesiones llegaron en 1858, 17 pero mucho más importante fue la reconstrucción de la ley y la práctica de la insolvencia en 1861. Desde sus inicios, los tribunales de condado habían tenido alguna jurisdicción sobre los deudores insolventes, 18pero con la fusión de los regímenes separados para la quiebra y la insolvencia, los jueces y registradores en ciudades provinciales seleccionadas recibieron jurisdicción en la quiebra, algo que la Comisión Walpole había rechazado en 1854 19 y que apenas logró pasar por la Cámara Alta. 20 Dado que no había límite para el tamaño de las propiedades que podían manejar, esto creó una situación anómala en la que se confiaba en los tribunales del condado para manejar propiedades por valor de miles de libras, mientras que las disputas contractuales y las reclamaciones por accidentes por menos de £ 100 se consideraban más allá de sus límites. capacidad. 21 También se usó bien; en 1869, casi 5000 quiebras, que implicaban casi 70 000 libras esterlinas de propiedad, pasaron por el tribunal del condado. 22


La jurisdicción equitativa sobre reclamaciones de hasta £ 500 finalmente llegó en 1865 después de una acción de retaguardia dirigida por Lord St. Leonards. Los opositores hicieron algunas objeciones pertinentes, en particular acerca de la maquinaria administrativa que las demandas de la cancillería a menudo necesitaban, pero el clamor por un foro donde las pequeñas propiedades no se consumirían en costos fue finalmente incontestable. A la espera de un aumento considerable de los negocios, el Tesoro acordó aumentar los salarios de los jueces en 300 libras y no se mostró divertido (otros estaban desconcertados) cuando ascendió a menos de 800 demandas al año. 23


La adición final en la década de 1860 fue el Almirantazgo, pero los practicantes y oficiales del Almirantazgo tuvieron éxito en restringir la devolución a 22 tribunales nombrados y el máximo en juego a £ 300. 24


(p.879) A pesar de estos aumentos , los asuntos de los tribunales del condado continuaron estando dominados por acciones de derecho común, e incluso las demandas por agravio fueron menores de lo que se podría haber esperado en la era del ferrocarril y la fábrica. 25 Además, la mayoría de las reclamaciones eran todavía por pequeñas sumas: de 940,342 quejas en 1869, solo 12,029 estaban por encima de £ 20 (solo 28 por encima de £ 50, según las disposiciones de consentimiento). 26 Un diario profesional todavía podría burlarse de que "en la actualidad, los tribunales de condado proporcionan una mera maquinaria para la recuperación de deudas falsas, de hecho, son una especie de agencia de cobranza para el tallyman y otros pequeños comerciantes". 27 Tal fanfarronería, sin embargo, a menudo ocultaba malestar por su impacto potencial, y una ansiedad particular sobre lo que la Comisión de la Judicatura podría proponer.


Las preguntas que circuló sugieren que la Comisión de la Judicatura estaba predispuesta a refundir los tribunales del condado en menos distritos, cada uno con un juez sentado principalmente en un importante centro de juicios y haciendo incursiones a las ciudades satélites en caso de necesidad. El juez probablemente manejaría algunos casos por encima del límite de dinero existente, dejando que su registrador se ocupara de las pequeñas deudas en las ciudades menores. 28 Los `` tribunales centrales '' que preveía su informe estaban destinados a ocuparse de una `` clase intermedia de casos, que con frecuencia implican cuestiones de complejidad y de gran importancia para las partes interesadas, pero el gasto de llevar a las partes y testigos a cualquier la distancia del lugar donde surgió la causa de la acción, y probablemente residen, es generalmente totalmente desproporcionada con respecto al valor del asunto en disputa ”.29 Como tantos reformadores antes y después, los Comisionados favorecieron una jurisdicción ilimitada por cantidad (y aumentada por los demás agravios excluidos) pero con el acusado capaz de eliminarla hacia arriba por derecho; los jueces quedarían libres para este trabajo otorgando a los registradores jurisdicción en todos los casos hasta £ 5. 30


Dado que este cambio "causaría necesariamente una disminución considerable en los asuntos civiles de los asistentes", 31 se podía esperar una feroz oposición de los tradicionalistas, y la demora en la publicación del informe, y su estela de disensiones y reservas, debilitó considerablemente su autoridad. Aunque Cairns (como parece) tenía sus propias opiniones ambiciosas, no hizo ningún esfuerzo por aplicar las recomendaciones. 32


Los reformadores impacientes presentaron sus propias propuestas y en 1878 tres proyectos de ley, que diferían en su alcance, y patrocinados respectivamente por el radical Joseph Cowan, Sir John Eardley Wilmot, un ardiente seguidor de Brougham, y Charles Norwood, 33 fueron remitidos a un grupo selecto de Commons. comité. Volvió a examinar las cuestiones examinadas tan recientemente por los Comisarios, pero en una atmósfera muy diferente (p . 880) . Eardley Wilmot era un presidente partidista y poco hábil y algunos miembros tenían opiniones arraigadas e impermeables a las pruebas. El presidente no podía llevarse consigo al Comité; su propio proyecto de ley fue manejado con rudeza, e incluso la modesta medida de Norwood, que (algo revisada) se convirtió en la elección de los reformadores, claramente no tendría una aprobación fácil. 34


De la nada, Cairns produjo un proyecto de ley más radical que el de Norwood, aprovechando la grave congestión en el QBD como demandante de varias soluciones: la jurisdicción ilimitada de los tribunales del condado, más un límite más alto para las demandas por acciones; un aumento en el límite de 'costos protegidos' a £ 200; y medidas para incentivar más acciones remitidas. 35 El fracaso del proyecto de ley de Cairns sigue siendo un misterio. Curiosamente, fue atacado por Selborne (que había firmado el informe de la Comisión) y Hatherley, y aunque llegó a los Comunes en forma modificada, fue retirado sin explicación. 36 Al año siguiente (1880) el ministerio cayó y el proyecto de ley nunca volvió a aparecer. Norwood hizo apariciones simbólicas durante algunos años, pero se hizo evidente que el movimiento para reformar la justicia local estaba estancado.


Hubo varias razones para un fracaso que marca un hito en la historia de los tribunales del condado. Aparentemente, Cairns y Selborne encontraron la cooperación en esto más difícil que en la reforma de Westminster Hall, y el veto del Tesoro sobre el aumento de los salarios de los jueces (comprensible después del episodio de jurisdicción equitativa) fue un problema. 37 También lo eran las divisiones entre aquellos, especialmente los intereses comerciales, que querían una mejor justicia local. La preferencia generalizada por los tribunales de comercio o las ramas provinciales del Tribunal Superior debilitó el cabildeo para ampliar los tribunales de condado. 38Además, incluso los defensores más fervientes de los tribunales de condado no podían negar que tenían defectos graves. Lamentaron a los jueces cuyas afirmaciones solo podían provenir de la conexión, hombres que no habían dejado huella en el bar. Despreciaron las payasadas de otros como JW Smith, WH Cooke, TEP Lefroy y Crompton Hutton, cuyas idiosincrásicas interpretaciones de la ley, despóticos modales en los tribunales o pura indolencia desprestigiaron a todo el tribunal. Admitieron que existían dudas sobre si se podía confiar a algunos de los registradores nacionales con funciones judiciales, y existía el hecho innegable de que muchos liberales deploraban la dependencia de los tribunales de encarcelar a los deudores pobres para hacer cumplir sus sentencias. 39


Sin embargo, quizás el factor más poderoso fue la actitud de la profesión jurídica, en particular de la judicatura superior, el colegio de abogados y el Colegio de Abogados. El colegio de abogados estaba sobrerrepresentado en el Parlamento y protegido solícitamente por los agentes de la ley; que (p.881) agradecimiento se hizo eco de la advertencia de Blackburn Señor que 'la gran barra central de Inglaterra', una garantía necesaria contra la tiranía judicial, sería irreversiblemente dañado si los Assizes se debilitaron por los tribunales provinciales o cortes de condado ampliada. 40


Desde la década de 1880, estas fuerzas conservadoras tenían un aliado incondicional en Lord Halsbury. Dentro y fuera de la oficina, Halsbury fue un valiente campeón del Tribunal Superior y los Assizes y un oponente inamovible de las usurpaciones de los tribunales del condado. 41 Su falta de voluntad para presentar incluso mejoras de procedimiento menores probablemente fue influenciada por una experiencia desagradable con el proyecto de ley de consolidación de 1888. Tal medida estaba muy atrasada y aunque Halsbury había abandonado el proyecto de ley de enmienda adjunto 42e insistió en que no debería convertirse en un vehículo para cambios, el gobierno se vio en apuros con varias enmiendas importantes; uno trató de aumentar el límite de dinero a £ 150; otro para crear jurisdicción ilimitada sujeta a remoción al demostrar una buena causa, y un tercero elevó los costos, cifra protegida en el contrato de £ 20 a £ 50. 43 Tal como estaban las cosas, Halsbury tuvo que aceptar varios cambios menores desagradables; en particular, a los registradores se les otorgó jurisdicción en acciones personales impugnadas hasta £ 2 44 y la sección 65 mal redactada, que Cave J. no pudo "darle ningún significado" 45exigió que las acciones contractuales por £ 100 o menos fueran remitidas por el Tribunal Superior "a menos que se demuestre lo contrario"; Dado que el 30 por ciento de las acciones de QBD defendidas ya estaban dentro del alcance de las acciones remitidas, la sección 65 tenía el potencial de desplazar una gran cantidad de negocios a los tribunales del condado. 46


La hostilidad de Halsbury hacia los tribunales del condado no se extendió a los nuevos deberes estatutarios. Fueron numerosos, pero pocos crearon mucho trabajo, incluso cuando se esperaba que lo hicieran, como la Ley de Responsabilidad del Empleador de 1880. 47 Irónicamente, la próxima iniciativa estatutaria que cubre los accidentes industriales, la Ley de Compensación para Trabajadores de Chamberlain de 1897, que su autor pretendía ser como prueba de juez como fue posible, dio a los tribunales del condado (p. 882) más trabajo que cualquier jurisdicción especial antes de las Leyes de Alquiler. Los jueces de los tribunales de condado fueron, con mucho, la elección más popular entre los árbitros enumerados en la Ley y después de que el régimen de protección se extendió a la mayoría de los oficios en 1906, su número de casos aumentó de 1046 en 1900 a 5289 en 1913, 48mientras que los registradores tenían el deber de evaluar la idoneidad de los acuerdos voluntarios presentados al tribunal para su aprobación y de administrar los fondos depositados para los bebés y las viudas. 49 Los jueces consideraron que su papel era exigente, ya que además de la notoria dificultad de interpretar palabras y frases clave en la legislación, las partes tendían a contar con el apoyo de sindicatos y compañías de seguros que financiaban la representación profesional, y mostraban una voluntad de apelación hasta ahora limitada a empresas ferroviarias. 50


Hasta 1902, Halsbury rechazó fácilmente las demandas de una jurisdicción de derecho anglosajón más amplia. La Asociación de Cámaras de Comercio Británicas comenzó una nueva campaña en la década de 1890 51, pero a partir de 1897 se presentaron proyectos de ley para aumentar el límite de dinero a £ 1000 (los casos por encima de £ 100 se pueden eliminar por una buena causa) y designar 'tribunales especiales' en los circuitos más concurridos. con jueces mejor pagados cuyos registradores atenderían casos de hasta £ 20, se les dio poca importancia. 52 Aún así, hubo una creciente insatisfacción con el QBD y, aunque muchos recurrieron al arbitraje, incluso algunos con poco amor por los tribunales del condado se vieron impulsados ​​a apoyar su ampliación como paliativo. 53Cuando un ex secretario de la corte del condado, Sir Albert Rollit, tomó la causa en 1902, el gobierno se puso a la defensiva. Rollit persuadió a las cámaras de comercio y a la Law Society para que apoyaran un esquema menos ambicioso, otorgando a los registradores jurisdicción hasta £ 5 y duplicando el límite superior en agravio y contrato a £ 100. Eludió cuidadosamente la objeción habitual —que los tribunales del condado estaban sobrecargados de trabajo y carecían de las instalaciones para manejar casos más importantes— al estipular que estos deberían ser escuchados solo en los tribunales designados como adecuados por orden del consejo. 54


Halsbury contaba con el respaldo del Tesoro (que temía tener que pagar a los jueces salarios más altos) para resistirse a Rollit 55 y era característicamente desdeñoso de la "maravillosa ignorancia" de los partidarios del proyecto de ley. 56 Sin embargo, el ministerio juzgó muy mal el temperamento de los Comunes y sufrió derrotas humillantes. 57 Incluso entonces, Halsbury no cedería, pero casi dos años de torpes maniobras (p. 883) para castrar la medida no deseada terminaron en un fracaso. La ley que Halsbury había denunciado como impracticable resultó ser bastante sencilla, pero en medio de la acritud y los errores se perdieron oportunidades para reformas procesales muy necesarias y los jueces indignados quedaron sin recompensa. 58


Esta medida, que un oponente había afirmado "prácticamente arruinaría el antiguo sistema de administración de justicia civil en el país", 59 no hizo nada por el estilo. Sin embargo, tuvo bastante éxito, lo que llevó a más de 2000 trajes al año por encima de £ 100. Aun así, el KBD todavía no pudo hacer frente, pero Halsbury demostró no ser menos dogmático en la oposición y Loreburn tuvo suficientes problemas para persuadir a los látigos para que encontraran espacio para los tribunales del condado en un programa legislativo abarrotado sin la posibilidad de oposición en una Cámara Alta con una gran Mayoría conservadora. Loreburn estableció un comité bajo la dirección de Lord Gorell para investigar las relaciones entre el Tribunal Superior y el tribunal del condado y quedó decepcionado con el tenor conservador de su informe. 60El Comité estaba más preocupado de mejorar el funcionamiento del Tribunal Supremo de los negocios quitar de ella, 61 pero ya que no podía pasar por alto la exasperación de los litigantes comerciales a regañadientes revivió la antigua sugerencia de que debe estar abierto a la parte demandante para iniciar casi cualquier caso en el tribunal del condado, pudiendo el acusado removerlo simplemente presentando una comparecencia en el Tribunal Superior. Los casos por encima del límite de dinero de la corte del condado se limitarían a las cortes especiales del condado y la barra tendría audiencia exclusiva. 62 Incluso esta medida no se introduciría hasta que se hubieran aplicado las medidas correctoras propuestas en el KBD. 63


Sin embargo, el Informe Gorell contenía una recomendación inesperadamente radical. Consideró que la única forma económica de satisfacer la demanda reprimida de divorcio de los pobres era en el tribunal del condado, aunque aquí nuevamente el tribunal debía tener una audiencia exclusiva para preservar la dignidad y el decoro. 64 Esto fue demasiado controvertido para el gobierno, que nombró a Gorell presidente de una comisión para investigar la ley y la práctica del divorcio en general. En cambio, la Comisión sugirió que los jueces de los tribunales del condado podrían convertirse en Comisionados de Assize y manejar el divorcio en esa capacidad, pero eso también se archivó. sesenta y cinco


Mientras tanto, los funcionarios de Loreburn elaboraron un proyecto de ley de los tribunales del condado que incluía una combinación de sugerencias de reforma de larga data y la otra propuesta del Comité Gorell. La jurisdicción ilimitada se colocó audazmente a la cabeza del proyecto de ley (p. 884), pero en una escasa Cámara de los Lores, Halsbury reunió 37 votos contra los 32 del gobierno; Loreburn no tendría el proyecto de ley sin su pieza central y, por lo tanto, fue retirado. 66 Se reintrodujo en 1911 bajo la sombra del Proyecto de Ley del Parlamento, pero la oposición de varios jueces y abogados eminentes lo retrasó en los Lores el tiempo suficiente para que fracasara por falta de tiempo. 67Es probable que Haldane, quien sucedió a Loreburn, podría haberlo logrado si hubiera sido su máxima prioridad, pero sus intereses estaban en otra parte y Muir McKenzie le contó a la Comisión de Servicio Civil una historia melancólica de facturas sacrificadas regularmente por falta de tiempo y respaldo energético . 68 De hecho, aparte de las acciones remitidas, la Ley de Rollit fue el único cambio sustancial en la jurisdicción de derecho consuetudinario de los tribunales del condado entre la Comisión Romilly y la Primera Guerra Mundial.


2. NEGOCIOS

BUSINESS


Las denuncias de esta "ruinosa obra de charlatanería experimental" 69 ocultaban los temores de que tendría demasiado éxito, y así fue como se demostró. Incluso antes de que se elevara el límite de dinero en 1850, se ingresaban casi medio millón de quejas al año y en 1860 había más de tres cuartos de millón. 70 El ímpetu inicial provino de la liberación de una demanda reprimida, pero las tendencias posteriores probablemente se debieron más a los cambios económicos y sociales que a los desarrollos dentro del sistema legal. 71El número de quejas pasó de 900.000 en 1861 y luego cayó bastante abruptamente, recuperándose de 1865 al máximo en 1868 antes de caer de 975.373 a 865.040 en 1874. Otro aumento los llevó más allá de la marca del millón en 1877 y se mantuvieron bastante estables, entre 900.000 y 1.100.000, hasta que finales de la década de 1890, elevándose a partir de entonces a un pico de 1.338.732 en 1904. Poco antes de la guerra habían comenzado a caer significativamente, cayendo por debajo de 1.200.000 y luego cayeron precipitadamente. 72 Sin embargo, frente a los cambios en el tamaño de la población, estas fluctuaciones parecen menos notables. Ciertamente hubo un aumento sustancial en la década de 1850 y principios de la de 1860, pero a partir de entonces el panorama es de estabilidad general, con una leve disminución en la litigiosidad en general. 73


(p. 885) Dado que los tribunales del condado dependían en gran medida de una clase de negocios, las deudas contractuales, se podía esperar que el volumen de negocios variara notablemente de acuerdo con las fluctuaciones económicas. Las acciones de recuperación de la deuda surgieron por dos circunstancias. La clase trabajadora (contra la que se enfrentaron principalmente) tenía más probabilidades de buscar crédito "premeditado" para bienes de consumo en los buenos tiempos, cuando también era menos probable que necesitaran crédito de "crisis" para cubrir las necesidades de la vida. En tiempos difíciles, lo contrario sería cierto, pero entonces sería más probable que incumplieran, aunque algunos acreedores podrían ser más tolerantes por razones humanitarias o prácticas. 74 El estudio más detallado sugiere variaciones en el número de quejas 'fuertemente relacionadas con fluctuaciones específicas a corto plazo en el mercado laboral y los ingresos laborales'75 y, como se observó en la década de 1890, las tendencias a menudo estaban lejos de ser uniformes en todo el país; 76 tribunales en áreas propensas a ciclos violentos de prosperidad y miseria experimentaron fluctuaciones correspondientemente más agudas en los negocios.


Dentro de estas fluctuaciones, una característica notablemente constante fue que los tribunales de condado siguieron siendo principalmente instituciones para la recuperación de pequeñas deudas. El valor medio de las quejas entre 1858 y 1862 fue de £ 2 8 s 10 d ; en 1893-4 fue de £ 3 1 s , 77 y la acción típica fue por sumas aún menores; El 70 por ciento de las sentencias emitidas en 1865 fueron por 2 libras o menos, el 90 por ciento por no más de 5 libras, mientras que en 1913 más del 98 por ciento de las quejas fueron por menos de 20 libras. 78 La proporción de casos más grandes apenas aumentó durante el período, aunque en gran número no dejaron de ser impresionantes; en 1913 se emitieron unas 16.000 quejas por encima de las 20 libras, casi 3000 de ellas por encima de las 50 libras. 79


No obstante, numéricamente, los tribunales de condado empequeñecían al Tribunal Superior, que por lo general representaba entre el 80 y el 90 por ciento del total, y en momentos en que el QBD / KBD se vio particularmente afectado por retrasos, hubo una clara disminución de su participación. 80 Sin embargo, el negocio de KBD fue mucho más heterogéneo; Los agravios constituían alrededor de una cuarta parte, mientras que en los tribunales de condado eran comparativamente insignificantes.


Esto fue en parte el resultado de la exclusión deliberada de ciertos agravios de la jurisdicción del tribunal del condado. 81 Aunque posteriormente se eliminó para varios, la prohibición se mantuvo para los únicos que probablemente producirían un negocio sustancial: la difamación y la calumnia. Aunque otras razones a veces se aducen-la dudosa calidad de (p.886) el jurado de una corte del condado y la congestión en los tribunales 82 -la razón principal, confesada abiertamente por el Comité Gorell, era simplemente que 'no es deseable para animarles' . 83 La mayoría de los jueces de los tribunales del condado probablemente compartían estos sentimientos, pero esto se acerca peligrosamente a la "ley de clases": la "calumnia de la casa de marihuana" debía ignorarse, la expresión difamatoria en un club de caballeros podría perseguirse en el Tribunal Superior.


Incluso teniendo en cuenta los agravios excluidos, sin embargo, los observadores se han sorprendido por la relativa escasez de reclamaciones por accidentes en los tribunales de condado, 84porque dado el número de accidentes en los ferrocarriles, en las fábricas y en las calles, era potencialmente un campo fértil. Sin embargo, cuando el juez Kettle describió y menospreció los agravios que se le presentaron en la zona industrial de West Midlands en 1878, podría haber estado describiendo una comunidad rústica. hay varias explicaciones posibles. Ciertamente, como señalaron los opositores a una jurisdicción más amplia, el tribunal del condado carecía del aparato completo de alegatos e interlocutorios, pero ese defecto a menudo se exageraba. Además, podría ser difícil obtener un juicio por jurado y, lo que es más importante, es probable que el lugar sea el lugar de trabajo del acusado, inconveniente para cualquiera que demande a una compañía ferroviaria. El límite superior de daños también fue un inconveniente, aunque las indemnizaciones promedio en los tribunales superiores fueron inferiores a 50 libras esterlinas. Y para los abogados, el Tribunal Superior ofreció costos más generosos;85


A veces, los agravios se remitían a un tribunal del condado desde arriba. Sin importancia numérica —nunca llegaron a 2000 y en 1914 eran poco más de 1000 al año— su impacto fue a veces serio. No se distribuyeron de manera uniforme por todo el país, pero se concentraron de manera desproporcionada en los tribunales de Londres 86, donde interrumpieron los acuerdos de inclusión de los jueces y era probable que llevaran más tiempo que un caso corriente. 87 Por estas razones, algunos jueces de los tribunales de condado expresaron su irritación en la sala del tribunal o en forma impresa. 88


Aunque las acciones personales predominaron en gran medida, otras fueron importantes para exigir más tiempo y recursos. Por lo tanto, aunque la jurisdicción de equidad fue vista generalmente como un fracaso, generó entre 600 y 900 casos por año (una cifra notablemente consistente), mientras que el trabajo de quiebras, excepto entre 1869 y 1883, fue considerablemente más pesado, generalmente en la década de 3000; Las órdenes de administración, aunque nunca tan populares como se esperaba, también ascendían a varios (p. 887) miles al año. Las Leyes de Compensación Laboral también mantuvieron ocupados tanto a los jueces como a los registradores, con 9.000 arbitrajes en 1913 y 30.000 memorandos registrados (a menudo, pero no siempre, una formalidad). 89


3. ORGANIZACIÓN CENTRAL

CENTRAL ORGANIZATION


La responsabilidad de los tribunales de condado se dividió inicialmente entre tres departamentos gubernamentales. El Lord Canciller eligió a los jueces y, si era necesario, los destituyó, mientras que Hacienda supervisaba la administración financiera. La carga principal recayó sobre el Ministerio del Interior, que tenía la responsabilidad general de la organización y las operaciones, incluida la búsqueda de salas de audiencias, la organización de los distritos y la tramitación de las quejas, pero era indiferente hacia su nuevo cargo, y en 1868, con los Comisionados de la Judicatura ya deliberando sobre el futuro de la justicia civil, cedió voluntariamente sus responsabilidades al Lord Canciller, aunque sin ninguna transferencia de recursos. 90


En la práctica, el funcionamiento de los tribunales del condado había recaído durante algunos años en Henry Nicol. 91 Nicol era un funcionario del Tesoro relativamente joven, encargado de su nuevo "departamento de tribunales del condado" en 1861. Se convirtió en "una especie de secretario [del Lord Canciller] para regular las oficinas de los tribunales del condado", cuya importancia desmentía su modesta posición e hizo que sus intentos de autodespreciación fueran poco convincentes. Hasta que llegó un secretario permanente a mediados de la década de 1880, tuvo acceso directo al Lord Canciller y su gran experiencia lo convirtió en el factótum indispensable en los asuntos judiciales del condado. 92


Después de la jubilación de Nicol en 1892, sus sucesores en el departamento de la corte del condado no disfrutaron de la misma influencia. Muir McKenzie mantuvo las cosas a su alcance y se ocupó directamente de sus contrapartes del Tesoro, mientras que el departamento de tribunales del condado seguía desempeñando las funciones de 'contable', junto con 'ciertas funciones no estrictamente financieras' que surgían de las inspecciones realizadas por sus examinadores. 93El superintendente ejercía una supervisión diaria sobre los registradores y su personal, y muchos registradores consideraban que BJ Bridgeman (superintendente entre 1896-1922) tenía una perspectiva estrecha e impulsada por la economía. Bridgeman no ocultó su mala opinión de muchos jueces, y de los registradores y secretarios en general, y los registradores llegaron a considerarlo su enemigo. Su firme oposición al cambio también lo hizo impopular entre el LCO y continuamente obstruyó las reformas necesarias. 94


(p.888) Un problema insoluble al proporcionar un foro público para disputas por pequeñas sumas es que el costo de proporcionar las instalaciones será desproporcionado con respecto a la cantidad en disputa. El equilibrio entre cobrar a los pretendientes (que en el sistema de tribunales superiores significaba esencialmente la parte perdedora) y cubrir el costo de los impuestos generales siempre ha sido difícil; de hecho, los tribunales de peticiones eran populares porque sin jueces remunerados y costosas salas de audiencias, sus honorarios podrían ser muy bajos.


Los Comisionados de Derecho Común habían pronunciado con optimismo que 'honorarios muy moderados, que se pagarían en cada causa, proporcionarían un fondo suficiente para sufragar todos los gastos relacionados con el establecimiento de los Tribunales Locales' 95 y ese fue el principio adoptado en 1846, aunque los honorarios eran apenas moderados y se complementaban con un "impuesto a los pretendientes" temporal para sufragar los gastos de instalación de oficinas y juzgados. 96 A pesar de una reducción en 1850, el nivel de las tarifas fue objeto de una queja amplia y persistente 97 y con un superávit saludable fluyendo hacia las arcas del Tesoro, la presión se intensificó. 98 Por tanto, una de las cuestiones planteadas a la Comisión Romilly era «si las tasas pueden reducirse o percibirse de forma menos onerosa».99


Ese organismo dominado por abogados aceptó fácilmente ese desafío y, después de un examen superficial, elaboró ​​un borrador de tabla de tarifas que abandonó la premisa de que los tribunales deben autofinanciarse, asumiendo que el estado debe cubrir el costo de los jueces y los edificios con los pretendientes pagando el costo. resto de los gastos. Sobre esa base, y con la opinión optimista de que "la experiencia hace que el déficit sea improbable" 100 , la Comisión no tuvo ninguna dificultad en proponer reducciones sustanciales. Este acuerdo de financiación más generoso se implementó debidamente en 1856 .pero el optimismo de la Comisión resultó injustificado y los honorarios tuvieron que subir en 1864. Los arreglos financieros fueron criticados luego por dos investigaciones. Los Comisionados de la Judicatura encontraron que las tarifas eran a veces opresivas y recomendaron simplificaciones en el procedimiento (en particular, la reducción de la 'función bancaria') con miras a efectuar una reducción en las tarifas en beneficio de los pretendientes, 102 mientras que el Comité de Childers invocó los intereses de los contribuyentes ; con el cargo neto que alcanzaba las 175.000 libras esterlinas anuales, consideró extravagante la provisión de jueces, funcionarios y tribunales. 103


(p.889) Las economías ya habían sido efectuadas por la abolición de los tesoreros de distrito y la mayoría de los alguaciles, 104 pero cuando en 1872 el Tesoro hizo un intento unilateral torpe de economía al frenar las asignaciones de viaje de los jueces, se vio forzada a una retirada indigna por críticas estridentes de los jueces y abogados. 105 A Nicol le hicieron pasar un mal rato por las sucesivas investigaciones que investigaban los esfuerzos hasta ahora ineficaces para racionalizar y modernizar la estructura del distrito 106 pero Selborne, aunque admitió su fracaso en la reducción de jueces y distritos, insistió en que 'claramente no es la intención de la Constitución que la La Tesorería debería tener el control de los departamentos legales ”. 107


Una vez que se relajaron las presiones externas, el Tesoro y el LCO llegaron a un entendimiento tácito. El Tesoro no presionaría seriamente por las principales economías, mientras que el LCO no presionaría por salarios judiciales más altos ni alentaría a los activistas por tarifas más bajas. La agitación por las tarifas resurgió a principios de la década de 1890, cuando Henry Fowler las describió como "enormes" 108 y los rendimientos mostraron que a los 5 s 2 d por cada libra recuperada eran un poco más altos que en 1858-1862, aunque el aumento de los costos legales en ese período de 10 d a 1 s 10 d , fue mucho mayor. 109La Law Society ganó suficiente apoyo influyente para forzar una investigación interna, pero solo resultó en una redistribución, no en reducciones significativas. 110 La defensa habitual a la queja de las profesiones de que los costos del Tribunal Superior en casos pequeños eran mucho más bajos era que el demandante del tribunal del condado recibió un servicio más completo por su dinero, pero muchos demandantes habrían estado muy dispuestos a renunciar a eso. 111 Probablemente estaban aún menos impresionados por la defensa de un portavoz del gobierno de que las altas tarifas de recuperación ayudaron a desalentar la concesión irresponsable de crédito. 112


La demanda de tarifas más bajas se mantuvo en la parte superior de las listas de compras de reformas presentadas por las organizaciones de acreedores, impulsada por estadísticas anuales como las de 1906 que muestran que las tarifas representan el 25 por ciento del total de dinero recuperado, 113 y en 1913 la Sociedad de Abogados renovó su campaña. Sin embargo, había pocas esperanzas de éxito. El Tesoro mostraba una "ganancia" en la mayoría de los años y el LCO no pondría en peligro un subsidio de 100.000 libras esterlinas al año.  Sólo en una revisión de posguerra de toda la estructura fue una política práctica de reasentamiento financiero.


 4. ORGANIZACIÓN LOCAL Y PERSONAL

LOCAL ORGANIZATION AND STAFF


La Ley de 1846 no estableció límite para el número de jueces y tribunales y, después de consultar con los líderes locales y el cabildeo de las ciudades, el plan elaborado por Drinkwater Bethune para el Ministerio del Interior empleó a 60 jueces. Cada uno tenía un distrito que (fuera de los tribunales metropolitanos) variaba en tamaño de población de 202.000 en el centro de Gales a 312.000 en Hampshire.  R v. Parham  confirmó que la Ley debe interpretarse en el sentido de que permite un juez por distrito en lugar de uno por tribunal, lo cual es igualmente bueno, ya que la disposición era generosa, si no francamente lujosa, con no menos de 491 tribunales, algunos en lugares que incluso Bethune llamó "insignificantes". Siguió las instrucciones de que nadie debería estar a más de siete u ocho millas de un tribunal, lo que era una receta admirable para la justicia local en la era de la diligencia, pero pronto pareció extravagante en la era del ferrocarril.


El poder de agregar o eliminar ciudades por orden en el consejo pronto se ejerció: se agregaron Henley y Woolwich, se eliminaron Clutton (Somerset) y Boston (Yorkshire).  Aunque también era posible alterar o abolir distritos enteros, se obtuvo la autoridad legal expresa para otorgar a Liverpool un segundo juez a expensas de un distrito infrautilizado.  Una vez que quedó claro que más de 300 tribunales no pagarían su costo, Nicol preparó planes para reducciones drásticas, pero la oposición local frustró un plan para cerrar 100 aproximadamente en 1849 y la mitad de ese número en 1857.  Aunque Nicol mantuvo una lista de 60 para un posible cierre, las consideraciones políticas continuaron imposibilitando cambios importantes e incluso los menores podrían frustrarse, como en Sussex en 1877. 


De manera similar, los intentos de igualar la carga de trabajo entre los distritos, fuertemente impulsados ​​por las investigaciones en las décadas de 1860 y 1870, resultaron ser engañosos. Había que tener en cuenta los tiempos de viaje y había obstáculos imprevistos. Cuando un juez del distrito de Manchester descubrió que los tribunales le habían sido transferidos, rápidamente redujo la frecuencia de sus sesiones en otros para mantener sus días laborales en el número anterior, y este vergonzoso resultado hizo que Nicol desconfiara de nuevos intentos. 

Como sugiere ese incidente, los jueces tenían una autonomía considerable en la gestión de sus distritos. Se suponía que debían celebrar la corte al menos una vez al mes en cada ciudad, pero al (p. 891) encontrar poco o ningún negocio, algunos redujeron la frecuencia incluso antes de que se obtuviera la autoridad legal en 1858.  Encontraron que el Lord Canciller era mucho más liberal en esto que el Ministerio del Interior, pero todavía había ocasiones en las que llegaba un juez sin encontrar ningún asunto, como Martineau en tres visitas sucesivas a East Grinstead. 

 Las estadísticas oficiales expusieron variaciones evidentes en el número de días de sesión de los jueces; en 1864 tres se sentaron más de 165 días, otros tres menos de 110; su promedio de 135 días en 1873 estaba muy por debajo de los 200 de los jueces de tribunales superiores. Algunos también hicieron un uso bastante liberal de la facultad de nombrar un diputado en caso de 'enfermedad o ausencia inevitable', por lo que tuvo que ser regulado más estrictamente en 1888. Los oponentes de una jurisdicción más amplia argumentaron que los jueces no podían hacer frente a casos extra trabajo, pero aunque en general se reconocía que los jueces de Londres eran muy trabajadores, Loreburn y Bridgeman sintieron que muchos tenían una vida bastante fácil.


Halsbury y sus sucesores prefirieron evitar suscitar la cuestión de la organización de los tribunales de condado en general y, aparte de una remodelación de los tribunales de Londres en 1893, no se buscaron cambios importantes en la distribución o el número hasta después de la Primera Guerra Mundial. Se abrieron 131 nuevos juzgados, se cerraron los infrautilizados, pero el número era prácticamente el mismo en 1914 que en 1847 y la organización del distrito y el número de jueces también se modificó poco. Eso puede considerarse como un tributo al esquema bien elaborado de Bethune o una indicación de lo difícil que fue cambiar las instituciones de la ley.


5. REGISTRADORES

 REGISTRARS


Cada tribunal tenía su secretario, que pronto se denominó secretario.  Los registradores debían ser abogados, designados por el juez sujeto a la aprobación del Lord Canciller. La ley permitía el pluralismo y algunos jueces llevaron esto a extremos, como en el distrito 57, donde JM Carew estaba a cargo de los 13 tribunales. Las críticas a una posición similar en el oeste de Gales, donde Morris de Carmarthen tenía diez tribunales a su cargo , pronto llevaron a restricciones; a menos que el Lord Canciller diera su sanción, sería un registrador , un tribunal y se hicieron pocas excepciones;  y, en teoría, al menos, los registradores tenían que asistir a las oficinas donde un día con una sola queja para ingresar era la excepción y no la regla. Con casi 500 registradores, pudieron formar su propia asociación con una membresía considerable y desempeñó un papel activo y constructivo en la práctica de regularización. 


A la mayoría de los registradores se les pagaba mediante tarifas. Algunos sacaron provecho de ello, pero las tres cuartas partes recibían menos del mínimo legal de 100 libras esterlinas y, en los tribunales pequeños, las recompensas resultaron insuficientes para atraer a la mejor clase de abogados. Por lo tanto, había que admitir a los trabajadores a tiempo parcial, lo que se convirtió en un problema cuando se deseaba otorgarles poderes judiciales: había inquietud ante la idea de que un hombre juzgara a los litigantes que también eran clientes suyos. Hubo casos en los que un registrador actuó como juez en su propia causa , pero más comúnmente existía una sospecha de parcialidad hacia una de las partes, lo cual era difícil de probar. 

Aunque su jurisdicción de derecho consuetudinario se limitaba a casos indefensos, era notorio que muchos registradores ayudaron al juez a superar la masa de pequeñas acciones de deuda de todo tipo y en 1888, con la extensión formal a los casos defendidos en discusión, el gobierno estaba en apuros. para derrotar una enmienda que obliga a todos los registradores a tiempo completo. 142 Sin embargo, era impensable instigar un cierre masivo de todos los tribunales más pequeños y la solución finalmente adoptada fue un regreso gradual al pluralismo controlado bajo el disfraz de tribunales de `` agrupación '', aunque esto no se había llevado muy lejos en 1914. 


Por regla general, el campo de elección del juez era bastante estrecho y en las ciudades más pequeñas el cargo tendía a convertirse en el privilegio de una o dos de las principales firmas, a veces pasando de padres a hijos como sucedió con los Tassell en Faversham. 144 Algunos jueces recurrieron al nepotismo, siendo un ejemplo particularmente malo el nombramiento de Pitt Taylor de su hijo recién calificado. 145 opciones No todos incestuosas salían mal, sin embargo-TH Marshall, de Leeds fue ampliamente calcula un hombre más capaz que su padre el juez. 146 La práctica de que un juez trajera a un secretario de fuera, como cuando Woodfall llevó a FB McFea a Plymouth, probablemente se volvió más común en los grandes tribunales después de los cambios en la remuneración realizados en 1888, pero siempre fue impopular entre los profesionales locales. 


La remuneración siguió planteando una dificultad insuperable . Siempre había sido posible que a un registrador se le pagara un salario fijo (hasta £ 600, aumentado a £ 700 en 1856), pero el Tesoro rara vez había sido persuadido. 148 Se creó una nueva estructura después del Informe Romilly con tres fórmulas diferentes dependiendo del nivel comercial en el tribunal, pero aunque las tarifas de ahora en adelante fueron al Tesoro, la mayoría de los ingresos de los registradores todavía estaban vinculados al número de quejas, o posteriormente regulados por un fórmula más complicada. 

El peculiar estatus híbrido de los registradores desconcertó a la Comisión Lisgar y las cosas se complicaron aún más cuando dos disposiciones superpuestas en la Ley de 1888 facultaron al Lord Canciller para excluir a los registradores de la práctica y convertirlos en funcionarios públicos asalariados. En 1914 sólo se habían producido 22 casos (más de 40 registradores más se comprometieron a no ejercer como condición para el nombramiento), pero se había convertido en una aspiración generalizada.  Bridgeman y el Tesoro seguían prefiriendo un sistema con un elemento de pago por resultados, pero cada vez se lo criticaba más por ser anómalo y complicado: como escribió Chalmers, '[desde el punto de vista del Tesoro, hay mucho que decir a favor de el sistema de pago por resultados, pero como cuestión de moral pública el sistema es abominable ”. 

Además de la posibilidad de conflictos de intereses, alentó a los registradores a permanecer en sus puestos cuando su condición física y, a veces, mental se hubiera deteriorado; El primer registrador de Nuneaton, Henry Dawes, estuvo allí durante 60 años y el retorcido progreso de otro veterano artrítico en la oficina proporcionó entretenimiento público. 153 Ambas consecuencias proporcionaron motivos legítimos para oponerse al aumento de los poderes judiciales de los registradores propuesto en sucesivos proyectos de ley.


El descontento de los registradores con sus condiciones de empleo fue excedido con creces por sus empleados. Para mantener bajos los costos y permitir que se realicen cambios en los tribunales y distritos sin generar reclamos de compensación, se suponía que los secretarios del registro eran sus propios empleados, y él era financieramente responsable de las pérdidas causadas por su descuido o fraude. A menudo extraídos de su propia firma, rara vez estaban bien pagados (y a veces mal tratados) y, salvo en unos pocos tribunales concurridos (Birmingham era excepcional al tener más de 50 empleados y ujieres), tenían perspectivas mínimas de ascenso. Al carecer de un plan de pensiones, eran incluso más propensos que el registrador a aferrarse a sus escritorios a pesar de la edad y la enfermedad, y muchos registradores fueron demasiado compasivos para despedirlos, con resultados desafortunados para la eficiencia. no pudieron mover el Tesoro, que ni siquiera sabía cuántos eran. 


6. PRÁCTICA Y PROCEDIMIENTO

PRACTICE AND PROCEDURE


En su primer cuarto de siglo, se aprobaron una docena más de leyes de tribunales de condado, de tamaño e importancia muy variables. La Ley de consolidación de 1888 era, por tanto, deseable y vencida, pero como la Ley de 1903 era la única medida sustancial antes de 1919, no fue necesaria una consolidación adicional hasta la década de 1920.


La Ley de 1846 se complementó con un conjunto de reglas bastante esquemático elaborado por un grupo de jueces de tribunales superiores y en 1850 este código se amplió de 52 a 210 por un comité de reglas recién establecido que comprende cinco jueces de tribunales de condado.  Inicialmente, el Lord Canciller podía (y lo hizo) alterar su composición a voluntad, pero a partir de 1856 su poder se limitó a cubrir vacantes.  El poder normativo era amplio y vago y los esfuerzos del Comité a menudo eran criticados.  Su tarea más exigente fue lidiar con los costos, y el primer intento fue rechazado por los jueces de la corte superior encargados de la supervisión del Comité por ser demasiado generoso. El Comité también se hizo impopular en algunos sectores unos años más tarde, cuando se le dijo de manera bastante injusta que investigara el uso de los encarcelamientos; buscó con prudencia, y esencialmente adoptó, las opiniones de la mayoría de los jueces de los tribunales de condado, que estaban a favor de cambios menores.


La supervisión de los jueces de la corte superior se eliminó en 1856, solo se requería la concurrencia del Lord Canciller, pero a partir de 1884 el recién establecido SCRC examinó las reglas en borrador. Pronto se encontró con mucho que hacer. 161 Las reglas se habían ido ampliando constantemente a medida que se imponían nuevos deberes y la simplicidad inicial del procedimiento se veía obstaculizada por facilidades interlocutorias, etc. 162 En 1886 se llevó a cabo una revisión muy necesaria, principalmente obra del nuevo juez de Birmingham McKenzie Chalmers y GW Heywood, autor de obras de practicantes. 163 Las reglas se reformularon de acuerdo con las reglas de la Corte Suprema, y ​​según el artículo  de la Ley de consolidación, la práctica de la Corte Suprema debía aplicarse en caso de incumplimiento de cualquier regla incompatible con ella. 


 Muir McKenzie instó a la consolidación, y después de que Nicol se retiró, él y el presidente Lucius Selfe fueron la fuerza dominante en el Comité. Bajo su dirección, y con la ayuda de varios miembros capaces y con muchos años de servicio, el Comité estableció un patrón de productividad (o al menos una actividad incesante), elaborando o modificando al menos un conjunto de reglas cada año. Algunas fueron respuestas a nuevas leyes — solo las leyes de indemnización por accidentes de trabajo requerían 100 reglas y 80 formularios — o decisiones de los tribunales superiores, otras el resultado de sugerencias recibidas o de las propias iniciativas de los miembros. Aunque las reglas por lo general tenían sus críticos y ocasionalmente se argumentaba que eran ultra vires , la mayoría eran incontestables. Sin embargo, el Comité cometió un error bastante grave. Desde las recientes decisiones del Tribunal Superior, especialmente Northey, Stone & Co v. Gidney ,  habían alentado tanto a los demandantes en masa mediante una interpretación generosa de la sección 74 de la Ley de 1888 (que permitía que los acusados ​​fueran demandados 'en el distrito dentro del cual la causa de la acción o reclamo surgido total o parcialmente 'en ciertas circunstancias) que el 10 por ciento de las acciones ahora se presentaban bajo la sección, hicieron que la regla gobernante (Orden 5, regla 9) fuera mucho más estricta para frenar la práctica. El Comité subestimó gravemente la influencia de los comerciantes de crédito y abogados y la regla tuvo que ser revocada vergonzosamente. 167


Tal fue la diligencia del Comité, y los deberes adicionales impuestos a los tribunales, que las reglas, consolidadas nuevamente por Selfe en 1903, habían pasado de 1000 en 1914. Sin embargo, el Comité aceptó que generalmente estaba más allá de ellos imponer interpretaciones y prácticas uniformes. sobre los jueces, 168 aunque la Asociación de Registradores de Tribunales del Condado, además de ser la fuente más útil de sugerencias para cambios en las reglas, emitió notas prácticas útiles desde 1907. 

Su presidente, AL Lowe, fue consultado regularmente sobre el borrador de las reglas  y muchos sintieron que la Regla El comité se beneficiaría de la inclusión de un registrador, ya que los jueces están menos expuestos a las consecuencias directas de algunos cambios en las reglas. Sin embargo, algunos jueces se sintieron agraviados por no haber sido consultados; dado que sus propias reuniones contaban con escasa asistencia, este agravio era quizás imaginario.  En 1919, el Comité se amplió para incluir un registrador y también un abogado y un procurador.


Para proporcionar una justicia rápida y barata, los tribunales de condado necesariamente estarían despojados de muchas de las trampas de los tribunales superiores y no se podía esperar que igualaran su calidad de justicia; como dijo un juez del Tribunal Superior con bastante arrogancia , estaban "administrando de manera útil justicia sumaria e imperfecta". 


 

 

The Oxford History of the Laws of England, Vol. XI_ 1820–1914 English Legal System