—¿Por qué lees tanto? —(…) Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada; el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente… Pero una mente necesita de los libros, igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. —(…)—. Por eso leo tanto, Jon Snow.

TYRION LANNISTER.

viernes, 27 de diciembre de 2013

228.-Friedrich Nietzsche en el Diccionario Filosófico.-a


Friedrich Nietzsche en el Diccionario Filosófico.



aldo ahumada chu han


no figura
Diccionario filosófico marxista · 1946

Friedrich Nietzsche (1844-1900)

Filósofo idealista alemán, ultra-reaccionario, apologista declarado de la explotación burguesa y de la agresión, predecesor de los “ideólogos” fascistas. La filosofía de Nietzsche surgió en la época de la entrada del capitalismo en la fase imperialista; es una reacción de la ideología burguesa ante la agravación de las contradicciones de clase, la actividad política creciente de la clase obrera y la difusión de las ideas socialistas. Toda la ideología de Nietzsche está impregnada de odio hacia el “espíritu de la revolución”, hacia las masas populares. Según él, el trabajo es una vergüenza; según su terminología, la esclavitud sería la “esencia de la cultura” y la explotación estaría ligada a la “esencia de todo lo que vive”. Las masas populares no son más que “esclavos”, “rebaños”. La idea misma del socialismo tiene el don de ponerlo fuera de sí. La existencia de sindicatos, los derechos electorales otorgados a los obreros provocan su indignación. Todos sus pensamientos conducen a detener, cueste lo que cueste, la “revolución aparentemente inevitable”. Desde ese punto de vista, Nietzsche emprende la tarea de la “revisión de todos los valores”, la de las normas de la ideología liberal, de la filosofía racionalista, de la ética tradicional, de los dogmas de la religión cristiana. Nietzsche estima que esas normas debilitan la voluntad de lucha, son incapaces de aplastar el movimiento revolucionario creciente. Opone a la hipocresía tradicional de la ideología burguesa, una ideología abiertamente bárbara: antihumanismo, antidemocratismo, inmoralismo cínico. Distingue netamente la ideología destinada a formar trabajadores dóciles (“moral de esclavos”) y la ideología destinada a educar a la “casta de los amos” (“moral de los amos”).
Nietzsche es adepto del voluntarismo (ver), niega las leyes objetivas y atribuye a la voluntad un papel decisivo. Declara que la “voluntad de poder” es el motor de todos los procesos de la naturaleza y de la sociedad. Falsifica la ley de la “lucha por la existencia” de Darwin y la proclama principio universal substituyéndola por la “lucha por el poder”. A la “casta de los amos” predica un individualismo sin freno (culto del “superhombre”), el espíritu de agresión que no retrocede ante nada, que desprecia todas las normas de derecho y de moralidad. Al negar el progreso en la naturaleza y en la sociedad, Nietzsche opone a la teoría científica del desarrollo el mito del “eterno retorno de todas las cosas”, según el cual, la historia, lejos de seguir una línea ascendente, volvería sin cesar atrás, a las etapas ya superadas.
La filosofía reaccionaria, inhumana de Nietzsche, compenetrada de odio hacia los trabajadores, proclama el culto de la fuerza y de la “bestia rubia” y corresponde como ninguna otra, a la ideología de los fascistas. Su filosofía fue ampliamente aprovechada por los hitlerianos y está siempre al servicio de los ideólogos profascistas del imperialismo.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:380-381

Friedrich Nietzsche (1844-1900)

Filósofo idealista alemán, uno de los predecesores de la ideología fascista; profesor de filología en Basilea (Suiza, 1869-79). Nietzsche se formó ideológicamente en el periodo en que el capitalismo entraba en su estadio imperialista; las concepciones nietzschianas representan una reacción del ideario burgués ante el encono de las contradicciones de clase. Su concepción del mundo rezuma odio contra el “espíritu de la revolución” y las masas del pueblo. Le esclavitud, según Nietzsche, pertenece a la “esencia de la cultura”, la explotación se encuentra “vinculada a la esencia de todo lo vivo”. Los pensamientos de Nietzsche tienden a “contener el torrente de la revolución, por lo visto, inevitable”. Desde este punto de vista, Nietzsche somete a nueva valoración los principios y normas de la ideología burguesa liberal: la filosofía racionalista, la ética tradicional, la religión cristiana. Estima que debilitan la voluntad de lucha, que no son idóneos para aplastar el creciente movimiento revolucionario y propugna abiertamente sustituir tales principios y normas por los del antihumanismo y antidemocratismo. Nietzsche separa de manera tajante la ideología destinada a educar el espíritu de sumisión de los trabajadores (“moral de los esclavos”) y la ideología en que se ha de inspirar la educación de la “casta de señores” (“moral de los señores”), para quienes preconiza un individualismo sin freno en el derecho y en la moral. La filosofía de Nietzsche es el voluntarismo: contrapone a la razón la voluntad. Considera que la fuerza motriz universal de desarrollo es la “lucha por la existencia”, que se convierte en “voluntad de poder”. Frente a la teoría científica del progreso, presenta el mito sobre “el eterno retorno de todas las cosas”. Obras principales: Así habló Zaratustra (1883-91), Mas allá del bien y del mal (1886), La voluntad de poder (editada en 1906).
Diccionario filosófico · 1965:340

Friedrich Nietzsche (1844-1900)

Filósofo alemán, representante del voluntarismo y uno de los fundadores del irracionalismo moderno. En el lugar de las categorías filosóficas clásicas “materia” y “espíritu”, Nietzsche pone la “vida” como “voluntad de poder” (de fuerza, de poderío). Esta última es, según Nietzsche, el criterio de la importancia de los fenómenos. Al valorar desde este punto de vista el conocimiento, Nietzsche afirma que el mismo es válido únicamente “como instrumento del poder”. El relativismo gnoseológico viene acompañado de la “revisión de todos los valores” en ética, que culmina con la oposición de la “moral esclava” en boga a la “moral de los señores”, vinculada con la idea del “superhombre”. Nietzsche niega el ideal socialista, advirtiendo en el mismo la “sublevación de los esclavos en la moral”. Rechaza el cristianismo por la idea de la igualdad de los hombres ante Dios y por la subvaloración de sí mismo que mata la “voluntad de poder”. Nietzsche sustituye la mitología religiosa con los mitos sobre la “muerte de Dios” y el “retorno eterno” como sucedáneo de la inmortalidad del alma. Las bases sociales de la filosofía de Nietzsche están ligadas a la reacción de la burguesía imperialista al despliegue del movimiento obrero revolucionario. Ciertos motivos socio-críticos del nietscheanismo ejercieron influencia sobre algunos escritores y pensadores destacados (Th. Mann, H. Ibsen, Schweitzer), pero las principales conclusiones reaccionarias determinaron la principal tendencia del desarrollo de la doctrina de Nietzsche: hacia la ideología del fascismo alemán, en cuya fuente ideológica se convirtió. Obras principales: Así habló Zaratustra (1883-84), Más allá del bien y del mal (1886), La voluntad de poder (1889) y otras.
Diccionario de filosofía · 1984:313


puerta al infierno


Asesinato de Shanda Sharer.





             

Shanda Sharer
Información personal
Nombre de nacimientoShanda Renée Sharer
Nacimiento6 de julio de 1979
Pineville, Kentucky, Estados Unidos
Fallecimiento11 de enero de 1992 (12 años)
Madison, Indiana, Estados Unidos
Causa de muerteMuerte por incineración | Inmolación
Familia
PadresStephen Sharer (padre)
Jacqueline Vaught (madre)



Shanda Renée Sharer (6 de junio de 1979 - 11 de enero de 1992) fue una niña estadounidense que fue torturada y quemada por otras cuatro chicas en Madison, Indiana. Tenía 12 años al momento de su muerte. El incidente atrajo incluso atención internacional debido tanto a la brutalidad del crimen como a la juventud de sus perpetradoras, quienes tenían entre 15 y 17 años. El caso fue cubierto por las cadenas televisivas nacionales y por programas de entrevistas, y ha sido abordado en episodios en diferentes programas sobre crímenes.

Asesinas.

1.-Melinda Loveless nació en New Albany el 28 de octubre de 1975, como la menor de las tres hijas de Marjorie y Larry Loveless.

2.-Mary Laurine "Laurie" Tackett nació el 5 de octubre de 1974 en Madison, Indiana. 

3.-Hope Anna Rippey nació el 9 de junio de 1976 en Madison.

4.-Toni Lawrence nació en Madison el 14 de febrero de 1976. 

Libertad.


Toni Lawrence fue liberada el 14 de diciembre de 2000, luego de 9 años de cárcel. Permaneció en libertad condicional hasta el 2002. Toni ahora se hace llamar Toni Parker y tiene 2 hijos. También está casada con un hombre que no es el padre de sus hijos. Supuestamente Toni y Hope Rippey siguen siendo amigas.

Hope Rippey



El 28 de abril de 2006, Hope Rippey fue liberada de la prisión de mujeres de Indiana, bajo libertad condicional, luego de cumplir 14 años de su sentencia original. Permaneció en libertad condicional por 5 años hasta abril de 2011.
Hope Rippey apareció en el programa del Dr. Phil en 2011, donde fue entrevistada sobre el asesinato y su libertad condicional, y confrontada por la madre de Shanda, Jacque Vaught, y su hermana mayor, Paije. Hope ahora usa su segundo nombre, "Anna", y es bisexual. Vive con su esposa, Alesha.

Laurie Tackett

Laurie Tackett


Laurie Tackett fue liberada del centro correccional de Rockville el 11 de enero de 2018, durante el vigésimo sexto aniversario de la muerte de Shanda, luego de servir casi 26 años, y completó un año de libertad condicional.



Melinda  Loveless  fue liberada de la prisión de mujeres de Indiana el 5 de septiembre de 2019.​ Luego de cumplir más de 26 años, deberá cumplir su libertad condicional en el condado de Jefferson, Kentucky.



Interstate Compact (ISC)

Historias.

Abusos, exorcismo, celos y horror: las adolescentes que asesinaron con sadismo a su amiga de 12 años.

Hace 30 años, en enero de 1992, cuatro jóvenes secuestraron, torturaron y quemaron viva a Shanda Renee Sharer. Familias violentas y disfuncionales, relaciones abusivas y mentes perturbadas confluyeron para que la historia de la niña culmine de una manera atroz. Cómo se llegó al siniestro crimen y qué fue de la vida de las asesinas

Carolina Balbiani
03 Ene, 2022 


Shanda Renee Sharer tenía solamente 12 años la madrugada de 1992 en la que fue secuestrada por cuatro chicas adolescentes y torturada hasta morir quemada.
Familias violentas y disfuncionales, relaciones abusivas y mentes perturbadas confluyeron para que la historia de Shanda culmine de la peor manera.
Este siniestro crimen dejó claro que ser adolescente no es en absoluto una característica que exima al ser humano de maldad.
El caudal de horror que expuso el caso sacudió profundamente a la sociedad norteamericana.
Shanda nació en el Hospital de Pineville, en Kentucky, el 6 de junio de 1979. Luego del divorcio de sus padres, Steve Sharer y Jacqueline Vaught, su madre volvió a casarse y la nueva familia se mudó a Louisville. Las cosas tampoco fueron bien en este matrimonio y Jacqueline se separó una vez más.
En junio de 1991 se trasladó con sus hijas a New Albany, Indiana. Aquí Shanda ingresó al colegio secundario Hazelwood. Pero, muy poco después, sus padres la cambiaron a la escuela católica Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, para alejarla de una amiga que no les parecía conveniente (ya hablaremos de ella más adelante).
Al momento de su asesinato, en enero de 1992, Shanda asistía a otra institución, el colegio St Paul, donde participaba como animadora de los equipos de volleyball y softball.
Era una preadolescente alegre y llena de amigas.

Melinda Loveless (16 años, la mente asesina)

Nacida en New Albany, el 28 de octubre de 1975, Melinda, no pudo tener un apellido más significativo: Loveless que, en inglés, quiere decir “sin amor”.
Era la más chica de tres hermanas del turbulento matrimonio conformado por Marjorie y Larry Loveless.
Larry había sido enviado, por la Armada de los Estados Unidos, a la guerra de Vietnam y había regresado como un héroe, pero en realidad de héroe no tenía nada.
Trabajó de manera irregular para la red ferroviaria sureña de su país y, en 1972, se convirtió en supervisor de libertad condicional en el departamento de policía de New Albany. Duró poco. A los ocho meses fue despedido luego de que atacara a un hombre negro al que acusó de haber salido con su mujer.
Marjorie también trabajaba de manera irregular. Vivían en un barrio de clase media alta y, cuando los dos tenían empleo, la familia la pasaba bien. Pero las cosas se iban a pique cuando Larry gastaba de manera compulsiva en autos caros y armas de fuego. En 1980, Larry se declaró en bancarrota. Sus familiares describieron que la situación, en ese entonces, se volvió caótica y que las chicas Loveless pasaban hambre.
En esos años, hubo un período en el que la pareja se involucró con una Iglesia Bautista y renunciaron a beber y a las prácticas swinger. Melinda, que tenía cinco años, fue sometida -por sus problemas de conducta- a un exorcismo que duró cinco horas.
Intramuros, todo era bastante traumático. Las promesas de la pareja resultaron vanas. Al poco tiempo, Larry intentó abusar de una mujer y tuvieron que dejar la iglesia. Marjorie y Larry volvieron a su vida de descontrol, lujuria y alcohol. Mantenían un matrimonio abierto: iban a bares donde Larry simulaba ser médico o dentista y presentaba a Marjorie como su novia. La “compartía” con compañeros y amigos. Una de esas veces, durante una orgía con otra pareja en su casa, Marjorie intentó suicidarse. Algo que repetiría varias veces más durante la infancia de sus hijas que presenciaban el desmoronamiento familiar sin poder hacer nada.
En 1986, luego de que ella no lo dejara ir a su casa con dos mujeres que había conocido en un bar, Larry le dio una paliza que la mandó al hospital. El ex “héroe” de Vietnam, terminó preso.
Las chicas sufrían mucha vergüenza y dolor por las conductas de su padre. A veces, tomaba sus bombachas y las olía delante de otros familiares.
En noviembre de 1990 Marjorie sorprendió a Larry espiando a Melinda y a una amiga. Lo atacó con un cuchillo. Él quiso agarrarlo y se cortó la mano. Terminó en el hospital. Esto condujo a un nuevo intento de suicidio de Marjorie. Fueron sus hijas quienes llamaron a la ambulancia.
Luego de este escándalo, Larry pidió el divorcio y se mudó al estado de Florida. Melinda se sintió abandonada por su padre, sobre todo cuando él volvió a casarse.
Marjorie, durante el juicio, describió a Larry como un pervertido: sostuvo que le gustaba usar la ropa interior y el maquillaje de ella y de sus hijas y que, además, tenía obsesión con verla tener sexo con hombres y mujeres.
Esa alienante vida familiar fue el marco en el que creció Melinda. De pelo largo y ondeado y contextura pequeña a la adolescdente le gustaba posar sexy frente a la cámara y desafiar a todos. En sus años de carencias afectivas había desarrollado un malsano instinto posesivo.

Mary Laurine Tackett (17 años, la cómplice violenta)

Lauri, así le decían de pequeña, nació en Madison, Indiana, el 5 de octubre de 1974. De pelo casi blanco y ojos azules, era la clásica chica norteamericana de las películas. Su padre era operario en una fábrica y su madre, una mujer muy religiosa, fanática de la Iglesia Pentecostal.
En mayo de 1989 su madre la descubrió cambiándose de ropa para salir del colegio y la atacó tomándola del cuello. Casi la ahorca. La cosa terminó con asistentes sociales visitando a la familia para asegurarse de que no hubiera más abuso infantil. Pero las peleas de Laurie con su madre siguieron sucediendo.
Un día, enterada de que el padre de una de las amigas de su hija, Hope Rippey, había comprado para las chicas una tabla Ouija (especie de tablero de madera a través del cual algunos creen establecer contacto con espíritus), también llamado Tablero de las brujas, fue hasta lo de los Rippey. Les exigió que la quemaran y que exorcizaran la casa.
Nada de esto alcanzó para encauzar a Laurie que fue volviéndose más y más rebelde después de los 15 años y se fanatizó con el ocultismo. A sus amigos les decía que estaba poseída por el espíritu de “Deanna la vampira”. Empezó a autolesionarse copiando a una amiga.
Desesperados, el 19 de marzo de 1991, sus padres la llevaron al hospital. Los psiquiatras le prescribieron antidepresivos y, luego de unos días, le dieron el alta. Pero 48 horas después se cortó las muñecas y tuvo que ser reingresada. Fue recluida en el área psiquiátrica. Confesó que tenía alucinaciones desde muy chica y le diagnosticaron “personalidad borderline”.
Salió de allí el 12 de abril de 1991 y en septiembre abandonó el colegio. Ingobernable, cuando cumplió los 17, dejó la casa de sus padres y se fue a vivir con amigos. Se hizo amiga de Melinda Loveless a fines de noviembre de ese año. En diciembre, volvió a mudarse con sus padres a Madison porque le prometieron que le comprarían un auto. Así lo hicieron, pero lo cierto es que terminó pasando la mayor parte del tiempo entre Louisville y New Albany, y siempre acompañada por Melinda.
Laurie Tackett (quien alegó posteriormente durante el juicio haber sufrido abuso sexual al menos dos veces entre los 5 y los 12 años) se había sumado, como ya veremos, al combo mortal.

Hope Rippey (15 años, la aliada del horror)

Hope Anna Rippey, nació el 9 de junio de 1976 en Madison, al igual que Laurie Tackett. Su padre era ingeniero en una planta de energía. En 1984 sus padres se divorciaron y ella terminó mudándose a Michigan con su madre y sus hermanos durante tres años. Sus padres se reconciliaron en 1987 y volvieron a vivir a Madison donde se reunió nuevamente con sus amigas de infancia, Laurie Tackett y Toni Lawrence.
Sus padres veían a Laurie como una pésima influencia. pero poco podían hacer. Hope ya sentía atracción por otras chicas y se catalogaba como bisexual. Como sus amigas, comenzó a automutilarse.
La chica de 15 años, de pelo castaño por debajo de los hombros y sonrisa fácil, pasó a integrar la banda asesina.

Toni Lawrence (15 años, la arrepentida)

Nacida en febrero de 1976 en Indiana, Toni Lawrence fue la cuarta adolescente en pasar a formar parte del grupo. Rubia, de pelo ondulado, usaba unos grandes anteojos porque era muy corta de vista.
Su padre trabajaba como empleado de una metalúrgica. Toni había sido abusada por un familiar cuando tenía 9 años y violada por un adolescente que la acosaba, a los 14. Traumada por los ataques sexuales llegó a hacer terapia por un tiempo, pero luego abandonó. No encontraba el rumbo y terminó por inclinarse hacia una vida promiscua. Y, para no ser menos que sus amigas, empezó a lastimarse. En esos tiempos incluso intentó suicidarse.
Las amigas se hallaban unidas por el espanto. Constituían una tribu donde la normalidad no tenía cabida.

Peores amigas.

Desde que su padre se volvió a casar Melinda Loveless andaba furiosa. Presentaba una conducta errática y peleaba mucho con sus compañeras de colegio.
En 1990 se puso de novia con una chica del colegio, muy deportista, llamada Amanda Heavrin.
En marzo de 1991, Melinda por fin se animó y salió del clóset. Le dijo a su madre que le gustaban las chicas. Marjorie, al principio, se enojó, pero luego acabó aceptándolo.
Amanda y Shanda Sharer se conocieron también en 1991. Se hicieron muy amigas y Melinda, inmediatamente, estalló de celos. Por eso, cuando su relación con Amanda Heavrin empezó a deteriorarse, le echó la culpa a Shanda, esa preadolescente cinco años más chica que ella. La odió.
Shanda y Amanda asistían juntas a clases de danza. Melinda un día las confrontó y amenazó a Shanda.
Todo eclosionó cuando se las encontró juntas en un festival. Melinda, en público, volvió a hostigar a Shanda. Las cartas estaban jugadas.
Los padres de Shanda estaban muy preocupados por la relación de su hija con Amanda. Finalmente se decidieron y la sacaron del colegio. Pensaron que así terminarían con esa “amistad” rara y con tanta diferencia de edad. En noviembre, la transfirieron a un colegio católico. Creían que una institución con valores más firmes funcionaría como contención. Lograron separarlas por un tiempo.
A pesar del distanciamiento de Shanda y Amanda, Melinda no se arregló con su ex. Sus celos de Shanda no se habían apaciguado. Quería hacerla escarmentar.

Así llegamos a enero de 1992.

Preludio de un crimen.

El 10 de enero de 1992, Laurie Tacket (17) pasó a buscar a Toni Lawrence (15) y a Hope Rippey (15) en su auto. Ni Hope ni Toni conocían en persona, todavía, a Melinda Loveless (16). Si bien las tres sabían de los planes de Melinda para “asustar” a su rival amorosa Shanda Sharer (12), tampoco conocían a la víctima.
Apenas llegaron a la casa de Melinda le pidieron ropa prestada. Ella, envalentonada, les mostró un cuchillo y les contó cómo iba a asustar a Shanda. En el camino hacia lo de su enemiga, volvió a explicarles por qué detestaba a la chica: era una “perra” que le había robado a su novia Amanda.

Llegaron antes de que anocheciera.

que Hope y Toni tocarían la puerta, le dirían que iban de parte de Amanda Heavrin y la invitarían a ir con ellas a un sitio llamado “El Castillo de las Brujas”.

Lo siguieron al pie de la letra, pero Shanda les respondió que no podía ir: sus padres estaban despiertos y no la dejarían marcharse. Les sugirió que volvieran después.
La banda de las cuatro decidió hacer tiempo y se fue hacia la ciudad a un concierto de punk rock. Hope y Toni no estaban para nada interesadas en la música. Conocieron a dos chicos y resolvieron volver al parking y, en el auto de Laurie, mantuvieron relaciones con ellos. Finalmente, las cuatro emprendieron el camino de regreso a la casa de Shanda. Melinda iba como loca repitiendo que no podía esperar para matarla. Al mismo tiempo, les confesó que encontraba atractiva a Shanda y que tendría sexo con ella.
Llegaron poco antes de la una de la madrugada del sábado 11 de enero de 1992.

Un cuchillo desafilado.

Esta vez fueron Laurie y Hope las que bajaron a buscar a Shanda, Toni no quiso hacerlo. Shanda salió con ellas y se subió en la parte trasera del vehículo. Melinda estaba escondida debajo de una manta y en la mano tenía empuñado un cuchillo desafilado. Saltó sobre Shanda y le apoyó el cuchillo en el cuello. Lo que seguiría serían nueve horas de amenazas y brutales torturas.
Condujeron el coche con dirección a Utica, Indiana, donde estaba El Castillo de las Brujas, una construcción de piedra destruida, en una colina desolada que da sobre el río Ohio. Melinda aprovechó el trayecto para relatarles que, según decía la leyenda, la casa había pertenecido a nueve brujas y que la gente del pueblo la había quemado para deshacerse de ellas.
Una vez que llegaron al sitio, entre todas, ataron a Shanda por las muñecas y los tobillos. La menor lloraba. La oscuridad de la noche se iluminaba, cada tanto, por las luces de los autos que pasaban por el camino principal. Comenzaron a temer que alguien las viera y optaron cambiar de sitio. Irían a un lugar más aislado, cerca de lo de Laurie. En el camino pararon a cargar nafta.
Laurie las condujo hasta un basural, en una ruta desolada y rodeada de árboles. Toni y Hope estaban tan asustadas que no querían salir del auto.
Melinda y Laurie bajaron con Shanda. La obligaron a desvestirse y luego Melinda comenzó a golpearla con sus puños. Una vez que Shanda estuvo en el suelo le pegó varias veces en la cara con sus rodillas. El impacto de cada rodillazo hacía que los aparatos fijos que tenía colocados Shanda se incrustaran en sus labios y cortaran su boca.
Melinda enceguecida sacó el cuchillo e intentó degollarla. La falta de filo hizo imposible sus intentos. La lastimaba, pero no lo suficiente y la víctima peleaba por su vida. Fue entonces que Hope salió del auto para ayudarlas a mantener a Shanda inmóvil contra el piso. Laurie y Melinda se turnaron entonces para apuñalarla en el pecho y golpearla con un hierro. Le hicieron tajos en las piernas y, después, le pusieron una soga al cuello. Apretaron con todas sus fuerzas y Shanda cayó desmayada. La subieron al baúl del auto y le dijeron a Toni que estaba muerta.
Eso creían.
Shanda iba sangrante, dolorida y aturdida, pero todavía viva, en aquel baúl.
Quemada viva
Con Shanda aprisionada fueron hasta la casa de Laurie donde tomaron algo y se limpiaron la sangre de sus manos y brazos. En eso estaban cuando escucharon gritos que venían de fuera de la casa. Más precisamente del auto. Shanda estaba viva y a los alaridos. Laurie salió iracunda con un cuchillo pequeño para vegetales. Abrió el maletero y la apuñaló varias veces más. Volvió dos minutos después bañada en sangre. Se metió en la ducha, se limpió y luego tomó sus piedras y runas para leerles el futuro.
Un rato después, Laurie y Melinda salieron a dar una vuelta con el auto. Shanda, a pesar de todos los golpes y puñaladas, seguía emitiendo ruidos que sonaban como gorjeos y llantos. Laurie detuvo la marcha y bajó a mirar. Abrió la tapa y Shanda se sentó de golpe, toda cubierta de sangre, intentó hablar, pero no le salían las palabras. De pronto se le dieron vuelta los ojos hacia atrás. Laurie tomó el mismo hierro con el que la habían atacado antes y le comenzó a pegar hasta que Shanda quedó totalmente en silencio.
Las amigas bajaron el cuerpo de Shanda del auto, quien todavía respiraba, envuelto en una manta, lo dispusieron en el piso. Laurie le pidió a Hope que la rociara con la botella de combustible. Luego prendieron la fogata
Las amigas bajaron el cuerpo de Shanda del auto, quien todavía respiraba, envuelto en una manta, lo dispusieron en el piso. Laurie le pidió a Hope que la rociara con la botella de combustible. Luego prendieron la fogata
Volvieron a la casa antes del amanecer. Hope y Toni preguntaron qué había pasado y Laurie riendo a las carcajadas empezó a contarles la escena de cuando Shanda se había sentado en el baúl. El ruido despertó a la madre de Laurie que empezó a gritarle a su hija que se callara, que por qué había salido hasta tan tarde y qué hacía con tantas chicas en su casa. Laurie la aplacó diciéndole que las llevaría a cada una de regreso a sus casas.
Salieron y en una estación de servicio, cargaron un poco de nafta y compraron una Pepsi de dos litros.
Laurie vació la botella de gaseosa y la rellenó con gasolina. Siguieron su marcha.
Cuando llegaron a un lugar llamado Lemon Road, bajaron el cuerpo de Shanda, quien todavía respiraba, envuelto en una manta, lo dispusieron en el piso. Laurie le pidió a Hope que la rociara con la botella de combustible. Luego prendieron la fogata.
Como Melinda Loveless todavía temía que su enemiga siguiera viva, volvió al lugar con más combustible. El cuerpo ardió un poco más.
De allí, las cuatro se fueron a un McDonald’s. Querían desayunar. Eran las 9.30 y no daban más de hambre. Se rieron juntas y se burlaron sobre cómo había quedado el cuerpo de Shanda. ¡Dijeron que parecía una de esas salsas que estaban comiendo!
Laurie llevó a Toni y a Hope a sus respectivas casas y volvió a la suya con Melinda donde limpiaron el auto con una manguera. A las tres de la tarde alcanzó a Melinda a su vivienda. Melinda, muy excitada con lo que habían hecho, llamó a su ex Amanda y le contó que habían matado a Shanda Sharer. Muchas veces le había dicho que pensaba matarla. Amanda aseguraría luego que, en ese momento, no le creyó.

Aparición sin vida.

Más tarde ese mismo día, Donn y Ralph Foley, dos hermanos que habían salido a cazar pájaros, notaron algo que despedía humo y un olor especial al costado del camino. Curiosos, bajaron a ver. Era una figura chamuscada. La parte superior estaba casi calcinada, se veían sus dientes. El cuerpo ennegrecido tenía los puños elevados hacia el cielo y las piernas, que todavía conservaban unas medias largas desgarradas, estaban abiertas. Horrorizados, llamaron a la policía.
Eran las 10.55.
A esa hora la banda inconcebible y asesina se encontraba cerca, desayunando.
Los detectives llegaron y comenzaron a recolectar la evidencia forense. Lo primero que pensaron es que había sido una venta de drogas que había resultado mal.
Al mismo tiempo, en la casa de los Sharer cundía la alarma. Steve notó que su hija no estaba. Llamó a los amigos de Shanda y, finalmente, se armó de coraje y llamó a su ex mujer. Eran las 13.45. Fueron juntos a la comisaría para reportar la desaparición de Shanda.
Simultáneamente, Melinda y Laurie, seguían con la necesidad de impresionar a otros. Llamaron a una amiga, Crystal, y con ella fueron a buscar a Amanda, la ex novia de Melinda.
La única que había presenciado todo y que estaba horrorizada era Toni Lawrence. En pocas horas su psiquis colapsó. A las 20.20 de esa tarde terminó yendo con sus padres a la comisaría. Lo contó todo. Dio nombres y edades. Los detectives no podían creer lo que escuchaban.
Tenían una chica denunciada como desaparecida, un cuerpo quemado hallado por unos cazadores y una confesión horripilante.
Diez horas después de haber hallado los restos carbonizados la policía tenía resuelto el caso.
Los Sharer recibieron la noticia más atroz.
Allí, donde nunca pasaba nada, cuatro chicas de entre 15 y 17 años habían torturado hasta la muerte a una de 12. No podía ser cierto, pero lo era.
El detective Howard Henry se dirigió a la casa de Shanda para conseguir sus fichas dentales para una correcta identificación de la víctima.
Las primeras en ser detenidas, al día siguiente, fueron Melinda y Laurie.

Cuatro condenas y el fin de la inocencia.

Las primeras fotos policiales de las cuatro detenidas impactan. No solo por su juventud sino porque tanto Melinda como Hope sonríen alegres para la cámara. Podría ser una foto tomada durante unas vacaciones felices. No se la ve así a Laurie Tackett, quien tiene una mirada extraviada enmarcada por su cortísimo pelo dorado revuelto. Ni a Tony Lawrence, quien parece ser la única que se percata de la gravedad de lo que han hecho. Detrás de sus anteojos, sus ojos revelan algo de horror vivido.

Los peritos forenses durante el juicio pudieron establecer cosas horribles: que Shanda tenía sus muñecas y tobillos atados, que había sido golpeada con un objeto contundente varias veces; que había sido apuñalada en el pecho, que tenía cortes en las piernas y que había sido brutalmente sodomizada con un objeto filoso. El Dr. Nichols estableció que la causa de muerte fue por quemaduras e inhalación de humo. Shanda había sido quemada viva.
Los profesores del colegio secundario se mostraron sorprendidos y dijeron que ni Hope ni Toni tenían problemas de disciplina y que estaban por encima del promedio de los alumnos. Sus compañeros dijeron que solo eran un poco raras y que pasaban mucho tiempo vistiendo ropas negras. El preceptor escolar Larry Cummins sostuvo que Laurie Tackett era una estudiante con buenos valores y que había sido muy religiosa. En fin, cada uno había visto solo un pedazo de la foto, no la imagen completa.
Si Larry había abusado o no de sus hijas es algo que no quedó del todo claro. En la corte, durante el juicio por el crimen de Shanda, se dijeron entre otras cosas que había acariciado a la hermana menor de su mujer y que había molestado a las hijas de su primo Teddy, de entre 10 y 14 años. Teddy, incluso, testimonió que Larry había atado una vez a las tres hermanas en el garage y las había violado sucesivamente. Pero ninguna de las hermanas aceptó que eso hubiera ocurrido. Sí quedó demostrado que era un violento y que un par de veces las apuntó con un arma.
Por supuesto, las defensas de las acusadas, lo intentaron todo. La de Melinda alegó que su clienta tenía un retraso mental y que había sufrido incontables abusos en su niñez.
Las cuatro jóvenes fueron juzgadas como adultos y, para evitar la pena de muerte, aceptaron acuerdos con la fiscalía.
Laurie Tackett y Melinda Loveless recibieron un castigo de 60 años de cárcel. Toni Lawrence fue sentenciada a 20 años de cárcel y Hope Rippey recibió una condena a 50 años, que luego le fue reducida a 35 años.
Toni Lawrence fue la primera en ser liberada en el año 2000. En abril de 2006, Hope recuperó la libertad bajo palabra por su buena conducta. Estuvo bajo supervisión durante cinco años. El 11 de enero de 2018 le otorgaron la libertad condicional a Laurie Tackett y, el 5 de septiembre de 2019, al cerebro de la banda, Melinda Loveless. Le faltaban pocos días para cumplir los 44 años y había estado presa 26.

El difícil después.

El padre de Melinda, Larry Loveless, fue arrestado en febrero de 1993 y trasladado a Indiana para enfrentar cargos de violación y ataque sexual. Pasó en prisión dos años esperando su juicio y, finalmente, al caerse varios de los cargos, fue liberado en junio de 1995. En 1998 se suicidó tirándose debajo de un ómnibus escolar. Tenía 52 años.
El padre de Shanda murió en 2005, a los 53, como consecuencia del alcoholismo en el que había caído luego de la violenta muerte de su hija. Fue enterrado al lado de Shanda. Jacqueline Vaught, la madre de la víctima, dijo en un reportaje por televisión que su ex marido estaba tan destruido por el asesinato de Shanda que “hizo todo lo posible por morirse”.
Demás está decir que el caso inspiró exitosas series, documentales, dos libros (uno best seller) y una obra de teatro.
Jacqueline en los años siguientes se enfrentó a Amanda Heavrin a quien considera tan culpable como a las otras cuatro chicas por la muerte de Shanda. Al fin de cuentas, dice, fue por los celos que ella despertó que terminó siendo asesinada. Alega también que Amanda mantenía relaciones sexuales con Shanda quien era menor de edad. Para la ley, remarca Jacqueline, eso es abuso deshonesto. Además, asegura que Amanda sabía que Melinda quería matar a Shanda y no hizo nada por impedirlo.

Curiosamente, en 2012, la madre de Shanda le donó a Melinda Loveless un perro llamado Ángel, en nombre de su hija, y la autorizó para que trabajara en entrenamiento de mascotas que ayudan a gente con capacidades diferentes.


A quienes la criticaron por su decisión, les explicó: “Es mi decisión de hacerlo. Shanda es mi hija. Yo sé lo que mi hija hubiese querido que haga y es exactamente lo que llevé a cabo. Si no dejás que algunas cosas buenas salgan de las cosas malas, nada mejora”.
Jacqueline había encontrado la manera de soportar su martirio.



Watch Cold Case · Season 4 Episode 20
Levántate y grita (Stand Up and Holler)



Episodio de TV

Descripción

Cuando se encuentra una confesión anónima de asesinato en una exposición de arte moderno, el equipo vuelve a investigar la sobredosis fatal de drogas de una estudiante de secundaria de dieciséis años y animadora en 1997.

Sinopsis

1 de septiembre de 1997 En la escuela secundaria de Birmingham, se está llevando a cabo una práctica de fútbol. Las mejores amigas Rainey Karlsen y Celeste Church están haciendo una prueba para ser animadoras del equipo universitario. Mientras un paria llamado Joe Vives-Alvarez observa con disgusto, Rainey y Celeste ingresan al equipo. Tres días después, el cadáver de Rainey es encontrado en el campo de fútbol vacío en la línea de 50 yardas. Su muerte fue declarada como una sobredosis accidental de drogas y el caso fue cerrado.

2007 Lilly y Scotty se dirigen a un museo después de recibir una llamada de la madre de Rainey, Elizabeth. Su exposición de arte es un lugar donde la gente confiesa sus secretos. En la exposición hay un trozo de papel que dice "Maté a Rainey Karlsen" con un dibujo de lo que parece ser un átomo, la misma imagen que se encontró en el cuerpo de Rainey. Elizabeth insiste en que los dos detectives reabran el caso de su hija.
En la estación, el equipo analiza el caso y Nick comenta que le encantaba la escuela secundaria porque era un atleta de hockey, a quien las chicas admiraban. Lilly bromea diciendo que ella era el tipo de persona con la que nadie quería meterse. Lilly, Nick y Kat revisan los informes de la autopsia que decían que había altos niveles de Liquid X y alcohol en el sistema de Rainey, pero no había signos de agresión sexual. Además, ella faltó a su reunión de motivación de la escuela secundaria. El equipo finalmente decide interrogar a la mejor amiga de Rainey, Celeste.

Celeste le dice a John y Scotty que no tenía idea de quién estaba con Rainey la noche en que murió. Celeste explica que ella y Rainey habían sido mejores amigos a pesar de todo, pero que ella no era tan popular como Rainey porque su capitana de animadoras, Becca, elegía a sus favoritos.
Flashback Becca y sus amigas invitan a Rainey y Celeste a sentarse con ellas durante el almuerzo ahora que están en el equipo. Becca bromea sobre que Celeste estaba gorda en la secundaria y decide invitar a Rainey a una fiesta, lo que atrae la atención del entonces novio de Becca, Casey Evans. Celeste intenta unirse a la conversación, pero no le responde.
Celeste revela que Becca quería ser amiga de Rainey porque pensaba que Rainey sería una amenaza para su relación con Casey. El equipo decide interrogar a Becca.
La escuela secundaria de Birmingham se prepara para su reunión de exalumnos de diez años. Lilly y Will le preguntan a Becca si Casey estaba enamorada de Rainey. Becca responde que Rainey no tenía ni idea de cómo tratar a los chicos y que la invitó a una fiesta porque Rainey era un nuevo miembro del equipo de animadoras del equipo universitario. Will pregunta si había alguien dispuesto a lastimar a Rainey y Becca responde que son aquellos que quieren lastimar a "la gente popular y atractiva".

Flashback Rainey, Becca, Celeste y Casey están en una clase de física impartida por el Sr. Pruit, quien también es el entrenador. El entrenador Pruit hace una pregunta sobre qué Ley de Newton del Movimiento sería una roca si le impidiera a alguien andar en patineta. Casey bromea, "mi trasero" y Rainey levanta la mano. Becca luego convence a Rainey de que descarte su respuesta y le dice que si se ve inteligente, será una perdedora. Detrás de los dos, Joe los regaña por ser idiotas y sugiere erradicarse del mundo. Rainey aparentemente se toma esto más ofensivamente que Becca.

En el presente, Lilly y Will se muestran escépticos de que Joe haya matado a Rainey solo porque Becca pensó que era un perdedor. Sin embargo, Becca les dice que Joe fue expulsado de la escuela unos meses después de la muerte de Rainey. Se rumorea que fue debido al Líquido X.
Nick y Scotty cuestionan a Joe y le recuerdan que él quería que Rainey fuera erradicada del mundo. Joe se defiende y dice que si bien fue expulsado de la escuela, no fue por Liquid X; fue porque lo atraparon fumando marihuana por quinta vez en las gradas. Joe procede a decirles que se equivocó con Rainey y pensó que ella era mejor que los chicos populares, incluido Casey, quien siempre quería estar con ella.

Flashback Rainey confronta a Joe y luego confiesa que su respuesta en la clase de física fue la Primera Ley del Movimiento de Newton: una fuerza desequilibrada. Joe se sorprende y le pregunta por qué seguiría el consejo de Becca antes. Rainey responde que no lo entendería. Joe le aconseja cómo lidiar con la presión de grupo, haciéndola reír. Rainey dice que las animadoras son geniales y admiradas por todos, y tal vez sea estúpido y superficial querer eso. Joe le asegura que todos querrían algo así. Casey luego los interrumpe para recordarle a Rainey sobre su fiesta y coloca sus manos sobre sus hombros, haciéndola sentir incómoda. Joe le dice que se detenga y Casey exige saber quién es. Joe mira a Rainey, quien no dice nada, y se queja de que no es nadie.
Nick del presente le pregunta a Joe si Casey podría haber asesinado a Rainey y Joe revela que durante los años universitarios de Casey, fue acusado de violación en una cita.
John y Lilly traen a Casey para interrogarlo. Casey les dice que los cargos de violación en una cita fueron retirados y no parece estar preocupado. Lilly le pregunta dónde estaba la noche de la muerte de Rainey y él responde que estaba de fiesta con sus amigos en su casa porque sus padres estaban fuera de la ciudad. John le pregunta si Rainey le dijo que se perdiera, pero Casey les dice que ella no le dijo que se perdiera, sino que alguien más lo hizo.

Flashback Casey y el resto del equipo de fútbol se esconden en el vestuario de las chicas, donde Becca y el resto de las animadoras entran después de un gran partido. Becca felicita a Rainey y Celeste por su primer partido y las prepara para una tradición posterior al partido: las animadoras primerizas tienen que darse un beso francés. Rainey no quiere, pero Celeste simplemente le da un beso en los labios. Casey y el equipo de fútbol aparecen y gritan "¡LENGUA!". Casey intenta hacer algo con Rainey, quien entra en pánico y sale corriendo del vestuario. Ella descubre que el entrenador Pruit también está con el equipo, y él intenta insistir en que todo esto es una broma. Enfadado, Rainey amenaza con decírselo al director antes de salir furioso, dejando atrás a Celeste.
Casey comenta que el entrenador Pruit era un "tipo genial" y que en ocasiones le compraba cerveza al equipo. Después de escuchar esto, Lilly y John creen que él mató a Rainey para callarla antes de que pudiera hablarle al director sobre él.

Kat y Will entran al aula actual del entrenador Pruit para interrogarlo sobre la muerte de Rainey y recordarle que ella amenazó con denunciarlo por colarse en el vestuario de las chicas. El entrenador Pruit señala que Rainey no lo denunció, pero ella le dio una lección el día de su muerte para que dejara de ser amigo de los estudiantes y hiciera su trabajo. El entrenador Pruit le dice a Kat y Will que aprendió esto el día de la reunión de motivación, justo antes de que Rainey fuera vista por última vez.

Flashback El entrenador Pruit está un poco impaciente con la presentación de su estudiante Dorian durante la clase de física. Casey le hace un gesto sugerente a Celeste, que tiene los ojos llorosos. Becca le advierte que se controle. Después de la presentación de Dorian, es el turno de Becca. Se pone frente a la clase sin un cartel y solo hace un comentario sugerente sobre la fricción y la lubricación. La clase aplaude y el entrenador Pruit lo aprueba mientras Joe se burla en la parte de atrás. Rainey lo dice y dice que la "presentación" de Becca no está ni cerca de ser una discusión coherente. El entrenador Pruit lo ignora mientras Joe está fascinado de ver a alguien finalmente enfrentarse a él. Rainey procede a llamar la atención del entrenador Pruit sobre cómo no enseña y se aprovecha de su trabajo para favorecer a los niños populares. El entrenador Pruit intenta amenazarla con detención. Enfadado, Rainey sale furioso del aula, diciendo que Joe es "la única persona real" allí. Joe aplaude mientras Becca bromea sobre lo que acaba de pasar. Molesto, Joe voltea su escritorio y también sale furioso.

El entrenador Pruit les admite a Kat y Will que Rainey tenía razón desde el principio y que debería tomar su trabajo más en serio. Kat le pregunta si Joe salió del aula después de Rainey y dónde estaba su escritorio. El entrenador Pruit señala dónde se sentó Joe ese día. En el escritorio donde se sentó, Kat y Will encuentran un dibujo de un átomo con marcador permanente.
Joe es interrogado nuevamente y Lilly y Scotty lo confrontan. Le muestran a Joe una foto de su escritorio, donde dibujó el átomo. Joe admite que lo dibujó, pero luego Lilly muestra una foto del átomo en la pierna de Rainey y lo acusa de matarla. Joe luego muestra una mirada de desaliento y de mala gana dice que él fue quien publicó la nota en el museo y mató a Rainey. Al ver a través de esta falsa confesión, Lilly y Scotty le preguntan por qué admitiría el asesinato de Rainey. Joe responde que es su reunión de diez años y que nadie piensa ni se preocupa por Rainey. Joe luego se culpa a sí mismo por su muerte, llamándose a sí mismo la "fuerza desequilibrada".

Flashback Rainey está sentada afuera de la escuela, lejos de la reunión de motivación esa noche. Joe la encuentra y se sienta a su lado. Rainey le dice que se saltó intencionalmente la reunión de motivación y contempla dejar el equipo de animadoras, pero le preocupa que Becca la humille durante sus días de escuela secundaria. Luego, Joe dibuja un átomo en su pierna, explicando que Rainey no querría ser los puntos en órbita, enredándose sin principio ni fin. En cambio, querría estar en el centro, sentada, constante y observando. Joe explica que dibuja esto para ayudarlo. Inspirado, Rainey pregunta si dos centros pueden ser amigos y Joe acepta la idea. Comparten un beso y Rainey le dice que va a dejar el equipo. Mientras se aleja, Joe le recuerda que es solo la escuela secundaria.
Joe del presente confiesa que no le dijo a la policía que estaba con Rainey la noche en que ella murió porque él era el "chico drogadicto malo" y nadie le habría creído, lo que lo convirtió en el chivo expiatorio de quien probablemente la mató: Becca.
En la reunión, Lilly se enfrenta a Becca, que intenta evitarla. En el vestuario, Lilly le dice a Becca que esta reunión era solo para poder sentirse bien de nuevo y revivir los días de gloria, y menciona sus trabajos fallidos y sus dos matrimonios disueltos (ya van tres) desde la escuela secundaria. Lilly le recuerda a Becca que Rainey iba a dejar el equipo y mostrarle al mundo lo perdedora que era Becca. Becca se enoja y le dice a Lilly que le mostró a Rainey quién manda.

En el flashback, Becca y las otras animadoras, incluida Celeste, están a punto de verter una dosis de Liquid X en sus latas de cerveza en el campo de fútbol vacío por la noche. Becca hace otra broma sobre que Celeste está gorda, lo que hace que Celeste vierta todo el Liquid X en su cerveza sin que nadie se dé cuenta. Rainey se acerca y anuncia que dejará el juego. Cuando Becca protesta, Rainey la critica por sus manipulaciones y crueldad hacia otras personas y comienza a alejarse. Enfadada, Becca ordena a sus amigas que agarren a Rainey y la inmovilicen en el suelo. Becca luego le arrebata la cerveza a Celeste, sin saber que está completamente adulterada con Liquid X, y se la da a la fuerza a Rainey. Rainey comienza a convulsionar. En pánico porque "solo tomó una cerveza", Becca y sus amigas huyen, dejando a Celeste con Rainey.

En el presente, Lilly se da cuenta de que Becca le quitó la bebida a Celeste, lo que confirma que ella (Becca) es responsable del asesinato de Rainey. Becca intenta ignorar el asunto y volver a la reunión, pero Lilly la detiene en seco.
Will y Scotty encuentran a Celeste sentada en un aula a oscuras. Will le pregunta si esto es para hacer las paces con lo que pasó y por qué puso tanto Liquid X en su propia cerveza. Celeste responde que solo quería encajar. Will y Scotty le recuerdan que Rainey era su mejor amiga, pero Celeste dice que Rainey la abandonó en el vestuario, donde se da a entender que fue violada. Rainey se enteró e iba a contárselo a todo el mundo, destruyendo la popularidad de Celeste. Celeste confiesa que "pagó un precio demasiado alto" para ser animadora.
Flashback Rainey está aturdida por tanto consumo de Liquid X y alcohol. Celeste la atiende e intenta que Rainey la acompañe a buscar ayuda, revelando que su cerveza tenía demasiado Liquid X. Rainey le aconseja que se aleje de todo lo que pasó, especialmente porque lo que sucedió en el vestuario "no fue solo un beso". Celeste insiste en que Rainey no diga nada, de lo contrario perderá todo y será una don nadie. Rainey le recuerda a Celeste que siempre fue alguien para ella. Sintiéndose más débil a cada segundo, Rainey le dice a Celeste que llame a una ambulancia. Celeste miente de mala gana que ya llamó a una ambulancia y que llegarán muy pronto. Sintiéndose segura, Rainey mira hacia el cielo y ve las estrellas en el mismo patrón que el átomo que dibujó Joe. Luego pierde el conocimiento y muere en los brazos de su amiga mientras Celeste comienza a llorar.
Celeste escribe su confesión y es arrestada. Lilly escolta a Becca fuera de la reunión esposada frente a sus antiguos compañeros de clase, incluidos Casey y el entrenador Pruit. Lilly mira fijamente a los dos hombres, dando a entender que pronto también serán arrestados. En la exhibición de arte, Elizabeth coloca un trozo de papel que dice "mi hija es mi heroína" antes de irse. Mientras se guardan las carpetas del caso, Nick y Kat se muestran fotos de ellos mismos en la escuela secundaria y los dos se ríen de cómo se veían en ese entonces. En la reunión, Joe mira al cielo nocturno para ver las estrellas como el átomo. Luego ve una imagen fantasmal de Rainey Karlsen, quien le sonríe.


Victim: Rainey Karlsen

Doers: Becca Abrams, Celeste Church (accomplice)

Motive: Manslaughter (for Becca), Silence (for Celeste)



Rainey Karlsen fue la víctima de asesinato del episodio " Stand Up and Holler". Tenía 16 años y cursaba el tercer año de la escuela secundaria de Birmingham.
Rainey fue elegida junto con su mejor amiga, Celeste Church , para unirse al equipo de animadoras de la universidad por la capitana, Becca Abrams . Sin embargo, con el tiempo, se desilusionó con la popularidad y se hizo amiga del paria Joe Vives-Alvarez . Rainey decidió abandonar el equipo y, como resultado, sería asesinada por dos personas: su capitana, Becca, y su propia mejor amiga, Celeste. Sus razones fueron la venganza (Becca) y el silencio (Celeste).
Después de resolverse su caso, Joe se imaginó a Rainey en el campo con ropa normal en lugar de con su uniforme de animadora.


Celeste Church era la mejor amiga de Rainey Karlsen, víctima de asesinato , y compañera de tercer año en Birmingham High. Lamentablemente, fue cómplice de su muerte después de que Rainey sufriera una sobredosis fatal de la droga Gamma Hydrobrutrate, también conocida como GHB o "Liquid X", sin que ella lo supiera, a manos de su primera asesina, Becca Abrams , animadora principal y estudiante de último año.
Becca decidió lastimar a Rainey después de que esta última la criticara por su actitud de "abeja reina" frente a las otras animadoras y anunciara que dejaría el equipo. Antes de que Celeste pudiera reaccionar adecuadamente, Becca tomó su cerveza y se la vertió personalmente en la garganta a Rainey. Celeste había añadido en secreto Liquid X extra a su cerveza para hacerse daño debido al acoso que sufría por parte de sus compañeras animadoras y un traumático "ritual de novatadas" en el vestuario con el equipo de fútbol. Celeste dejó morir a Rainey en un intento equivocado de preservar su popularidad porque Rainey quería contarles a los administradores de la escuela sobre la crueldad y las novatadas a las que estaban sujetas las animadoras más jóvenes por parte del equipo universitario, especialmente por parte de Becca.


Becca Abrams era una estudiante de último año en la escuela secundaria de Birmingham en 1997. Era la capitana del equipo de animadoras, bonita y popular, pero tenía una vena cruel y manipuladora. El equipo de animadoras era descrito como un "tanque de tiburones" y Becca era el "Gran Blanco". Cuando una de las animadoras junior, Rainey Karlsen , finalmente se enfrentó a ella, Becca tomó represalias violentamente y fue parcialmente responsable de la muerte de Rainey.

Historia

El 1 de septiembre de 1997, Becca hizo la selección final de las jóvenes que se unirían al equipo de animadoras del equipo universitario. Al notar que la prueba de Rainey atrajo la atención de su novio, el jugador de fútbol americano Casey Evans , Becca rápidamente les dio los lugares vacantes a Rainey y a su mejor amiga Celeste Church .

A pesar del evidente interés de Casey, Becca diría más tarde que Rainey no la amenazaba porque esta última "no tenía ni idea de los chicos". De hecho, al principio le dio la bienvenida rápidamente a Rainey a su grupo y la invitó a fiestas. Celeste sugeriría más tarde que Becca quería controlar a Rainey. Becca era mucho menos amigable con Celeste, a menudo la ignoraba o hacía comentarios crueles sobre su peso.
Becca también le pidió a Rainey que no hablara en la clase de física del entrenador Pruit . Cuando Joe Vives-Alvarez , otro estudiante de la clase, llamó a Rainey "patético" por ajustarse a lo que decía Becca, Becca simplemente lo llamó "bicho raro" y lo ignoró.
Después de su primer partido, Becca y las otras animadoras llevaron a Rainey y Celeste al vestuario. Como parte de un ritual de novatadas, les dijo que se besaran, sin decirles que Casey y las otras jugadoras de fútbol estaban mirando. Rainey se negó, pero Celeste, ansiosa por la aprobación de Becca, besó a Rainey antes de que pudiera decir nada. Cuando las jugadoras de fútbol comenzaron a cantar y burlarse de las dos, Rainey, perturbada al ver al entrenador Pruit entre ellas, se fue furiosa. Luego, Becca hizo que Celeste continuara "besando" al equipo de fútbol.
Más tarde, durante la clase de física, se esperaba que los estudiantes hicieran una presentación oral sobre un aspecto de la física. Becca hizo una presentación breve, sensual, pero absolutamente desinformativa, y volvió a sentarse. Rainey habló y exigió saber por qué Becca podía salirse con la suya. El entrenador Pruit intentó despedirla (y a Joe, cuando apoyó a Rainey), pero Rainey simplemente salió furiosa de la clase. Becca intentó bromear sobre las palabras de Rainey, lo que provocó que Joe también se fuera.


Esa noche, después de la reunión de motivación después de la escuela, a la que Rainey se perdió, Becca, Celeste y las otras animadoras estaban bebiendo cervezas en el campo de fútbol, ​​donde Becca pasó una pequeña botella de Liquid X. Rainey apareció para decirle a Becca que dejaba el equipo, ya que no quería convertirse en alguien tan mala, manipuladora y tonta como ella. Cuando Rainey intentó irse, una furiosa Becca hizo que dos chicas la sujetaran, luego tomaron la cerveza de Celeste y se la obligaron a tragar por la garganta. Becca se perturbó cuando Rainey de repente comenzó a atragantarse y a tener arcadas por la bebida; no se dio cuenta de que Celeste había vertido toda la botella de X en su cerveza, después de que Becca hubiera hecho otra broma cruel a sus expensas. Becca y las otras chicas salieron corriendo, dejando a Celeste sola en el campo con Rainey, quien murió poco después. Las autoridades asumieron que su muerte fue una sobredosis accidental de drogas.
La vida de popularidad de Becca continuó en Birmingham, pero los años posteriores a la escuela secundaria no fueron tan amables con ella: tuvo problemas para mantener su trabajo y, a los 28 años, ya había tenido dos matrimonios fallidos y un tercero al borde del colapso también.
En 2007, Becca revivió algunos de sus días de gloria cuando organizó la reunión de los diez años de su escuela secundaria. Fue en esa época cuando los detectives volvieron a investigar la muerte de Rainey, creyendo que alguien podría haberla matado. Los detectives Lilly Rush y Will Jeffries interrogaron a Becca en la escuela. Becca se burló de la sugerencia de que veía a Rainey como una rival y, en cambio, les contó sobre la tensión inicial de Rainey y Joe en clase para desviar la atención de ella misma. Lilly, a quien le desagradó Becca al instante, se mostró escéptica hasta que Becca le contó un rumor de que Joe fue expulsado unos meses después de la muerte de Rainey por fabricar Liquid X en el laboratorio de química de la escuela.
Después de interrogar a Joe, Casey, el entrenador Pruit y Joe nuevamente, los detectives fueron llevados de regreso a Becca y la confrontaron en la reunión. Ella trató de evitarlos, pero Lilly la acorraló en el vestuario. Después de un recordatorio poco amistoso de cómo había sido su vida desde la escuela secundaria, Lilly incitó a Becca a revelar lo que había hecho para poner a Rainey en su lugar. Lilly luego la arrestó en el acto por su papel indirecto en la muerte de Rainey, y "Great White" Becca tuvo que soportar la humillación de ser escoltada afuera esposada frente a sus antiguos compañeros de clase.


Manuel Ruiz-Zorrilla y Ruiz-Zorrilla.



Biografía

Ruiz-Zorrilla y Ruiz-Zorrilla, Manuel. El Burgo de Osma (Soria), 22.III.1833 – Burgos, 13.VI.1895. Político, ministro, presidente de Gobierno.

Desde diversos ángulos, la figura de este político soriano resulta insuperablemente representativa de la vida pública española decimonónica. Un tercio de su existencia —en realidad, la mitad de ella si se exceptúan su niñez y mocedad— transcurrió en el exilio por fidelidad ejemplar a sus firmes convicciones democráticas. Lejos de ser única, su experiencia sería encarnada por otros muchos de sus coetáneos imantados por el quehacer político en una sociedad en búsqueda desesperada de una convivencia estable y fecunda, pero en muy pocos ejemplos se alcanzó el grado de intensidad y vibración que en su caso. Con acento innegablemente hiperbólico, en la biografía más difundida del personaje —escrita en la plenitud paligenésica de la Segunda República—, su autor, P. Gómez Chaix, cantara epiniciamente los rasgos definidores de su héroe: 
Su historia, su emigración de tantos años, sus combates y esfuerzos titánicos por salvar y redimir a España, su tenacidad rayana en lo extraordinario, colócanlo al lado de los Washington, de los Mazzini, de los Gambetta, de los libertadores de los pueblos oprimidos y de los fundadores de las modernas democracias. Recuérdese su estancia en la capital de Europa (París). Allí mantuvo transidos de miedo a los poderes mayestáticos de España; allí forjaba el rayo fulminante de las revoluciones; allí hacía y deshacía Ministerios; allí regía, sin saberlo, los destinos de su Patria [...] Prometió no volver a España mientras no hubiera cumplido la misión de reintegrar a nuestro pueblo en sus derechos y en su soberanía.
Y por eso su excelsa figura tenía algo de mártir, mucho del profeta, no poco del creyente consagrado al triunfo de una causa” (P. Gómez Chaix, 1934: 10).
Tal semblanza resulta, a todas luces, bien expresiva de la fama histórica del político castellano, así como del clima intelectual prevalente en un ancho tramo de la contemporaneidad española.

Nacido en un hogar de holgada fortuna —padre acaudalado comerciante—, desde muy temprano el futuro primer ministro de la monarquía democrática de Amadeo de Saboya dio múltiples pruebas de una seriedad impropias de su edad, aunque no de su carácter, grave y meticuloso. Tras los estudios primarios y medios y superiores transcurridos probablemente en su ciudad natal, recibiose de bachiller en Filosofía en la flamante Universidad Central en 1848, para pasar luego a la Pinciana, en la que superaría los dos primeros cursos de Derecho, carrera que, a partir del año académico 1850‑1851, acabaría en 1857 en la Universidad de Madrid. Poco antes de la muerte de su padre y tras su casamiento en Burgos con una rica heredera, María de la Paz Barbadillo, Ruiz Zorrilla se asentaría en Burgo de Osma en vísperas de la implantación del bienio esparterista. Identificado sin reservas durante su estancia madrileña con los ideales y objetivos del partido progresista, se constituyó prontamente en uno de sus líderes sorianos, alistándose en la Milicia Nacional de su comarca, en cuyo escalafón no tardó en alcanzar el grado de comandante por mostrarse como uno de sus más dinámicos y responsables integrantes. Luego de haber acreditado sus dotes de concienzudo estudioso y gestor de los negocios públicos como diputado provincial, Ruiz Zorrilla mereció la confianza de sus coterráneos para representarlos en las primeras Cortes de la Unión Liberal, en las que atesoró gran parte del caudal de conocimientos y experiencias para su actividad posterior. Así en la segunda legislatura del denominado por los odonnellistas “quinquenio glorioso” sería designado vicesecretario y secretario de varias comisiones, como volvería a suceder en los dos restantes períodos legislativos de las Cámaras del unionismo, en los que pronunciara varios discursos, desprovistos de aliento y voluntad retóricos, pero ricos en datos y conocimiento de las materias abordadas.
Su cursus honorum era ya muy completo y abrillantado cuando, atraído por la disidencia que dentro del sistema isabelino encarnaba un Prim distanciado del odonellismo después de una larga etapa de muy flexible militancia en sus posiciones más vanguardistas, participó de manera animosa y en extremo diligente en las conspiraciones urdidas por el conde de Reus para provocar el retorno al poder del partido progresista, al que se adhiriera abiertamente el héroe de los Castillejos a partir de 1864. Eludida con éxito la vigilancia y acusación del lado de los moderados y unionistas hasta el pronunciamiento del madrileño cuartel de San Gil en junio de 1866, la represión desencadenada tras la fallida y sangrienta intentona obligó a Ruiz Zorrilla a expatriarse a Francia y otros lugares de Europa. En permanente y estrecho contacto con Prim, se convertiría por algún tiempo en su principal colaborador, desplegando una labor agotadora en el desempeño de las diversas tareas encomendadas por el general catalán, muy atraído por la laboriosidad y lealtad de su joven seguidor, invariablemente sostenido, económica y anímicamente, en trepidante actividad por su mujer. Ambos esposos quizá se sumergieran en el frenesí de la actividad política a tiempo completo para olvidar las muertes, todas ellas en edad muy temprana, de sus cuatro hijos. El continuo tejer y destejer de la red conspiratoria del bienio 1866‑68 pareció finalmente acabar cuando, promediado septiembre de 1868, Prim y el más ardido de sus fieles se embarcaron en Southampton con destino a Gibraltar, llegando al extremo la precaución de los viajeros de incluirse Ruiz Zorrilla como criado de una alcurniosa pareja que realizaba un crucero de placer. Desembarcado en Cádiz tras separarse en el Peñón del general Prim, se abría para Ruiz Zorrilla, con el triunfo de la Gloriosa, la etapa más decisiva de su trayectoria política.
Miembro el más joven del Gobierno Provisional de la Septembrina, el político soriano se responsabilizaría de la proteica cartera de Fomento. Desde el primer momento distinguiose por ser uno de los ministros con mayor conocimiento de su departamento y en posesión asimismo de un plan más elaborado en punto a su gestión. En un primer instante, ésta se centró primordialmente en los aspectos educativos, con medidas que implementaban todo un edificio construido en gran parte sobre las ruinas del precedente isabelino. Aunque observarla a la luz de un laicismo radical sería desenfocar la inspiración y horizonte de la tarea llevada a cabo en dicho plano por Ruiz Zorrilla, es indudable que el ideario anticlerical se erigió en principal motor de su intensa actividad al frente de su primera cartera ministerial en el régimen del Sexenio democrático. Al aludir a ello, y sin refrendar in totum la requisitoria que, en la huella del Menéndez Pelayo de Los Heterodoxos, que la historiografía integrista desatara sobre el político castellano, se hace, empero, ineludible referirse a la condición de alto jerarca de la Masonería ostentada por Ruiz Zorrilla desde su ingreso en ella en 1870, si bien desde mucho antes manifestase su proclividad hacia sus principios y afiliados. Profesado sin ambages ni tampoco alharacas dicho credo, resulta lógico atribuir algunas motivaciones de su militancia política a tal ideología, que conociera en su tiempo uno de los vértices de su influencia y poder. Un ancho caudal de la literatura política de las leyes y medidas dictadas en su paso por el poder de más segura atribución a su pluma lleva el sello y se enmarca sin violencia en la doctrina y fraseología masónicas. Con todo, sin embargo, más que encuadrarla en dicho universo intelectual, sería quizá más exacto filiar su obra al frente del ministerio de Fomento y, en conjunto, toda su labor gubernamental en el progresismo radical que antes de desaparecer con la Gloriosa, aspiró, con trémolo tronante, a reverdecer los dogmas y principios del doceañismo maximalista. Ulteriormente, el mismo Ruiz Zorrilla lo declararía así:
 “(...) se inspiraron, como debían inspirarse todos los actos de la Revolución de Septiembre, en un criterio ampliamente liberal y profundamente democrático”.

La evolución del régimen septembrino, con la proclamación de Regente del general Serrano y la consiguiente designación de Prim como presidente de Gobierno, provocó el tránsito de Ruiz Zorrilla de la moderna cartera de Fomento a la muy antigua de Gracia y Justicia. En el semestre en la que la desempeñó, el dinamismo fue también nota distintiva; y, de igual modo, la controversia... Así lo prueba la polémica derivada de algunas de sus decisiones y proyectos, como, singularmente, el del matrimonio civil, conducido a término por su inmediato sucesor en el mismo departamento, el acendrado católico y consumado canonista, el gallego Eugenio Montero Ríos.
No obstante, la plena inmersión del político burgense en los problemas más candentes y acuciantes del Sistema restó energía y dedicación, en cotejo con su bautizo ministerial, a su trabajo en Gracia Justicia.
Secundando a Prim, pero con un ostensible –y buscado– margen personal de autonomía, Ruiz Zorrilla participó afanosamente en “la búsqueda de un rey”. Inclinado en un principio, como casi todos los progresistas de mejor linaje, siempre penetrados de iberismo, por el candidato portugués Fernando de Coburgo —del que sería el más ardido y, posteriormente, ante su reiterada repulsa, más decepcionado partidario—, su opción ulterior se decantó a favor del duque de Génova, Tomás de Saboya, sobrino del monarca italiano Víctor Manuel II, soberano por el que sentía gran admiración y al que le uniera una singular y muy sincera e intensa confraternidad masónica.
A instancia del duque de los Castillejos, Ruiz Zorrilla realizó una vasta tournée de propaganda de la candidatura por Levante y Cataluña —territorios en los que las partidas republicanas y carlistas se manifestaban más activas—, con nulo eco e incluso abierta contestación en la capital del Principado. Es asaz probable fue las insuficiencias oratorias del ministro contribuyeran al fiasco de la misión encomendada por su Prim, ya que nunca radicó en la palabra la fuerza de su política, como tan común era en la época. La resuelta preferencia del burgense por el duque de Génova acabó de dibujar una quiebra en su relación con aquél, reluctante ante algunos de los gestos y pasos seguidos por su colaborador en la tramitación de la vasta operación de Estado que significara aquistarse la voluntad de un príncipe o una personalidad regia para coronar la obra de la Gloriosa. De ahí, pues, que, en los umbrales de 1870, no provocara sorpresa alguna en los círculos políticos el abandono de Ruiz Zorrilla de su gestión ministerial para sustituir al sevillano Nicolás María Rivero en la Presidencia de las Cortes.
Tanto en la época como posteriormente se dieron diferentes versiones de la crisis; atribuyéndola ciertos autores a factores de orden interno habida cuenta de la difícil coexistencia en el seno del segundo gabinete de Prim de unionistas —pronunciadamente partidarios de una solución montpensarista al problema de la candidatura regia— y demócratas. No obstante, fue, en definitiva, el desgaste gubernamental producido por la primera opción italiana lo que, a manera de chivo expiatorio, impulsó a Prim a prescindir de los servicios de Ruiz Zorrilla. Tan significativa mudanza desembocó, empero, en la parcial reconciliación con Prim –su rival en la confianza de éste, Práxedes Mateo Sagasta, también prominente miembro de la Masonería, le aventajaría ahora en la disputa que durante un lustro ambos mantuvieran para obtener la primacía en tal relación–. En efecto: algo más tarde la elección definitiva por el conde de Reus del duque de Aosta, Amadeo de Saboya, para el Trono español, suscitó la más abierta simpatía del lado del político burgense, quien, obviamente, figuró a la cabeza de los 191 diputados que votaron su candidatura. Pese a ello, las nubes que en las postrimerías de la década de los sesenta emborrascaron un punto el diálogo entre los dos prohombres democráticos no se disiparon por entero.

El por entonces muy famoso y, aparentemente, intempestivo discurso que pronunciara el presidente de las Cortes en el navío que transportara a Italia a la comisión parlamentaria encargada del ofrecimiento del trono español a don Amadeo, constituyó una nueva y ruidosa manifestación de su desavenencia con el caudillo y líder indiscutible. La muy distinta concepción de entrambos acerca del valor del dinero y de su manejo y empleo en los negocios públicos, se encontraba en la raíz de su disentimiento y del paulatino ensanchamiento de la grieta que los separara, justa y paradójicamente, en el momento en que se cumpliera el anhelo de unos progresistas encendidamente monárquicos como lo fuesen uno y otro. Meses atrás, ambos habían pensado que la prolongación de la interinidad política desgastaba grandemente al régimen de la Gloriosa, pero separándose en la elección y, sobre todo, en la administración de los tiempos.
A pesar de lo cual resulta insoslayable señalar que tras el magnicidio de diciembre de 1870, sería Ruiz Zorrilla uno de los prohombres de la situación que más empeño pusiera en su esclarecimiento; llegando en una ocasión hasta poner en serio peligro su vida para conseguirlo.
Con el primer gobierno de la monarquía democrática —presidido por Serrano—, Ruiz Zorrilla retornó a su bien querido ministerio de Fomento. La coyuntura, empero, era en la ocasión muy distinta a la de un trienio atrás, en la que también coincidiera en el primer gabinete de Serrano con Sagasta. La rivalidad ahora entre el burgense y el riojano por usufructuar en solitario la herencia de Prim y, con ella, el liderazgo indiscutible del progresismo, no pudo ocultarse ni siquiera por una mínima cohesión ministerial y, sobre todo, unidad dinástica en torno a un trono alzado sólo sobre la plataforma del partido progresista.
Tras la exaltación acrítica que hiciese del personaje durante largo tiempo una sectaria historiografía, la actual tiende a colocar en su exacto lugar a una figura dotada de innegables dotes de carácter y temperamento —reciedumbre, tenacidad, valentía—, pero carente de cualidades gobernantes y de muy limitado orbe cultural e ideológico. Después de haber salido triunfador en el primer pulso con Sagasta por el liderazgo del progresismo —lance criticado con indisimulable desagrado por el Monarca, advertido y bien consciente de la cordialidad entre su padre y Ruiz Zorrilla—, éste llego en julio de 1871 a la presidencia del Consejo de Ministros, desempeñándola durante muy poco tiempo. En efecto, en octubre del mismo año, la crisis provocada por la elección de Sagasta como presidente de las Cortes —alentada por el soberano, ya abiertamente inclinado por el riojano en contra de un Ruiz Zorrilla crecientemente malquisto—, daría lugar a la dimisión del último y a su paso a una extraña y sorprendente posición de frondismo, denunciada reiterada y amargamente por don Amadeo en su correspondencia con su padre como principal causa de la inestabilidad del régimen y su falta de consolidamiento en la opinión pública.
 “Traté de evitar tal cuestión, haciendo presente a Zorrilla que él podía aceptar perfectamente a Sagasta, habiendo sido éste siempre progresista y amigo de Prim y mío; pero Zorrilla, siempre empujado por Martos, no quiso avenirse a razones, y elegido Sagasta presidente de la Cámara, presentó la dimisión. En aquel momento faltaban aún 40 días del período que la Constitución prescribe para que la corona pueda disolver las Cortes, y por ello, aunque de otra parte me encontrase satisfecho con el Ministerio Zorrilla, me vi forzado, no pudiendo disolver las Cortes, a aceptar la dimisión del gabinete [...] Debo observar a V. M. que cuando se trató de conciliar a Sagasta y Zorrilla no pudieron ponerse de acuerdo porque Sagasta, Con su grupo, habían adoptado el principio de guardar y mantener constantemente los derechos y la libertad en ella contenidos; mientras Zorrilla, empujado siempre por Martos, quería la Constitución de 1869 como punto de partida de libertad y garantía para conquistarla [...] En una palabra, demostraron (los zorrillistas) claramente que no eran dinásticos sino porque deseaban el poder, y una vez que este poder se les escapaba, serían capaces incluso de ir a la República [...] Todas las dificultades me han sido planteadas siempre por Zorrilla.
Él quiso romper la conciliación. Él, siendo Gobierno, quiso romper con Sagasta, que pertenecía a su mismo partido y que era el amigo íntimo de Prim. El aconsejó a Córdova que no asumiese el Ministerio y en fin, él es quien ha ideado y cambiado de hecho la coalición con todos los partidos antidinásticos.” (Apud C. Seco Serrano, “El reinado de Amadeo I contado por él mismo”, en Boletín de la R. Academia de la Historia, CXCVII (2000), págs. 207, 209 y 211).

Más prolongada y efectiva que la glosada con tanta latitud por don Amadeo a su padre sería la segunda experiencia presidencial de Ruiz Zorrilla. Pese a que torpezas, desmañas e intransigencias precipitaran a la monarquía democrática a su novelesco final, cabe apuntar en el haber de dicho gabinete —de julio de 1872 a febrero de 1873— realizaciones positivas, a la manera de la creación del Banco Hipotecario y, muy particularmente, la abolición de la esclavitud en Puerto Rico (21 de diciembre de l872), primera iniciativa en el pensamiento del político soriano cara a la emancipación de los negros de la Gran Antilla, es decir, de Cuba. Semanas más tarde de esta loable medida, la denominada “cuestión artillera” abocaba a la flamante dinastía amadeísta a su desaparición. Empecinado Ruiz Zorrilla en mantener el principio de autoridad frente a la oficialidad artillería ulcerada por la promoción al generalato de un antiguo camarada sublevado en el cuartel de San Gil en 1866 en el pronunciamiento ya citado, la aceptación del plante masivo de oficiales y jefes y su sustitución por sargentos acordada por el Congreso a impulso del gabinete, fue mal recibida por el monarca, que supeditó su permanencia a la reconciliación de todo el progresismo, rechazada por el mismo ministerio de Ruiz Zorrilla.
Ganado acentuadamente por la atracción hacia la República desde los meses finales de la derrocada monarquía democrática, Ruiz Zorrilla, apartado desde el 11 de febrero de la política activa, dejaría en completa libertad a sus ardientes partidarios para apoyar al régimen instaurado el 11 de febrero de 1873 por el voto conjunto y anticonstitucional de ambas Cámaras legisladoras. El abrupto término de la I República y la implantación de la disfrazada dictadura del general Serrano reforzaron en el político burgense el distanciamiento de sus antiguas creencias monárquicas, en un proceso psicológico y mental tan rápido como irreversible según vinieron a confirmarlo las diversas declaraciones que al efecto llevara a cabo avanzado ya 1874. De esta forma, al producirse la restauración borbónica en los últimos días de dicho año, el prohombre soriano alzó casi en solitario en la vieja elite política el pendón de rebeldía contra el triunfante canovismo. Dada la pronta inclinación de su artífice por Sagasta para formar el ala izquierda de la monarquía de Alfonso XII no es fantasioso imaginar que éste fuera un factor de cierta trascendencia a la hora de comprender la actitud del antiguo campeón del progresismo radical. Aunque la hipótesis está aún lejos de confirmarse con solidez documental, lo cierto es que, apenas transcurrido un mes desde el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto, Ruiz Zorrilla tenía ya muy adelantado otro de opuesto signo en Madrid, con amplia participación de elementos castrenses de arraigada fidelidad a la memoria de Prim. Su descubrimiento por las nuevas autoridades motivó el inmediato extrañamiento a Francia de su alma y cerebro.
Durante un veinteno y hasta pocos meses antes de su fallecimiento, Ruiz Zorrilla permaneció en el destierro. La ayuda indeficiente de su idolatrada y abnegada esposa al mismo tiempo que la solidaridad de la internacional masónica, muy activa en la protección y enaltecimiento del hermano Cavour —nombre del burgense en las logias—, paliaron la amargura del trance. Como en el primer exilio, también el trajinar infatigable en pro de la victoria de la causa republicana llenó las horas del prócer castellano, cuya entrega a la oposición antiborbónica no conocería desmayo ni tregua a través de un periplo de sucesivas expulsiones y destierros que le llevarían de Francia a Suiza, de ésta a Italia, de Gran Bretaña a Bélgica..., y siempre desde un incesable ir a venir a un París adorado y esquivo hasta la instauración de la III República en 1879. Invariablemente alejado de Castelar y circunstancialmente aliado con Nicolás Salmerón la febril pulsión conspirativa de Ruiz Zorrilla no tardó, empero, en poner fin a su unión con el tercer presidente de la I República, cansado y en algo en desacuerdo del totorresismo revolucionario del prohombre castellano. El rompimiento con una personalidad tan respetada en los medios republicanos como la del catedrático almeriense forzó a Ruiz Zorrilla a dar a la luz en Londres (1878) el segundo y último escrito público —”Ruiz Zorrilla a sus amigos y a sus adversarios”— salido de su ágrafa y no muy ática pluma: 
“[...] los que me llamáis socialista, demagogo e internacionalista, sois los mismos o descendientes de aquellos otros que llamaban presidiario a Argüelles, ladrón a Mendizábal, y decían que Espartero se había escapado con las cajas públicas a Londres; los que llamabais capitán de bandidos a D. Juan Prim, bandolero a Garibaldi; y los que calificáis de comunards a Grévy, Gambetta, Víctor Hugo, Simon y todos los republicanos más ilustres de Francia”.
La autoría teórica de los planes conspirativos de los pronunciamientos y asonadas republicanos que jalonan la primera década de la Restauración —Badajoz (agosto de 1883), Santo Domingo de la Calzada, Seo de Urgel, Santa Coloma, Madrid...— y el ardor de su sentimiento antiborbónico harían imposible su vuelta a una patria hipostasiada en el recuerdo del recio castellano. Sin embargo, a partir del fracasado putsch madrileño del brigadier Villacampa —ideado por Ruiz Zorrilla en septiembre 1886 en colaboración estrecha con su gran amigo el marqués de Montemar—, únicamente la reluctancia hacia un Sagasta convertido en gran cariátide del Sistema determinó, en última instancia, el rechazo de las varias tentativas por retornarlo a España patrocinadas —con el invariable visto bueno de Cánovas— por algunos de los más famosos de sus seguidores como el célebre doctor Esquerdo.
En marzo de 1894 falleció su mujer y, estando él mismo gravemente enfermo, abandonó la lucha política y regresó a España en febrero de 1895. Permaneció dos meses intentando recuperar su salud en La Pileta, finca del doctor Esquerdo, en Villajoyosa, Alicante. Allí dejó depositado su archivo y, en marzo de ese año, marchó a Burgos, donde falleció y fue enterrado.

Obras de ~: Tres negaciones y una afirmación, Madrid, Imprenta de La Iberia, 1864; Discursos pronunciados por el Excmo. Sr. D. Manuel Ruiz Zorrilla, presidente del Consejo de Ministros, con motivo de la discusión del mensaje en el Congreso de los Diputados, Madrid, Imprenta Nacional, 1872; A sus amigos y a sus adversarios, Manuel Ruiz Zorrilla, Londres, 1877.

Bibl.: J. Martín de Olías, Políticos contemporáneos (estudios biográficos) Ruiz Zorrilla, Madrid, Imprenta y Librería de Miguel Guijarro, 1877; F. Cañamaque, Los oradores de 1869, Madrid, Librería de los Sres. Simón y Osler, 1879, págs. 253-262; E. Rodríguez Solis, Historia del Partido republicano español (de sus protagonistas, de sus tribunos, de sus héroes y de sus mártires), Madrid, 1893, 2 vols.; J. Rubio García-Morales, Biografía del hijo ilustre del Burgo de Osma D. Manuel Ruiz Zorrilla, Burgo de Osma, Establecimiento tipográfico de Francisco Jiménez, 1898 [reproducido en Celtiberia, 92 (1998), 535-544]; E. Prieto y Villarreal, Ruiz Zorrilla desde su expulsión de España hasta su muerte (1875-1895), recuerdos políticos de..., Madrid, M. Romero, 1903; V. Álvarez Villamil y R. Llopis, Cartas de conspiradores. La Revolución de Septiembre. De la emigración al poder, Madrid, Espasa Calpe, 1929; P. Gómez Chaix, Ruiz Zorrilla. Ciudadano ejemplar, Madrid, Escasa Calpe, 1934; P. de Luz, Los españoles en busca de un rey (1868-1871), trad. de J. J. Permanyer, Barcelona, Juventud, 1948; M. Fernández Almagro, Historia política de la España contemporánea, vol. I, Madrid, Pegaso, 1956; A. Eiras Roel, El Partido Demócrata español. (1849-1868), Madrid, Rialp, 1961; M. Martínez Cuadrado, Elecciones y partidos políticos de España (1868-1931), Madrid, Taurus, 1969, 2 vols.; C. Sáenz García, “El testamento de Don Manuel Ruiz-Zorrilla”, en Celtiberia, 43 (1972), págs. 7-15; C. Darde, “Los partidos republicanos en la primera etapa de la Restauración (1875-1890)”, en J. M.ª Jover Zamora, El siglo XIX en España: doce estudios, Barcelona, Planeta, 1974, págs. 433-63; J. Pabón, España y la cuestión romana, Madrid, Moneda y Crédito, 1972; R. Ortega Canadell, Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz en Soria, Soria, Obra cultural de la Caja de Ahorros y Préstamos de la provincia de Soria, 1982; J. I. Sáenz-Díez de la Gándara, “Contribución a la biografía de Manuel Ruiz-Zorrilla (1833-1895). Un opúsculo sobre el estadista soriano editado en Oporto en 1880”, en Celtiberia, 68 (1984), págs. 323-327; F. Álvarez Lázaro, Masonería y librepensamiento en la España de la Restauración (Aproximación histórica), Madrid, Universidad Pontificia Comillas, 1985; J. M. Cuenca Toribio, Relaciones Iglesia y Estado en la España contemporánea (1833-1985), Madrid, Alambra, 1989; J. Rubio García-Mina, España y la guerra de 1870, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1989, 3 vols.; J. A. Piqueras, La revolución democrática (1868-1874). Cuestión social, colonialismo y grupos de presión, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992; D. Mack Smith, I Savoia Re d’Italia, Milán, 1992; J. M. Cuenca Toribio, Ensayos iberistas, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 1999; S. Bocigas Martín, “Manuel Ruiz Zorrilla en el Parlamento: principales intervenciones y discursos”, en Celtiberia, 93, (1999), págs. 213-273; J. Canal, “Manuel Ruiz Zorrilla (1833-1895). De hombre de Estado a conspirador compulsivo”, en I. Burdiel y M. Pérez Ledesma (coord.), Liberales, agitadores y conspiradores. Biografías heterodoxas del siglo XIX, Madrid, Espasa Calpe, 2000, págs. 269-299; C. Seco Serrano, “El reinado de Amadeo I contado por él mismo”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, CXCVII (2000); E. Higueras Castañeda, “Manuel Ruiz Zorrilla (1833-1895), Liberalismo radical, democracia y cultura revolucionaria en la España del siglo XIX, tesis doctoral, Ciudad Real, Universidad de Castilla la Mancha, 2014.

No hay comentarios:

Publicar un comentario